Los judíos cuestionan el relato del Holocausto
Por Paul Craig Roberts .
| 24/01/2024 |
¿Fue el Holocausto un dispositivo de marketing al servicio
de la agenda sionista? Solamente los judíos pueden investigar esta cuestión, ya
que los gentiles están demasiado intimidados y con el cerebro lavado para
investigar.
En los países europeos es peligroso investigar las
reivindicaciones del Holocausto, porque cualquier cosa que no sea regurgita el
relato oficial conlleva una pena de prisión.
Una persona podría pensar que, si la historia oficial fuera cierta, los
sionistas querrían que se investigara.
Sería una gran victoria para los sionistas si el Holocausto fuera
investigado por eruditos y objetivos gentiles y se descubriera que es
cierto. En cambio, hay una Cortina de
Hierro de censura que impide cualquier investigación de las afirmaciones.
En consecuencia, las únicas personas que pueden investigar
el Holocausto son los judíos. Norman Finkelstein
llama al Holocausto una «industria». Ron
Unz, cita a muchos disidentes judíos de la historia y él mismo llega a
conclusiones notables.
¿Por qué es importante la pregunta? Cada país tiene sus mitos nacionales, así que
¿por qué no debería hacerlo el Israel sionista?
El problema con los mitos nacionales, o algunos de ellos, es
que las representaciones falsas de la historia pueden obligar a la gente a
vivir una realidad falsa. Consideremos,
por ejemplo, el «excepcionalismo americano» (nota del traductor, es la creencia
de que EE. UU. es un país único en la historia de la humanidad, en términos de
positivos y distintivos), una creación de los intervencionistas liberales
estadounidenses. Los neoconservadores
transformaron este concepto por en la hegemonía de Washington sobre los
ciudadanos americanos y el mundo. Se ha
convertido en una ideología peligrosa que nos acerca a un conflicto nuclear con
Rusia y China.
El Holocausto tiene una implicación similar. Si el Holocausto justifica todas y cada una
de las acciones israelíes, e ignoran las restricciones normales ante el
estallido de la guerra, las consecuencias, como vemos en Gaza, pueden ser
terribles.
Los países necesitan una buena opinión de sí mismos, aunque
no la merezcan. Pero cuando la
arrogancia y el desprecio hacia los demás se asocian con la autojustificación,
deben ser completamente suspendidas y reemplazadas por una visión
realista. Los problemas entre las
personas y los países se deben a que una o ambas partes tienen puntos de vista
poco realistas sobre su responsabilidad en el conflicto. En un mundo en el que las armas tienen la
capacidad de acabar con toda la vida, debemos dar prioridad al realismo.
Y tenemos muy poco.
El relato oficial de la llamada «guerra civil estadounidense» es falso.
El relato oficial de la Primera Guerra Mundial es falso. El relato oficial de
la Segunda Guerra Mundial es falso. Las versiones oficiales del asesinato del
presidente John F. Kennedy y el de su hermano son falsas. El relato oficial de la masacre de Waco es
falso. El relato oficial del 11-S es falso. El relato oficial de la «pandemia
de covid» es falso. Y así
sucesivamente. Cada país tiene sus
propias relatos falsos.
La acumulación de narrativas falsas crea una falsa
comprensión, y la consecuencia es que las personas terminan viviendo en una
realidad históricamente falsa. Si no se
puede percibir la realidad, no se puede comprender ni afrontar sus exigencias. Esta es la situación en la que nos
encontramos hoy.
Con falsas representaciones de la realidad a nuestro
alrededor, es posible que el Holocausto sea una más. Pero solo los judíos pueden examinar la
cuestión como lo hace Ron Unz aquí https://www.unz.com/runz/american-pravda-israel-and-the-holocaust-hoax
/ y aquí https://www.unz.com/runz/american-pravda-jews-and-nazis/
.
Entre el gran número de anomalías en el relato del
Holocausto está el hecho establecido de que el mariscal de campo Erhard Milch,
el comandante número dos de Goering en la Luftwaffe, era judío, al igual que un
gran número de oficiales de alto rango y 150.000 soldados alemanes:
“Otro elemento extraño, minuciosamente documentado, pero
bastante difícil de cuadrar con el relato tradicional del Holocausto, es que un
gran cantidad de alemanes parcialmente judíos sirvieron lealmente en los
ejércitos de Hitler, y algunos de ellos tenían rangos militares muy altos.”
Consideremos el interesante caso del mariscal de campo
Erhard Milch, el muy poderoso número dos de Hermann Goering en la Luftwaffe
alemana. Su padre era ciertamente judío y, según los investigadores Robert
Wistrich y Louis Snyder, hay pruebas de archivo de que su madre también era
judía. Ahora bien, no es imposible que un Tercer Reich supuestamente dedicado
con un fanatismo sombrío al exterminio de todos y cada uno de los judíos
pudiera haber pasado toda la guerra con un judío completo o medio judío cerca
de la cima absoluta de su jerarquía militar, pero seguramente esa desconcertante
anomalía justificaría una explicación cuidadosa, y el aparente origen judío de
Milch era ciertamente conocido durante los Juicios de Nuremberg.
De hecho, el fascinante y muy elogiado libro de 2002
“Hitler’s Jewish Soldiers” (Los soldados judíos de Hitler), de Bryan Mark Rigg,
señala que, además de Milch, el ejército de Hitler tenía más de una docena de
generales y almirantes medio judíos, y otra docena de cuartos de judíos de ese
mismo alto rango, además de unos 150.000 soldados adicionales medios o cuartos
judíos, y una gran parte de ellos eran oficiales. Todos estos individuos
habrían tenido padres o abuelos completamente judíos, lo que parece
decididamente un comportamiento extraño para un régimen supuestamente tan
centrado en la erradicación total de la raza judía.
«Debatí sobre estos temas y muchos otros en mi larguísimo
artículo de 2018, así como en otro artículo publicado al año siguiente https://www.unz.com/runz/american-pravda-israel-and-the-holocaust-hoax/»
.
Fuente: https://www.paulcraigroberts.org/2024/01/09/jews-question-the-holocaust-narrative/.
Traducido del inglés por Marwan Perez para Rebelión
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