Portada de The Times del miércoles 11 de octubre.
La guerra de propaganda y la matanza de Kfar Azar
El testimonio de una periodista a la que dijeron que 40 bebés
habían sido decapitados por Hamás se extiende por el mundo sin ninguna
confirmación independiente o del Ejército y sin imágenes que lo respalden
Iñigo Sáenz de Ugarte
El kibbutz Kfar Aza está situado a sólo dos kilómetros de la
frontera con Gaza. Fue una de las localidades que recibieron el sábado 7 de
octubre el ataque de las milicias de Hamás que habían entrado en territorio
israelí y sufrió una de las peores matanzas ocurridas estos días. El Ejército
israelí tardó dos días en recuperar el control de la población de unos 700
habitantes, según el general Itai Veruv, que dirigía las tropas. Los militares
informaron de que el número de muertos superaba el centenar. “En 40 años de
servicio, he visto muchas cosas difíciles, pero nada como esto”, dijo Veruv.
A partir del martes, comenzó una segunda batalla en torno a
lo ocurrido en Kfar Aza, la guerra de la propaganda que siempre ha acompañado
al conflicto israelí-palestino. El Ejército invitó a un grupo numeroso de
periodistas extranjeros a que visitaran la población para que la noticia se
extendiera con rapidez. Varios de los principales medios israelíes no fueron
convocados, pero sí por ejemplo un equipo de un canal israelí de noticias, que
pasó a ser la primera, y durante unas horas, única fuente de los hechos.
“He hablado con algunos de los soldados y me dicen que lo
que han visto al entrar en las casas ha sido a bebés con la cabeza cortada. Eso
es lo que han dicho. Familias halladas en sus camas”, dijo a la cámara la
reportera Nicole Zedeck del canal i24News. La cuenta oficial del Estado de
Israel en Twitter, que gestiona el Ministerio de Exteriores difundió el vídeo
con el testimonio de Zedeck y las palabras “40 bebés asesinados”.
Un oficial de la unidad que recuperó el kibbutz y que
combatió contra los miembros de las Brigadas Izzadim Al Qassem dijo ante la
cámara de i24News que se habían producido esas decapitaciones. “Ellos
decapitaron a niños. Decapitaron a mujeres”.
Por mucho que la cifra de víctimas fuera mucho mayor en el
ataque al festival rave en el desierto del Neguev, donde fallecieron tiroteadas
en torno a 250 personas, la noticia de Kfar Aza tenía un impacto aun más
dramático al haber niños o bebés entre los asesinados, como también lo tienen
las imágenes de niños rescatados sin vida de los escombros de los edificios
bombardeados en Gaza. Desde ese punto de vista, la gran cobertura recibida en
las primeras horas no era extraña ni el valor que tenía para el Gobierno como
arma de propaganda en un momento en que las televisiones difunden imágenes de
los ataques masivos de Gaza.
Sin embargo, el relato de los hechos se limitaba al
testimonio de soldados que no había sido confirmado por el Ejército de forma
oficial, algo que no suele tardar mucho tiempo. Los periodistas no vieron esos
cadáveres decapitados. Sí observaron seis cadáveres de víctimas israelíes
introducidos en bolsas negras en la entrada del pueblo, otros cuatro en una
pista de baloncesto, más cuerpos cubiertos con mantas y otros de los
asaltantes.
La agencia turca Anadolu se puso en contacto con los
portavoces habituales del Ejército, que no confirmaron la existencia de bebés
entre los asesinados ni el dato macabro de que habían sido decapitados. “Hemos
visto las noticias, pero no contamos con detalles o confirmación sobre ellas”,
respondió una portavoz en la tarde del martes.
Otro portavoz dijo al diario francés Libération que se
habían producido atrocidades, pero que no podía “confirmar estas decapitaciones
ampliamente difundidas”. Es la misma respuesta que recibió un periodista de
CNN.
La crónica sobre el terreno del equipo de la cadena
británica Sky News contó lo que pudo ver el reportero y las dimensiones de la
tragedia sin entrar en detalles que aún no podía confirmar, como la cifra total
de muertos y el estado de las víctimas.
“Ayer estuve en Kfar Aza”, escribió el miércoles el
periodista francés Samuel Forey, que escribe para Le Monde: “Nadie me habló de
decapitaciones, aún menos de niños decapitados, aún menos de 40 niños
decapitados”. Habló con varios militares y ninguno le dijo nada sobre cadáveres
sin cabeza. No pretendía minimizar lo que presenció: “Lo que vi ayer en Kfar
Aza fue terrible”.
El periodista israelí Oren Ziv también estuvo en Kfar Aza.
Afirma que no vio ninguna prueba de las alegaciones sobre decapitaciones ni los
mandos militares y soldados con los que habló le comentaron nada de ello. “Las
escenas eran horribles con decenas de cadáveres de israelíes asesinados en sus
casas”, dice. Un portavoz militar le dijo: “En este momento, no podemos
confirmarlo. Somos conscientes de los actos terribles de los que Hamás es
capaz”. El Ejército dio el miércoles la misma respuesta o similar a todos los
periodistas que preguntaron.
En España, la noticia sin confirmar fue utilizada con
rapidez por algunos medios de comunicación y políticos. Con el único testimonio
de la periodista de i24News, El Mundo y ABC publicaron sendas noticias en la
tarde del martes. El Partido Popular fue más agresivo y empleó la matanza para
atacar al Gobierno de Pedro Sánchez y a los partidos que lo apoyan. “Cuarenta
bebés decapitados y el gobierno de Sánchez anda en la equidistancia entre los
terroristas y las víctimas”, escribió Isabel Díaz Ayuso.
“Hamás decapitó bebés en sus cunas. BEBÉS EN SUS CUNAS. Y no
voy a decir nada más. Los contextualizadores y equidistantes os podéis ir a la
mierda, eso sí” (mayúsculas en el original), dijo el diputado y portavoz del
PP, Borja Sémper.
La tarea de retirada de cadáveres no comenzó hasta el martes
ante la necesidad de asegurar la zona y limpiarla de granadas y trampas
explosivas. Sin embargo, medios y políticos de fuera de Israel ya decían saber
lo que había ocurrido e incluso ofrecían cifras que no habían sido confirmadas
por el Ejército.
La noticia se extendió por rapidez por todo el mundo,
siempre con la única fuente de i24News. Un recuento de su alcance en Twitter
suma 44 millones de impresiones, 300.000 'likes' y 100.000 retuits. El medio de
la oposición bielorrusa Nexta, muy activo en las noticias sobre Ucrania con un
millón de seguidores en Twitter, dijo que “Israel había mostrado al mundo los
cuerpos de 40 bebés israelíes decapitados encontrados después de una masacre”,
un dato que era falso. Los periodistas no llegaron a ver ningún cadáver de un
niño o bebé ni ninguna imagen o vídeo facilitada por los militares.
La noticia encabezó las portadas de muchos periódicos
europeos. En el caso de los británicos, dando por hecho elementos que no
estaban confirmados. “Hamás 'cortó la garganta a bebés' en una masacre”, tituló
The Times. “Matanza de bebés y niños por Hamás”, fue el titular de The Daily
Telegraph.
Mucho después de que aparecieran estas noticias, en la tarde
del miércoles, un portavoz del Ejército dejó claro que los militares no tienen
interés en ofrecer más datos. Le preguntaron sobre el asunto que había
monopolizado el interés de medios y políticos, la existencia de bebés decapitados
como símbolo del horror ocurrido. “No vamos a investigar el estado de los
cuerpos e, incluso si lo hiciéramos, no comentaríamos en público el estado de
los cuerpos de nuestros civiles. Y de los bebés”, dijo el mayor Nir Dinar a
Business Insider.
Tampoco iba a facilitar el número de bebés muertos. “Los
crímenes de guerra cometidos por Hamás son obvios para el mundo. No necesito
entregar pruebas y no lo voy a hacer. Sería una falta de respeto hacia los
muertos”.
La matanza había existido y sus dimensiones eran
estremecedoras. Ningún medio conocía con exactitud datos esenciales para
justificar los titulares. Pero la noticia ha cumplido su misión como
herramienta de propaganda justo cuando el Ejército se prepara para el futuro
asalto por tierra sobre Gaza. Para el Ejército, ya no es necesario entrar en
detalles.
El principio es muy conocido. Quien controla la información
sobre una guerra, controlará lo que piense la opinión pública sobre esa guerra.
https://www.eldiario.es/internacional/guerra-propaganda-matanza-kfar-azar_129_10589525.html
No solo de The Times , The Guardian lo mismo
No hay comentarios:
Publicar un comentario