sábado, 23 de septiembre de 2017

La brunete mediática ya ve rusos por todas partes.

Que vuelven los rusos y otras lisergias

 


A falta de una semana para lo del referéndum, nuestra prensa seria ha decidido tomar cartas en el asunto y ponerse en modo Mars Attacks! En El País nos cuentan que los espías rusos (o sea, Edward Snowden y Julian Assange) están manipulando a los electores y distribuyendo dosis de circonio radiactivo por las redes sociales, circonio pagado, por supuesto, con el oro de Moscú. En El Mundo se opta por un perfil más clásico, de aliento etarra, y se habla de “los señalados” con impudor: “Me recordó la peor época del País Vasco. Les faltaba ponernos una diana”, señala el socialista catalán Joan Gómez en portada, quizá mancillando interesadamente el pacifismo flagrante de los asonados. En ABC están aterrados porque “el independentismo recluta a los niños”, cual si los armaran como a los soldados infantiles de Sierra Leona o Somalia. Finalmente, La Razón centra su editorial en la conjura judeomasónica que lleva a los medios internacionales a decir que “Madrid arresta a ministros catalanes” y otras lindezas: “Estamos ante un golpe de Estado con la suavidad de la posmodernidad”, nos resumen.
O sea que los españoles estamos amenazados simultáneamente, y en un solo día, por los rusos, por los etarras, por una legión de niños abducidos y por la prensa extranjera. Para que luego digan (esos mismos medios) que el procés es una infección aislada, un arrebato autista que nadie en el mundo comprende, un salpicar el planeta de embajadas vacías.
Está muy de moda ahora en periodismo lo de cuestionar o analizar “el relato” de los hechos más que los hechos, y eso nos lleva a hiperbolizar el relato hasta extremos tan lisérgicos como los que han sufrido nuestros kioskos esta mañana. Competir con el TBO se ha convertido en la estrategia casi única de la prensa escrita para recuperar lectores, ahora que ya nadie quiere colecciones de DVD inauguradas con Buenas noches y buena suerte y Ciudadano Kane al precio de una.
La simplificación frentista siempre nos lleva a empuñar finalmente argumentos infantiles. De uno y otro lado de la trinchera se viene abusando de ellos desde hace tiempo. Se echa quizá un poco de menos algo más de mesura y análisis, que yo creo que es para lo que han nacido los periódicos. Hablar a gritos es de mala educación, escribir a gritos ya roza lo pecaminoso.
 
El País, por ejemplo, hace campaña estos días contra cualquier ocurrencia dialogante que rompa la univocidad. Le tocó hogaño a la iniciativa de Podemos de juntar alcaldes y diputados autonómicos para hablar. Malo. Caca. Sucio. “Cualquier intento de crear nuevas asambleas o foros, supuestamente representativos, no solo es innecesario, sino también ilegítimo”, nos ilustra el editorial de Antonio Caño. Como adalides de la libertad de expresión, estos chicos parecen un poco desnortados. El Mundo se asombra de que “una empresa que no puede contratar de manera directa con las administraciones públicas –por sus deudas– disponga del material del 1-O”, y hace un llamamiento a los industriales catalanes a que abandonen el confort tibio de la equidistancia. La Razón eyecta bilis sobre el derecho a informar: “Es cierto que las protestas aportan un rico material gráfico y que hay medios de comunicación que prefieren la complicidad del manifestante a la representación del Estado”. En ABC están aterrados por “la utilización de menores de edad, empujados a incumplir el horario escolar para participar en las manifestaciones callejeras”. Ya se dijo: viva la prensa lisérgica. Yo todavía sigo buscando entre sus páginas una triste, pobre, huérfana, viuda o solitaria idea.

 Por Aníbal Malvar .

viernes, 22 de septiembre de 2017

La protesta en las calles .Ni "sedición" , ni la Audiencia Nacional es competente.



Juristas aseguran que las protestas en Catalunya no son "sedición" y dudan de que la Audiencia sea competente

Los expertos en Código Penal coinciden en que las protestas en Catalunya durante la operación policial lanzada para evitar la celebración del referéndum del 1-0 no pueden ser calificados como "sedición".

 ALEJANDRO TORRÚS 

 El Público .
 Protestar en las calles contra la operación policial lanzada para evitar el referéndum del 1 de octubre no puede ser calificado como un delito de sedición. Así de contundentes se muestran los juristas especializados en Código Penal consultados por Público que, además, muestran dudas acerca de si la Audiencia Nacional es el órgano competente para investigar este presunto delito.

"La Fiscalía está pidiendo investigar como sedición unos hechos que no son sedición. Es decir, romper tres coches de policía no es una sedición ya que no está interrumpiendo el Ordenamiento Jurídico ni se está intentando cambiar la Constitución. La denuncia no refleja ninguna de las conductas que está prevista en el Código Penal para este delito, por tanto, no puede ser sedición", explica, en conversación telefónica con Público, el catedrático de Derecho procesal en la Universidad de Barcelona Jordi Nieva.
"La Fiscalía está pidiendo investigar como sedición unos hechos que no son sedición. Es decir, romper tres coches de policía no es una sedición", dice Nieva

El jurista argumenta que los hechos por los que la Fiscalía califica de sedición las protestas en Catalunya han ocurrido muchas veces durante diversas manifestaciones y que nunca se ha acusado de sedición a los responsables. "Esto ha pasado 50 veces en cualquier manifestación. No tiene sentido", incide Nieva.

Los argumentos hasta aquí esgrimidos por Jordi Nieva son compartidos "al 100%" por otros abogados especializados en Derecho Penal como la letrada Isabel Elbal, profesora de Derecho procesal penal en el Centro de Estudios del Colegio de Abogados de Madrid, y Daniel Amelang, miembro del equipo de abogados Red Jurídica.

La unanimidad desaparece respecto a la cuestión de si la Audiencia Nacional es competente para investigar este tipo de delitos. En este sentido, tanto Isabel Elbal como Daniel Amelang coinciden en afirmar que la Audiencia Nacional no es competente para investigar este tipo de delitos. Por contra, el catedrático Nieva considera que sí puede ser competente. La profesora en el Centro de Estudios del Colegio de Abogados de Madrid Isabel Elbal explica que la sedición es un delito contra el orden público, tal y como aparece recogido en el título 22 del Código Penal, por lo que estos hechos deberían ser "instruido por un juzgado de instrucción ordinario" y "enjuiciado por la Audiencia Provincial de Barcelona".

"Anteriormente la sedición era considerada como un delito contra las instituciones del Estado y la forma de Gobierno. Por tanto, antes sí era competente. Sin embargo, esta legislación fue modificada y la sedición aparece en el título XXII del Código Penal que recoge los tres delitos contra el orden público de mayor a menor gravedad: sedición, atentado a la autoridad y desórdenes públicos", explica la letrada.
Elbal explica que la sedición es un delito contra el orden público, tal y como aparece recogido en el título 22 del Código Penal, por lo que estos hechos deberían ser "instruido por un juzgado de instrucción ordinario"

Por su parte, el catedrático Jordi Nieva expone que, aunque con "dudas", la Audiencia Nacional sí es competente para realizar esta investigación. "La Audiencia Nacional sí puede ser competente, aunque tengo mis dudas. El título en el cual se sustenta la denuncia de la Fiscalía es el artículo 65 de la Ley Orgánica del Poder Judicial en su punto número 1. Ahí se habla de delitos contra la forma de gobierno y ese título está basado en el Código Penal antiguo, de 1973, donde efectivamente están incluidos los delitos de rebeldía y sedición como delitos contra la forma de gobierno. Por tanto, creo que sí es competente", sentencia.

El letrado Daniel Amelang, por su parte, asegura que la postura de la "Audiencia Nacional" y de Jordi Nieva es "comprensible" aunque no la comparte. En este sentido, Amelang defiende que el actual Código Penal deja claro que la Audiencia Nacional tiene competencia para investigar los delitos contra "altos organismos de la Nación y contra la forma de Gobierno", por lo que ya no es competente para investigar los delitos contra el orden público, como la sedición.

"Si en el Código Penal antiguo recogía la sedición como un delito contra la forma de gobierno y el actual no lo recoge, mi interpretación es que el legislador quiso alejar la investigación de estos delitos de la Audiencia Nacional y dejar la instrucción en manos de un juez natural", sentencia el jurista que destaca como "llamativo" que la Fiscalía valore en su denuncia si el artículo correspondiente del Código Penal "está bien situado o no", mientras que en otras ocasiones realiza una "interpretación absolutamente literalista del Código Penal".
El debate salta a las redes

La tipificación como sedición de las protestas que están teniendo lugar en Catalunya y su investigación por la Audiencia Nacional han alarmado a diferentes juristas que han dado su opinión en las redes sociales. Es destacable en este caso los mensajes que han lanzado en las redes sociales reconocidos juristas como Carlos Almeida y Gonzalo Boye.

 Ver al final del artículo ....