La economía española ofrece signos de un cambio de tendencia
(el llamado milagro Rajoy), amanecer económico pintado con los trazos rosáceos
de las vísperas electorales pero teñido de preocupantes claroscuros.
Por German Gorraiz López
Kaos en la Red
La economía española se ha basado en el último decenio en la
conocida “dieta mediterránea”, (cuyos ingredientes principales eran el “boom”
urbanístico, la exportación, el turismo y el consumo interno), fórmula que
creaba excelentes platos minimalistas, de apariencia altamente sugestiva y
precio desorbitado pero vacíos de contenido culinario y con fecha de caducidad
impresa (2008), debido al estallido de la burbuja inmobiliaria y el hundimiento
del castillo de naipes de la economía española, pero desde el 2015 la economía
española ofrece signos de un cambio de tendencia (el llamado milagro Rajoy),
amanecer económico pintado con los trazos rosáceos de las vísperas electorales
pero teñido de los siguientes claroscuros:
La Gran Banca, parásito hematófago
La gran Banca española (verdadero mini-estado dentro del
Estado), se habría transmutado en parásito hematófago (chinche doméstico),
organismos chupópteros que no viven permanentemente sobre su hospedador o
víctima sino que sólo se acercan a él para alimentarse y tras succionar hasta
la última gota de sangre los abandonan exangües y desahuciados (según el FROB,
cerca de 167.000 afectados por la venta irregular de preferentes de Bankia, NCG
Banco o Catalunya Banc no podrán recuperar ni tan siquiera un pequeño porcentaje
de su inversión al tiempo que se producirían 220 desahucios diarios y del
parque de viviendas viviendas vacías que podrían destinarse al alquiler social,
un mínimo de 600.000 serían propiedad de entidades financieras o del Banco malo
según un informe de la PAH (Plataforma de Afectados por la Hipoteca).
Agudización de la fractura social
Según el índice de Gini (indicador utilizado para medir si
la distribución de ingresos o de gastos entre individuos u hogares de una
economía se aleja o acerca a una distribución perfectamente equitativa), España
sería el segundo país más desigual de la UE, sólo superado por Letonia. Así, la
cruda realidad nos recuerda que el número de hogares con todos sus miembros en
paro se ha elevado hasta niveles insoportables y cada vez son más los parados
de larga duración que pierden todo tipo de subsidio, pues aunque el Gobierno
del PP ha prorrogado la ayuda del Plan Prepara debido a la presión social,
incluirá modificaciones sustanciales que limitarán el acceso de los parados a
dichas ayudas en función de su colchón familiar. Así, la renta de todo el
núcleo familiar (padres inclusive), servirá para determinar si se tiene derecho
a recibir una ayuda que sube a 450 € para los parados de larga duración que
tengan al menos tres familiares a su cargo, estableciéndose el listón en los
481 euros mensuales por cada miembro de la unidad familiar y quedando
descartado todo solicitante que sobrepase dicha cifra.
Por otra parte, según el Consejo Económico y Social, 422.600
hogares vivían gracias a la pensión de los abuelos con ingresos medios de 840 €
y que a pesar de su exigüidad, constituía hasta hoy el último salvavidas de los
restos del naufragio económico español , pero teniendo en cuenta que se ha
establecido por Ley un mínimo incremento de las pensiones de un 0,25 %, el
colchón familiar verá reducido su grosor y se elevará el riesgo de pobreza y
fractura social. Así, según el último informe de Intermon Oxfam sobre “Crisis,
desigualdad y pobreza”,se advierte que de continuar los recortes sociales, la
pobreza en España podría llegar a afectar al 40 % de la población en el
horizonte de la próxima década. En la actualidad, según dicha ONG, la tasa de
pobreza se situaría en el 27% de la población y afectaría ya a casi 13 millones
de personas) y según Cáritas tres millones de personas vivirían ya en situación
de “pobreza severa” ( menos de 307 euros al mes) mientras el número de
millonarios en España habría aumentado un 13% en el último año según datos de
Eurostat, con lo que se está agudizando de forma vertiginosa una fractura
social de resultados impredecibles.
Empleo basura, sueldos tercermundistas y colapso del Sistema
de Pensiones
El milagro económico del paraíso neoliberal de Rajoy tendría
como efectos colaterales el incremento desmesurado del trabajo precario en
España (más de 6 millones de personas), la desaparición del mito del puesto de
trabajo vitalicio ( tasa del 90% de contratación parcial) y progresiva pérdida
de poder adquisitivo de asalariados y pensionistas. Además, el Instituto
Nacional de Estadística (INE) prevé que el país pierda un millón de habitantes
en la próxima década, una tendencia que va a empeorar a medida que la
generación del baby-boom comience a fallecer,dibujándose un escenario
insostenible para el 2021 en que la “tasa de dependencia” según el INE, crecerá
en un 57% , lo que supone que habrá seis personas inactivas ya sea jubilados ,
parados o estudiantes por cada persona activa lo que podría conllevar el
colapso de la Seguridad Social en el horizonte del 2.021, por lo que la OCDE
recomendó “retrasar la edad de jubilación más allá de los 67 años e incentivar
las pensiones privadas, incluso con carácter obligatorio, porque prevé que en
el futuro se reducirán los beneficios de los sistemas públicos”.
¿Muera la inteligencia?
Desde el 2009 los recortes en I+D+I ascienden al 40 % con
una inversión del 1,33% del PIB y cada vez más lejos del 2% de media de la UE,
lo que tendrá como efectos colaterales la drástica reducción de becas para
investigadores y la asfixia por inanición económica de múltiples proyectos
científicos y tecnológicos. Así, el Centro Superior de Investigaciones
Científicas (organismo con 130 sedes y más de 13.000 trabajadores, entre
investigadores y técnicos), habría sufrido en los últimos cuatro años una merma
del 30% de financiación pública. Por otra parte, según un estudio elaborado por
FENAC (Federación Nacional de Asociaciones de Consultoría), desde 2.008 se
habrían marchado de España más de 300.000 jóvenes (la mayoría jóvenes
universitarios en busca de un primer empleo), con lo que se conjuga el fiasco
inversor de un Estado que tras haber gastado en la formación de cada titulado
unos 5.000 € (el alumnado sólo paga el 20% del coste real de la matrícula),
asiste impotente a la sangría imparable de la fuga de cerebros.
De seguir obviando la inversión en inteligencia, España
podría convertirse en la próxima década en un país tercermundista a nivel de
investigación e innovación, condenado a comprar patentes extranjeras y producir
productos de bajo perfil tecnológico que requieran mano de obra de escasa o
nula cualificación y fácilmente explotable, pues aunque España sigue
compitiendo en gran número de sectores con las economías de referencia al tener
costes laborales competitivos, tendría como Talón de Aquiles de sus
exportaciones el reto de la calidad de sus productos y el no estar bien
posicionada en los mercados emergentes.
GERMÁN GORRAIZ LOPEZ-Analista
Las gráficos sonde ahí ...
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