La geopolítica occidental se agrieta a marchas aceleradas .
La guerra entre Israel y Gaza constituye la enésima pieza de
ajedrez del mundo occidental en el tablero geopolítico, equivalente a esas
otras ya utilizadas, y en su mayoría fallidas y rotas, como Afganistán, Irak,
Libia, Egipto, Siria, Ucrania…
Juan Laborda
Resulta absolutamente descorazonador observar cómo
languidecen nuestras democracias. Especialmente triste y desolador resulta
otear cmo los dirigentes europeos hacen un seguidismo genuflexo hacia una
visión del mundo, la anglosajona, que es absolutamente incompatible con la
búsqueda de una paz global. El mundo multipolar en el que ya nos encontramos,
por mucho que les pese a algunos dirigentes occidentales, requiere de una
cooperación que respete la heterogeneidad de los pueblos. Pero eso es
incompatible con la actual clase dirigente política y económica de los Estados
Unidos, temerosa de perder el control del planeta. Aún no se han dado cuenta,
pero ya lo han perdido. Muchos países ya han peridido el miedo a no seguir las
consignas dictadas desde Washington y Londres.
La guerra entre Israel y Gaza constituye la enésima pieza de
ajedrez del mundo occidental en el tablero geopolítico, equivalente a esas
otras ya utilizadas, y en su mayoría fallidas y rotas, como Afganistán, Irak,
Libia, Egipto, Siria, Ucrania… El problema es que antes, desde Occidente, se
podía manipular a la audiencia bajo una cortina de humo, simulando la
recreación de Hollywood en esa magnífica película, 'Wag the Dog' ('Cortina de
humo', en España). Tratar de reducir el brutal atentado terrorista de Hamás a
un guion donde se nos presenta como los buenos del mismo a quienes llevan
décadas incumpliendo las resoluciones de la ONU, montando un apartheid contra
todo un pueblo, el palestino, resulta, como mínimo, grotesco.
Occidente y las democracias tienen mucho que perder en este
conflicto. Si no ponen límites a los crímenes de lesa humanidad que está
perpetrando Israel y continúan haciendo una distinción entre muertos de primera
y de segunda, nuestro declive se acelerará, muy especialmente el de los Estados
Unidos. Se están cumpliendo dos escenarios políticos aditivos. Por un lado, la
anticipación política de Frank Biancheri, politólogo francés, uno de los padres
de las becas Erasmus, hecha allá por 2010, y según la cual nos encaminábamos a un
conflicto global por no deshacerse Europa del yugo anglosajón. Por otro lado,
y, como consecuencia de lo anterior, no descarto que al final también se cumpla
el pronóstico del matemático y sociólogo noruego Johan Galtung, que anticipó la
pérdida del poder global de Estados Unidos en la década que nos encontramos.
Las previsiones de Frank Biancheri y Johan Galtung
Pero vayamos por partes. Europa tuvo la oportunidad de
cambiar la hoja de ruta, de impulsar un modelo cooperativo global, lo que
pasaba sin duda por desligarse definitivamente del diktat anglosajón. Ese
momento fue la Gran Recesión. Pero no lo hizo. Como consecuencia entramos en un
escenario alternativo de conflicto. Recomiendo la lectura atenta de un libro
visionario, del gran Franck Biancheri, uno de los impulsores de las becas
Erasmus, 'The World Crisis: The Path to the World Afterwards'. Biancheri
detallaba dos escenarios: cooperación o caos. Y quien decidía era Europa. Al
final, la senda seguida por Europa nos encamina a un mundo en conflicto, que
Bianchieri predijo con más de 10 años de antelación (Afganistán, Libia, Egipto,
Siria, Ucrania… o lo que ahora puede acontecer en Oriente Próximo).
El problema de fondo es que el imperio dominante, el
estadounidense, se encuentra bajo la certeza de que en poco tiempo va a perder
su hegemonía en favor de otro, el chino. Detrás de todo, una realidad: nadie
puede competir con China, que aprovechó el hueco y la oportunidad que le dio
Occidente. Va a recuperar el trono mundial que ejerció durante milenios. Los
últimos 150 años son, en la interpretación china, un paréntesis del que han
aprendido los errores. Lo que estamos viendo se puede resumir en la frase:
“China is not emerging. It is re-emerging.” Estados Unidos lo sabe y trata de
ganar tiempo e influencia para, llegado el momento, no quedar descolocado, o,
peor todavía, esparcir conflictos en distintas áreas del mundo que podrían
terminar en una escalada de guerra global.
Este razonamiento lo mantengo desde que empecé a analizar
las derivadas políticas del sistema de gobernanza actual, el Neoliberalismo,
del Totalitarismo Invertido Actual al Fascismo. El impulso tecnológico y
educativo de China es tan potente que es imparable. Nadie puede competir con un
país con un desarrollo tecnológico como es el caso de China, que además tiene
un control estatal de la tierra y de la banca y una planificación estratégica
de largo plazo. Solo un conflicto de orden militar puede frenar aquello que es
inevitable. El peligro es que desde los Estados Unidos se haga esta interpretación.
Ello me permite introducir, finalmente, la Teoría de
Conflictos del sociólogo y matemático noruego Johan Galtung, quien predijo,
entre otras cosas, el colapso de la Unión Soviética y advirtió que el poder
global de Estados Unidos colapsará en la década actual. Galtung hace ya muchos
años desarrolló una teoría del conflicto, basada en la idea de sincronizar y
reforzar mutuamente las contradicciones, y que utiliza para hacer sus
pronósticos. El modelo se fundamenta en comparar el ascenso y la caída de 10
imperios históricos. En 1996, escribió un artículo científico publicado por el
Instituto de Análisis y Resolución de Conflictos de la Universidad George Mason
advirtiendo que Estados Unidos pronto seguiría el mismo camino que las
construcciones imperiales anteriores: declinan y caen. Pero el libro principal
que establece el pronóstico de Galtung lo publicó en 2009, 'The Fall of the
American Empire', donde presenta las 15 contradicciones que se sincronizan y
refuerzan mutuamente, y que afligen al país norteamericano y que, según él,
conducirán a que el poder global de Estados Unidos termine en esta década. El
problema es que durante esta fase de decadencia es probable que Estados Unidos
pase por una fase de “fascismo” reaccionario que provendría de la capacidad de
una tremenda violencia global; una visión de la excepción estadounidense como
la “nación más apta”; una creencia en una próxima guerra final entre el bien y
el mal. Pero si sus aliados dejen de comportarse como tales, tendrán que valerse
por sí mismos. Lo que predice Galtung es que el apoyo de sus otrora aliados no
continuará más allá de la década actual. Veremos.
https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/geopolitica-occidental-agrieta-marchas-aceleradas_129_10608089.html
Nota del blog .- USA sin Europa ya no es nadie por eso el atentado a los oleoductos
ruso-alemanes es de cañonera clásica anglo
. El Imperio americano se
sostiene subordinando a las dos potencias
derrotadas en la Segunda Guerra mundial ,Alemania
y Japón pero si en 1945 USA tenía
el 50% del PIB mundial y hoy solo tiene + - el
15% y el bloque atlántico ya ha sido superado por eso sin Europa ya no es hegemónica . En este último discurso de Biden . no solo se debía únicamente a mostrar una vez más el
incondicional apoyo de Estados Unidos a Israel, algo que las autoridades
norteamericanas y europeas han hecho a diario desde el pasado 7 de octubre. El
objetivo real era instalar el discurso de una guerra justa en la que Estados
Unidos, el país excepcional, debe implicarse completamente, aunque sea de
manera indirecta, luchando por medio de dos proxis esta batalla que aglutina las
dos guerras, la Guerra Fría contra Rusia
y la guerra contra el terrorismo de George W. Bush, que los
dos partidos políticos estadounidenses han apoyado en el pasado. Po eso busco
una retórica de la creación de un nuevo relato de guerra justa que busca
siempre un fin económico y el discurso de Biden no fue una excepción. No es un
secreto que el presidente de Estados Unidos lleva meses luchando con la mayoría
republicana en el poder legislativo, donde una pequeña minoría del ala
trumpista amenaza con bloquear la financiación de la guerra de Ucrania.
Vincular la lucha de Ucrania con la de Israel, aunque sea con la única
coherencia de que Kiev y Tel Aviv comparten aliados, ya ha conseguido parte de
lo que buscaba. Tras el discurso, especialmente por la mención a la defensa de
Israel y de la seguridad nacional, (incluso Fox News, el canal de noticias más
cercano a Trump, elogiaba a Joe Biden). Así reeditar la catastrófica guerra
contra el terrorismo -que ha destruido varios países y ha asesinado o
desplazado a millones de personas- es la táctica con la que Joe Biden ha
decidido apelar al Partido Republicano en busca de financiación para Ucrania.
Aunque para ello hiciera falta recuperar la idea del eje del mal de George
Bush. Si consigue los 105 millones de dólares para
financiar sus guerras, no solo la de Ucrania y la de Israel, sino también la
“defensa” de Taiwan y la lucha contra la inmigración en su frontera sur.
Ver como los mandos de la UE van
y apoyan en la Casa Blanca a Biden
y así a Netanyahu contra el terrorismo de
Hamas es repetir
su historia una vez mas
ver... https://www.eldiario.es/internacional/lideres-europeos-escenifican-casa-blanca-unidad-biden-defensa-israel-ucrania_1_10616910.html
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