miércoles, 10 de octubre de 2018

La trastienda del archivo del Caso Pablo Casado.

El soborno que hay detrás del archivo del Caso Pablo Casado


Por Juez Fernando Presencia



La doctrina del acuerdo de voluntades en el delito de prevaricación es una creación jurisprudencial del Tribunal Constitucional -en su Sentencia de 17 de octubre de 2016- que hasta la fecha de hoy no solamente no ha sido asumida por el Tribunal Supremo, sino que además la ha rechazado expresamente.





La Sala de Admisión del Caso Máster de Pablo Casado, compuesta por Manuel Marchena, Miguel Colmenero, Francisco Monterde, Ana Ferrer y Pablo Llarena, archivó las actuaciones en la Sala 2ª del Tribunal Supremo por considerar que no se detectó el necesario concierto de voluntades entre Pablo Casado y la Universidad Rey Juan Carlos.

Así, se prepara ante la posible imputación de la mujer de Pablo Llarena, Gema Espinosa Conde, en el “asunto de la hija de Marchena”, en el que se trata el mismo tipo de soborno que el del “caso Master” de Pablo Casado y, por tanto, ha sido este asunto el que en realidad ha obligado al Tribunal Supremo a archivar el procedimiento contra el presidente del Partido Popular.

El pasado mes de julio la Comisión de Selección tomó la polémica decisión de crear una plaza de fiscales sin tener competencia para ello y con la finalidad exclusiva de favorecer a la hija del presidente de la Sala 2ª del Tribunal Supremo, Sofía Marchena, que perdió la oportunidad de acceder a la carrera judicial con su promoción al encontrarse enferma, apareciendo ambas mujeres de esta forma como protagonistas de lo que parece claramente que fue un soborno para pagar un favor anterior: Pablo Llarena era el último de los candidatos posibles – según las propias Normas de Reparto– para instruir las causas contra aforados debido precisamente a su inexperiencia, y sin embargo el presidente de la Sala 2ª del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, permitió su designación como juez instructor en la causa del Procés.

La decisión de la Sala de Admisión compuesta precisamente por Manuel Marchena y Pablo Llarena, que ha decidido ahora archivar las actuaciones del “caso Master” en el Tribunal Supremo, por considerar en definitiva que no se ha detectado el necesario concierto de voluntades entre Pablo Casado y los responsables del máster en Derecho Autonómico y Local de la Universidad Rey Juan Carlos, supone un evidente balón de oxígeno para todos los implicados en el asunto de “la hija de Marchena”.
Cuando ambos magistrados han afirmado en su resolución de archivo que “la jurisprudencia sobre el delito de prevaricación exige un concierto de voluntades”, están diciendo algo que es rotundamente falso porque ni una sola sentencia del Tribunal Supremo ha hecho tal afirmación. Es más, Manuel Marchena ha negado en dos sentencias dicho principio, y una de ellas además siendo ponente Pablo Llarena.
La doctrina del acuerdo de voluntades en el delito de prevaricación es una creación jurisprudencial del Tribunal Constitucional -en su Sentencia de 17 de octubre de 2016- que está diseñada exclusivamente para el delito de prevaricación judicial que no sea instrumento de un soborno, ni tenga nada que ver con la corrupción. Por eso no es de aplicación a la prevaricación administrativa que sirve de instrumento al delito de cohecho, como el que se imputa a Pablo Casado.
Podríamos pensar que el Tribunal Supremo ha decidido simplemente cambiar de criterio en el “caso Master” de Pablo Casado, si no fuera por el hecho de que con él se beneficia personalmente a dos de los Magistrados que han dictado la resolución, Manuel Marchena y Pablo Llarena que, sin embargo, no se abstuvieron de formar parte de la Sala de Admisión a pesar de que concurría en ellos causa y motivo de recusación.

  

La mentira como estrategia política 


martes, 9 de octubre de 2018

El PP justifica a los nazis.







Durante los años 30 y debido a la prohibición impuesta por el Tratado de Versalles, los alemanes habían estado llevando en secreto un rearme total de las capacidades militares del país. En 1935 sería presentada oficialmente, en clara violación de los tratados, la Luftwaffe –la fuerza aérea alemana-, que Hitler dejaría en manos de Göring. El comienzo de la Guerra Civil en España, supuso la oportunidad perfecta para probar los vanguardistas aparatos alemanes, que habrían de llevar a Europa laBlitzkrieg.
Fueron aeronaves enviadas por Hitler las encargadas de transportar al sublevado Ejército de África hasta la península, haciendo viable el levantamiento militar de 1936. El apoyo de Hitler a los golpistas se materializaría, además, en el envío de la Legión Cóndor. Esta fuerza aérea contaba entre sus filas con el bombardero en picado Stuka, muy popular debido al característico sonido que emitía su sirena –denominada “Jericho-Trompete”- cuando el aparato llevaba a cabo su letal descenso en picado.




Serían estos Stuka los que, a finales de mayo de 1938, llevasen a cabo el conocido como “Guernica de Castellón”, bombardeando durante varios días, sin motivo aparente, los municipios de Albocàsser, Benassal, Vilar de Canes y Ares del Maestrat, asesinando a 40 personas. Los habitantes del lugar nunca supieron qué motivó el ataque a los pequeños pueblos, sin ningún tipo de importancia estratégica. Durante años ni siquiera supieron quién lanzó las bombas que volaron por los aires sus vidas.


Dos soldados en el documental de Pepe Andreu y Rafa Molés
Dos soldados en el documental de Pepe Andreu y Rafa Molés
El pasado jueves el grupo parlamentario Compromís en el Senado presentó una propuesta, firmada por Carles Mulet y Jorge Navarrete, para indemnizar a las víctimas identificadas y los municipios del Maestrat afectados por los bombardeos. La propuesta tenía también la finalidad de tratar de esclarecer de manera oficial, tras 40 años de democracia, “quién o quiénes autorizaron a sus aliados perpetrar los ataques descritos sobre los cuatro pueblos rurales del interior de Castellón”. El grupo presentó, además otra moción para investigar los trabajadores esclavos durante el Franquismo.
Todos los grupos de la Cámara Alta mostraron su apoyo a ambas mociones, a excepción del Partido Popular que, valiéndose de su mayoría en el Senado, consiguió impedir que las propuestas saliesen adelante. Además, el senador popular Manuel Altava, culpó a la República del bombardeo nazi, alegando que “lo realmente llamativo es que las autoridades republicanas, que estaban allí, no evacuaran a la población civil de esa zona en el frente de la retaguardia”.
La opinión del PP se opone así a la versión que la propia documentación de la Legión Cóndor muestra de los hechos. Óscar Vives, un profesor de Física de la Universidad de Valencia -cuya familia perdió a seis miembros en el ataque-, llevó a cabo una investigación que le llevó a dar, en Alemania, con un informe guardado en los archivos militares de Friburgo. Sus cincuenta páginas –y numerosa documentación fotográfica- prueban que los nazis llevaron a cabo el bombardeo a modo de experimento ordenado por la Luftwaffe de Adolf Hitler.
Pese a la versión que mantiene el PP, la meticulosidad documental de los nazis muestra que la razón por la que se perdieron cuarenta vidas durante aquellos días –y otras muchas quedasen destruidas para siempre- fue que Hitler quería probar el efecto que una bomba de 500 kg tenía sobre un núcleo de población.


domingo, 7 de octubre de 2018

Brasil y la muchedumbre solitaria.

Entrevista a Luciano Wexell Severo, profesor de Economía, Integración y Desarrollo en la Universidad Federal de Integración Latinoamericana (UNILA)
Las elecciones están en las manos de una clase media alienada

Rebelión /Epholi (Grecia)


Dimitris Givisis.- ¿Qué crees que las elecciones del 7 de octubre significarán para el futuro de Brasil?

Luciano Wexell Severo.- De 0 a 10, parece que los resultados positivos de las elecciones no pueden ser mayores que 6. Sin embargo, por otro lado, los resultados negativos podrían ser de menos 10. Estamos ante la posibilidad de quiebra de derechos fundamentales, de fragmentación etnico-cultural, de mayor pérdida de soberanía política y económica y de ruptura de padrones básicos de convivencia.

Internamente, lo que está en juego es el destino de las reservas de petróleo, los sistemas públicos de proteción social, las compañías estatales y las posibilidades de desarrollo científico-tecnológico autónomo. En el marco internacional, se trata del futuro de los BRICS, del impulso de un mundo multipolar, de las iniciativas de cooperación Sur-Sur, del proyecto de Integración Sudamericana, del respaldo a las iniciativas emancipadoras de Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) y Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Es decir, tendrá consecuencias directas también sobre los países vecinos.

Dimitris Givisis.- ¿Cómo las cosas están caminando antes de las elecciones? És verdad que no se ve un clima de normalidad democrática.

Luciano Wexell Severo.- La disputa no es democrática si tomamos en cuenta la división asimétrica del tiempo de propaganda de cada candidato o si consideramos la marcada interferencia de los grandes medios de comunicación, las empresas, los bancos, las instituciones estadunidenses y los institutos de pesquisa. Además, hay un bipartidismo que, desde 1994, conduce a la segunda vuelta el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido de la Social-Democracia Brasileña (PSDB). Ambas son agremiaciones liberales y cosmopolitas, representantes de los intereses de las elites de Sao Paulo, aunque una sea de “derechas” y otra de “izquierdas”.

Además, el escenario en los últimos años es de inestabilidad institucional. Desde la victoria de Dilma Rousseff, en 2014, parte de la oposición optó por no reconocer los resultados de las urnas. El proceso de impeachment se trató de una trama entre los sectores más conservadores y corruptos del Parlamento, junto con los medios de comunicación y el poder judiciario. Un caso sui generis de golpe de Estado. Tomando confianza, los golpistas reforzaron su caza a las brujas y su plan para aniquilar al PT. Su problema es que no hubo forma de salvar al PSDB ni tampoco al MDB de Michel Temer.

El encarcelamiento de Lula es un atropello. Se trata de persecución política, de odio de clase. Su “crimen” fue sacar a millones de personas de la miseria, crear decenas de Universidades para los trabajadores y sus hijos, aumentar la autoestima de los más humildes, defender la propiedad nacional sobre riquezas estratégicas, proyectar a Brasil de forma altiva en el mundo. El lider en la preferencia de los brasileños está preso.

El segundo lugar, Jair Bolsonaro, estuvo en un hospital por más de 20 días, haciendo campaña electoral vía Twitter Facebook. El atentado le rindió benefícios al crear un clima de conmoción y solidariedad, al servir de excusa para que no participar de debates y darle el espacio midiático que no tenía. Usa slogans de violencia, intolerancia y prejuicio. Habla en Cristo y la Patria sin ser cristiano ni tampoco nacionalista. Incluso ya afirmó que no reconocerá otro resultado que no sea su victoria.

Dimitris Givisis.- ¿Cómo usted interpreta los resultados de las encuestas? Está claro que en la segunda vuelta tendremos un enfrentamiento entre Bolsonaro y Haddad, o crees que el resultado aún está “abierto”?

Luciano Wexell Severo.- Es posible presentar tres escenarios: 1) segunda vuelta entre Bolsonaro y Haddad (situación más probable); 2) segunda vuelta entre Bolsonaro y Ciro Gomes (situación preferible); y 3) que no hubiera elecciones, debido al ambiente de conflictividad (situación menos probable). El actual escenario podría sufrir modificaciones debido a tres bombas reloj que están por explotar, con impactos negativos sobre Haddad y favorables a Bolsonaro.

La primera son denuncias realizadas por un ex-ministro de Lula, preso desde 2016. Ataca al PT para reducir su propia condena. Las acusaciones, realizadas hace siete meses y rechazadas por el Ministério Público Federal, fueron divulgadas solamente ahora por el juez-militante Sergio Moro. La segunda bomba es la autorización judicial para que se realice una entrevista con el hombre que atacó a Bolsonaro. 

La tercera es la prohibición judicial, censura explítica, de que un gran periodico realice entrevista a Lula. En ese ambiante, desde ya, los institutos de pesquisa deberían ser prohibidos de emitir prognósticos. Están manipulando el proceso electoral.

Dimitris Givisis.- ¿Cómo el endurecimiento general del regimen político en Brasil está asociado al surgimiento del neofascismo de masas y a la ascensión de políticos de extrema derecha como Jair Bolsonaro?

Luciano Wexell Severo.- Brasil tuvo gobiernos autoritários entre 1964 y 1985. La caída del muro de Berlín, el fin de la URSS y los bombardeos de Irak abrieron las puertas para la idea de “victoria total” de Estados Unidos y del capitalismo de mercado. No se puede menospreciar esos impactos sobre varias generaciones. Desde entonces, llegó el neoliberalismo salvaje de Fernando Collor y Fernando Henrique Cardoso.

El periodo del PT no significó un rompimiento con ese proceso. La dinámica apuntó para la consolidación de un Estado privatizado y de una sociedad deshecha, con valores individualistas. Se forman seres sin educación ni capacidad crítica, que viven en un presente permanente. Es la mejor forma de describir a la clase media, que mejoró bastante sus condiciones entre 2003 y 2016. Sin embargo, asocia el éxito a su proprio esfuerzo o a alguna santidad, ignorando a las políticas públicas de crédito, inversión, empleo y aumento del salario real.

Durante 14 años, pese a los avances en el campo social, la cúpula del PT apostó en despolitización y desmovilización. Esa esterilización refleja disputas internas del gobierno y la flacidez ideológica de la dirección del partido. Los resultados son los pobres de “derechas” y una clase media alienada e ideológicamente subordinada a lo que viene de afuera. La mayoría de los electores de Bolsonaro son de esos grupos, sin consciencia política, dirigidos por los medios de comunicación. Su objetivo supremo sería limpiar el país, cambiar el sistema, destruir las ideologías, eliminar la corrupción inventada por el PT y derrotar algo llamado genéricamente de comunismo. Se respira la Guerra Fría. Y por eso preocupa la polarización en una eventual segunda vuelta entre el fascismo y Haddad.

Dimitris Givisis.- ¿Esas elecciones pueden solucionar la crisis política, económica y social de Brasil? ¿Existen perspectivas de superar esa crisis, o crees que va profundizarse?

Luciano Wexell Severo.- Debemos sumar a ese cuadro complejo la insatisfacción y la desilusión con el PT. No hay forma de apretar un botón y regresar hacia 2010. Pese a los avances, no se hicieron cambios estructurales y caminamos para ese callejón sin salida. Ganará las elecciones quien tenga menos rechazo. Es razonable prever que Haddad vencería con poca margen y que tendría dificultad para gobernar. La gran preocupación es con el despedazamiento del país, el enfrentamiento entre hermanos y la intensificación de las profundas desigualdades sociales y regionales. Por eso, deberíamos haber huido de ese falsa polarización. Ahora parece que la “derecha liberal” tendrá que escoger entre la “izquierda liberal” y el fascismo.

Desde 1990, la acción macroeconómica oscila entre el neoliberalismo y el keynesianismo avergonzado. Se ampliaron las oportunidades de los brasileños vía acciones paliativas de transferencia de los recursos oriundos de la creciente extranjerización del centro decisorio de la economía nacional. Una propuesta seria defendería elementos de intervención estatal y de nacionalismo económico. Pero el PT no posee un Proyecto Nacional que represente amenaza a los intereses estadunidenses, a las transnacionales, al sector financiero, a las petroleras, a los bancos o a la oligarquía brasileña. Hoy, debido a la amenaza fascista, el cuadro que se dibuja es todavía peor. Lo máximo que se alcanzará es un gobierno fragil, en disputa, con el país dividido.

Si se confirman las actuales previsiones, Haddad y el PT serán la mejor opción para cualquier humanista, demócrata, progresista, nacionalista o militante de “izquierdas”. Pero la situación no va solucionarse con las elecciones. Porque la salida de la crisis, que hoy no se ve en el horizonte, dependería de mayor intervención estatal y de nacionalismo económico. Entonces, los resultados electores servirán más bien para definir los desafíos de Brasil a partir de enero de 2019.

https://www.rebelion.org/noticia.php?id=247398

 y ver..



Nota ...



El candidato  de extrema derecha  Bolsonaro logra una victoria en la primera vuelta

 del 46,1% del voto;   Haddad, el heredero de Lula, el 29,2% ,el 28 de octubre,segunda vuelta .

















Entrevista a Jordi Amat

Resultado de imagen de largo proceso amargo sueño

“El procés sólo acabará el día en que la soberanía menguante de España sea replanteada”



  Ignasi Gozalo Salellas 

entrevista a Jordi Amat 


Por: Ignasi Gozalo Salellas
Jordi Amat se define como filólogo y escritor. Sin embargo, han sido sus aproximaciones históricas a la cultura y política catalana contemporánea, contadas con un excelente pulso narrativo, las que le han situado como una voz imprescindible en los debates sobre la Cataluña de hoy. Este año ha publicado dos libros importantes: La conjura de los irresponsables (Anagrama), una breve crónica a modo de panfleto sobre el procés catalán, y Largo proceso, amargo sueño (Tusquets), actualización del aclamado El llarg procés: Cultura i política a la Catalunya contemporània (1937-2014).No busca posiciones de trinchera, sino aportar una mirada con perspectiva y, a menudo, incómoda en una época de aceleración, polarización e impulsos desenfrenados en Cataluña.
Cuáles serán los siguientes capítulos del procés que ya no tendrán cabida en La conjura de los irresponsables?
Es evidente que el clima ha cambiado y creo que a la estrategia del independentismo unilateral le iba muy bien que en la Moncloa hubiera el no-liderazgo de Rajoy. Su vagancia y abulia para afrontar un reto de esta naturaleza permitía que la unilateralidad reforzara su discurso. Ahora, ha habido un cambio de actitud que me parece útil, y no sólo de actitud sino de actores, muchos de los cuales han quedado invalidados para poder construir las nuevas etapas.
Ahora estamos en una fase de transición donde los que están más inquietos son los tensionadores. Tanto Ciudadanos, que querían un 155 duro que les permitiera implementar políticas de cancelación del consenso catalanista de una manera dura –la televisión y la educación eran su estrategia de tensión–, como el entorno de Puigdemont, que había encontrado como forma de subsistencia la destrucción del Estado del 78, se encuentran ahora un poco fuera de juego. Pero en este momento de transición no sabemos qué pasará dentro de tres o cuatro meses.
Me parece relevante que tanto desde una cierta posición conciliadora como la suya como desde las posiciones más duras de la CUP se esté hablando de final de etapa, de cambio de perspectiva. ¿Indica esto unanimidad o, por el contrario, desorientación? 
Hay quien quisiera que el procés hubiera terminado, y el procés no ha terminado. Sólo acabará el día en que la soberanía menguante de España sea replanteada. Hasta que esto no se produzca, el proceso no se acaba. Lo que sí sabemos es que una de las estrategias para quebrar la soberanía del Estado Español, que era la unilateralidad, ha perdido. La paradoja es que pierde después de una victoria, porque el 1 de octubre es una victoria de la unilateralidad, aunque es una victoria estéril. Crea un mito civil, pero las consecuencias políticas de aquella jornada épica, de hecho, aceleran el final de esta etapa unilateral.
Sin duda, la gestión de la memoria del 1-O es un asunto clave porque no dejará de haber gente que trabajará para que se derive un mandato político, pero es altamente discutible que sea reconocido por nadie más allá de los fanáticos.
Esto plantea una contradicción, entiendo que frustrante para mucha gente, entre la victoria cívica en las calles, indiscutible, y sus posibilidades de convertirse en realidad política. ¿Ha visualizado el procés en cierta medida los límites con respecto a las utopías políticas? 
Hay mucha gente que ve lo que nos ha pasado y se da cuenta de que es una variante de un problema que se manifiesta de diversas formas en Occidente. Quizás dentro de unos años, cuando pensemos en qué ocurrió, el 1-O nos parecerá algo similar al referéndum griego. Es decir, una gente que quiere conseguir a través del voto un cambio sustancial del status quo pero el voto no les es suficiente para cambiar las cosas. Y esto genera una decepción sobre la conciencia que tenemos de la mecánica democrática. La cuestión es si esta concepción es acertada o no. En ese momento revelador de la consejera Ponsatí hablando de que iban de farol se está diciendo: “nosotros, en la mesa de póker, queríamos engañar al gobierno español”.
¿Al Gobierno de Madrid y no a los ciudadanos? El título de su libro incluía palabras como ‘conjura’ e ‘irresponsables’.
Yo diría que ella no sabía que estaban engañando a los ciudadanos, pero en todo caso lo estaban haciendo. En un momento de crisis de representación, encuentro altamente peligroso e irresponsable haber hecho este juego sobre cómo la gente debe sentirse parte de la mecánica del sistema. No olvidemos que tú les has dicho que se funciona de una determinada manera, ellos han puesto la cara creyendo que esto era así y, a la hora de la verdad, los políticos no tienen los mecanismos para convertir en realidad lo que habían dicho que sí se lograría.
Mi sensación es que lo único que se consigue en estos intentos de transformación del status quo es votar por formas de regresión democrática. Si tú votas esto, ganas; si tú votas por un ensanchamiento de la democracia, no ganas. Al final, con respecto al tema del ensanchamiento democrático los estados-nación solo tienen fuerza para ir hacia atrás.
¿Entonces el 1 y 3 de octubre fueron una victoria mítica o un momento de derrota trágica, si tenemos en cuenta la imposibilidad de superar las estructuras nacionales y de tener respaldo en el marco europeo? 
Creo que son las dos cosas. Es la paradoja. Yo nunca he visto nada que se parezca tanto a un ejercicio de empoderamiento como el del 1 de octubre, pero, de repente, se crea una brecha infranqueable entre voluntad popular, que no es mayoritaria entre los ciudadanos de Cataluña. Este es el principal problema de todo. A ello, sumémosle la ley del referéndum, que me parece autoritaria, y aquella sesión parlamentaria del 6-7 de septiembre. Con ello se demuestra que tú has decidido que aquella parte de la ciudadanía que no participa es irrelevante, y además sabes, aunque no lo digas (Quim Torra sí lo decía), que aquella parte de la ciudadanía que no está incluida no forma parte de la identidad nacional que tiene el poder. Llega un momento en que el soberanismo, que durante estos años ha tenido la voluntad de capitalizar en los espacios tradicionales de la vieja inmigración española, a partir de un momento, excluye a aquel mundo de la decisión. Y además, lo excluye siendo el 48%.
¿Cómo te crees con la autoridad para decidir que aquella gente no debe formar parte de la toma de decisión? Porque crees que tienes más derechos que ellos en la toma de decisión, y creo que tiene que ver con la identidad nacional.
¿No tiene que ver con una ofensiva conservadora de los think tanks de la vieja órbita convergente, con figuras como la del intelectual orgánico nacionalista por excelencia, Colomines, entre otros? 
A diferencia de otros, Colomines no ha dejado de ser el intelectual orgánico durante el masismo. Me parece evidente que hay una voluntad explícita de conquista de la hegemonía y que hay mucha gente que se suma de manera honesta. Pero otra forma de honestidad hubiera sido preguntarse si aquello era posible, y creo que dejaron de hacerse esta pregunta para hacer propaganda. Entonces había todo el entramado fundamentalmente comunicativo, pero el intelectual-asociativo se sumó a la invitación de construcción de la hegemonía y arrasó.
Finalmente, debemos preguntarnos de qué tipo de estructuras hablamos: ¿son gubernamentales o no? Diría que muchas veces han sido para-gubernamentales. El que fuera jefe de comunicación del Gobierno de Mas, José Martí, dice en referencia a la primera manifestación de la ANC que “hicimos todo lo posible para que fuera un éxito”.
¿Es realmente una estrategia o una suma de energías aisladas que a través de redes sociales van generando un clima de tensión y de reverberación? Pienso en aquellos que usted denomina ‘nuevos influencers’, algo así como los sustitutos posmodernos del intelectual orgánico tradicional. Agresivos, fragmentarios… Me daba la impresión, a distancia, de que el mundo independentismo se creía más amplio de lo que era, precisamente por esa reverberación. 
Diría que el catalanismo es el proyecto político central de la sociedad catalana. Cuando ha podido, ha sido siempre el carril central, y este carril de una manera sumamente mayoritaria se hizo soberanista. Lo que queda en los márgenes no te preguntas si es contrario a lo que tú estás haciendo. No es necesario que seas mayoritario porque finalmente el poder catalán mayoritariamente se inscribe en este carril. El resto no son de segunda, simplemente su participación en la comunidad es átona: piensas que no quieren decir nada, pero llega un momento en que los pones en una disyuntiva en la que se sienten forzados a tomar la palabra. Y además, por primera vez en la historia democrática, cuando hablan se sienten hermanados por el conjunto de los españoles. Esto cambia de manera sustancial la convivencia política en Cataluña.
El frente constitucionalista todo el día está hablando de TV3 y olvidándose de Twitter, tal vez el elemento más transgresor de este proceso. ¿Está de acuerdo en que ha habido un cambio de paradigma?
Evidentemente la aparición de un nuevo medio de comunicación transforma la política; Twitter lo ha hecho, como hemos podido ver en Estados Unidos y en Reino Unido, con el Brexit. Es un territorio bastante sin ley, y en estos espacios ganan los piratas. Los piratas, a su vez, ganan el discurso maniqueo. Es un formato que dificulta la complejidad y más aún la verdad. Con la dificultad que tiene la izquierda para sustanciar discursos que logren pactos, twitter es un tóxico total. Si lo que cuenta es la capacidad de imponerte y destruir al interlocutor por la fuerza discursiva, Twitter lo permite. Cuando la máquina se pone en marcha para destruir a alguien, lo destruye.
También Puigdemont ha construido su figura en parte a través de esta herramienta. 
De entrada, ¿quién quiere atacar? El que quiere destruir. Puigdemont es muy buen agitador, domina el medio. Si yo fuera un ciudadano más o menos moderado español y estuviera pendiente del twitter de Puigdemont, me sentiría permanentemente insultado, porque finalmente está diciendo que España es una mierda.
¿No el Estado español, sino España? 
Sí, claro, pero resulta que si mi Estado es, como él dice, para-fascista y autoritario… En este sentido, sí que es un liderazgo posmoderno sumamente efectivo. De hecho, yo creo que la estrategia de Puigdemont es la destrucción creativa. Es decir, cuanto más daño consiga hacer al Estado español, más posibilidades tengo de ganar y, por lo tanto, cuanta más tensión en la red consiga para desacreditarlo, más posibilidades tengo de victoria. De hecho, su campaña electoral se construyó en buena medida con este afán.
Entonces, el procés no ganó la guerra pero sí la batalla del discurso, y a través de las redes.
España decidió que no era una guerra que tuviera que jugar. Mejor dicho, consideró que no era una guerra relevante. Que la batalla no había que darla en las redes.
Una decisión errónea. 
Completamente errónea desde su punto de vista. Es no entender el mundo de hoy en día. La respuesta del Estado al desafío planteado es una respuesta decimonónica. Un escenario un poco de pre-guerra mundial: “los jueces lo arreglarán y me da igual que haya gente en la calle”.
Hablemos del recorrido histórico que hace para explicar el procés. Resulta curiosa la cantidad de momentos de irresponsabilidad que apunta durante los últimos años, empezando por Ibarretxe y pasando por el Estatuto de 2004-06. Según dice, el Estatut excedía los planteamientos iniciales de Maragall, más partidario del concepto de subsidiaridad. ¿Quién lidera esa transformación, si no traición, de las ideas iniciales de Maragall?
Hay algo que me explicó el ponente de ERC, Joan Ridao. Por un lado, era evidente la incapacidad del presidente Maragall para liderar el proceso de reforma y la falta de confianza de su propio partido. Pero, sobre todo, es el momento en que la responsabilidad de la reforma pasa al Parlamento, donde la alianza gubernamental se ve sistemáticamente tensionada por el papel que juega CiU en la ponencia. En su libro Democràcia a sang freda, David Madí dice que “el día que oímos a Rodríguez Zapatero diciendo “apoyaré el Estatut ya teníamos el arma para debilitar a Esquerra (ERC) y al PSC”, la dinamita para hacer explotar el tripartito. Y así fue. Resulta que el señor que está en la ponencia en representación de la formación independentista por excelencia se ve sistemáticamente desbordado por la aceleración soberanista de CiU. Esquerra se encuentra desbordada por la falta de lealtad de Convergència. Trabajan de una manera consciente para evitar el consenso parlamentario.
Hay un momento clave: cuando, a propuesta convergente y con Francesc Homs de ponente, se quiere que el replanteamiento de la soberanía se haga en función de los derechos históricos, tomando la música vasca de la Constitución del 78 y el Estatuto de Guernica. En el momento en que esto se propone, el pulso entre Esquerra y Convergència lo gana Convergència. Entonces las fuerzas del tripartito dejan de ir a una.
Volvamos al presente. Dice que se buscan nuevos marcos políticos para intentar desplazar la hegemonía de Ciudadanos. ¿Puede esto tener efectos para las fuerzas independentistas en Cataluña? Dicho de otra forma, ¿habrá acercamiento a las tesis del PSOE o, al contrario, se producirá el repliegue de un independentismo que puede sentirse ante una trampa? 
Ya se lo preguntaba Jordi Ibáñez en un artículo –si, de los dos millones de catalanes que son independentistas, algunos dejarían de estar desconectados con estas nuevas políticas ‘republicanas’. Mi sensación es que no. Ahora mismo se me hace muy difícil pensar que estas generaciones puedan sintonizarse de nuevo.
O sea, que España ha llegado tarde. 
Creo que sí. Cuando tú ya has decidido que no quieres ser español… El 1.900.000 no bajará, o bajará muy poco.
¿Qué quería decir con ‘replantear la soberanía oxidada’? 
Desde el inicio de la elaboración del nuevo Estatuto de 2006 hasta la aplicación del 155, y eso son 12 años, se ha manoseado demasiado el contrato territorial como para pensar que existe la opción de volver a un mundo que ya ha desaparecido. Ni el mundo previo a la reforma del Estatut existe, ni los estados tienen la soberanía que tenían en ese momento, ni la globalización es una realidad tan obvia como lo era entonces. Hay que repensar cuál es el papel de Cataluña en el nuevo marco, y esto implica una propuesta que deshaga el nudo.
¿Propuesta por parte del Estado? 
Tiene que haber un nuevo contrato que un día se formule a los catalanes. Y además, en la medida que los ‘constitucionalistas’ se sientan interpelados por la pregunta, el resultado del cuestionamiento será no sólo más legítimo, sino que esta tensión que hay ahora mismo en la sociedad catalana encontrará una válvula de escape. Los de Ciudadanos dicen que sólo hay un problema entre catalanes; no, lo hay, pero fundamentalmente hay un problema con España. La única forma que veo para que esto desencalle es formular una pregunta que presuponga la posibilidad de replantear la soberanía.  Si no es así, el procés no se acaba nunca, porque los dos millones están y son demasiados como para que se les niegue una solución. De la misma forma que Ciutadans es demasiado importante para que no forme parte también de la solución.
¿Es posible que dos fuerzas que se han alimentado del antagonismo se puedan sentar a participar de un pacto? ¿Tiene sentido? 
Me parece un ejercicio de responsabilidad. Se deben crear las condiciones de cultura política para que se sienten en la mesa. Si no, no lo conseguimos.

sábado, 6 de octubre de 2018

Los “Príncipes de las tinieblas”de Oriente Medio.

Los “Príncipes de las tinieblas” que han desgarrado a Yemen



Peligrosos niñatos” es como los círculos políticos de Oriente Próximo llaman, y no en voz baja, al príncipe heredero de Arabia Saudí Mohámed bin Salman (MBS) y a su colega emiratí Mohámed bin Zayed (MBZ). La gerontocracia, reliquia de los tradicionales concejos de “barba blancas”, que alaban la moderación y el temple, acusa a MBS de 33 años y a MBZ de 56 de estar sacrificando la vida de miles de personas en la región, así como la paz mundial por sus impertinentes ambiciones militares y hacer de reyes sin serlo todavía. Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU), en los últimos años han intervenido militarmente en Yemen, Siria, Libia, han patrocinado el golpe de Estado de Al Sisi en Egipto, han impuesto un bloque económico y político a Qatar, están financiado con 130 millones de dólares la alianza militar “G5 Sahel” para el saqueo de África y han llegado a amenaza a Irán. En su inquietante aventura, los dos “chavales”, respaldados por un tercero, el yernísimo de Trump, Jared Kushner de 37 años, han desactivado el Consejo de Cooperación del Golfo (Pérsico), formando el Consejo de Coordinación Saudí-Emiratí para imponer sus directrices al resto de los países de la zona, aterrados por los megaalmacenes de armas y el poderío económico de los chantajistas.
Aunque MBZ, mandatario de una pequeña federación de siete sultanatos de 9 millones de habitantes, se ha diseñado un perfil bajo, es el verdadero mentor del arrogante MBS, a quien no le preocupa la imagen que de su país al mundo, a pesar de sobornar a la prensa para ocultar la demolición de Yemen con sus gentes dentro.
Las dos monarquías árabes sunitas son dictaduras absolutistas de clanes familiares, sin instituciones políticas o sociales, dirigidas por un varón, que, aunque simulan movimiento, no es hacia delante: lo hacen sobre el mismo punto, justamente para no cambiar nada, actualizando la Edad de Piedra sobre todo en lo que refiere a los derechos de la mujer. La asociación de los señores de la guerra MBS-MBZ que ha puesto fin al sistema colegiado que dirigía los dos estados, no oculta sus diferencias: el primero está obsesionado por Irán mientras el segundo por Qatar y la organización religiosa de Hermandad Musulmana, rival del wahabismo. Según WikiLeaks, este príncipe, después de que EEUU en 2001 bombardeara la sede del canal qatarí Al Jazeera en Kabul, le pidió en 2003 hacer lo mismo con las instalaciones de la emisora en Doha. El jeque emiratí consiguió que Donald Trump vinculara a Qatar con el terrorismo yihadista y guardara silencio sobre los vínculos de ELLA y Arabia con el Estado Islámico The New York Times señaló directamente al papel de los dos jeques en la destitución de Rex Tillerson, después de que el Secretario de Estado de Trump impidiera un ataque militar saudí-emiratí a Qatar y exigiera el fin al bloqueo que sufre el país desde el junio de 2017 por tierra, mar y aire. ¡Es increíble cómo dos pequeños estados, al igual que Israel, tengan tal influencia sobre las políticas de la superpotencia!
MBS sueña con transformar Arabia en un EAU: una dictadura militarista con rostro amable, diversificar la economía, reducir el papel de la casta religiosa, aunque le será difícil al saudí simular un federalismo que aparenta EAU, reducir la influencia de la poderosa secta religiosa wahabita y establecer “a César lo que es César”, con unas supuestas reformas – como crear una ciudad de ocio y permitir la conducción de mujeres-, con el fin de cambiar la legitimidad tribal-religiosa por otra político-carismática. Pero, los métodos empleados por este joven no son nada “amables”, ni con los suyos: fue capaz de secuestrar al primer ministro libanés, a 11 príncipes y 38 ex ministros saudíes  y someterlos a su voluntad, emulando a Don Corleone.
Hace tres años, y días antes de irse de vacaciones a las Maldivas, MBS ordenó la agresión militar a Yemen, provocando la catástrofe humanitaria más grave del mundo después de la Segunda Guerra Mundial, en la que 20 millones de seres humanos agonizaron de hambre y enfermedades ante la indiferencia del planeta. De paso, MBS que ha arrancado la máscara de “demócrata” a sus cómplices occidentales -quienes le dan la gasolina para mantener el fuego de este infierno-, se niega a reconocer su fracaso integral en Yemen. A pesar de miles de vuelos de muerte sobre el país y gastar 5.000 millones de dólares al mes en su destrucción, insiste en intensificar los bombardeos para un imposible triunfo. Los objetivos de Riad en Yemen siguen sin cumplirse:
. Establecer su dominio político-militar sobre el destino de Yemen.
. Construir un oleoducto que saldría de Hadramaut, en Yemen, y terminaría en el puerto de Adén, para así esquivar el Golfo Arábigo y el estrecho de Ormuz para exportar su petróleo en caso de una guerra con Irán. También ha rehabilitado el antiguo oleoducto IPSA (Iraqí Pipeline in Saudi Arabia) construido por Sadam Husein durante la guerra que mantuvo con Irán (1980-88), en el puerto del Mar Rojo.
. Convertirse en el gendarme de la zona, ocupando el lugar del Sha de Irán en los años setenta, aplastando los movimientos progresistas de la región, como el de Dhofar.
Ambiciones talasocráticas de EUA
A falta de considerables reservas petroleras, los EAU pretende dominar las rutas comerciales marítimas de la región, convirtiéndose en una potencia. Por el momento ha alquilados puertos en el Cuerno de África (Eritrea y Yibuti), controla Socotra, la más importante de las cerca de 200 islas que tienen Yemen, ha ocupado militarmente el puerto de Adén con la ayuda de los mercenarios de Al Qaeda y el uso de los drones marca Depredador XP, que se despliegan de la base militar que ostenta en Assab, Eritrea, para atacar la resistencia yemení. Ha amenazado al gobierno de Yemen que, si le obliga a desocupar el puerto, prestaría su apoyo a los rebeldes hutíes, a pesar de que se supone que EAU está atacando este país bajo el pretexto de “luchar contra los chiitas hutíes patrocinados por Irán”.
Estados Unidos vigila
Es falso que EEUU y otros países occidentales sólo prestan apoyo logístico a los invasores. El 26 de marzo del 2015, EEUU y Reino Unido bombardearon el aeropuerto de Saná, hospitales, escuelas, hogares, dejando cientos de muertos y heridos, entre ellos un centenar de niños. Un día antes, John Kerry había viajado a Arabia Saudí, y un día después, Riad, a través de su embajador en Washington anunciaba la guerra. Entre los objetivos de EEUU en Yemen están:
. Entrenar a la “OTAN sunnita” en un combate real antes de enfrentarla con Irán.
. Controlar el estrecho de Bab-el-Mandeb, desde donde China comercia con los países del Mar Rojo y del Mediterráneo.
. Proteger los intereses de Israel, ya que este estrecho le une con el Océano indico.
A Washington no se le escapa que el Príncipe Bin Salman:
. Está desestabilizando la monarquía saudí: no sólo ha implantado una impopular austeridad, recortando los subsidios y salarios mientras se compra el superyate Sereno por 500 millones de dólares, sino que también persigue a los hombres poderosos del reino y confisca sus fortunas: en la retina, el asesinato del poderoso rey Faisal en marzo de1975 a mano de su sobrino el príncipe Faisal bin Musa’id.
. Ha establecido buenas relaciones con Rusia, comprándole armas que incluyen los misiles S-400.
. Ha congelado la prometida venta del 5% de la petrolera Aramco. Pues, MBS no contaba con que para la entrada de la compañía en la bolsa debería revelar sus cuentas, incluidas las B, que ocultan la corrupción y el robo de la renta del recurso natural del país por la “familia” al Saud. Tampoco ha explicado cómo los activos externos netos del país cayeron de los 730.000 millones de dólares del 2011 a los 493.000 millones en 2017.
. No ha podido aislar a Qatar y forzarle a romper sus relaciones cordiales con Irán.
EEUU también vigila a MBZ:
. Su autoritarismo, que amenaza la integridad de la federación: vale que el jeque presione al emirato Dubái para que se aleje de Irán, pero que el príncipe Rashid bin al Sharqi, del emirato Fujairah, tenga que pedir asilo político en Qatar, huyendo de la “tiranía de MBZ” como afirmaba, hay un trecho. Es más, que ambos “jóvenes” hayan establecido un gran negocio con China y estén abandonando el dólar en sus transacciones en favor delyuan puede que sea, incluso, imperdonable.
Los “Niñatos” no tienen ninguna intención de poner fin a la guerra contra Yemen, y si sus planes siguen adelante, la región se hundirá en más conflictos y además con nuevos actores involucrados: Qatar, para protegerse de EEUU, Arabia y EAU ha cedido una base militar a su aliado turco, el “Hermano Musulmán” Tayyeb Erdogan.
Fuente: https://blogs.publico.es/puntoyseguido/5223/los-principes-de-las-tinieblas-que-han-desgarrado-a-yemen/

jueves, 4 de octubre de 2018

Fake news contra Die Linke .

La fábula mediática sobre una izquierda antiinmigrantes

por Pierre Rimbert, octubre de 2018
Un espectro persigue a Jean-Jacques Bourdin: “He visto el surgimiento en Alemania, me sorprende, por cierto, de esa extrema izquierda antiinmigrantes”, exclamaba el periodista el 4 de septiembre de 2018 en la emisora francesa RMC. Aquel día, en Berlín, Sahra Wagenknecht, diputada por Die Linke (“La izquierda”), acompañada de personalidades procedentes de Los Verdes y del Partido Socialdemócrata, presentaba ante los medios el movimiento Aufstehen (“Levantarse”). Este, inspirado en La France Insoumise (“Francia insumisa”), espera movilizar a los desencantados con la política y reunir una coalición mayoritaria “por el desarme y la paz, por mejores salarios, mejores pensiones, una fiscalidad más justa y mayor seguridad; por una mayor inversión pública en formación e infraestructuras”, según el llamamiento fundacional (1).
Pero, como Bourdin, la prensa francesa cuenta una historia muy diferente: “Alemania: un movimiento de izquierdas se apodera del espacio antiinmigrantes” (AFP, 4 de septiembre); “La creación de una fuerza de izquierdas antiinmigrantes en Alemania” (France Inter, 4 de septiembre); “Surge una izquierda antiinmigrantes en Alemania” (Le Monde, 4 de septiembre); “Levantarse, el nuevo partido alemán, se considera de izquierdas y antiinmigrantes” (RT, 4 de septiembre); “Alemania: el nacimiento de un nuevo movimiento de izquierdas antiinmigración” (Les Échos, 5 de septiembre); “¿Hacia una nueva izquierda antiinmigrantes en Europa?” (La Vie, 6 de septiembre); “Aufstehen, un movimiento de izquierdas hostil a la inmigración” (Le Figaro, 8-9 de septiembre); “una dirigente de extrema izquierda crea un partido antiinmigrantes”, (L’Obs, 13 de septiembre); “un movimiento antiinmigrantes” (Politis, 13 de septiembre), etc.
El problema: el texto fundacional de Aufstehen no contiene la más mínima consideración hostil a los inmigrantes. Aunque los autores consideran “irresponsable la manera en la que el Gobierno de Merkel trata los desafíos de la inmigración”, llaman a “garantizar el derecho de asilo a los refugiados”. Y, sobre todo, hablan de otra cosa. De “renacionalizaciones”, de “democracia directa”, de ecologismo. La cuestión migratoria “no es [su] tema central”, insistió Wagenknecht durante la rueda de prensa del 4 de septiembre: “Nuestra perspectiva común consiste en volver a poner en la agenda las cuestiones sociales”.
Semejante objetivo contradice directamente el relato al cual los medios de comunicación y los partidos predominantes querrían reducir el debate público. El de una Europa dividida en malos populistas y buenos liberales –todos adeptos al mercado–. Por consiguiente, cada propuesta política que se salga de esta falsa dicotomía se unirá a ella por la fuerza con un pegamento de “hechos alternativos”. Cuando, en el Reino Unido, Jeremy Corbyn reorienta el Partido Laborista hacia la izquierda, la prensa sospecha que es antisemita porque apoya la causa palestina. Cuando, en Alemania, Wagenknecht anuncia la creación de Aufstehen, Laurent Joffrin la acusa en Libération (10 de septiembre) de “imitar el discurso de la extrema derecha”. En materia migratoria, la cofundadora de Aufstehen aboga por el refuerzo del derecho de asilo y, a la vez, por una regulación de la inmigración laboral: se opone a la apertura total de las fronteras. Esta posición alimenta el debate en el seno de la izquierda. Minoritaria en Die Linke, se une a la de Bernie Sanders en Estados Unidos –“¿Apertura de las fronteras? Es una propuesta de derechas [que] empobrecería a todo el mundo en Estados Unidos”, explicó (Vox, 28 de julio de 2015).
Los periodistas que fingen indignarse al escuchar a Wagenknecht no pueden ignorar que la mayoría de los partidos europeos apoyan una política mucho más restrictiva. En 2017, el candidato Emmanuel Macron prometía “acoger dignamente a los refugiados que tienen derecho a la protección de Francia. Los demás serán devueltos con rapidez a sus países para que no se conviertan en inmigrantes clandestinos” (2). Ningún medio de comunicación francés describió entonces a La République en Marche (“La República en marcha”) como un “movimiento antiinmigrantes”. Y Libération mostraba en portada el siguiente titular (6-7 de mayo de 2017): “Haga lo que quiera, pero vote a Macron”. 
(2) “Emmanuel Macron président!”, programa En Marche, Villejuif, 2017.
Pierre Rimbert
Redactor jefe de Le Monde diplomatique

 ver  en  .....

https://mondiplo.com/la-fabula-mediatica-sobre-una-izquierda   

y ver        https://vientosur.info/spip.php?article13900
                                                                                      

miércoles, 3 de octubre de 2018

Fascismo, neofascismo y posfascismo europeo .

 ¿Por qué queréis blanquear a Salvini?


Una respuesta a Héctor Illueca, Manolo Monereo y Julio Anguita

STEVEN FORTI
 

Hace unos días se publicaba en Cuarto Poder un artículo firmado por Héctor Illueca, Manolo Monereo y Julio Anguita titulado “¿Fascismo en Italia? Decreto dignidad”(1). Los autores se proponen analizar el llamado “Decreto dignidad”, un decreto-ley aprobado este verano por el nuevo Gobierno italiano formado por el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y la Liga de Matteo Salvini. Lo hacen de forma rápida y superficial con el objetivo de alabar la medida, y concluyen, de forma abrupta, que no es menester hablar de fascismo en la Italia de 2018 porque, así se deduce, el “Decreto dignidad” defiende a las clases trabajadoras italianas y es un cambio de rumbo respecto a las políticas neoliberales de las últimas dos décadas.

En un primer momento, pensé que se trataba de una broma de mal gusto que le habían gastado a tres representantes importantes y apreciados de la izquierda española. Parecía un artículo escrito por algún militante de Vox. Ya saben, las fake news circulan mucho por las redes en estos tiempos. Pero no es así. El artículo es de una pobreza intelectual desconcertante, lo cual sorprende teniendo en cuenta el papel que los autores han tenido en el pasado –y que tienen también en el presente– en la izquierda española.* Vayamos pues por partes. Es evidente que se puede hablar del “Decreto dignidad”, valorarlo y juzgar qué tiene de bueno y de malo para las clases trabajadoras, los perdedores de la globalización o la población italiana en su conjunto. Sin embargo, no se puede descontextualizarlo de una forma tan chabacana.
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 Nota del blog .- Pienso que en principio en este debate se equivocaron debían  plantear  primero que se entiende  o entienden ellos ,  por fascismo clásico  , neofascismo , posfascismo , derecha radical actual  y populismo  nacionalista  o nacional populismo de derechas ..  Así se convirtió en un diálogo de sordos..
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