Desde la aparición, en 1927, de su obra central Ser y tiempo,
Martin Heidegger ha sido y sigue siendo considerado por amplios
sectores de opinión como el filósofo más importante del siglo XX. Frente
a esta sobrevaloración del filósofo de los Bosques Negros, Heleno Saña
procede, en su documentadísimo libro, a una crítica de la filosofía
heideggeriana, intentando demostrar que está basada en una
tergiversación e instrumentalización sistemáticas de la terminología y
los conceptos esenciales de la filosofía clásica.
El resultado final de sus ejercicios hermenéuticos y sus continuos malabarismos lingüísticos, es un irracionalismo de índole claramente nihilista, por su culto implícito y explícito a la muerte. En este sentido es altamente significativo que a la biografía y a la filosofía heideggerianas pertenezcan su adhesión al nacionalsocialismo y la glorificación de Alemania como la “raza de los señores” por excelencia, tema al que Heleno Saña dedica la debida atención.
Uno de los signos distintivos de este ensayo es el de la claridad con que expone sus tesis, de manera que el libro no está pensado solo para eruditos, sino para todas las personas interesadas en ampliar sus conocimientos culturales y filosóficos.
El resultado final de sus ejercicios hermenéuticos y sus continuos malabarismos lingüísticos, es un irracionalismo de índole claramente nihilista, por su culto implícito y explícito a la muerte. En este sentido es altamente significativo que a la biografía y a la filosofía heideggerianas pertenezcan su adhesión al nacionalsocialismo y la glorificación de Alemania como la “raza de los señores” por excelencia, tema al que Heleno Saña dedica la debida atención.
Uno de los signos distintivos de este ensayo es el de la claridad con que expone sus tesis, de manera que el libro no está pensado solo para eruditos, sino para todas las personas interesadas en ampliar sus conocimientos culturales y filosóficos.
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