lunes, 14 de junio de 2021

La derecha como pollo sin cabeza .

                                               


        ( 
Meme de Pedro Vallín en Público , el de la cabeza de toro era el disfraz   de  uno de los  participantes en Colón imitación de trumpistas  de  extrema derecha    )


                      Las mentiras de la derecha en Colón

El juego del escondite evitó que los líderes del PP coincidieran en una misma imagen con los de Vox. No hubo foto en este Colón que pinchó en asistentes, pero sí un retrato: el de Casado, Ayuso y Abascal indistinguibles en su demagógico discurso político contra los indultos.

 

Ignacio Escolar

Pablo Casado: "Le pedimos a Pedro Sánchez que mire a la cara a los españoles y les diga por qué quiere vender una parte de su nación".

Falso. Nadie va a vender ninguna parte de la nación. Igual que era falso cuando el PP acusaba a Zapatero de "entregar Navarra", en otra manifestación. 

Los indultos no buscan romper España sino coserla. Arreglar un problema político, que en gran medida han creado quienes dicen defender la unidad de la patria y cuyas nefastas decisiones –empezando por la oposición del PP al Estatut– casi logran su ruptura.

Rosa Díez: "Lo dice la ley, lo informan los fiscales, lo ha reiterado el Tribunal Supremo: sin solicitud y arrepentimiento no cabe indulto".

Falso. El arrepentimiento no es un requisito imprescindible para aprobar un indulto. Tampoco lo es que el indultado lo solicite: es bastante habitual que sea un tercero. 

No hubo arrepentimiento por parte de los indultados del 23F o los GAL. Y tampoco fueron Rafael Vera o José Barrionuevo –que se consideraban a sí mismos "inocentes"– quienes pidieron el indulto que el Gobierno del PP aprobó. 

Después de que Vera y Barrionuevo fueran condenados por el Tribunal Supremo, Rosa Díez los defendió. "Seguimos creyendo en la inocencia de unas personas honorables y honestas, que han tenido cargos importantes", decía Rosa Díez, en agosto de 1998.

Rosa Díez: "Los indultos representan un grave atentado contra la democracia, perpetrado por el propio Gobierno de España".

Falso. La decisión de los indultos es plenamente legal y corresponde al Gobierno. La ley que los regula lleva en vigor más de un siglo y medio sin apenas cambios. Y en la práctica totalidad de los países democráticos del mundo los indultos funcionan igual: es una medida de gracia que decide el Ejecutivo. Está en sus funciones. Es su responsabilidad.

Rosa Díez: "El paso siguiente será convocar la llamada Mesa de negociación España-Cataluña. (...) Esa mesa da por bueno el golpe contra la democracia que se produjo el 1 de octubre de 2017 y humilla a España equiparando la nación con una falsa república catalana".

Falso. Porque no hubo ningún golpe de Estado, según la propia sentencia del Tribunal Supremo que descartó el delito de rebelión. Y porque absolutamente todos los gobiernos de la democracia, también los del PP, han mantenido negociaciones bilaterales con Catalunya y sus líderes. ¿Acaso Aznar ‘humilló a los españoles’ cuando pactaba con Jordi Pujol? ¿Lo hacía Mariano Rajoy cuando se reunía en La Moncloa con Carles Puigdemont? ¿O cuando Soraya Saénz de Santamaría se abrió un despacho en Barcelona para "impulsar el diálogo con Cataluña"?

También es falso que el PSOE haya dado por bueno el 1 de octubre catalán. Ni ahora ni antes: estuvo al lado del Gobierno de Rajoy, apoyando el 155. Porque el sentido de Estado se demuestra en la oposición.

Pablo Casado: "Le pedimos a Sánchez que no venda la soberanía nacional por un puñado de votos, por seguir en La Moncloa unos meses más. 

Falso. Estos indultos no son "para seguir en La Moncloa unos meses más". Al Gobierno le quedan dos años y medio de legislatura. Ya ha aprobado unos Presupuestos, que puede prorrogar, y no existe en el Parlamento una mayoría alternativa, capaz de sacar adelante una moción de censura. Con indultos o sin ellos, el Gobierno de coalición seguirá.

Es falso también que Pedro Sánchez haya dado este paso "por un puñado de votos". Más bien al contrario: es una decisión impopular que probablemente tenga un coste electoral porque una parte de los votantes socialistas no apoya esta decisión. Es una apuesta osada, que demuestra sentido de Estado. El Gobierno arriesga mucho con los indultos, que tal vez le cuesten caros en votos, pero que probablemente son la única vía para empezar a arreglar el problema catalán. 

Isabel Díaz Ayuso: "Pretenden robarle la soberanía al pueblo español".

Falso. La soberanía del pueblo español reside en el Parlamento, no en las manifestaciones de la plaza de Colón. Y en ese Parlamento, son amplia mayoría los diputados que defienden estos indultos, que en ningún caso ponen en riesgo ni la unidad de España ni la soberanía popular.

Pablo Casado: "¿Por qué Sánchez negocia en una cárcel con unos delincuentes aquello que todos votamos hace 40 años en una transición ejemplar?".

Porque esos "delincuentes" son los líderes de la mayoría parlamentaria en Catalunya. Porque detrás de ellos están cientos de miles de personas, y a todos ellos no se les puede encarcelar. Porque se trata de un problema político, no de un problema penal. Y porque "eso que votamos hace 40 años" se construyó precisamente con el diálogo. Negociando con lo que una parte de la derecha de entonces también llamaba "delincuentes": los dirigentes del Partido Comunista. 

"Los que reivindican la Transición olvidan que Fraga estaba más lejos de Carrillo que Casado de Junqueras", recuerda el expresidente Zapatero en esta interesante entrevista. Y tiene razón. 

Dato importante: buena parte de los padres políticos de Casado, los diputados de Alianza Popular, votaron en contra de la Constitución. De ser por ellos, la transición no habría sido tan ejemplar.

Santiago Abascal: "Es una traición a todos los catalanes que padecieron el golpe separatista de 2017".

Falso. Basta con repasar cualquier encuesta para comprobar que la inmensa mayoría de los catalanes están a favor de estos indultos. No solo los independentistas: también buena parte quienes quieren seguir formando parte de España y defienden la Constitución. Que en Catalunya el apoyo a los indultos sea tan unánime es la mejor señal de por qué este paso puede suponer el principio de una solución.

Isabel Díaz Ayuso: "Queremos reivindicar la Constitución y también el papel del rey. ¿Qué va a hacer el rey de España a partir de ahora? ¿Va a firmar esos indultos? Le van a hacer cómplice de todo esto".

La presidenta de Madrid debería releer esa Constitución de la que tanto habla. Así sabría que, en una monarquía parlamentaria, las decisiones políticas las toma el Gobierno, no el rey. 

Con su insensato discurso, que también ha irritado a una parte de la derecha, Ayuso ha colocado a Felipe VI en una posición imposible. Si firma los indultos, los ultras le tacharán de "cómplice". Y si se niega a firmarlos, como plantea Ayuso y la extrema derecha, será el rey quien se salte la Constitución.

Con monárquicos como Ayuso, ¿quién necesita republicanos? 

Santiago Abascal: "Venimos sin miedo; la foto de la vergüenza es la del Gobierno con los enemigos de España".

El líder de la ultraderecha no tenía miedo a repetir la foto de Colón, que tan cara salió al resto de la derecha. Jugaba en casa, y por eso Casado se llevó abucheos y él no. Pero es obvio que sí la temían los dirigentes de Ciudadanos y del PP, que se esforzaron para no coincidir con Santiago Abascal. 

El juego del escondite al PP y Cs les funcionó: esta vez no hubo foto de Colón. Pero sí un retrato bastante claro. No compartieron encuadre, pero gran parte de su discurso es indistinguible al de Abascal. Pensar que esto se olvida si no hay una foto de familia resulta tan ridículo como infantil. 

Quienes sí se libraron del ridículo fueron los líderes más sensatos del PP, que pusieron todo tipo de excusas para no acudir a esta manifestación. Su instinto político no les falló. Este Colón ha pinchado: el número de asistentes a esta manifestación apenas ha llegado a la mitad de la que organizaron dos años atrás, contra otra supuesta ruptura de España que, como la de ahora, tampoco existió.

También está pinchando la recogida de firmas: van a un octavo de ritmo del que tuvieron con las firmas contra el Estatut.

Santiago Abascal: "Es una decisión arbitraria, ilegítima e ilegal del Gobierno de España".

Falso. Es una decisión legítima y plenamente legal. Que toma el Gobierno legítimo, por mucho que le disguste a Abascal, que es quien cada día se salta lo más básico de la Constitución al negar la soberanía popular: la legitimidad de este Gobierno, elegido por la mayoría absoluta de los diputados.

Isabel Díaz Ayuso: "Es gravísimo. pretenden, de manera unilateral e ilegal, trocear una parte de España, como es Cataluña". 

Solo los más ultras en la derecha y la parte más radical del independentismo aún cree en esa posibilidad. Casado, Ayuso, Abascal... y Puigdemont coinciden en dar credibilidad a esa opción, que el resto de los líderes políticos descartan. Porque el partido más votado entre los independentistas, que es ERC, ha renunciado a la vía unilateral. 

Contra aquel independentismo, la derecha vivía mejor. Y viceversa.

https://www.eldiario.es/escolar/mentiras-derecha-colon_132_8034381.html

 Nota del blog  .-

 .   La lucha cainita por el liderazgo en la derecha esta abierto y Casado va a recibir la peor parte si confunde Madrid con España .  Y así está la derecha   PP y C's muy perdida, alocada como pollo sin cabeza. Vemos además que no hubo foto de ellos juntos . Y estaba lleno de extrema derecha  incluso con banderas con el cangrejo,  Menos la Falange que no fue . Los  trumpistas  de VOX les ganan todos los "sets".  Y ahora Ayuso  lo mismo .Están tan desesperados que no son capaces de articular un discurso serio, son todo despropósitos que les ponen en apuros a ellos y ahora también lo intentan   con el rey .Como hicieron el 3-O

 y ver  ...https://blogs.publico.es/dominiopublico/38488/felipe-vi-espanol-mal-indultos/

 

sábado, 12 de junio de 2021

Ken Loach .- Agenda oculta .

            

Con “Agenda oculta” Loach rompe fuego…

Por Pepe Gutiérrez-Álvarez  

 Vivimos en unos tiempos en los acontecimientos se archivan raudamente en la memoria, incluso entre el personal más involucrado. Hoy cuesta creer que en el momento de su estreno, Agenda oculta fue quizás la primera película que se atrevía a abordar frontalmente –lejos de los estereotipos conservadores sobre la perversión intrínseca del IRA– la cuestión de la independencia  irlandesa, un debate que ha ocupado a la izquierda británica a la que Loach pertenece.Como es sabido, la “cuestión irlandesa” es algo así como una historia de resistencia interminable, que ya tuvo un capítulo de gran trascendencia en los tiempos inmediatos de la Revolución Francesa (que fue interpretada en la isla como una «señal» liberadora)  Se trataba por lo tanto de un desafío  al gobierno de la Sra. Thatcher, que había tratado de «secar» sus trabajos documentales. Una idea de las dificultades que planteaba el guión los lo da el hecho de que Loach y Allen  tardaron tres años en encontrar un productor con las suficientes agallas –mérito del inquieto David Puttmann–, y la confianza en un material  tan candente. Se trataba de una investigación que aunque estaba publicada, fue fruto del esfuerzo del diputado laborista de izquierda Tony Benn, pero que, a pesar de todo, había pasado mediáticamente poco menos que inadvertido.

Se trataba de un proyecto erizado de dificultades. La política informativa oficial británica «respecto a Irlanda se ca­racteriza por la censura absoluta de las ideas republicanas. No recuerdo haber oído en todo el tiempo que llevo viendo televi­sión que se presentara un argumento convincente justificando la abolición de la partición y la reunificación de Irlanda. Yo creo que sí se pudiera escuchar este tipo de argumento expuesto de un modo coherente, cada vez que se discute sobre Irlanda en televisión, entonces la gente ya no tendría necesidad de pe­garse tiros en las rodillas».  A mediado  de los setenta, Loach  había intentado hacer algo junto con Jim Allen y Tony Garnett, y luego con Jeremy Isaacs a principios de los ochenta, y le acusaron «de querer meter a Sam Peckinpah en la política irlandesa». Consciente de lo que tenían entre manos, la redacción del guión fue asesorada por alguien que conocía los hechos narrados de primera mano.

Con Agenda oculta, Loach retomaba un viejo hilo de la izquierda británica desde los tiempos de Percy B. Shelley quien escribió que un país que oprimía a otro no podía ser libre.  Este hilo partía de un supuesto primordial: Irlanda perte­nece a los irlandeses, y por el principio enunciado por Shelley, se muestra la conexión entre la «agenda oculta» irlandesa con la británica, la misma «mano invisible» que actuaba bajo impunidad en Irlanda era la que movía los hilos de un golpe de Estado no menos oculto que –con Reagan al fondo–, daba paso al thatcherismo, y a la implantación de la «revolución conservadora» en Europa. La «agenda oculta», el  secreto de estado que desvela la cinta de Harris estriba en que existió una conspiración por parte de algunos políticos conservadores -fundamentalmente Alec Nevin-, quien con la ayuda de representantes po­licíacos, de las fuerzas de seguridad, y de la propia CIA, hizo todo lo posible para evitar que en los años 80, los laboristas tomaran el po­der legalmente, tal como predecían todas las encuestas. Un tercer criterio se refiere al concepto de «terrorismo». En algunas entrevistas (por ejemplo, con Antonio Castro en el Dirigido nº 198), Loach hace notar algunos líderes «que durante un tiempo estuvieron considerados como terroristas han acabado en muchas ocasiones como jefes de gobierno», y señala los casos del Eire o mejor en «el caso de Nelson Man­dela, por citar un ejemplo al que hace muy poco Margaret Thatcher acusaba de terroris­ta y ahora se dedica a ir dando confe­rencias por todo el mundo.  También recuerda que la palabra terrorista «no es útil porque valora y juzga y depende de quién lo diga, al tratarse de un concepto muy subjetivo puede tener muchos sentidos». Y como ejemplo indica que se «puede sostener que la colaboración de Ingla­terra en el bombardeo de Libia es terro­rismo, por eso se trata de una palabra que hay que utilizar con cautela».

Desde su punto de vista, Loach entendía que «…hay una guerra contra los republicanos irlande­ses. Hay dos formas de lucha. En oca­siones, a la gente se le dispara y no se la detiene, como el caso clarísimo de Gi­braltar, de aquellos tres supuestos te­rroristas que no estaban armados ya los que se les disparó por la espalda. y luego está el trabajo sucio en el que una serie de grupos terroristas luchan con­tra otros grupos terroristas y esto en ge­neral si somos rigurosos habría que ca­lificarlo igualmente de terrorismo, de terrorismo de Estado…».

En un principio, la estructura narrativa de Agenda oculta está en la línea de otros títulos  clásicos del cine «político» (o sea, comprometido de izquierdas) como Z o Missing, los más representativos de Costa-Gravas cuya argumentación está concebida para confirmar los hilos que mueven el terrorismo de Estado, aunque su complejidad y su alternativa abierta, la hacen diferente. Cuando se estrenó, la prensa conservadora británica se movilizó airadamente y trató de contrarrestar su buena acogida incidiendo en este aspecto de cine «político», viniendo a decir que más que de un cine comprometido con una realidad (que no querían reconocer, ninguno entraba en los interrogantes de la situación irlandesa, simplemente distribuían los papeles), se trata de un cine «demagógico»; de una manera más bien sibilina, esta argumentación ha sido bastante repetida entre nosotros por lo que la artillería neoliberal vadeó la cuestión del rigor histórico para enfocar el intento de descrédito del film diciendo que se trataba de una apología indirecta del IRA. Naturalmente, este argumento sólo convenció a los que no necesitaban converse porque ya las cosas le debían de parecer bien. El fondo de la cuestión es que, como declaró el académico David Johnston:  «Irlanda es una herida en la psique de los británicos. Les resulta muy duro aceptar su culpabilidad en la presente situación…».  Superar esta campaña no fue uno de los méritos menores del filme; no son pocas las películas valiosas que se han quedado «embarrancadas» por lo mismo.

Loach que desde entonces,  no ha desaprovechado ninguna oportunidad para llegar a las revistas más convencionales, señalaba  en una de ellas que «cuando una película es etiquetada como política es más difícil distribuirla y la gente tiende a no ver­la»; ya que se creaba previamente un prejuicio, de un lado podía ser lo que vulgarmente se llama «una comida de tarro» (o sea afrontar algo que más bien se quiere ignorar), o bien se podía repudiar por cansancio, es cuando se comenta aquello de «bastante problemas tenemos ya en nuestra vida». Loach denunciaba también que con esta clasificación se trataba de estigmatizar el cine  de denuncia social.  Con ocasión de Lloviendo piedras, Loach respondió que el cine comercial dominante era tanto o más «político» que sus películas, y puso la serie Arma letal con Mel Gibson como ejemplo. De hecho, no había más que leer las declaraciones de su protagonista, Mel Gibson, para ver claro como este tipo de cine reafirma valores reaccionarios como el machismo, la violencia institucionaizada o  el maniqueísmo a favor del «orden» desde entonces neoliberal.

Ni que decir tiene, la Sra. Thatcher, que acabaría mostrando su verdadero rostro en el “caso Pinochet”,   también tenía sus preferencias en el cine (político), no fue por casualidad que en su momento se hizo una  foto con Ronald Reagan asistiendo pletóricos al estreno de una de  aventuras de James Bond, el agente «con licencia para matar», concretamente en la horrible Moonraker (Lewis Gilbert, 1979), con comunistas surgidos del Museo de los Horrores. La lista de cine «comprometido» con los valores reaccionarios sería interminable, en parte porque el cine es una industria en la que los beneficios (y los intereses del Estado) tienen mayor peso que el del espectador individualizado, y en parte también porque las historia  y por ende, las interpretaciones dominantes, es los que corresponden a la clase dominante; aunque también es cierto que, por lo general el cine ha estado más a la izquierda que sus productores, y que la inteligencia de los grandes cineastas también se ha traducido en saber llevar los argumentos hacia su terreno, parte del gran cine de Ford dan testimonio de ello.

En realidad, semejante prejuicio (al que no son ajenos muchos críticos que presumen estar, por supuesto, estar a la izquierda) reproduce un estereotipo según el cual las películas «políticas» son las de izquierda que critican esto o aquello, o sea se señalan en un discurso antagónico al orden existente. En realidad, se trata de algo en absoluto diferente a lo que ocurre en la vida social donde una huelga obrera –o cualquier movilización de protesta–, se significa según los empresarios y los medias como «política» —«nuestras huelgas son políticas, vuestra política es negocio», replicaba unos personajes de El Roto–, mientras que la –escandalosa– multiplicación de los beneficios de las grandes empresas, es como la vida misma, «natural». Así, una noticia que informe de estos beneficios tiene un tratamiento muy diferente a otra que ofrezca detalles de una huelga, con piquetes, cortes de tráfico. etc.

Con su éxito, Agenda oculta reabrió una vez más el debate sobre la eficacia de este cine «político»; un debate que no se plantea en la otra orilla. No solamente porque la derecha no se cuestiona la eficacia de «sus» películas, sino porque, cuando un título como Agenda oculta, les molesta, tampoco dudan en emplear la artillería. Sin embargo, resulta habitual encontrar entre los críticos una suma de reservas. Primero desdeñando películas como las citadas de Costa-Gravas, algunos además con especial saña (sin dejar por ello en asegurar que se sitúan a la izquierda), y después negando su eficacia. Una secuencia de este debate acompañó durante los años ochenta toda la filmografía de oposición al “apartheid”, cuando, al mismo tiempo, Pretoria trataba de hacerle la vida imposible a estas películas, y desde la resistencia que promovía una campaña internacional por el aislamiento del régimen, las valoraba muy altamente por más que se orientaban hacia la «mala conciencia» del blanco; la «mala conciencia» no era suficiente, pero era mucho mejor que no tener ninguna conciencia.

Sería  muy arduo entrar de pleno en una cuestión que atraviesa la historia del cine, y en la que persiste un hilo muy preciso, el que mueve a la industria y al poder hacer todo lo posible para que no se repita el «escándalo» de Intolerancia, donde el ambivalente Griffith tomaba partido a favor de unos huelguistas. Otro hilo nos lleva a lo propiamente cinematográfico, una película reaccionaria puede ser una maravilla, y viceversa, sin embargo, aún así, ambas lo serán «a pesar de»…El nacimiento de una nación es una maravilla a pesar de su repulsivo contenido; el Parnell, de John M. Stahl, fue lamentablemente una mala película a pesar de la nobleza de sus intenciones y del equipo que la realizó. Se discute su eficacia, convence, repiten los argumentos. Esta es una simplificación de «esteta». Los ya convencidos son una minoría, y la convicción no le exonera de una confrontación crítica. Agenda oculta llegó a miles, sino a millones de personas, buena parte de las cuales tenían una idea muy primaria o esquemática sobre la situación irlandesa (y británica), y el singular «thriller» de Loach amplió considerablemente sus puntos de mira, su percepción e información. Agenda oculta no les enseña donde están los buenos y donde los malos, les cuenta una historia que no les permite aburrirse, y les plantea una suma de cuestiones, les deja con el interrogante en la boca. Loach toma partida, se decanta, pero su opción respira autenticidad. Además, no niega la existencia de otras razones, y debate con ellas.

Como es sabido, la relación entre lo local y lo universal puede ser a veces apabullante. Y aunque Agenda oculta no da un paso fuera de su contexto geográfico, no existe la menor duda que existían importantes paralelismos con otros acontecimientos similares como lo pudo ser el asesinato de Ben Barka, o más todavía, el complot para asesinar a J.F. Kennedy en Dallas.  Su estreno coincidió en nuestros lares con el escándalo del GAL en la época con el gobierno socialista de Felipe González, y no está de más anotar de que a pesar de su éxito festivalero –en San Sebastián inclusive–, la película tardó en estrenarse. De hecho, la película juzga  a través de unos hechos verificados las consecuencias de una concepción según la cual hay que «defender las democracias en las cloacas».

Esto no se interpretaba en la línea clásica de «limpiar los establos de Augias», que fue una de los trabajos más notable de Hércules, sino en sentido opuesto; en esconder los establos. Asesinar a ciudadanos en Irlanda del Norte por la espalda, acusándole –como en  el célebre «caso de Almería»– falsamente de te­rroristas, ofreciendo luego una versión oficial que en nada se ajusta a lo ocurrido, sir­viéndose para la faena de organizaciones paramilitares o parapoliciales, es algo a lo que no cabe considerar más que como terrorismo de Estado, y no como un gesto democrático «sucio».

Durante la crisis irlandesa, los servicios de seguridad británica,  concretamente el M 15 (el mismo que culparía a John Lennon de financiar a la cuarta y al IRA), se mostraron  dispuestos a hacer cual­quier cosa con tal de conservar sus se­cretos…Siguiendo la premisa de que antes de reconocer un error, mejor ampliarlo, el gobierno británico «liberal» no dudó en emplear toda clase de medios para conseguir estos objetivos, desde la calumnia a la intoxicación, pa­sando por el chantaje y la intimidación, sin descartar siquiera el asesinato.. Loach por el contrario, se afirmaba en el criterio de «que si uno acepta que la gente pueda ser asesinada sin ser detenida, y se acepta igualmente que la democra­cia pueda ser subvertida por los que teóricamente están encargados de de­fenderla, eso podría ser el principio del fascismo aunque es evidente que el fascismo necesita de otra serie de características para desarrollarse», no obstante, añade, «asesinar a la gente sin detenerla es una clarísima muestra de estado policí­aco».

Cuando se asesina en nombre de la democracia no se hace democracia, precisamente la democracia está, entre otras cosas, para evitar la impunidad de los que se amparan en el Estado para cometer los más viles delitos. Por todo lo que cuenta, no hay duda que entre nosotros fue muchas las personas que vieron Agenda oculta en clave GAL. En su opinión, se trata de una «película (que) trata de las diferencias entre la de­mocracia formal y la democracia real y visto desde otra vertiente, de las di­ferentes fórmulas posibles de terro­rismo de Estado».

Ken Loach piensa que los servicios secretos «están acostumbrados a trabajar bajo el paraguas de los llamados secretos de Estado muchas veces son ellos mismos Ios que aconsejan a los políticos en ese tema; que es preferible no hablar y que preferible que la gente ignore cuantas más cosas mejor. Evidentemente la utilización de este argumento contribuye a que los servicios secretos operen sin ningún tipo de control, lo cual es efectivamente perjudicial para la democracia».  No está de acuerdo en hablar abstractamente de «fascismo», cree que » habría que decir es que el Estado no es algo monolítico Existen efectivamente las instituciones democráticas, pero también las relaciones personales que existen en el poder, los servicios secre­tos, la corona, el ejército, etc. El tema es que cuando van a acceder al gobierno unas personas que no gustan a otro, o otros de los integrantes del Estado, al­gunos elementos del Estado actúan defendiéndose, y éste es el caso de Agenda oculta…».

 https://kaosenlared.net/con-agenda-oculta-loach-rompe-fuego/

viernes, 11 de junio de 2021

Los horrores de la época colonial en África .


Los horrores de la época colonial en África comienzan a reconocerse (un siglo después)

Oier Zeberio


Alemania acaba de reconocer oficialmente que perpetró un genocidio al inicio del siglo XX en la actual Namibia, un territorio que estuvo bajo ocupación alemana durante décadas. El gobierno alemán ha anunciado que indemnizará al país con un fondo de 1.100 millones de euros durante los próximos años, entre otras medidas. Sin embargo, existen por lo menos otros dos países que tienen un pasado colonial genocida en África: Bélgica y Francia. En el caso de Bélgica, el 30 de junio de 2020, el día que se cumplió el 60 aniversario de la independencia del Congo, el rey de los belgas Felipe lamentó “los actos de violencia y los sufrimientos infligidos a aquel país en la época colonial”. Fue la primera ocasión en el que la monarquía belga reconocía la sanguinaria ocupación. Mientras, Francia ha afirmado que no emitirá una disculpa pública por la ocupación de Argelia ni por la cruenta guerra de ocho años que puso fin a 132 años de dominio francés.

Fotografía tomada en 1955 en lo que entonces se denominaba el Congo belga, una colonia del país europeo en suelo africano.

https://www.eulixe.com/articulo/reportajes/horrores-cometidos-epoca-colonial-continente-africano-siguen-persiguiendo-algunos-paises-europeos/20210603195917023499.html 

miércoles, 9 de junio de 2021

La escalada de la represión contra los periodistas en Marruecos.

                                                                                   


                             

Pulso entre monarquía y periodistas

 Por Lucile Daumas  

Fuentes: Viento Sur

Los periodistas marroquíes Souleimane Raissouni y Omar Radi llevan meses encarcelados en la prisión Okacha de Casablanca, en total aislamiento. El 8 y 9 de abril, respectivamente, comenzaron una huelga del hambre para pedir el cese de su aislamiento y su puesta en libertad provisional. Se lanzó entonces una fuerte campaña internacional, haciéndose eco de sus reivindicaciones y voces de todos los continentes piden su liberación inmediata. Raissouni y Radi son solo dos de los muchos periodistas marroquíes que han sido encarcelados en los últimos años.

 ¿Cúal es entonces el problema entre el régimen marroquí y los periodistas? En principio, son perseguidos por delitos comunes y su encarcelación no tendría nada que ver con su trabajo periodístico. Veamos.

 La escalada de la represión

 Souleimane Raissouni, periodista de 49 años, estuvo colaborando con varias publicaciones periódicas, como Nichane (la versión en árabe de Telquel) o Aoual. En 2018 fue nombrado redactor jefe del periódico independiente Akhbar Al-Yaoum tras la detención y condena a 15 años de prisión de su director de publicación, Taoufik Bouachrine, por «violación, intento de violación y tráfico de personas». Raissouni  es reconocido como un excelente periodista de investigación y uno de los mejores editorialista de la prensa cotidiana de Marruecos. Su pluma crítica le ha valido la ira de las autoridades marroquíes. Tras una campaña de difamación y acoso orquestada por los servicios de seguridad a través de órganos de prensa afines, fue arrestado a raíz de la acusación de violación que lanzó un hombre, Adam Mohamed, en Facebook, aunque no se nombraba a Raissouni ni la víctima había presentado ninguna denuncia a la policía.

 A pesar de la arbitrariedad de la detención y de la ausencia de denuncia y de evidencia del caso, Souleimane Raissouni fue inculpado y puesto en detención preventiva el 22 de mayo de 2020. Desde entonces está encarcelado, incomunicado y aislado de los demás presos. Su juicio no empezó hasta el 9 de febrero de 2021 y ha sido aplazado ya tres veces. Raissouni comenzó una huelga de hambre el 8 de abril de 2021.

 El 25 de diciembre 2019, el periodista Omar Radi, de 34 años, es arrestado a la vuelta de un viaje a Argelia e inculpado por desacato al tribunal, a causa de un tuit publicado ocho meses antes, en el que criticaba las duras condenas pronunciadas contra los activistas del Rif después de la revuelta que conoció esta región del Norte de Marruecos en los años 2016/2017. Gracias a una fuerte movilización nacional e internacional, lo liberaron seis días después. Sin embargo, fue juzgado en marzo de 2020 y condenado a una pena condicional de 4 meses. Desde abril de 2020, Omar Radi es objeto de una campaña de desprestigio por parte de medios de comunicación cercanos a los servicios de seguridad marroquíes. El 14 de junio, la misma prensa acusa a Omar Radi de realizar labores de inteligencia por cuenta de países extranjeros. Una semana después, Amnistía Internacional denuncia el pirateo del teléfono móvil de Omar, con el programa Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO. Unos días más tarde, el25 de junio de 2020, el fiscal del Tribunal de Apelación de Casablanca abre una investigación sobre «la presunta implicación del periodista en un caso de obtención de fondos extranjeros en relación con los servicios de inteligencia». Radi fue citado hasta diez veces en la sede del BNPJ (Oficina Central de Investigación Judicial) entre el 25 de junio y el 29 de julio. Acudió a todas las citaciones y respondió a todos los interrogatorios. El 5 de julio de 2020, Omar Radi y su colega Imad Stitou habían sido agredidos a la salida de un restaurante de Casablanca por un periodista del sitio web Chouf TV, acompañado de su esposa. Fueron acusados de «embriaguez en la vía pública» y «grabación de una persona contra su voluntad».

 El 23 de julio de 2020, Hafsa Boutahar, colaboradora del periódico digital Ledesk.ma, en el que colabora también Omar Radi, presenta una denuncia por violación contra él. El periodista reconoce haber tenido una relación sexual “entre adultos, con consentimiento”. Apenas una semana después, es inculpado por «atentar contra la seguridad interior y exterior del Estado y por violación y atentado al pudor» y encarcelado inmediatamente, con las dos acusaciones en un solo caso, sin olvidar el juicio que está en curso por la denuncia del periodista de Chouf TV.

 En cuanto a la acusación de atentar contra la seguridad del Estado, se basa en sospechas de obtener financiación extranjera en relación con servicios de inteligencia. Se trata en realidad de unos informes que Radi realizó (due diligence en inglés) sobre dos empresas marroquíes, trabajos ordinarios para un periodista de investigación económica, que en conjunto le reportaron menos de 2.000 euros. Cabe señalar que desde el 20F, el movimiento popular del 20111/, Omar Radi ha sido persona non grata en la prensa marroquí. Entre otras cosas, fue contratado varias veces y despedido después a causa de la presión sobre las direcciones de los periódicos que lo contrataron, además de no poder renovar su carnet de prensa hasta 2019. Esta situación le obligó a multiplicar trabajos esporádicos para ganarse la vida, como los dos mencionados anteriormente2/. Por otra parte, a Radi también se le acusa de haberse beneficiado de una beca académica para investigar sobre el expolio de tierras agrícolas en Marruecos. Recordemos que los encontronazos de Omar Radi con la Justicia coinciden con su regreso de una breve estancia en Argelia para recibir el premio al mejor artículo de investigación Ali Bey Boukhouba. El 23 de diciembre de 2019, estuvo invitado por Radio M (desde entonces prohibida en Argelia) para hablar de la expropiación de tierras colectivas en Marruecos3/. Y el 25, apenas regresado a Marruecos, fue detenido, con el pretexto de su tuit sobre las condenas a los activistas del Rif emitido unos 8 meses antes. A mayo de 2021, el proceso sigue su curso. Omar Radi lleva ya 10 meses en la cárcel, en aislamiento total4/.

 Estos dos casos son una caricatura de cómo funciona la justicia en Marruecos y como va disfrazando de derecho común juicios que son en realidad juicios políticos.

 Desgraciadamente, el acoso a los periodistas de parte del régimen marroquí no se limita a estos dos casos. Citemos algunos más.

 El 24 de marzo de 2021, Maati Monjib salió de la cárcel de Salé, en libertad provisional, tras 20 días de huelga del hambre. Había sido declarado culpable de blanqueo de capitales. Maâti Monjib es un universitario de 61 años, docente e investigador en historia, periodista y partidario activo de un periodismo independiente. Con este fin, fundó varias instituciones dedicadas a la formación de periodistas y activistas, a la promoción de la libertad de expresión, del periodismo de investigación, y a la protección de las y los periodistas5/. Desde 2013, Monjib y su familia han estado padeciendo un hostigamiento permanente de la policía, en forma de robo de documentos, campañas de difamación, prohibición de participar en varias conferencias, hackeo del sitio web de la AMJI, escuchas telefónicas y pirateo de su teléfono móvil (nuevamente mediante el software israelí Pegasus), seguimiento en las calles y carreteras, etc. En agosto de 2015 Maâti Monjib fue procesado en libertad por «atentar contra la seguridad interior del Estado» y «fraude», junto con otros seis periodistas, en el marco de las actividades de la AMJI la ADN. El juicio se aplazó repetidamente más de 20 veces y en realidad, nunca se llevó a cabo. A partir de octubre 2020, Maâti Monjib es acusado con otros miembros de su familia de lavado de dinero y arrestado el 29 de diciembre tras dos meses de investigación durante los cuales respondió a todas las convocatorias. Tras 20 días de huelga, es puesto en libertad provisional con prohibición de salir del país. Apenas un mes después, a principios de 2021, cuando ya estaba arrestado por otro asunto, fue condenado a un año de prisión y a una multa de 15.000 dírhams, sin que se le hubiera convocado ni a él -encarcelado en aquel momento- ni a sus abogados.

 Hajar Raissouni, periodista en Akhbar Al-Yaoum, sobrina de Souleimane Raissouni, arrestada el 30 de agosto de 2019, fue condenada un mes después a un año de cárcel por haber llevado presuntamente a cabo un aborto y por mantener relación sexuales extra matrimoniales; fue liberada en octubre del mismo año por indulto real, tras la enorme indignación que provocó su arresto y condena en la opinión pública nacional e internacional.

 Taoufik Bouachrine, director del diario Akhbar Al-Yaoum, arrestado en febrero de 2018 y condenado el 25 de octubre de 2020 por “tráfico de seres humanos», «abuso de poder con fines sexuales», «violación y tentativa de violación», a 15 años de cárcel y una multa de 255.000 euros. Bouachrine siempre ha negado los cargos que se le imputan, denunciando un «juicio político». El lunes 15 de marzo de 2021, la sociedad editora de Akhbar Al-Yaoum anuncia el cierre del periódico, tras tres años de calvario, con el director y el redactor jefe en la cárcel, sin publicidad y excluida de las subvenciones públicas. Otra nueva voz independiente que es acallada.

 Hamid el Mahdaoui, periodista, director y fundador de Badil.info, sitio de información on line, fue arrestado el 20 de julio de 2017 por su participación en las revueltas del Rif (Hirak) y su cobertura periodística, a la que se le acusó de «incitación a cometer una infracción grave o menor». Fue condenado a 3 años de cárcel, y salió el día 20 de julio de 2020, tras cumplir su condena. Otros periodistas rifeños, de la prensa digital, como Mohammed Asrihi, Jawad Essabiri, Houcein El-Idrissi de Rif24 et Rif Press, Abdelali Haddou de la web tele Araghi TV, también fueron perseguidos por atentar a la seguridad del Estado y condenados a varios años de cárcel.

 Rabie Ablak, colaborador de Badil.info, fue arrestado el 28 de mayo de 2017 y condenado el 26 de junio de 2018 a cinco años de cárcel por « haber recibido fondos del extranjero para actividades de propaganda y atentado a la seguridad del Estado». Fue puesto en libertad el 29 de julio de 2020 tras un indulto real, pero una nueva investigación en su contra se está abriendo en su contra a partir del día 27 de abril de 2021.

 Hicham Mansouri fue condenado a diez meses de cárcel por adulterio en mayo de 2015, exiliándose después de cumplirla. Fue condenado el 27 de enero de 2021 a un año de cárcel y una multa de 10 000 dirhams (cerca de 1000 euros) en el juicio de los miembros de la AMJI, junto con Maâti Monjib y otros periodistas de investigación. Sigue en el exilio.

 Samad Aît Aicha fue condenado el 27 de enero de 2021 a un año de cárcel y una multa de 10 000 dirhams (cerca de 1000 euros) en el juicio de los miembros de la AMJI, junto con Maâti Monjib y otros periodistas de investigación. También está en el exilio.

 A Hisham Kribchi se le condenó el 27 de enero de 2021 a un año de cárcel y una multa de 10 000 dirhams (cerca de 1000 euros) en el juicio de los miembros de la AMJI, junto con Maâti Monjib y otros periodistas de investigación. Está exiliado.

 Ali Anouzla, director de publicación del sitio web de información Lakome, en su versión en árabe, uno de los más consultado de Marruecos, fue arrestado el 17 de septiembre de 2013 por «asistencia material y apología del terrorismo» por publicar un enlace a un artículo del diario español El País, que contenía un enlace a un vídeo atribuido al grupo Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). Tras una fuerte movilización de solidaridad, cinco semanas después se levantó la decisión de cárcel preventiva y salió de la prisión. Desde entonces, como en el caso de Maati Monjib, el Tribunal se reúne periódicamente para aplazar el juicio una y otra vez. Aún no hay veredicto, pero la situación actúa como una espada de Damocles sobre la actividad periodística de Ali Anouzla, que ha abierto un nuevo medio digital: Lakome2.

 Por último, está el caso de Ali Lmrabet, que fundó entre 2000 y 2002 tres revistas : Demain (prohibida un año después) y Demain magazine (en francés), y Duman (en árabe) en el año 2000. En 2003, se prohíben estas dos últimas revistas y Lmrabet es condenado a tres años de cárcel por una entrevista con un “republicano” marroquí, información sobre el presupuesto de la casa real, falta de respecto al rey y atentado a la integridad territorial de Marruecos. Es indultado por el Rey ocho meses más tarde tras varias huelgas de hambre. En 2005 es condenado a una prohibición de diez años de ejercer de periodista por haber declarado que los saharauis en los campos de refugiados de Tinduf son refugiados según la ONU.

 Constantes y variantes en el sistema represivo

 Estos casos, y la lista no es completa, que me perdonen quienes no están citados aquí, presentan algunas constantes: la mayoría de periodistas no tienen que responder por sus actividades o escritos como tales, sino de delitos políticos de máxima gravedad (atentado a la seguridad del Estado, espionaje), o de supuestos delitos de derecho común: blanqueo de dinero en el caso de Maati Monjib, delitos de carácter sexual en el caso de Souleimane y Hajar Raissouni, Radi o Bouachrine, en un claro intento de desalentar cualquier voluntad de solidaridad. Las propias feministas marroquíes reaccionaron denunciando en un comunicado la instrumentalización de las luchas de las mujeres contra la violencia para fines de represión de periodistas6/. En resumen, la mayoría de los periodistas penalmente perseguidos en estos últimos años lo son por delitos comunes (acoso sexual, violaciones, blanqueo de dinero, embriaguez en la vía pública…), casos con toda evidencia fabricados por los tribunales para penalizar actividades periodísticas. De este modo, el Estado marroquí no tiene que responder a críticas de persecución de periodistas como tales, puesto que se les declara culpables por delitos comunes. Además, en 2016, Marruecos reformó el Código de prensa, en el que se prohíbe la prisión por delito de opinión, aunque después se introdujeron excepciones, con penas privativas de libertad para algunos de estos, en relación con las líneas rojas que son la monarquía, la patria y el islam. Por lo tanto, basta con burlar el código de la prensa y encontrar pretextos para enviar a los periodistas a la cárcel. El mismo hecho de denegar sistemáticamente y sin explicación alguna la libertad condicional a los presos, muestra el afán de las autoridades por tenerlos en la cárcel, cuando nada lo justifica, ni en virtud de una potencial peligrosidad, ni por su actitud, puesto que siempre han acudido a todas las citaciones y se prestaron sin problema a las investigaciones preliminares.

 Cabe subrayar también que se está persiguiendo a los periodistas como personas, cuando en años anteriores la persecución iba más a los medios en los que escribían o dirigían. El régimen se adapta a la modernidad. Con la prensa en papel, se podía prohibir la distribución del periódico, se podía presionar a los anunciantes para cortar las fuentes de dinero, se podía cerrar la imprenta. Todo es mucho más difícil con la prensa digital. La idea, entonces, es aterrorizar a los periodistas y sacárselos de encima mandándoles a parar a la cárcel. Pero en el caso de Akhbar El-Yaum, la persecución de tres de sus periodistas, Taoufik Bouachrine, Hajar y Souleimane Raissouni, acabó hundiendo el medio, que tuvo que cerrar el mes de marzo pasado.

 Por otra parte, los tribunales ni siquiera se molestan en construir casos coherentes y verosímiles. Además, si un periodista puede ser detenido y condenado por delitos que no ha cometido, esto se convierte en un elemento disuasorio aún mayor para los demás. Ya no pueden saber de dónde les va a llegar el golpe, pues ya no se trata de asumir sus opiniones, sus actos y sus escritos, sino de ir a la cárcel por cualquier delito inventado.

 Pongamos el ejemplo de Omar Radi. No cabe la menor duda de que su persecución por la Justicia tiene que ver con la investigación que estaba llevando a cabo cuando lo arrestaron la primera y segunda vez, acerca de los acaparamientos de tierras en Marruecos. Tenía una beca académica para investigar sobre el tema y durante un viaje que hizo a Argelia, habló públicamente de estas investigaciones en conferencia y televisión. Y esto en un momento en el que la tierra agrícola es objeto de una intensa especulación por parte de inversores nacionales y extranjeros, en Marruecos como en muchos otros países del mundo, y se están acumulando fortunas gigantes con estos acaparamientos de tierras, hasta dentro de la misma cúpula del poder.

 Pero acusarlo de eso hubiese sido claramente un delito de opinión y además hubiese permitido que se abra un debate público sobre el tema. Mejor presentarlo como espía y violador.

 En realidad los espías son las autoridades marroquíes. Recordemos como Amnistía Internacional denunció el hackeo del teléfono mócil de Omar Radi, atacado con el programa Pegasus7/ Lo mismo pasó con Maati Monjib. Se ve que los Servicios de inteligencia supieron pasar a la era de lo digital, abriendo varios periódicos digitales, prensa sensacionalista y especialistas en difamación, tales como Barlaman.com, ChoufTV, 360.ma. Marruecos se ha convertido en un maestro de la cibervigilancia y Facebook ha anunciado el cierre de unas 385 cuentas falsas de Facebook y 40 de Instagram en Marruecos, varias de ellas relacionadas con ChoufTV. Yassin Adnan, un joven escritor marroquí, describió muy bien los mecanismos de esta vigilancia en su novela Hot Maroc, publicado en 2020 por Actes-Sud y ya traducido al inglés. Pero la realidad desgraciadamente supera la ficción y varios blogueros, facebookers, youtubers, se encuentran entre rejas. Ese es el caso de Chafik Omerani, ingeniero y youtuber marroquí-americano. Fue arrestado a su llegada al aeropuerto de Rabat-Salé el 6 de febrero 2021 y condenado el 25 de marzo a tres meses de cárcel y una multa de 40 000 dírhams (unos 3750 euros) por haber publicado videos «en desacato a organismos y funcionarios públicos» lo cual fue considerado como «actos de carácter criminal»8/.

Pero ¿tiene tanto poder la prensa?

¿Podría un artículo de prensa, en un país tan poco democrático como Marruecos deshacer gobiernos y fortunas? Claramente, no. Ni en Marruecos ni en muchas otras partes. Entonces ¿para qué empeñarse tanto contra los periodistas, con la desventaja de presentar una imagen poco favorable del régimen ante la opinión publica nacional e internacional?

Maati Monjib nos ofrece una clave del problema. En su libro La monarquía marroquí y la lucha por el poder, publicado en 1992 por l’Harmattan, explica detalladamente cómo en tiempos del protectorado franco-español, la monarquía y el movimiento nacional se apoyaron mutuamente para conseguir la independencia del país. Y cómo, una vez conseguida ésta, los dos socios se enfrentaron duramente para saber cual de ambos iba a tomar la riendas del país. El partido de la Independencia (Al-Istiqlal) soñaba con una monarquía de tipo inglés con un rey que diera continuidad y legitimidad a las nuevas autoridades, pero que no gobernara. La reyerta fue larga y dura y el asesinato de Mehdi Ben Barka en 1965 vino a marcar la contundente victoria de la monarquía y su disposición a emplear cualquier método a su disposición contra cualquiera que dudara de ella. En los años posteriores siguió manipulando, cooptando, dividiendo, reprimiendo el movimiento político y pasó a quitarle fuerza al movimiento sindical, con los mismos métodos anteriores, divisiones y cooptación, manipulación y represión. El resultado fue que consiguió un control absoluto sobre el país. Los últimos en rebelarse fueron los militares que intentaron dos veces deponer al rey, en 1971 y 1972. Pero fracasaron. Fusilaron a 21 y los 58 restantes fueron a morir a fuego lento en el penal de Tazmamart, en el Sur del país. La operación Marcha verde y de recuperación de los territorios saharauis, vaciados por España en 1975, terminó de asentar el poder absoluto y autocrático de la monarquía marroquí.

 Dos décadas después, Hassan II pensó que podía aflojar un poco la cuerda y dejar en herencia a su hijo un país más presentable. Sacó a los militares que quedaban vivos de Tazmamart9/, vació las cárceles de los presos izquierdistas (aunque empezaba a llenarlas con islamistas), permitió que aparecieran nuevos títulos de prensa, no ligados ni al poder ni a los partidos, pero sí al mundo del negocio y dependientes de los anuncios publicitarios. Una prensa más moderna, que se quitó bastante pelos de la lengua y empezó a tocar temas inauditos para el país, tales como la fortuna del rey, la situación en el Sahara, la sexualidad, escándalos financieros y corrupción, etc. Poco a poco el tono de libertad de ciertos títulos empezó a molestar y varios periódicos tuvieron que cerrar, asfixiados a nivel financiero, tras condenas a multas impagables o cese de la publicidad bajo presión de las autoridades. Cerraron Le Journal, luego Le Journal hebdomadaire, Demain, o Nichane, y varios periodistas tuvieron que exiliarse.

 Fue entonces cuando empezó a surgir la prensa digital. Se multiplicaron los medios, tanto en árabe como en francés o en amazigh, que ya pasan de varios centenares, y apareció en las pequeñas ciudades una prensa local y regional que nunca había existido. Unos son serios y fiables, otros muy poco profesionales.

 Con las movilizaciones de 2011, que encendieron gran parte del mundo árabe y en Marruecos se denominaron Movimiento del 20 de febrero (20F), la situación cambió. Durante unos meses, una nueva libertad de tono y de expresión floreció tanto en las calles como en las columnas de la prensa. Pero el recreo duró poco. Con la ayuda de casi todos los partidos políticos, la monarquía consiguió recuperar el control proponiendo una agenda electoral, que consiguió marginar al movimiento popular y ampliamente espontáneo que ya no estaba en su terreno. Aún así fueron necesarios varios meses y una política de represión y provocación cada vez más agresiva para conseguir vaciar la calle de manifestantes. Pero la alerta había sido caliente. Y desde entonces un manto de plomo ha caído otra vez sobre Marruecos. Las pocas organizaciones todavía independientes y críticas (AMDH, ATTAC, AMJI, Freedom now Marruecos, Racines) han visto muchas de sus actividades prohibidas, no se les ha reconocido o no se les ha renovado las autorizaciones o han tenido que cerrar. Muchas actividades culturales promovidas por los jóvenes del 20F son reprimidas como lo fueron las impresionantes revueltas sociales del Rif (octubre 2016- verano 2017) y luego, de la ciudad minera de Yerada (diciembre 2017-enero 2018) así como otras protestas en varias regiones del país, y siguen centenares de presos en las cárceles. Periodistas independientes cubrieron y contextualizaron estos movimientos sociales, acompañados por una intensa actividad de blogueros, youtubers, facebookers, que hacen difícil tapar lo que está ocurriendo en el Marruecos profundo. Y para tratar de callarles y asustarles, muchos son los que van a parar a la cárcel.

 Las autoridades crearon también sus propios medios, que además de ser órganos de la propaganda estatal, están ahora jugando el papel sucio de difundir noticias falsas, difamar a los colegas de la prensa independiente e incluso preparar con antelación los motivos de la detención de ellos, estando a veces incluso presentes en el mismo momento de la detención. La connivencia entre estos medios de comunicación, los servicios de seguridad, la policía y el poder judicial es descaradamente evidente.

 Por otra parte, el hecho de despojar de protagonismo a los partidos y sindicatos, ha tenido un doble efecto:

 – Los movimientos sociales se organizan fuera de ellos, sea a nivel corporativo ( ver en la actualidad el impresionante movimiento de los docentes con contratos temporales10/ (,contra la destrucción de la estatuto de la Función pública, la precarización de los docentes y el desmantelamiento de la educación pública), a nivel territorial (Rif, Yerada, etc.), o a nivel nacional y político (M 20F) experimentando nuevas formas de liderazgo y de organización, y manifestando una amplia desconfianza hacia partidos y sindicatos.

 – Al hacerlo, el gobierno también ha destruido todas las instituciones capaces de desempeñar el papel de canalizador y mediador, declarando incluso que su único programa es el del rey. La monarquía queda pues desnuda ante su pueblo. Y solo puede contar con su aparato represivo y tratar acallar todas las voces críticas que quedan en el país. De allí esa tremenda represión contra los periodistas. Pero ¿cómo conseguirlo con las nuevas herramientas de comunicación, si cada ciudadano es capaz de producir y difundir su propia información?

 P.S. Los juicios de Souleimane Raissouni y Omar Radi se siguen aplazando, como ocurrió en la última audiencia del 18 de mayo, donde el tribunal decidió que el aplazamiento fuera a los primeros días de junio. Mientras tanto, llevan ya casi un año en la cárcel, sin juicio ni perspectiva de saber cuando éste se abrirá. Omar Radi, como se explica más arriba, suspendió su huelga de hambre después de 20 días, a petición del médico de la cárcel, muy preocupado por su estado de salud. En cuanto a Raissouni, continúa hasta el día de hoy con la huelga de hambre, y su estado de salud después de más de 40 días sin comer, se ha deteriorado considerablemente (20/5/2021).

 Lucile Daumas. Activista por los derechos humanos en Marruecos. Forma parte del Consejo Asesor de viento sur

 Notas

 1 / Equivalente al 15M español (Nota de la editora).

 2 / https://ledesk.ma/grandangle/omar-radi-espion-du-mi6-revelations-sur-une-cabale-insensee/

 3 / https://www.youtube.com/watch?v=fZtdufgg-2U

 4 / El 9 de abril, Radi comenzó una huelga de hambre que hubo de abandonar el 1 de mayo, a causa de una grave enfermedad crónica intestinal (nota de la editora).

 5 / Entre ellas se encuentran Centro Ibn Rochd (Averroes) de Estudios y Comunicación, la Asociación Marroquí de Periodistas de Investigación (AMJI por sus siglas en francés) o la Asociación de los Derechos Digitales (ADN); Monjib es además presidente de la Asociación Freedom Now-Marruecos.

 6 / https://freeomarradi.files.wordpress.com/2020/08/petition-contre-linstrumentalisation-des-combats-feministes.pdf

 7 / https://www.amnesty.org/es/latest/news/2020/06/nso-spyware-used-against-moroccan-journalist/

 8 / https://www.lavozdegalicia.es/noticia/internacional/2021/03/25/youtuber-condenado-tres-meses-marruecos-difamacion/00031616688465053652966.htm

 9 / De los 58 militares que fueron encarcelados en Tazmamart, 35 murieron allí, de lo duro que eran las condiciones de detención. Los 13 restantes fueron liberados en 1991. Veáse: https://archives.rgnn.org/es/2016/03/18/tazmamart-celda-numero-10-i/

 10 / https://kaosenlared.net/marruecos-reprime-violentamente-manifestaciones-de-profesores-en-varias-ciudades-del-pais /

FUENTE..

https://vientosur.info/pulso-entre-monarquia-y-periodistas/

  Nota del blog .- Mientras  en Marruecos persiguen y encarcelan a periodistas,  las autoridades de  la UE   ya se les quedo el cuello torcido de mirar hacía  este y meter  el dedo en el ojo de Moscú . Dos varas  dos medidas , como siempre . Al igual del periodista saharaui Mohamed Lamin Haddi,  y otros  ni pío (1).  Y en España si eres franquista tienes libertad de expresión , pero si eres Pablo Hasel , NO .

VER...

Nota .(1) https://www.publico.es/internacional/libertad-prensa-marruecos-guerra-marruecos-prensa-alternativa-protestas-rif.html


martes, 8 de junio de 2021

El entierro de Felipe de Edimburgo .

                                        


     La reina Isabel con el saludo nazi.(1) en The Sund
El entierro del príncipe Felipe

Ash Sarka

 Felipe de Edimburgo, consorte de la reina de la Inglaterra Isabel II, falleció el pasado 9 de abril. Como no podría ser de otro modo en el caso de tan relevante personaje en el devenir de la historia europea contemporánea –que llegó a definirse a sí mismo, quejándose de su obligada función de florero, como "maldita ameba"–, la prensa ha dado buena cuenta de sus muchos perfiles biográficos: marino intrépido, aristócrata prudente, esposo comprometido o abuelito devoto. Su defunción, sin embargo, es una buena excusa para repasar su biografía y con ella las hazañas recientes de la aristocracia europea. Acorralada por los frutos revolucionarios del movimiento obrero y víctima de intereses nacionales que ya no se solapaban con las lealtades del Antiguo Régimen, la nobleza del continente no pocas veces buscó refugio entre los advenedizos campeones del privilegio: nazis, fascistas y reaccionarios de todo tipo. Un siglo después esta historia de amistades peligrosas merece todavía ser recordada. SP.

 El príncipe Felipe nació en 1921 en una monarquía en plena crisis existencial. Hijo único del príncipe Andrés y la princesa Alicia de Battenberg, estaba en la línea de sucesión de los tronos de Grecia y Dinamarca. La Casa de Glücksburg fue particularmente hábil en el arreglo de matrimonios estratégicos dentro de la aristocracia europea: la mayoría de los monarcas que actualmente reinan en Occidente pueden rastrear su ascendencia hasta el bisabuelo de Felipe, Christian IX de Dinamarca, la reina Isabel II inclusive. Pero mientras la rama danesa de los Glücksburg disfrutaba de una relativa estabilidad, la corona griega se enfrentaba a una catástrofe a principios de la década de 1920.

 Los turcos habían logrado avances considerables en la guerra greco-turca. El tío de Felipe y comandante de la fuerza expedicionaria, el rey Constantino I, fue obligado a abdicar en septiembre de 1922. El nuevo gobierno militar arrestó al príncipe Andrés; más tarde, en diciembre, fue condenado a muerte y exiliado de por vida de Grecia. Philip, junto con su madre y sus cuatro hermanas, fueron evacuados a Italia en el HMS Calypso, con el futuro consorte transportado en una caja de frutas que le servía de catre. Con la ayuda de parientes ricos y aristocráticos (de hecho, el rey Jorge V de Gran Bretaña había ayudado en la dramática fuga de Grecia) la familia finalmente se estableció en Francia.

 Si bien la nacionalidad de Philip fue objeto de intensas especulaciones en el período previo a su propia boda real, no se consideraba un hombre de lealtades divididas. Después de dos semestres en una escuela en Alemania, fue educado en la escuela pública británica Gordonstoun, fundada por un educador judío que había huido de la persecución nazi. Philip tampoco tenía una afinidad particular con sus orígenes helénicos: dijo en una entrevista que “ciertamente nunca he sentido nostalgia de Grecia. Un abuelo asesinado y un padre condenado a muerte no me granjean la simpatía de los perpetradores ". Se convirtió en ciudadano británico naturalizado y renunció a sus títulos griegos antes de casarse con la entonces princesa Isabel.

Muchos obituarios han hecho referencias indirectas a los "trastornos" sociales y políticos que tuvieron lugar en los primeros años de la vida de Philip. Para decirlo sin rodeos, gran parte de la aristocracia europea estaba presa del pánico desde la abdicación del káiser Guillermo II y la ejecución del zar Nicolás y su familia en 1918. El abuelo de Felipe, Jorge I de Grecia, también había sido asesinado en 1913 por un hombre que decía tener simpatías socialistas o anarquistas.

 El poder en Europa era un asunto de familia: el zar Nicolás de Rusia, el káiser Guillermo II de Alemania, el príncipe Andrés de Grecia y el rey Jorge V de Reino Unido eran primos hermanos. Los comunistas habían matado a una dinastía imperial de 300 años de antigüedad en Rusia, mientras que la monarquía prusiana fue víctima de la revolución alemana. En una época de golpes de estado, populismo y movimientos revolucionarios, era difícil saber cual sería la corona derrocada a continuación. La aristocracia europea se unió e hizo causa común con los gobiernos fascistas emergentes en un intento de defenderse de los comunistas y republicanos.

 Las cuatro hermanas de Philip se casaron con la aristocracia alemana que, junto a una cuarta parte de sus semejantes de sangre azul en la década de 1930, se unieron al partido nazi. Los cuñados de Philip adoptaron con entusiasmo las insignias nazis. Después de la muerte de su hermana Cecilie, su esposo Georg Donatus y sus dos hijos en un accidente aéreo, el adolescente Philip fue fotografiado con traje de civil junto a hombres mayores con uniformes de las SS en la procesión fúnebre. La fotografía no se publicó en el Reino Unido hasta 2006. La hermana de Philip, la princesa Sophie, se unió a NS-Frauenschaft y era la más cercana de los hermanos a la élite del partido. Hasta su muerte en 2001, Sophie fue muy próxima a Philip y era una visitante habitual de la casa real.

 Las simpatías nazis no se limitaban a la familia inmediata de Philip; también eran un lugar común entre la élite británica. Otro primo hermano de George V, Charles Edward, fue uno de los primeros partidarios aristocráticos de Hitler y ascendió al rango de Obergruppenführer dentro de los camisas pardas. Oswald Mosley, líder de la Unión Británica de Fascistas, era él mismo un baronet y estuvo en la boda del Rey y la Reina. Su segunda esposa, Diana Mitford, era hija de un barón y se había unido a Hitler en el balcón de Hofburg durante el Anschluss. Una combinación de anticomunismo, antisemitismo y entusiasmo por la superioridad de su herencia sanguínea hizo que una parte significativa de la parentela aristocrática de Europa abrigase simpatías fascistas. Los vínculos de la familia de Felipe con el Tercer Reich (junto con el afecto del príncipe Eduardo y Wallis Simpson por Hitler, y la filmación de una Isabel II niña haciendo un saludo nazi) han sido un garrote útil para aquellos que desean establecer una distinción entre el amor al rey y el amor al país.

 Sin embargo, no es tan simple como eso. Si bien Philip minimizó las simpatías fascistas de su familia como "personas que se aferran a algo o alguien que parecía apelar a su patriotismo", no parece haber compartido su apoyo absoluto al régimen nazi. De hecho, después de dejar la escuela, el joven Philip sirvió con las fuerzas británicas durante la Segunda Guerra Mundial. Los espasmos nacionalistas causaron problemas a los vínculos familiares transfronterizos de las élites de sangre azul - en efecto, la propia casa real británica se vio constreñida a cambiar su nombre de “Saxe-Coburg and Gotha” a “Windsor” durante la primera guerra mundial para disipar cualquier insinuación de simpatías progermánicas. Las hermanas de Philip se encontraron en el lado malo de la guerra y de la historia después de casarse con príncipes alemanes. Pero la fidelidad adecuada a la clase dominante del país adecuado podía suponer un término a la vida de una casa aristocrática en crisis.

La asimilación de Philip a la clase dirigente británica siguió el modelo establecido por su tío materno: Como Louis, Philip adoptó el nombre de “Mountbatten” (la versión inglesa de “Battenberg”) y sirvió en la Marina. Compartió el diletante interés de su tío por la tecnología y los artilugios, y después del ascenso de su esposa al trono, fue uno de los primeros defensores del poder de la televisión para conseguir el apoyo público a la institución feudal que ella representaba. Aunque, debido a su inclinación por las bromas racistas y su altivez, la reputación de Philip de ser un poco dinosaurio era bien merecida, también fue (en términos relativos) un modernizador.

 Después de haber sobrevivido a los disturbios del siglo XX, Felipe comprendió que la aceptación pública de la monarquía hereditaria no podía darse por sentada: tenía que fabricarse. La Casa de Windsor no podía permitirse el lujo de ser tan distante o sospechosamente europea como su predecesora. Tuvo que adaptarse a los voraces apetitos de un público enganchado a la televisión. Además, la transición de la corona del imperio a un estado de bien común fue suavizada por la monarquía que se rebautizó a sí misma como una institución de "servicio público". La visibilidad de Felipe en la cúspide de las instituciones filantrópicas ha formado parte de un proyecto deliberado para presentar a la familia real como una extensión del sector caritativo: al simbolizar las “buenas obras”, la monarquía queda aislada de preguntas incómodas sobre si la transferencia hereditaria del poder es compatible con una democracia supuestamente moderna.

 Es sorprendente que incluso después de Carlos y Diana, Harry y Meghan, y el Príncipe Andrés y el FBI, el Príncipe Felipe haya muerto con la monarquía haciendo frente a menos crisis de legitimidad que cuando nació. La familia real británica ha sobrevivido a la abdicación de Eduardo VIII, las revoluciones en todo el continente, la Segunda Guerra Mundial y el declive de las grandes casas aristocráticas de Europa - y Felipe, nacido en la línea de sucesión a un trono que ya no existe, murió como consorte de la monarca reinante más longeva de Gran Bretaña. Se adaptó para sobrevivir, entendiendo mejor que nadie en la Casa Real la máxima de Giuseppe Tomasi di Lampedusa de que “todo debe cambiar, para que todo siga igual”.

 Ash Sarkar  es editora colaboradora de Novara Media

Fuente:

https://novaramedia.com/2021/04/12/prince-philip-knew-one-important-thing-for-monarchies-to-survive-they-must-learn-to-adapt/

Traducción:Anna Maria Garriga Tarré para Sin Permiso.


 Nota(1) ..https://www.farodevigo.es/vida-y-estilo/gente/2015/07/19/polemica-saludo-nazi-isabel-ii-16860030.html

 Nota  (2)  ..

Esto  me hace  recordar  un documental  ,  hace años , laudatorio dedicado a la familia real inglesa en TVE .. donde el príncipe Felipe al ser preguntado  por los matrimonios reales ,soltó la frase  “ hay que renovar  la sangre” (   azul real ) , claro está , se refería a él y a su hijo casado con una plebeya por el problema de la hemofilia en la familia real británica, que lleno  las monarquías de  Europa de hemofílicos  desde Rusia  a España.  Lo decía tan tieso  que recordaba el Nosferatu  de Murnau  .De algún modo sus nietos han hecho lo mismo . Y haciendo de la necesidad virtud lo han vendido   como populismo y democratización plebeya de la monarquía.  En el mismo reportaje la reina manifestaba , “que la juventud de ahora lo  iba a tener  más difícil que la  de su época”  . Como si eso fuera irremediable y su época fuera  la dorada .



Esta foto en cabeza el original en Sin Permiso , pero la explica   y es : El príncipe Felipe  , de 17 años, en el entierro de una de sus hermanas en Alemania. Se le puede ver rodeado de uniformes nazis, pues ella estaba casada con un alto oficial de Hitler.