miércoles, 22 de agosto de 2018

Israa al-Ghomgham activista chiíta saudí , no ha sido ejecutada, de momento .

Arabia Saudí quiere hacer la primera ejecución de una mujer por motivos políticos  


Por Marta Valls Ribas

 Kaosenlared

Israa al-Ghomgham es activista defensora de los derechos humanos. Este año el régimen ha ejecutado, como mínimo, a sesenta y cinco personas.

La fiscalía de la Arabia Saudí pide la pena de muerte para Israa al-Ghomgham, activista defensora de los derechos humanos. Si la sentencia se ejecuta, será la primera mujer saudí a quien se aplicará la pena capital por motivos políticos. Su delito es haber participado en manifestaciones pacíficas para pedir el fin de la discriminación del régimen contra la minoría chiita y la libertad de los presos de conciencia. El 28 de octubre el juzgado tendrá que ratificar o denegar la condena.


El lunes circuló por la red que ya había sido ejecutada, pero era una noticia falsa.
Al-Ghomgham fue arrestada en 2015 por ‘actividades antiestablishment’. Desde entonces, ha pasado treinta y dos meses detenida, sin poder contar con la defensa de ningún abogado.
Su futuro está ahora a manos del tribunal penal especializado de Riad, encargado del caso. Este tribunal es el que dictó en noviembre de 2017 la implantación de la polémica ley contra el terrorismo, que penaliza hasta con diez años de prisión los insultos al rey o a la familia real y con penas de muerte ‘los actos de terrorismo’. La Organización Saudí Europea por los Derechos Humanos (ESOHR) describe a este tribunal como ‘un organismo totalmente parcial, controlado por el rey’. ‘Sus sentencias ya son dictadas antes del juicio, siempre en consonancia con el discurso oficial del estado’, afirmaba un informe publicado la semana pasada por esta organización. Pero este documento ha sido eliminado de la red y sólo queda la referencia que hicieron algunos medios.
Quién es al-Ghomgham?
Israa al-Ghomgham es originaria de la ciudad portuaria de Qatif, en la provincia Este del Arabia Saudí, donde hay una fuerte presencia de musulmanes chiitas y que durante las Primaveras Árabes del 2011 y del 2012 fue uno de los principales focos de protestas y de represión y violencia: fueron asesinados o arrestados miles de activistas. Fue entonces, también, cuando el nombre de Israa al-Ghomgham se situó bajo el foco de las fuerzas gubernamentales, como participante y activista en las protestas.
Es conocida por haber levantado la voz y haberse manifestado de manera pacífica a favor de los derechos de las mujeres, haber denunciado la persecución de los chiitas en la Arabia Saudí y haber criticado el régimen del rey Mohammed bin Salman. La decisión de la fiscalía ha alertado a los defensores de los derechos humanos y ha encendido la red. Aun así, también han aparecido mensajes que defienden la sentencia.
Pena de muerte: sesenta y cinco ejecutados en 2018
No hay cifras oficiales de personas ejecutadas por el régimen saudí. Según el Centro Cornell sobre la pena de muerte, hasta el 15 de agosto el Estado había asesinado, como mínimo, a sesenta y cinco personas. Aun así, según un recuento de la Agencia de Prensa Francesa (AFP), hasta el 17 de julio el número de ejecutados por el estado se sitúa en setenta y tres. Amnistía Internacional denuncia que el número real de sentencias de muerte es probablemente muy superior al número de ejecuciones conocidas.
Tampoco se puede confirmar el número de personas que están en el corredor de la muerte, debido a la carencia de cifras oficiales. El ESOHR asegura que, como mínimo, a estas alturas hay cincuenta y una personas esperando ser ejecutadas. De estos, ocho eran menores de edad cuando los detuvieron o cuando cometieron el crimen que se les imputa.
Según Amnistía Internacional (AI), los tribunales saudíes imponen la pena de muerte por varios delitos, como los relacionados con el tráfico de drogas, o por conductas que según las normas internacionales no tendrían que ser penalizadas, como por ejemplo ‘brujería’ o ‘adulterio’. ‘Muchas personas fueron condenadas a muerte en juicios injustos ante tribunales que las declararon culpables sin investigar adecuadamente las denuncias –dice la organización–. Las confesiones de los acusados son obtenidas mediante la coacción y la tortura.’ Además, en general, las autoridades no informan a las familias de los condenados que serán ejecutados inminentemente ni siquiera después.
Amnistía Internacional afirma que Arabia Saudí es el tercer país del mundo en número de ejecuciones por año, detrás China e Irán. En 2017 fueron asesinadas casi ciento cincuenta personas.
Los derechos de las mujeres, prácticamente inexistentes
Israa al-Ghomgham es defensora de los derechos de las mujeres en un país en que existe una carencia de derechos dramática. Las mujeres necesitan una autorización de un hombre tutor –padre, esposo, hermano o hijo– para matricularse en un centro de enseñanza superior, buscar trabajo, viajar o casarse. Tampoco reciben la protección adecuada contra la violencia sexual ni ningún tipo de violencia contra su condición de mujeres, tal como denuncia Amnistía Internacional.
A pesar de esta situación, Arabia Saudí forma parte de la Comisión de los Derechos de las Mujeres de Naciones Unidas desde abril de 2017, y de la entidad para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, también de las Naciones Unidas, desde abril de este año.
Cómo es que el Arabia Saudí forma parte de los organismos de la ONU? También se sorprenden los activistas de los derechos humanos. ‘El país estos últimos años ha hecho cambios marginales en el ámbito de los derechos de las mujeres, principalmente en el acceso a la educación superior y al mercado laboral’, dice Adam Coogle, investigador sobre Oriente Medio, en un artículo publicado por HumanRights Watch. ‘Pero estos cambios –añade– han sido obstaculizados o incluso anulados porque las autoridades han permitido que el sistema de tutela masculina continúe siendo intocable, de forma que los hombres continúan controlando la vida de las mujeres.’
Uno de estos cambios marginales es la despenalización de la conducción de las mujeres. El 24 de junio, por primera vez en la historia del reino, las mujeres pudieron conducir legalmente. Pero el proceso tampoco estuvo exento de polémica: pocas semanas antes el régimen había detenido a cuatro activistas que habían capitaneado las campañas a favor del derecho de conducir de las mujeres.

 Nota .- Se ve que  al ser publicado en la red el lunes ,. la noticia falsa , que había sido  ejecutada , desencadeno  que se publicara  lo que pasaba y logro además tener abogados que la defiendan

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