lunes, 16 de marzo de 2020

Virus y capitalismo.


El virus y la economía: mucho peor de lo que parece

Juan Torres López 
¿Un simple virus puede poner en solfa al mundo entero? ¿Una economía mundial tan potente y asentada pueda estar en peligro por esa causa? ¿Se pueden venir abajo las bolsas sólo por el efecto de la propagación de un virus? ¿Qué está pasando y qué puede pasar, por qué tanta alarma?
Es normal que la mayoría de la gente se haga este tipo de preguntas pero me temo que las respuestas que se están dando son confusas y que generan más dudas de las que resuelven.
Sobre la epidemia, lo cierto es que todavía no se sabe bien cuál puede ser su verdadera magnitud. Parece ser que si se aplican medidas de aislamiento e higiene que eviten su propagación, sobre todo a personas especialmente vulnerables, en muy pocas semanas se podría frenar su expansión sin que se produzca un efecto especialmente dramático. Eso es lo que parece que ha ocurrido en China, gracias a que allí hay un sistema de toma de decisiones muy centralizado, dictatorial, y en donde se han podido aplicar recursos millonarios para aislar a la población. Pero es difícil que se pueda actuar del mismo modo en otros países, de modo que no se puede descartar un contagio exponencial que afecte a millones de personas en unas cuantas semanas.
Diferentes estudios realizados en los últimos años sobre los efectos económicos de este tipo de epidemias nos permiten saber algunas cosas. Primero, que es seguro que lo que está pasando tendrá consecuencias y costes; segundo, que su efecto final dependerá del tiempo que dure la alarma y del frenazo de la actividad que produzca; y, tercero, que sólo si se actuara con gran ineficacia y se alcanzara un nivel de mortalidad ahora mismo posiblemente impensable (más 15 millones de muertos al año), quizá se produciría un coste que comenzaría a ser más o menos equivalente al que supuso la última gran crisis.
Sólo si se actuara con gran ineficacia y se alcanzara un nivel de mortalidad ahora mismo posiblemente impensable (más 15 millones de muertos al año), quizá se produciría un coste que comenzaría a ser más o menos equivalente al que supuso la última gran crisis 
A pesar de eso, a mi me parece que el peligro al que nos enfrentamos no es la difusión de un virus ni aunque este fuese mucho más letal de lo que ahora podamos imaginar que llegue a ser el coronavirus en el peor de los casos.
El problema grave que tenemos delante de nuestras narices y al que no le estamos dando la importancia que tiene es la situación en la que se encuentra el sistema en el que vivimos, el capitalismo de nuestros días. Un sistema complejo que tiene propiedades que le hacen funcionar de un modo muy específico.
Estos sistemas, como el capitalismo, son imprevisibles y permanentemente inestables, y de ahí que sea muy difícil predecir cuál será su evolución. Pero sí sabemos, sin embargo, algunas cosas importantes sobre su funcionamiento y evolución y, sobre todo, sobre lo que puede hacer que colapsen.
Sabemos, por ejemplo, que los sistemas complejos como el capitalismo viven al borde o expuestos permanentemente al fallo sistémico y fatal, que tienden constantemente a la crisis y que están siempre en peligro de colapsar, precisamente porque su complejidad no es otra cosa que inestabilidad y desorden.
Pero, al mismo tiempo, también sabemos que la gran probabilidad de fracaso, de fatalidad, que acompaña a cualquier sistema complejo hace que generen en su seno constantes y potentes elementos de protección. Por eso pueden resultar muy seguros a pesar de ser, al mismo tiempo, muy propensos al colapso. Precisamente por eso.
En segundo lugar, sabemos también que los sistemas complejos casi nunca colapsan por el efecto de un solo fenómeno. Para que se produzca un fallo total, sistémico, fatal, para que colapsen, es necesario que concurran diferentes fallos al mismo tiempo.
Y es muy importante saber que estos sistemas funcionan siempre en condiciones degradadas, es decir, con muchos fallos latentes que es imposible erradicar, bien porque se desconocen, porque no compensa o porque no se quiere asumir el coste de eliminarlos en todo o en parte.
Las consecuencias de esto que sabemos sobre los sistemas complejos son de aplicación a lo que está pasando con la epidemia del coronavirus
En primer lugar, que es muy difícil que resulte tan fatal como se está creyendo. El sistema se está defendiendo del "fallo" en su funcionamiento que supone el coronavirus con mecanismos del propio sistema que son seguramente mucho más potentes de los que serían realmente necesarios para evitar que se convierta en un peligro global o letal. Y, como he dicho, es altísimamente improbable, por no decir, imposible, que el sistema en su conjunto se vea afectado fatalmente por un solo fallo o factor.
Pero, en segundo lugar, hay algo que es mucho más preocupante.
La epidemia del coronavirus constituye un fallo añadido en el sistema que si se contempla linealmente puede parecer poca cosa. Pero que puede resultar de efectos muy graves si se tiene en cuenta que su presencia muta la condición del sistema en su conjunto porque interactúa con otros de sus fallos latentes. Es decir, el coronavirus es realmente peligroso no por lo que supone en sí mismo sino porque aumenta mucho la degradación del sistema en su conjunto, en mucha mayor proporción de la que correspondería a su aislada naturaleza de epidemia sanitaria.
A mi juicio, la extraordinaria gravedad del coronavirus no es el daño que produciría una epidemia si se pudiera contemplar aisladamente, sino la aceleración del efecto degradante o destructor de los demás fallos que estaban más o menos contenidos hasta ahora.
Ya escribí hace unos meses que se estaba gestando una crisis de muchos frentes pero que -a corto plazo- tenía tres manifestaciones o vías de expansión principales: las bolsas, que han alcanzado una sobrevaloración disparatada que las lleva a estallar antes o después; la deuda en crecimiento insostenible; y el bloqueo de la oferta como consecuencia de la continua caída de la rentabilidad del capital material en favor del beneficio financiero.
Los problemas que puede traer ahora la propagación del coronavirus tienen que ver justamente con esa crisis de oferta que ya en los últimos meses se estaba produciendo en casi toda la economía mundial en forma de una desaceleración relativamente atenuada.
Ahora, las respuestas que inevitablemente van a tener que adoptar los gobiernos para evitar el contagio van a bloquear todavía más la oferta y sus consecuencias van a ser varias, pero todas con algo en común: reactivar los fallos hasta ahora latentes o adormecidos.
Las respuestas que inevitablemente van a tener que adoptar los gobiernos para evitar el contagio van a bloquear todavía más la oferta y sus consecuencias van a ser varias 
En primer lugar, va a disminuir la producción, se van a desarticular los canales de suministro y distribución, van a producirse carencias de aprovisionamiento a escala global y la crisis empresarial va a generalizarse, disminuyendo mucho más la rentabilidad del capital que mueve los motores de la economía productiva. La crisis de oferta va a ser muy fuerte.
En segundo lugar, va a aumentar la deuda empresarial y la dificultad para hacerle frente por parte de miles de empresas, especialmente por las "zombis" que hasta ahora han estado manteniendo su actividad a base de más deuda, pero sin generar beneficio suficiente.
En tercer lugar, el cambio de expectativas, la posibilidad de que se produzcan quiebras en cadena y movimientos extremos por parte de las autoridades en materia de gasto e intervención financiera, van a producir un caos bursátil de la mano de las operaciones automatizadas, de los algoritmos que utilizan los grandes fondos especulativos. Las bolsas, como ya anticipé, son ahora mismo el eslabón más débil y volátil del capitalismo, estaban a punto de saltar y el virus va a hacer que estallen sin remedio.
En cuarto lugar, todo eso va a afectar al sector financiero que perderá negocio solvente y frenará la financiación, amplificando los problemas anteriores, cuando no sufriendo él mismo una nueva crisis financiera.
En quinto lugar, la intervención de las autoridades va a ser bastante complicada y poco efectiva porque ahora no se trata de impulsar la demanda inyectando capacidad de gasto (que hará falta) sino de poner en pie la oferta, y eso es mucho más difícil cuando las empresas cierran y las redes productivas se han boqueado.
En sexto lugar, no descarto que, precisamente por el bloqueo de la oferta, se produzca un rebrote inflacionario que pondría a los bancos centrales ante un dilema terrible, pues estarían obligados a frenarlo. Y entonces estará por ver cómo podrán soplar y sorber al mismo tiempo, es decir, hacer política expansiva y contractiva a la vez.
Si no se toman medidas drásticas para evitar los contagios, si no se aísla a la población, la expansión de la pandemia es casi segura y esa expectativa de crisis paralizaría la actividad. Pero la cuarentena y el aislamiento también la frenará sin remedio. No hay salida. Pero el problema no es el virus, sino un sistema complejo en el que un fallo aparentemente sin demasiada importancia puede reactivar otros fallos hasta ahora latentes o medio controlados. Y es esa conjunción de factores lo que va a crear una situación nueva y que representa un peligro muy serio.
Si los fallos latentes diversos se hacen expresos y si su aparición coincidente los convierte en un fallo único y estructural, nos vamos a enfrentar a un problema económico hasta ahora desconocido en la época del capitalismo globalizado y neoliberal.
Y las recetas que los gobiernos y las autoridades monetarias han venido utilizando no les van a servir. Ahora tendrían que pensar "al revés" de como lo han hecho hasta ahora desde hace décadas y eso no les va a resultar fácil. No tienen soluciones porque ni siquiera se pueden imaginar cuál es la naturaleza del problema que tienen por delante. De ahí que estén desorientados y sin saber bien qué hacer.
El virus es la pequeña mariposa de la teoría del caos: el suave movimiento que producen sus alas en una esquina del planeta se está empezando a traducir en una tempestad a miles de kilómetros. La gente lo intuye con más sabiduría que los políticos y economistas que siguen creyendo que sólo se trata de tomar medidas sanitarias acompañadas de otras cuantas económicas convencionales, cuando el peligro verdadero está en otro lado, en los fallos estructurales del sistema que el virus puede haber reactivado ya.
Hablaré de alternativas en el siguiente artículo pero anticipo la principal: es obligado que vivamos de otro modo.


sábado, 14 de marzo de 2020

El Covid-19 y las realidades incómodas .


 

Resultado de imagen de coronavirus

El Covid-19 hace de Bin Laden, entre otras 11 verdades incómodas

  1. Este coronavirus se parece asombrosamente al terrorista saudí y el agente de la CIA Osama Bin Laden, no el de los años ochenta sino el de la década de 2000: es invisible, tiene una gran capacidad de movilidad, puede aparecer en cualquier rincón del planeta y en cualquier momento, su amenaza es novedosa, terrorífica, y ni el despliegue del conjunto de los países más poderosos del mundo puede acabar con él hasta dentro de unos años. Incluso si llega a "morir", puede tener varios dobles que continúen con la buena vida.
  2. La psicosis impulsada por los gobernantes y sus medios de comunicación, que en una astuta división de trabajo, unos invitan a la calma (para mantener el control sobre la población) y los otros no paran de inyectar el pánico en las masas, convirtiendo a coronavirus en el UNICO tema de la prensa de masa. Así, el bicho ha conseguido apartar el drama de los refugiados de Idlib, los bombardeos sobre Yemen y el asesinato de un niño cada 10 minutos por el hambre impuesto por EEUU-Arabia; o la naturaleza de la supuesta paz entre EEUU y los terroristas Talibán, entre otros.
  3. Las analogías históricas a veces nos ayudan a visualizar unas perspectivas que hoy se manifiestan opacas, borrosas. Al igual que hubo un antes y un después del 11S., tanto para la clase dominante mundial como para los ciudadanos y las poblaciones vulnerables de diferentes estados, habrá un "nuevo" mundo después del Covid-19: los ciudadanos asustados renunciarán por "su propio bien" a su libertad de movimiento, comunicación, asociación, manifestación, etc. y aceptarán que las grandes compañías farmacéuticas, entre otras, devoren los fondos que iban a ser destinados a crear puestos de trabajo, paliar las brutales desigualdades existentes, etc. aumentando la fortuna de este 1% de la población mundial que acapara el 82% de la riqueza del planeta. La fuerte caída de los mercados no hará más pobres a los trabajadores, ya que en un país como EEUU el 10% más rico de la población representa más del 80% de las acciones de las empresas. Con este virus gana, por ejemplo, la británica GlaxoSmithKline y la Coalición para las innovaciones en preparación para epidemias (CEPI), aumentando el valor de las acciones de Big Pharma en la bolsa. La propia OMS, poderoso organismo de farsantes que dirige nada menos que la salud internacional, y está compuesta por comerciantes de la industria médica, declaró en 2009 el brote de gripe porcina como una "pandemia global", pronosticando que "hasta 2.000 millones de personas podrían infectarse en los próximos dos años", forzando a los gobiernos a gastar miles de millones de euros en la compra de vacunas que luego tuvieron que tirar.
  4. Aunque fuese por un objetivo legítimo como controlar la propagación del virus, un gobierno, en este caso el chino, consiguió algo sin precedente en la historia: impedir el movimiento, primero de 11 millones de habitantes de Wuhan, y después de los 57 millones de la provincia Hubei, mientras los drones sobrevolaban el cielo de Hubei para vigilar la aplicación de la medida, que se consiguió gracias a una combinación de la confianza de la gente en las autoridades y la fuerza bruta contra los rebeldes. El experimento ha sido copiado por el gobierno italiano que ha bloqueado a 16 millones de ciudadanos, una cuarta parte de la población, mientras otros estados barajan probarlo, aunque no haga falta. ¡Luego nos acostumbraremos! Desde el 11S, ya se ha normalizado que, por ejemplo, millones de ojos de las cámaras nos vigilan por doquier, o nos traten como tontos en los aeropuertos durante los controles, ¡como si antes de pasar por el aro no se podía hacer estallar un petardo en el recinto! Antes de China, en EEUU y tras el 11S. The Model State Emergency Health Powers Act (MSEHPA) para controlar las epidemias y actuar en caso del bioterrorismo, otorgó un amplio poder a las autoridades para poner en cuarentena a las poblaciones enteras, forzarles a ser vacunadas e incluso movilizar a los militares para actuar bajo el pretexto de "contener el brote". MSEHPA ha sido criticado por ser un asalto sin precedentes a los derechos constitucionales de los ciudadanos.
  5. El Covid-19 podrá ser presentado por los gestores del capitalismo, no como resultado del sistema, sino el causante de la grave crisis económica que se avecina.
  6. El "Nuevo peligro amarillo" y el "Virus chino" forman parte de la campaña sinófoba de las fuerzas fascistas, como Matteo Salvini o Marine Le Pen, que han culpado a los inmigrantes por la propagación del virus.
  7. Trump que no ganó la guerra comercial contra China, ahora ve cómo el mundo entero ha congelado sus transacciones con su enemigo, aislándolo. Esta es la segunda pandemia que sufre China durante la guerra comercial con EEUU: la primera fue en el 2018 y por la gripe aviar H7N4, y la gripe porcina africana que además de matar a cerca de 600 personas eliminó a millones de pollos y cerdos, obligando a China comprar productos derivados a EEUU. La ciudad Wuhan tuvo un crecimiento del 7.8% en 2019, y es la sede de unas 300 de las 500 principales compañías del mundo y planeaba crear en 2020 unos 220,000 nuevos empleos. Aun así, es difícil contener a China: alrededor del 80% de los medicamentos de EEUU, por ejemplo, se fabrica en este país, entre ellos los antibióticos, los suministrados para el cáncer, el Alzheimer o el VIH. La construcción de un hospital en Wuhan de 25.000 metros cuadrados en 10 días fue uan pequeña exhibición de un poder que hay que tomarlo muy en serio. En 2003 levantaron en Pekín el Hospital de Xiaotangshan en tan solo siete días para combatir el SARS. A pesar de su crítica situación, Beijing ha enviado expertos y material médico a España, Italia e Irán para ayudarles en contener la enfermedad, mientras en la otra punta Trump ha suspendido durante 30 días de vuelos procedentes de Europa, sin siquiera avisar a sus aliados.
  8. La realidad del virus ha desnudado a los reyes incompetentes, líderes populistas, déspotas mentirosos y los bufones. En vez de declarar la sanidad pública y gratuita, el germenófobo presidente Donald Trump, encerrado posiblemente en la habitación de pánico, y con el grito de "¡Necesitamos el muro!" aprovecha el virus pensando en su reelección, que justamente por este agente va a tenerlo algo más complicado que antes.
  9. El virus aumentará la deuda de los estados al FMI y el Banco mundial. Irán, por ejemplo, que sufre un bloqueo brutal por parte de EEUU, ha pedio al FMI unos 5.000 millones de dólares para prevenir y curar a los afectados.
  10. En el marco de la "Destrucción creativa" del capitalismo, esta es la oportunidad para dar un salto en la aplicación de la inteligencia artificial, sustituyendo a los trabajadores por robots "impidiendo el contagio".
  11. Es es probable que Covid-19 haya aparecido por casualidad, y hasta hoy no se ha localizado ni identificado el 'paciente cero', aun así, han aparecido varias "teorías" al respecto:
    a) COVID-19 es chino: y hay dos ideas: 1) el diario Washington Times refleja el relato opaco de Danny Shoham, que afirma ser un ex oficial de inteligencia militar israelí, de que el Instituto de Virología de Wuhan podría estar colaborando con el programa de guerra biológica del ejército chino, aunque no dice que el virus se haya escapado de este laboratorio, ni que el brote fuese el resultado de un arma biológico. Y 2) Que los animales salvajes vendidos el mercado de en Wuhan fueron el origen de nacimiento del virus. El portal chino de investigadores científicos ChinaXiv lo niega. Además, "aunque el COVID-19 se descubrió por primera vez en China, no significa que se originase en China", afirma el principal especialista en enfermedades respiratorio del país, Zhong Nanshan.
    b) COVID-19 nació en EEUU: y hay dos ideas: 1) en agosto del 2019, Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU (CDC) clausuraron el laboratorio USAMRIID de investigación militar de armas biológicas de Fort Detrick en Maryland- que trabaja con agentes patógenos más peligrosos del mundo como el ébola, el ántrax, la bacteria Yersinia pestis-, por no cumplir con los estándares de seguridad establecidos que eviten la pérdida de los patógenos (como carecer de sistemas capaces de descontaminar las aguas residuales o la formación continua para trabajar en los laboratorios) y "poder representar una amenaza grave para la salud pública". Los CDC no proporcionaron más detalle por "razones de seguridad nacional", informó el New York Time. Una opacidad que impide saber si el virus se escapó de este laboratorio, o cuántos estadounidenses están infectados. Y 2) Que COVID-19 es un arma biológica de EEUU contra China: En 2013, el coronel de la Fuerza Aérea de China, Dai Xu, acusó al gobierno de los EEUU de liberar el virus de la gripe aviar H7N9 en China como un acto de guerra biopsicológica. Xu recordó la epidemia SARS del 2003 y que "en ese momento, EEUU estaba luchando en Irak y temía que China aprovechara la oportunidad -concluye- Toda China cayó en crisis y eso fue exactamente lo que EEUU deseaba". ¿Insinúa que Trump echando mano a este virus pretende conseguir lo que no ha obtenido de su guerra comercial o en su batalla contra Huawei? Sin duda, el aislamiento de China, perjudica también a Rusia e Irán para la felicidad de Washington. Todos recordamos el 5 de mayo del 2003, cuando el Secretario de Defensa de EE. UU., Colin Powell llegó a mostrar en el Consejo de Seguridad de la ONU un tubo con tiza y juró que era una muestra de los 25.000 litros de ántrax que poseía Iraq, y que Sadam Husein los metía en unos sobres y los enviaba por el correo postal a EEUU matando a bebés y ancianos. Este fue uno de los pretextos de Bush para bombardear Iraq, aunque luego la prensa confesó que el autor-terrorista era un compatriota llamado Bruce E. Ivins, empleado durante 18 años en el Instituto Militar para el Estudio de Enfermedades Infecciosas. Habia liberado las bacterias de ántrax, según el FBI, para probar la vacuna sobre humanos afectados: él "murió" en la cárcel para que nunca sepamos la verdad. Que los dos principales focos del contagio hayan sido China e Irán -países con los que EEUU está en "guerra" económica-, aumenta esta sospecha.
    c) Otra hipóstasis sitúa el origen de los últimos brotes epidémicos, - el SARS, la gripe aviar, la gripe porcina, el MERS, el ébola, y el Zyka en la agricultura, y la cruel industria ganadera intensivas. El lema del capitalismo "reducir los costos para aumentar los beneficios" recorta la inversión en la investigación de las enfermedades del ganado, o utiliza menos espacios para los animales amontonados y enfermos enjaulados, provocando al final la "venganza poética de los animales" oprimidos y explotados contra el inhumano sistema en el que vivimos.
La actual crisis económica, que ha eliminado 6 billones de dólares de las acciones en la bolsa, se asemeja a la Gran Depresión: como consecuencia ¿habrá un nuevo ciclo de grandes guerras bélicas (más allá de la guerra comercial y política), -adaptadas a los avances tecnológicos del siglo XXI-, para un nuevo equilibrio de fuerzas y un nuevo reparto de las zonas de influencia a nivel global? Sin duda, aprovecharán la ausencia de un movimiento contra las guerras imperialistas, y la indiferencia social y política ante la muerte diaria de al menos 100.000 personas solo por el hambre, de las que 8.500 son niños. Sólo en 2017, cerca de 6,3 millones de niños menores de 15 años murieron por causas prevenibles, o sea,  un niño cada 5 segundos. Y aquí, en los países europeos, nuestros políticos nos enseñan cómo lavarnos las manos.
https://blogs.publico.es/puntoyseguido/6312/el-covid-19-hace-de-bin-laden-entre-otras-11-verdades-incomodas/

 El Roto.

Nota del blog  .-En medio de la rápida extensión del COVID-19 en EE.UU. y la ineficacia del sistema de salud para contenerlo, reportan que hay más de 100 000 contagiados en Ohio. Mientras Trump lo oculta . 

viernes, 13 de marzo de 2020

¿Habrá un “corona-bono” en la UE?





En aguas desconocidas 
Rafael Poch.
Con casos detectados en más de setenta países y brotes preocupantes en varios de ellos (y subiendo), ya nadie parece discutir la importancia de la pandemia. Caen bolsas, se rompen cadenas de suministro mundiales y una recesión global está a la vuelta de la esquina. Las aclamadas comparaciones iniciales con la simple gripe ya se han guardado discretamente en el cajón. También han remitido, aunque no han cesado, las campañas de ridiculización de China y el desprestigio de sus líderes, que ahora resulta que lo hicieron bastante bien (repasen las portadas de febrero de los grandes semanarios anglosajones y germanos).
Las reticencias iniciales de los gobiernos europeos a tomar medidas drásticas, perdiendo un tiempo precioso, para contener la expansión del coronavirus y subestimando las evidencias de una emergencia global, recuerdan a la actitud habitual en materia de crisis climática. No es que “desde que existe el Covid-19 ya no ocurre nada, ya no hay cambio climático”, es que es lo mismo: el mismo ciego dirigiendo la cordada.
En Bruselas, radiografía plana. El viernes se contaban en Europa unos 7000 afectados, una cifra comparable a la que China registró el 30 de enero. Para entonces en China ya llevaban una semana adoptando drásticas medidas de contención. “Esos datos permiten considerar probable que Europa vaya a ser afectada por la pandemia de una forma más fuerte que China”, señala Alexander Unzicher, un experto alemán que hace suya la máxima, “Es más sabio alarmarse pronto que alarmarse tarde”.  El comunicado de la Comisión Europea del 4 de marzo decía lo siguiente: “Vigilamos la situación de muy cerca y haremos todos los esfuerzos necesarios”. De momento las cosas ocurren en los estados nacionales. En Italia, un médico de Bergamo, Daniele Macchini, ha causado gran impresión al explicar que a causa de la saturación de pacientes y a la escasez de aparatos de respiración, los médicos tienen que elegir entre los casos graves a aquellos que tienen mayores posibilidades de sobrevivir. La situación cambia de una semana a otra: comienzan a escucharse patrióticos discursos de los jefes de gobierno europeos a sus ciudadanos.
Aislamiento. ¿Una saludable cura de adelgazamiento en casa, en el torbellino de esta absurda hiperactividad? Pero hay mucha gente que no puede permitirse un aislamiento sin paga durante dos semanas. En el documento de 27 páginas del gobierno británico sobre la respuesta al virus se contempla un escenario en el que “hasta uno de cada cinco empleados podría ausentarse del trabajo en las semanas agudas”. ¿Cómo gestionarían eso?
Según un informe de 2015, hasta 56 países, ricos y pobres,  recortaron sus presupuestos de sanidad tras la crisis financiera de 2008. Hoy esos recortes, como la disciplina presupuestaria en general, se hacen indefendibles. Para evitar los colapsos sanitarios hacen falta más dineros, si no se quiere poner en mayor riesgo el mismo Sanctasanctórum del templo capitalista, el sistema productivo. La virtud presupuestaria, antigua vaca sagrada, se convierte en una memez. ¿Nuevas condiciones para lo público y el keynesianismo? ¿Habrá un “corona-bono” en la UE?
En Estados Unidos la gran potencia más rica parece mal preparada. Su sanidad en manos privadas ofrece un buen campo a la propagación del problema. El presidente idiota que cerró el Consejo de Seguridad Nacional de la unidad de salud global (puesta en marcha en 2014 tras la crisis del Ebola) y que disolvió el equipo encargado de coordinar las diferentes agencias gubernamentales de salud en caso de pandemia, le quita importancia al asunto del coronavirus. El Congreso dedica a la pandemia 8300 millones de dólares, menos de una décima parte del coste de un año de guerra en Afganistán, y los medios de comunicación parecen más preocupados por las repercusiones en la bolsa que por el coste humano. Cuando se necesita una estrecha colaboración y cooperación internacional para afrontar un problema que avisa, una vez más, sobre la integración e interdependencia de este mundo en sus problemas, la mentalidad sigue siendo la misma: las sanciones contra Irán complican sobremanera la crisis de su sistema de salud cuando está lidiando con un número de afectados muy elevado. Imperium über alles.
“Un duro golpe a la economía globalizada”, se dice. Esa economía basada en la locura de la extrema movilidad-contaminación, en el frenesí de la búsqueda del menor coste salarial, de la santificación del “low cost”. Un golpe a su modo de vida excesivo, obeso y acelerado por la digitalización, con sus estreses y profusión de tesis, informes y pensamientos en 200 carácteres y 20.000 “likes” por minuto que jalonan la expansión de la estupidez moderna.
Un golpe, también, a la especialización en las cadenas de producción. Los “principios activos”, la esencia de las propiedades terapéuticas, del 80% de los medicamentos consumidos en la UE se producen en China. Golpe a los “monocultivos” de las economías nacionales, desde los turismos de España, hasta la exportación de automóviles de Alemania. Las pandemias contienen una advertencia en pro de la diversificación, la suficiencia y la proximidad. El ministro de economía francés, Bruno Le Maire, ya está glosando “la imperativa necesidad de relocalizar cierto número de actividades”, de restablecer “una soberanía económica”, francesa o europea (EU, first!), e incluso apunta la necesidad de crear un “Airbus de la batería para el coche eléctrico”. ¿Todo tan claro?
Si no sabemos ni cuanto durará esta vaina, ni cómo evolucionará, ni hasta dónde llegará. ¿Se quedará en nada, o en poca cosa? No es que “la propaganda de los grandes grupos económicos y mediáticos oculte la realidad e impida comprender adecuadamente lo que está ocurriendo”, como se ha dicho. Es mucho más simple: estamos entrando en aguas desconocidas.
Y al mismo tiempo una “sensación Chernobyl”. Tampoco entonces sabíamos las consecuencias de aquellas nubes radioactivas. Se especulaba mucho, pero había una clara certeza de que era algo chungo. Y después de eso quedaba una sensación en la trastienda: la de un desastre que se sumaba a otros y que concluía en la afirmación de la “perestroika”: no se puede seguir viviendo así (так жить нельзя!), esto tiene que petar! Este sistema es inhumano. No sirve, no es viable para un futuro decente. El problema es que no sabemos hacia dónde petará el anunciado shock mundial ni que futuro nos preparan.
(Publicado en Ctxt)

jueves, 12 de marzo de 2020

Buenas noticias sobre el corona virus

Diez buenas noticias sobre el corona virus
El nuevo coronavirus se ha extendido por varios continentes en menos de dos meses. Una pandemia implica una transmisión sostenida, eficaz y continua de la enfermedad de forma simultánea en más de tres regiones geográficas distintas. Estamos ya en esa fase, pero eso no es sinónimo de muerte, pues el término no hace referencia a la letalidad del patógeno sino a su transmisibilidad y extensión geográfica.
Por primera vez en la historia vivimos una epidemia en tiempo real: todos los medios de comunicación, varias veces al día, todos los días, en todo el planeta, hablan del coronavirus. Seguimos el goteo de casos en directo. ¡Incluso ha sido noticia de portada que el virus en Brasil ha mutado tres veces!
El tema es serio. Una de las primeras víctimas del coronavirus en España ha sido el Ibex35. Hay que informar de lo que ocurre, pero también necesitamos buenas noticias. He aquí diez.

1. Sabemos quién es

Los primeros casos de sida se describieron en junio de 1981 y se tardó más de dos años en identificar al virus causante de la enfermedad. Los primeros casos de neumonía severa se notificaron en China el 31 de diciembre de 2019 y el día 7 de enero ya se había identificado el virus. El genoma estuvo disponible el día 10. Ya sabemos que se trata de un nuevo coronavirus del grupo 2B, de la misma familia que el SARS, por lo que le hemos denominado SARSCoV2. La enfermedad se llama Covid-19.
Está emparentado con coronavirus de murciélagos. Los análisis genéticos confirman que tiene un origen natural reciente (entre finales de noviembre y principios de diciembre) y que, aunque los virus viven mutando, su frecuencia de mutación no es muy alta.

Análisis filogenético de los genomas completos de 2019-nCoV y de los virus representativos del Betacoronavirus

2. Sabemos cómo detectarlo

Desde el 13 de enero está disponible para todo el mundo un ensayo de RT-PCR para detectar el virus. En los últimos meses se han perfeccionado este tipo de pruebas y evaluado su sensibilidad y especificidad.

3. Mejora la situación en China

Las fuertes medidas de control y aislamiento impuestas por China dan sus frutos: desde hace varias semanas, el número de casos diagnosticados disminuye cada día. En otros países se hace un seguimiento epidemiológico muy detallado. Los focos son muy concretos, lo que puede permitir controlarlos con mayor facilidad. Por ejemplo, en Corea del Sur y Singapur.

4. El 80% de los casos son leves

La enfermedad no causa síntomas o son leves en un 81% de los casos. En el 14% restante puede causar neumonía grave y en un 5% puede llegar a ser crítica o incluso mortal.

5. La gente se cura

Los únicos datos que a veces se muestran en los medios de comunicación son el aumento del número de casos confirmados y el número de fallecimientos, pero la mayoría de la gente infectada se cura. Hay 13 veces más pacientes curados que fallecidos y la proporción va en aumento.
Coronavirus COVID 19  2019 nCoV
Casos recuperados por día. Covid-19 Global Cases, Johns Hopkins CSSE

6. No afecta (casi) a menores

Solo el 3% de los casos ocurre en menores de 20 años, y la mortalidad en menores de 40 años es solo del 0,2%. En menores los síntomas son tan leves que puede pasar desapercibido.

7. El virus se inactiva fácilmente

El virus puede ser inactivado de las superficies de forma eficaz con una solución de etanol (alcohol al 62%-71%), peróxido de hidrógeno (agua oxigenada al 0,5%) o hipoclorito sódico (lejía al 0,1%) en solo un minuto. El lavado de manos frecuente con agua y jabón es la manera más eficaz de evitar el contagio.

8. Ya hay más de 150 artículos científicos

Es el momento de la ciencia y la cooperación. En poco más de un mes ya pueden consultarse 164 artículos en PubMed sobre COVID19 o SARSCov2, además de otros tantos disponibles en los repositorios de artículos todavía no revisados por pares (pre-prints). Son trabajos preliminares sobre vacunas, tratamientos, epidemiología, genética y filogenia, diagnóstico y aspectos clínicos.
Estos artículos están elaborados por cerca de 700 autores repartidos por todo el planeta. Es ciencia en común, compartida y en abierto. En 2003, cuando saltó el SARS, se tardó más de un año en obtener menos de la mitad de artículos. Además, la mayoría de las revistas científicas han dejado en abierto sus fondos sobre los coronavirus.

9. Ya hay prototipos de vacunas

Nuestra capacidad de diseñar nuevas vacunas es espectacular. Ya hay más de ocho proyectos contra el nuevo coronavirus. Hay grupos que trabajan en proyectos de vacunas contra otros virus similares y ahora tratan de cambiar de virus. Lo que puede alargar su desarrollo son todas las pruebas necesarias de toxicidad, efectos secundarios, seguridad, inmunogenicidad y eficacia en la protección. Por eso, se habla de varios meses u años, pero algunos prototipos ya están en marcha.
Por ejemplo, la vacuna mRNA-1273 de la empresa Moderna consiste en un fragmento de RNA mensajero que codifica para una proteína derivada de glicoproteína S de la superficie del coronavirus. Esta compañía tiene prototipos similares para otros virus.
Inovio Pharmaceuticals ha anunciado una vacuna sintética ADN para el nuevo coronavirus, INO-4800, basada también en el gen S de la superficie del virus. Sanofi, va a emplear su plataforma de expresión en baculovirus recombinantes para producir grandes cantidades del antígeno de superficie del nuevo coronavirus.
El grupo de vacunas de la Universidad de Queensland, en Australia, ha anunciado que ya está trabajando en un prototipo empleado la técnica denominada molecular clamp, una novedosa tecnología que consiste en crear moléculas quiméricas capaces de mantener la estructura tridimensional original del antígeno viral. Esto permite producir vacunas empleado el genoma del virus en un tiempo récord.
Novavax es otra empresa biotecnológica que ha anunciado su trabajo con el coronavirus. Posee una tecnología para producir proteínas recombinantes que se ensamblan en nanopartículas y que, con un adyuvante propio, son potentes inmunógenos.
En España, el grupo de Luis Enjuanes e Isabel Sola del CNB-CSIC quienes están trabajando en vacunas contra los coronavirus desde hace años.
Algunos de estos prototipos pronto se ensayarán en humanos.

10. Más de 80 ensayos clínicos con antivirales

Las vacunas son preventivas. Más importante aún son los posibles tratamientos de las personas que ya están enfermas. Ya hay más de 80 ensayos clínicos para analizar tratamientos contra el coronavirus. Se trata de antivirales que se han empleado para otras infecciones, que ya están aprobados y que sabemos que son seguros.
Uno de los que ya se ha ensayado en humanos es el remdesivir, un antiviral de amplio espectro, todavía en estudio, que ha sido ensayado contra el ebola y el SARS/MERS. Es un análogo de la adenosina que se incorpora en la cadena de ARN viral e inhibe su replicación.
Otro candidato es la cloroquina, un antimalárico que también tiene una potente actividad antiviral. Se sabe que bloquea la infección aumentando el pH del endosoma que se necesita para la fusión del virus con la célula, lo que inhibe su entrada. Se ha comprobado que este compuesto bloquea al nuevo coronavirus in vitro y ya se está empleando en pacientes a los que el virus ha causado neumonía.
Lopinavir y Ritonavir son dos inhibidores de las proteasas empleados como terapia antirretroviral que inhiben la maduración final del virus del sida. Como se ha comprobado que la proteasa del SARSCov2 es similar a la del VIH, ya se ha ensayado esta combinación en enfermos por el coronavirus.
Otros ensayos propuestos se basan en el uso del oseltamivir (un inhibidor de la neuraminidasa empleado contra el virus de la gripe), interferón-1b (proteína con función antiviral), antisueros de personas ya recuperadas y anticuerpos monoclonales para neutralizar el virus. Incluso se han sugerido nuevas terapias con sustancias inhibidoras, como la baricitinibina, seleccionadas mediante inteligencia artificial.
La pandemia de gripe de 1918 causó más de 25 millones de muertos en menos de 25 semanas. ¿Podría volver a ocurrir algo similar hoy en día? Como vemos, muy probablemente no. Nunca hemos estado mejor preparados para combatir una pandemia.


Ignacio López-Goñi es Catedrático de Microbiología de la Universidad de Navarra. Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.

martes, 10 de marzo de 2020

Historia del subdesarrollo latinoamericano


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Entrevista a Augusto Zamora R. sobre Malditos libertadores (y II*) “La mitohistoria latinoamericana la construyeron las oligarquías triunfantes para dotarse de una base teórica que les sirviera para justificar sus políticas funestas contra sus propios pueblos.” Salvador López Arnal

https://rebelion.org/wp-content/uploads/2020/03/entzamora2.pdf 

domingo, 8 de marzo de 2020

8M . 2020 .


Manifestación 8M 2020

Participantes en la manifestación del 8M de Madrid, conmemorando el Día Internacional de la Mujer. EFE/ Rodrigo Jiménez

 ver  ...

Unidad y respeto en la diversidad feminista de un movimiento que alimenta y llena de vida

Cuartopoder / Sin permiso .


Miles de mujeres vuelven a llenar las calles este 8M

https://www.cuartopoder.es/feminismo/2020/03/08/en-directo-el-feminismo-arranca-el-8m-con-cacerolada-estatuas-feminizadas-e-izada-de-bandera/

Manifiesto ...
 https://tribunafeminista.elplural.com/2020/03/manifiesto-por-los-derechos-de-las-mujeres/ 

La historia de Medusa:

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Identidad
La historia de Medusa: una víctima de violación convertida en monstruo (1)


Desde la antigua Grecia, Medusa, la gorgona con cabellos de serpiente ha sido un símbolo sexualizado de la ira femenina.

Por Christobel Hastings;

 Traducido por Elvira Rosales
En las respetadas paredes de la Galería Uffizi en Florencia hay una pintura de Caravaggio representando a la criatura femenina con cabellos de serpiente. La temática es tan majestuosa y terrible que el poeta del siglo XVI, Gaspare Murtola, una vez escribió sobre ella: "Huye, porque si tus ojos se petrifican con asombro, ella te convertirá en piedra". Mostrando los dientes, la cabellera de víboras serpenteantes y la cabeza cortada escurriendo sangre, la criatura está capturada en el momento en que se da cuenta de su condición incorpórea. Claro, estamos hablando de Medusa.
 
  

Villa San Marco,  Stabia  .Pompeya.


Desde las primeras épocas de la civilización occidental, cuando los mitos empezaban a forjarse, la sociedad ha estado fascinada con la imaginación de la antigua Grecia. Hoy en día, las historias sobre dioses, Titanes y gigantes constituyen los cuentos infantiles, mientras que una variedad de monstruos mitológicos ha cautivado el ojo del espectador en la pantalla grande. Sin embargo, quizá no haya personaje femenino más popular que Medusa, el monstruo que podía convertir a los hombres en piedra con su sola mirada.

Desde una villana con vestido ajustado en The Powerpuff Girls hasta la mordaz metáfora de Margaret Thatcher en la canción “Madam Medusa” de UB40, el mito de Medusa permanece en la cultura pop contemporánea. Durante las últimas dos décadas, el personaje ha aparecido en el cine sobre todo en formas seductoras: Natalia Vodianova prestó su figura como supermodelo en el remake de 2010 de la cinta Clash of the Titans, mientras que Uma Thurman jugó un papel particularmente seductor en Percy Jackson and the Olympians: The Lightning Thief. Incluso la Casa de Versace encontró inspiración en la gorgona, colocando una versión hermosa (previa a la maldición) en el centro de su icónico logo. Ahí está, con cabello rizado, encerrada en un círculo de grecas.


A diferencia de otras figuras de la mitología griega, la mayoría conocemos a Medusa; incluso si no podemos recordar los detalles de su historia. Un boceto rápido del personaje bien podía incluir serpientes, ojos fatales y un sabor a destrucción. En su libro Literature and Fascination, Sibylle Baumbach sostiene que el mito sobrevivió en parte gracias a nuestro creciente apetito por las grandes narrativas de la fascinación, las cuales a menudo suceden alrededor de la peligrosa seducción femenina. Ahora, Medusa es una "imagen multinacional de la intoxicación, la petrificación y la atracción seductora". Una simple búsqueda en Google diría lo mismo, casi todas las imágenes oscilan entre una mujer fatal vestida con una víbora (mira la portada de Rihanna para GQ) y un ser horrible decapitado, salpicando sangre.

El mito de Medusa revisado. ¿Sabías que fue violada por Poseidón?

Medusa por Arnold Böcklin , hacia 1878


La historia de Medusa
En el mundo antiguo, Medusa también era multidimensional. Las primeras vasijas la representan como una gorgona de nacimiento, pero esa percepción cambió poco a poco. El primero en explorar su historia original en la literatura fue el poeta romano Ovidio, quien detalló su transformación en las Metamorfosis alrededor del siglo VIII a.e.c. Según Ovidio, Medusa era una hermosa doncella, la única mortal de tres hermanas conocidas como gorgonas. Su belleza cautivó la mirada del dios del mar, Poseidón, quien la violó en el templo sagrado de Atenas. Furiosa por la profanación de su templo, Atenas transformó a Medusa en un monstruo con la capacidad mortal de convertir en piedra a cualquiera que la mirara a la cara.

Sin embargo, las nuevas versiones del mito (por lo menos las más populares) se enfocan en lo que sucede después, colocando a Perseo en el papel central. El semidios es enviado por Polidectes, rey de Séfiros, en una misión para traer la cabeza de Medusa. Utilizando un escudo de bronce reflejante para proteger sus ojos, Perseo decapita a Medusa, liberando al caballo alado, Pegaso, de su cuello herido. Después de usar la mirada petrificante para derrotar a sus enemigos de batalla, Perseo ofrece la cabeza de la gorgona a Atenas, quien la exhibe bajo la protección de su escudo. Es a través de esta narrativa masculina que Medusa fue reducida a la monstruosidad.

Si regresamos a la antigüedad griega, Medusa era una fuerza poderosa dotada de la capacidad de matar y redimir. Los escultores y pintores utilizaban la cabeza de Medusa como un símbolo apotropaico para protegerse de los espíritus malvados. Pero su trágica belleza era más inspiradora. Por ejemplo, los mosaicos que exhibe el Getty, donde los cabellos salvajes y serpentinos de Medusa se representan como rizos alborotados por el viento, mientras que su cabeza ligeramente ladeada muestra su mirada petrificante. Su cabeza se erige desde el centro del mosaico, un talismán protector impreso dentro de círculos concéntricos. Hay muchos otros ejemplos incontables, donde aparece más como una musa que como un monstruo.

Para el Renacimiento, esa mística dio paso a una diferencia temible. La estatua de bronce por Cellini (1554) representa a un Perseo triunfante encima de su cuerpo, sosteniendo su cabeza en alto. La política estaba en juego: le pidieron a Cellini que usara la narrativa heroica de Perseo, el hijo de Zeus que enviaron a matar a Medusa, como forma de reflejar el poder de la familia Medici sobre el pueblo florentino. Otros artistas hicieron lo mismo: en 1598, Caravaggio pintó su macabro escudo ceremonial. Él también quería una pieza que se ganara la admiración de los Medici; así que retrató a Medusa en el momento en que fue conquistada, transfiriéndole su inmenso poder al espectador.



Más adelante, en la Revolución Francesa, y durante un tiempo, Medusa se convirtió en la fuerza del cambio. Los rebeldes jacobinos la usaron como un emblema de la “Libertad Francesa”, transformando el símbolo demoniaco en un medio para socavar el sistema. Mientras tanto, los románticos como Percy Bysshe Shelley se movieron mucho más allá de otras representaciones del siglo XIX. El poeta estaba tan inspirado por su visita al Uffizi que rindió tributo, deshaciendo el marco patriarcal que había hecho de Medusa un símbolo de horror. Una vez se quitó la mirada masculina aterrada y denigrante, podemos recuperar la "gracia" y "luminosidad" de Medusa, retratándola como humano otra vez.



Historia feminista de Medusa
Shelley no fue el único que pensó que Medusa había sido incomprendida. En su manifiesto The Laugh of the Medusa (1975), la teórica feminista Hélène Cixous sostiene que el hombre creó el monstruoso legado de Medusa a través del miedo al deseo por las mujeres. Argumenta que si se atreviesen a "mirar a Medusa directamente", verían que "no es mortífera, es hermosa y está riéndose". Al documentar sus experiencias, Cixous escribió que las mujeres pueden deconstruir el sesgo sexista que considera al cuerpo femenino como una amenaza. Después de siglos de silencio, las conversaciones sobre la cultura de la violación comenzó a restaurar la voz de Medusa.



Es fácil ver por qué el manifiesto de Cixous resonó a lo largo y ancho del mundo. ¿La historia de una mujer poderosa violada, satanizada y degollada por una sociedad patriarcal? No parece tanto un mito antiguo como una realidad moderna. La forma en que Medusa ha resurgido en los ciclos electorales recientes también indica la ubicuidad de la misoginia: Angela Merkel, Theresa May y Hillary Clinton han recibido el trato Medusa últimamente, superponen sus rasgos en cabezas decapitadas y sangrantes. Incluso una popular caricatura muestra a Perseo-Trump, blandiendo la cabeza de su adversaria electoral.

Cuando se trata de silenciar a las mujeres, la cultura occidental ha tenido miles de años para practicar, escribe Mary Beard en Women and Power: A Manifesto. Beard propone que la exclusión de las mujeres de las estructuras de poder modernas pueden trazarse hasta la era clásica. Y cada vez que una autoridad masculina es amenazada, escribe, Medusa —el arquetipo de una mujer ingobernable— se materializa para ilustrar los peligros de la acción femenina.

Lo que queda claro por el rostro cambiante de Medusa es que no hay una verdad universal sobre su mito. Hermosa víctima, villana monstruosa, deidad poderosa... ella es todo eso y más. Quizá es porque su naturaleza mercuriana la convierte en una fuente inagotable de fascinación. En cierto sentido ella es vehículo de nuestras proyecciones colectivas tanto de miedo como de deseo: al mismo tiempo un símbolo de la ira y figura sexualizada de la mujer por las mismas fuerzas patriarcales de las que busca vengarse.