miércoles, 27 de noviembre de 2019

¿Cuánto tardara en caer Piñera ? .



Jorje Alaminos , en Rebelión
La caída de Piñera, una escena extraordinaria






La imagen es simplemente extraordinaria: Sebastián Piñera, el actual Presidente de Chile, una especie de niño símbolo de la especulación financiera neoliberal, cae víctima del mismo sistema del cual tanto se benefició y promovió hasta el paroxismo.
Piñera se hunde a una velocidad inusitada, víctima de sus propias víctimas. De todos aquellos que durante décadas cargaron sobre sus hombros el peso del modelo económico, pero que de manera sistemática fueron excluidos de los beneficios.

Su “carrera” en el mundo financiero comenzó con la estafa al Banco de Talca, ya a estas alturas por todos conocida. Como gerente general otorgó créditos a empresas recién creadas y sin capacidad de cubrirlos, que a su vez compraban acciones del propio banco. Ideólogos de la estafa fueron Sebastián Piñera, Carlos Massad y Emiliano Figueroa. Aunque Piñera afirma no haber ido a la cárcel, Mónica Madariaga señaló en más de una oportunidad que, siendo Ministra de Justicia, pidió su libertad bajo fianza a solicitud de su hermano José Piñera, de quien era colega en el gabinete de Pinochet. Como sea, el hecho es que Sebastián Piñera fue condenado, estuvo más de 20 días prófugo y cuando la Corte Suprema resolvió su caso favorablemente, el obispo Bernardino Piñera, toda una autoridad en la época (hoy acusado de abusos sexuales), incidió en la decisión de los jueces. A ello se agrega el conveniente extravío de un expediente clave para el caso.

Durante el proceso se descubriría, además, que algunas de las empresas creadas para desfalcar al Banco de Talca usaban beneficios que entregaba el Banco Central a los exportadores, fingiendo desarrollar esa actividad.

Piñera se alejaría de sus socios (Massad y Figueroa) no sólo por este hecho, sino porque estos le habían encomendado comprar acciones de Redbanc a nombre de Infinco, la empresa que habían creado para asesorar al Banco de Talca e instalar el negocio de las tarjetas de crédito en el país. Con una astucia de la cual más tarde haría gala, Piñera las compró. Pero para él.

La mitología refiere equívocamente a esta historia la enemistad que desarrollaría con otro empresario, no menos truculento, fallecido en 2008: Ricardo Claro.
Desde ahí su carrera es conocida, lo mismo que los problemas en que se vio envuelto por su afán de correr el filo de le ley: uso de información privilegiada en la compra de acciones de LAN, el caso “Cascadas”, el de la pesquera peruana Exalmar, las empresas “zombies” y un largo etcétera.

Lo interesante de estos hechos es que Piñera fue uno de los principales impulsores y beneficiarios del desarrollo del mercado financiero chileno, fortalecido durante la dictadura del general Pinochet. En gran parte, gracias a la creación de las AFP (invención de su hermano José), que a través del ahorro previsional coercitivo de toda la población generaron una fuente inagotable de capital para nutrir dicho mercado financiero.

Su carrera política no recorre un camino muy distinto y no viene al caso describirla. Baste con recordar el célebre episodio de la radio Kioto de Ricardo Claro, el 23 de agosto de 1992, que mostró cómo Piñera complotaba para tratar de arruinar las opciones electorales de su principal contendora dentro de la derecha: Evelyn Matthei. O su referencia repetida hasta el cansancio de su voto por el “No” en el plebiscito de 1988, con que siempre ha pretendido negar su vínculo anterior y posterior con la dictadura cívico-militar (no olvidar su rol de generalísimo de Hernan Büchi en la campaña frente a Patricio Aylwin). Su actuar reciente, que lo llevó a devolver los militares a la calle, demuestra que su íntima cercanía con el golpismo y la violación a los derechos humanos era mucho más profunda de lo imaginado. Conocedor de los vericuetos legales y de las vías de escape, seguramente intentará escabullirse de sus responsabilidades presentes. De las históricas no podrá.

Para no ser menos que Michelle Bachelet quiso también gobernar por dos períodos. Y si ella se transformó en una líder global en temas de derechos humanos, él quería hacer lo propio, pero en el área medioambiental.

Cegado por su oportunismo, sin embargo, no leyó lo que pasaba delante de sus ojos. No supo ver que mientras recibía beneficios ilimitados del modelo que aún insiste en tratar de perfeccionar, la mayoría de la población padecía las inclemencias de tributarle su sudor cotidiano a personajes como él.

Tampoco pudo entender que no posee el carisma, ni la credibilidad que se atribuye. Cuando se vive sólo entre pares, acostumbrados a sobarse unos a otros la espalda y a pasarse la mano en la dirección del pelo, o entre empleados condescendientes por temor a perder el trabajo, no se puede saber que no se tiene carisma o no se es gracioso, ni que fuera del círculo no le obedecerán por el sólo hecho de ser quien es.

En el fondo, no entendió la diferencia entre la subordinación y el silencio, ni entre el empleado y el ciudadano.

La principal paradoja no es, sin embargo, que su soberbia y ceguera lo llevarán a ser el sepulturero del sistema del cual profitó e impulsó, sino que el sepelio lo encabezará un cortejo de muchachos y muchachas quinceañeras, quienes escucharán a Los Prisioneros y Víctor Jara. Música que seguramente tanto despreció y aún desprecia. 
--------------------------------------------------------------------------------------
Ver  ...
¿La burguesía dejará caer a Piñera?
https://rebelion.org/noticia.php?id=262835
Aumentan las denuncias por represión y torturas en Chile.
https://diariolavoz.net/2019/10/23/aumentan-las-denuncias-por-represion-y-torturas-en-chile/
y ver  ..
https://www.telesurtv.net/multimedia/imagenes-fotos-resistencia-santiago-chile-20191117-0029.html
.
Resultado de imagen de represion en chile 2019
¡Estamos en guerra!!.  Dijo al  sacar el ejercito a la calle.
 Resultado de imagen de represion en chile 2019

y  ver  ...
 Foto reportaje: SOS Chile
https://www.telesurtv.net/opinion/chile-protestas-fotoreportaje-20191126-0032.html

La justicia española , tal cual.


 




   


Un día negro de la justicia española en Europa



Los tres reveses, al Tribunal de Luxemburgo, el Tribunal de Estrasburgo y el Parlamento Europeo, son tres avisos sobre lo que puede venir en breve.

'Cuando España juega fuera de casa no puede interpretar la ley como quiere'. Son unas declaraciones del cantante Josep Miquel Arenas, alias Valtònyc, hoy mismo. Lo dijo poco después de haber sabido que el abogado general de la UE considera que la justicia española no puede pedir su extradición aplicando una legislación más dura que no aquella que había vigente cuando cantó las canciones por las que le persiguen. Las palabras de Valtònyc resumen los diversos golpes que ha recibido la justicia española en una día negro para las pretensiones de castigar la libertad de expresión de un cantante, de calificar de terroristas los CDR y de hacer un uso abusivo del Tribunal Constitucional contra dos prisioneros vascos. Como ya ocurrió en 2018 con las euroórdenes desestimadas, y cómo puede volver a pasar las semanas y meses venideros, el tablero europeo ha vuelto a dejar en evidencia la estrategia represiva del estado español contra el independentismo.

En Luxemburgo, Valtònyc

Hoy era un día muy importante en el litigio con el estado español por la extradición de Valtònyc, porque el abogado general de la UE tenía que hacer públicas sus consideraciones sobre el caso. Este punto de vista no es vinculante para el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE), pero es tenido muy en cuenta y generalmente acaba determinando la posición del triunal. Y el abogado Michal Bobek ha dicho que España no puede reclamar la extradición de Valtònyc con un código penal posterior a los hechos por el que fue condenado, y que éste sea más duro que el que había vigente en el momento del supuesto delito. Si efectivamente el TUE acaba haciendo caso de la opinión del abogado general de la UE, la defensa del cantante habrá dado un paso muy importante para tumbar definitivamente la petición de extradición. La última palabra, con la resolución del TJUE en la mano, la tendrá Tribunal de Apelación de Gante (Flandes).

España pidió la extradición automática de Valtònyc por el delito de enaltecimiento del terrorismo, pero la legislación europea sólo permite esta vía rápida en caso de crímenes castigados en el estado en cuestión con tres años de prisión, como mínimo. Valtònyc fue condenado a dos años de prisión por el delito de enaltecimiento del terrorismo con la ley española de 2012, pero cuando se emitió la euroorden la pena máxima que marcaba el código penal era de tres años, a raíz de una reforma del 2015. Esta argucia española está a punto de ser invalidada definitivamente por la justicia europea. Y por defectos y anomalías técnicas, como ocurrió con el rechazo a la euroorden del juez Pablo Llarena contra los consejeros exiliados en Bélgica.

En Bruselas, ni se plantean el terrorismo con los CDR

Prácticamente a la misma hora que se hacía pública la decisión del abogado de la UE, en Bruselas el Comité de Libertades del Parlamento Europeo rechazaba de debatir la propuesta de Vox incluir los CDR en la lista de organizaciones terroristas. Los miembros del comité han seguido la recomendación de los coordinadores, que desestimaron 'por amplia mayoría', según fuentes parlamentarias, de incluirlo en la agenda. Sin embargo, Vox forzó ayer esta votación que ahora ha vuelto a perder por 53 votos a favor, 6 en contra y 3 abstenciones. En una intervención antes de la votación, la eurodiputada de ERC Diana Riba dijo que Vox intenta de obstaculizar el trabajo del comité y ha insistido en que 'en Cataluña no hay ninguna banda terrorista'.

'En Cataluña sí hay un malestar por una sentencia injusta', dijo la eurodiputada de ERC Diana Riba.

La posición de Vox no es aislada, dentro del estado español. Porque sólo el PP la suscribe, sino que la Audiencia española investiga por terrorismo sólo varios miembros de los CDR que están en prisión preventiva desde hace más de dos meses, sino que también ha empezado a investigar el Tsunami Democrático por terrorismo. Una punto de vista, amplificado mediáticamente por la mayoría de los medios de Madrid, que el parlamento europeo ni siquiera se ha tomado en consideración.

En Estrasburgo, derechos violados a prisioneros vascos

Y todavía un tercer revés en una sola mañana para la justicia española en el ámbito europeo. Y en este caso por la violación de un derecho fundamental a dos prisioneros vascos, a quien el Tribunal Constitucional español negó el derecho de presentar un recurso de amparo. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha condenado España porque su Tribunal Constitucional inadmitió los recursos de amparo de Ismael Berasategi Escudero y Rufino Arriga Arruabarrena, que pedían que les fuera computada la condena completa en el estado francés. El TEDH considera que España ha violado el artículo 6 del convenio de los derechos humanos que protege el derecho de un juicio justo. No avala, en cambio, la petición de computar las penas cumplidas en el estado francés. En las sentencias, los dos demandantes fueron condenados por delitos cometidos en Francia y relacionados con la pertenencia a ETA. En el año 2014 pidieron que sus condenas en Francia fueran computadas en España con el objetivo de avanzar su puesta en libertad.



Y lo que puede venir

Estos tres reveses son tres avisos. Porque hay en marcha otros procedimientos judiciales abiertos en Europa a raíz de la represión de la justicia española contra independentistas. La causa más destacada hasta ahora y de resolución más inminente es la que tiene que ver con la inmunidad de Oriol Junqueras como eurodiputado. El abogado de la UE ya dijo que el Tribunal Supremo español violó su inmunidad parlamentaria como eurodiputado electo, cuando le privó de sus derechos y prerrogativas manteniéndolo en prisión preventiva. Si el TUE se expresa en el mismo sentido, automáticamente Carles Puigdemont y Toni Comín podrían ver reconocida su inmunidad como europarlamentarios, incluso sin necesidad de que su demanda, en trámite en este mismo tribunal, sea resuelta. La decisión que tome el Tribunal de Luxemburgo sobre Junqueras puede generar una reacción en cadena que beneficie los intereses de Puigdemont y Comín, que fuerce el Tribunal Supremo español a retirar las euroórdenes contra ellos y contra los otros consejeros en el exilio, Clara Ponsatí y Lluís Puig, y puede dotar de argumentos y fundamento las eventuales demandas que los afectados presenten al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, empezando por Junqueras mismo.

 
https://translate.google.es/translate?hl=es&sl=ca&u=https://www.vilaweb.cat/noticies/justicia-espanyola-ue-luxemburg-estrasburg/&prev=search



Y  ver ..caso  Valtònyc
https://www.lavanguardia.com/politica/20191126/471879103807/valtonyc-orden-de-entrega-abogado-tjue-codigo-penal.html




   Y ver caso  Corte de Estrasburgo
https://www.lavanguardia.com/politica/20191126/471878964889/tribunal-europeo-derechos-humanos-tedh-condena-espana-inadmitir-recursos-amparo-presos-eta.html#yusp






martes, 26 de noviembre de 2019

El "pero Evo ".



Luc Descheemaeker en Rebelión

Bolivia, los intelectuales y la incomodidad .


Juan Manuel Karg



Imaginemos, por un segundo, el irrespeto que hubiera significado un “pero Allende...” el 18 de septiembre de 1973 [¿Tendrá algo que ver el hecho de que Allende era blanco?]

"El intelectual está para incomodar" es el latiguillo utilizado por algunos intelectuales ( y periodistas añado yo ) de América Latina y el Caribe para cuestionar en los últimos días a Evo Morales, quien sufrió un golpe de Estado y se encuentra asilado en ciudad de México, a 8500 kilómetros de La Paz.

Desde esta perspectiva, Morales habría incurrido en una serie de errores que, indefectiblemente, llevaron a este desenlace. “Cayó por su propio peso" fue otra de las apreciaciones que giraron en torno a esa construcción de sentido, en la cual el líder aymara sería responsable máximo de la situación actual de Bolivia. La idea de este artículo no es discutir con tal o cual intelectual, sino con las ideas centrales que han planteado, en base a lo que está sucediendo en Bolivia.

Empecemos: ¿por qué a algunos intelectuales ( y periodistas añado yo )les resulta más fácil "incomodar" a un expresidente que está asilado en otro país para intentar salvar su vida que "incomodar" a un gobierno de facto como el de Jeanine Añez, que a lo largo de una semana cuenta ya con más de 30 víctimas fatales en sus espaldas? ¿No será que estos intelectuales se sienten “incómodos” de defender a un líder nacional-popular al que siempre cuestionaron cuando estaba en el Palacio Quemado? Un golpe debería, en cualquier caso, ser la “linea roja”: la condena al golpismo y el llamado a la defensa de la democracia boliviana primero, luego el debate en torno a la figura de Morales y sus posibles errores en el pasado.

Por otro lado: ¿qué le incomoda más a Añez, presidenta de facto de Bolivia? ¿Qué los intelectuales sigan debatiendo el referéndum del 21 de febrero de 2016 y la posterior repostulación de Evo o que cuestionen la feroz represión que tuvo lugar en Sacaba, Cochabamba, y Senkata, El Alto? Mientras nos volcamos a estas discusiones sobre liderazgos y relevos, relevantes dentro del campo de las Ciencias Sociales, hay decenas de muertos en las morgues. Hay madres llorando a sus hijos. Hay vía libre a las FFAA, a través del decreto 4078, que consagra impunidad para disparar sin ser penalmente responsable, en aras del “orden social”.

Sigamos: incómodo hoy en Bolivia es ser indígena, ante la brutal revancha racista y clasista que ya se erige sobre aquellos sectores que ampliaron sus derechos desde el 2006 a esta parte. La quema de la whipala por parte de los golpistas es parte de ese entramado. Incómodo es soportar los gases lacrimógenos y las balas de plomo de un gobierno que amenazó con una “cacería” a dirigentes del Movimiento al Socialismo y llegó a hablar de “sedición” de parte de algunos periodistas extranjeros que llegaron a cubrir lo que allí sucedía. Incómodo es comprobar que los propios dirigentes del MAS casi no emiten opiniones públicas, ante el temor de ser detenidos por el gobierno de facto, que los acusa públicamente de “terrorismo”.



Incómodo hoy en Bolivia es tener que contar lo que pasa desde los medios de comunicación concentrados. La mayoría de ellos se plegó al golpe de Estado y apoyan al gobierno de facto de forma indisimulada. Unitel Red Uno, Bolivia TV, ATB, PAT, RTP, Página Siete, El Deber, Fides y Erbol tienen una cobertura de respaldo a la gestión de la autoproclamada Añez. Aquellos  periodistas que, dentro de estos medios, no comparten la línea editorial, tienen expreso temor de hacerlo público para no sufrir represalias.
¿Es raro? No, es una de las características de los gobiernos autoritarios: buscar una total hegemonía mediática que hable de enfrentamientos y culpabilice a los manifestantes, que intente instalar la vieja idea del “se mataron entre ellos”. ¿Los intelectuales   no deberían estar discutiendo este cercenamiento a la libertad de expresión en vez de seguir repitiendo la parlanchina del “pero Evo”? ¿No sería   más honesto?


Un intelectual no debe perder nunca su capacidad crítica. Partimos de esa base. Compartimos ese principio. Pero hay momentos y momentos para ejercer ese rol. ¿Los intelectuales cuestionaron a Allende una semana después del golpe de Estado en Chile? No, algunos con más tiempo y rigurosidad si hicieron una revisión de lo hecho y lo no hecho, pero siempre desde la honestidad intelectual y una lógica distancia temporal. ¿Qué hizo la mayoría de los intelectuales en ese tiempo? Condenar enfáticamente el golpe de Augusto Pinochet, que implantó una de las dictaduras más sangrientas y duraderas del continente. Imaginemos, por un segundo, el irrespeto que hubiera significado un “pero Allende...” el 18 de septiembre de 1973 [¿Tendrá algo que ver el hecho de que Allende era blanco?].

Bolivia vive hoy las derivas de un golpe de Estado que inició con la violencia del dirigente cruceño Luis Fernando Camacho, la complicidad del candidato perdedor Carlos Mesa, un amotinamiento policial que liberó la Plaza Murillo y se consumó tras el llamado de las FFAA para que el presidente renuncie. Hay un Jefe de Estado constitucional, que debería haber finalizado su mandato en enero de 2020, exiliado en México. Hay una presidenta autoproclamada, sin quórum, que otorgó vía decreto impunidad a las FFAA y, acto siguiente, les sirvió en bandeja una partida de 5 millones de dólares para equipamiento [represivo].

Un coctel explosivo: libertad de acción y más herramientas en mano. Hay medios de comunicación absolutamente alineados al relato golpista, con periodistas atemorizados, que si se corren un milímetro de la nueva construcción mediática en torno a Evo -terrorista, narcotraficante, vándalo- ven en peligro su fuente laboral. Y, lastimosamente, hay algunos intelectuales que, incluso en este marco que detallamos, continúan con el “pero Evo” como bandera.

Cerramos este artículo con una frase final, que intenta ser una sintesis de lo que hemos planteado: cuando se intenta juzgar a las víctimas no hay que confundir incomodidad con irresponsabilidad.

Página 12

 y ver ..https://www.eldiario.es/contrapoder/Bolivia-golpe-negado_6_967363274.html

Nota del blog .-
Tras el golpe de Estado contra Evo Morales y la autoproclamación como presidenta interina de la exsenadora Jeanine Áñez, varios funcionarios de peso del círculo más cercano al mandatario depuesto, así como importantes figuras del MAS, han sido detenidos por el Gobierno de facto.
Gerardo García, vicepresidente del MAS, fue detenido bajo el presunto delito de uso indebido de bienes del Estado. También fue aprehendido el secretario de Transparencia de partido, Ramón Caro.
Casi treinta funcionarios del Tribunal Supremo Electoral (TSE) han sido detenidos, incluyendo la expresidenta del órgano, María Eugenia Choque, así como los vocales Antonio Costas, Édgar Gonzales y Lucy Cruz. La Policía de Bolivia detuvo este lunes a la exdiputada electa del Movimiento al Socialismo (MAS), Deisy Judith Choque, cuando ofrecía un mensaje a periodistas locales en la entrada de su casa.

lunes, 25 de noviembre de 2019

La lucha de clases en el Irak actual..



Iraq se fusiona finalmente en un soplo revolucionario. Entrevista


Loulouwa al-Rachid


15/11/2019
Tácticas inéditas, enfrentamientos internos en el ámbito chiita, debilitamiento del prisma confesional, amplitud de la represión...La investigadora Loulouwa al-Rachid vuelve a las manifestaciones revolucionarias que sacuden Iraq desde hace un mes.
Entre los países que las han conocido este año 2019, Iraq es donde al mismo tiempo la represión ha sido más sangrienta y la protesta más sorprendente: manifestantes chiitas se enfrentan a un poder mayoritariamente chiita, revuelta de adolescentes en vertiente táctica de los juegos de video, papel central de los conductores de triciclos motorizados, sacudida de las visiones confesionales y étnicas normalmente adoptadas cuando se analiza el país…
Para la investigadora Loulouwa al-Rachid, especialista en Iraq y hasta hace poco vinculada al Carnegie Middle East Center (Beirut), la situación inédita, prerrevolucionaria, supone choques múltiples y flagrantes del régimen forjado en 2003 después de la caída de Saddam Hussein y amenaza el statu quo, tanto dentro del país como en sus fronteras, con mayor fuerza de la que se benefician sólo unos pocos.
La entrevista la realizó Joseph Confavreux.
¿Es inédita la actual movilización en Iraq?
Sí y no. Iraq experimenta ciclos constantes de manifestaciones de mayor o menor alcance, más o menos duraderas y se conoce como un país de revueltas. En el imaginario colectivo, es un país en ebullición constante, indomable e ingobernable. Iraq ha conocido manifestaciones en 2011, otras explosiones en 2015, en 2017 y durante el verano de 2018 en Basora. Sobre lo único que están de acuerdo los iraquíes, es que viven en un país de intifada desde al menos 1920 y el levantamiento nacional contra el mandato británico, cuya represión, con los primeros bombardeos aéreos en la historia del país implicó miles de muertos.
Así pues, cada rebelión se inscribe en un continuum revolucionario. La cólera, su rapidez de propagación, la virulencia de los manifestantes, el coraje de luchar, aunque les cueste la vida, la denuncia de la corrupción: todo eso ya estaba presente en los movimientos previos, pero sin duda no con la intensidad que se ha visto desde principios de octubre.
Sin embargo, este levantamiento es inédito; ante todo porque ha estallado donde menos se le esperaba. Normalmente, estalla en el sur, en Basora, ciudad muy afectada en términos sanitarios y socioeconómicos. Pero a partir del levantamiento del verano de 2018, el gobierno mejoró el aprovisionamiento eléctrico en esta segunda gran ciudad del país para “comprar” la paz social. En esta ocasión, el conflicto estalló en Bagdad, más concretamente en el cinturón de pobreza que rodea la capital, precisamente en Sadr City. Este arrabal, edificado a finales de 1950 para alojar a los campesinos venidos a la ciudad, reúne hoy casi la cuarta parte de los habitantes de la capital. A partir de allí la revuelta se extendió a las grandes ciudades del centro (Nadjaf, Kerbala, et.) y sur del país (Nassiriyya y Basora).
Este levantamiento también es inédito porque implica olvidar las visiones confesionales o étnicas que se mencionan siempre al hablar de Iraq. Hoy el conflicto surge con bases estrictamente socio-económicas. La parte de los sunnitas que rechazaban el orden político posterior a 2003 no existe. En su lugar aparecen manifestantes chiitas que se enfrentan a un poder manejado por la mayoría chiita. Los kurdos y los sunnitas quedan como espectadores no sin cierta satisfacción de ver como los chiitas se destruyen entre sí, aunque también tengan quejas contra el poder central.
Además, es la primera vez que las mujeres tienen tanta visibilidad en la plaza Tahrir. Eso muestra que desde 2003 la sociedad iraquí se mueve, pese a la losa de plomo del conservadurismo impuesto por el islamismo chiita en el poder o el salafismo de las regiones sunnitas. Se ven mujeres jóvenes, sin velo y en pantalones, mezclarse en las manifestaciones sin temor al acoso sexual. Lo que muestra a la vez evoluciones ocultas sobre el papel de la mujer, y que vivimos un momento de cambio en los marcos sociales habituales que se tambalean.
Finalmente, otro elemento es la vuelta al escenario de órganos constituidos, de los sindicatos, que estaban en coma. Los médicos, los obreros del sector petrolero, los profesores han llamado a la huelga general, lo que es nuevo. Los trabajadores del puerto de Basora llaman a bloquear lo que supone el pulmón económico del país, decisivo en este caso dado que la mayor parte de los productos de primera necesidad se importan por allí. Es como si toda la sociedad iraquí se fusionara finalmente en un soplo revolucionario.
¿También es inédita la amplitud de la represión?
Sí, sobre todo si la comparamos con Argelia movilizada desde hace meses sin que haya ni un muerto. En Iraq, el balance es terriblemente pesado, con más de 250 muertos y 8.000 heridos en un mes. Además de la represión directa de las manifestaciones con tiros y gases lacrimógenos, se producen campañas de arrestos; de desapariciones de intelectuales y militantes.
Y sin embargo estamos en un país que teóricamente es democrático. Se han celebrado desde 2005 varias campañas electorales, con cierto grado de pluralismo y de alternancia política, así como libertad de prensa. En Iraq como en Líbano, no nos enfrentamos a un dictador como en Egipto, o a una institución todopoderosa, el ejército, como en Argelia; sin embargo, tanto los manifestantes iraquíes como libaneses quieren “la caída del régimen”.
La razón es que, a pesar de esta fachada democrática, el régimen está en un callejón sin salida y se muestra incapaz de asegurar un mínimo de regulación socio-económica. Por supuesto la explicación es la gran corrupción de las élites dirigentes y las administraciones públicas, pero hay que entender que esta corrupción equivale a un sistema bien engrasado de depredación de los recursos públicos a gran escala; el dinero de la renta petrolera se desvía en provecho de una oligarquía dispuesta a defender sus privilegios al coste de una represión brutal y sanguinaria. Si quiere preservar el statu quo, el régimen apenas tiene otra opción que convertirse en régimen autoritario y represivo, imitando a sus homólogos árabes.
La particularidad de Iraq es que nos encontramos con un Estado que reprime, ¡pero que afirma no conocer a los agentes de su represión! Las fuerzas armadas -policía, ejército, tropas anti-motines y anti-terroristas- afirman que no es en su seno donde se encuentran los francotiradores que disparan sobre los manifestantes. La comisión de investigación sobre la violencia contra los manifestantes fue incapaz de señalar a los culpables. Aún no se sabe a quien obedecen los hombres uniformados, a veces de negro, otras de verde, que se han visto actuando.
Subraya que se trata de un conflicto interno del mundo chiita. ¿A qué se refiere y qué implica esto?
El levantamiento tiene innegablemente rasgos chiitas. A partir de la gran manifestación del 1 de octubre, reprimida sangrientamente, las manifestaciones han continuado, pero no obstante siempre han marcado una tregua para respetar la marcha del Arbain. Esta importante fiesta religiosa chiita señala el final del duelo del martirio del imán Hussein, que implica la marcha a pie a la ciudad santa de Kerbala, donde lo mataron. A lo largo de las carreteras que convergen en Kerbala, los habitantes, las familias acomodadas en particular, abren sus puertas y alimentan a los peregrinos, exactamente como lo han hecho esta vez, llevando ollas enormes de alimentos a los manifestantes de la plaza Tahrir.
Desde luego, en esta revuelta juvenil, hay elementos que se repiten en otros países árabes: el empobrecimiento masivo de la población, infraestructuras lamentables, una tasa de desempleo astronómica...Podríamos aplicar este marco de referencia socio-económica al Líbano, Sudán, Egipto, al Rif marroquí, a Argelia. Pero en cada país, la revuelta se inscribe en un texto distinto; en una trama nacional concreta; por ejemplo, en Argelia, la manifestación del 1 de noviembre inscribe la revuelta popular alineada con la guerra de independencia contra Francia, como la voluntad de liberarse de un régimen militar percibido como extraño a la sociedad.
En Iraq existe esta problemática concreta del chiismo, llegado al poder después de 2003 favorecido por el derrocamiento de Sadam Hussein por los norteamericanos. ¿Qué ha hecho de este poder? Es un fracaso total con todas las letras. La clase política dominante chiita no ha sabido hacer funcionar socio-económicamente el país ni el nuevo régimen político; ni elaborar un proyecto nacional consensuado. Me temo, que si hoy hiciéramos un sondeo, una aplastante mayoría de iraquíes, integrando todas las confesiones, no dejarían de preferir la vuelta del antiguo régimen frente a lo que viven hoy…
Ahora bien, detrás de la movilización popular actual, se leen, entre bastidores, las intensas rivalidades del mundo político chiita que es un mundo plural, ideológica, cultural y económicamente: está atravesado por una violente lucha de clases que se niega en nombre de la unidad y defensa del chiismo.
¿Cuáles son las fuerzas rivales en el seno del mundo chiita iraquí?
Hay, ante todo, los islamistas del poder, vueltos del exilio en 2003, que lo monopolizan desde todos los engranajes políticos. Mayoritariamente han salido de las grandes formaciones políticas como el partido Al-Dawa (La llamada Islámica) consideran que tienen una legitimidad histórica: el precio de la sangre vertida frente a la dictadura de Sadam Hussein. Al-Dawa ha dado al país varios primeros ministros (Nouri al-Malikj y Haider al-Abadi). Son islamistas “moderados” que sobresalen en el pragmatismo y la política, “política”; hoy no pueden pretender ninguna dirección moral, tanto les ha corrompido el poder y la renta petrolera. Forman más bien una élite solo preocupada por el desmembramiento del poder y por sus prebendas.
Al lado de esto, desde 2003 ha emergido otro islamismo chiita en el interior. Es un chiismo populista y miliciano. Su componente más sólido está encarnado por Moqtad al-Sadr, que tiende ampliamente a la demagogia, con escasa experiencia de poder y de escenarios internacionales, pero que puede vanagloriarse de representar a los desheredados.
También hay todas las otras milicias armadas que han proliferado en el país en nombre de la lucha contra el Daesh, hasta el punto de convertirse en instituciones. Es la llamada “movilización popular”. Estas milicias poseen una legitimidad religiosa ya que dicen haber nacido de una fatwa religiosa del ayatolá Sistani, que representa la más alta autoridad religiosa del chiismo iraquí. Hoy reclaman su parte de la tarta, con tanto más vigor al estar coronados con la victoria contra el Estado islámico. Ideológicamente están próximos a Irán y se consideran sobre todo un modelo de los Guardias de la revolución iraníes.
Las últimas elecciones legislativas de 2018, han cambiado las cartas, dado que la corriente sadrista y la de la movilización popular han entrado con fuerza en el parlamento, hasta el punto de constituir respectivamente, el primero y el segundo bloque. Este chiismo armado tiene un pie en el poder y otro fuera. Controla ministerios y núcleos administrativos lucrativos, pero se presenta como virgen de la corrupción del poder y amenaza romper la baraja en cualquier momento, si no obtiene una mayor parte del pastel.
La cuestión central hoy en Iraq radica en la salida de esta relación de fuerzas entre dos chiismos políticos, a veces aliados, a veces enfrentados.
Lo que sorprende, cuando se ven las manifestaciones en Iraq, es la extrema juventud de los manifestantes y el hecho de que, entre los muertos y los heridos solo se ven habitualmente caras de adolescentes...
Esta revolución es una revolución de jóvenes e incluso de muy jóvenes, llegados de los márgenes desheredados de la sociedad. En efecto, entre 15-25 años, a menudo adolescentes, son los actores principales de la revuelta. Buen número de entre ellos han tenido que transformarse en cabezas de familia, con padres muertos, desaparecidos o huidos por la violencia y las sucesivas guerras. Trabajan en la economía informal para alimentar a toda la familia. Según el Banco Mundial, el 60% de los iraquíes son menores de 25 años y su tasa de desempleo supera el 40%.
Pero esta movilización es sorprendente más allá de las condiciones socio-económicas en que están los jóvenes. Así, los héroes de este levantamiento son los conductores de triciclos que transportan diariamente paquetes y trabajadores a jornal, en la construcción y el comercio, venidos de los arrabales. Mientras que, a los ojos de muchos iraquíes, encarnan los bajos fondos y las clases peligrosas, acusados de acosar a sus hijas y de comportarse como delincuentes que embotellan las ciudades, han estructurado la movilización distribuyendo agua a los manifestantes y haciendo servicios de ambulancia.
Otro aspecto sorprendente es la forma en que estos jóvenes contemplan su entrada en el escenario político como un juego de video. Se les denomina la “generación PUBG” por el nombre de un juego de video que tiene millones de adeptos en Iraq, Players Unknown’s Battlegrounds. El jugador es lanzado en paracaídas sobre un campo de batalla desconocido y ha de espabilarse para encontrar víveres y armas. En la forma como se desplazan, como erigen barricadas, los jóvenes manifestantes se inspiran en los que juegan diariamente. En abril 2019, el Parlamento iraquí, que no se corta un pelo en legislar sobre lo que sea, ya había votado una ley prohibiendo estos juegos de video que incitan a la violencia. Pero como el gobierno iraquí no tiene ninguna capacidad de acción, la prohibición se quedó en letra muerta, aunque fue apoyada por los clérigos chiitas.
¿Qué se puede decir del “campo de batalla” de los jóvenes revolucionarios?
Como en el juego PUBG, hay que tomar una fortaleza; a saber, la “zona verde”. Esta se encuentra, respecto a la plaza Tahrir, que constituye el epicentro de la revuelta, al otro lado del Tigris, pasado el puente de la República, Esta zona verde, fuertemente vigilada, concentra los lugares del poder: el Parlamento; los ministerios; la sede del Consejo de Ministros y prácticamente todas las embajadas extranjeras, las de Irán y Francia aparte. Se ha convertido en una ciudad dentro de la ciudad, con hoteles de lujo, clubs de deporte, inmunizada respecto al resto de la sociedad iraquí.
Lo que es interesante, es que a la entrada del puente, un edificio denominado el “restaurante turco”, cuya historia y la forma actual de explotación explican muchas cosas sobre lo que es Iraq. Este edificio de 14 plantas construido en 1983, debía ser un gran centro comercial que nunca nació, aunque se instaló un restaurante panorámico turco en la última planta, con una vista dirigida sobre el Tigris y la plaza Tahrit. Fue duramente bombardeado en 1991, durante la guerra del Golfo, reconstruido después, antes de ser nuevamente bombardeado por los norteamericanos en 2003.
En esta ocasión el edificio fue totalmente abandonado, mientras circulaba el rumor de que había sido contaminado con sustancias radiactivas, Pero en el momento de la primavera árabe de 2011, las fuerzas del orden del gobierno de Maliki ocuparon el edificio y los francotiradores dispararon desde los pisos vacíos sobre los manifestantes contribuyendo a ahogar en su inicio el levantamiento.
Para evitar que la historia se repita, a principios de este mes de octubre, el primer objetivo de los manifestantes fue ocupar este edificio. Los jóvenes fueron allí, escalaron las fachadas y lo han convertido en cuartel general de la revolución ondeando pancartas y banderas iraquíes. La forma en que los revolucionarios se refieren a dicho edificio es muy significativa. Algunos lo denominan “los jardines colgantes de Babilonia”, en referencia a los racimos humanos sentados en los pisos sin barandillas, con las piernas colgando en el vacío. Esta referencia permite acercarse a la historia de Mesopotamia, la de un Iraq cuna de civilizaciones.
Otros lo llaman “Jabal Uhud”, nombre tomado de la hagiografía islámica, dado que el monte Uhud, situado al norte de Medina, fue el lugar donde se reagruparon los primeros musulmanes que libraron batalla a los herejes y con los que se identifican los jóvenes alzados.
Iraq siempre ha oscilado entre estos dos polos de identidad nacional: ¿se insiste en Mesopotamia para superar las divisiones étnicas y confesionales o sobre la religión, con el peligro de atizar las tensiones entre sunnitas y chiitas?
A esto se añade una minoría que se manifiesta mediante la expresión “intifada oktober”. Pero la expresión oktober no existe en el árabe iraquí, en el que el mes de octubre jamás se ha llamado así. La referencia por tanto se ha hecho directamente a la revolución de octubre de 1917, muestra del hecho de que Iraq fue el país que antes tuvo el Partido Comunista más potente del mundo árabe.
Por lo que se refiere a los eslóganes, dos son los dominantes: “Salgo para ejercer mis derechos” y “Quiero una patria”. Más allá de la denuncia de la corrupción y de las injusticias sociales, se vuelve a la identidad de Iraq y sus componentes: el pasado mesopotámico, el islam, el islamismo, el viejo fondo revolucionario marxistizante, las relaciones con el entorno regional, empezando con Irán…
¿En qué condiciones es probable una salida de la crisis? ¿Cuál puede ser ante todo el papel de Moqtada al-Sadr, a la vez encabezando un poder miliciano y del primer bloque parlamentario?
Actualmente hay en Iraq una negación de la profundidad de la crisis, y que tiene tal entidad que resulta difícil mirarla de cara. No basta con anunciar algún desbloqueo de fondos como pueden calmarse las cosas. El sistema político en realidad está huérfano de toda capacidad de actuación. El gobierno no tiene el monopolio de la violencia legítima y ha perdido su palanca financiera, considerando el coste de la guerra contra el Daesh y la caída del precio del petróleo desde 2013-2014.
Cuando Maliki era primer ministro, el precio del barril se situaba por encima de los 100 dólares y el gobierno aun podía tratar de comprar la paz social a golpe de subvenciones y de creación de empleos en la función pública, cuyo tamaño se multiplicó por cuatro desde 2003. Actualmente, está obligado a recurrir al endeudamiento para financiar sus gastos, principalmente militares. La deslegitimación de ese poder es tal que se oye a ciertos manifestantes apelar a una tutela internacional, o cuando menos a elecciones controladas por las Naciones Unidas, que desembocarían en una nueva Constitución.
En ese contexto, un elemento clave será la variable Moqtada al-Sadr, que es el principal aguafiestas del sistema lo que lo dice todo, que es conocido por sus cambios de aliados; un día puede incitar a sus tropas a quemar la bandera iraní y al día siguiente estar en Teherán al lado de los altos dignatarios iraníes. Es el chiquillo turbulento del sistema imposible del Iraq post-baasista. El mismo está dividido entre la matriz del islam político chiita y una iraquidad a la que le cuesta transformar en una fórmula de gobierno. Así, acaba de ordenar a sus partidarios retirarse de la plaza Tahrir, después de haberles impulsado a hacerlo. Ha llamado a dimitir al primer ministro, antes de cambiar de criterio.
Moqtada, cuyo padre fue un dignatario religioso muy popular, asesinado por el régimen de Saddam en 1999, tiene una capacidad de movilización inmensa, que heredó, pero que corre el riesgo de dilapidar, de la forma en que Saad Hariri, en Líbano, malgastó la herencia económica y política de su padre asesinado.
Desde 2003, Moqtada al-Sadr lo ha intentado todo. Al comienzo llamó a tomar las armas contra la ocupación norteamericana, envió tropas contra el gobierno de Maliki, contra el clero encabezado por el ayatolá Sistani...Posteriormente ha terminado por adoptar una posición legalista y reformista, con un bloque parlamentario y ministerios, pero entonces ha vivido lo que les había sucedido a otros partidos de gobierno: corrupción, cambios de alianzas, compromisos...Esto debilitó su credibilidad y la solidez de su organización.
Haga lo que haga Moqtada, en ese contexto de tensiones internas en el mundo chiita, no habrá solución mientras no se aborden las injusticias sociales y las infraestructuras. La sociedad iraquí se halla fuertemente polarizada entre cinturones de pobreza y de pequeñas y grandes burguesías urbanas que se benefician de los empleos en la función pública y los circuitos de redistribución de renta. Por su parte, la clase política dirigente, ha amasado fortunas inmensas y se apoya en los dirigentes religiosos, que se sitúan también en posiciones de ambigüedad, unas veces llamando a la calma y otras sosteniendo a los jóvenes chiitas rebeldes. Los clérigos chiitas, que también son una institución económica y financiera, tienen todo que perder con la tabla rasa de una cólera popular que también los toman como objetivo, por haber sido cómplices del sistema.
¿Cuáles son los escenarios posibles?
La única capacidad de actuación que todavía tiene el régimen, es bloquear todo cambio auténtico. Y no veo tampoco que incluso un cambio del primer ministro pueda bastar para hacer volver a sus casas a los manifestantes convencidos de hacer tabla rasa. Podemos imaginarnos que la represión vencerá a los entusiastas revolucionarios; podemos imaginar que la situación permanezca equilibrada; incluso que la represión aumente el peligro de una guerra civil entre chiitas en una sociedad donde todo el mundo está armado. Bagdad concentra, como ninguna otra ciudad del país, fuerzas armadas, regulares o no. Si la situación se escapa de control en la capital, habrá que esperar un baño de sangre, de cuyo potencial ha dado muestras las primeras semanas de manifestaciones.
El futuro dependerá también de Irán, que trata de arbitrar las cosas para mantener un statu quo concreto forjado por los norteamericanos, pero del que se aprovecha sobremanera. En efecto los iraníes están muy presentes en la economía y la sociedad iraquíes. Irán no puede desinteresarse de Iraq, porque es una palanca de influencia regional, con un suministro de combatientes susceptibles de intervenir en Siria o en otras partes; un país petrolero; una salida para la exportación de sus productos y un sistema bancario que le permite, por su intermediación, zafarse del yugo de las sanciones norteamericanas. Pero Iraq es también para ellos, una cuestión de política interna.
Kerbala y Nadjaf constituyen importantes centros religiosos con clérigos venidos del conjunto del universo chiita. El ayatolá Sistani, él mismo de origen iraní, que encabeza a los clérigos de Nadjaf, representa un chiismo apolítico, más liberal, preparado para jugar el papel de la democracia representativa, que propone otro modelo diferente al de la República Islámica de Irán, donde los clérigos están a la cabeza del Estado. Así pues, Irán se encuentra constreñido a arbitrar entre diferentes facciones chiitas iraquíes, para evitar un vuelco hacia una guerra entre chiitas que sólo podría perjudicarle.
Es usted especialista en Iraq, pero vive actualmente en Beirut. Se oyen eslóganes del tipo: “Bagdad, Beirut, el mismo combate. ¿Es algo más que un eslogan?
Se habían oído eslóganes de este tipo en 2015, cuando los libaneses se movilizaban diciendo: “You Stink”, (Apestáis, NdT) dirigidos a la clase política incapaz de gestionar la crisis de las basuras, y al mismo tiempo había un inicio de movilizaciones en la plaza Tahrir de Bagdad. Siempre es bueno para la moral de los manifestantes, de ambas partes, insertarse en un continuum revolucionario, aunque sea virtual y se circunscriba a las redes sociales.
Pero, por una parte, no existen contactos reales entre los manifestantes de Beirut y los de Bagdad; por otra, hay una territorialización clara y neta de esas dinámicas, en cada país. En Iraq, las manifestaciones se dan en Bagdad y las grandes ciudades chiitas, nada en el Kurdistan o en las provincias sunnitas destruidas y traumatizadas. Si ya es difícil unir Bagdad a Mosul, aún los es menos con Beirut.
https://www.mediapart.fr/journal/international/101119/l-irak-fusionne-enfin-dans-un-souffle-revolutionnaire
Traducción:
Ramón Sánchez Tabarés
para Sin Permiso .