sábado, 21 de septiembre de 2019

En favor de la antropología.

21-09-2019
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¿Para qué la antropología? ¿Para quién?



Lejos estamos los practicantes de la antropología y otras disciplinas afines de sustraernos a los imperativos éticos que como ciudadanos y científicos sociales nos determinan en un mundo que no avanza en la solución de los problemas seculares que asolan a la mayoría de los seres humanos. Por el contrario, la mundialización capitalista, militarizada y necropolítica, ha agravado a tal grado las condiciones de la vida en el planeta, que muchos analistas consideran que estamos al borde de un colapso civilizatorio que pone en riesgo la existencia misma de la especie humana. Esto es, vivimos una crisis integral, multidimensional, cuya duración, profundidad y alcances telúricos, el tiempo y la ciencia misma se encargarán de demostrar si es de mayor envergadura que las precedentes. A partir de ser conscientes –desde las clases subalternas– de este horizonte de colapso, la pregunta que hacemos los antropólogos es: ¿cómo enfrentar, con responsabilidad y coherencia éticas, los retos de una ciencia social comprometida con los desposeídos, la democracia participativa, la autodeterminación de pueblos y naciones dominados, las luchas contra el imperialismo, la explotación capitalista y contra toda forma de patriarcalismo, racismo y discriminación?
Estos desafíos de la ciencia social están relacionados con las transformaciones que por más de cuatro décadas ha provocado en el ámbito mundial la trasnacionalización neoliberal capitalista. Muchos de los procesos, sujetos y actores sociales de estudio de la antropología: la desigualdad y exclusión; los pueblos indígenas y sus autonomías; las dinámicas e identidades socioculturales; la relación entre lo local y lo global; la violencia, racismo y xenofobia contra los migrantes; la cuestión agraria-campesina, han sido marcados por esta mundialización, que también ha significado un cambio en la naturaleza del Estado-nación y una verdadera transformación geopolítica del mundo.
El desmantelamiento del Estado benefactor y su trasnacionalización, ante la crisis de acumulación de la década de los años 70, marca el inicio de las políticas neoliberales, junto a las transformaciones tecnológicas en la informática y las comunicaciones, así como la posterior apertura de los mercados del antiguo bloque socialista, incluyendo China y Vietnam, por lo que no debe extrañarnos que la globalización misma se convierta en objeto de investigación por estudiosos como Marc Abélès, Arjun Appadurai o Isidoro Moreno, quienes desarrollan temas como: Estado-nación, ciudadanía, sociedad civil, terrorismo, violencia etnocida, memoria colectiva, y, añadiría, militarización, contrainsurgencia y terrorismo global de Estado. Nuestros vecinos sociólogos refieren, incluso, a una mutación de las ciencias sociales.
Teniendo un sustrato económico que abre las fronteras nacionales al capital trasnacional, particularmente a su fracción financiera especulativa, para garantizar condiciones óptimas de rentabilidad, la recolonización capitalista neoliberal se manifiesta como una guerra contra la humanidad en los espacios políticos, ideológicos y culturales de nuestras sociedades por la intervención permanente y decisiva del Estado. Contrario a lo que afirman los ideólogos neoliberales, el actual Estado nacional de competencia, término introducido por Ana María Rivadeo, no se debilita; se fortalece en sus funciones y aparatos represivos para garantizar la estabilidad social a través del control autoritario y coercitivo de la fuerza de trabajo, y la criminalización de la protesta social. Tiene razón Atilio Borón en que la globalización neoliberal no ha hecho desaparecer los estados nacionales y en que seguimos viviendo en un mundo de ellos. Para los estudiosos de la cuestión nacional queda claro que, si bien la explotación y el despojo se mundializan, la dominación es mediada por estados nacionales. Esto es, el imperialismo, que Michael Hardt y Antonio Negri diluyen en su noción de imperio, pasa inexorablemente por estructuras nacional-estatales de mediación, no es un factor externo, sino que opera a través de una articulación entre la clase dominante en el ámbito global, la burguesía imperial, y las clases dominantes en la periferia del sistema, a las cuales dicta sus condiciones.
Hace cinco décadas, la antropóloga estadunidense Kathleen Gough expresó: “la ciencia social, como toda ciencia, deviene moral y socialmente sin sentido o dañina, si sus habilidades y conocimientos no son periódicamente referidos a la pregunta: ‘¿con qué propósito la ciencia y para quién?’ Si nosotros dejamos de lado este interrogante, abandonamos la búsqueda de sabiduría y renunciamos a ser intelectuales en el sentido significativo del término. Con la pérdida de responsabilidad para nuestro aprendizaje, dejamos también de ser sociales y por consiguiente humanos” (Theodore Roszak (Editor). The dissenting academy. Pantheon, 1967).
¡Esta interrogante está más vigente que nunca!

Fuente: http://www.jornada.com.mx/2019/09/20/opinion/022a2pol

viernes, 20 de septiembre de 2019

La profunda crisis existencial del Régimen del 78.

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¿Es reformable el régimen del 78?



Diario16




En los inicios de la transición Santiago Carrillo Solares clamó sin ningún resultado por un gobierno de concentración nacional; el establishment menospreció tal petición. Y es que a pesar de haber renunciado a la ruptura democrática, una cosa es que el poder te de un pequeño rincón en el reino y otra cosa ocupar uno de los tronos de ese reino. En Italia, la fuerza electoral y social del PCI, llevó a que sectores conservadores como el asesinado presidente Aldo Moro se planteasen el llamado “compromiso histórico”, la entrada de los comunistas al gobierno a cambio de que renunciasen a principios básicos de transformación social. Pero a pesar de que esas renuncias fueron patentes, se les siguió negando la entrada al gobierno, probando formulas como un pentapartido que acabó en el marasmo de la corrupción y besando a la mafia. Y es que en Italia o España, aquí con los herederos del Régimen del 39, los comunistas seguían siendo comunistas aunque se vistiesen con el traje de seda del eurocomunismo.
La actual situación de bloqueo político es consecuencia de la crisis de uno de los puntales del régimen, el sistema bipartidista canovas-sagastiano (PSOE-PP), el cual consistía básicamente en una alternancia gubernamental sin que nada cambiase en lo sustancial; elegir entre una España que muere y otra que bosteza, como dicen los versos de Machado. Ahora los números no dan y todo el mundo parece alarmado, como si viniese el apocalipsis. Las negociaciones PSOE-Podemos y otros posicionamientos tienen análisis para todos los gustos, pero escasean aquellas que sitúen el contexto político de fondo: la profunda crisis existencial de Régimen del 78.
Para empezar creo que las altas instancias del Estado español son un coto cerrado de poder donde mandan, desde fuera, las clases extractivas y desde dentro, unas élites endogámicas que se perpetúan desde hace tiempo. Es por ello que sienten como un allanamiento de morada cuando alguien que consideren ajeno, pretenda formar parte, aunque sea en puestos secundarios, del cuarto de mando. Lo primero que estuvo claro en las negociaciones es que los chicos y chicas podemitas, no podían acceder a los ministerios “estado”, cuestión no baladí. En esos ministerios están, entre otras cosas, las jugosas cloacas del estado, solo hay que ver la larga lista de secretos oficiales que tenemos, para deducir el miedo existente a que miradas vírgenes puedan detectar los vicios inconfesables en la maquinaria del poder. Y eso que esa maquinaria tiene mucha capacidad para hacer mudos hasta los más partidarios de la glasnost-transparencia.
Otro aspecto de las negociaciones es la cuestión social, al cual se ha agarrado Podemos, como es lógico por su base social y electoral, tanto en el programa, como en la gestión. En este terreno me parece que existe una gran confusión entre estado social y garantista, y estado paternalista. La dictadura franquista tuvo, y mucho, de estado paternalista, nada, de estado social. Aquí la cuestión se muestra meridianamente clara, el PSOE estaba dispuesto a ceder pequeñísimos avances y administración de cuestiones sociales, pero no que tocasen el poder y los intereses de las clases extractivas que antes citaba. Por otra parte no cabe hacerse ilusiones, pues como la señal de Dante ante las puertas del infierno, la gestión neoliberal impone sus criterios por encima de cualquier mandato y el anuncio de otra crisis (como si se hubiera ido la anterior), posibilita, como ocurriese con el gobierno de Zapatero, se termine cediendo a las imposiciones del poder económico. Basta mirar que todos los ministros económicos del PSOE, de Miguel Boyer a Nadia Calviño, han sido tecnócratas neoliberales que en poco se diferencian del que fuese presidente del FMI y ahora político preso.
Otra cuestión destacable es el tema de Cataluña. Para el Régimen del 78 (y el PSOE es el principal partido de ese régimen), la unidad de España es sagrada, no democrática y ahí está el artículo octavo de la constitución dando legitimidad a la violencia del ejército. Así se pedía a Podemos que fuese fiel en el tema y hasta Pedro Sánchez, como buen nacionalista español esencialista, se escandalizaba por el apoyo al derecho de autodeterminación de los morados. Debía recordar el imitador de Obama que cuando su partido era demócrata y socialista, apoyaba tal derecho. Aquí cabría lanzar una pregunta al aire: ¿Se está dispuesto a aceptar la represión del estado y la violación de Derechos Humanos con tal de ocupar unos sillones ministeriales?
Ignoro como acabará el culebrón, incluso si tendremos un segundo asalto tras unas nuevas elecciones generales, pero las tímidas propuestas reformistas chocan con un régimen en fase involutiva cuya reacción esta siendo volver a sus orígenes: el autoritarismo. Además, en el Régimen del 78 el estado es Dios y a la derecha de Dios padre solo se sientan los muy elegidos.
Fuente: http://diario16.com/es-reformable-el-regimen-del-78/


 y verhttps://elpais.com/ccaa/2019/09/20/catalunya/1569002378_807478.html  ...

jueves, 19 de septiembre de 2019

El rey se sitúa al margen de la Constitución.

El rey se sitúa al margen de la Constitución.

No se puede aceptar la decisión del rey, disolviendo de facto las Cortes Generales al afirmar que no propone, en contra del texto constitucional, a ningún candidato a la Presidencia del Gobierno

 





miércoles, 18 de septiembre de 2019

La ( presunta ) corrupción judicial sistémica en España.

Denuncian a España ante la UE por la corrupción judicial sistémica


En el documento presentado ante el Departamento de Justicia de la Comisión Europea se ponen como ejemplo de dicha corrupción las prebendas de los tribunales al Banco Santander o el poder del lobby de los grandes despachos de abogados que tienen poder de acceso inmediato a jueces y fiscales

España ha sido denunciada ante la Comisión Europea por corrupción judicial, y no será la última, puesto que la ciudadanía ya ha puesto el grito en el cielo por el funcionamiento de la Justicia, sobre todo en lo referido a la priorización de los intereses de las élites frente a los del pueblo. La denuncia ha sido presentada por un abogado que tiene que luchar día a día contra esas dictaduras privadas que tienen contralados los tribunales a través de terceros, por medio del lobby de los grandes bufetes.

La denuncia, a la que Diario16 ha tenido acceso, parte de los datos del Eurobarómetro que constatan el amplio descredito de la Justicia entre la ciudadanía, que cada año va en aumento y muestra de ello es que la mayoría «considera necesaria una reforma profunda y urgente de la Justicia por su corrupción sistémica», afirma la denuncia. Esa desconfianza en la Justicia tiene diferentes causas como las presiones políticas y las injerencias o presiones de intereses económicos.

Según los datos del Eurobarómetro realizado a las empresas españolas, éstas tienen una percepción muy negativa de la independencia de los jueces y los tribunales «por las presiones por intereses económicos de las entidades involucradas en las causas judiciales», indica el documento presentado a la Comisión Europea.


Además, la denuncia hace referencia a los datos del CIS del mes de julio en los que se «recoge la mala consideración que tienen los españoles sobre la Justicia y la corrupción de los jueces, que consideran en un 80% que es bastante o muy necesaria una reforma de la Administración de Justicia porque al 59% les inspira poca o ninguna confianza, puesto que el 51% considera que el grado de independencia de los jueces es bastante bajo o muy bajo por su politización y corrupción».


La denuncia, además, hace referencia a que dentro del propio poder judicial existen profesionales que, desde el anonimato, «han reconocido la existencia de presiones y sobornos para orientar la resolución de asuntos en una dirección determinada. Así se refleja en el resumen de los informes 2016‐2017 de la Red Europea de Consejos Judiciales12 sobre las encuestas sobre percepción de independencia realizadas entre jueces europeos».

Hay que recordar cómo el mal funcionamiento sistémico de la Justicia española y del Tribunal Supremo ha sido constatado por el Servicio de Compliance de la Unión que ha detectado más de sesenta casos en los que el Tribunal Supremo omitió su deber de instar cuestiones prejudiciales ante el TJUE, tal y como publicamos en Diario16.

La denuncia incide en el hecho de que el problema se encuentra en que, a pesar de las constantes denuncias de la ciudadanía y de los abogados, el Consejo General del Poder Judicial, el encargado de sancionar las conductas presuntamente corruptas de los jueces, archiva todas las quejas presentadas «en una clara muestra de su corporativismo, haciendo inútil cualquier tipo de denuncia de corrupción contra los jueces que sistemáticamente “caen en saco roto” y quedan impunes sin sanción. Tan grave es la situación de corrupción de los jueces y su órgano de gobierno, el CGPJ, que una asociación de ciudadanos se vio en la necesidad de denunciar al CGPJ “por corrupción sistemática y prevaricación permanente”», se afirma en el documento.

La denuncia incide en el hecho de que todas las quejas y los actos denunciados por parte de la ciudadanía o de la sociedad civil ponen de manifiesto que en España no es operativo formular denuncias por las actuaciones de los jueces ante el CGPJ porque son archivadas sin «siquiera incoar el correspondiente expediente para realizar una mínima investigación de los hechos, razón por la que nos vemos obligados a formular esta denuncia ante la Comisión Europea para que realmente se lleve a cabo una investigación para esclarecer la situación de corrupción judicial sistémica consentida por el Reino de España», se indica en el documento.

Como ejemplo muy claro de la situación de presunta corrupción judicial, la denuncia muestra el caso del trato que desde el Poder Judicial se le da al Banco Santander, pero eso es otro asunto que trataremos más adelante.

martes, 17 de septiembre de 2019

La pastilla azul .



La pastillita azul

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Querido/a lector/a:

No ha habido Gobierno de coalición o de progreso. Lo que no es una novedad. Lo novedoso son las razones. Las ignoramos. Absolutamente. Quien diga lo contrario, miente o improvisa. Que viene a ser lo mismo. Quien apunta una razón, literal- mente apunta una razón, entre muchas. Y, en efecto, son muchas las razones. Y, en su conjunto construyen una decisión cara, complicada, peligrosa, arriesgada y, por encima de todo, incomprensible. Los actos incomprensibles usualmente son cultu- rales. Obedecen a reglas de juego inconfesables, invisibles e informulables. Pero sí analizables y verbalizables. Me atrevo, a estas horas, a organizarlas en una. Esta: el vértice de la pirámide del PSOE –por otra parte, un partido absolutamente vertical, como todos los que nos ofrece el mercado– ha apostado por un cambio cultural.Descomunal. Ha decidido tomarse la pastillita azul que consumen las derechas y ultraderechas europeas y americanas.

No hay que confundir la pastillita azul con la pastilla azul de Matrix, aunque sea su prima hermana. La pastillita azul es la de viagra. Con ella, las derechas han ga- nado fortaleza, electricidad, épica y diversión. Las derechas son, actualmente, el único discurso revolucionario en el planeta. Pretenden un cambio revolucionario: un giro hacia la libertad más absoluta, dejando atrás toda la opresión que suponía la corrección de la pobreza, el reparto de la riqueza, el enojoso pago continuado de impuestos. Aparte de toda esa liberación, ofrecen la diversión de una vida pe- ligrosa, repleta de enemigos de Occidente, malvados, y de sus cómplices locales, personas que no entienden la ola continua de libertad que supone pertenecer a este país milenario, comprometido con la democracia y la igualdad varios millones de años antes de que la democracia y la igualdad se formularan en el resto del mundo. La pastillita azul te permite decir eso por horas, días, años. Crear, elaborar, mul- tiplicar ese relato. Y reducir las alusiones a la realidad, en la que hasta hace poco se integraba, en ocasiones, la política. Permite no hablar de una política real cara, incomprensible, invisible e informulable.

Apostar por la pastillita azul es una decisión trascendente. Consiste en asentar, en el grueso del arco parlamentario local, la idea de relato –esto es, el uso desmesu- rado de la propaganda, de la centralización informativa, de la desinformación– por encima de la idea de política. En un momento de crisis de la socialdemocracia, en el que solo emiten la socialdemocracia nórdica y la belga y holandesa, consiste en una revolución en la socialdemocracia. Apostar por los descubrimientos de las derechas. Fundir sus discursos, introduciendo en ellos cotas y cuotas simpáticas y anecdóticas sobre la igualdad de sexos, sobre la cosa género, sobre lo triste que es que los alquileres sean tan altos, o sobre el hecho de que la próxima crisis la pagarán los menos favorecidos por la diosa Fortuna, una situación que, si quieres trabajar en serio, siempre puede cambiar. Consiste en asumir que la izquierda puede ser asumida si asumes aquello en lo que se ha convertido. Identidades.

Supone un gran cambio cultural, que tendrá consecuencias. Hasta ahora, para mentir, las izquierdas tenían sus propios mecanismos. Ahora, el mayor partido no derechista de España ha optado por las herramientas que las derechas han ido inventando desde 1973, y con las que han entrado, impolutas, victoriosas, en el siglo XXI. Cabe supo- ner que, como en las derechas, su nuevo discurso será revolucionario y arrinconará a otras izquierdas, tristes, que defienden objetos tristes, como que el mundo no pita. Cabe suponer también que esta operación puede llevar a la inutilidad funcional a toda izquierda que participe del nuevo discurso de las derechas.

El sentido de esta carta es el de hacerles partícipes de este punto de vista, así como el de darles las gracias por dejarnos investigar ese cambio cultural en el PSOE. De- cían los chinos que describir un ejército era la primera forma de combatirlo. Gracias por permitirnos describir el proceso de no-investidura, iniciado en mayo. Y gracias por permitirnos describir los nuevos fenómenos que se dibujan hasta, se supone, las próximas elecciones.

Muchas gracias:

Guillem Martínez
.http://cort.as/-R3-G



 Nota ..del blog..
 "Dado que UP no tiene posibilidad de formar gobierno en solitario y el PSOE no quiere una coalición, debería votar SÍ a la investidura de Sánchez y pasar a la oposición. Unas nuevas elecciones no es probable que fortalezcan a UP y, sobre todo, abren la puerta a la posibilidad de una victoria de la derecha. (  añado yo  , si el Cs  baja como dicen en las encuestas en otras elecciones volverá al centro , entonces pactaran ,  ese es el juego de Pedro  ,No el  del CS   que aun sueña con el  zarpasso al pp  y ser líder de la derecha  ,difícil seria que el psoe y up sacaran mayoría . hay una crisis política que va para  largo  el bipartidismo quebró y  estos desde el 78  no tienen tradición de coalición , el consenso del 78  está roto , desde hace años , ya  Rajoy no se había presentado hasta que el psoe se abstuvo )

Votar NO, o abstenerse, es facilitar la estrategia de Sánchez que trata de responsabilizar a UP de una nueva convocatoria electoral. Pablo Iglesias debería hacer caso a la propuesta de IU y anunciar antes de la entrevista con el Rey que, dada la negativa de Sánchez y a fin de evitar nuevas elecciones, va a votar a favor en la investidura y que tendrá el apoyo de UP si aplica políticas de izquierdas o su oposición si cede ante las políticas de derechas. "...……….
….. "La Unión Europea exige la continuidad de los ajustes, lo que es incompatible con un aumento del gasto social significativo. La disposición de Sánchez a no salirse ni un milímetro de las directrices que marcan desde Bruselas quedó claro en el acuerdo de Presupuestos que suscribió con UP  , con un incremento del gasto social muy por debajo del nivel previo a la crisis, y de lo que pedía el propio PSOE un año antes. "

Este texto es de Jordi Escuer  y es miembro de la Coordinadora de IU Madrid

domingo, 15 de septiembre de 2019

Adiós a Bolton .

EEUU: Réquiem por un halcón


Branko Marcetic

15/09/2019


Vivir bajo la administración Trump es como saltar de un naufragio en medio del océano. No hay a dónde ir en miles de millas, solo tiburones, frío, falta de alimentos y agua que pueden matarte, pero si puedes encontrar un trozo de madera a la deriva al que aferrarte, lo haces sin dudar.
Todo esto para decir que cuando se trata de una administración cuyo único objetivo parece ser acelerar una crisis ecológica global, mientras tortura a quienes tratan de escapar de ella, el cese del asesor de seguridad nacional, John Bolton - perdón, la renuncia - es una de las pocas buenas noticias del día.
Bolton es un verdadero fanático, alguien que si estuviéramos hablando de cualquier otro país, probablemente sería calificado de ultranacionalista peligroso. Pero en el mundo del establishment de Washington, es más fácil describirle como un “duro” o un “halcón”.
La visión general de Bolton es que Estados Unidos tiene el derecho, o más exactamente, el poder exclusivo, para hacer lo que quiera para imponer sus intereses geopolíticos, multilaterales o unilaterales, legales o ilegales. Junto a ello, su inquebrantable y paranoica creencia en la capacidad ilimitada de los Estados Unidos para hacer la guerra, a pesar de dos décadas previas (por lo menos) que sirven como prueba catastrófica de lo contrario.
Es un milagro que Bolton no haya provocado una nueva guerra en el año y medio que ha estado en la Casa Blanca. El hecho de que las voces de la razón en este escenario hayan sido Donald Trump, Tucker Carlson, y un tipo apodado “Mad Dog” (perro loco) es un testimonio de lo peligroso que es Bolton.
Aunque no consiguió abrir nuevos frentes en la guerra en curso del gobierno de los Estados Unidos con el resto del planeta, el mandato de Bolton como asesor de seguridad nacional de Trump ha sido más o menos como se esperaba. Desde el principio, reanudó la guerra contra el derecho internacional y las instituciones multilaterales que había comenzado cuando estaba en la administración Bush, con la salida de EE.UU. del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y el anuncio de Bolton de que retiraba su contribución financiera tanto al Consejo como a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.
después, amenazó con imponer sanciones a la Corte Penal Internacional (CPI), prohibió a sus jueces y fiscales la entrada en Estados Unidos, e incluso los acuso penalmente después de que el tribunal comenzase a investigar presuntos crímenes de guerra de Estados Unidos en Afganistán. Bolton también cerró la oficina de la OLP en Washington cuando pidió una investigación de la CPI sobre las violaciones de derecho internacional de Israel.
En cuanto a la política para América Latina, Bolton movió el péndulo de vuelta a la era del imperialismo abierto del siglo XIX, declarando que ni él ni el resto de la administración Trump “tenemos miedo de llamar a la Doctrina Monroe por su nombre”. Mientras los EE.UU. luchaban guerras en al menos siete países diferentes , Bolton denunció a Cuba, Venezuela y Nicaragua - países que nunca han tenido una guerra en el extranjero - la “Troika de la tiranía” y el “triángulo del terror”, y prometió “acción directa contra los tres regímenes “.
Para ello, se apoyó en el recién elegido presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, otro fanático ecocida que comparte con Bolton el objetivo de ahogar cualquier gobierno que huela remotamente a izquierdismo en la región, y más tarde amenazó que el gobierno de Nicaragua “tiene los días contados.”
Con Bolton a la cabeza, Trump comenzó en serio a intentar deponer al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. Bolton diseño las rondas cada vez más estrictas de sanciones criminales contra el pueblo de Venezuela, cuyos intereses afirmó solemnemente estar defendiendo, cuando él y la administración Trump ejercieron una presión creciente sobre el caótico gobierno de Maduro, con la esperanza de sustituirlo por un gobierno neoliberal que acabase con las reformas de Chávez. En una ocasión, salió de una conferencia de prensa de la Casa Blanca con las palabras “5.000 tropas a Colombia” escritas visiblemente en su libreta, para provocar el miedo a una invasión.
Afortunadamente, sus esfuerzos fueron un fracaso. Trump se aburrió , poniendo fin a los esfuerzos para un cambio de régimen.
Bolton y Trump también chocaron sobre Corea del Norte, con la que Trump parece genuinamente comprometido a tratar de encontrar la paz, y el vice ministro de asuntos exteriores norcoreano acusó a Bolton de sabotear las negociaciones con exigencias poco razonables. Aunque no se puede confiar en las declaraciones públicas de funcionarios de Corea del Norte, es perfectamente creíble de Bolton.
Del mismo modo, aunque Bolton fracasó desde el principio a la hora de conseguir que Trump lanzase un ataque masivo aéreo en Siria, más tarde consiguió salirse con la suya, aparentemente invalidando el anuncio previo de Trump por sorpresa de la retirada de Estados Unidos de Siria en una rueda de prensa en Jerusalén.
Es en la política hacía Irán donde Bolton ha sido más peligroso, sin embargo, a la búsqueda de su propia ballena blanca, como Moby Dick, entre los conflictos innecesarios y desastrosos en el exterior.
Su puesto en la administración Trump dio a Bolton su mejor oportunidad para iniciar finalmente la guerra que había estado soñando durante décadas, y no perdió la oportunidad. Después de haber prometido derrocar al gobierno iraní a finales de 2018, Bolton, una vez instalado en su puesto en la Casa Blanca, pidió al Pentágono que elaborase distintas opciones militares para atacar a Irán.
El año pasado, Bolton hizo todo lo que pudo , entre bastidores y en público, para empujar a la administración Trump a una guerra con Irán. Estos esfuerzos se intensificaron a medida que Bolton erosionaba a las fuerzas vagamente definidas como “moderadas” en la administración, mientras Bolton acusaba a Irán de diversas fechorías que justificasen un ataque, y a la vez trataba de provocar a Teheran para que cometiese un error que sirviese como pretexto para un ataque de represalia de Estados Unidos, además de las paralizantes sanciones en curso que tratan de “colapsar la economía” del país.
Estuvo a punto de conseguirlo, y fue Trump quién canceló un ataque aéreo en el último minuto gracias, según los informes , a una intervención de Tucker Carlson inimaginable.
En este periodo, Bolton, presionó a la administración a adoptar la política exterior preferida de la llamada #Resistencia de agresión hacia Rusia. Convenció a Trump de retirarse del tratado de armas nucleares INF con Rusia (otra vil trampa de Rusia, según los sospechosos habituales), y anunció el lanzamiento de “operaciones cibernéticas ofensivas” contra adversarios de Estados Unidos, tal como había instado poco antes de incorporarse a la administración Trump. Continuaba así la obra que había comenzado con Bush, cuando había dirigido la retirada de Estados Unidos del Tratado de Misiles Antibalísticos con Rusia y denunciado el concepto de control de armas como el enemigo número uno de EE.UU.
Y ahora se nos dice que el motivo decisivo de la salida de Bolton de la administración Trump fueron sus objeciones a los planes del presidente de relanzar las conversaciones de paz con los talibanes en Camp David. Lo que concuerda, dada la oposición de Bolton, compartida por innumerables miembros de la clase política liberal.
Trump no merece ningún reconocimiento por su decisión. Sabía exactamente quién era Bolton cuando lo contrató, y durante más de un año dejó en gran medida a Bolton llevar a EE.UU. y a él mismo al borde de la guerra y el caos, dudando solo en el último segundo. A quién tenemos que agradecérselo no es a Trump, sino a una opinión pública estadounidense que es mucho más reacia a la guerra, que ha frenado a Trump de seguir esa política tan cerca de las elecciones, al parecer una de las advertencias de Carlson a Trump antes de que cancelase el ataque contra Irán.
Por desgracia, la salida de Bolton demuestra una vez más el despiste total del establishment liberal, como el representante Ted Lieu y el líder de la minoría del Senado Chuck Schumer que han denunciado el “caos” de la Casa Blanca. Incluso el senador por Connecticut Chris Murphy, a quién se considera el portavoz de los liberales en política exterior, reaccionó a la noticia confesando que estaba “gravemente preocupado por la grave inestabilidad de la política exterior de Estados Unidos” porque la “puerta giratoria del liderazgo de Estados Unidos” está socavando la “firmeza” que se necesita.
Nicholas Kristof, uno de los pocos colaboradores pretendidamente liberal del New York Times de la sección de opinión, profeso que, si bien “a menudo no estuve de acuerdo con Bolton”, estaba también “muy bien informado y dispuesto a enfrentarse”, y que su salida haría “más fácil a Trump tender la mano a Putin”, sobre todo si su próximo asesor de seguridad nacional es alguien ‘dócil’.
Si ha llegado hasta aquí, sabe que esto es un disparate.
Bolton era la inestabilidad misma de la política exterior de Estados Unidos. Su presencia en cualquier lugar cerca de poder era lo que socavaba la “firmeza estadounidense”. Si un consejero “dócil” en este contexto imperfecto es alguien que está de acuerdo con las negociaciones de paz con Kim Jong Un, los Talibán, y con retirar las tropas de Siria, es preferible, sin lugar a dudas, que tener a Bolton “empujando hacia delante” contra cualquier cosa que no implique bombardear masivamente a los pobres de países lejanos. (Los Kristofs de este mundo, al menos, pueden consolarse: en el mundo real, Trump ha sido mucho más agresivo con Rusia que su predecesor).
El final del mandato de Bolton sin duda conlleva un riesgo, porque siempre cabe la posibilidad de que el siguiente asesor sea aún peor. Pero es difícil pensar en alguien, ni siquiera dentro de los círculos del establishment de la política exterior de Washington, que sea tan violento, mentiroso, y peligroso como John Bolton. Bolton dijo una vez que creía que “demasiados estadounidenses no viven en un clima de miedo”. Ahora que se ha ido, tal vez no tendrán que hacerlo.
miembro del comité de redacción de Jacobin, vive en Toronto, Canadá.
Fuente:
https://jacobinmag.com/2019/09/john-bolton-resignation-donald-trump
Traducción:
G. Buster





 y ver  ..
http://mariwim.info/?p=109 


La Administración de EE.UU. administra su hundimiento