Las primeras alarmas económicas aplacan los ánimos de los
promotores de la DUI
FERNANDO I. LIZUNDIA
| Publicado: 5/10/2017 16:13
Los bancos
catalanes sufren de nuevo muy fuertes pérdidas en bolsa y Caixabank admite que
estudia el traslado de su sede social a las islas Baleares.
Citroën opta por
el puerto de Valencia, en lugar del más próximo de Barcelona, para exportar sus
primeros coches producidos en la planta de Figueruelas.
La cotización de
la empresa catalana de biotecnología Oryzon se dispara en bolsa tras anunciar
el traslado de su sede social de Barcelona a Madrid.
Cuando todo el mundo da por hecho la inminente aprobación de
la declaración unilateral de independencia (DUI) por parte del Parlament de
Catalunya, a más tardar el próximo lunes, el Govern y sus asociados de la
Assemblea Nacional Catalana y de Òmnium Cultural arrastran los pies y se
muestran reacios a dar este paso de efectos tan potencialmente catastróficos
como se ha visto estos días: caída ayer de un 2,85% de la bolsa, que pierde el
índice de los 10.000, y subida de la prima de riesgo, que se sitúa en 130,9
puntos. Sólo la CUP apuesta decididamente por seguir adelante.
A estos datos económicos
hay que sumar el descalabro de los principales bancos catalanes, Banco
Sabadell (-5,69%) y Caixabank (-4,95%), que no descarta trasladar su sede
social a Baleares. Esto contrasta con la fuerte subida de la firma de
biotecnología Oryzon, cuya cotización ha subido un 12,85% en el parque por el
simple hecho del anuncio del traslado de su sede social de Barcelona a Madrid.
Tampoco ha debido de pasar desapercibida para los responsables catalanes la
noticia de que Citroën exportará a través del puerto de Valencia sus coches
producidos en la planta zaragozana de Figueruelas, en lugar de hacerlo por el
más próximo puerto de Barcelona.
Esto es posible gracias a la optimización del trazado
ferroviario entre Zaragoza y Valencia. De esta forma se refuerza la
constitución de Zaragoza en un gran centro (hub) industrial, especialmente para
la industria del automóvil. Un deterioro de la situación en Cataluña podría
animar a Seat y a Nissan a trasladar allí sus plantas.
Esto constituiría un drama para Cataluña, que no solo
perdería los más de 11.4000 puestos de trabajo de la planta de Martorell y las
instalaciones de la Zona Franca, sino los más de 100.000 indirectos de la
industria auxiliar y de servicios. El puerto de Barcelona vería sus
instalaciones infrautilizadas y su plantilla subempleada. El resultado de este
efecto dominó sobre el PIB catalán sería devastador.
A la vista de estos hechos y de los insistentes rumores de
que grandes firmas afincadas en Cataluña ya están buscando nuevos lugares de
asentamiento en otras zonas de España e incluso en Portugal, no es raro que
Carles Puigdemont, que ha comparecido ante las cámaras, 24 horas después de la
alocución de Felipe VI, haya aprovechado su respuesta al monarca para asegurar
que “decepcionó a mucha gente en Cataluña”, al alinearse tan abiertamente con
las tesis del Gobierno, cuando la Constitución “le otorga un papel moderador
que en ningún caso ha tenido y que ayer declinó”, en una situación como la
presente que “es un momento de mediación”.
La respuesta d Puigdemont ha recibido, a su vez, la réplica
de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, que recriminó al mandatario
catalán que mantenga una “deriva” que “le aleja cada vez más de la
rectificación que le está pidiendo todo el mundo”. Y esta rectificación no es
otra que la renuncia a la declaración unilateral de independencia, según indicó
ayer mismo el presidente del Gobierno Mariano Rajoy a Pablo Iglesias,
secretario general de Podemos, a quien recibió ayer en La Moncloa
Según ha podido saber cuartopoder.es, esta sorprendente
morosidad de los impulsores de la DUI a la hora de dar el último paso podría
tener diferentes causas.
Falta de
reconocimiento internacional. Ningún país de la Unión Europea va a salirse del
guión de la no intervención, máxime cuando varios de entre ellos (por ejemplo
Francia, Italia y Bélgica) albergan movimientos nacionalistas centrífugos. Otro
tanto puede decirse del Reino Unido. Tampoco China se prestará al juego y menos
Estados Unidos. El único respaldo seguro es el de la Venezuela de Nicolas
Maduro.
Falta de fondos.
Los responsables de la Generalitat que tienen 30.000 millones de euros
“apalabrados” para iniciar su andadura en solitario. No parece una aseveración
muy creíble, los estados ‘patrocinados’ no son algo común y, además, Cataluña
tiene vedado el acceso a los mercados internacionales de crédito. Y sin dinero
un estado no puede funcionar.
Salida de la Unión Europea. Bruselas ya ha
advertido por activa y por pasiva que la conversión de Cataluña en un
territorio independiente comportará automáticamente la pérdida de su condición
de socio comunitario. Ello, a su vez, significa la pérdida de las sustanciosas
ayudas europeas y pasar a situarse entre la miriada de pequeños países
europeos. También deberá soportar las barreras arancelarias que harán menos
competitivos sus productos.
Previsible declive
de la actividad económica. Como ya se ha señalado, ya se han producido las
primeras deserciones empresariales y otras mucho mayores podrían seguir, alguna
de ellas de firmas muy señeras dentro del panorama industrial catalán. Por el
momento existe mucha reticencia a dar el paso, pero si alguna de las grandes
decide dar el paso se podría producir lo que en economía se llama ‘efecto
manada’: cuando uno corre, todos le siguen.
Desempleo y
tensiones sociales. Consecuencia de los anterior, es más que previsible un
descenso del empleo y un aumento del número de parados. Menos recursos
económicos y un entorno urbano con la más elevada densidad de población de
España, promete un cóctel altamente explosivo. Una situación que podría forzar
a los Mossos a presentar una cara menos complaciente y amable que la exhibida
durante esta crisis.
Fractura social.
Si algo caracteriza al 1-O es la fractura social que se ha producido en la
sociedad catalana. Pasado el efecto del bálsamo de la “violencia policial
española”, cada bando volverá a su trinchera.
La dureza de la
Ley. Se rumorea que todos los tenores de la promoción del independentismo están
poniendo su patrimonio a buen recaudo en el extranjero o a nombre de terceras
personas, para evitar que les suceda lo que a Artur Mas y que tengan que
dedicarse a lolaflorear por toda Cataluña. No menos temible es el panorama de
condenas e inhabilitaciones que se atisban en el horizonte. De hecho, se da por
seguro que una generación de políticos nacionalistas van a ser víctimas de la
inhabilitación y en algunas formaciones ya se ha empezado a mover banquillo.
El resultado es que la DUi sólo servirá para que Puigdemont
y, sobre todo, Oriol Junqueras figuren en los libros de historia nacionalistas
como los émulos poco afortunados de Companys, ya que parece bastante improbable
que la República Catalana vaya a tener más que unos pocos días de vida… no así
el corolario de problemas que previsiblemente quedarán en su estela.
Banco Sabadell y Catalana Occidente plantean el cambio de
sede fuera de Cataluña
El consejo de administración del Banco Sabadell se reunirá
en las próximas horas para decidir el futuro de la sede social de la entidad
bancaria. Los últimos acontecimientos en Cataluña y sus posibles efectos tanto
políticos como económicos, así como las primeras señales de alarma económica,
han llevado a la entidad a replantearse un cambio de domicilio social.
“El consejo de administración de Banco Sabadell se reúne hoy
en sesión extraordinaria para analizar el posible cambio de domicilio social”.
El Banco Sabadell, apuntan desde la entidad, intenta con este movimiento
garantizar la seguridad jurídica que otorga el Banco Central Europeo (BCE).
Por su parte, Catalana Occidente ha informado a sus
trabajadores de la toma de medidas necesarias para asegurar que la actividad pueda
desarrollarse con normalidad, aunque aún no han informado de acciones o
reuniones determinadas.