miércoles, 25 de mayo de 2016

Las mentiras de la neutralidad franquista .



 'El telegrama que salvó a Franco'


¿Qué ocurrió en 1942?

El telegrama que salvó a Franco. ¿Cómo logró sobrevivir la Dictadura?

El historiador Carlos Collado ha tenido acceso a documentación inédita que revela el contexto y las razones de la anómala supervivencia del último régimen fascista de Europa

 

Daniel Arjona

  El Confidencial .

En mayo de 1945 concluye a sangre y fuego la era fascista en Europa. ¿Toda? No. Un pequeño país de la ribera mediterránea del continente gobernado con mano de hierro por un dictador militar resiste y resistirá aún tres décadas. Y lo logrará pese a que Londres y Washington, las dos grandes capitales de los victoriosos aliados, habían acordado impulsar activamente la caída de Francisco Fanco en España. ¿Qué ocurrió? La clave de esta anomalía  hay que buscarla en las relaciones internacionales en juego entre los años 1942 y 1945. Tal es el marco de la investigación apasionante emprendida por el historiador Carlos Collado (1966) en 'El telegrama que salvó a Franco, Londres, Washington y la cuestión del Régimen' (Crítica, 2016).


Pregunta. Explica en su libro que la supervivencia del "último régimen fascista" de Europa en plena Guerra Mundial sigue cargada de tópicos, el más importante de ellos es el de "la hábil prudencia del Caudillo". ¿Cómo se forjaron y a quién beneficiaban?

Respuesta. El tópico -más bien habría que hablar de un mito- de la “hábil prudencia” de Franco se creó en la postguerra mundial para el consumo interno, pero posteriormente fue reproducido también por los sectores conservadores fuera de España que consideraban a Franco como un baluarte en defensa de los valores de Occidente. Este mito estaba dirigido sobre todo a demostrar que Franco se había enfrentado a Hítler en su ambición de lograr la entrada de España en la guerra del lado del Eje, amenazando constantemente con una invasión. Franco, sin embargo, lograría algo considerado como imposible: mantener a nuestro país apartad del conflicto y asegurar así el bienestar de los españoles. En un primer momento, este mito también estaba dirigido en contra de los Aliados: éstos habrían intentado imponer sus intereses egoistas al pretender derrocar a un régimen que no hacía más que oponerse a una imposición foránea.

La investigación, sin embargo, ha dejado claro que Franco sí quiso formar parte del orden fascista en Europa y que además se aferró premeditadamente y hasta el último momento a la amistad con el Tercer Reich. Esta amistad incluso fue más allá, al dar cobijo a nazis que huían de los tribunales de las potencias de ocupación. Pero sobre todo, ni los Aliados, ni el Eje se plantearon en ningún momento seriamente una intervención militar en España. Las desventajas fueron consideradas en todo momento como mayores que las posibles ventajas. De lo contrario hubieran invadido la Península sin miramientos. La situación del Régimen estaba asegurada a no ser que Franco cometiera graves errores, que de hecho cometió y que estuvieron a punto de provocar una intervención de los Aliados, como en 1941 con motivo de la creación de la División Azul.

La investigación aclara que Franco sí quiso formar parte del orden fascista en Europa y se aferró hasta el último momento a la amistad del Tercer Reich

P. El año clave fue 1944. Entonces se jugó la supervivencia del régimen sin que Franco pudiera intervenir. ¿Qué ocurrió aquel año y de qué manera afectó a España?

R. Los aliados estaban cada vez más atónitos porque, ante el curso de la guerra, España no diera señales de querer adaptarse a la situación y siguiera haciendo votos de amistad con el Tercer Reich. A finales de 1943, a Washington se le acabó finalmente la paciencia y decretó el cese de los suministros petrolíferos. España dependía en un cien por cien de dichos envíos, y su interrupción hubiera conducido al colapso de la economía. La postura oficial mantenida en Washington era forzar al Régimen a romper con el Tercer Reich; pero se trataba de un secreto a voces que detrás de este planteamiento se encontraba la destitución de Franco y la disolución de la Falange.

Los británicos, por su parte, abogaron en todo momento por una política de presión comedida convencidos de que así lograrían inducir un cambio de régimen por vía pacífica que culminaría en la restauración de la monarquía en la persona de Don Juan. El gran impulsor de esta línea fue Samuel Hoare, un peso pesado de la política conservadora británica, que finalmente impuso su estrategia, a pesar de las dudas del ministro de Exteriores y de una durísima presión ejercida por Washington en los primeros meses de 1944 para forzar un giro en la política hacia España. Pero Hoare fracasó en su pretensión de que el Gobierno británico respaldara sus movimientos conspirativos para forzar la situación en España, y fracasó igualmente en su ambición de que los generales disconformes y los monárquicos se enfrentaran abiertamente al dictador. Así le hizo el juego a Franco al salvarle de la línea dura por la que apostaban los estadounidenses.

P. Ha tenido acceso a una documentación "no utilizada hasta hoy" como el telegrama que da título al libro... ¿Qué nos cuenta?

R. De entre la documentación que hasta el momento no ha tenido un reflejo en los resultados de la investigación, resalta aquel borrador de telegrama redactado por Churchill en el momento culminante de la crisis de 1944, que hubiera dado un giro fundamental al planteamiento de la política aliada respecto de España. El líder británico estaba dispuesto a secundar la política dura propuesta por Washington contra España. Pero no fue necesario enviar aquel telegrama, pues los estadounidenses al fin accedieron a mantener la política que se había seguido hasta entonces. Aquel 25 de abril de 1944 se jugó el futuro del Régimen.

Hasta la fecha tampoco se tenía constancia de la existencia de una propuesta presentada a finales de 1944 con gran urgencia por William Donovan, el Jefe del servicio de inteligencia estadounidense OSS, de realizar una operación encubierta en España con el cometido de derribar el régimen imperante e instalar uno liderado por el dirigente nacionalista vasco José Antonio Aguirre. Finalmente me gustaría mencionar la correspondencia particular de Hoare, de la que se desprende claramente que a finales de 1943, el político conservador persiguió una gran ambición personal: inducir un cambio de régimen orquestado por el sector monárquico y lograr de esta forma la restauración en la persona de Don Juan. Así, no solo regresaría a Londres de forma victoriosa sino que habría podido afianzar su futuro político dentro del partido conservador.

En 1944 el Jefe del servicio de inteligencia estadounidense propone derribar el régimen e instalar uno liderado por el nacionalista vasco Aguirre

P. Dedica páginas apasionantes a las intrigas y conspiraciones de aquellos años. ¿Cuáles son sus preferidas?

R. La de haberle podido seguir la pista a Samuel Hoare en sus intrigas y conspiraciones con los monárquicos a espaldas de su propio gobierno. En este contexto también merece mencionarse el asalto de Hoare al ministro español de Exteriores, Jordana, a finales de junio de 1944, cuando en el marco de una cena privada exigió abiertamente un cambio de régimen y la restauración monárquica. Este paso dado al margen de todas las usanzas diplomáticas no solo acabó en un grave escándalo, sino que mostró la desesperación de Hoare al ver que su táctica de persuasión no había dado el fruto deseado.

Muy revelador es también el trasfondo de la propuesta de Donovan de acometer la tarea de derribar la Dictadura por medio de una operación del OSS, pues aquí trasluce un conflicto en el seno del Ejecutivo norteamericano entre los partidarios del planteamiento tradicional de la actuación exterior estadounidense de no entrometerse en los asuntos internos de terceros países con los que se mantenían relaciones diplomáticas, y aquél que comenzaría a cobrar fuerza y a imponerse en la postguerra mundial: la razón de ser de los intereses nacionales de EEUU que justificarían la ejecución de tales operaciones.

P. ¿Y cómo se salvó finalmente la dictadura y pervivió casi cuatro décadas?

R. A partir de mediados de 1944 comenzaron a imponerse los planteamientos de postguerra que, aun con toda la repulsa al Régimen de Franco, y aun deseando su desaparición, no acosejaban forzar su derrumbamiento, provocando así una situación incontrolable que podría haber desembocado en una nueva guerra civil. Churchill veía con gran preocupación la situación de inestabilidad existente en muchos de los países liberados, y sobre todo en Francia, Italia y Grecia, así como las incógnitas que presentaba la ocupación militar de Alemania. Ante esta perspectiva era preferible mantener la estabilidad en una región tan sensible para los intereses británicos como lo era precisamente el paso por el Estrecho de Gibraltar como ruta vital para el abastecimiento de las Islas Británicas.

Los americanos, por su parte, aprovecharon la situación para sacar, de cara a sus intereses de postguerra, todo el partido posible de un Régimen ansioso de sobrevivir, logrando de esta forma unas concesiones que no hubieran podido obtener de no encontrarse en tal aprieto. Y el comienzo de la Guerra Fría se impuso finalmente también en Washington la convicción de que era preferible arreglárselas con la Dictadura. A fin de cuentas, tal y como se constató en aquel momento, Franco no era más que una desgracia para los españoles, pero no una amenaza para sus vecinos.

martes, 24 de mayo de 2016

Keynes un adelantado a su tiempo .-Un nuevo Bretton Woods .




Para imaginar un nuevo Bretton Woods


Por Yanis Varoufakis

El derrumbe financiero de 2008 dio lugar a varios llamamientos a un sistema financiero global que recortara los desequilibrios comerciales, moderase los flujos especulativos de capital e impidiera un contagio sistémico.

Tal era, por supuesto, la meta del sistema inicial de Bretton Woods. Pero ese sistema resultaría hoy tan insostenible como indeseable. Así pues, ¿qué apariencia tendría una alternativa?

La conferencia de Bretton Woods de 1944 presentó la colisión entre dos hombres y sus respectivas visiones: Harry Dexter White, representante del presidente Franklin Roosevelt, y John Maynard Keynes, que representaba a un imperio británico desfalleciente. Como no es de sorprender, prevaleció el programa de White, fundado en el superávit del comercio de postguerra de los EE. UU., que se desplegó para dolarizar Europa y Japón a cambio de su aquiescencia al criterio pleno de la política monetaria para los EE.UU. Y el nuevo sistema de postguerra proporcionó el cimiento de la mejor hora del capitalismo…hasta que Norteamérica perdió su superávit y se vino abajo lo que  White  había dispuesto.

La pregunta que se ha formulado periódicamente durante buena parte de la pasada década es una pregunta directa: ¿habría sido más adecuado para nuestro mundo multipolar posterior a 2008 el plan que se descartó de Keynes?

Zhu Xiaochuan, gobernador del banco central de China, así lo sugirió a principios de  2009, lamentando que Bretton Woods no se hubiera adherido a la propuesta de Keynes. Dos años más tarde, a Dominique Strauss Kahn, entonces Director Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, se le preguntó cuál pensaba que debería ser el papel del FMI posterior a 2008. Su contestación fue: “Hace sesenta años, Keynes ya previó lo que hacía falta, pero era demasiado pronto. Ahora es el momento de realizarlo ¡y creo que estamos listos para llevar eso a cabo!”

A las pocas semanas, Strauss Kahn cayó en desgracia, sin llegar a explicar nunca qué es lo que entendía por “eso”. Pero no resulta difícil delinear qué es lo que “eso” podría ser.

Por encima de todo, el nuevo sistema reflejaría la visión de Keynes de que la estabilidad global se ve socavada por la ingénita tendencia del capitalismo a insertar una cuña entre las economías con superávit y las que tienen déficit. El hiato entre superávits y déficits se agranda hace durante los períodos de mejoría, mientras que, durante la recesión, el peso del ajuste recae de modo desproporcionado sobre los deudores. Lo que trae consigo un proceso de deuda y deflación que echa raíces en las regiones de déficit antes de que disminuya la demanda en todas partes.

A fin de contrarrestar esta tendencia, Keynes abogaba por substituir cualquier sistema en el que “el proceso de ajuste sea obligatorio para el deudor y voluntario para el acreedor” por otro en el que la fuerza del ajuste recaiga simétricamente sobre deudores y acreedores.

La solución de Keynes fue una Unión de Compensación Internacional (UCI) que subscribirían las principales economías. Aunque mantendrían su propia moneda y sus respectivos bancos centrales, sus miembros acordarían la denominación de todos los pagos en una unidad de contabilidad común –que Keynes denominó el “bancor”— y la compensación de todos los pagos internacionales por medio de la UCI.

Inicialmente, a la cuenta de reserva de cada Estado miembro con la UCI se le abonaría una suma de bancores proporcional a su participación en el comercio mundial. A partir de ahí, a cada uno se le abonarían bancores extra en proporción a sus exportaciones netas. Una vez establecida, la UCI gravaría fiscalmente de manera simétrica los superávits y déficits persistentes, a fin de anular el mecanismo de retroalimentación negativo entre flujos de capital desequilibrados, volatilidad, demanda agregada global inadecuada y desempleo innecesario distribuidos de manera desigual alrededor del mundo.

La propuesta de Keynes no carecía de problemas. Contemplaba divisas fijas, lo que requeriría sobregiros limitados para aquellos países que incurren en dáficits crónicos y entrañaría un regateo constante entre los ministros de economía para reajustar los tipos de cambio y de interés. Y los controles financieros rígidos, que dan a los burócratas un poder discrecional desorbitado sobre las transferencias de capital, equivalen a un error fatal.

Pero no hay razón por la que no se pueda diseñar una UCI con tipos de cambio variables y reglas sencillas y automatizadas que minimicen el poder discrecional de políticos y burócratas, a la vez que preservan las ventajas de la idea original de Keynes para mantener bajo control los desequilibrios globales.

Una nueva UCI o NUCI sería tal como Keynes la había contemplado. Pero, en lugar del  bancor abstracto, presentaría una divisa digital común – llamémosla Kosmos – que emitiría y regularía el FMI. El Fondo administraría Kosmos sobre la base de un libro de contabilidad distribuido, digital y transparente, y un algoritmo que ajustaría la oferta  total de una forma acordada previamente al volumen del comercio mundial, permitiendo un componente contracíclico automático que impulse la oferta en momentos de desaceleración general.

Los mercados cambiarios operarían tal como lo hacen hoy, y el tipo de cambio entre Kosmos y diversas divisas variaría del mismo modo que lo hacen los Derechos Especiales de Giro del FMI frente al dólar, el euro, el yen, la libra y el renminbi. La diferencia, por supuesto, consistiría en que, con la NUCI, los estados miembros permitirían que todos los pagos de uno a otro pasaran por la cuenta Kosmos NUCI del banco central.

Para aprovechar todo el potencial del programa para mantener los desequilibrios bajo control, se introducirían dos transferencias estabilizadoras. En primer lugar, se cargaría anualmente un gravamen al desequilibrio comercial en la cuenta de Kosmos de cada banco central, en proporción a su déficit o superávit y se pagaría a un fondo común de la NICU. En segundo lugar, las instituciones financieras privadas pagarían una tarifa al mismo fondo de la NUCI en proporción a cualquier aumento de los flujos de capital que salgan del país, lo que recuerda al aumento de precio que imponen empresas como Uber durante las horas de mayor tráfico.

El gravamen por desequilibrio comercial está destinado a motivar a los gobiernos de los países con superávit a que incrementen el gasto y la inversión internos a la vez que reducen de manera sistemática el poder adquisitivo internacional de los países con déficit. Los mercados cambiarios tomarán esto en consideración, ajustando los tipos de cambio con más rapidez como respuesta a los desequilibrios por cuenta corriente y anularán buena parte de los flujos de capital que hoy sostienen un comercio desequilibrado de manera crónica. De forma semejante, el recargo por “aumento” penalizará automáticamente las entradas y salidas de capital especulativas, como en manada, sin incrementar el poder discrecional de los burócratas o introducir controles de capital inflexibles.

De repente, el mundo habrá adquirido, sin necesidad de subscribir capital, un fondo soberano global de riqueza. Esto permitiría que la transición a un sistema energético bajo en carbono se financiara a escala global, y de modo tal, que estabilice la economía global por medio de inversiones en investigación y desarrollo consagrados a la energía verde y a tecnologías sostenibles.

Keynes era un adelantado a su tiempo: su propuesta precisaba de tecnologías digitales y de mercados de divisas extranjeras que no existían en los años 40. Pero hoy los tenemos, además de tener experiencia institucional con sistemas internacionales de compensación. Necesitamos desesperadamente la transición verde global que crearía automáticamente un Bretton Woods keynesiano. Todo lo que nos hace falta es el proceso político. Y, ciertamente un Roosevelt, convocar a las partes y catalizar el cambio.

 En
 http://kaosenlared.net/para-imaginar-un-nuevo-bretton-woods


 ( dedicado al amigo Mark de Zabaleta) 

domingo, 22 de mayo de 2016

Rajoy esconde ajustes de 12 mil millones en sanidad y educación 2016-2019 .


Las cuentas del Gobierno esconden ajustes en educación y sanidad hasta 2019


El Programa de Estabilidad presentado en Bruselas frena la evolución del gasto social en unos 12.000 millones

La Autoridad Fiscal estima que los ingresos y los gastos hasta 2019 están infravalorados por el Ejecutivo del PP


 Rosa Maria Sanchéz

 El Periódico.



El Programa de Estabilidad 2016-2019 que el Gobierno en funciones ha presentado en Bruselas a finales de abril esconde nuevas medidas de ajuste en el gasto autonómico en sanidad y educación hasta el 2019 (que podrían cifrarse en unos 12.000 millones), así como más rebajas de impuestos.
Así se desprende del informe sobre el Programa de Estabilidad que ha elaborado la Autoridad Fiscal Independiente (AIReF) y que ha sido remitido este jueves al Gobierno. En su informe, la Autoridad Fiscal llega a la conclusión de que tanto el conjunto de los ingresos como el de los gastos están infravalorados en las previsiones del Gobierno.
En el 2013, el tijeretazo aplicado en los gastos autonómicos de sanidad y educación se cifró en unos 10.000 millones.

INGRESOS Y GASTOS INFRAVALORADOS

Para el 2016, la Autoridad Fiscal avala las previsiones de ingresos y gastos del Gobierno y considera “factible” que se cumpla el objetivo de rebajar el déficit desde el 5% del PIB del 2015 al 3,6% en el 2016, que es la meta que se ha marcado el propio Ejecutivo (a la espera de que la Comisión Europea otorgue el visto bueno).
“A partir de 2017, y según se avanza en el horizonte, las proyecciones de ingresos fiscales incorporadas pueden considerarse conservadoras mientras que la senda de gasto, en un escenario sin medidas adicionales, parece demasiado optimista”, se afirma en el informe.
Dicho de otro modo, el Gobierno prevé un nivel de ingresos en el 2019 (38,5% del PIB) inferior al que, según la AIReF se podría producir por la pura inercia de la recuperación económica (el 39,3% del PIB). Lo mismo pasa con el gasto. El nivel de gasto programado por el Gobierno en funciones para el 2019 (40,1% del PIB), es inferior al que se llegaría si no se adoptan nuevas medidas de ahorro (41% del PIB, según la AIReF)  

SANIDAD Y EDUCACIÓN

En concreto, el gasto en sanidad podría estar infravalorado entre 5.000 y los 8.000 millones. Y el de educación, entre 3.500 y 4.500 millones de menos. El desfase solo se podría explicar de dos maneras: o bien los modelos de cálculo aplicados por el Gobierno son muy distintos a los de la AIReF; o bien existen medidas para frenar el gasto sanitario y educativo a medio plazo que no han sido explicadas en el texto remitido a Bruselas.








La Autoridad Fiscal en su informe no se decanta ni por una ni por otra interpretación. Solo pone de manifiesto la discrepancia en los números.
En el Programa de Estabilidad se prevé que el gasto en salud pasará desde el 6,17% del PIB en el 205 al 5,74% en el 2019 mientras que el destinado en educación pasará del 4,03% del PIB al 3,76%.
Según la AIReF, para que se cumplan esta proyección del Gobierno el gasto sanitario debería crecer a un promedio del 0,5% entre el 2016 y el 2019 y el de educación, a una media del 0,6%. Estos porcentajes son muy inferiores a los de los últimos años. Entre el 2011 y el 2014 ambas partidas crecieron a un promedio anual del 4,4% y del 4,9% respectivamente.



INERCIA DEMOGRÁFICA DEL GASTO

Los cálculos de la AIReF llevan a que si no se adoptan medidas de ajuste la inercia del crecimiento de los gastos en sanidad y educación es del 4,1% y del 2,9% respectivamente, atendiendo sobre todo a las variables demográficas.

Entre las proyecciones de la AIReF y las del Gobierno media un ajuste de unos 7.600 millones en sanidad y de otros 4.500 en educación. Unos 12.000 millones en total, hasta el 2019.
Lo curioso es que en el mismo Programa de Estabilidad el propio Gobierno (al describir las proyecciones 2013-2060 del gasto asociado al envejecimiento) admite que sin adopción de medidas adicionales el nivel de gasto en educación y sanidad se situaría en el 2020 en niveles muy similares a los que dice la AIReF.

NUEVAS REBAJAS FISCALES

El Programa de Estabilidad estima que, en su conjunto, el nivel de ingresos del conjunto de las administraciones será del 38,5% del PIB en el 2019 , un nivel similar al del 2015 y el 2016 (38,2%). Según la AIReF la recuperación económica lleva a un nivel de ingresos del 39,3% (unos 8.000 millones más).
El ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, ya ha explicado que un Ejecutivo del PP durante la próxima legislatura compensaría con rebajas fiscales cualquier evolución de los ingresos que llevara a situar estos por encima del 38,5% del PIB. En el caso del gasto no se ha explicado si se adoptarán medidas de ajuste para que el gasto no supere el 40,1% del PIB y alcance el 41% del PIB que proyecta la AIReF (unos 9.000 millones de diferencia).

SENDA DEL DÉFICIT

Como conclusión general, la AIReF considera en su informe que la senda de déficit de las administraciones públicas incluida en el documento del Gobierno es “exigente pero factible” si se instrumentan “de forma estricta” las medidas anunciadas por el Gobierno.
Se considera posible alcanzar el objetivo de déficit del 3,6% del PIB que pretende el Gobierno para el 2016, así como las metas del 2,9%, el 2,2% y el 1,6% para los tres años siguientes, hasta el 2019
Por niveles de administración, las mayores dudas se concentran en torno a las cuentas de la Seguridad Social, cuyo cumplimiento de los objetivos se considera imposible.
“Para el conjunto de las comunidades autónomas podría ser factible alcanzar en 2016 el déficit marcado del 0,7%”, afirma la AIReF en su informe. “No es así para el resto del periodo hasta 2019 porque la senda prevista para el gasto en sanidad y educación en términos de PIB presenta una reducción constante que se considera poco probable” de acuerdo a los modelos de cálculo de la AIReF.


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España .- La deuda ilegítima.



Toussain: “El 65% de la deuda pública española es ilegítima, contratada contra el interés general”

 
Por Begoña P. Ramírez
 
Los españoles se despertaron el pasado martes con otro récord histórico: los 1,095 billones de euros que deben las administraciones equivalen a la mayor deuda pública del último siglo. Por primera vez supera el 100% del PIB; es decir, el Estado debe más de lo que el país produce. Así que no puede ser más oportuna la visita de Éric Toussaint, portavoz de la red internacional del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), que este sábado viaja a Santiago de Compostela, invitado por Alternativa Galega de Esquerda, los grupos políticos que integran la coalición gallega En Marea.
Nacido en 1954 en Namur (Bélgica), Toussaint se crió en un pueblo minero y pronto empezó su activismo sindical mientras ejercía de profesor en centros públicos de Lieja. Es doctor en Ciencias Políticas y uno de los fundadores del CADTM y deATTAC (Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana). Su último libro,Bancocracia (Icaria Editorial), describe cómo la desregulación financiera condujo a la burbuja y cómo el dinero público ha salvado a los bancos privados con la complicidad de los bancos centrales y los gobiernos. En la capital gallega, el politólogo y activista explicará por qué no es lo mismo deuda pública legal y deuda pública legítima.
PREGUNTA. En 2007 España no tenía un problema de deuda pública –sólo equivalía al 35,5% del PIB–, pero desde entonces ésta no ha dejado de crecer y ya ha superado el 100% del PIB, el nivel más alto desde 1909. ¿Qué ha ocurrido para alcanzar ese registro histórico y qué consecuencias tiene un nivel tan elevado de endeudamiento para la economía de los ciudadanos?
RESPUESTA. La explosión de la deuda es el resultado de la crisis hipotecaria y de la manera que se ha escogido para salir de la crisis, socializando las pérdidas del sector privado. Las decisiones del Gobierno de [José Luis Rodríguez] Zapatero y después la política del PP hicieron explotar la deuda pública y las políticas de austeridad tanto de Zapatero en 2010 como de Rajoy después han provocado un crecimiento económico muy bajo y reducido los ingresos fiscales, por lo que, para equilibrar el presupuesto, se ha hecho necesario aumentar la financiación vía más deuda. En fin, es la resultante de las políticas neoliberales llevadas a cabo tanto por el PSOE como por el PP.
Y tiene consecuencias muy perjudiciales para la población española, aunque la ciudadanía no se dé cuenta necesariamente de que la degradación de sus condiciones de vida tiene que ver con el tipo de manejo de la deuda pública. Pero la relación es clara. La necesidad de limitar el déficit fiscal por imposición de Bruselas y de tener superávit primario hace que los gobiernos fomenten la austeridad, lo que a su vez se traduce en menos inversiones públicas en infraestructuras, en salud pública, y en educación, también en un aumento de los impuestos…
Se trata de una política, además, que tiene aspectos contradictorios. Los gobiernos aumentan la deuda pública y, a continuación, dicen a los ciudadanos que es tan elevada que necesitan implementar políticas de austeridad, como si ellos no fueran los responsables. Intentan aplicar una narración totalmente mentirosa: culpan al gasto público del aumento de la deuda. Pero no es el gasto social el problema, sino el gasto para pagar la deuda.
P. ¿Y que debería hacerse ahora para evitar que siga desbocándose la deuda pública?
R. Una propuesta integral y coherente que incluya cuatro puntos. Primero, hacer una auditoría de la deuda para determinar la parte que es ilegítima. Y, a partir de sus resultados, tomar fuertes medidas para hacer pagar a quienes se beneficiaron de la socialización de las pérdidas bancarias. Me refiero a los bancos españoles y extranjeros, que son los mayores acreedores de la deuda pública y, al mismo tiempo, los responsables de su aumento. Ellos tienen que pagar la factura.
Segundo, hay que reorganizar el sector bancario. Hace unos días firmé con políticos, economistas e intelectuales un documento a favor de la socialización del sector financiero [¿Qué podemos hacer con los bancos? Medidas inmediatas para ir hacia la socialización de la banca, junto con Marina Albiol (IU), Miguel Urbán, (Podemos), el economista francés Michel Husson, entre otros]. Preferimos hablar de “socializar” y no de “nacionalizar”: al servicio de la sociedad y bajo el control organizado de la ciudadanía, no del Estado, a través de mecanismos locales de transparencia obligatoria de las entidades bancarias.
Tercero, otra política de impuestos que haga pagar a quienes se beneficiaron de los regalos fiscales de los últimos 15 años y que se beneficiaron de la crisis. Ellos tienen que pagar más impuestos, mientras se reducen los impuestos al consumo y la actividad de la mayoría de la población, que tiene ingresos bajos o moderados.
Y el cuarto punto debe ser una política de creación masiva de empleos, que incluya una reducción de tiempo de trabajo.
P. ¿Cómo se hace una auditoría de deuda? ¿Qué porcentaje de la deuda pública española podría ser ilegítima?
R. La deuda del Estado español antes de 2006 era muy baja y ahora alcanza niveles históricos. Para mí, la diferencia entre la deuda de 2006 y la actual es deuda ilegítima, porque fue contratada para favorecer el interés particular de una minoría privilegiada de banqueros, extranjeros y españoles. Una deuda ilegítima es la contratada contra el interés general.
La auditoría tiene que analizar por qué aumentó la deuda, quién se benefició de ese crecimiento y después sacar conclusiones. La hipótesis que acabao de hacer sobre la deuda española debe ser comprobada después a través de un proceso de auditoría organizado por la ciudadanía. Y, si llega un Gobierno que quiera realmente romper con las políticas neoliberales, tendrá que lanzar una comisión de auditoría, también con participación ciudadana, como se hizo en Ecuador a partir de 2007. Por eso, en la campaña del 26-J sería importante que los candidatos explicaran a la gente qué es una auditoría y por qué es un asunto fundamental.
P. Hace sólo unos días estuvo en España un economista australiano, Bill Mitchell, para presentar su último libro, La distopía del euro, donde defiende que los países del sur de Europa vuelvan a sus antiguas monedas. Yanis Varufakis también acaba de presentar un libro, Y los débiles sufren lo que deben, donde sostiene la opinión contraria: Grecia, también Reino Unido, deben permanecer en la zona euro. ¿Cuál es su opinión: dentro o fuera?
R. Creo que países como Portugal, España o Grecia tendrían que salir de la eurozona. Lo que debería ser el resultado de una decisión consensuada por la mayoría de la población. A diferencia de Francia, Alemania y los países del Benelux, los de la periferia padecen por su presencia en la zona euro. Al principio, a españoles, portugueses y griegos les pareció muy bien la integración pero, en realidad, los que se benefician del euro son Francia, Alemania, el Benelux… Tienen ventajas para competir en los mercados de la periferia, mientras que portugueses, españoles y griegos no están en condiciones de competir en los mercados alemán, francés o del Benelux. Y, como siendo miembro de la zona euro no es posible ganar competitividad más que bajando salarios, la lógica para los países de la periferia se reduce al recorte de salarios, lo que genera precariedad laboral.
En cualquier caso, salir del euro no es la solución, es necesario el programa integral del que hablaba antes. Porque abandonar la zona euro no es una solución milagrosa, no es una solución per sesi al mismo tiempo no hay una solución sobre la deuda, los bancos y la inversión para crear empleo.
P. ¿Y el Brexit?
R. Bueno, no creo que del referéndum salga una mayoría a favor de la salida de Gran Bretaña del euro.
P. Usted hizo la auditoría de la deuda griega y asesoró a Syriza. ¿Qué opina del viraje que ha dado Alexis Tsipras a su política económica?
R. Pues es muy claro que el Gobierno de Tsipras capituló frente a la Unión Europea. La estrategia del primer gobierno de Tsipras con Yanis Varufakis de ministro de Finanzas llevó a la capitulación. Hicieron demasiadas concesiones a la Comisión Europea y siguieron pagando la deuda: 7.000 millones de euros entre febrero y julio de 2015, sin recibir ninguna compensación financiera. Así vaciaron el tesoro público para pagar la deuda, cuando lo que deberían haber hecho es suspender el pago y obligar entonces a los acreedores a entrar en una verdadera negociación.
Para mí, en todo caso, la diferencia entre Varufakis y Tsipras es que, en un momento dado, el primero se negó a la capitulación, y eso es importante. Dimitió como ministro el 6 de julio frente a la decisión de Tsipras de llegar a un acuerdo con la UE, a pesar del 63% de rechazo a las propuestas de los acreedores europeos en el referéndum del 5 de julio. Cierto que hay una diferencia, porque Varufakis tiene la virtud de, al menos, haber roto con una lógica desastrosa, pero eso no le absuelve de responsabilidad por lo que hizo en los primeros seis meses de gobierno.
Personalmente, no apoyo el manifiesto DiEM 25. Hablé con él pero decidí no firmar porque el documento mantiene de manera deliberada la ilusión de que es posible la reforma de la Unión Europea. Para mí, en cambio, la experiencia griega demostró que no hay posibilidad de reformar la UE. Decir que la hay es crear falsas expectativas. Estoy totalmente a favor de una integración europea, pero debe ser entre pueblos, y eso pasa por un verdadero proceso constituyente en cada país para llegar a una refundación de la UE con nuevos tratados.
P. La deuda griega alcanza ya nada menos que el 180% del PIB. El FMI lleva tiempo diciendo que es “insostenible” y que los objetivos fiscales que se le exigen a Atenas son irrealizables. Sin embargo, la UE, y Alemania, parecen decididas a no perdonarles un euro. ¿Adónde conduce esa política? ¿Qué futuro es el que espera a Grecia los próximos años?
R. Estoy convencido de que va a seguir casi como un protectorado, una semicolonia de las grandes potencias europeas. Ya no tiene soberanía para elaborar su política fiscal, continúa pagando la deuda y cada nuevo desembolso a los acreedores está condicionado a nuevas medidas de austeridad. Por ejemplo, la última reforma de la jubilación deja la pensión mínima en 384 euros al mes, un ingreso por debajo la línea de pobreza absoluta.
P. Usted también asesoró al Gobierno venelozano cuando aún estaba Hugo Chávez en el poder. Las carencias de la población en el país son muy alarmantes. ¿Qué le parecen las últimas medidas adoptadas por Nicolás Maduro?
R. Estoy muy preocupado por Venezuela, que también se enfrenta a una crisis de deuda, aunque se trata primero de una crisis política. Por supuesto, la narrativa de periódicos como El País oEl Mundo en España trastorna totalmente la realidad. Presentan aLeopoldo López como un caballo blanco de la defensa de las libertades democráticas, cuando es un personaje siniestro que apoyó provocaciones e incluso medidas contra el movimiento popular. Yo lo sitúo en el sector golpista duro de Venezuela.
Al mismo tiempo, soy muy crítico respecto a la política económica del chavismo, después de la muerte de Hugo Chávez hubo una deriva funesta. Pero sin equivocarse: creo que es una ilusión pensar que la oposición mayoritaria en la Asamblea Nacional representa una alternativa democrática y favorable al pueblo. Para nada lo es.
P. Explíqueme esa “deriva funesta” que critica en el Gobierno de Maduro.
R. En Venezuela hay una fuga de capitales inmensa. La sociedad venezolana sigue siendo capitalista, no es un país donde el sector público sea hegemónico. Grandes empresas capitalistas, tanto en el sector agroalimentario como en el industrial y financiero, organizan una fuga masiva de capitales que deja sin divisas al Estado y genera ahora grandes dificultades de financiación con el barril de petróleo a 50 dólares, también problemas de abastecimiento en los supermercados y las farmacias que afectan al nivel de vida de la población. Creo que el Gobierno debería haber tomado medidas contundentes para combatir la fuga de capitales y para que se invierta la riqueza producida en Venezuela en favor de los venezolanos. También debería haber diversificado la economía para reducir su dependencia del petróleo. Además, es necesario transparentar las cuentas de la nación. Lo que significaría auditar la deuda pública de Venezuela en relación con este escándalo de la fuga de capitales.
http://www.infolibre.es/noticias/economia/2016/05/21/eric_toussaint_deuda_publica_espanola_ilegitima_fue_contratada_contra_interes_general_50045_1011.html?utm_source=facebook.com&utm_medium=smmshare&utm_campaign=noticias

lunes, 16 de mayo de 2016

El mito de la libertad de información.

Sobre la libertad de información y otros mitos



Un importante grupo informativo prohíbe a sus periodistas asistir a los programas de televisión de una conocida cadena y, además, despide a otro periodista de una radio que pertenece a dicho grupo, por informar que familiares del consejero delegado de ese grupo aparecían en los “papeles de Panamá”, a lo que se había referido también la cadena de televisión… Hechos como estos hacen recordar una realidad tan evidente como inexplicable, pero recurrentemente, olvidada: todos los medios de comunicación tienen dueño, con excepción de los medios de propiedad pública, cuyo «dueño» es el partido de turno en el poder. Son empresas y funcionan como empresas, es decir, no tienen una función social –aunque la cumplen–, sino que deben generar beneficios a sus dueños y servir a los intereses de esos mismos dueños o de quienes representan esos dueños. Mantienen la idea –muchas veces la ficción- de que existe libertad de expresión, pero es la libertad de expresión de los dueños de los medios de comunicación (y de sus socios, cómplices, accionistas o contratantes de publicidad), no la libertad de expresión del ciudadano común, que rara vez tiene acceso a ellos. Los periodistas son empleados que deben cumplir las órdenes de los dueños del medio de comunicación que les contrata y paga, sean de radio, prensa, televisión, agencias noticiosas o de cualquier otro formato en la plataforma que sea. Como personas que reciben un salario, tienen la obligación de ajustarse a la política de la empresa, a riesgo de ser despedidos. Cuando se lee una noticia o un comentario, debe recordarse el verso de Bertolt Brecht en la Ópera de los cuatro cuartos: «Mackie, ¿quién paga la cuenta?». Sólo es posible entender el modelo de prensa existente en un país si se conoce quiénes son los dueños de los medios de comunicación y a qué intereses responden.
El control de los medios de comunicación es una cuestión estratégica en toda sociedad, pues a través de estos medios se puede manipular el pensamiento de una mayoría social y «crear» ideologías. La manipulación informativa, a través de los medios de comunicación, ha sido copiosamente estudiada. Noam Chomsky, en su obra Ilusiones necesarias. Control de pensamiento en las sociedades democráticas, realizó un pormenorizado estudio de la manipulación informativa de hechos en los medios de comunicación de EEUU, demostrando que esos medios informativos, en realidad, no informaban, sino que elaboraban las noticias de forma que sostuvieran la posición del gobierno de EEUU o de las grandes corporaciones que controlan el poder real en ese país. «En resumen –expresa Chomsky–, los principales medios de comunicación […] son grandes empresas que “venden” públicos privilegiados a otras empresas. No podría constituir una sorpresa el hecho de que la imagen del mundo que presentan reflejara las perspectivas y los intereses de los vendedores, de los compradores y del producto».
Los directivos de los medios de comunicación, sigue diciendo Chomsky, «pertenecen a las mismas elites privilegiadas» y es «poco probable que los periodistas que penetran en el sistema se abran camino salvo si se pliegan a estas presiones ideológicas». Esta realidad ya la había descrito Carlos Marx en La ideología alemana, obra en la que afirmaba: «Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes de cada época; o dicho de otro modo, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante». Para poder ejercer ese «poder espiritual», las clases dominantes necesitan controlar los medios de comunicación de masas, control que, hoy, está alcanzando cotas inimaginables.
Dado su carácter estratégico, las clases dominantes han puesto históricamente gran empeño en controlar la información, de forma que exista libertad de expresión, pero que sea «su» libertad de expresión. O una libertad de expresión dentro de un orden, que jamás cuestione las estructuras de dominio económico y político que defienden. Dicho de otra manera, que exista una apariencia de libertad de expresión, no una libertad de expresión real y accesible a todos los ciudadanos. Este interés por controlar, manejar y dirigir la información ha llevado a la creación de grandes conglomerados de medios informativos, un proceso que es paralelo al de concentración de la riqueza en pocas manos. Puede, incluso, hacerse una ecuación: a mayor concentración de poder en grupos minoritarios, mayor concentración de medios de comunicación controlados, directa e indirectamente, por esos grupos minoritarios.
El conocido diario estadounidense The Washington Post fue adquirido en 2013 por el dueño de Amazon, Jeffrey P. Bezos. El principal accionista de The New York Times, propiedad de la familia Ochs Sulzberger, es el multimillonario mexicano Carlos Slim, con el 19% de las acciones. La empresa es dueña de otras 40 publicaciones, entre ellas International Herald Tribune y The Boston Globe. El Grupo Time Warner de EEUU es dueño de CNN, una de las mayores cadenas de televisión del mundo, que transmite en inglés y en español (CÑN). Es, además, dueña de Chilevisión y CNN Chile, de las revistas Time, Sports Ilustrated, People, Fortune, Money Magazine y del Grupo Expansión, de México, dueño, a su vez, de nueve revistas. El conglomerado alemán Bertelsmann posee 52 canales de televisión y 29 emisoras de radio y «[c]ada día los lectores de Gruner+Jahr tienen la opción de escoger entre 500 revistas en distintos medios en más de 30 países». El Grupo Bertelsmann España es dueño, a través de Atresmedia, de Antena Tres, La Sexta y Onda Cero, en el campo audiovisual y posee doce revistas, entre ellas Muy Interesante, Geo y Autopista, así como las editoriales Alfaguara y Taurus. RCS Mediagroup, conglomerado empresarial italiano, posee los diarios Corriere della Sera, La Gazzetta dello Sport y Corriere Economia –entre otros– en Italia y es dueño de El Mundo, Marca y Expansión en España. En total, un centenar de medios de comunicación. E l Grupo El Comercio, en Perú, controla el 78% de la prensa. “Si se produce una concentración de medios como se está produciendo en el Perú, y esos medios tienen además una línea política muy clara, entonces allí hay una amenaza potencial muy grande contra la democracia”, advirtió Mario Vargas Llosa, a quien nadie puede acusar de comunista. En Brasil, el Grupo Globo controla el 45,2% de la audiencia televisiva y el 73,5% de publicidad, además de poseer 38 canales de pago. Globo ha encabezado la campaña para derribar a la presidenta Dilma Roussef.
Un dato común une a los dueños de conglomerados de medios de comunicación, sean de la nacionalidad que sean: son todos familias o grupos multimillonarios, que comparten el propósito común de defender el sistema económico que les ha permitido alcanzar la condición de multimillonarios. Comparten una ideología común, ideología que sostienen y defienden desde sus medios de comunicación. De esa guisa, sus líneas informativas tienden a preservar el establishment y a desinformar, por una parte, y atacar, por otra, a los gobiernos, grupos, asociaciones, partidos, etc., que promueven ideas progresistas o de izquierda que atacan los fundamentos del sistema. Por esa vía se llega a otro aspecto, no menos medular, pues afecta el corazón de la libertad de expresión: si una vasta mayoría de medios de comunicación defiende el mismo sistema, el pluralismo desaparece. La sociedad se ve saturada de noticias con el mismo o similar contenido o ideología, de forma que se produce una ficción de libertad, negada por el hecho de que esa vasta mayoría de medios coincide en los mismos presupuestos ideológicos. El control pasa desde escoger qué tipos de programas se difunden, hasta seleccionar qué tertulianos o «expertos» son invitados a «impartir su sabiduría». Estamos, así, ante el engaño perfecto y EEUU es el modelo a seguir. Noam Chomsky es una celebridad internacional, pero ninguno de los grandes medios informativos estadounidenses suelen abrirle sus espacios. Chomsky puede decir lo que quiera, pero sus mensajes quedan depositados en los rincones, de forma que la gran mayoría de ciudadanos se ve condenada a escuchar la misma «música», un día sí y otro también. Como ha indicado un informe de la Organización de Estados Americanos,
“uno de los requisitos fundamentales de la libertad de expresión es la necesidad de que exista una amplia pluralidad en la información y opiniones disponibles al público... Cuando las fuentes de información están seriamente reducidas en su cantidad, como es el caso de los oligopolios… se limita la posibilidad de que la información que se difunda cuente con los beneficios de ser confrontada con información procedente de otros sectores limitando, de hecho, el derecho de información de toda la sociedad.”
Las limitaciones a la libertad de expresión no provienen únicamente de la concentración de los medios de comunicación en pocas manos y en que esas manos defiendan un sistema monocolor, sino también de la dependencia de estos medios de los anunciantes. Es de público conocimiento que los medios masivos de comunicación dependen, fundamentalmente, de la cantidad de anunciantes que puedan captar. El círculo se cierra comprendiendo que, en cada país, los mayores anunciantes suelen ser las grandes empresas y el Estado. Las clases dominantes no necesitan cerrar con violencia o con decisiones judiciales un medio de comunicación discrepante. Les basta con negarles cualquier tipo de publicidad para que mueran solos. En España no hay un solo diario de izquierda o progresista en formato de papel. Ese espectro informativo, como el televisivo, lo copan casi enteramente las fuerzas conservadoras.
Afortunadamente, Internet ha abierto espacios de difusión de ideas que han permitido prosperar y proliferar a miles de diarios, revistas y canales informativos discrepantes, que han roto, puede que para siempre, el monopolio ejercido sobre la información por las clases dominantes. Hoy es posible informarse ampliamente sin depender de los medios de comunicación masivos, aunque éstos sigan ejerciendo una presión insoportable sobre amplias capas de las sociedades.
Como puede colegirse, es fácil hablar de libertad de expresión y difícil que tal derecho sea debidamente respetado o sea puesto efectivamente en práctica. También es fácil confundir la libertad de expresión con el hecho de subirse a un banco, en Hyde Park, en Londres, y desahogarse sobre uno o varios temas que gusten o disgusten. La libertad de expresión es eso, pero es muchísimo más que eso. Desde muy antiguo, el control de la información ha sido considerado una cuestión esencial por los grupos en el poder, pues controlar la información es controlar las mentes y quien controla las mentes no necesita de ejércitos. Necesita tertulianos. Pero, como ha expresado la Corte Interamericana de Derechos Humanos, «una sociedad que no está bien informada no es plenamente libre». En esas desinformaciones vivimos y en la manipulación nos ahogan.


Augusto Zamora R., Profesor de Relaciones Internacionales, autor de Política y geopolítica para Rebeldes, Irreverentes y Escépticos, Colección Foca, Ediciones Akal, de próxima aparición.

domingo, 15 de mayo de 2016

Brasil .- Las oligarquías ocupan el mando.



El partido de las oligarquías toma las riendas de Brasil.

AGNESE MARRA
   El Público.
SAO PAULO (BRASIL).- Todo tipo de bromas se utilizan para definir al Partido Democrático del Pueblo Brasileño (PMDB), la nueva sigla que gobierna el país tras la destitución temporal (el veredicto del juicio político no se conocerá hasta dentro de 180 días) de la presidenta Dilma Rousseff. Una de las que más circuló estos meses por internet comparaba al partido con el padre que pone a cada uno de sus hijos en una fila del supermercado para unirse al que llegue antes a la caja.

Desde 1994, tras la derrota del pemedebista Orestes Quércia, el PMDB no presenta ningún candidato a la presidencia. Mantienen sus feudos regionales, gobiernan en estados tan poderosos como Rio de Janeiro (el segundo mayor PIB de Brasil) y se alimenta de relaciones clientelares típicas del coronelismo brasileño (caudillismo) vivo hasta el día de hoy.

El PMDB es un partido definido como fisiológico, interesado en acumular cargos de poder para mantener sus redes de negocios a través de intercambio de favores. No tienen un programa ideológico definido. Tampoco les interesa. Funcionan como un partido bisagra que se acerca al que manda en cada momento. Han formado parte de los gobiernos de todos los presidentes desde la redemocratización del país, pero paradójicamente fue el Partido de los Trabajadores (PT) quien les dio mayor cabida.


En el Congreso se mueven como pez en el agua. Desde hace 15 años su número de sillas en la Cámara y en el Senado han ido en aumento, hasta que el pasado 2014 desbancaron al PT con una mayoría mucho más holgada que en otras ocasiones. La gobernabilidad dependía de ellos y por ello Lula y Dilma justifican sus alianzas, las mismas que hoy han hecho que Rousseff sea destituida, y que el PT esté más frágil que nunca, abandonado por una izquierda que no le perdona los socios con los que se juntó, ni las promesas que quedaron en el tintero.

Michel Temer es para muchos el alma del PMDB. Un tipo frío, sibilino, anodino, que apenas cambia el gesto y que no suele decir lo que piensa. Aseguran que ni siquiera es seguidor de algún equipo de fútbol, un hecho que en Brasil se entiende como algo poco menos que sospechoso. Al contrario que Dilma Rousseff, dicen que su mayor habilidad es la de escuchar y negociar con sus colegas. Por algo ha sido presidente del congreso en dos ocasiones, diputado federal hasta en seis legislaturas y presidente de su partido desde 2001.

A sus 76 años ha alcanzado la presidencia de la República a través de una de las acciones más polémicas desde la redemocratización del país: un juicio político a la presidenta Rousseff sin bases jurídicas claras para impugnarla. Quién sabe si su dominio de las leyes le ha ayudado en esta jugada, pero este abogado, especialista en derecho constitucional y que en sus ratos libros escribe poesía, apareció el pasado jueves en el Palacio de Gobierno de Brasilia con sus 23 ministros al lado y se presentó ante Brasil como el nuevo presidente.
Las oligarquías ocupan el mando

Hombres blancos, de mediana edad, ricos y extremamente conservadores son el nuevo equipo del Gobierno Temer. Un gabinete de ministros marcado por graves ausencias. Las redes sociales y los grandes medios del país las denunciaron rápidamente. Por primera vez desde la dictadura no hay una sola mujer que ocupe un cargo ministerial. A pesar de ser el 54% de la población del país, los negros tampoco tienen espacio en este Ejecutivo.

El recién estrenado equipo representa mejor que nadie los intereses de las élites, y al menos diez de ellos ya ocuparon carteras en los mandatos de Lula y Dilma. Entre los 23 ministros se encuentra el conocido rey de la Soja, Blairo Maggi (PMDB), el segundo político más rico de Brasil según la revista Forbes, con una fortuna declarada que asciende a 34 millones de euros. Maggi se encargará del ministerio de Agricultura, que probablemente se unirá (todavía está por confirmar) al de Desarrollo Agrario, destinado entre otras cosas a la reforma agraria. No hay esperanzas de que el nuevo ministro se preocupe por repartir tierra, ya que su especialidad siempre ha sido acumularla. Un total de 225.000 hectáreas (declaradas) con plantaciones de maíz, soja y algodón, forman parte de su fortuna. En 2005 recibió el premio de Greenpeace Motosierra de oro por ser uno de los campeones de deforestación de la selva amazónica, un tema que no le preocupa mucho: “Para mí no significa nada que la deforestación aumente un 40%. No tengo ninguna culpa por lo que estamos haciendo aquí”, dijo en la época.

Maggi no es el único dueño de tierras dentro del nuevo Ejecutivo, aunque sus haciendas no están siempre a nombre de ellos, sino al de alguno de sus familiares directos o de empresas. El periodista Alceu Castilho, autor del libro Partido da Terra (que analiza cómo los políticos brasileños se han adueñado de territorios para sus negocios), señala el ejemplo de Leonardo Picciani, nuevo ministro de Deportes, cuyas tierras están a nombre de la empresa Agrobilara, por la tanto no registradas en la Justicia Electoral. Sin embargo, las de su padre, el también político Jorge Picciani, suman un total 9.974 hectáreas, destinadas en su mayoría a la ganadería. Y es que en el nuevo gabinete las oligarquías familiares son importantes. Helder Barbalho (Integración Nacional), Fernando Coelho (Minas y Energía), Mendonça Filho (Educación), Sarney Filho (Medio Ambiente) o Henrique Eduardo Alves (Turismo) pertenecen a algunas de las familias más ricas del Nordeste del país. Estos clanes a su vez son dueños de diversos medios de comunicación regionales, al menos un tercio de los 23 ministros tienen televisiones y radios entre sus negocios, fenómeno conocido como “coronelismo electrónico”.
Una manifestante contra Temer en Sao Paulo. REUTERS/Nacho Doce

Una manifestante contra Temer en Sao Paulo. REUTERS/Nacho Doce

El conservadurismo es otra de las características del Ejecutivo interino. Michel Temer, que ha eliminado diez ministerios para recortar gastos (el de Cultura es el que ha causado más polémica), ha decidido resucitar una cartera que había sido eliminada por Rousseff, el Gabinete de Seguridad Institucional, que viene desde la dictadura, y que va a ocupar el militar Sérgio Etchegoyen, hijo de uno de los torturadores más conocidos del régimen militar, Léo Etchegoyen, y conocido detractor de la Comisión de la Verdad que se hizo durante el Gobierno Dilma. La cartera de Derechos Humanos (también comprendía Igualdad Racial y Mujer) ha desaparecido de un plumazo para fusionarse con Justicia, dirigida por Alexandre Moraes, otro de los ministros más polémicos del nuevo Gobierno. Moraes, que era Secretario de Seguridad en el estado de Sao Paulo, se hizo famoso por el recrudecimiento de la violencia policial durante su mandato, acusado de orquestar ataques indiscriminados contra estudiantes que hacían huelga en sus institutos. Nada más asumir el cargo aseguró que iba a ser “muy duro” con las manifestaciones que apoyaran a Dilma porque “estaban llenas de guerrilleros”. Moraes, además, tiene en su currículo haber sido abogado del PCC (Primer Comando de la Capital), la mayor mafia del narcotráfico de Sao Paulo, así como por haber defendido al expresidente de la Cámara, Edurado Cunha, reconocido corrupto.

Justamente en cuestión de corrupción, el equipo Temer anda sobrado. Al menos un tercio de sus ministros están siendo juzgados por diversos casos de desvío y lavado de dinero o fraude electoral, y tres de ellos están acusados por la operación Lava Jato, que investiga los desvíos millonarios de la estatal Petrobras. Al ser nombrados ministros han obtenido el foro privilegiado que les permite que les investigue el Tribunal Superior Federal (STF), que suele ser un tanto más lento que la justicia ordinaria, y también más politizado.
“Desconectado de la sociedad”

El nuevo ministro de Economía y Hacienda, Henrique Meirelles, niño bonito de los mercados financieros y expresidente del Banco Central en los dos gobiernos de Lula, no tardó en anunciar “drásticos recortes”. El ministro de Sanidad, Ricardo Barros, aseguró que “no habrá recursos” para la Farmacia Popular (que ofrece medicaciones gratuitas para las enfermedades más habituales) y alertó de que en el mes de agosto tampoco habrá dinero para pagar al Samur.

La periodista de El País Brasil Flávia Marreiro cuestionaba el discurso “pacificador” con el que se presentó el nuevo presidente: “¿Con quién exactamente Temer 'el conciliador' quiere hacer acuerdos?”. Marreiro se refería a la falta de diversidad del gabinete elegido, donde además de no haber mujeres tampoco se responde a las expectativas de la sociedad de luchar contra la corrupción, o de mejorar la calidad de la Sanidad y de la Educación, peticiones fundamentales durante las manifestaciones de junio de 2013 y que todavía se escuchaban en las concentraciones a favor y en contra de Dilma: “La elección de sus ministros choca con los deseos mínimamente consensuados por la sociedad brasileña. (…)Temer parece estar desconectado de Brasil 2016”, aseguraba la periodista en un reciente artículo.

Cabe preguntarse si Temer alguna vez estuvo conectado. Un político que apenas tiene el apoyo del 2% de la sociedad, que no ha ganado nunca unas elecciones directas y que lo que pesa en su currículo es su gran habilidad negociadora entre sus iguales. Las calles han empezado a reaccionar ante las primeras decisiones de su Ejecutivo y todavía hay parte de la población que quiere luchar para evitar que se mantenga en el poder hasta 2018. La gobernabilidad en el Congreso la tiene asegurada, pero dentro de la sociedad lo único que tiene garantizado es que las movilizaciones contra su gobierno ya se han puesto en marcha.
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  Y ver ...El presidente interino de Brasil, Michel Temer, fue informante de la inteligencia de EEUU, según informa Wikileaks.Resulta igualmente revelador que la embajadora de Estados Unidos en Brasilia desde 2013, Liliana Ayalde, fue la misma que dirigió la misión diplomática norteamericana en Asunción, Paraguay, hasta unos meses antes del golpe parlamentario sobre el expresidente Fernando Lugo el 22 de junio de 2012.

Ricardo Barros designado por el presidente interino Michel Temer fue condenado por el Tribunal de Justicia estadual por fraude en la venta de colectores y compactadores de basura.

El nuevo ministro brasileño de Salud, Ricardo Barros, enfrenta investigaciones por corrupción, malversación y delitos contra la Ley de Licitaciones, denuncia la Red Brasil Actual.

La lista de 23 ministros de Temer incluye tres políticos contra los que ya existen investigaciones en la corte suprema por su supuesta participación en los desvíos en la petrolera estatal y otros seis que han sido citados por los delatores del escándalo.

Los investigados son los ministros de Turismo, Henrique Alves; Secretaría de Gobierno, Geddel Vieira Lima, y Planificación, Romero Jucá.

En el Gabinete hay otros seis ministros que han sido citados por los delatores que colaboran con la investigación a cambio de reducciones en sus condenas.

Son los ministros de la Presidencia, Eliseu Padilha; Defensa, Raúl Jungmann, Relaciones Exteriores; José Serra; Salud, Ricardo Barros; Educación y Cultura, Mendonça Filho, y Ciudades, Bruno Araújo.

El propio Temer fue citado en una delación, pero la Fiscalía hasta ahora no ha solicitado autorización para investigarlo.
Wikileaks: El sustituto de Rousseff al frente de Brasil fue informante de EEUU

El 15M .-Como ruptura cultural .



 



El 15M como movimiento desobediente.


La negación del orden establecido.



 Diagonal.


La manifestación del 15 de mayo de 2011 fue un primer gran evento en el que la gente descubrió que eran muchos en su afirmación de hastío frente a la clase política y su operancia ante crisis. Sin embargo, poca duda cabe de que el gran acto de fuerza que condujo a que el 15M alcanzase la relevancia política que hoy le reconocemos fue un acto de desobediencia: la ocupación de las plazas.
 Esta acción, en primer lugar, supuso un desafío al orden policial del espacio y a su gestión por poderes públicos y privados. Posteriormente, la masa ignoró descaradamente e impunemente la muy liberal prohibición de manifestarse en la jornada de reflexión electoral, desplazando la deliberación desde la elección entre un número de papeletas al cuestionamiento de la propia capacidad de los políticos profesionales para representar a la gente.
 La permanencia tras el 22 de mayo desbarató todos los pronósticos y expresó el alcance de la crítica del 15M, que no se limitaba a un partido ni a la labor de un gobierno concreto, sino que parecía entonces dirigirse a la raíz del sistema político, cuestionando el carácter real de la democracia, donde el antagonismo político había ido dejando paso a una gestión post-política del Estado.
En su primer año de vida, la desobediencia se convirtió casi en seña de identidad del activismo impulsado a partir del 15M. Tras la disolución de las acampadas, proliferaron las tomas de edificios e instalaciones abandonadas, para su transformación en centros sociales o en vivienda, y no solo en Madrid y Barcelona, también en Cádiz, Sevilla o Zaragoza.
 Al mismo tiempo, se multiplicaron las resistencias contra desahucios, organizadas desde la PAH, desde las plataformas locales contra los desahucios o desde las asambleas del 15M. En pueblos y ciudades la gente colapsaba la calle, se encadenaba a las puertas y se tiraba al suelo para evitar que la policía antidisturbios expulsase familias de sus casas. Mención a parte merece el uso táctico de internet. Podríamos hablar de una toma de las redes sociales y otros instrumentos del espacio virtual, que pasaron a ser foros de debate e instrumentos de convocatoria y organización indispensables.
La respuesta del Estado fue la única posible hacia aquellos que lo niegan: la represión. La resistencia a los desalojos o las ocupaciones de edificios fueron contestadas con una fuerte represión policial y penal en el medio plazo, a pesar de muchas pequeñas batallas que se ganaron.
 En lugar de realizar concesiones el gobierno optó por profundizar el régimen represivo con una nueva Ley de Seguridad Ciudadana. Esta cerrazón, incluso a las demandas más moderadas de los movimientos, está vinculada al propio marco del que emergen las actuales instituciones del Estado: la Transición. Este momento político excepcional, en el que el orden social constituido pudo ser cuestionado y abierto a múltiples posibilidades, se solucionó precisamente con una ruptura radical entre la política de la calle y la vida cotidiana y la política profesional de las instituciones del Estado.
 La protesta y el descontento fueron canalizados a través de iniciativas políticas progresivamente profesionalizadas y ubicadas en una esfera independiente de la sociedad a la que supuestamente representaban. En ese sentido, la fractura entre la política institucional y las masas que se vivió en 2011 se fraguó treinta años atrás.
El impasse al que llegó la protesta y la movilización socio-política a partir de 2012 puede ser explicado por la acción de la represión, pero solo en combinación con las limitaciones propias del movimiento. La realidad es que, ante la falta de avances y logros consistentes, los niveles de confrontación se hicieron poco sostenibles en el tiempo.
 La incapacidad para articular estructuras estables y para desarrollar una agenda política propia, favoreció un progresivo declive de la intensidad de la protesta. El elemento más potente en el 15m fue su orientación desobediente, su negación del orden establecido y, si bien superó ampliamente la posición de resistencia y la marginalidad del activismo radical anterior, la vertiente más constructiva y propositiva del 15m se encontró con fuertes e inevitables limitaciones, conduciendo al movimiento a una ubicación en el campo político puramente oposicional.

 
 Cronología del 15M




  y ver ...


  y

https://www.diagonalperiodico.net/global/30347-dormiamos-despertamos.html



  Y más , ver el periódico Diagonal.