La derecha empieza a preocuparse
El Rey recibe al presidente de Andalucía en La Zarzuela.
EFE.
La imagen del presidente de Andalucía Juanma Moreno Bonilla
doblado en reverencia ante el Rey, la propia actitud de Felipe VI ante ese
saludo, reflejan la España que gustaría a la derecha. El político conservador,
aupado por un partido ultra y por otro elástico, se inclina ante un jefe de
Estado hereditario en el Siglo XXI. Todo era más fácil para ellos así, para el
tiempo al que pretenden devolvernos.
"Cada mañana Pedro Sánchez besa el póster de Santiago
Abascal que tiene en el despacho y clava otro alfiler en el muñeco vudú que
representa a Albert Rivera", así comienza Bustos. Y sigue como un ciclón:
se trata de una "salvaje operación de desinformación y descrédito del
rival". Con dinero público para
inocular propaganda, redoblando la publicidad en "medios cautivos".
Que esto lo diga El Mundo se las trae. El futuro, si el malvado Sánchez,
"un ser amoral", consigue culminar sus planes es apocalíptico: "España
se partirá en dos mitades". Gobernará "de espaldas a la
Constitución". "Serán años de bloqueo, guerra cultural y cesiones de
soberanía. Luego vendrá la recesión que otra vez destruirá al PSOE junto con
los empleos de muchos de sus votantes comprados con cargo al déficit". No
sigo, se hacen idea. En contra mis principios de publicitar basura de grueso
calibre, lo enlazo para que puedan comprobarlo.
No es cuestión de reírse, aunque den ganas. La caverna ultra
española es muy peligrosa cuando pierde poder; la historia de nuestro país está
llena de ejemplos. Ahora el pastel empieza a desinflarse porque fallan los
ingredientes. Una buena parte de los medios han promocionada a la triple
derecha hasta la náusea. El problema son sus líderes: endebles y con evidentes
signos de nerviosismo. Vayamos a Albert Rivera que es quien les preocupa
fundamentalmente. Lo consideran el más
presentable frente a ese pollo sin cabeza que preside el PP y los sueños
húmedos de llevar a Abascal a caballo a la Moncloa todavía no lo ven viable, al
menos de momento.
A Rivera se le ha caído de bruces al lodo el fichaje en
Castilla-León. Silvia Clemente ha sido apeada tras un flagrante hinchado de
votos en las primarias, en las que salieron más papeletas que votantes. Este
dechado de virtudes que Ciudadanos arrebató al PP tiene un amplio historial –lo
resumía aquí Ignacio Escolar–. Y no es nada desdeñable lo que cuenta al final
del artículo: la presidenta de las Cortes de Castilla y León gastó más de
700.000 euros en publicidad y reportajes pagados en 2016. Y, en 2018, un jurado
compuesto por los directores de los principales medios de comunicación de
Castilla y León premió a Silvia Clemente como "comunicadora del año".
Lo de Ciudadanos en Castilla y León le pasa a Podemos y el auto sacramental no
se apaga hasta abril del 2020, comentó el periodista Enric Juliana.
Cuando el jefe de opinión de El Mundo habla de dinero
público para estos fines sabe lo que dice. Pero normalmente quien usa esas
tácticas es la derecha con los abundantes medios de la derecha.
Rivera fue entrevistado –es un decir– por TVE en el
telediario de las 9 el lunes. También, como Casado, dijo a placer lo que le
convino. El rigor había sido más severo para Pedro Sánchez y, sobre todo, para
Irene Montero.
Rivera miente al decir que ha habido un golpe de Estado en
Cataluña. Si realmente fuera "constitucionalista" lo sabría. Sánchez
no ha pactado con Torra y Bildu, apoyaron la moción de censura. El colmo es no
pronunciarse sobre si Vox, con quien Ciudadanos ha pactado de facto en
Andalucía, es constitucionalista, pero afirmar que "Sánchez, desde luego,
no lo es".
Se les desinfla Albert Rivera, mientras Casado sigue su
despendolada gira soltando insensateces. Grave la de volver a la teoría de la
conspiración en el 11M, en donde tan grave responsabilidad tiene su partido,
dando otra bofetada a las víctimas. "El problema ahora es que el PSOE lo
maneja Torra directamente", soltó en 13Tv. Y ni se inmuta.
Al PP le sale también su fondo de armario con una Soraya
Sáenz de Santamaria que ficha por el bufete de Cuatrecasas. Su líder fue
condenado por ocho delitos fiscales pero evitó la cárcel tras pactar con el
fiscal y la Abogacía del Estado que dependía de Santamaría. Cuatrecasas se
convirtió en asesor de la Sareb, el banco malo, tras ayudar al gobierno del PP
a crear un fondo de liquidez para proveedores por la cifra simbólica de un
euro. El bufete pasó a trabajar para inversores internacionales que compraron
activos tóxicos a la entidad. La firma es la segunda del mundo y la primera
española que más denuncias de inversores extranjeros contra España ha logrado
captar tras los recortes del PP a las renovables. Aquí, en Eldiario.es, la
información completa.
La tercera pata de la derecha viene con X. Se ratifican los
vínculos con la Fundación Francisco Franco. En España todavía hay un gran
número de ciudadanos que no comulgan con el fascismo pleno, menos mal. El
fascismo asesino y cruel que sigue arrojando las evidencias de su terrible
legado. Nuestro compañero Carlos Hernández ha documentado la existencia de casi
300 campos de concentración que el régimen mantuvo hasta finales de los 60.
Entre 700.000 y un millón de españoles pasaron por ellos, hasta 5 años,
sufriendo torturas y trabajos forzados. Lo cuenta en el libro que acaba de
publicar. Quienes votan fascismo agreden a la sociedad, por tanto.
La derecha está preocupada y se nota. La derrota en las
urnas ha de ser contundente. Por supervivencia. Por esperanza de futuro, aunque
sea imperfecto. La otra opción son las catacumbas. Pero nos esperan tiempos en
los que esgrimirán todas sus armas y, visto el material, sabemos que no se
paran ante nada.
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