lunes, 14 de enero de 2019

Vox , patriotas de hojalata




Vox y la organización de “Santos Guerreros del Pueblo de Irán”


Nazanín Armanian


Según el diario El País, el partido Vox recibió con el método “pitufeo” “miles de aportaciones de entre 200 y 5.000 euros” del Consejo Nacional de Resistencia Iraní (CNRI) en la víspera de las elecciones europeas de 2014. El CNRI es el seudónimo (de cara al Occidente) de la organización de Moyahedin-e Jalq «Guerreros Santos del Pueblo» (GSP), una secta político-religiosa, cuyo contacto en España fue el ex dirigente del Partido Popular Alex Vidal-Quadras, integrante de la plataforma llamada Amigos del Irán Libre del Parlamento Europeo (¡como “Libia Libre” o “Siria libre”, donde “libre” es sinónimo de un “montón de cadáveres y escombros”).

SIGUE  ... ver 
 https://blogs.publico.es/puntoyseguido/5337/vox-y-la-organizacion-de-santos-guerreros-del-pueblo-de-iran

 y ver

https://www.letraslibres.com/espana-mexico/politica/la-espana-vox

Nota  .--    Abascal   , cuenta más   falacias    que habla , quiere eliminar autonomías y vivió  y vive  de ellas, eliminar chiringuitos y no para de montarlos , ser  anti islámico  y financiarse con ellos , luchar contra eta y financiarse con terroristas  , reconquistar  España del islam  con dinero iraní  y  es nacionalista español a machamartillo  . Era previsible, toda vez que Abascal viene del corazón de la corrupción pepera y disfrutó de sus chiringuitos sin quejarse nunca. Así  es lógico si hicieron del terrorismo un negocio, asociaciones, compañías de seguridad  de guarda espaldas , al final, terminaron financiándose con  otros
 

Entrevista a Marta Sanz . .




 Entrevista  a   la escritora Marta Sanz .

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“No puedo separar la palabra patriarcado de la palabra capitalismo”


LUCÍA TOLOSA
CTXT .

Marta Sanz (Madrid, 1967) asegura que sus palabras no son políticamente incorrectas, sino incorrectamente políticas. La escritora que hoy me abre las puertas de su casa es una mujer elegante, lúcida y humilde a partes iguales. Sanz, que prefiere navegar entre dudas y preguntas antes que hacerlo con una maleta de ideas dogmáticas, es una persona despierta. Reivindica el humor porque comprende su poder: por eso cultiva la ironía y nos regala textos ácidos y punzantes. Ahora, Sanz vuelve al ruedo con Monstruas y Centauras. El ensayo, publicado por Anagrama, reflexiona en torno a los principales acontecimientos que han marcado la agenda feminista de los últimos meses.

Describe su libro como la digestión de tres acontecimientos y una sentencia: el Me Too, la carta de las intelectuales francesas, la huelga feminista del 8M y la sentencia de La Manada. ¿Qué propósito persigue? ¿Y qué tal van sus jugos gástricos?

Hasta hace poco, yo era una mujer mucho más atemorizada, insegura y dependiente del juicio ajeno de lo que soy ahora. En ese aspecto, creo que he logrado una buena digestión. Ahora he aprendido a asimilar mucho mejor todo, incluidas las críticas. He concebido Monstruas y Centaurascomo un ensayo, intentando plantear preguntas respecto a lo que damos por supuesto y pensamos que es la normalidad. Uno de mis objetivos es buscar las grietas de esa normalidad, y lo hago decapitando ciertos tabúes e ideas que considero monstruosas.

Asegura escribir desde la vindicación y reivindicar la duda.

Partiendo del hecho de que todavía no hemos alcanzado la igualdad entre hombres y mujeres, y que todavía quedan muchas cosas por cambiar, creo que la postura más realista e inteligente es la que parte de la reflexión. Y sin duda, no hay reflexión. A mí no me gusta ser una mujer sectaria, rechazo el dogmatismo. Me causa cierta inseguridad o perplejidad algunas estrategias feministas con las que no me siento identificada, pero creo que eso no es malo. Reflexionar sobre lo que nos causa asombro u miedo es necesario.

Insiste a menudo sobre el concepto del miedo. De hecho, afirma que acude al 8M apesadumbrada. ¿No es necesario reivindicar la alegría en la lucha feminista?

Cuando tú luchas, es porque tienes motivos para tener miedo. Si luchas, no es porque la realidad sea un festival de luz y color, sino porque te sientes amenazada y discriminada. Las mujeres hacemos de la necesidad virtud y sacamos fuerzas de la flaqueza. Esto tiene que ver con identificar lo que nos duele, y reconvertirlo en optimismo revolucionario para ir a la calle. Para luchar es necesaria la alegría y el optimismo, pero desde un punto de vista Gramsciano. Yo tengo muy asimilado el mantra de pesimistas del pensamiento y optimistas en la voluntad. Lo que no hago es caer en la ingenuidad de pensar que cuando se lucha, se hace desde la alegría.

He leído que no se identifica con la forma de empoderamiento característico del pensamiento positivo.

A veces me parece algo ingenuo hablar de un empoderamiento de las mujeres que resulta publicitario. Cuando se menciona el empoderamiento característico del pensamiento positivo, yo veo los muslos prietos de Beyoncé, o las declaraciones de Ana Patricia Botín diciendo que es feminista.  Cuando  me  fijo  en  los  referentes  que  se  asocian  al  concepto  de  mujer empoderada en internet o la televisión, veo que son mujeres en situación de privilegio dentro de la escala social.

Se da cuenta que el discurso de mujeres como Leticia Dolera o Susana Griso suscita más interés que el de una Kelly o una profesora de universidad. ¿Estamos convirtiendo el feminismo en un complemento estético?

Con este tema tengo una posición ambivalente. Cuando veo una bolsa con un eslogan feminista estampado pienso que al final todo puede reducirse a un destello. Me da miedo que el sistema se nos coma con un aura de buen rollo y de corrección política, que al final es la apisonadora del pensamiento neoliberal. Pienso en los actores estadounidenses que hacen una rifa para intentar paliar los daños por el Katrina, o cuando Antonio Banderas organiza el festival Starlight, y eso se considera un gesto de compromiso. Creo que estamos dejando que el concepto de militancia política se vea engullida por el lado de aquel compromiso puntual. Pero por otro lado, cuando veo a Angelina Jolie yendo a Somalia para colaborar pienso que podría no haberlo hecho. Pensar esto me hace ser autocrítica conmigo misma.

Me interesa cómo trata el movimiento del #MeToo. Deja claro que desconfía de las mujeres que lo impulsan.

Mantengo el miedo de que se neutralice el poder del feminismo, pero a la vez soy consciente de que los altavoces de la lentejuela tienen mucha repercusión. Tener un nivel de vida digno no te incapacita para la crítica y la lucha política. De hecho, en mi libro digo que necesito a estas hermanas para seguir adelante. De todos modos, hay algo muy injusto con respecto al movimiento del #MeToo. Lo asociamos a las actrices que comienzan a hacer reivindicaciones por la boca de Emma Watson, Asia Argento o Frances MacDormand, pero el movimiento MeToo surge de antes, con Tarana Burke y tiene que ver con el acoso y el abuso a las niñas en situaciones de desigualdad flagrante y exclusión. Para mí es muy importante reivindicar una manera del feminismo en la que la desigualdad de género está indisolublemente ligada a la desigualdad de clase. El feminismo podría llegar a ser una palanca de transformación integral de la sociedad, que también afecte al modelo económico, al concepto de clase, a la desigualdad por razones de raza… Es algo absolutamente integral.

Tengo entendido que no concibe que capitalismo y feminismo puedan ir juntos. Siguiendo esa lógica, ¿una mujer que aboga por el capitalismo no es feminista?

Lo que digo es que no puedo separar el feminismo de la palabra patriarcado, y la palabra patriarcado de la palabra capitalismo. Si yo no puedo separar el capitalismo del patriarcado, me cuesta mucho trabajo entender como feministas a mujeres que están asumiendo de una manera totalmente acrítica los códigos del capitalismo. Me refiero a mujeres que perpetran la explotación y que, con su trabajo, agrandan  las brechas  de  la  desigualdad  en  todos  los ámbitos. Mujeres como Ana Patricia Botín o Angela Merkel, por ejemplo. Mi concepto de feminismo es incompatible con estas mujeres, porque con su trabajo están subrayando las bases que asientan su propia desigualdad.

El 8M hubo abucheos a las diputadas de Ciudadanos. ¿Considera que hubo una falta de sororidad al abuchear a mujeres que apoyaban la manifestación?

A mí por principio no me gusta abuchear a nadie, pero quiero recordar que la manifestación del 8M estaba ligada a una huelga general feminista. Las mujeres de Ciudadanos no fueron abucheadas ni como mujeres, ni como feministas, fueron abucheadas como personas que no se habían adherido a una huelga por la que todas estábamos en la calle y por la que muchas de nosotras habíamos perdido dinero. Esa huelga fue un sacrificio para muchas de nosotras. Fueron abucheadas porque se entendió que su postura era inconsecuente.

En la lucha feminista hay un  sinfín  de  conflictos internos. La gestación  subrogada  y la prostitución son dos ejemplos que se usan como armas arrojadizas. ¿Estamos cayendo en una jerarquización del feminismo?

Por eso creo que hay que hablar del feminismo desde la duda y la incertidumbre. Yo estoy preocupada por lo que mencionas, creo que no podemos entrar en una jerarquización del feminismo. Estoy convencida de que puede ser un espacio muy plural, todas tenemos derecho a defender nuestra ideología y nuestras ideas… pero al mismo tiempo yo reivindico mi derecho para ser la feminista que soy. En el libro se recoge, por ejemplo, el caso de Camille Paglia que representa el ejemplo de la feminista neoliberal. A mí me parece estupendo, pero yo dejo claro que no comparto sus postulados.

Ahondas en el concepto de sororidad. ¿Estamos confundiendo sororidad con uniformidad?

El problema es que estamos atravesando tiempos muy oscuros, en los que por culpa de la crisis, las conductas machistas se han radicalizado. El colmo del ideal feminista tendría que ver con la posibilidad de ser mujer y poder criticar a otras mujeres sin tener por ello ningún tipo de mala conciencia. Eso sería lo deseable y lo correcto: que yo pudiera criticar a una mujer igual que critico a un hombre porque verdaderamente hemos llegado a alcanzar un estado de igualdad real. El problema es que no lo hemos alcanzado, y por tanto, ahí siguen mis conflictos y los de otras muchas mujeres, que a veces no saben cómo comportarse.

Sigue siendo polémico criticar ciertas actitudes machistas que nosotras podemos perpetrar. ¿Por qué nos cuesta reconocer que sigue habiendo mujeres machistas?

A las mujeres nos hace falta autocrítica. Una de las cosas fundamentales que debemos plantearnos las mujeres es por qué deseamos las cosas que deseamos. Hay muchísimas expectativas de felicidad femeninas que tenemos interiorizadas por lo que una mujer debe ser en la sociedad. Hay algo evidente, y es que todas las mujeres perpetuamos costumbres y comportamientos machistas porque lo tenemos incorporado en el hipotálamo, pero yo no comparto ese discurso misógino que nos describe como envidiosas y traidoras entre nosotras.

Profundiza en el concepto de víctima. El manifiesto de las intelectuales francesas rechaza una supuesta infantilización de la mujer.

Creo que ahí hay un componente de clase clarísimo. Esto lo explica Virginie Despentes, mejor que yo, cuando afirma que al escuchar a estas mujeres hablar está oyendo a un grupo de mujeres ricas. Despentes dice que estas mujeres hablan defendiendo los privilegios de sus hermanos y padres.

Estas intelectuales también denuncian que hay una pérdida de libertad sexual, aseguran que se ha fomentado una ola de puritanismo.

A nosotras nos han enseñado a ser sexualmente complacientes y a rentabilizar nuestras armas de seducción. Replantearnos determinadas cosas no hace de nosotras unas puritanas, tan sólo nos permite reivindicar nuestro propio placer. Por eso todo el discurso de la pérdida de la seducción y el puritanismo es un discurso con el que yo no me identifico para nada. Por ejemplo, Catherin Hakin habla de la rentabilización del capital erótico de las mujeres como forma de empoderamiento femenino. ¿Se supone que yo tengo que sacar la pantorrilla en el trabajo para manipular a mi jefe a través de mis armas de mujer? Al final, esos códigos de fetichización terminan matándonos. Si las mujeres mueren a manos de sus parejas, es en parte porque se ha asumido esa idea de que la mujer está divinizada. De la divinización pasa a ser el fetichito, y de ahí a ser la cosa, y una cosa puede romperse y no pasa nada. Todo  ese imaginario cultural de la seducción que de alguna manera está implícito en la ideología de la carta de las feministas francesas favorece la violencia contra la mujer.

Ahora todo se juzga desde un prisma moral.

Yo no creo que tengamos que volver a la época inquisitorial. Tengo la impresión de que vivimos la cultura desde una perspectiva literal, cuando la cultura es cualquier cosa menos literal. Cuando yo escribo una novela protagonizada por una monja ninfómana que asesina, eso no hace de mí una monja ninfómana que hace apología del asesinato. Una sociedad culta y libre debe enseñar a leer a su ciudadanía, y enseñar a leer no se reduce a señalar textos, sino también desarrollar estrategias de comprensión lectora. Debemos entender los libros en su contexto y desarrollar un sentido crítico, entender los dobles sentidos, las posibilidades de la ironía, el humor...

A veces cuesta hacerlo. Hábleme del caso de La Manada. ¿Qué destacaría de la forma en la que se ha tratado el caso?

A mí lo que me ha preocupado del tratamiento del caso es que la mujer que había sido violada y maltratada, siendo una víctima, podía sentirse criminalizada. También me preocupa que la violencia contra las mujeres pueda servir de excusa para radicalizar posturas poco democráticas. Me horroriza, por ejemplo, que se imponga un discurso xenófobo en nombre del feminismo. El caso de Désirée Mariottini es un buen ejemplo: se subrayan componentes que tienen que ver con la xenofobia y Salvini encuentra en eso argumentos para su política xenófoba. En ese sentido tenemos que ser extremadamente cuidadosas, y la prensa ejerce un poder enorme que tiene que usar con muchísimo cuidado.

¿Qué opina del término “justicia patriarcal’’? ¿No es un oxímoron?

Tendría que ser un oxímoron, igual que justicia de privilegio. Y sin embargo son ejemplos de una realidad. Se supone que la justicia tendría que ser ciega, pero la justicia todavía es un discurso hetero patriarcal. Las mujeres tenemos que conquistar aún muchos territorios. En mi libro pongo un ejemplo: el tema de los tribunales que juzgan casos de violencia de género piden a las mujeres testimonios verosímiles, en lugar de pedir testimonios verdaderos. ¿Cómo le puedes pedir eso a una mujer que acaba de ser golpeada? Esa es una de las manifestaciones más claras de cómo el discurso de la justicia es patriarcal.

Hablando de transformaciones, me interesa cómo afronta el debate en el ámbito del lenguaje. El título de su libro Monstruas y Centauras deja entrever su postura.

Si te soy sincera, a veces me siento incómoda utilizando fórmulas del lenguaje inclusivo. Son fórmulas que hacen que todo sea más difícil porque todo se hipertrofia. Pero a mí me gustan los gestos juguetones del lenguaje y me gusta que no se considere el lenguaje una materia sacrosanta. Yo le tengo respeto en la medida en que lo conozco, me apropio de él y puedo jugar con él como herramienta política. Cuando la gente dice “es que el pobre lenguaje no tiene la culpa de nada’’, yo pienso: tiene la culpa de todo. Juguemos y utilicémoslo como herramienta política.

Construye realidad, inevitablemente.

Claro, y es permeable a las ideologías. El problema de toda esta polémica es que no creo que el lenguaje le importe a tanta gente. Sólo les importa perder un sitio determinado. Yo siempre pongo el ejemplo de Alicia en el país de las maravillas, cuando un personaje le dice a la protagonista: “No importa lo que las palabras signifiquen, lo que importa es saber quién manda”. Lo que intentaba contar Lewis Carroll con aquella anécdota es que el lenguaje está empapado del discurso del poder. El concepto de belleza, o el de igualdad, va mutando a lo largo de la historia en función de quien mande. Igual que el lenguaje es permeable para las cosas que pueden ser represivas, ¿por qué nosotras no podemos jugar un rato con él para meter el dedo en el ojo a todos esos lexicógrafos voluntarios a los que el lenguaje no les importa nada, pero se sienten enormemente ofendidos cuando alguien dice portavoza? Yo siempre me pregunto: ¿Les importa tanto el lenguaje o se trata de otro asunto?

Hablar con usted es muy parecido a leerla. ¿Qué responsabilidad cree que tiene como escritora? ¿Cómo concibe la escritura?

Concibo la literatura como un proceso comunicativo. Me gusta considerar a mis lectores personas inteligentes con las que puedo iniciar una conversación. Lo que hacemos las escritoras es buscar las palabras más adecuadas para transmitir cada una de esas ideas o incertidumbres. Esa es mi responsabilidad, y no tengo más responsabilidad que abordar ese trabajo.

La autora
Es casualidad , pero  hoy escribía un articulo ahí




sábado, 12 de enero de 2019

La mafia bancaria .

El caso Bankia y la indefensión de la acusación

Público.es


A pesar de la firmeza de la jueza y de las declaraciones de la fiscal que ha definido la causa de “interés colectivo”, se reanuda el juicio del caso Bankia mientras permanece en el aire la petición de expulsión de las acusaciones particulares por parte de la defensa de los banqueros y políticos acusados.
Ninguneo. Amenazas. Y luego una oferta que no podrás rechazar. Así parece ser que suele funcionar. Parece el indicio de una Justicia asimétrica: las defensas son las que nos acusan y las acusaciones, las que nos tenemos que defender.
Asistir al juicio del caso Bankia es un viaje a las tripas del sistema judicial. Es recibir la asimetría en el acceso a la justicia en toda la cara, día a día y en cada paso del proceso.
Llevamos en este viaje desde 2012 cuando iniciamos la campaña que abrió el caso Bankia a través de 15MpaRato, el dispositivo ciudadano que ha hecho posible la primera acusación particular, o sea, que representa a afectados. Se trata de pequeños ahorradores que perdieron su dinero comprando acciones de Bankia cuando salió a bolsa en 2011; cuando el mismísimo exministro, artífice del “milagro económico” español y posible futuro presidente del Gobierno, Rodrigo Rato, vendía sus bondades.
Los ahorros de ninguna de estas personas superaban los 20.000 euros. Frente a ellas, una trentena de banqueros y políticos de todo el espectro “ideológico”, desde el PP a Izquierda Unida, pasando por CCOO y el PSOE. Cada uno de ellos lo defiende no menos de un tris de abogados de los bufetes más caros del país, exfiscales, ex jueces…
Así funciona. Es el mercado amigo. Si te lo puedes permitir, es una maravilla.
Primero te ningunean. Por lo que parece, para nuestros políticos/banqueros nunca deberíamos haber estado ahí. Somos un error del sistema.
Durante toda la primera semana del juicio oral, en noviembre, los abogados de las defensas de banqueros/políticos nos han llamado “presuntos”; 30 intervenciones, 30 veces “presuntos”. “Las presuntas acusaciones”, dicen. Increíble pero totalmente cierto. Llevamos ahí ocho años, pero es que no les sonamos de nada.
No vale la pena preguntarles cómo puede ser la acusación “presunta” [RAE: considerado real o verdadero sin la seguridad de que lo sea] porque poco importa la realidad; lo que importa es preservar —¡sálvame dios!— la invisible y antigua frontera de quien puede estar peleando en los tribunales y quién no.
“Presunto”, que normalmente se usa para referirse a sus representados, los acusados, aquí se usa para la otra parte como sinónimo de sucio y culpable, en un admirable y coordinado ejercicio propagandístico: que quede claro, las personas que han perdido todo lo que tenían en una estafa perpetrada por elegidos de quienes les gobiernan no tienen derecho alguno de reclamar lo que es suyo. No somos más que números en las estadísticas de venta; materia prima extractiva para los de nacimiento predestinados a ser ricos y afortunados.
La amenaza
Después, a esos mismos “presuntos” se les amenaza. Otra 30 veces seguidas una por cada defensa. Se nos amenaza con las costas —pagar los gastos en abogados de 30 banqueros/políticos durante 8 años—, unas costas que ningún ser humano, en un mundo donde el salario mínimo es de 900 euros y el alquiler más bajo de 600, puede pagar a menos que sea de los de nacimiento predestinados a ser ricos y afortunados.
Dicen que hemos vulnerado sus derechos a defenderse. Y sobre todo, necesitan que nos vayamos porque si quedan acusaciones particulares no puede aplicarse la doctrina Botín, una doctrina jurídica cuyo nombre no necesita más comentarios.
Muchas acusaciones se han ido en desbandada. ¿Quién puede aguantar la presión constante de esta amenaza brutal?
Y si no es suficiente, entonces te compran. Las defensas de los 30 políticos/banqueros dicen que casi todo el mundo ha recuperado el dinero. Que si alguien no lo ha recuperado todavía, que se lo dan ahí mismo. Con un 1% de intereses, como el que da la propina; como si ocho años de vida devastada valiesen menos que los intereses que te da el banco más ruin. Parecen no salir de su asombro: “¿Todo eso no va de dinero, como siempre? ¿Qué queréis?”.
Justicia. Fin de la impunidad. Precedentes, para cambiar de rumbo. Eso queremos. Efectivamente en 2016 por las pruebas que recabamos en el juicio, el Tribunal Supremo dictó la sentencia por la que todos los que compraron acciones en la salida a bolsa tuvieron el derecho a recuperar su dinero por la vía civil.
No parecen percatarse de que esto es un pleito penal. Sería como si en un juicio por robo pudieras salir impune devolviendo lo robado.
Aquí, en la causa penal, no estamos por el dinero.
No, no va de dinero. Va de democracia.
Así es y así os lo hemos contado.
Seguimos.
Simona Levi para 15MpaRato
Fuente: http://blogs.publico.es/dominiopublico/27504/caso-bankia-y-la-indefension-de-la-acusacion-sobre-la-asimetria-en-el-acceso-a-la-justicia/



 y ver   ....El silencio atronador de las portadas sobre el espionaje del BBVA



jueves, 10 de enero de 2019

The New Yorker .- Las heridas abiertas de España

  Las heridas abiertas de España
Décadas después del régimen de Franco, los ciudadanos del país continúan descubriendo los crímenes del pasado.
La revista The New Yorker, la publicación cultural más importante del mundo, ha publicado un contundente reportaje sobre la pervivencia del franquismo en España. "Las heridas abiertas de España. Décadas después del régimen de Franco, los ciudadanos del país siguen desenterrando los crímenes del pasado", titula la revista. El mensaje latente es que la transición del 78 no cambió las pulsiones internas, ni cerró las carpetas pendientes. Queda evidente que España es en este sentido una excepción en Europa.

miércoles, 9 de enero de 2019

Cómo PP y C’s son también Vox .


 

Cómo PP y C’s llevan años alimentando las mismas ideas que ahora exige Vox

https://www.publico.es/tremending/2019/01/09/el-hilo-que-muestra-como-pp-y-cs-llevan-anos-alimentando-las-mismas-ideas-que-ahora-exige-vox/

 Nota ..
Vox apoya la investidura de Moreno  y PP y Cs gobernarán gracias a la ultraderecha
El acuerdo con la formación de Abascal deja ahora fuera su demanda de derogar la ley de violencia de género, la ley LGTBI y la ley de Igualdad, así como  cambiar la fecha de celebración del Día de Andalucía. Lo que cambiaran es la ley  de memoria histórica en Andalucía y bajar impuestos a los ricos

Tina Modotti .

Cualquier noche de guerra, Tina Modotti

El Viejo Topo


Resultado de imagen de Tina Modotti


En el número 89 de la via Pracchiuso de Udine, una pequeña ciudad del Friuli-Venezia Giulia, se ve un sencillo edificio de dos plantas, de arquitectura popular, remodelado con la fachada llena de palabras, arañadas en el cemento, como un esgrafiado donde caben voces inconexas, retazos de versos, frases en apariencia incomprensibles, en italiano, en inglés y en castellano, en derecho y al reverso; “como si tú pudieras”; “alhaja”, escrita al revés como si quisiera recordar el alfabeto cirílico; verbos de espuma, acero y polen. Al lado, en el 91, aparece una placa con los versos de Pablo Neruda: en esa calle, en los oscuros años finiseculares de Humberto I y en el inicio del reinado de su hijo Vittorio Emanuele, vivió su infancia una niña pobre llamada Tina Modotti, aquella chica que emigró después a América y, años más tarde, fue acusada de pertenecer a los servicios secretos soviéticos, y vivió en Moscú y en Berlín, en esos vertiginosos años treinta que marcaron el destino del mundo, antes de llegar a las noches de guerra de la República española que recuerdan l os versos de Rafael Alberti:
Yo sabía de ti, Tina Modotti,
de tu precioso nombre, de tu gracia,
de tu fina y dulcísima presencia,
mucho antes de verte, de encontrarte
cualquier noche de guerra, una mañana madrileña de sol, en esos días
en que se alzaba el Quinto Regimiento
como el inmenso brote de una espiga
que se abriera cubriendo los campos de batalla. 

Resultado de imagen de Tina Modotti
Desde Diego Rivera, que la pintó junto a Frida Kahlo repartiendo armas al pueblo en su obra El arsenal, hasta Vittorio Vidali, pasando por Neruda y Alberti, que le dedicaron poemas, además de sus biógrafas Elena Poniatowska y Christiane Barckhausen-Canale, la figura de Modotti ha cautivado a muchos, tanto por sus fotografías como por su trayectoria política: hasta el final de su vida fue una militante comunista, en tiempos convulsos, que lo dio todo por la revolución y el socialismo, y que acudió a la llamada de solidaridad con España durante los años de la guerra civil, donde fue conocida como María. Vittorio Vidali, el comandante Carlos del V Regimiento durante la guerra civil española, italiano como ella, fue compañero de Modotti, que nunca pudo tener hijos.
Tina Modotti, la camarada María del Socorro Rojo Internacional, era una mujer que había nacido a finales del siglo XIX en esa pequeña localidad del norte de Italia, Udine, en el seno de una familia obrera, y, como tantos niños de la época, tuvo que trabajar extenuantes jornadas de doce horas en las fábricas textiles. Empezó a fotografiar de la mano de Edward Weston, un fotógrafo que se había iniciado en el pictorialismo norteamericano y en la fotografía comercial y que evolucionó hacia la vanguardia, convirtiéndose en impulsor de la fotografía directa, como Alfred Stieglitz, Paul Strand, August Sander y Eugène Atget, en el México que habían captado fotógrafos como Hugo Brehme, Guillermo Kahlo, Agustín Víctor Casasola. Modotti aprendió con él, y después tomó su propio camino. En apenas seis años, entre 1924 y 1930, realizó la mayoría de sus fotografías; algunas, eran retratos donde concentra su pasión y su solidaridad, como las que hizo a Weston, Vidali o Julio Antonio Mella, o como en las imágenes de niños campesinos. Su mirada se centró en obreros y campesinos, en el trabajo que realizaban, en la vital función social que desempeñaban; y en la pobreza mexicana, en la miseria moral del capitalismo, donde los trabajadores luchan en huelgas y manifestaciones, en mítines o en asambleas, a quienes Modotti capta revestidos con la sencillez y modestia obreras y con la dignidad de quienes luchan por sus hijos, como muestran tantas de sus imágenes de las reuniones campesinas o su excepcional Mujer con bandera negra anarcosindicalista (tal vez fuera Benita Galeana, una escritora y feminista mexicana que, en 1927, se incorporó al Partido Comunista Mexicano). Muchas de sus fotografías están próximas al estridentismo, un movimiento vanguardista que bebía de la cultura popular y de la herencia de la revolución mexicana, impulsado por Manuel Maples Arce, y, también, al constructivismo de Ródchenko gestado durante la revolución bolchevique. Para conseguir fondos para sus publicaciones, los comunistas mexicanos vendían retratos de Marx, Lenin, Emiliano Zapata, Carrillo Puerto, aunque no lo hicieron con las imágenes de composiciones revolucionarias que creó también Modotti, compuestas en su estudio, recurso que le permitía jugar con diversos objetos (la hoz, el martillo, una canana, la mazorca, la guitarra, un sombrero), porque la mayoría de sus fotografías de esos años tenían una precisa función: documentar la lucha obrera para las publicaciones comunistas mexicanas; además, la fotografía era para Modotti un instrumento para cambiar el destino de los pobres, para trabajar por la revolución: cargada con la voluminosa cámara Graflex de la compañía norteamericana Folmer Graflex Corporation , recorría los suburbios de Ciudad de México y las haciendas agrarias donde vivían los trabajadores.
sigue ....

Las torturas del franquismo al juzgado .

La Justicia investiga por primera vez a la Policía del franquismo por torturas en un contexto de crímenes de lesa humanidad

Público.es

El Juzgado de Instrucción número 1 de València ha admitido a trámite una querella contra varios agentes de la Brigada Político y Social por un episodio de torturas ocurrido en 1971 y que afectó a 12 militantes del PCE. Todos ellos denunciaron torturas en su momento y seis han acudido de nuevo a la Justicia recientemente.

La Justicia de València ha admitido a trámite una querella contra varios policías de la Brigada Política y Social, la policía política del franquismo, por torturas cometidas durante la detención de 12 militantes comunistas en 1971. Concretamente, el Juzgado de Instrucción número 1 de la capital valenciana ha abierto diligencias para investigar un episodio de torturas en un contexto de crímenes de lesa humanidad protagonizado por, entre otros, los policías Benjamín Solsona, conocido como el Billy el Niño valencianoJacinto López Acosta; y Manuel Ballesteros.
"Detuvieron a 19 jóvenes en abril de 1971 en València y los llevaron a la Jefatura Superior de Policía. Allí permanecieron 19 días detenidos, incomunicados, y sufriendo torturas como 'el pato', que consistía en atar las manos a los pies a prisioneros y hacerlos andar, o ahogarles en la bañera hasta cerca de perder el conocimiento", explica a Público Aradia Ruiz, miembro de la cooperativa de abogados El Rogle que ha presentado la querella en colaboración con la Asociación Ciudadana contra la Impunidad del franquismo en el País Valenciano, que se integra en la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella de Argentina.
Los 12 detenidos acudieron en grupo a comisaría en 1971 tras salir de prisión pros u militancia política para denunciar las torturas sufridas durante su detención. Ahora, seis de ellos han vuelto a acudir a la Justicia para volver a denunciar a sus torturadores y la Justicia, de momento, ha admitido a trámite una de estas querellas y tiene que pronunciarse sobre las otras cinco. El hecho de que la querella haga referencia a un contexto de crímenes de lesa humanidad es crucial para que las torturas sean consideradas como imprescriptibles y no como un delito común de torturas que ya estaría prescrito.
La resolución del juzgado, que ha sido adelantada por EldiarioCV y confirmada por Público, solicita al Archivo Histórico Nacional que envíe al juzgado todos los documentos que guarden relación con la detención del querellante, que en el momento de los hechos militaba en el Partido Comunista de España.
La admisión a trámite de esta querella supone un hito en la lucha contra la impunidad franquista. Se trata de la primera vez que un juzgado admite a trámite una querella contra agentes de la Brigada Político y Social por delitos de torturas en un contexto de crímenes de lesa humanidad.
"La admisión a trámite de esta querella es un precedente jurídico muy importante en todo el Estado. Es un paso adelante muy positivo, ya que es la primera vez que sucede, y esperamos que anime a otras víctimas a acudir ante los tribunales para reclamar justicia", explica la abogada Aradia Ruiz.
En los últimos meses, víctimas de la dictadura han interpuesto 18 querellas contra miembros de la Brigada Política y Social por delitos de torturas cometidos en el tardofranquismo. Esta es la única que, de momento, ha sido admitida.
Fuente: http://www.publico.es/politica/juzgado-valencia-admite-querella-policias-franquismo-delito-torturas.html