lunes, 26 de junio de 2017

Reino de España.- La prensa nuestra de cada día , dánosla hoy .

 
Del Ceta a quemar conventos.
 Aníbal Malvar

 Público .

Desde que Manolo el del Bombo perdiera su bombo, no se había visto en las portadas periodísticas de España tanta consternación como la que hoy llora los bandazos de Pedro Sánchez con el CETA. Como sabéis, el CETA es el tratado comercial de la UE con Canadá que permitirá a los españoles comer pollo lavado con lejía, grelos transgénicos y fletán criogenizado, además de asegundar los derechos de los trabajadores y crear tribunales lobby que sustituyan a nuestra galápaga justicia a la hora de dirimir conflictos entre los oligopolios y el Estado. Huelga decir que ganarán siempre las multinacionales. O sea, que todo son ventajas.
Para ABC, el no es abstención del PSOE en este divertido tema “ha sido la historia de un despropósito, de un disparate político generado solo por la obsesión de Pedro Sánchez de imitar a Podemos”. El Mundo lo califica en el titular de su editorial como “Un volantazo que acerca al PSOE a los antisistema”. Para El País, “el PSOE se refugia en una abstención que delata la triste realidad: que más allá del deseo de recibir la bendición ideológica de Podemos, carece de posición propia”. La Razón, siempre un paso por delante de cualquier tebeo, lo define en portada como el “Eurexit de Sánchez” y coincide en que se trata de “un giro táctico e irresponsable hacia el populismo en busca del granero de votos de Podemos”.

Vivimos en un país de uniformidades mediáticas tanto en lo que gritan como en lo que callan nuestros periódicos de papel. De lo que han gritado ya he dado cuenta. Callan, por ejemplo, en lo referente a la práctica univocidad de las organizaciones ecologistas y de consumidores europeas contra este tratado, que no es otra cosa que una gatera por la que se nos cuela el denostado TTIP (los acuerdos entre Canadá y EEUU así lo bendicen).
Entre los columnistas que se han ocupado del tema destaca, cómo no, Salvador Sostres [ABC], quien afea a PS sus bandazos hacia la izquierda con una boutade en pentámetro yámbico: “Si nos gusta Felipe González, y guardamos el recuerdo de su era extraordinaria, es porque pese a las siglas ha sido el gobernante más de derechas que hemos tenido, mucho más que el socialdemócrata bonachón de Franco“. Qué simpático lo de llamarle a Franco “socialdemócrata bonachón”. Qué cosas tiene nuestra derecha tipográfica. Si uno le llama a Josu Ternera “cachazudo gudari” le quitan el bozal al ministro Zoido y te come de un bocado una libra de libertad. Pero Franco es tan entrañable…
 
Quemar conventos
Ha causado mucho revuelo el atentado incruento que ha sufrido la capilla de la Universidad Autónoma esta semana. Arrojaron botes de pintura y presuntos cócteles molotov contra la imagen de “un San José a quien mira un niño Jesús ya crecido, y en cuyo pedestal puede leerse en latín: yo soy manso y humilde de corazón“, nos relata píamente José Luis Restán en el torcuatiano diario (me he tenido que atar un pie a la silla para no levitar).
A Bieito Rubido, el director, le han salido hasta estigmas en la prosa ante tal sacrilegio. Arrodillaos, infieles, al leer estas meditaciones tituladas hoy Acoso al catolicismo: “Lo que intentan los populistas de extrema izquierda es mostrar de nuevo su rostro más sectario y totalitario, a través del acoso a los cristianos mediante las estructuras de poder que ellos ahora mismo controlan […]. Como siempre a lo largo de la historia, una minoría violenta y chillona se impone a la mayoría, que se muestra cobarde y silenciosa”.


Varios matices. Escribe esto Rubido sin constancia policial ni judicial de quién ha sido el bárbaro o la bárbara, con lo cual parece lógico que se lo achaque a “la extrema izquierda populista”. No voy a recordar aquí que, durante la II República, uno de los divertimentos de Falange era precisamente quemar conventos para crispar el ambiente. Tampoco es oportuno constatar el absurdo que supone la exhibición de figurillas supercheras en un centro del saber científico, más cuando esas supercherías torturaron a Galileo y señalaron en la guerra a los profesores rojos para que los fusilaran y fueran sustituidos por ignorantes curillas fascistas, o que la Iglesia católica apoyó a Hitler y nunca pidió perdón. No es el momento. No es oportuno. Sería populista recurrir a estos argumentos.
Más gracia me hace aun saber que “los católicos representamos el 80% de la población”, dato que Rubido nos regala después de hacerse una demoscopia entre unos cuantos obispos afines, se supone. Respecto a las “estructuras de poder” con las que los podemitas acosan al catolicismo, pues no sé, no se me alcanzan. Hacer información con inspiración divina es lo que tiene. La fe mueve rotativas, ahora que ya no nos quedan montañas.
`Hooligans` europeístas
Se ha puesto El País muy espídico con el Consejo Europeo concluido ayer. Su editorial parece la carta de un hijo bravo de Ronaldo a Florentino Pérez. Llena de pasión por los colores. Atentos: “Vuelve Europa. Vuelve al compás de las sucesivas derrotas populistas. Y de los nuevos liderazgos democráticos surgidos en las distintas elecciones. Y de la fragua de un sólido frente común ante peligros externos como los que representan Donald Trump o el Brexit. Y vuelve, lo que aún es más decisivo, no solo entre la élite gobernante, que redescubre el europeísmo como herramienta política útil, sino también entre los ciudadanos, como esperanza de mejora concreta”. ¿A que suena muy bonito? Después se nos descubre la realidad: “Aunque los avances en seguridad y Defensa sean menos exaltantes para una mayoría, ha sido en ellos donde la cumbre ha dado más pasos concretos, de importancia capital para un continente en el que cunden los temores estratégicos”. O sea, que todas esas albricias europeístas se reducen a eso: un acuerdo más sobre defensa, sobre guerra, sobre armas. Nada de derechos humanos o laborales. Nada de refugiados. Nada de cambio climático. Nada de nada. Poco polvo y mucha pólvora. Que alguien rapte otra vez a Europa, que está penando por un revolcón de amor.





sábado, 24 de junio de 2017

La transición y la construcción del bipartidismo PP /PSOE.

 Resultado de imagen de la transición española



El 15-J del 77 y la construcción del bipartidismo.



El 15 de Junio se cumplieron 40 años de las primeras elecciones generales tras la muerte de Franco. El relato dominante es que fueron unas elecciones libres que clausuraron el largo periodo de la Dictadura y abrieron el periodo democrático. Pero este relato oculta importantísimos elementos y no refleja, por ello, la historia real. Lo que abrieron estas elecciones fue el Bipartidismo Dinástico de la Alternancia, columna vertebral del Régimen político de la Segunda Restauración Borbónica para garantizar el mantenimiento y desarrollo del Sistema económico-social y de poder que la lucha antifranquista había conseguido poner en cuestión.

En el relato dominante sobre el 15J de 1977 (tenido como cierto a fuer de tanto repetirse) se silencian varias cuestiones fundamentales:
- Los partidos a la izquierda del PCE seguían ilegalizados y tuvieron que presentarse con diversos disfraces o como agrupaciones de electores. Y el propio PCE hacía sólo dos meses que había sido legalizado.

- El decreto-ley que señalaba las normas electorales (jurisdicciones electorales, voto no igualitario según población, forma de adjudicación de los "restos", etc.) estuvo hecho a la medida para que la UCD, el partido creado por Adolfo Suárez con los reformistas del franquismo y sus variopintos aliados, obtuviera la mayoría tanto en el Congreso como en el Senado, para controlar todo el proceso de la Transición. Se trataba de garantizar el triunfo de la "Reforma" (del paso de una supuesta "legalidad" franquista a la legalidad de una democracia de baja intensidad y fuertemente vigilada por los "poderes fácticos" (el ejército, la banca...) sobre la Ruptura democrática, consistente en la condena del régimen franquista y sus instrumentos, en la apertura de un proceso constituyente en que todos los temas pudieran ser discutidos, y en el reconocimiento de todos los derechos individuales y colectivos, incluido el derecho a la autodeterminación de los pueblos del Estado.

- No pudieron participar casi dos millones de jóvenes de entre 18 y 21 años y se pusieron numerosas trabas a la participación de los cientos de miles de emigrantes en países extranjeros.

- Destinado a ser la segunda columna del nuevo Régimen político, y con el apoyo directo de Estados Unidos y de la socialdemocracia alemana, se había fabricado a marchas forzadas otro partido, paralelo y "rival" de la UCD, que vampirizó las viejas siglas del partido socialista (prácticamente inexistente durante el franquismo) y que debía recoger gran cantidad de votos por la activación de la memoria histórica de muchos opositores, sobre todo no activos, al franquismo: el PSOE de González, Guerra y Mújica. Aunque también se presentaron a las elecciones el "PSOE (histórico)", el PSP de Tierno Galván y diversos partidos socialistas "regionales", todo el foco, la propaganda mediática y el apoyo financiero se centraron, con éxito, en el nuevo partido (aunque se presentara como heredero del que fundara Pablo Iglesias). Esta operación, además de crear la segunda columna del nuevo "régimen "democrático", estaba destinada a impedir la repetición del proceso ocurrido en Portugal, donde sí se había producido una "ruptura" que, aunque no duró mucho tiempo, había alarmado a la OTAN y a los poderes económicos y políticos internacionales.

- A cambio de poder presentarse con sus siglas a las elecciones (algo completamente innecesario, porque sin la presencia de ambos partidos las elecciones no hubieran tenido legitimidad alguna a los ojos de los ciudadanos y del mundo), tanto PSOE como PCE aceptaron previamente rehusar a sus posiciones programáticas en una serie de temas esenciales: no cuestionamiento de la monarquía instaurada por el dictador en la persona de Juan Carlos de Borbón; aceptación del principio de "España, una e indivisible" con el ejército como garante de dicha unidad, sin plantear el carácter plurinacional del Estado; aceptación de los símbolos vigentes en el régimen franquista (la bandera rojigualda, el escudo (solo quitándole "el pájaro"), el himno sin letra (la Marcha Real)... Renunciando también a la depuración de los aparatos represivos y jurídicos del estado fascista (policiapolítica, ejército, gran parte de la magistratura...) que seguirían impunes al aplicárseles una ley de Amnistía que en principio había sido pensada para los represaliados por el franquismo.

- Las elecciones no fueron a Cortes Constituyentes, aunque el proceso desembocara en la elaboración de una Constitución. Los términos de esta, en lo fundamental, respondieron el pacto entre UCD, PSOE y PCE anterior al 15J, lo que produjo un texto en el que, en las cuestiones fundamentales, se recogió las posiciones e intereses de los ex-franquistas reconvertidos en demócratas, con ciertas concesiones, más retóricas y formales que reales y prácticas, a los otros dos partidos.
Conviene recordar todo lo anterior y mostrarlo, sobre todo, a quienes, por su edad, no vivieron aquellos momentos. Y refrescar también la memoria de los nostálgicos de la Transición que tanto alaban esta por intereses concretos o por razones de comodidad psicológica, convirtiendo el 15-J del 77 y la Constitución del 78 en mitos fundantes de una supuesta democracia plena que habríamos gozado, supuestamente también, durante ya cuarenta años. Y a la que habría que defender hoy de las "amenazas" y "desafíos" que la cuestionan.

Isidoro Moreno. Catedrático de Antropología Social, Universidad de Sevilla.


Blog del autor: www.isidoromoreno.es


viernes, 23 de junio de 2017

Macron y los enarcas , el último cartucho .



Por qué Macron Fracasará
El último cartucho

La Vanguardia


Grandes ambiciones, enérgico voluntarismo y poco apoyo popular. Son la base sobre la que el nuevo presidente de Francia quiere aplicar, con una nueva imagen, todo lo que ha fracasado en las últimas décadas. Para llegar a su engañosa victoria electoral, el joven Macron ha tenido que abolir la alternancia y casi el pluralismo institucional en Francia. Para hacer su tortilla ha incendiado la cocina. Esta victoria, que se va a defender con métodos autoritarios, será, seguramente, su mayor factor de derrota a medio y largo plazo.
Kremlinología en el Elíseo
Los gobiernos franceses suelen estar llenos de ministros que quieren ser presidentes. Personajes que conspiran y maniobran para ello desde sus cargos. Con François Hollande había unos cuantos cuyas ambiciones eran manifiestas; Arnaud Montebourg, Manuel Valls y el propio Emmanuel Macron, el más listo y discreto de todos ellos que acabó haciéndose con el trono. En el gobierno de Macron no hay rastro de esos “conspiradores ambiciosos”. El Presidente se ha vacunado contra el papel que él mismo jugó como ministro de Hollande. Si se exceptúa a Bruno Le Maire, un peso ligero de la derecha al frente de la economía (por si acaso, Macron le ha puesto como segundo a su más fiel colaborador Benjamin Griveaux), en el nuevo gobierno francés no hay políticos. Solo tecnócratas obedientes.
En la foto de grupo que Macron se hizo el miércoles con sus ministros en el jardín del Elíseo, el Presidente rompió la tradición y se colocó no al frente, sino en medio de ellos. Parece más democrático, pero no es más que una cuestión de imagen: todo el mundo tiene claro quien es ahí “el jefe”, como se le llama en su entorno. Macron quiere ser un presidente “total”. Mandar mucho y hablar poco (“La palabra presidencial será rara”, ha dicho). Sus ministros serán disciplinados, no se admitirán filtraciones y si las hubiera serán sancionados. “Este gobierno tiene vocación de durar”, dijo después de la foto.
Los medios de comunicación, en un 80% en manos de magnates que le apoyan, no han prestado gran atención al hecho de que han bastado treinta días para que el nuevo gobierno “irreprochable y ejemplar” sufriera su primera crisis: cuatro ministros salpicados por irregularidades económicas que han saltado de sus cargos. Pese a la corrupción estructural en la que están sumidos, a los medios de comunicación franceses les encanta derribar los ídolos que ellos mismos contribuyeron a crear. ¿Cuánto durará en su actual forma esta corrupta indulgencia mediática?
Programa y objetivos
Presentado como innovador y original, a menudo con fórmulas “nórdicas” y sofisticaciones conceptuales para camuflar simples y viejas políticas neoliberales de recorte social, el programa de Macron no tiene gran cosa de original: se trata de aplicarde una vez por todas en Francia el catálogo completo de Bruselas/Berlín.
La narrativa habitual afirma que esa involución socio-laboral nunca se ha podido aplicar en Francia, país “conservador” con “exceso de Estado” y de funcionarios, y que esas reformas, “liberarán las energías del país”. En realidad se trata de imponer a la fuerza un recorte de pensiones del 20%, una bajada de salarios, un recorte de la función pública (120.000 funcionarios menos) y una “flexibilidad” que de alas a la precariedad.
“Es el político anglófono y filo germano que Europa necesita”, dijo de él la revista Foreign Affairs. “Su ascenso pinta bien para los accionistas y empresarios que piden una reestructuración urgentemente necesaria del mercado laboral francés”, señala un comentarista de la agencia Bloomberg. “El salvador de Europa” delira en portada The Economist con un punto de interrogación. Y detrás de ellos, la habitual cacofonía de todo un ejército de papagayos.
El objetivo es emular el “modelo alemán”, incrementando la franja de salarios bajos que en Alemania afecta al 22,5% de los asalariados (7,1 millones) y en Francia solo al 8,8% (2,1 millones). Con estas fórmulas se podrá llegar a los “satisfactorios” niveles de desempleo alemanes. El paro en Alemania es del 3,9% según Eurostat, y del 5,8% según la oficina federal de estadística alemana, que usa una contabilidad diferente a la europea. Pero desde hace años se conoce que, gracias a diversos trucos contables que barren debajo de la alfombra a sectores enteros de la población laboral, la cifra real de paro es bien superior, del 7,8% actualmente. Es decir, solo dos puntos menos que en Francia y con más precariado entre los asalariados y más pobreza entre los jubilados, un problema apenas existente en Francia. Alemania, que tiene una demografía languideciente, no es un modelo para Francia con su dinámica tasa de natalidad y su mayor necesidad de servicios públicos.
Que Francia no ha hecho reformas en esa dirección, forma parte del mito. La intentona de Macron es la radical culminación de treinta años de hegemonía neoliberal en la política y en los medios de comunicación de Francia, algo que comenzó en 1974 Valéry Giscard d´Estaing, fue proseguido por Mitterrand (traicionando su programa inicial en 1983) y continuado desde entonces por todos los presidentes de “izquierda” y de derecha que ha conocido el país. La globalización quiere destruir una tradición nacional de estado fuerte particularmente apreciada por los franceses y que económicamente funciona mucho mejor de lo que se dice.
En términos generales el modelo político de Macron es la “marktkonforme Demokratie” (la democracia adecuada al mercado) de la Señora Merkel, incluida la marginalización de la oposición parlamentaria. La empresa y la meritocracia nunca habían estado tan presentes en el gobierno. Los sectores privilegiados nunca habían pesado tanto (por encima del 70%) en el cuerpo de diputados.
Ideológicamente Macron es, según la definición del fundador de Attac Peter Wahl, “una mezcla programática de relato liberal de izquierda-verde-alternativo (cuestiones de género, minorías sexuales, medio ambiente, europeísmo y cosmopolitismo), modernismo start-upista digital en la línea “uber para todos”, un subidón make France great again, y un neoliberalismo casi a la Margaret Thatcher con rostro humano”.
Su hoja de ruta es “gaidarista” (por Yegor Gaidar, el autor de la “terapia de choque” rusa): introducir rápidamente y por decreto una involución socio-laboral a partir del verano, y contener la contestación social que seguirá mediante la introducción en el derecho común, a partir del otoño, de los preceptos liberticidas de las medidas de excepción contenidas desde noviembre de 2015 en el “estado de urgencia” aún vigente.
En Rusia, la “terapia de choque” de Gaidar (1991) precisó de un golpe de estado (1993). Francia no es Rusia, pero Macron tiene muchas posibilidades, y todas las posiciones, para ser el Presidente autoritario de Francia.
También tiene muchas posibilidades de fracasar, por su política socio-laboral errada e impuesta, y porque su base social y electoral (la Francia de los de arriba y el voto del 16% del censo) es reducida. La suma de ambas cosas arroja una legitimidad débil (que contrasta mucho con su aplastante mayoría absoluta en las isntituciones y medios de comunicación) y convierte en temeraria su autoritaria ambición de enderezar a Francia acabándola de destrozar.
Las ambiciones y los riesgos
Solo un joven de 39 años, convencido de su propia genialidad y de que no debe nada a nadie, y que desconoce el fracaso, puede aunar tal explosiva relación entre ambiciones y riesgos. La devaluación salarial y de pensiones del 20% que se busca, fracasará porque hundirá la demanda interna y aumentará el paro en Francia. Macron debería incrementar los salarios, pero incluso si quisiera no podría, porque está aprisionado por el esquema alemán que domina Europa. Su consigna europea, “La Europa que protege”, está en contradicción directa con el programa neoliberal, es decir con el proyecto europeo. La situación de las cuentas públicas francesas para cumplir con el dogma alemán del 3% de déficit y los otros requisitos, se anuncia complicada. En el remoto supuesto de que el macronismo intentara una política alternativa en Europa, debería renegar del actual proyecto europeo. Si no hace nada, continuará alimentando todo eso que hoy hace soberanistas a más de la mitad de los franceses. El ministro de Economía francés, el peso ligero Bruno Le Maire, es totalmente incapaz de enfrentarse al peso pesado alemán Wolfgang Schäuble.
Macron tiene grandes ambiciones. Dice que su presidencia supondrá, “un renacimiento de Francia y espero que de Europa”. La simple realidad es que su fracaso sembrará el caos en Francia, donde la indignación tomará el relevo a la indiferencia y a la sorda decepción actuales, y por extensión agravará la situación en esa Unión Europea que busca salidas a su complicado embrollo en la militarización y el belicismo, la “Europa de la defensa”.
El primer adversario de Macron será, una repetición, aumentada, de lo que se vio la pasada primavera: una alianza de la juventud y del sindicalismo radicalizado que podría empujar hacia una gran revuelta. Para valorar si eso puede dar lugar a serias convulsiones, basta comprender una cosa: que la situación actual no tiene alternativa institucional.
Para llegar a donde ha llegado, Macron y las fuerzas oligárquicas que lo auparon en el último ciclo electoral han tenido que dinamitar la alternancia y casi el pluralismo institucional en el país (el incendio de la cocina). En las instituciones francesas ya no hay más que un solo partido. El conglomerado macronista, ampliado a sus satélites (socialistas y conservadores “constructivos” hacia el Presidente), tiene el 80% de los diputados cuando obtuvo el voto real del 16% de los franceses.
Esta victoria, será a medio y largo plazo su mayor factor de derrota, porque esa abolición condena a la oposición a un estatuto “antisistema”: cualquier fuerza social que se oponga al macronismo tendrá que cambiar el régimen. Un escenario muy ruso, que recuerda al drama de la autocracia, pero en Francia.
El autoritarismo macronista que se anuncia es el último cartucho del establishmentpara disolver/cambiar Francia. Su fracaso no tendrá alternativa en el actual marco institucional, la V República, y probablemente, tampoco en el actual sistema. A partir de este pronóstico, se admiten todas las apuestas…
Fuente: http://blogs.lavanguardia.com/paris-poch/2017/06/23/el-ultimo-cartucho-82524/

Alberto Garzón reprende a Montoro por la amnistía fiscal .



Alberto Garzón reprende a Montoro por la amnistía fiscal






  y ..

alibaba y los cuarenta ladrones ..http://cort.as/xfF_

miércoles, 21 de junio de 2017

España.-Los poderes económicos sobre la prensa.

La influencia de los poderes económicos sobre la prensa
De independientes a “grandes dependientes”

El Observador


Asistimos cada día al espectáculo repudiable de la corrupción de los grandes medios y de muchos periodistas; aunque sus nombres aparezcan en las conversaciones de los mafiosos... Tranquilos, que aquí no pasa nada…

Algunos colegas me han preguntado por mi costumbre de designar a los nuevos medios como “independientes” y utilizar “dependientes” o “tradicionales” cuando hablo de aquellos que pertenecen a los grandes grupos de comunicación.

Muchos de ellos, no sé si por inercia de lo que conocieron alguna vez, se resisten a reconocer de forma expresa la dependencia de estos últimos y creo que también lo hacen por respeto y afecto a los compañeros que trabajan en esos medios. Lo que los honra, en este oficio de cainitas.

Por esto último creo que no deberían penar; yo también respeto y siento afecto, entrañable en algunos casos, por muchos de ellos que me han confiado, más de una vez, la repugnancia que le han producido informaciones que han publicado los medios para los que trabajan. No hay en ello menoscabo a su dignidad; cada uno conoce sus necesidades y las toreamos como podemos.

Eesto forma parte del sistema en el que nos ha tocado vivir y que muchos aspiramos a ver expirar algún día. Los trabajadores de muchas tiendas de ropa tampoco son responsables de que las prendas que venden sean el fruto del trabajo esclavo o de la explotación infantil en algunos países.

Habiendo aclarado esto, entremos en materia.

Quiénes son los traficantes

Si digo que los grandes medios privados están en manos de entidades financieras u otras igualmente estratégicas y que los medios públicos están secuestrados por las respectivas administraciones no creo que esté diciendo nada que asombre a nadie. Quienes durante años ejercieron su influencia de tapadillo y extorsionaban a los medios con sus líneas de financiación o con la publicidad de sus corporaciones hace ya un decenio que se han decidido por el control directo de ellos.

La escuadra de medios del Grupo Prisa tiene como accionistas a Caixabank, al Banco Santander y financieras transnacionales como HSBC y Amber Capital. El grupo Vocento, que edita Abc y varios medios locales, está en las manos de los herederos físicos e intelectuales de Emilio Botín.

El dueño del Grupo Godó (La Vanguardia, RAC-1, 8-TV, y participaciones en la SER), Javier de Godó, es vicepresidente de La Caixa.

Mientras que Unidad Editorial, dueña de El Mundo, Expansión y Marca, es propiedad del grupo italiano RCS, que pertenece a los bancos italianos Mediobanca e Intesa Sanpaolo.

Mientras que la familia Lara, accionista de referencia del Banco Sabadell, es propietaria de La Sexta, Antena-3, La Razón y accionista de El Periódico. Además, Planeta Corporación, de los mismos dueños, tiene intereses en más de sesenta empresas dedicadas a múltiples negocios y a través de la financiera Inversiones Hemisferio controla empresas como la farmacéutica Plasmia Biotech o la inversora Treva Investment.

Y así podríamos seguir hasta cubrir la totalidad de los medios de los grandes grupos; como bien los define el investigador Pascual Serrano estamos hablando de los traficantes de información.

Todos ellos se venden al mejor postor o defienden a sus accionistas hasta la inmoralidad o extorsionan a los políticos vulnerables hasta la inmundicia. Tenemos pruebas de toda esta basura a diario.

Cómo se trafica

Este mes pasado de mayo dos casos han certificado esta prevaricación de la obligación de informar a la ciudadanía. Gracias a la existencia de nuevos medios independientes (los despreciados “alternativos” de años atrás) nos pudimos enterar de los perversos tratamientos de dos noticias referidas a las actividades de dos corporaciones de las que mandan: Gas Natural FENOSA y el grupo Inditex.

La noticia que afecta a la energética que contó como consejero durante años al ex presidente Felipe González –hoy reemplazado en esa poltrona por la exministra socialista Cristina Garmendia- es muy fácil de contar. Ha sido sancionada por la Agencia Catalana de Consumo, dependiente de la Generalitat de Catalunya, con una multa de 500.000 euros por encontrarla responsable de la muerte de una anciana de 81 años a la que habían cortado durante dos meses el suministro de electricidad por impago. La mujer, que vivía sola, falleció asfixiada en el incendio que produjeron en su casa las velas que usaba para alumbrarse.

Aunque fuera por puro morbo esta noticia podía haber encabezado la agenda de sucesos, sin embargo la historia no fue atractiva para ninguna de las cuatro cabeceras “senior” de la prensa española. “El Mundo” se animó a recogerla en un breve en la página 26; aunque sin explicar los motivos de la sanción. Apenas: “La Generalitat multa a Gas Natural Fenosa” y una breve explicación escondida bajo la noticia de unos coches deportivos de lujo que el exrey Juan Carlos ha cedido a Patrimonio Nacional.

Sin duda, FENOSA manda mucho y ellos obedecen mejor.

Hasta EFE perdió el pudor

Casi coincidente en el tiempo la agencia publica EFE nos despertó una mañana con este titular: “Zara deberá pagar 1,5 millones de dólares en Brasil por un caso de trabajo esclavo”. Sin embargo, algunas horas más tarde, la misma agencia que pagamos los españoles consideró que era más ajustado a su conveniencia cambiar ese titular por este: “Zara renueva y amplía el acuerdo de responsabilidad con la Fiscalía del Trabajo de Brasil”.

El caso es que los dos titulares dicen la verdad, la empresa del multimillonario Amancio Ortega había llegado a un acuerdo con la Fiscalía brasileña por la que se había comprometido a erradicar de sus factorías brasileñas condiciones laborales que se consideran equiparables a la esclavitud.

Solo que ese acuerdo era anterior y que el grupo Inditex no cumplió con ese compromiso y como señala un medio tan poco progresista como O Globo, debe pagar esos 1,3 millones de euros por “haber incumplido los compromisos acordados con las autoridades para mejorar las condiciones de trabajo".

Como Zara ha aceptado la sanción impuesta por el gobierno brasileño antes de ir a juicio se contempla que esa multa se puede pagar mediante el desarrollo de proyectos que el Estado tiene en su agenda de programas sociales.

Sobraba esta aclaración, los escribas de confianza ya tenían como disimular el varapalo al emporio textil gallego. Así es que “La Voz de Galicia” se animó a publicar: “La multinacional española Zara renovó y amplió el acuerdo firmado con la Fiscalía de Brasil para combatir el trabajo esclavo.”

De vomitar…

El dinero de la compra de voluntades

Era seguro que esto de la transparencia le iba a fastidiar el chiringuito a más de uno y, dentro de la prensa, lo ha hecho con la opacidad que siempre ha rodeado la publicidad institucional. Un dinero que recuerda al de los fondos reservados, que tanto puede servir para silenciar bocas como para pagar investigaciones ilegales.

El dinero de la publicidad de la administración tiene el noble fin y deber de ser empleado para difundir la información de esas administraciones a sus administrados (nosotros), que tenemos derecho a exigirla y, además, somos quienes la pagamos. Esto en pura inocencia, porque desde siempre hemos sabido -hay bastante casuística al respecto- que la publicidad institucional es el recurso de muchos de los que gobiernan para comprar el altavoz o el silencio de los medios y, por otro lado, sitiar por hambre a la prensa independiente.

Decía que lo de la transparencia la podía fastidiar y la fastidió. Siempre que se dictan leyes justas y necesarias una parte de la ciudadanía cree en el objetivo para el que se han creado y, además, quiere ejercer el derecho que se le otorga.

Miren por donde, la gente de el digital “eldiario.es” ha hecho saltar todas las alarmas al reclamar a los ministerios del Estado español que les informe de cómo distribuyen los fondos de la publicidad institucional.

Eso, tras haber comprobado que todos presumen de facilitar esos datos en su web, pero solo en números globales; sin precisar cuánto se lleva cada medio y ver quienes son los agraciados y para quienes quedan las migajas y ni eso.

Como los ministerios dijeron al unísono que no con una respuesta orquestada, ese digital recurrió al Consejo de Transparencia; que le ha dado la razón. Ni con esa; ocho ministerios han recurrido esa decisión ante los tribunales en el afán de mantener el secreto de sus turbios repartos de dinero entre los amiguetes; aunque los blogs de estos fieles corruptos solo sean visitados por sus familiares.

Se dicen independientes Recientemente el periodista y experto en comunicación Carlos Hernández reclamaba en un artículo que para terminar con esta penosa domesticación de los medios españoles “hay que investigar hasta el final la relación entre periodistas y corruptos” y hablaba de “acciones de medios que se compran con dinero de la caja B de un partido; directivos de grupos periodísticos que presionan para que no se investigue a políticos imputados que, casualmente, les habían beneficiado con desproporcionados contratos publicitarios; nombres de tertulianos que aparecen citados en las conversaciones que mantienen los mafiosos…”

Todo muy inquietante y repudiable, pero me temo que no avanzaremos demasiado mientras los directivos de las asociaciones profesionalistas sigan arrullando el sueño de una profesión adormecida con el sobado cuento de que tenemos un “gran periodismo” y de que la autorregulación de los corruptos es la garantía del derecho de la ciudadanía a estar informados.

Fuente: http://www.revistaelobservador.com/opinion/35-me-quieren-oir/12471-de-independientes-a-grandes-dependientes

 

martes, 20 de junio de 2017

La victoria de Macron sobre fondo de abstención de 6 de cada 10 , intriga a Francia

Hay poco triunfalismo, mucha expectación y algunas profecías de consuelo
La victoria de Macron sobre fondo de abstención intriga a Francia

La Vanguardia


Más allá del hecho, claro y bien medido, de la histórica derrota de los “sectores populares” y del soberanismo nacional en las instituciones francesas, la interpretación de la victoria del macronismo en el último ciclo electoral francés (presidenciales seguidas de legislativas) intriga al país. El único matiz de esa derrota es la abstención, el hecho de que la mayoría de los franceses no han participado en las elecciones (57% sin contar 9,5 millones de ausentes del censo) y que la base real del nuevo poder triunfante -dotado de plenos poderes y con mayorías en las instituciones- ronda el 16% y brilla en su base social por la ausencia de los llamados “sectores populares”, la Francia de los de abajo. Pero, a partir de ahí ¿qué conclusiones?
¿Hay una espera entre curiosa e indulgente rodeando al macronismo y su pretendida “renovación” neoliberal, a la vez de izquierdas y de derechas, o toda esa abstención que supera en diez millones de almas al voto al partido presidencial es un gruñido social presto a explosionar?
Esta segunda interpretación es la preferida por la izquierda, que tras su éxito de abril (19% del voto) se encuentra ahora con 27 míseros diputados (sobre 577) y contenta de haber logrado grupo parlamentario. Sin embargo, lo menos que puede decirse es que si el nuevo poder es frágil, a la abstención de 6 de cada 10 franceses tampoco le falta ambiguedad.
El líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que en 2014 ya profetizó que “las de 2017 no serán unas elecciones, será una insurrección”, dice ahora que la abstención está cargada de “contenido político ofensivo” y que es una “huelga general cívica”, pero la simple realidad es que al día de hoy, y encuestas en mano, la abstención puede también interpretarse como quietismo conformista.
Mélenchon profetiza ahora, “un choque social terrible” y espera “el acontecimiento”, una chispa (en ruso iskra, así se llamaba la revista de Lenin) que encienda el panorama, como sucedió en Túnez con el suicidio de un joven que desencadenó la revolución ciudadana. “No se sabe qué será lo que prenderá la mecha, pero ya está encendida”, ha dicho en una entrevista con el semanario Society.
Todo eso es conjetura. En la propia circunscripción marsellesa de Mélenchon la abstención ha sido superior al 64%, siete puntos por encima de la media nacional. Y el electorado de la izquierda, 7 millones el pasado 23 de abril, se ha quedado en un 60% en casa en las legislativas. La situación es enormemente ambigua, para todos, y a nadie se le escapa.
“Mayoría absoluta, victoria relativa”, titula el muy macronista Le Monde en su edición de hoy. “Nunca una mayoría tan imponente se ha producido con tan pocos electores, jamás un poder presidencial tan fuerte había reposado sobre una base tan exigua”, señala la editorial del conservador Le Figaro. Si la expectativa de la izquierda tiene algo de tomar deseos por realidad y de obviar la incontestable derrota popular en las instituciones, la derecha no las tiene todas consigo. La victoria, “no ha suscitado ningún movimiento de entusiasmo alrededor de la persona, ni de sus candidatos, ni de su proyecto. Domina la expectación”, constata Le Figaro. La Francia plebeya se ha retirado pero en algún momento puede girarse con formas difícilmente controlables, observa el diario conservador.

Fuente original: http://www.lavanguardia.com/edicion-impresa/20170620/423516687149/la-victoria-de-macron-sobre-fondo-de-abstencion-intriga-a-francia.html

lunes, 19 de junio de 2017

El G8 asiático.

Rusia y China en el G8, la peor pesadilla para EEUU

x Vicky Peláez
Uno de los más importantes acontecimientos del año, el fórum de la Organización de Cooperación de Shanghái, ha pasado curiosamente desapercibido

Toda la atención mundial estaba concentrada o en seguir los resultados de la lucha de Donald Trump para salvar el 'Estado Profundo' de sí mismo, o bien en buscar respuestas a la crisis de la unidad en Oriente Medio, relacionada con uno de los más prósperos Estados en la región, Catar. Por eso los militares, economistas y políticos occidentales no se percataron de cómo, y ante sus propios ojos, se formaba un G8 como contrapeso al ya existente G7.
El 'oso ruso' y el 'dragón chino' lograron expandir la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS), que ya tiene 15 años de existencia, a ocho miembros: China, Rusia, Kazajistán, Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán, la India y Pakistán, formando el Grupo 8 (G8), como contrapeso al existente G7: EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón, cuyo brazo militar es la OTAN. Sumando a observadores y asociados para el diálogo, el G8 cuenta en total con 18 miembros. Así, se ha hecho realidad la advertencia de Zbigniew Brzezinski, sostenida en su libro escrito de 1997 'El gran tablero de ajedrez: la supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos'.
Brzezinski aseveró que "una de las condiciones para que EEUU conserve su hegemonía mundial consiste en impedir a toda costa el surgimiento de una potencia en Eurasia". El G8 representa un claro desafío a Washington y a sus aliados de la OTAN, porque ha logrado establecer el control sobre el 60% del territorio de Eurasia (600 millones de kilómetros cuadrados), con salidas a tres océanos, que fue arrebatado sigilosamente de las manos de Washington. Ahora resulta que el G7, el baluarte económico y financiero de la OTAN, tiene tres países con armas nucleares: EEUU, Francia y el Reino Unido, mientras que, en el G8, son cuatro los países dotados de ojivas nucleares: Rusia, China, Pakistán e India. En términos económicos, los miembros de la OCS aportan más del 30% al Producto Bruto Interno (PBI) del mundo.
Desde este punto de vista, la OCS, encabezada por China y Rusia, "está fortaleciendo la estabilidad global y ha alcanzado un consenso contra la hegemonía de EEUU en Eurasia", según el periódico chino The People Daily (27-06-2016). Actualmente, debido al creciente fracaso del terrorismo islámico de Al Qaeda, el Frente al Nusra, Daesh y tantas otras organizaciones creadas por el Pentágono, la CIA y la OTAN, con el auspicio de George W. Bush, Barack Obama, Hillary Clinton, George Soros y un sinnúmero de políticos pertenecientes al 'Estado Profundo', se ha comenzado el proceso de traslado del terrorismo islámico de Oriente Medio a Eurasia.
En la reciente reunión de la OCS en Astaná (Kazajistán), el presidente de Rusia, Vladímir Putin, recalcó la necesidad de retomar el Grupo de Contacto OCS-Afganistán debido a los crecientes intentos del terrorismo islámico y sus auspiciadores globalizados de utilizar a este país para una nueva campaña con el fin de desestabilizar el sur de Rusia y toda Asia Central mediante la formación de células clandestinas. En referente a Rusia, Vladímir Putin subrayó: "Se nos creó la convicción firme de que nuestros socios estadounidenses hablan de apoyo a Rusia, hablan de la disposición a la cooperación, en particular en la lucha contra el terrorismo, pero, de hecho, usan a esos terroristas para desestabilizar la situación política en Rusia" (Entrevista con Putin, Oliver Stone).
Afganistán representa una entrada para los terroristas a Asia Central y a Rusia debido a la inestabilidad política, militar y económica creada por EEUU desde la invasión hace 16 años, una situación que el presidente uzbeco, Shavkat Mirziyoyev, calificó como "extremadamente peligrosa para toda la región debido a un significativo aumento del terrorismo en aquel país".
Según el informe de la Misión de las Naciones Unidas para Afganistán, el año 2016 fue el más cruento para la población afgana, con 11.418 víctimas (3.498 muertos y, de ellos, 995 niños, además de 7.920 heridos), debido al incremento de la presencia de Daesh —el autoproclamado Estado Islámico— en el país.
El 'modus operandi' de Daesh es muy simple y dependiente de las prioridades geopolíticas de EEUU. Al atreverse el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, a tratar de acercarse a China y a la OCS, marcando así distancia al mismo tiempo con Washington, los actos terroristas de Daesh y sus grupos locales afiliados, como el Grupo Maúte y Abu Sayyaf, se incrementaron inmediatamente. A la vez, el Pentágono ofreció sin perder el tiempo la ayuda de sus fuerzas especiales para combatir el terrorismo. En un reciente artículo publicado por el medio Philippine Sentinel, el analista Tony Cartalucci afirmó que Daesh y sus grupos locales afiliados forman un "ejército subsidiado por EEUU, la OTAN, Israel y del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG, formado por Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Catar)".
Los atentados en Marawi City, en la Isla Mindanao, obligaron al presidente Duterte a interrumpir su visita a Moscú y cancelar también sus conversaciones con los líderes chinos. Como explicó Tony Cartalucci, "los intentos de EEUU para justificar su presencia en Filipinas son parte de una estrategia para rodear a China con las instalaciones militares en Asia. El Estado Islámico en Filipinas está tratando de facilitar esta tarea a EEUU, al empezar a expandirse como milagrosamente por toda la isla". Los miembros de la Coalición para Contener a China (CCC, Japón y Australia), creada por Washington, están presionando también a Filipinas con la 'ayuda' de Daesh. Pretenden forzar a Duterte a retornar a la esfera de influencia estadounidense, alejar el país de la OCS y, en especial, de China y Rusia, para tener un aliado valioso y usar a Filipinas como un 'portaviones insumergible' de EEUU.
Si antes EEUU usaba su fuerza brutal para invadir un país débil, ahora está utilizando el terror recurriendo a sus mercenarios, como un Ejército de terror bajo la bandera de un Islam radical, artificialmente creado, educado, armado y adoctrinado en valores que, en realidad, no tienen nada que ver con el Islam auténtico. Según el periodista Mariano Aguirre, el Corán nada dice sobre la violencia, y los grupos terroristas como Daesh "hacen una lectura perversa del Islam, violan sistemáticamente los derechos humanos y representan una caricatura grotesca de las luchas anticoloniales de los líderes de figuras como Frantz Fanon o Patrice Lumumba".
Frente a esta realidad, no le queda otra alternativa a los miembros de la OCS que crear un paraguas político militar eurasiático para contrarrestar los intentos de Washington y Bruselas de dominar el mundo a través del terrorismo auspiciado por el Pentágono, la CIA, Israel, la OTAN y el Consejo de Cooperación del Golfo.
El momento es propicio para una gran transformación de Asia a través de la unión de países con diferentes ideologías, sistemas políticos y civilizaciones, a diferencia de la OTAN y de todas las alianzas occidentales, donde EEUU impone una ideología única y su supremacía del 'excepcionalismo'.
En la OCS, todos los miembros son iguales y sufren de la misma manera del terrorismo impuesto por los intereses de los 'globalizadores iluminados', con el pretexto de no permitir una unión en Eurasia y recrear permanentemente las tensiones entre países, como lo habían hecho en el caso de la India y Pakistán durante el transcurso de la historia moderna. Ahora estos dos países son miembros de la OCS y se espera un proceso paulatino de la solución de sus problemas con la ayuda colectiva de la OCS. Se está acercándose también la hora de la integración de Irán en el seno de esta organización.
En fin, está llegando el momento de una Eurasia grande, con la infraestructura tecnológica y económica bien desarrollada y con una unidad militar cuyo único pretexto es asegurar la estabilidad y seguridad en Eurasia, y así derrotar todos los intentos del terrorismo islámico y de sus auspiciadores para propagar el caos, la desunión y la destrucción en la región para perpetuar el dominio norteamericano en Eurasia.
https://mundo.sputniknews.com
Texto completo en: http://www.lahaine.org/rusia-y-china-en-el


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