La nazificación del trabajo según Heidegger
fliegecojonera
Heidegger, ¿un nazi típico?:
Los discursos, conferencias y proclamaciones políticas del filósofo más
influyente e importante del siglo XX, Martin Heidegger, pronunciados
entre los años 1933 y 1934 han sido editadas por primera vez en alemán
en el tomo 16, Band 16 Reden und andere Zeugnisse eines Lebensweges (1910-1976) de las obras completas, las Gesamtausgabe, llamadas “integrales”.
Constituyen un brulote de prosa ultranazi. Las lecturas de estos textos
nos revelan no sólo el compromiso radical del filósofo con Hitler, sino
que ni la brutalidad policial, ni los campos de concentración, ni la
quema pública de libros, ni la persecución a judíos y comunistas, ni la
instauración de una dictadura de partido único, ni siquiera la matanza
ilegal y atroz de los militantes de las SA en junio de 1934, hicieron
mella en sus creencias políticas. Hace falta evocar estos textos
(inéditos en español) para penetrar en este período negro y distinguir
hasta qué punto está comprometida la filosofía heideggeriana con el
nacionalsocialismo. Es más: Heidegger no duda en ir más allá del centro
de oscilación ideológico del nacionalsocialismo: es un entusiasta
radical de los nuevos campos de trabajo forzados, exalta a la raza
endurecida, alaba a la guerra como única salvación posible, está
convencido de la sanidad racial del pueblo alemán a través de la
eugenesia, es un antimarxista rabioso. El semestre del invierno europeo
1933-1934 es el período más activo del filósofo y ahora Rektor-Führer
Martín Heidegger: de mayo de 1933 a noviembre de 1934, a lo largo de
cuatro cursos universitarios, realiza más de veinte discursos y
conferencias donde pone su filosofía al servicio de la consolidación
del NS-Staat. El discurso que presentamos por primera vez traducido al
español es un ejemplo de la fascinación de Heidegger por una de las
instituciones más típicas del estado nazi: los campos de trabajo (Arbeitslager).
Los campos no sólo servían como re-educación, sino como una
manifestación sin mediaciones “liberales” o “marxistas” de la comunidad
racial-popular, la “Volksgemeinschaft”. Pero Heidegger no solo es un teórico völkisch, su pasión la llevó a la práctica: organizará un campo en Todtnauberg, cerca de su mítica cabaña de montaña, su Hütte,
del 4 al 10 de octubre de 1933. Sus participantes serán estudiantes que
pertenezcan obligatoriamente a las SA, SS y eventualmente la
organización hermana de los Stahlhelm. Sus integrantes marcharán con sus uniformes pardos desde Freiburg, en orden militar cerrado con el brazalete con la swástica. Günther Anders,
el malogrado pensador marido de Hanna Arendt, poseía una carta postal
de propaganda del NSDAP de Freiburg, donde podía verse al Rektor Heidegger
desfilar con el uniforme pardo a la cabeza de las SA de la ciudad.
También recordaba que durante todo ese año Heidegger daba sus cursos
con la camisa parda y que los estudiantes debían saludar con un ¡Heil
Hitler!. No nos sorprende entonces el entusiasmo y el amor militante de
Heidegger en este discurso por no sólo militarizar la vida
universitaria, sino transformar el concepto de trabajo en la versión
nacionalsocialista. Si el trabajo era para Marx esa mercancía especial
que permitía, a través de su doble carácter, explicar el secreto de la
explotación bajo el capitalismo, para el fascismo en general el
plusvalor no es histórico sino eterno, y lo que debe modificarse es el
principio de organización social basado en lazos formales y
reorganizarlo bajo la identidad de la Tierra y la Sangre. Ahora sí
tiene sentido ese lema que se presentaba como una broma siniestra, El
trabajo a la comunidad nacional nos hace libres, “Arbeit macht frei”.
Y justificar el universo de los campos, en sus diferentes versiones,
como instituciones no sólo legítimas sino necesarias para la existencia
del pueblo alemán como tal.
Ascenso y consolidación de Hitler:
A lo largo del año 1933, el “año de la decisión” como lo presentaba la
ideología nazi, Baden y en especial su capital, Freiburg, fueron la
avanzada del fanatismo y la nivelación (“Gleichschaltung”)
racial de toda Alemania. Hay que señalar que ya en las elecciones de
1932 el NSDAP era el partido mayoritario de la región y tras el éxito
en las elecciones (las últimas semilibres) en marzo de 1933, se rompió
todo formalismo constitucional. El ministro del Interior de Hitler,
Frick, nombró Reichskommissar al temible Wagner, quien disolvió el
gobierno provincial y creó un cuerpo paramilitar de apoyo formado por
500 miembros de las SS, SA y los Stahlhelm, persiguiendo todo forma de
oposición o protesta. La “Casa del Pueblo” de Freiburg, sede de los
sindicatos, fue violentamente atacada hasta su cierre definitivo. Al
poco tiempo fue asesinado por dos policías el muy conocido diputado
socialdemócrata de origen judío Nussbaum. En la plaza de la catedral de Freiburg,
el NSDAP organizo un mitin multitudinario bajo el lema “Manifestación
contra el marxismo”. Todos los parlamentarios y concejales comunistas y
socialdemócratas fueron encarcelados sin más, prohibidos los partidos
políticos, disueltas las organizaciones que no respondieran al NSDAP y
los órganos de la prensa independiente cerrados o censurados. En esa
época ya existían dos campos de concentración muy conocidos en Baden,
ambos ubicados en el pueblito de Heuberg,
una aldea cercana al pueblo natal de Heidegger, Messkirch. Los campos
quedaron chicos y fueron cerrados en 1935, trasladándose a los presos
(en su mayoría comunistas, anarquistas, socialdemócratas y
“pacifistas”) al temible KZ Dachau.
En 1933 el alcalde nazi de Freiburg, el Doctor Franz Kerber, dirigió un
boicot público contra los comercios judíos y se publicó una lista desde
el Ayuntamiento con los nombres de abogados, médicos y otros
profesionales judíos para que también se los boicoteara. En abril de
1933 se promulgó para toda la provincia una ley de “re-estructuración
de la función pública”, pionera en la limpieza racial, que notificaba
la expulsión de todos los judíos de la administración pública y, por
supuesto, de las universidades. La depuración étnica en Baden se
completaría recién en 1940, cuando los últimos 5.617 judíos fueron
enviados al KZ Gurs
(Pirineos franceses), el lugar donde estuvo internado Jean Améry, para
luego desaparecer en los infiernos de los campos de exterminio del
Este. Es en este contexto que hay que interpretar y sopesar las
palabras de Heidegger.
Trabajo forzado y nacionalsocialismo: El “Servicio de Trabajo del Reich”
o simplemente conocido como “RAD” por sus siglas alemanas
“ReichsArbeitsDienst”, era un programa de trabajo forzoso en obras
públicas que requería seis meses de servicio de cada hombre comprendido
entre los dieciocho y veinticinco años, para las mujeres el “RAD” era
voluntario pero las presiones para el reclutamiento eran muy intensas.
Los jóvenes vivían en campos de trabajo (“Arbeitslager”) y por sueldos
de subsistencia, de los cuales se deducían descuentos obligatorios a
diversas agencias del NSDAP, y trabajaban en labores como cultivos de
tierras pobres, construcción de canales de riego, saneamiento de
campos, etc. Graduados universitarios y de las Escuelas Superiores,
bachilleres, artesanos, campesinos, obreros y desempleados se dedicaban
todos juntos a las mismas tareas serviles, parte de la ideología de la
“Volksgemeinschaft”, la superación conservadora de la sociedad de
clases, además se inculcaba respeto por la mitológica figura del
“Trabajador”. El regimentado entrenamiento y la experiencia en las
duras condiciones laborales, prepararían a los jóvenes para la futura
“Mobilmachung” de la guerra. Aunque con características similares al “Civilian Conservation Corps”
del “New Deal” de Roosevelt, el RAD era una organización paramilitar
que se integraba al nuevo aparato de poder del estado
nacionalsocialista, con sus propios uniformes y rangos, propia
jerarquía (compañía, batallón, regimiento), burocracia, líderes y su
propio órgano de prensa y propaganda, “Der Arbeitsmann”. Su origen fue
la reforma y unificación de los servicios de trabajo heredados de la
República de Weimar, los “Freiwilligen Arbeitdienste” creados por Konstantin Hierl
en 1931. Su objetivo era triple: bajar el paro, poner en práctica la
ideología comunitaria racial del nacionalsocialismo, preparar el rearme
general de Alemania. El motto nazi del servicio se resumía en
una tríada: “Schulpflicht-Arbeitdienstpflicht-Wehrpflicht” (escuela
obligatoria, servicio de trabajo obligatorio, servicio militar
obligatorio). El primer Führer del RAD fue Franz Seldte,
antiguo dirigente de los conservadores Stahlhem, los “Cascos de Acero”,
quien en 1934 integró los diversos sistemas dentro del ministerio de
trabajo, el Reichsarbeitministerium. En la fundamentación jurídica del
RAD en el NS-Staat, conformado como ley el 1º de junio de 1935, en su
primer parágrafo señalaba que “Der Reichsarbeitsdienst (RAD) ist
Ehrendienst am deutsche Volk”, o sea: el Servicio del Trabajo Imperial
es un servicio de honor en el Pueblo Alemán… El RAD se dividía en dos
secciones: la femenina (Reichsarbeitsdienst der weiblichen Jugend,
RAD/wJ) y la masculina (Reichsarbeitsdienst Männer, RAD/M).
Regionalmente se dividían en distritos divisionales de trabajo,
Arbeitsgau; cada uno de esos distritos era comandado por un oficial con
su cuartel general y su propio staff administrativo. En cada distrito
se conformaban entre seis y ocho grupos de trabajo (Arbeitsgruppen),
batallones de trabajo de entre 1200 y 1800 trabajadores. Cada miembro
raso del RAD era equipado por el estado con una bicicleta y una pala.
Trabajo y militarización: El
RAD, asimismo, formaba parte de la idea fuerza de Hitler “¡Alles für
Wehrmacht!” (¡Todo para el Ejército!), que planteaba que toda medida
pública de creación de trabajo sería examinada en función de su
utilidad para la preparación militar de Alemania, calculada en cinco
años. El RAD era una Wehrmachtsgefolge,
literalmente una fuerza auxiliar de las fuerzas armadas, que podían ser
incluidas bajo la protección de la Convención de Ginebra y rápidamente
militarizadas a nivel profesional. Las primeras medidas del llamado
‘Plan Reinhardt’ se implementaron entre el 1 y el 27 de junio de 1933:
ley para la reducción del paro y ley para la construcción de las
“Autobahn” del Reich. Toda la movilización estatal contra el desempleo
encubría, bajo el manto ideológico de la “Volksgemeinschaft”, la
comunidad racial sin clases, una vigorosa política de rearme. A esta
verdadera economía de guerra en tiempo de paz se le sumó una serie de
medidas, el llamado ‘socialismo práctico del NSDAP’, para terminar de
conquistar a la reacia clase obrera alemana: protección al trabajo
femenino y contra los despidos sin indemnización, vacaciones pagas,
prestamos blandos para nuevos matrimonios, el ‘Auxilio de Invierno’
para llevar ayuda a cuatro millones de indigentes, etc. La consigna de
Hitler en cuanto a estas medidas siempre fue concisa y clara: “Keines
Arbeitsbeschaffung ohne Wehrhaftmachung” (No hay creación de trabajo
sin movilización de rearme). Durante el inicio de la Segunda Guerra
Mundial, unidades del RAD trabajaron en la segunda línea tanto en la
invasión de Noruega como en el frente de Francia. Su tarea era de apoyo
logístico (alimentos y municiones), reconstrucción de carreteras,
puentes y aeródromos, además de construcción de fortificaciones
fronterizas y costeras (la Ostwall, la Westwall y la más famosa la
Atlantikwall), búnkeres, campos de minas y como unidades de vigilancia
de puntos estratégicos y prisioneros. Cuando se desató la invasión a la
URSS en 1941, unidades del RAD fueron usadas en operaciones contra
partisanos. En 1943 fueron instruidos miles de trabajadores del RAD
como auxiliares para la artillería antiaérea por la Lutwaffe. A partir
de 1944 la militarización del Arbeitsdienst se hizo vital para
Alemania: seis divisiones, las RAD-Infanteriedivisionen, fueron
formadas para integrar, junto con el Volkssturms, la última jugada de
Hitler para ganar la guerra.
Historia de una foto:
el “Führer” de la Universidad de Freiburg aparece en esta interesante
(y poco difundida) foto oficial. Apareció en el número 31 de la revista
“Minerva. Jahrbuch der gelehrten Welt” en el año 1934, editada en
Berlin y Leipzig, más o menos por la misma época de este discurso.
Heidegger aparece teatralmente en su despacho, el Eigenschaft, de
Rector con un traje regional bávaro color pardo. Su mirada irradia
visión de futuro y decisión, sobre un escritorio inmaculado y en orden,
mientras le respaldan siglos de sabiduría germánica desde la biblioteca
en segundo plano. En su solapa luce ostentosa, casi como vórtice del
retrato, el águila dorada con la swástica del NSDAP. La foto incluye la
firma manuscrita del filósofo.
“El Servicio de Trabajo del Imperio (RAD) y la Universidad Alemana”
(20 de Junio de 1933)*
En
el futuro la escuela no disfrutará de su antigua posición exclusiva en
la educación. Con el RAD (“ReichsArbeitsDienst”) se ha levantado una
nueva y decisiva fuerza educativa (“Erziehungsmacht”). El Campo de
Trabajo (“Arbeitslager”) ahora toma su lugar al lado del hogar, de las
ligas juveniles, del servicio militar y de la escuela.
En
el Campo de Trabajo (“Arbeitslager”) vemos realizarse, concretamente,
el lugar de una manifestación nueva y sin mediaciones de la Comunidad
del Pueblo (“Volksgemeinschaft”). Los jóvenes alemanes, en el futuro,
podrán ser gobernados por el conocimiento del trabajo (“vom Wissen um
die Arbeit”), saber en el cual el Pueblo concentra su fuerza, en el
orden para experimentar la dureza de su existencia (“Dasein”),
preservar el impulso de la propia Voluntad, y aprender nuevamente el
valor de sus múltiples habilidades. El Campo de Trabajo
(“Arbeitslager”) es, al mismo tiempo, un campo de entrenamiento de
Líderes de todos los grupos sociales y profesiones (“Schulungslager für
das Führertum in allen Ständen”). Lo que cuenta en el campo es la
actividad ejemplar y el trabajo en conjunto, pero no establecido por
quien supervisa. En cuanto a aquellos que tienen la ocasión de hacer
una ‘pequeña visita”, ellos no se aproximan ni cercanamente a la
realidad de los campos de trabajo y a su novedad.
El
Campo de Trabajo (“Arbeitslager”) no sólo despierta y educa en el
conocimiento de la comunidad trabajadora a todos los grupos sociales
(“die arbeitende Gemeinschaft aller Stände”), sino que en el futuro
este conocimiento del trabajo, arraigado en las almas de los jóvenes
alemanes, podrá tener también un efecto purificador sobre la escuela y
podrá entonces legislar qué es lo que se puede y qué es lo que no se
puede, lo que se debe y lo que no se debe.
El
Campo de Trabajo (“Arbeitslager”), como institución educativa,
institución autónoma, con su peculiares características y en propio
derecho, se vuelve una fuente nueva de todas esas energías por las que
todas las otras instituciones educativas, sobre todo y especialmente la
escuela, están forzadas a decidir (“zur Entscheidung”), y en
consecuencia, a transformarse.
Nuestra
Universidad esta rodeada en su vecindad inmediata por los Campos de
Trabajo del “RAD”, que están co-dirigidos y supervisados por maestros
de esta institución.
El
Campo de Trabajo (“Arbeitslager”) una nueva realidad (“neue
Wirklichkeit”) está presente. Esta realidad sirve como un símbolo del
hecho de que nuestra Universidad esta abriéndose a sí misma a la nueva
fuerza educativa encarnada en el servicio al trabajo, al RAD. Campo de
Trabajo y Universidad están resueltos a traer juntos, en un recíproco
tomar y dar, las fuerzas educacionales (“erzieherischen Mächte”) de
nuestro pueblo dentro de una Totalidad (“Einheit”) nueva enraizada y
arraigada, y a partir de la cual el pueblo se empeña, en su estado, de
actuar por su destino colectivo (“Schiksal”). Triple ¡Sieg Heil!
M. Heidegger, Rektor
(El
texto fue tomado del original editado por Guido Schneeberger en Suiza
en los años '60. Se ha contrastado con las pésimas traducciones al
francés y al italiano, así como la versión en inglés. Traducción:
Nicolás González Varela)
http://fliegecojonera.blogspot.com/2007/04/la-nazificacin-del-trabajo-segn.html
Nota del blog..
Nota del blog..
Se publicó el quinto volumen
de los Cuadernos Negros de Heidegger, Peter Trawny editor de los cuadernos se extraña
que este “artista del pensamiento” diga en
este nuevo volumen QUE EL MISMO NO
COMPRENDE LO QUE ESCRIBE... "Para el mesías de Friburgo querer hacerse entender
implica la ausencia de pensamiento". No lo digo yo, lo dice en Le Monde
Diplomatique Sidone Kellerer…una investigadora especialista en él, como no puedo poner el articulo, pongo otro
de ella, que ya decía algo de ello, pero la
referencia era a los cuadernos anteriores, “los nómadas semitas” que ya mencionó Faye y que solo recibió insultos. Pero al igual los insultos al autor del articulo de arriba N.G. Valera, " acusar de antisemitismo a Heidegger, es puro ejercicio demagógico de carácter amarillista y sensacionalista....rebosan oportunismo , ignorancia hipocresía , inquina ,resentimiento y mediocridad" Alejandro Escudero Pérez...en Heidegger y la crisis de la modernidad política ,UCM , eso ya publicados los primeros cuadernos.. parte de la teorías de la posmodernidad estaban influidas por el y se les derrumba , el mesías de Friburgo. Pero parece que se les derrumba la filosofía . Pero ver a un investigador insultar a otro y de esa forma , no dice nada bueno de él.. y encima ocultando lo que dicen los Cuadernos Negros ..
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