sábado, 23 de julio de 2016

El impeachment contra Dilma es un golpe de Estado.

Un tribunal internacional concluye que el impeachment contra Dilma es un golpe de Estado

Rede Brasil Atual

Traducido del portugués para Rebelión por Susana Merino

El proceso de impeachment contra Dilma constituye un golpe al Estado democrático de derecho y debe ser declarado nulo en todos sus efectos. Este fue el tono de la sentencia pronunciada ayer (20 de julio) por los especialistas internacionales en derechos humanos que constituyeron el Tribunal Internacional sobre la Democracia en Brasil, convocado en Río de Janeiro por la Vía Campesina, el Frente Brasil Popular y el Frente de Juristas por la Democracia. Según la sentencia, que será enviada esta semana a los senadores y a los ministros del Supremo Tribunal Federal, “el proceso del impeachment a la presidenta de la República, decidimos que los términos por los que adoptaron esta decisión la Cámara de Diputados y el Senado Federal violan todos los principios del proceso democrático y del orden constitucional brasileño”.
El público siguiendo los debates del tribunal internacional
Participaron de este cuerpo jurídico el obispo mexicano Raúl Veras, conocido por su accionar a favor de los derechos humanos cuando era fraile dominicano y que fue propuesto para Premio Nobel de la Paz en 2010; el abogado y político mexicano Jaime Cárdenas; el jurista italiano Giovanni Tognoni, miembro del Tribunal Permanente de los Pueblos; la senadora del Partido Comunista francés Laurence Cohen; la filósofa española María José Dulce, especialista en temas vinculados con la globalización; la abogada estadounidense de ascendencia iraquí Azadeh Shahshahani, especializada en derechos humanos de los inmigrantes musulmanes; el jurista-académico costarricense Walter Montealegre, el profesor colombiano de derecho Carlos Augusto Argoti, de la Universidad de Rosario en Bogotá, y el argentino Alberto Felipe, profesor de la Universidad Nacional de Lanús.
Antes de pronunciar su sentencia los jueces debieron responder a cuatro preguntadas formuladas por el presidente del Tribunal, el jurista Juárez Tavares:
  1. El impeachment a la presidenta de la República en los términos en que ha sido tramitado en el Congreso Nacional ¿viola la Constitución de la República?  
  2. El procedimiento del impeachment sin que se haya demostrado la comisión de un delito de responsabilidad por la presidenta de la República, ¿puede considerarse un golpe parlamentario?  
  3. Durante el proceso de impeachment, ¿ha sido violado el debido proceso legal, que constituye una cláusula constitucional respaldada por la Convención Americana de los Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica)?  
  4. El procedimiento del impeachment caracterizado como golpe parlamentario ¿debe ser declarado nulo con todos sus efectos?  
Luego de escuchar todos los testimonios y los argumentos orales de la acusación y de la defensa y examinar todos los documentos, opiniones y declaraciones que constaban en los autos, el jurado internacional respondió sí por unanimidad a las cuatro preguntas propuestas por Tavares. “El fundamento común a todos los pronunciamientos explicitados en el Tribunal reside en la vacuidad del pedido de impeachment, en la inexistencia del delito de irresponsabilidad o de una conducta dolosa que implique un atentado a la Constitución de la República y a las bases del Estado brasileño. Los jurados entendieron que este caso constituye un verdadero golpe al Estado democrático y debe ser declarado nulo a todos sus efectos” dice la sentencia.
Sin delito de responsabilidad
Los juristas consideraron también que en lo referente al objeto del proceso autorizado por el STF (1) y analizado por el Congreso Nacional, las llamadas “bicicletas fiscales”, está probado que Dilma no cometió ningún delito de irresponsabilidad que justifique el “impeachment. “Como se desprende del artículo 85 de la Constitución, no se debe confundir entre violación del presupuesto y violación de las reglas de su ejecución financiera. Estas últimas se hallan vinculadas a la administración financiera y no a la presupuestaria. Dado que no son normas presupuestarias su violación no puede ser objeto de delito de responsabilidad” expresa la sentencia.
Además, prosiguen los jurados, “los decretos firmados por la presidenta de la República y cuestionados en el pedido de impeachment estaban destinados a la apertura de créditos suplementarios necesarios a la ejecución del presupuesto y se hallaban debidamente autorizados por el artículo 4 de la ley de Presupuesto Anual de 2015”. De modo que los juristas internacionales consideran que no constituyen créditos abiertos sin autorización, “Debe agregarse además que esas aperturas de créditos no aumentaban los gastos de la Unión .Más del 70% de los créditos suplementarios obedecían a una decisión del Tribunal de Cuentas del país lo que en tal caso implica que la presidenta de la República se limitaba a cumplir una obligación legal”.
En cuanto al supuesto incumplimiento de la Unión frente a las deudas con el Banco del Brasil, relativas al financiamiento agrícola, ha quedado demostrado según el jurado que no existían plazos fijados para el pago, lo que elimina el alegato de atraso. ”No se trata de un empréstito o de una apertura de crédito, sino de una subvención para llevar a cabo algunas acciones imprescindibles para la concreción de la política agraria brasileña de acuerdo con los requerimientos populares por los que había sido elegida la Presidenta. El atraso es irrelevante, porque fueron anulados todos los préstamos. Tampoco en este caso las imputaciones realizadas a la presidenta de la República conforman ningún delito de irresponsabilidad” dice la sentencia.
Medios y justicia
La sentencia pronunciada por un jurado integrado por nueve especialistas internacionales también trató de caracterizar el golpe llevado a cabo en Brasil: “No deben ser considerados golpes de Estado solo las intentonas militares, aunque esta sea su forma más común. También son considerados golpes de Estado aquellos actos que destituyen a gobernantes legítimamente elegidos cuando se deciden en disconformidad con las normas constitucionales y en violación de tratados y de convenciones internacionales. Esas violaciones pueden ser llevadas a cabo tanto por el Parlamento como por la Suprema Corte. En América Latina son paradigmáticos los golpes de Estado llevados a cabo desde 1859, cuando el gobierno del Perú fue destituido por el Parlamento. Más recientemente algo similar pasó en Honduras en 2009 y en Paraguay en 2012.
En Brasil, dijeron los juristas “El golpe se apoyó no solo en la decisión parlamentaria sino también en la legitimación que esa decisión política obtuvo del Poder Judicial, que no plantea cuestiones de fondo importantes como la existencia o no de un delito de responsabilidad, la violación de principios constitucionales o contradictorios o la amplia y fundamentada defensa de las decisiones”. Tampoco fue omitido en la sentencia el papel de los medios: “El golpe puede verse en la agresiva deconstrucción de la propia persona de la presidenta llevada a cabo por los medios de comunicación de masas que a veces mostraron un disimulado y otras veces notorio prejuicio machista”.
Según los jurados “el golpe en curso en Brasil incorpora también otras motivaciones, como el malestar de las élites ante el ascenso de las clases más pobres de la población a los recursos de la sociedad de consumo y también frente a la ampliación de los gastos en programas sociales y de integración necesarios al cumplimiento de los fines expresados en la Constitución brasileña en su artículo 3, como la reducción de la pobreza y la marginalización y la reducción de las desigualdades sociales y regionales”.
Nota:
(1) STF, Corte Suprema de Justicia
Fuente: http://www.redebrasilatual.com.br/politica/2016/07/impeachment-de-dilma-e-golpe-de-estado-decide-tribunal-internacional-2792.html
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción

viernes, 22 de julio de 2016

La transición modélica.

Pau Casanellas
Morir matando. El franquismo ante la práctica armada, 1968-1977
Los Libros de la Catarata, Madrid, 2014,  
Los asesinos (a sueldo) de Franco
Que la historia, como tantas veces se repite, la escriben los vencedores, es falso; la escriben todos, vencedores y vencidos. Pero los primeros, además, la publican, la publicitan y la difunden hasta esculpirla en piedra, convertida en dogma, canonizada en medios de comunicación, discursos políticos y consensos de Estado. Las vencidas (siempre las mujeres perdieron más que los hombres) también han escrito, por siglos, sus vivencias y pensamientos, pero su historia se ha de leer en los muros de los calabozos, en las cartas del exilio, en la piel curtida por el trabajo y el llanto por los que nunca regresarán. Conviene, por tanto, escoger muy bien la fuente antes de leer el pasado, pues el que ilustra los suplementos dominicales de los periódicos, que se expone en aniversarios institucionales o es televisado en prime time, recurre, las más de las veces, a la versión ganadora; mientras el otro, el incómodo, permanece deliberadamente arrinconado, esperando que algún investigador sin afán de cátedra ni sillón de tertuliano se interese por esa realidad.
Pienso en ello mientras termino de leer Morir matando. El franquismo ante la práctica armada, 1968-1977, de Pau Casanellas. Un libro que no va a gustar a los apologetas de ese tardofranquismo edulcorado, de telenovela, de abuelito con voz aflautada vestido de capitán en la cubierta del Azor. Esos años en los que jóvenes visionarios, azules por fuera, aunque demócratas por dentro, preparaban el desembarco de la monarquía parlamentaria en la España del SEAT 600. Como tampoco gustará a los que desde el supuesto distanciamiento con los anteriores, critican a una determinada oposición de notables por coaligarse con los restos del franquismo para alumbrar una democracia descafeinada, y al hacerlo, consciente o inconscientemente —no sé qué sería peor— se alían con los primeros en la tarea de menospreciar a la verdadera oposición. Casanellas va a molestar a muchos y a contentar a muy pocos —lo sabe y no lo evita, lo que le honra—, y su determinación aporta un valor añadido a una obra rigurosa, rica en detalles y de lectura amena, pese a lo ingrato de la materia a tratar.
Y es que Morir matando rezuma la sangre de los condenados a muerte, de los asesinados extrajudicialmente, ya sea por las Fuerzas de Orden Público, como a manos de grupos parapoliciales de ultraderecha, pero también las personas muertas y heridas por organizaciones y grupos armados de oposición. Sin embargo, violenta no es sinónimo de escabrosa o sensacionalista. No es esta una recopilación de crímenes políticos de diverso signo, al estilo de algunos ensayos de carácter periodístico que hace años llenaron un vacio y ayudaron a despertar conciencias, pero que hoy resultan superados. La de Casanellas es una obra de investigación —y las fuentes inéditas consultadas arrojan mucha luz sobre episodios oscuros—, pero, sobre todo, de interpretación, bajo el prisma de la cual lo que se ha venido en denominar “La Transición” adquiere nuevos matices.
El hilo rojo que recorre el libro se empieza a tejer a mediados de los sesenta, cuando la resistencia armada de viejo signo está prácticamente finiquitada bajo las balas de la Guardia Civil —en 1965 muere O Piloto, considerado el último maquis—, pero en paralelo se empieza a formar una nueva corriente de oposición armada, que salvo episodios poco conocidos y de escaso recorrido como el que constituyó el DRIL, tuvo en Euskadi y ETA a su principal escenario y actores, aunque no los únicos. Bajo el influjo anticolonial de inspiración tercermundista, esta organización cometió sus primeros dos atentados mortales en 1968, los cuales dieron pie a la réplica estatal en forma de intensificación de la represión contra la subversión armada a través de nuevos mecanismos y la recuperación de otros en desuso. De esta manera empieza una carrera desesperada por acabar con la organización abertzale y sus homólogas, pero que lejos de desincentivar la protesta operó en sentido contrario, concitando la solidaridad de amplios sectores de población, como quedó demostrado —entre otras ocasiones— con motivo del juicio de Burgos, convertido en un “proceso al franquismo” gracias a la estrategia de denuncia adoptada por los acusados y sus abogados.
En esta vuelta atrás hacia los postulados de mano de hierro, el franquismo recurrió a diversas figuras jurídicas oficiales y tácticas ilegales no declaradas, de las que el autor da buena cuenta en el terreno normativo (Decreto ley sobre represión del bandidaje y el terrorismo, estados de excepción, etc.), pero, sobre todo, en lo tocante a su efecto directo sobre la población. En este punto la contraposición de la abundante documentación oficial (Dirección General de Seguridad, la Jefatura Superior de Policía, Gobiernos Civiles, etc.), consultada —no sin dificultad— en diversos archivos, con los testimonios de los miembros de la oposición que sufrieron en sus carnes la represión, nos permite llegar a hacernos una idea del impacto que estas medidas tuvieron más allá de la frialdad de unas cifras, por otra parte, muy abultadas.
Cualquiera de entre el centenar de víctimas de procesos judiciales irregulares o abusos policiales merecería aparecer en esta breve nota para ilustrar lo erróneo de la presunta bondad del tardofranquismo, pero el caso de Cipriano Martos es de un sadismo ejemplar. Detenido en Reus en septiembre de 1973 por la Guardia Civil, los agentes que interrogaban a este militante del FRAP le obligaron a beber el contenido de un cóctel molotov; la ingesta le destrozó el esófago pero no lo mató y tuvo tiempo de ser trasladado al hospital para que le practicasen un lavado de estómago, tras el cual, por segunda vez, los guardias se lo llevaron al cuartel y le obligaron nuevamente a beber el líquido inflamable que acabó con su vida. La tortura, que no quepa ninguna duda, fue habitual en esos años.
Para el entonces director de la Guardia Civil, ETA era “como un dolor de cabeza que le ha surgido a España” y “el remedio es una aspirina adecuada”. Los mismos diagnóstico y tratamiento se aplicaron, como relata pormenorizadamente Morir matando, contra el resto de organizaciones armadas de oposición y, en general, contra todos aquellos que de una u otra forma se considerase que atentaban contra el statu quo vigente. Bien por parte de agentes uniformados (Policía Armada, Cuerpo General de Policía, y Guardia Civil) o del Ejército —sobre el que recayó con peso específico la tarea judicial—; bien a cargo de unidades especiales de inteligencia creadas ex profeso para la lucha contra la subversión, primero universitaria y más tarde, armada. Si los primeros lo mismo defenestraban a estudiantes (Enrique Ruano) que aplicaban la “ley de fugas” (Eustakio Mendizabal, Txikia) y, en general, tiraban de la reglamentaria a la mínima ocasión; los segundos, bajo diversos nombres (Organización Contrasubversiva Nacional, Servicio Central de Documentación, Gabinete de enlace…), se encargaron de redactar y poner en práctica planes (Udaberri) e informes (Libro rojo de la subversión) en los que pretendían analizar las causas de la situación a la que se enfrentaban, al tiempo que insistían en la necesidad de difundir mensajes favorables al régimen en los medios de comunicación para avanzar hacia la “reversión” de la desafección generalizada. Complementando a estas tareas, los servicios de inteligencia fueron también la pantalla para desarrollar acciones de contrainsurgencia en el sur de Francia: un “oasis etarra” que, a tenor de las informaciones proporcionadas por Casanellas, se demuestra que no fue tal.
La intensificación de las acciones armadas contra la perpetuación de la dictadura, enmarcada en un contexto de amplio rechazo social al franquismo sin Franco, forzó al aparato de seguridad del Estado a emplearse a fondo, recurriendo —a medida que las opciones legales resultaban cada vez más inútiles y contestadas— a la acción de elementos parapoliciales de ultraderecha. Estos grupos de mercenarios, siempre en estrecha colaboración con las autoridades, no fueron algo específico de la Transición, pero fue en esa época cuando sus acciones tuvieron más eco, y su persistencia bajo nuevas siglas hasta bien entrados los años ochenta constituyó uno de los más hediondos legados de la política represiva de la dictadura. Otro, la Audiencia Nacional, continuador natural del Tribunal de Orden Público, tendría al menos el atenuante de no ser una figura única en su género, dado que en esos mismos años en Francia, Italia o Alemania del Oeste se crearon otros tribunales similares al amparo de la legislación de excepción que se instauró en el mundo occidental.
Morir matando no aborda la evolución de estos y otros fenómenos en democracia, al dar por concluido el franquismo a nivel legal con las elecciones legislativas de junio de 1977. Una pena, que pide a gritos la continuación de la obra, al menos durante el lustro siguiente, igualmente sangriento aunque menos estudiado. Sin embargo, conocedores de las trabas que se imponen a todo el que pretenda explorar las cloacas del Estado, no podemos más que alegrarnos de que el autor haya publicado los resultados de su investigación antes de verse paralizado por el peso de la burocracia y el silencio administrativo.
En una época en que mientras se limita sistemáticamente el acceso a la documentación oficial, se reelaboran los discursos sobre el pasado (de cara a la justificación del presente), libros como éste son más necesarios que nunca, si no queremos acabar creyendo que “los asesinos de Franco” fueron aquellos que no lograron acabar con su vida y su obra, tal como sarcástica y torticeramente dejó escrito un conocido periodista a sueldo de un poderoso grupo de comunicación. No, los asesinos de Franco fueron otros: los que en su nombre y a sueldo mataban y torturaban en pos de la perpetuación de la dictadura. Y éstos no fracasaron del todo. No lo olvidemos.
César Lorenzo Rubio
13/8/2014

 http://www.mientrastanto.org/boletin-127/la-biblioteca-de-babel/morir-matando-el-franquismo-ante-la-practica-armada-1968-1977

jueves, 21 de julio de 2016

El capital ficticio global.

El economista Paulo Nakatani participa en el curso de verano “Campus Praxis” de Valencia
“Vivimos en la época del casino global y el capital ficticio”



“En el capital productor de interés es donde la relación capitalista alcanza su forma más extensa y fetichista (…). El capital aparece como fuente misteriosa y autocreadora de interés, de su propio incremento. La cosa (dinero, mercancía, valor) es ahora, como simple cosa, capital, y el capital aparece como simple cosa (…). Por eso, en el capital productor de interés aparece en toda su pureza este fetiche automático, el valor que se valoriza a sí mismo, dinero generador de dinero; sin que lleve ya en esta forma ninguna huella de su origen. La relación social se ultima como relación de una cosa, del dinero, consigo misma”. Marx avanzó estas ideas en el Libro III de “El Capital”.
Desde el inicio de la crisis en 2007-2008, Estados Unidos recurrió a una política monetaria que establecía los tipos de interés en cotas mínimas (entre el 0 y el 0,25% desde diciembre de 2008) y desarrollaron una enorme “monetización” de la deuda, pública y privada (impresión de moneda por parte de la reserva federal para la adquisición de éstas). En los tres periodos de “Quantitative Easing” (incremento de la oferta de dinero por parte de los bancos centrales) en Estados Unidos, la base monetaria se expandió en más de tres billones de dólares (cifras hasta julio de 2014). El Banco Central Europeo (BCE) lleva bajando las tasas de interés desde 2011, hasta alcanzar el 0,5% en 2014. Además, a principios de 2015, el BCE anunció las mismas medidas de “Quantitative Easing” que la Reserva Federal: la adquisición de deuda pública y privada por valor de 60.000 millones de euros al mes. Hace mucho tiempo que Japón llevó a término estas políticas monetarias, al igual que Reino Unido después de 2009. ¿Llevaron estas medidas a un incremento del crédito doméstico, la expansión de la demanda de bienes de consumo y el crecimiento económico? Después de 2008, los principales factores que habían impulsado el dinamismo de la economía estadounidense –vivienda y automóvil- vieron su producción interrumpida o reducida, recuerda Paulo Nakatani, quien ha participado en el curso de verano “Campus Praxis” de Valencia, en el que colaboran Sodepau y la Universidad.
Nakatani es profesor del departamento de Economía y del Programa de Postgrado en Política Social de la Universidad Federal de Espírito Santo (Brasil). Es coeditor del libro “Beyond the systemic crisis and capital-led chaos” (2014) y ha participado en la obra colectiva “La crisis global y el capital ficticio” (2013). También es miembro del Observatorio Internacional de la Crisis. Desde 1995 Nakatani estudia la idea de capital “ficticio”, buena parte de este tiempo con el economista Reinaldo A. Carcanholo, con quien escribió el artículo “Capital especulativo parasitario versus capital financiero”. Considera el capital como “un concepto que expresa relaciones sociales”. “Vivimos en la época del casino global, del capital ficticio –que no es real- en forma de deuda pública, capital accionarial, bancario, mercados de intercambio de monedas y derivados”. En uno de los grupos de investigación universitaria en los que participa, analiza el dinero, el capital-dinero y el capital “ficticio”; en el segundo, se estudian las experiencias de transición al socialismo durante el siglo XX en Cuba y China; un tercer grupo aborda las políticas de protección social en Brasil, Cuba y Chile.
La tasa media de crecimiento del PIB en Estados Unidos fue del 2,88% en los cinco años anteriores al inicio de la crisis (2008), y del 1,16% en el quinquenio posterior, según el Banco Mundial. Durante el mismo periodo, la expansión de la base monetaria y la reducción de los tipos de interés en Reino Unido produjo resultados similares: el crecimiento económico medio decayó del 3,03% (antes de 2008) al 0,71% después de ese año. En Japón las tasas medias fueron, respectivamente, del 1,85% y el 0,36%. Además, explica Paulo Nakatani, a pesar de lo que apunta la economía convencional, los bancos no impulsaron el crédito interno a familias y empresas. Por ejemplo, Reino Unido comenzó su política de “Quantitative Easing” en 2009, y sólo entre marzo de ese año y enero de 2010 “monetizó” deudas por valor del 14% del PIB para oxigenar su economía. Entre 2008 y 2013, el volumen de crédito generado en Reino Unido decayó un 8,7% del PIB y se mantuvo la caída a pesar de las políticas de expansión monetaria. La tendencia se repitió en Estados Unidos, donde a pesar de haberse multiplicado por cinco la base monetaria entre 2008 y 2014, el crédito doméstico acumulado en el mismo periodo fue de apenas el 11% del PIB. Japón fue el primer país en iniciar las políticas expansivas en 2001, de nuevo las desarrolló en 2008, y las retomó en 2013. Si bien fue el país donde más aumentó el crédito interno (un 21,4% entre 2008 y 2013), fue también el país con menor crecimiento de la economía desde 2008. En cuanto al BCE, destaca Nakatani, “espera obtener resultados diferentes utilizando los mismos instrumentos, las inyecciones de capital y las reducciones de las tasas de interés”.
¿Cuáles son los efectos reales de la “expansión cuantitativa” en la vigente crisis? A escala mundial, el valor de las acciones de las empresas era de 53,4 billones de dólares en 2006, cayó a 34,9 billones de dólares en 2009 y volvió a aumentar en 2012 (53,1 billones de dólares). “El capital accionarial es una forma de capital ficticio”, recuerda el economista de la Universidad de Espírito Santo. ¿Qué realidad subyace a la estadística? “Lo importante es que estos procesos afectan diariamente a la gente; aumenta la tasa de explotación laboral, las jornadas de trabajo, los recortes en la seguridad social, la asistencia médica y la educación; una parte importante de la remuneración de los capitales, en el casino global, es fruto del trabajo humano”. Subraya Paulo Nakatani que en el Libro III de “El Capital” Marx ya avanzó muchas de estas ideas, “se trata de desarrollarlas”. Hoy se sabe que en Estados Unidos el valor total de las acciones se redujo de 19,4 billones de dólares en 2006 a 11,7 billones en 2008; en 2012 se recuperó hasta los 18,7 billones de dólares, una cifra superior a la de 2005. “El resultado de la recuperación en la bolsa de Gran Bretaña fue muy parecido”, señala Nakatani. Diferente fue el caso de la Unión Europea, donde las políticas de expansión monetaria no se produjeron hasta 2015. Tal vez ello influyera en que el valor de las acciones en los países de la eurozona disminuyera un 27,6% entre 2006 y 2012.
“La mayor parte del capital bancario es puramente ficticio”, afirmaba Marx. Según el Banco de Compensaciones Internacionales (BIS), los activos totales de las instituciones financieras de 44 países o regiones especiales (entre ellas las mayores economías del mundo excepto China), ascendían a 37,4 billones de dólares en 2007; después de 2008, se produjo una caída relativamente importante hasta 2009 y posteriormente se mantuvo entre los 33 y 34 billones de dólares. Por otro lado, ¿qué importancia tiene la deuda pública en general y en la presente crisis? El economista del Observatorio Internacional de la Crisis explica que se trata, dentro de las diferentes formas de capital “ficticio”, de uno de los mecanismos fundamentales para el rescate de los capitales privados, tanto en la esfera productiva como en la financiera. De hecho, se ha producido un crecimiento acelerado de la deuda pública (respecto al PIB) en países como Estados Unidos, Japón o la eurozona. Escapan a esta tendencia China (aumento del 4,8% entre 2006 y 2014) o Alemania (del 8,9% en el mismo periodo). Entre 2006 y 2014 la deuda pública aumentó un 51,9% en Japón, un 38,2% en Estados Unidos y un 20,7% en la zona euro.
En los mercados internacionales de moneda se ha generado un gigantesco volumen de negocio. Se compran y venden dólares, libras o euros para ganar una pequeña diferencia en los precios por la variación en el tipo de cambio. Este mercado no sólo no se vio afectado por la crisis, entre 2008 y 2009, sino que continuó creciendo hasta alcanzar un volumen medio diario de negocios de 5,4 billones de dólares (abril de 2013). Si se calculan en dólares las importaciones y exportaciones mundiales en 2013 (sobre un PIB mundial de 75,6 billones de dólares), este valor sería equivalente a sólo 8,4 días de transacciones en los mercados internacionales de moneda. Además, Paulo Nakatani subraya que el mercado global de derivados tampoco sufrió ninguna pérdida significativa. La suma denominada de valor “nocional” pasó de 595,3 billones de dólares en 2007 a 603,9 billones de dólares en 2009 y 710,6 billones de dólares en 2013; en junio de 2014 se produjo una ligera caída (691,5 billones). Entre 2007 y 2013, el crecimiento del saldo total de derivados OTC fue del 19,4%, y llegó a casi diez veces la magnitud mundial en 2013. “La mayor parte de los derivados está constituida por apuestas sobre tasas futuras de interés, de cambio o precios futuros de commodities (mercancías estandarizadas)”, destaca el economista.

martes, 19 de julio de 2016

Turquía en el baile del darwiche otomano.

 

Turquía
Preguntas, respuestas, especulaciones

elterritoriodellince.blogspot.com.es


El golpe de Turquía ha sido algo sorprendente. Como sabéis, sigo bastante de cerca todo lo relacionado con Turquía (y los kurdos) y hace una semana me llegó algo que no supe cómo interpretar: decía que había movimientos militares muy raros en el Bósforo que probablemente indicaban el inicio de un bloqueo militar. Dado que es el lugar habitual, y único, por el que transitan los barcos rusos hacia el Mediterráneo, supuse que se trataba de una nueva vuelta de tuerca turca contra Rusia por la cuestión de Siria, a pesar del aparente cambio geopolítico del gobierno turco no sólo normalizando las relaciones con Rusia sino realizando una muy tibia autocrítica -además de haberla hecho con la boca pequeña- por su comportaniento en Siria apoyando a los extremistamente moderados o moderadamanente extremistas. Pero eso no me cuadraba, así que lo dejé pasar.

Una semana más tarde aparece el golpe militar. Como no hay nada claro, sólo nos podemos hacer preguntas, adelantar algunas respuestas y hacer muchas especulaciones. Así que como estaréis viendo muchas -todas loando a los gobiernos libremente elegidos y esas cosas que no se hicieron cuando el golpe militar en Egipto en 2013, por hablar de algo cercano- voy a daros las mías.

1.- Es el sexto golpe militar en Turquía en 50 años, lo que da una media de un golpe algo menos de cada 10 años. Por no hacer historia, diré que el último se produjo también con el AKP, el partido de Erdogan, en el poder en 2007. Los militares, esos que van de seculares y demócratas, criticaban una serie de medidas que el AKP había introducido para "amoldar" la legislación turca a las demandas que imponía la UE para el ingreso de Turquía. Era un momento de esplendor de la "euforia pro UE" turca, que ahora ha desaparecido. También entonces el AKP derrotó al golpe, aunque no fue tan sangriento como éste.

2.- Han pasado 10 años y esa euforia pro-UE se ha desvanecido con la misma rapidez que un azucarillo en una taza de café al dar vueltas con la cuchara. Los turcos son ahora mucho más conservadores -por reacción a la falta de progresos en el ingreso en la UE, y recuerdo que el dimisionario primer ministro británico David Cameron dijo hace dos meses, un poco antes del referéndum, que Turquía ingresaría en la UE "no antes del año 3000"- y sus miras se han dirigido hacia otros lugares, empezando por su propia historia y la recuperación del imperio otomano. Se fueron islamizando y construyendo nuevas relaciones geopoliticas. Erdogan fue el primer dirigente del mundo en visitar Túnez tras la revuelta de 2011, visitó Libia tras el asesinato de Gadafi y lo mismo hizo con Egipto. Impulsaba, por entonces, a los Hermanos Musulmanes. Incluso fue un paso más allá y fue uno de los principales impulsores de la guerra en Siria. Todas y cada una de las expresiones de los extremistamente moderados o moderadamente extremistas, fuese con el nombre de Coalición Nacional Siria u otros nombres que se han ido sucediendo, han contado con una fuerte presencia de los HM y el patrocinio de Turquía.

3.- Este giro político, aparentemente exitoso, se ha ido derrumbando hasta haber hecho de Turquía poco menos que un paria. El sueño de convertirse en una potencia regional se ha desvanecido a medida que han ido fracasando una tras otras las famosas revueltas árabes y que el gobierno de Siria no sólo ha resistido, sino que está ganando terreno de forma significativa con el apoyo de Rusia. La provocación turca con el derribo del avión ruso el año pasado fue seguida de unas duras sanciones rusas que han doblegado a Turquía y así hay que interpretar el retroceso, la petición de perdón realizada hace unas semanas. Desde entonces la normalización de relaciones con Rusia ha ido muy deprisa.

4.- Y es aquí y en este contexto, en el que se produce el golpe. Sólo hay tres explicaciones posibles: a) hartazgo de los militares con una política errática; b) autogolpe para justificar una mayor y mejor consolidación del poder autocrático de Erdogan; c) que sea realmente como dice el gobierno turco y haya sido organizado desde el exterior por los partidarios del tal Gülen. El tal Gülen ha sido siempre señalado como un individuo o de la CIA o próximo a ella, por lo que no me parece descabellada la opinión del gobierno turco. Hay un hecho que me parece relevante: el intento de golpe se produce en un momento clave, a unas semanas del posible encuentro entre Erdogan y Putin que puede ser decisivo para la guerra en Siria, mucho más decisivo que el encuentro de Lavrov y Kerry. Hay un dato a considerar y es que la condena más dura del golpe provino de Irán y se hizo casi de inmediato, mucho antes de conocerse que había fracasado. Esto pone de manifiesto que algo se está moviendo y que todos los caminos ahora conducen a Damasco. Estamos en un momento clave para el cambio geopolítico más importante de los últimos años en Oriente Próximo y en un reequilibrio de fuerzas que, de manera objetiva, favorece a Rusia e Irán.

5.- He visto en los medios de propaganda turcos una cuarta, que no me parece plausible: el malestar de los militares con las operaciones contra los kurdos, y lo dicen porque una unidad que participó en la destrucción de Diyarbakir se había unido a los golpistas. De hecho, los ataques a las sedes del partido kurdo HDP (Partido Democrático del Pueblo) se han multiplicado y en al menos tres pueblos, Malatya, Osmaniye e Iskenderun, ha habido incluso disparos contra ellas. Sin embargo, esto va a beneficiar a los kurdos y, sin duda, a la izquierda porque ya no habrá margen alguno para trabajar dentro de la famosa "democracia". El Partido Revolucionario de Liberación del Pueblo-Frente ha montado barricadas en el barrio de Gazi (Estambul) para evitar la entrada en él de los nacionalistas islamistas del AKP y ha logrado rechazar al menos un intento de entrada en el mismo. Algún medio de propaganda ha hablado de que los vecinos de Gazi "han disparado sus armas" contra quienes intentaban entrar en el barrio. Gazi es considerado "el bastión rojo" de Estambul y allí la presencia de la policía es poco menos que simbólica desde hace mucho tiempo. Por poner un ejemplo, son los vecinos quienes se organizan para combatir el tráfico de drogas -el consumo es muy alto en el barrio, como ocurre siempre en los barrios combativos- y no tienen reparos en atacar los lugares donde se venden. Este vídeo es del día 9 de este mes. Lo que gritan es precisamente eso: ¡fuera drogas de nuestro barrio, no vamos a consentir que se venda droga!



 El golpe se ha producido unos días después de la reunión de la OTAN. El ejército turco forma parte de la OTAN y se ha dicho que los golpistas impidieron la salida de los aviones estadounidenses de la base de Incirlik con destino a Siria. Esto ha sido corroborado por el propio EEUU. La historia sólo tiene una explicación: los golpistas no son partidarios de aflojar el nudo sobre Siria, como parece que está comenzando a hacer Erdogan a la vista de cómo evoluciona la situación militar allá. La OTAN tiene ahora un problema, menor si se quiere, pero problema. El ejército turco va a quedar descabezado y en situación de vulnerabilidad.


 7.- Hasta ahora, el ejército turco era considerado, tanto por sí mismo como por la OTAN, como el garante de la constitución y de la república, por lo que la OTAN nunca protestó por los golpes de estado dados en estos 50 años. El ejército turco es abiertamente pro-EEUU y pro-Israel, por lo que a medida que la purga se generalice esta faceta va a quedar muy debilitada aunque haya sido una facción pequeña del mismo la que haya dado el golpe. Puede que ni EEUU ni la UE supiesen nada, pero aún así la relación que había hasta ahora con Turquía ya no será la misma a pesar de que se mantengan las apariencias, y será así porque la población no es proestadounidense ni proeuuropea, precisamente.

 8.- Ello refuerza el nuevo giro dado por Erdogan de normalizar la relación con Rusia. Porque no puede ser casual que el golpe se haya producido después de esa normalización, que molestó a EEUU. Ni tampoco que hubiese habido menciones a retomar el oleoducto Turk Stream entre Rusia y Turquía justo cuando la UE y EEUU están haciendo grandes esfuerzos por buscar un suministrador alternativo de gas que no fuese Rusia y estuviesen estudiando la alternativa de Azerbaiyán. Pero el oleoducto desde allí tendría que pasar por territorio turco, y eso quedaría imposibilitado con el Turk Stream. El golpe habría intentado evitar eso.

 9.- La muestra real de lo que ha pasado la va a dar un hecho clave: qué pasará con los generales golpistas. Si son puestos en libertad en breve y mantienen sus mandos, quedará claro que ha sido un autogolpe. No obstante, Erdogan ya no podrá mantener una postura política como hasta ahora y tiene que dedicar mucho más tiempo a la cuestión interna que a la externa. Aunque se haya producido una ruptura significativa del prestigio que pudiese tener el ejército dentro de la sociedad, ha sido mucho mayor la que ha sufrido en el ámbito regional. Turquía ya no puede dar ejemplo de nada ni ser referente de nada.
10.- Queda por ver cómo va a seguir estando el tema kurdo. Hasta ahora, la única política que ha aplicado Turquía ha sido la muerte y la destrucción, arrasando ciudades enteras sin que haya habido la menor preocupación por parte de la UE ni de la OTAN. Ni de quienes defienden a la UE y a la OTAN o han salido en tromba, progres incluidos.


. El ejército era partidario de la mano dura, al igual que Erdogan. Los kurdos han dejado claro en su primer pronunciamiento que el golpe ha sido una parte de la lucha entre dos bandos militares, que Turquía no tiene un grupo civil en el poder sino que lo que hay es una lucha por el poder entre fuerzas autoritarias y despóticas y que en esta lucha por el poder los kurdos están bajo un ataque genocida, fascista y colonianista sin precedentes en el Kurdistán. Aquí podéis ver el ataque a una ciudad, Nusaybin, que ha quedado reducida a cenizas prácticamente.

6.- El golpe se ha producido unos días después de la reunión de la OTAN. El ejército turco forma parte de la OTAN y se ha dicho que los golpistas impidieron la salida de los aviones estadounidenses de la base de Incirlik con destino a Siria. Esto ha sido corroborado por el propio EEUU. La historia sólo tiene una explicación: los golpistas no son partidarios de aflojar el nudo sobre Siria, como parece que está comenzando a hacer Erdogan a la vista de cómo evoluciona la situación militar allá. La OTAN tiene ahora un problema, menor si se quiere, pero problema. El ejército turco va a quedar descabezado y en situación de vulnerabilidad.

7.- Hasta ahora, el ejército turco era considerado, tanto por sí mismo como por la OTAN, como el garante de la constitución y de la república, por lo que la OTAN nunca protestó por los golpes de estado dados en estos 50 años. El ejército turco es abiertamente pro-EEUU y pro-Israel, por lo que a medida que la purga se generalice esta faceta va a quedar muy debilitada aunque haya sido una facción pequeña del mismo la que haya dado el golpe. Puede que ni EEUU ni la UE supiesen nada, pero aún así la relación que había hasta ahora con Turquía ya no será la misma a pesar de que se mantengan las apariencias, y será así porque la población no es proestadounidense ni proeuuropea, precisamente.

8.- Ello refuerza el nuevo giro dado por Erdogan de normalizar la relación con Rusia. Porque no puede ser casual que el golpe se haya producido después de esa normalización, que molestó a EEUU. Ni tampoco que hubiese habido menciones a retomar el oleoducto Turk Stream entre Rusia y Turquía justo cuando la UE y EEUU están haciendo grandes esfuerzos por buscar un suministrador alternativo de gas que no fuese Rusia y estuviesen estudiando la alternativa de Azerbaiyán. Pero el oleoducto desde allí tendría que pasar por territorio turco, y eso quedaría imposibilitado con el Turk Stream. El golpe habría intentado evitar eso.

9.- La muestra real de lo que ha pasado la va a dar un hecho clave: qué pasará con los generales golpistas. Si son puestos en libertad en breve y mantienen sus mandos, quedará claro que ha sido un autogolpe. No obstante, Erdogan ya no podrá mantener una postura política como hasta ahora y tiene que dedicar mucho más tiempo a la cuestión interna que a la externa. Aunque se haya producido una ruptura significativa del prestigio que pudiese tener el ejército dentro de la sociedad, ha sido mucho mayor la que ha sufrido en el ámbito regional. Turquía ya no puede dar ejemplo de nada ni ser referente de nada.

10.- Queda por ver cómo va a seguir estando el tema kurdo. Hasta ahora, la única política que ha aplicado Turquía ha sido la muerte y la destrucción, arrasando ciudades enteras sin que haya habido la menor preocupación por parte de la UE ni de la OTAN. Ni de quienes defienden a la UE y a la OTAN o han salido en tromba, progres incluidos, defendiendo la "democracia" en Turquía. El ejército era partidario de la mano dura, al igual que Erdogan. Los kurdos han dejado claro en su primer pronunciamiento que el golpe ha sido una parte de la lucha entre dos bandos militares, que Turquía no tiene un grupo civil en el poder sino que lo que hay es una lucha por el poder entre fuerzas autoritarias y despóticas y que en esta lucha por el poder los kurdos están bajo un ataque genocida, fascista y colonianista sin precedentes en el Kurdistán. Aquí podéis ver el ataque a una ciudad, Nusaybin, que ha quedado reducida a cenizas prácticamente.


Blog del autor: http://elterritoriodellince.blogspot.com.es/