lunes, 16 de septiembre de 2024

Gaza fuera de los medios de comunicación .


                                   


¿Armar a un Estado genocida para pedirle luego moderación?

JONATHAN COOK

Hay muchas razones por las que Gaza lleva meses fuera del radar de los medios de comunicación occidentales, a pesar de que se está convirtiendo en una zona de exterminio cada vez mayor

 Una de ellas es que, casi un año después de lo que el Tribunal Mundial ha calificado de «genocidio plausible», en el que Israel ha mantenido alejados a los periodistas occidentales y ha matado a la mayoría de los periodistas palestinos, además de expulsar a las organizaciones internacionales de ayuda y a las Naciones Unidas, casi no queda nadie que nos cuente lo que está ocurriendo.

 Solo tenemos instantáneas del sufrimiento individual, pero no la visión de conjunto. ¿Cuántos palestinos han muerto? Sabemos que hay al menos 40.000 muertos a manos de Israel: las muertes registradas por los funcionarios palestinos antes de que se colapsara el sistema sanitario. Pero ¿cuántos más? ¿El doble? ¿Por cuatro? ¿Por diez? La verdad es que nadie lo sabe.

 ¿Y qué decir de la hambruna que asola Gaza desde hace muchos, muchos meses, mientras Israel bloquea sistemáticamente la entrada de ayuda al enclave, de acuerdo con su promesa de octubre pasado de negar a los palestinos de allí alimentos, agua y energía?

 El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, ha solicitado órdenes de detención contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, porque la hambruna con que ambos asolan a Gaza constituye un crimen contra la humanidad.

 Pero la prolongada hambruna se presenta como un crimen casi sin víctimas. ¿Dónde están los muertos de esta hambruna? Desde luego, no están en nuestras pantallas de televisión ni en nuestras portadas.

 Es probable que nunca se conozca el número real de muertos, como tampoco se conoció tras los baños de sangre de Occidente en Afganistán, Iraq y Libia. Los políticos occidentales no tienen ningún interés en conocer la verdad, y los medios de comunicación occidentales no tienen ningún interés en descubrirla.

Texto completo en: https://www.lahaine.org/mundo.php/armar-a-un-estado-genocida

 

domingo, 15 de septiembre de 2024

Declive y violencia en Francia

 

DESPERTANDO DE LA ANESTESIA: DECLIVE Y VIOLENCIA EN FRANCIA

 ALEXIS MORAITIS 


TRADUCCIÓN DE MARIO AGUIRIANO

La LBD40 es una pistola antidisturbios de mano equipada con una mira electrónica que le permite lanzar balas de goma de cuarenta milímetros a veinticinco metros de distancia. Utilizada sistemáticamente por la policía francesa para reprimir a los manifestantes que salieron a la calle para desafiar las «reformas» del presidente Emmanuel Macron, esta arma no letal de fabricación suiza dejó decenas de desmembrados y ciegos. La LBD40 es el arma preferida de una élite estatal ansiosa que teme que la sociedad que preside escape a su control y deba ser domada con balas de goma.

De hecho, la sociedad francesa es «cada vez más salvaje», según el Ministro del Interior, Gerald Darmanin. Hay una grave «crisis de autoridad», sostiene, y el Estado tiene que «reafirmar su poder» y «no dejar pasar nada». En mayo de 2021, el mismo ministro, en señal de pleno apoyo a «sus tropas», participó en una protesta organizada por los sindicatos policiales franceses. Reunidos frente a la Asamblea Nacional, acusaron a la justicia de fallarles, de ser demasiado indulgente con el aumento de la criminalidad. Sin embargo, las cárceles francesas están gravemente superpobladas y el número de encarcelados nunca ha sido tan elevado como hoy. Sin embargo, para el Ministro del Interior, las celdas de las prisiones no están lo suficientemente llenas.

 

sábado, 14 de septiembre de 2024

¿Cómo responderá la OTAN a su derrota en Ucrania?

 

¿Cómo responderá la OTAN a su derrota en Ucrania?

Rafael de Poch .

 13 /9/24

En Moscú saben que, gane quien gane en Washington en noviembre, si Estados Unidos no acepta su derrota, la perspectiva de una guerra mayor está servida.

 La derrota militar de Ucrania está servida, pero lo más peligroso es que también, y sobre todo, será una derrota de la OTAN contra Rusia “por procuración” cargada de consecuencias para el liderazgo global occidental, dentro y fuera de Europa. Así que, tratándose de eso, la pregunta del momento es ¿cómo responderá la OTAN a su derrota en Ucrania?

 “Es el momento de restablecer la diplomacia y volver a las negociaciones, aunque llevará algún tiempo invertir la propaganda de la última década y preparar al público para una nueva narrativa. Como vimos en Afganistán, las élites político-mediáticas nos asegurarán que estamos ganando, hasta que huyamos de forma desorganizada con gente cayendo de los aviones”, dice el analista noruego Glenn Diesen. Glenn Diesen – The Increase in Ukrainian Casualties – Brave New Europe. (1)

Mucho dependerá de las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos. Rusia deberá moderar las exigencias de su “victoria”, sea cual sea el significado y contenido real de tal palabra, pues la guerra también pasa allá una dura factura, seguramente con más de 200.000 muertos e inválidos. Además, la ocupación de territorio ucraniano puede ser una fuente de problemas, como apuntábamos hace más de un año. Ucrania está perdiendo la guerra, pero Rusia no la está ganando. – Rafael Poch de Feliu  (2)Pero ¿qué pasa si la OTAN no acepta su derrota, es decir si Estados Unidos persevera en su voluntad de desangrar a Rusia a costa de una guerra mayor? ¿Se dará rienda suelta a la histeria de bálticos y polacos sobre una “amenaza (ofensiva/ invasora) rusa” contra Europa que, además de inexistente, ha mostrado, precisamente, sus limitaciones militares en Ucrania? En ese caso, las cosas están en los términos ya conocidos: si es objeto del ataque de una fuerza militar superior como es la OTAN, el grupo dirigente ruso declarará un “peligro existencial” para Rusia, lo que según su doctrina, que está siendo corregida para hacerla más flexible, significa la posibilidad del uso del arma nuclear.

 En Moscú hay razones sobradas para la preocupación. El secretario de Estado Blinken estuvo el martes en Kíev para dar lo que parece una luz verde al uso de misiles occidentales de largo alcance contra territorio ruso, algo que se hace sobre la información de la inteligencia y los satélites militares americanos y con participación directa de militares de la OTAN. Putin advirtió el jueves que tal decisión «cambiaría la misma naturaleza del conflicto”. «Significará que los países de la OTAN, EEUU y los países europeos, combaten contra Rusia» por lo que Moscú tomará “las decisiones (militares) correspondientes”, dijo. El Presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, ha dicho que Rusia tendrá que utilizar «armas más potentes y destructivas en la defensa de sus ciudadanos”, y entre los expertos se especula con escenarios como ataques de respuesta a infraestructuras occidentales o con la destrucción de los puentes del Dnieper que hasta ahora Rusia ha respetado y que cortarían la comunicación terrestre y ferroviaria de Ucrania por la mitad.

 Los programas de la tele rusa transmiten cierto cansancio por el estancamiento de la prometida “inevitable victoria”. Los militares parecen conscientes de que sin una movilización nacional en toda regla, cosa a la que el Presidente Putin no quiere arriesgarse, no hay capacidad militar para extender aún más la conquista de territorio ucraniano hacia Nikolayev y Odesa, privando por completo a Ucrania de salida al mar, que es lo que redondearía una victoria militar estratégica. Seguramente no interesa que el frente ucraniano colapse antes de las elecciones americanas, pero, gane quien gane en Washington en noviembre, en Moscú saben que si Estados Unidos/OTAN no acepta su derrota, la perspectiva de una guerra mayor estará servida. Nos llevan a una guerra mayor – Rafael Poch de Feliu (3)

 El Presidente Zelenski lleva la derrota impresa en el rostro. Ya no es aquel dinámico y voluntarioso personaje que hacia portadas en los principales semanarios europeos y americanos. Ahora se le ve cansado, preocupado y excitado. En los medios rusos se dice que el y su entorno de colaboradores, algunos de ellos procedentes del mundo del espectáculo, van subidos de cocaína, lo que puede ser propaganda para denigrarles. Zelenski ha perdido buena parte del favor de sus padrinos – hasta le señalan, falsamente, como autor del atentado americano contra el oleoducto Nord Stream – que no entienden su última remodelación de gobierno, ni la ofensiva militar contra la región rusa de Kursk, un desesperado gesto de imagen por el que pagará un alto precio militar, le dicen desde la prensa occidental más intervencionista. Los occidentales le instaron a romper las negociaciones entabladas en Minsk y Estambul en el mismo inicio de la guerra, y ahora no son consecuentes con la intensidad de la ayuda que entonces le prometieron. Es la hora de los reproches y los agravios. Zelenski tiene motivos para la preocupación.

 “Superado en número y armamento, el ejército ucraniano se enfrenta a una moral baja y a la deserción”, titula la CNN Ukraine’s military is struggling with low morale and desertion (4) CNN en un exhaustivo informe impensable en nuestros lamentables medios. Cinco son los puntos de la quiebra militar ucraniana; las posiciones estratégicas de los soldados son más débiles, faltan recursos, las cadenas de suministro no están suficientemente defendidas, las comunicaciones suelen fallar y la moral se desploma, explica Diesen. Una vez que comienza, el colapso suele adoptar un efecto de alud, dice.

 Compañías militares al completo se retiran de sus posiciones sin permiso, lo que desbarata cualquier planteamiento defensivo. Que uno de los nuevos F-16 suministrados por la OTAN y pilotado por uno de los mejores oficiales de la aviación ucraniana fuera derribado en su estreno, hace dos semanas, por el “fuego amigo” de una batería “Patriot”, es síntoma de graves problemas de coordinación. Respecto a la retaguardia, unos 800.000 hombres ucranianos en edad militar han “pasado a la clandestinidad”, cambiando de domicilio y trabajando en negro para no dejar registro laboral y eludir la movilización, informaba el 4 de agosto el Financial Times, citando al jefe de la comisión de desarrollo económico del parlamento ucraniano, Dmitri Nataluji.

 Los efectos de la carnicería que está sufriendo Ucrania son inconmensurables. El 78% de los ciudadanos declara tener parientes próximos y amigos que han resultado muertos o heridos en la guerra, según una encuesta telefónica realizada en mayo/junio del año pasado. Veremos qué factura arroja para el futuro todo ese bárbaro e injusto sufrimiento humano. El resentimiento contra Rusia de toda una generación de tantos ucranianos va para largo. Los videos sobre las razzias callejeras del ejército para apresar a quienes eluden el servicio han crecido exponencialmente en las redes sociales. También parece haber mejorado la información militar rusa sobre objetivos, como ilustra la destrucción de un centro militar aparentemente con gran concentración de técnicos militares de la OTAN en Poltava el 3 de septiembre. Y las perspectivas son aún más sombrías para Kíev, pues Rusia, especialmente después de la incursión militar ucraniana en Kursk, se está ensañando aún más con las infraestructuras energéticas del país. Habiendo perdido ya la quinta parte de su territorio nacional y la tercera parte de su población, la perspectiva de un invierno con severos cortes de luz y calefacción anuncia un nuevo éxodo de centenares de miles de ucranianos hacia la Unión Europea este otoño/invierno. No estamos tan lejos de un colapso militar ucraniano que quizás sea cuestión de algunos meses.

https://rafaelpoch.com/2024/09/13/como-respondera-la-otan-a-su-derrota-en-ucrania/


Notas del blog 

(1).- .https://braveneweurope.com/glenn-diesen-the-increase-in-ukrainian-casualties

(2).- https://rafaelpoch.com/2023/07/19/ucrania-esta-perdiendo-la-guerra-pero-rusia-no-la-esta-ganando/

(3).- https://rafaelpoch.com/2024/06/03/nos-llevan-a-una-guerra-mayor/

(4 ).-  https://edition.cnn.com/2024/09/08/europe/ukraine-military-morale-desertion-intl-cmd/index.html.

 

 


 




miércoles, 11 de septiembre de 2024

Migraciones y geoestrategia del caos Imperial .

 Migraciones y geoestrategia del caos del Imperio Occidental

  Andrés Piqueras

  9 septiembre, 2024

 La  sucia utilización política

«Se denuncia un fuerte aumento del número de inmigrantes ilegales que llegan a España. Así, Tenerife está repleta de inmigrantes y refugiados, entre los cuales, por primera vez, la mayoría son hombres que huyeron de la guerra civil en Sudán».

Este es un titular cualquiera de la prensa española de este verano.

Lo que no dice ni dirá ningún artículo de esa misma prensa, como de cualquier otra europea, es que el Imperio Occidental lleva más de 500 años saqueando las tierras y poblaciones del mundo, a las que convirtió en «Periferias» del que constituiría como Sistema Mundial capitalista. Por supuesto, gran parte de esa historia de masacre, sometimiento y explotación la protagonizaron las formaciones socioestatales de Europa occidental, las cuales en el siglo XX fueron relevadas en su protagonismo, que no en su accionar, por EE.UU.

Sin embargo, las poblaciones del planeta tuvieron un contrapeso en la URSS que les ayudó en sus esfuerzos de «descolonización parcial» o «independencia formal», que no económica ni en muchos casos política, pero que permitió también la consolidación de proyectos de soberanía y de cooperación mutua (Conferencia de Bandung, Grupo de los 77, Tricontinental, No Alineados…).

Con la caída del Bloque Soviético o «Segundo Mundo», todo ello se desmoronó o sufrió un grave retroceso, al tiempo que la ofensiva contra las «Periferias» o «Tercer Mundo» se recrudecería. Así, «Tratados de Libre Comercio», «Planes de Ajuste Estructural», endeudamiento masivo e imposición de agendas draconianas de destrucción de sus servicios sociales y de protección ciudadana, incremento del trasvase de sus recursos hacia las sociedades imperiales y, cuando fue necesario, golpes de Estado, generación de «guerras civiles» e invasiones militares. A ello se ha sumado recientemente el terrorismo directo: la infiltración de paramilitares, mercenarios y yihaddistas en la desestabilización y ruina de sociedades enteras. Todo acompañado también por el bombardeo y la destrucción de las mismas (véanse Irak, Siria, Yemen, Somalia, Sudán, Libia…), y, por supuesto «revoluciones de colores» de distinto pelaje, con ciberguerra por medio.

Y es que cuando buena parte de la población mundial se ha hecho «excedente», ya no requerida ni como fuerza de trabajo ni como ejército de reserva, pasa directamente a convertirse en «desechable». Es decir, suprimible, eliminable. Las políticas de exterminio, por tanto, no hacen sino multiplicarse por doquier.

Por si todo eso fuera poco, el sostenimiento de la civilización capitalista-occidental (urbano agro-industrial) requiere de un enorme flujo de energía de las Periferias a los Centros del Sistema, algo cada vez más difícil debido a que se está llegando a los picos de extracción de los combustibles, así como a los de distintos compuestos imprescindibles, como el fósforo y los nitratos, amén de las tierras fértiles y de la propia agua potable.  Todo concomitante con el desequilibrio cada vez menos reversible de los ecosistemas.

Es decir, que se ha convertido a la mayoría del planeta en un CAOS inviable, una barbarie de explotación, miseria, precariedad, represión, masacres, genocidios y opresión del que miles de millones de seres humanos quieren escapar: se calcula que al menos 4.000 millones de personas están en eso que se llama tan eufemísticamente, «disponibilidad migratoria» (incluida una buena parte de la juventud española), constituyendo una fuerza de trabajo migrante global, un inacabable ejército laboral de reserva para el capital también global.

A los «primermundistas occidentales» les parece terrible que esas masas quieran venir a toda costa, y como sea, a sus territorios. Poco se acuerdan ya de cómo sus antepasados se expandieron colonizadoramente por el mundo, apropiándose de los territorios de los demás o poniéndolos al servicio del capital europeo, y de cómo centenares de millones de europeos anegaron el planeta huyendo del capitalismo salvaje de la Primera y Segunda Revoluciones Industriales, hasta bien entrado el siglo XX. El flujo migratorio mundial desde el siglo XIV fue siempre de las metrópolis, luego «Centros» del Sistema, a sus «Periferias». Sólo tras la Segunda Guerra Mundial comenzó a cambiar el sentido mayoritario de los mismos, invirtiéndose el flujo, una vez se consolidó y extendió el proceso de proletarización mundial.

Muros, vallas, alambradas, fosos, se multiplican hoy por el planeta para frenar el libre movimiento de seres humanos, al que la ONU reconoce como un derecho inalienable. Nunca la humanidad hasta hoy había sufrido tamaño impedimento a moverse, justo en el momento en que las mercancías y sobre todo el capital han gozado de la mayor libertad de movimiento [en este enlace expliqué por qué (1) )  y para mayor detalle (2) .

Se trata de que quienes salven esos «obstáculos» (entre los millares y millares que no lo logran cada año –casi 30.000 muertos o desaparecidos desde 2014 sólo en el Mediterráneo reconocen cifras oficiales, ridículamente cortas respecto a la realidad), lo hagan en condiciones de clandestinidad, sin derechos ni posibilidades de protesta o reivindicación, listos para aceptar cualquier condición laboral (antes había que ir a hacer esclavos y asumir los costos de su traslado,

ahora, una vez desposeídas la mayor parte de las poblaciones del mundo de sus fuentes y medios de vida, ellas mismas «se costean» su traslado). Mano de obra extrabarata y «dócil». Ejército laboral de reserva inagotable y, en principio, autodisciplinado. El paraíso del empresariado global.

No hace falta explicar cómo el «poder social de negociación» de la fuerza de trabajo en cada lugar queda así reducido significativamente, y con ello la degradación de las condiciones laborales y salariales en casi todo el planeta.  La fuerza de trabajo es la única mercancía que en el mercado mundial capitalista no adquiere el mismo precio, precisamente para que sea más barato al empresariado emplearla de distintas procedencias y con desiguales protecciones sociales.

Eso quiere decir que las políticas de inmigración de las sociedades centrales están diseñadas en función de los mercados de trabajo, que son profundamente desregulados en su aspecto social. En consecuencia, se concibe a la población inmigrante exclusivamente desde su condición de fuerza de trabajo. Una fuerza de trabajo que se quiere lo más vulnerable posible, para que se inserte de manera «aproblemática» en los cada vez más despóticos mercados laborales del capitalismo degenerativo (aumento de la jornada laboral, disminución de la estabilidad de la ocupación, deslocalización, pérdida de la contratación colectiva, desregulación – flexibilidad –  informalidad – sumersión    economía gris    economía delictiva… son hoy algunas de sus señas distintivas).

De hecho, las disposiciones jurídicas y gubernamentales sobre la inmigración van destinadas a obtener la precarización y vulnerabilidad de esa fuerza de trabajo migrante global. La ausencia de verdaderas políticas de integración responde al imperio de mercado, en el que la mayor parte de la inmigración no está protegida. Incluidos los menores, que quedan en condiciones poco compatibles con supuestos «Estados de derecho» e incluso a menudo son devueltos sin más. Toda la actual polémica en torno a ellos en el Reino de España se explica porque precisamente no están dentro del mercado laboral y por tanto, no hay políticas de integración para ellos.

Por eso, la solución a todo esto no pasa precisamente por evitar que las personas migren, sino por que tengan los mismos derechos y su hora de trabajo la misma retribución. De esa manera, el empresariado no podría usar a las poblaciones del mundo como «ejército laboral de reserva».

Las migraciones masivas se pueden utilizar también como arma para desestabilizar países (los mayores porcentajes de personas migradas sobre «autóctonas» no están precisamente en las formaciones centrales del Sistema). EE.UU. la está empleando contra Europa (a la que se decidió a destrozar como potencial futuro competidor con su moneda única, mediante guerras en su propio suelo –Yugoeslavia y Ucrania), sembrando también de guerras toda la zona alrededor de este pseudocontinente.

Con ello, más y más el tema migratorio se convierte en elemento estrella de las contiendas electorales y de las pugnas políticas, coadyuvando a los procesos de renazificación de Europa y de cierres identitarios autocentrados, sin viabilidad alguna por supuesto a medio plazo, porque la necesidad de fuerza de trabajo (sobre todo barata e indefensa) seguirá imperando por sobre las tan brutales como estúpidamente simplistas proclamas de cada vez más parte de las fuerzas políticas y, desgraciadamente, de crecientes sectores de las clases trabajadoras que ven desmoronarse su «Estado de Bienestar» y anhelan inútilmente preservar lo que queda del mismo para sí en exclusividad.

Esto se manifiesta en el despiadado incremento de las políticas de represión y de mantenimiento selectivo de las fronteras, incluida la violación del derecho al tránsito en aguas internacionales (lo que constituye actos flagrantes de piratería). También se muestra en el permanente desplazamiento de la frontera europea hacia el Sur, para control sobre el propio terreno de las sociedades exportadoras de fuerza de trabajo, aumentando asimismo, de paso, la injerencia en ellas, a las que se chantajea frecuentemente con el arma de la «cooperación» o «ayuda al desarrollo», para que colaboren en la represión.

Mientras, las fuerzas «progres» reeditan el mercado de fuerza de trabajo «periférico-central» (al menos en lo que queda que esos términos puedan seguir teniendo sentido, dado que el Mundo Emergente liderado por China y Rusia está empezando a cambiar las cosas de nuevo y pronto posiblemente también lo que signifique la propia «centralidad»), para legalizar la importación de esa fuerza de trabajo extra barata y luego devolverla tras su explotación ad hoc, y así no tener que hacer apenas frente a salarios indirectos y sobre todo diferidos.

De ahí, por ejemplo, el reciente viaje del presidente de gobierno español a varios países africanos…

https://www.elviejotopo.com/topoexpress/migraciones-y-geoestrategia-del-caos-del-imperio-occidental/

NOTAS DEL BLOG .

 Nota 1 .-

 https://andrespiqueras.com/2023/10/01/las-migraciones-humanas-en-el-capitalismo-movilidad-de-la-fuerza-de-trabajo-de-reserva/

Nota    2 .-

https://studylib.es/doc/6989368/cap%C3%ADtulo-vii-significado-de-las-migraciones

 Lo mismo pero en otro enlace

https://repositori.uji.es/xmlui/bitstream/handle/10234/113259/Piqueras_capVII_ColapsoGlobalizacion.pdf?sequence=1&isAllowed=y



domingo, 8 de septiembre de 2024

Ascenso y caída del lobby israelí

                                  


El ascenso y la próxima caída del lobby israelí

CHRIS HEDGES

Entrevista con Ilan Pappé, historiador israelí. "Estamos en medio del último capítulo de este proyecto sionista en Palestina. Y los últimos capítulos son violentos, son capítulos de descolonización"

 El lobby israelí ejerce tanta o más influencia sobre la política estadounidense que cualquier otro grupo de presión de Washington. Como detallan Ilan Pappé, historiador, profesor y autor israelí, y el presentador Chris Hedges en este último episodio de The Chris Hedges Report, el ascenso al poder del lobby consistió en la unión de facciones ideológicas divergentes en pos de sus intereses compartidos de controlar la tierra de la Palestina histórica. La historia y la manifestación de esta corrupción sistémica del lobby sionista, hiperdependiente de la coerción y el control total, se describen minuciosamente en el nuevo libro de Pappé, Lobbying for Zionism on Both Sides of the Atlantic.

 A través de los relatos y análisis históricos de Pappé, desmonta la invención de que Israel se creó para proteger a los judíos del mundo de la opresión sistémica. Los primeros implicados en presionar a favor del sionismo se dividieron en dos grupos ideológicos; los sionistas religiosos, que en realidad creían en una conexión mesiánica con la Palestina histórica, así como en la protección de los judíos marginados, y los que el autor israelí describe como «más cínicos»; los imperialistas, o aquellos «que veían las ideas teológicas como un buen pretexto para cumplir funciones políticas más seculares... no sólo querían Palestina, sino también Siria y Egipto para expandir el imperio británico».

 Sin embargo, incluso los sionistas que sinceramente querían ayudar a los judíos oprimidos del mundo se encontraron trabajando con fanáticos antisemitas para lograr su objetivo. Como afirma Pappé,

 Esta sórdida asociación pone de relieve la forma en que ha funcionado el lobby sionista desde sus inicios. Pappé lo describe como un sistema que es «una solución para un determinado grupo de judíos que es desarrollada por un determinado grupo de judíos que no forman parte de ese proyecto, pero ese proyecto sirve a otros intereses que ellos tienen».

 Esta idea se materializa en la situación actual de Israel y en la obsesión del lobby por controlar a sus «aliados», en lugar de aplicar políticas y asociaciones que le beneficien:

 Es a través de esta toxicidad endémica que Israel puede muy bien estar conduciéndose a sí mismo, y al sionismo con él, a su desaparición.

 

    Leer entrevista

 

 

Texto completo en: https://www.lahaine.org/mundo.php/el-ascenso-y-la-proxima

viernes, 6 de septiembre de 2024

Las raíces nazis de la OTAN .

 

Las raíces nazis de la OTAN

   Gabriel Rockhill

6 septiembre, 2024

 Filósofo  Norteamericano

 El conocido chiste que la OTAN es en realidad la NAFO, la Organización Fascista del Atlántico Norte, no es ningún chiste. Es una realidad mortalmente seria…

 Intervención en Conferencia Internacional en Washington

 Los historiadores burgueses suelen describir el nacimiento de la OTAN como el resultado del reconocimiento que era necesaria una organización de defensa del Atlántico Norte para contener la llamada amenaza soviética.

 Lo que los historiadores burgueses no mencionan es que la idea de una alianza militar anticomunista entre Europa occidental y los EE. UU. contaba con el apoyo tan firme de una figura importante de la política alemana que a veces se ha dicho que la OTAN era su creación. Este hombre era Heinrich Himmler, famoso por su papel como líder de las SS y uno de los principales arquitectos del Holocausto nazi.

 El corazón de la Segunda Guerra Mundial estaba en el Este, donde Hitler, con el apoyo financiero de los principales capitalistas occidentales, prometió destruir lo que catorce estados capitalistas no habían podido erradicar a raíz de 1917: el socialismo realmente existente.

Una vez que a Himmler le quedó claro que esta guerra había fracasado, a partir de la época de la batalla de Stalingrado en 1943, comenzó a hacer propuestas secretas a Occidente para formar una alianza que les permitiera, colectivamente, hacer lo que los nazis -así como los fascistas japoneses- eran incapaces de hacer por sí solos.

 Esto atraía a sectores de la élite occidental, y figuras poderosas de los principales países imperialistas compartían la opinión de Himmler. Allen Dulles, el futuro director de la CIA, se quejaba de que su país estaba luchando contra el enemigo equivocado porque los nazis eran cristianos arios procapitalistas, mientras que el verdadero oponente era el comunismo ateo.

 Dulles, que trabajaba en aquel momento para la predecesora de la CIA en tiempos de guerra, la Oficina de Servicios Estratégicos, fue uno de los interlocutores de Himmler para la planeada alianza anticomunista del Atlántico Norte. El general Karl Wolff, ex mano derecha de Himmler, le ofreció a Dulles, a cambio de una amnistía de posguerra, desarrollar, con sus aliados nazis, una red de inteligencia contra Stalin.

 Esto fue exactamente lo que ocurrió, y Dulles integró a muchos otros nazis y fascistas en las filas de una internacional anticomunista. Esto incluía al jefe del servicio de inteligencia nazi centrado en la URSS, Reinhard Gehlen, que fue designado por la CIA para dirigir la inteligencia de Alemania Occidental después de la guerra, donde procedió a contratar a muchos de sus colaboradores nazis.

 También incluía, como parte de la Operación Amanecer en Italia, a Valerio Borghese, el hombre conocido como el Príncipe Negro y uno de los principales líderes del fascismo de posguerra, que fue salvado de los comunistas por la OSS y luego trabajó para la CIA.

 El funcionario japonés que firmó la declaración de guerra contra Estados Unidos, Nobusuke Kishi, conocido como el “Diablo de Shōwa” por su brutal gobierno de una colonia japonesa en el noreste de China, también fue rehabilitado por la infame Agencia, que financió su ascenso a Primer Ministro de Japón.

 Sin embargo, estos ejemplos son solo la punta del iceberg, ya que un número incalculable de fascistas fueron rehabilitados después de la Segunda Guerra Mundial, al menos 10.000 de los cuales fueron llevados directamente a Estados Unidos.

 Cuando se creó oficialmente la OTAN en 1949, Portugal fue uno de sus miembros fundadores. En aquel momento era una dictadura fascista, lo que demuestra que la OTAN fue, desde su misma fundación, una alianza militar de las potencias imperialistas (sean democracias burguesas o estados fascistas) contra el comunismo, que es precisamente lo que Himmler tenía en mente.

 Grecia se unió a la OTAN en 1953, después que los comunistas, que habían desempeñado un papel destacado en la liberación del país de los nazis, perdieran una guerra brutal contra sus nuevos ocupantes anticomunistas: el Reino Unido y los Estados Unidos.

 Tras haber reinstaurado primero al rey profascista y luego establecido un gobierno títere de derecha, las potencias imperialistas occidentales dieron la bienvenida a Grecia a la OTAN una vez que se había reconvertido en un estado cliente anticomunista fiable. Estos patrones son visibles a lo largo de la larga historia de la OTAN, y Ucrania es sólo una de las últimas versiones de un estado cliente anticomunista fascista.

 Alemania Occidental se unió a la OTAN en 1955, el mismo año en que se autorizó el rearme de la República Federal de Alemania mediante los Acuerdos de París. El gobierno de Alemania Occidental examinó a los voluntarios y admitió a 61 generales y almirantes de la Wehrmacht nazi en su nuevo ejército, así como a muchos más en rangos inferiores.

 Entre los oficiales nazis de mayor rango que se integraron al ejército de Alemania Occidental estaban Hans Speidel y Adolf Heusinger, quienes juraron como sus dos primeros tenientes generales. Speidel se convirtió en «jefe del Departamento de Fuerzas Combinadas del Ministerio de Defensa» y sirvió como uno de los principales asesores militares del canciller Konrad Adenauer (un puesto que luego ocupó Heusinger).

 Heusinger, a quien Hitler se había referido como «mi fiel y leal colaborador», se convirtió en el oficial militar en servicio de mayor rango de Alemania Occidental, el equivalente al presidente del Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos. También se desempeñó como jefe de evaluación de la Organización Gehlen de la CIA, desempeñando su tarea tan bien que la Agencia lo “consideró seriamente” para el puesto de Gehlen, según documentos internos. Trabajó como agente de la CIA, que “continuó consultando y confiando en los representantes de la CIA”, quienes informaron que “encontraban que las opiniones políticas de Heusinger claramente favorecían los intereses de los EE. UU.”.

 Estos dos líderes nazis fueron promovidos y se convirtieron en los primeros generales de cuatro estrellas de Alemania Occidental. Ambos altos oficiales nazis desempeñaron papeles clave en la OTAN. En 1954, Speidel fue designado como el principal “negociador sobre la cuestión de la entrada de Alemania en la OTAN”. Supervisó la integración de las fuerzas armadas de Alemania Occidental en la OTAN y fue nombrado jefe de las Fuerzas Terrestres Aliadas en Europa Central.

 Esto significaba que Speidel era “el comandante operativo superior de todas las divisiones alemanas, estadounidenses, francesas y británicas asignadas a la Región Central de la OTAN”. Un oficial nazi de alto rango, directamente involucrado en la guerra genocida de eliminación contra la URSS, habría sido así el comandante terrestre superior de la OTAN si estallara la guerra con los países del Pacto de Varsovia.

 Heusinger se convirtió en el “oficial militar superior y asesor militar jefe del secretario general” de la OTAN, sirviendo como presidente del Comité Militar de la OTAN, “el rango más alto en la rama no civil de la organización”.

Speidel y Heusinger, como muchos otros que se integraron en la OTAN, no habían sido nazis de bajo rango. Speidel fue ascendido a teniente general en enero de 1944 y recibió la Cruz de Caballero de la Cruz de Hierro por su servicio en la guerra de eliminación antisoviética.

 Según la hoja informativa de 1961 del senador estadounidense Wayne Morse, Heusinger se había convertido en el “jefe de operaciones del estado mayor de Hitler” en 1941 y era “responsable de la planificación militar de todas las invasiones nazis a partir de entonces”. Dirigía los escuadrones especiales de exterminio (Einsatzgruppen) que tenían la tarea de liquidar “a todos los judíos y otros grupos”. Heusinger explicó su punto de vista sobre estos asuntos con notable franqueza: “Siempre había sido mi opinión personal que el tratamiento de la población civil y los métodos de guerra antipartisana (exterminio) presentaban a los más altos líderes políticos y militares una oportunidad bienvenida para llevar a cabo sus planes, es decir, el exterminio sistemático del eslavismo y el judaísmo”.

 Speidel y Heusinger no fueron los únicos alemanes que siguieron el camino de los nazis hacia la OTAN, pero sus posiciones de liderazgo revelan lo descarada que ha sido la OTAN en lo que respecta a sus vínculos con el fascismo. Ambos también estuvieron involucrados en la creación de ejércitos de permanencia, que eran milicias fascistas secretas cuyo supuesto objetivo original era servir como fuerzas militares que se quedarían detrás de las líneas enemigas para llevar a cabo actos de sabotaje, espionaje, exfiltración, etc. en caso de una invasión soviética.

 En Alemania, el coronel nazi Albert Schnez creó una red de unos 2.000 oficiales y 10.000 soldados nazis, afirmando ser capaz de movilizar a 40.000 combatientes en caso de una guerra. Contaban con el respaldo financiero del mundo empresarial y compartían regularmente información de inteligencia con la Organización Gehlen.

 El propio Gehlen era «el padre espiritual de los Stay Behind en Alemania». La organización de Schnez también tenía contactos con otras dos redes nazis, ambas financiadas secretamente por los EE. UU.: el Technischer Dienst (Servicio Técnico) y la Liga de la Juventud Alemana.

 Los ejércitos de retaguardia que estos líderes nazis establecieron en Alemania Occidental formaban parte de una red europea occidental de milicias fascistas secretas creadas por la CIA, el MI6 y la OTAN. Estas organizaciones reclutaban a nazis, fascistas y otros anticomunistas de extrema derecha, les proporcionaban armas y municiones y los equipaban completamente para hacer la guerra. Se los activaba para que cometieran ataques terroristas de falsa bandera contra la población civil, de los que se culpaba a los comunistas para justificar la represión y conseguir apoyo para los llamados gobiernos de ley y orden.

 Esta estrategia anticomunista de tensión fue extremadamente letal: mató a cientos de personas e hirió a miles. La OTAN estaba detrás de estos ataques terroristas de falsa bandera y los nazis de la OTAN estaban, como mínimo, involucrados en la creación de las organizaciones que los cometieron.

 El conocido chiste que la OTAN es en realidad la NAFO, la Organización Fascista del Atlántico Norte, no es ningún chiste. Es una realidad mortalmente seria y necesita ser cambiada. La lucha contra la NAFO es una parte esencial de la lucha más amplia contra el fascismo y el imperialismo

https://observatoriocrisis.com/2024/09/06/las-raices-nazis-de-la-otan/

jueves, 5 de septiembre de 2024

Telegram, Musk y la ciberguerra .

 

Telegram, Musk y la ciberguerra

 Por Jorge Elbaum

 | 05/09/2024  

 Fuentes: Página/12

La conflictividad global está atravesada por factores económicos, comerciales y bélicos que tienen a las plataformas, las redes sociales, la Inteligencia Artificial (IA), los satélites y los cables de fibra óptica submarina como elementos claves que definen los espacios soberanos, el espionaje y la capacidad para influir, condicionar y determinar formatos cognitivos y conductas sociales.

 Los analistas militares denominan a la constelación estructural que le da soporte a Internet como el C4ISR, sigla con la que se hace referencia a las actividades de comando, control, comunicaciones, inteligencia, vigilancia y reconocimiento. La geopolítica actual es inseparable de la dotación de información y manipulación que posee la ciberesfera. Esta constatación ha generado la ampliación de los espacios de operatividad de las fuerzas armadas, sumándose la ciberdefensa al ejército, la marina y la aeronáutica.

 La detención del fundador y CEO de la red social Telegram Pavel Durov (foto) se inscribe en el control de esta dimensión cada vez más relevante del poder global. Uno de sus orígenes se vincula con la guerra que llevan a cabo los 32 países de la OTAN contra la Federación Rusa. Una segunda causa se relaciona con la capacidad que posee Telegram para sortear a los aparatos de inteligencia del G7. La plataforma de Durov fundada en 2013 cuenta en la actualidad con mil millones de usuarios, un soporte de mensajería cifrada que no pudo ser penetrado por la OTAN y múltiples protocolos criptográficos que los integrantes de la plataforma se han negado a compartir.

 El caso Pavel Durov se inscribe en la ofensiva de occidente para limitar la independencia y la autonomía de lo que no pueden controlar. Los antecedentes de Julian Assange (WikiLeaks), del analista Edward Snowden (refugiado en la Federación Rusa, luego de difundir documentos de inteligencia), y de Meng Wanzhou, ejecutiva de Huawei detenida en Canadá durante más de dos años, exhiben el malestar de quienes no aceptan la pluralidad de los dispositivos, plataformas y redes que no pueden monitorear.

 Durov fue acusado por el Centro de Lucha contra la Delincuencia Digital (C3N) y de la Oficina Nacional de Lucha contra el Fraude (ONAF), por no moderar los contenidos. La imputación de la justicia está caratulada como “complicidad en la administración de una plataforma en línea por permitir una transacción ilícita, en banda organizada”. Entre los otros delitos imputados, figura el rechazo a cooperar con las autoridades en las intercepciones autorizadas por la legislación francesa. La imputación, en síntesis, se vincula con la negativa de Durov a violar la confidencialidad comprometida a los usuarios de la plataforma.

 Aunque Durov fue liberado bajo control judicial, y se le prohibió abandonar el país, sus defensores dejaron trascender que podría dejar de ser acusado si colaborara con las autoridades de inteligencia y accediera a compartir los códigos criptográficos que permitirían acceder a los mensajes privados, sobre todos a los relacionados con la guerra entre de la OTAN contra Moscú. Telegram se ha convertido en una fuente fundamental de información y es utilizado por las tropas rusas para difundir posicionamiento y videos de las batallas que generan desánimo entre los combatientes de Kiev. Telegram se ha convertido en una aplicación donde se entabla “una batalla virtual» que es utilizada para hacer geolocalizaciones de tropas y organización de comando por parte de analista rusos agrupados en el canal de Telegram denominado Rybar.

 Antes de llegar al aeropuerto de París-Le Bourget, proveniente de Azerbaiyán, Durov estuvo dos días en Bakú, lugar al cual también viajó Vladimir Putin. Los servicios de inteligencia de la OTAN sugirieron que el CEO de Telegram se había reunido con el líder ruso. Según el vocero del Kremlin Dmitri Peskov, no existieron contactos entre ambos. Luego de la detención, Moscú denunció que Emmanuel Macron –aliado a Volodymir Zelensky– pretendía “intimidar” a Durov con el objeto de controlar las claves de la red social. Por su parte, la Defensora del Pueblo de Rusia, Tatiana Moskalkova, acusó a París de detener a Pavel con el fin de clausurar la plataforma para que la información se derive a plataformas en las que la OTAN puede interferir.

 El tema fundamenta de la disputa, que tiene a Telegram como parte de la disputa, es la soberanía. El globalismo otantista busca imponer su lógica de doble rasero. Lo que no controla para ser ilegal, peligroso o subversivo. Pero si algún país ajeno a su vigilancia pretende controlar su constelación de C4ISR, pasa de forma inmediata a convertirse en un cómplice del terrorismo internacional. En los últimos años, Turquía ha exigido que las redes sociales tengan ejecutivos locales basados en el país, demanda que ha sido rechazada por las grandes plataformas.

 El último 17 de agosto, Elon Musk informó que X cerrará sus oficinas en San Pablo dada la exigencia del juez de la Corte Suprema Alexandre de Moraes para que nombre un representante legal en el país. El plazo otorgado al socio político de Donald Trump venció el último jueves y este viernes el juez ordenó la suspensión inmediata de la red social en Brasil. Las ciber-batallas que tienen como núcleo la competencia por el control cognitivo serán un vector de la conflictividad global en las próximas décadas.

 Fuente: https://www.pagina12.com.ar/763764-telegram-musk-y-la-ciberguerra