domingo, 20 de septiembre de 2015

La hegemonía del lenguaje en el independentismo catalán.

 El independentismo gana la batalla del lenguaje .




FRANCESC ARROYO - 18/09/2015 - Número 1

 AHORA  , diario semanal .

Artur Mas, como antes Jordi Pujol, gusta de presentarse como presidente de la Generalitat o, también, como presidente de Cataluña, aunque no es ninguna de las dos cosas porque en el ordenamiento jurídico actual no existe tal cargo, como tampoco existe el de presidente de España. Mas es presidente del Gobierno de la Generalitat de Cataluña. La elipsis no es neutral, forma parte de la batalla por el control del lenguaje, una batalla en la que los nacionalistas (catalanes) van ganando. No solo han logrado que parte de la izquierda compre su léxico, hasta el PP lo ha hecho. Sin ir más lejos, cuando Raül Romeva, candidato que figura en primer lugar en la lista de Artur Mas, calificó de irrelevante el debate sobre quién debía presidir el futuro Ejecutivo, Xavier García Albiol, que encabeza la lista popular, sostuvo que era poco serio no decir a quién se proponía como “presidente de Cataluña”.

El juego con el lenguaje es una constante del separatismo catalán  que, lejos de autodenominarse así, ha preferido recurrir a los sinónimos: nacionalista, catalanista, defensor del derecho de autodeterminación y del derecho a decidir, soberanista, partidario del proceso (uno de los eufemismos más imprecisos posibles) y, finalmente, independentista.

La consulta del 9 de noviembre fue llamada “referéndum” hasta que la pretensión de fingir que se ajustaba a la legalidad aconsejó cambiarle el nombre; las cajas de cartón para las papeletas eran urnas; los participantes en el acto y favorables a la independencia de Cataluña fueron “millones”, pese a que incluso aceptando sus resultados se quedarían en 1.861.753 y las reglas del idioma dicen que para usar “millones” deben referirse a dos o más. Eso asumiendo que los datos sean creíbles porque, como decía un dirigente de ICV, que sin embargo fue a votar, “habría que ver la credibilidad que se daría a un acto similar convocado por el PP, con mesas formadas en exclusiva por voluntarios del PP, con recuentos hechos únicamente por esos voluntarios y sin posibilidad de verificación”, —las papeletas fueron inmediatamente destruidas—.  “De país” y “unitaria” En la misma línea, la lista Junts pel Sí fue definida, primero, como  “de país”, como si las demás no lo fueran. No es la primera vez que CDC pretende ser el único representante de Cataluña. Su grupo en el Congreso se denomina “catalán”, a pesar de que hay otros diputados catalanes e incluso en número mayor. Otro juego de palabras se produjo cuando se afirmó que la candidatura sería una lista sin políticos. Para muestra un botón: en el número uno, un exeurodiputado; en el cuatro, Artur Mas; en el cinco, Oriol Junqueras, líder de ERC, y en los puestos siguientes, dirigentes de ambas formaciones. Si se prefiere mirar fuera de Barcelona: el cabeza de lista en Tarragona, Germà Bel, fue  diputado…  del PSC. 


Posteriormente, la lista pasó a ser llamada “unitaria”, aunque es una coalición de dos partidos: CDC y ERC, con algunos independientes procedentes de entidades y asociaciones ampliamente subvencionadas por el Ejecutivo que preside  Mas, incluso en tiempos de recortes para otras necesidades consideradas menos urgentes, como la sanidad o la educación y el transporte públicos. Un ejemplo: Miquel Calzada, que llegó a la fama por su aparición en TV3, fue favorecido con licencias radiofónicas por los gobiernos de CiU. Otros personajes de las listas son habituales en las tertulias del canal autonómico y de Catalunya Ràdio, también dependiente del Gobierno catalán, y claros ejemplos de cómo medios públicos que deberían ser institucionales se comportan como gubernamentales y partidistas.

Lo mismo ocurre con la convocatoria electoral. La campaña de Junts pel Sí sostiene que se trata de unas elecciones “plebiscitarias”, es decir, en las que solo se decide si Cataluña será o no será independiente. Que haya diversas listas, incluso en el ámbito de los independentistas, es un asunto menor. Como es menor que los candidatos de Junts pel Sí se repartan los pronunciamientos y hablen un día de “declaración unilateral de independencia” y otro de proceso negociado. O que un día se diga que para declarar la independencia se necesita mayoría de votos y al siguiente que basta con mayoría de escaños y, por lo tanto, se podría declarar la independencia aunque los partidos que no la apoyan hubieran sumado más votos pero menos escaños debido a la ley electoral.

La cuestión es provocar la confusión en todas direcciones. Y obsérvese que aquí se habla solo de los juegos con el lenguaje, no de las afirmaciones que en términos bíblicos podrían ser definidas como “mentiras”.  Así, los independentistas sostienen impertérritos que una declaración unilateral no afectaría en absoluto a la continuidad de Cataluña en la UE y que el Barcelona seguiría jugando la liga española.

No hay que confundir la batalla por el lenguaje con la batalla de la lengua, que es solo una de sus escaramuzas, aunque llena de connotaciones emocionales. El catalán es definido por el Estatuto como la lengua “propia de Cataluña”. Manuel Vázquez Montalbán, charnego en jefe de la cultura catalana, dejó escrito que lo asumía, a condición de que no se le añadiera que el castellano es una lengua impropia.  A vueltas con la lengua No son pocos, sin embargo, los independentistas que sostienen que el castellano es una lengua impuesta. De ahí que no lo llamen castellano sino español. El uso del castellano sería una anomalía histórica, fruto de la dominación que arranca en 1714 y que culmina durante la dictadura del general Franco. ¿Cómo explicar entonces que Juan Boscán (Barcelona, 1490-1542) fuese el introductor del endecasílabo italianizante en la lengua castellana? No hace falta, se omite el dato y listos.

Lo llamativo es que los mismos que defienden el monolingüismo para una Cataluña independiente defendían hace cuatro días que el plurilingüismo era lo normal y decían no entender la animadversión de ciertos sectores de la sociedad española contra las lenguas no castellanas. España puede ser plurilingüe, pero no Cataluña. Lo cierto es que Cataluña es un territorio mayoritariamente bilingüe. Más aún, la afirmación romántico-nacionalista según la cual a cada Estado le corresponde una única lengua no soporta la prueba empírica.
En Francia se habla francés y catalán y occitano y bretón. En el Reino Unido muchos de sus ciudadanos utilizan, además del inglés, el escocés o el galés. En los países nórdicos se emplean diversas modalidades de sami, además de noruego, finés o sueco. Los suizos comparten una notable variedad idiomática: alemán, francés, italiano y romanche. En sentido contrario, Austria es de habla alemana y en Estados Unidos se habla mayoritariamente inglés.


La batalla del idioma ha cruzado todos los límites, incluidos los del absurdo. Así, el catalanismo recalcitrante sostiene que los nombres forman parte de la identidad nacional y nadie tiene derecho a traducirlos, de modo que decir o escribir Gerona y no Girona o Lérida en vez de Lleida es una ofensa al pueblo catalán. Esos mismos individuos dicen Xeres y no Jerez, Saragossa y no Zaragoza, Nova York y no Nueva York, porque todo se puede traducir al catalán, pero nada del catalán es traducible. Tan peregrina tesis comporta ignorar que la traducción, lejos de ser una ofensa, es un síntoma de reconocimiento de importancia. Por eso se usa Londres y no London, Florencia y no Firenze, o Aquisgrán y no Aachen, mientras que resultaría una excentricidad referirse a Newcastle (Reino Unido) o Neuchâtel (Suiza) como Nuevocastillo, aunque algunos italianoparlantes (los suizos) sí llaman a esta última ciudad Nuovocastello, del mismo modo que llaman a Múnich (Munchen en alemán) el Mónaco bávaro. No constan ofendidos.

En la batalla de la lengua, el nacionalismo catalán exclusivista ha contado, justo es decirlo, con notables aliados. En especial el PP, pero también sectores del PSOE. Las hemerotecas están llenas de afirmaciones ocurrentes, desde la del hoy santificado Adolfo Suárez, que no concebía que se pudiera explicar Física en catalán, hasta la de un José María Aznar que relegaba el catalán a la intimidad. Eso sí, de vez en cuando se oye un elogio universal: “Yo amo a Cataluña y me gusta mucho el catalán”. Oraciones ambas que, juntas o por separado, han pronunciado casi todos los dirigentes políticos nacionalistas españoles. Estas frases solo tendrían sentido si fueran acompañadas de una información complementaria: ¿qué territorio no aman o aman menos?, ¿qué idioma les disgusta?

En esta onda, la actitud mancomunada de PP y Ciudadanos afirmando que en Cataluña el castellano estaba perseguido ha actuado como elemento catalizador a la contra. La última escaramuza fue protagonizada por el becado exministro José Ignacio Wert y convenientemente capitalizada por el nacionalismo catalán. Se supone que unos y otros buscaban que los estudiantes catalanes terminaran la enseñanza obligatoria dominando por igual catalán y castellano, como de hecho ocurre. Pero la contienda se formuló, en ambos casos, en términos de agravio.

Para Wert (y para Ciudadanos) el Gobierno catalán vulneraba los derechos de los castellanohablantes, mientras que para los nacio-
nalistas catalanes había una ofensiva contra Cataluña. Una de las afirmaciones que, dicen los independentistas, hace necesaria la independencia es que la situación que hoy se vive en Cataluña, en lo que se refiere a la lengua, está en uno de los momentos más bajos de la historia. Con los datos en la mano, eso es algo difícil de sostener. El catalán es obligatorio en la escuela y lengua de uso común (no impuesto) en todo el territorio, pero quien quiera puede vivir perfectamente usando el castellano. Los ciudadanos tienen el derecho a dirigirse a las administraciones en ambos idiomas y de ser atendidos en el que ellos elijan.

La lengua es inflamable y los pirómanos de ambos bandos lo saben y agradecen al oponente los incendios que provoca. El ultramontanismo castellanista quita algunos votos en Cataluña, pero los da a palas en otras partes de España, a la vez que alimenta el ultramontanismo catalanista, lo que se traduce en votos para el nacionalismo catalán. Y todos contentos. E inflamados. Guerra civil contra Cataluña La contaminación lingüística no se queda en el lenguaje ordinario (aunque este es el principal objetivo de control de todos los bandos), también se da en las universidades. Una de las áreas más proclives para vestir la ideología de ciencia es la historia; la otra es la economía, que permite el baile perpetuo de los datos sobre balanzas fiscales. Desde hace unos años, algunos historiadores han dado en afirmar que la que José Agustín Goytisolo llamara “guerra incivil” no fue tal sino, en realidad, una guerra de España contra Cataluña. Que el franquismo maltrató los símbolos catalanes es una verdad tan cierta como que entre los derrotados había gallegos y leoneses, y entre los franquistas había catalanes para dar y vender (y algunos incluso para venderse). Porcioles, López Rodó y Ullastres eran perfectamente catalanes. Por no hablar de Cambó, que financió abundantemente a los rebeldes. 

Pero todas estas batallas lingüísticas son cuestión menor comparadas con la que se da en el terreno de dos globalidades: Cataluña y España, también conocida como Estado Español. El uso de la expresión “Estado Español” se ha convertido en un lugar común. Puede oírse en boca de socialistas, excomunistas (expresión que dentro de la batalla del lenguaje rechazan no pocos dirigentes de ICV, incluso algunos que militaron en el PSUC o en sus juventudes) y hasta de dirigentes de Podemos. El filósofo Manuel Cruz ha ironizado sobre ello: “Para el nacionalismo catalanista, España nos roba, pero llueve en el Estado Español”.
El término España solo se utiliza si puede ser asociado a un agravio. Para el imaginario independentista, en España todos piensan y sienten igual: de forma anticatalana. El propio Mas sostiene que quien no esté con él está con el PP (aunque apoye a la izquierda). Cataluña es tan una como España, pero todo lo que en España es perversión, en Cataluña es bondad. Y todos los catalanes son independentistas, de donde se deriva que los que no son independentistas no son catalanes. Como en la España de Franco, se decía, no había ladrones. Una carta al director publicada en un diario paragubernamental y subvencionado lo dejaba claro: el problema de masificación en las cárceles en Cataluña se solventaría repatriando a los delincuentes. No hay delincuentes catalanes porque Dios no lo quiso. Y los que delinquen, lo  hacen frente a leyes injustas con Cataluña. Los Pujol y Millet incluidos. Y quien diga lo contrario miente o utiliza un lenguaje diferente.










miércoles, 16 de septiembre de 2015

Turquía y Arabia Saudí , planearon la crisis de los refugiados.










La “crisis de refugiados” sirios fue planeada por Turquía y Arabia Saudí

Público.es


Entre 2011 y agosto de 2014 Turquía había acogido 1,5 millones de refugiados sirios. Otros 40.000 entraron en octubre, y a pesar de su dramática situación, permanecieron en los campos. ¿Por qué, de repente, miles de ellos no sólo deciden salir de Turquía sino que pueden hacerlo, a pesar del cerco militar? ¿Por qué se les dirige a Europa y no a las petromonarquías árabes del Golfo Pérsico o Irán? Eso sí, la Casa Saud ha ofrecido a Alemania la construcción de 200 mezquitas (wahabitas) para que los supervivientes sirios no olviden el terror del Estado Islámico.
Desde 2011, Turquía, Arabia Saudí y Qatar, incapaces de derrotar a Bashar Al Assad, lo han intentado todo con tal de convencer a Barak Obama de la necesidad de acabar con el mandatario sirio. Así, no dudaron en acusarle de derribar un avión turco en junio de 2012, del uso de gases químicos en agosto de 2013 o de ser incapaz de contener al Estado Islámico —monstruo creado por la CIA, el Mosad y el MI6, según el ex empleado de la NSA, Edward Snowden, y financiado por los jeques árabes según Hillary Clinton—, mostrando al mundo, a través del canal catarí Al Jazira, las impactantes imágenes de decapitaciones, de mujeres violadas y esclavas sexuales, de monumentos milenarios destruidos —como el Buda afgano—, y demás barbaries. Y Obama ni caso. ¡Pero si son casi las mismas imágenes protagonizadas por muyahidines (o sea, yihadistas), también Made in CIA, con las que George Bush, hace 15 años, consiguió conmover al mundo e invadir a Afganistán! En cambio, Obama parece más preocupado por el avance de China que por las peleas vecinales en aquella región.
“Alan” como casus belli
Todo indica que ambos países deciden inundar Europa de refugiados sirios, provocando conmoción social, y ofreciendo de paso a sus mandatarios el perfecto pretexto para “hacer algo serio por el pueblo sirio”.
Cuando las fotos de los cuerpos de un centenar de adultos sirios asfixiados o congelados en camiones no hirieron las sensibilidades, se intentó de nuevo con la imagen del cuerpo de Alan (“Roca” en kurdo), niño kurdo-sirio ahogado en una playa turca, acompañado del siguiente pie de foto:“Ha muerto porque Occidente no ha eliminado a Assad, a sabiendas de que toda esta gente huye del terror del Estado Islámico.
¡Y objetivo conseguido! En Londres, Berlín y París ya se baraja bombardear a este devastado país, aunque sea ilegal incluso con sus propias leyes. Sorprende que la misma Angela Merkel que semanas atrás hizo llorar a una niña palestina denegando la petición de asilo para su familia de 5 miembros, se vuelva generosa y acoja a miles de sirios. ¡Hipócritas belicistas! Hasta julio de 2015 Alemania ganó unos 7,9 millones de euros por la venta de armas a los jeques árabes, un aumento del 30% con respecto al mismo periodo de 2014, mientras sus medios de comunicación censuran las imágenes de miles de niños y adultos yemeníes asesinados por las bombas de EEUU y Arabia, quienes además han destruido los depósitos de agua y alimentos, centrales eléctricas y hospitales matando a otras decenas de miles de civiles de hambre, enfermedades y heridas.
Ocultan que su llamada “Guerra Global contra el Terror”, desatada en Afganistán, Pakistán, Irak, Libia, Siria, Yemen, Somalia, Mali, Sudán, etc., ha generado decenas de millones de desplazados. 
Vuelco radical en Oriente Próximo
Todo cambia en julio de 2015 tras la firma de la paz y el acuerdo nuclear entre Occidente e Irán. Se trata de un cambio cualitativo en el equilibrio de las fuerzas en una región que hasta este momento era favorable a Israel, Turquía y Arabia Saudí. La República Islámica, además de salvarse de un ataque militar de EEUU, había conseguido el compromiso de Obama de no intervenir militarmente en Siria. El rey Salmán de Arabia, temeroso de que Irán con el respaldo de EEUU vuelva a ser el “Gendarme del Golfo Pérsico”, y regrese al mercado del petróleo —por eso sigue manteniendo bajos los precios del crudo, en su encuentro con el presidente de EEUU en la Casa Blanca —durante la “crisis de refugiados sirios”— no daba crédito al leer la declaración final de la visita: no hubo ni una sola mención a Irán ni a sus fechorías en Siria y Yemen.
De modo que Ankara y Riad están presionando a los europeos para que pongan fin al Estado sirio, y les urge por los siguientes motivos:
• La situación económica de ambos países ya no les permite seguir financiando a los rebeldes armados.
• La negativa de Assad de aceptar los planes de paz de Irán y Rusia —que preveían elecciones anticipadas y un periodo de transición, sin asignar un papel al presidente en el futuro del país— ha cerrado las vías de una salida menos dramática a la crisis política. Él, que ya es historia, ahora se enfrenta al Plan de Obama: su salida del poder (exiliarse), y la instauración de una administración dirigida por los oscurantistas Hermanos Musulmanes. En mayo pasado, EEUU y Turquía acordaron crear una zona de exclusión en tierra siria, supuestamente para proteger a los civiles, que servirá de base militar para los contras sirios y de acoger a los refugiados. Existe también un “Plan Joe Biden”, vicepresidente y candidato demócrata para las presidenciales de 2016, que es consciente que para ganar a Assad éste no debe sobrevivir a Obama, para lo que propone balcanizar el país en zona alauita, kurda y sunita.
Con el caos controlado por el Pentágono en Oriente Próximo, entre los 12 objetivos de acoso a Siria están el cortar las Rutas de la Seda diseñadas por China y seguir chantajeando a Irán, país que está perdiendo también al Líbano, su otra “profundidad estratégica”, por la crisis política generada por el movimiento indignado de “Apestáis”.
Por su parte, Tayyeb Erdogan convertirá en pesadilla el sueño de los kurdos sirios de fundar su autonomía en el norte del país, mientras que con el ruido mediático de la crisis de refugiados desvía las miradas de la guerra desatada contra los kurdos de su país.
El regreso al timo de la misión humanitaria
Quienes exigen una intervención militar en Siria para paralizar la huida de los sirios de su tierra ocultan al menos cuatro hechos:
a. Que desde 2012, EEUU, Gran Bretaña, Francia, Turquía e Israel llevan bombardeando este país, además de suministrar armas y dinero a loscontras sirios. Según WikiLeaks, Washington, a través de acciones encubiertas, intenta debilitar y derribar su Gobierno desde 2006. Con tantas potencias en el ajo, ¿cómo es posible que se siga diciendo que es una “guerra civil”?
b. Que un ataque militar generaría más refugiados: el asesinato de Moammar al Gadafi fue el inicio del éxodo de los libios y la muerte de miles de sus ciudadanos en el mar.
Las situaciones apocalípticas generadas por la OTAN en los países agredidos ha hecho que sus dictadores asesinados se conviertan automáticamente en mártires, patriotas y mitos populares. La guerra es peor que el régimen de Bashar al Assad, y aunque acabe con otro “chico malo” de EEUU, será también el fin del Estado-Nación sirio. 

Fuente: http://blogs.publico.es/puntoyseguido/2967/la-crisis-de-refugiados-sirios-fue-planeada-por-turquia-y-arabia-saudi/
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 Nota.-Los combates han obligado un 20% de la población a refugiarse en el extranjero, pero el 75% de la población siria se encuentra actualmente bajo la protección de la República Árabe Siria y sólo un 5% –como máximo– se encuentra en los vastos territorios donde se mueven los yihadistas. Lo que sucede es que el territorio sirio habitable es escaso, mientras que las regiones desérticas ocupan vastas superficies de territorio. La República Árabe Siria ha optado por garantizar la defensa de la población en vez de defender territorios, aún tratándose de los que incluyen los tan codiciados yacimientos de gas y de petróleo. Si alguien apoya a los kurdos ha sido el gobierno sirio , tanto en armas como con financiación.

Siria es el país que a nivel mundial ha generado el mayor número tanto de desplazados internos (7,6 millones), como de refugiados (3,88 millones al final de 2014). Afganistán (2,59 millones) y Somalia (1,1 millones) son los siguientes países que generan más refugiados. Las regiones en desarrollo acogen al 86% de los refugiados del mundo: 12,4 millones de personas, el valor más elevado desde hace más de dos decenios.http://www.acnur.org/t3/recursos/estadisticas /
 

lunes, 14 de septiembre de 2015

Claves del triunfo de Jeremy Corbyn.

El nuevo líder de los laboristas británicos se ha hecho con un 59,5% de los 422.664 votos emitidos
Las cinco claves del triunfo de Jeremy Corbyn

La Marea

La campaña del candidato anti-austeridad por el liderazgo del Partido Laborista ha sacudido la escena política en Reino Unido, augurando una lucha política por el bienestar colectivo que podría resituar a la izquierda la posición del partido

Al principio nadie creía viable una verdadera apuesta por la izquierda en las primarias del Partido Laborista. Incluso el propio Jeremy Corbyn explicó que entendía su candidatura como “la víctima a sacrificar” en la carrera por el liderazgo de la organización. Sin embargo, en el transcurso de los 100 días que ha durado la campaña las previsiones sufrieron importantes cambios.
La periodista y jefa de prensa del equipo de Corbyn, Carmen Nolan, explicó a los medios que se dieron cuenta de esta situación el 9 de julio en un mítin en Merseyside, cuando se presentaron allí 350 personas. Tres semanas después los números se multiplicaban: hasta 1.500 le esperaban en Liverpool. De hecho, la expectación por presenciar los mítines del líder –que algunos periódicos han llamado corbynismo, como si de una moda se tratase- superó los límites de lo esperado hasta el punto de tener que aplazar un evento en Cambridge por razones de seguridad. Tal y como las encuestas pronosticaban, finalmente el candidato izquierdista al liderazgo del partido laborista Jeremy Corbyn se ha hecho con un 59,5% de los 422.664 votos emitidos, frente a Andy Burnham (19%), Yvette Cooper (17%) y Liz Kendall (4.5%). Cierto es que el éxito de la candidatura de Corbyn obedece a toda una serie de circunstancias socio-políticas dentro del contexto del poder en Reino Unido que ya explicamos en un artículoanterior. No obstante, esta vez vamos a tratar de conocer los puntos clave de su campaña.
1 – Conexión con la gente Nadie que pretenda dedicarse al ejercicio de la política hoy día puede alcanzar un mínimo de éxito si no consigue conectar con las personas. La emotividad y la construcción interna del discurso a través de una pasión compartida son factores esenciales a la hora de conseguir apoyos. En el caso de Corbyn, este proceso se ha visto desbordado consiguiendo que mucha gente dentro del partido se pusiera a su favor. Pero lo más importante es, sin duda, el apoyo que ha encontrado en el exterior: su campaña ha suscitado gran interés para los sindicatos más importantes de Reino Unido, así como para el movimiento contrario a las recetas de austeridad The people’s assembly, llevando incluso a participar en el proceso a personas no vinculadas al Partido Laborista –a cambio de 3 libras-, y saturando las redes sociales.
Si analizamos en detalle este último punto, podemos observar cómo salen los números. La cuenta de campaña de Corbyn en Twiiter (@JeremyCorbyn4Leader) tiene más de 62.000 seguidores, y su cuenta personal 136.000, frente a las cuentas de Andy Burnham (casi 17.000 seguidores y 88.600 seguidores; las de Yvette Cooper (menos de 10.000 seguidores y más de 76.000 seguidores); y las de Lizz Kendall (16.200 seguidores y 38.200 seguidores). Pese a que las redes sociales no sean un indicador de gran valor demoscópico, siempre cabe tenerlas en cuenta en una sociedad cada vez más digitalizada, donde la comunicación online se convierte cada vez más en un factor crucial para la nueva política.
Además, durante el rally político el candidato ha contado con un elevado número de voluntarios y voluntarias con edades comprendidas entre los 13 y los 92 años: la cifra mayor se ha dado en Londres, con 3.832, después en el sur-este de Inglaterra con 1.170 y 1.160 en el nor-oeste de la misma.
2- El discurso anti-austeridad: “la pobreza no es necesaria” Las palabras de Corbyn han recibido críticas de todos los colores. Desde la asentada clase política británica entendida como izquierda ‘pragmática’ –esto es, aquella que rechaza las convicciones propias y se justifica en el contexto capitalista- hasta los propios tories y el primer ministro David Cameron han coincidido lanzando mensajes negativos sobre la viabilidad de las propuestas del candidato.
En este sentido, Cameron afirmó que “éste es ahora un partido que ha abandonado por completo el terreno de juego intelectual y que ya no representa a la clase trabajadora”, añadiendo que “se encuentra en los extremos del debate, asociado simplemente a las ideas de más gasto, más endeudamiento y más impuestos”. De alguna manera, la toma de posiciones en el terreno de lo político hace ver a la ciudadanía cómo el establishment se enfada, dibujando de una manera mucho más clara los bandos que se están disputando el poder. Sin embargo, la estrategia de Corbyn se ha basado en no seguir el círculo vicioso de los ataques personales y tratar de explicar su programa. Pese a que al comienzo los medios no le tomasen en serio, con el paso del tiempo el equipo se vio inundado por peticiones para entrevistar al candidato.
En esencia, el triunfo de su discurso se debe a que es ansiado por gran parte de la población británica tras la deriva del partido laborista durante los últimos 30 años, lo que le convierte en único. La presentación de Corbyn como una alternativa real a los tories y a la política de la austeridad, lejos de buscar situarse al centro, como el resto de los candidatos y candidatas, se ha configurado como un elemento central que le ha asegurado el éxito.
3- El factor “sorpresa” La llegada de la candidatura de Corbyn a la carrera de las primarias ha sido frecuentemente explicada por los medios bajo el factor “sorpresa” que la caracterizaba. Se dice que nada estaba previsto, y que incluso se encontraron con problemas a la hora de presentar su designación, que requería el respaldo de hasta 35 diputados cuando el candidato solamente contaba con 22.
Finalmente, poco antes de la fecha límite –el 15 de junio- se hizo con el apoyo necesario de algunos diputados que veían la oportunidad como “un buen gesto” de cara a dotar de mayor amplitud ideológica los debates del partido. Otros accedieron por pura presión mediática.
Así, lo inesperado ha marcado la campaña de Corbyn desde los primeros días: poco después de comenzar las primarias, el candidato anti-austeridad admitía que se veía a sí mismo como “la víctima a sacrificar de la izquierda”. Este punto ha viajado desde lo que los medios británicos calificaban como un candidato no-hope, es decir, sin esperanzas en el horizonte político posible, hasta acercarse a la victoria.
4- Su historia personal Pese a ser contrario a los liderazgos personalistas y apoyar un liderazgo colegiado, la figura de Corbyn ha llamado enormemente la atención de su electorado. La construcción de personajes políticos o story-telling, tal y como se conoce en el ámbito de las ciencias políticas, se ha posicionado como un valor añadido de la candidatura.
El hecho de ser un diputado parlamentario laborista con larga carrera en movimientos de protesta antibelicistas, que incluso se ha rebelado votando en contra de la doctrina de su partido hasta 500 veces, ha fabricado una imagen especialmente atractiva que recoge la ilusión de las personas mayores y “nostálgicas” del viejo laborismo y de los jóvenes por aquello que nunca vivieron.
Asimismo, esta independencia frente a la dirección del partido le convierte en lo que se conoce por un maverick: una figura política que se mueve con total libertad dentro de su partido sin obedecer necesariamente las líneas establecidas, que opina y trabaja desde su propia convicción política. Además, se ha conocido que Corbyn fue el diputado con menor nivel de gastos tras el escándalo del derroche de los diputados de 2009 durante el mandato de Gordon Brown.
5-Informalidad La adecuación del modo de vida del candidato a sus propuestas políticas ha sido objeto de crítica para los medios de comunicación, sin embargo, también ha servido como un elemento identificador para la población británica. De la misma manera que Pablo Iglesias vestía con camisetas de Alcampo, Corbyn se mostraba bajo el vestuario de un viejo socialista inglés, con barba y que siempre viajaba en bicicleta. A este respecto, el antropólogo Charles Lindholm apuntaba en 2009 que uno de los depósitos carismáticos más relevantes en la actualidad se halla en los patrones de consumo: comprar no solamente consiste en adquirir bienes, sino que también constituye un ritual de integración a través del cual afirmamos una identidad concreta.
La cuestión es que si esto no resulta creíble no puede producir ningún efecto en este sentido sino más bien lo contrario, llegando hasta el rechazo. No obstante, la larga y conocida historia de Corbyn ha evidenciado cuánto de real hay en su perfil político: la gente sabe que es una persona que vive “para” la política y no “de” la política, lo cual es de vital importancia en un contexto de importantes niveles de desafección política.
La simpleza y la espontaneidad del candidato han ocupado un lugar destacado durante estos 100 días. La ausencia del temor a mostrarse tal y como es -es decir, un político que parece una persona normal y corriente- y su preocupación por la democracia le han hecho líder. Tanto es así, que tras percatarse de que en un mítin mucha de la gente se estaba quedando fuera del recinto, Corbyn salió fuera y se subió a un camión para dar su discurso.
En definitiva, todo apunta a que Jeremy Corbyn ha conseguido despertar de nuevo los principios del Partido Laborista, desactivando la retórica centrista hasta tal punto en que la propia candidata ‘blairista’ Liz Kendall reconoció que “su campaña había fracasado y que Corbyn ha insuflado energía a un partido que pedía a gritos un cambio”. Pero tal y como ha dicho tras anunciarse su elección en las primarias, todavía “queda mucho hacer” y todo depende –de momento- de su trabajo como nuevo líder de la oposición frente al gobierno de Cameron.
La realidad política espera mucho de él, sobre todo los actores que apuestan por una Europa más solidaria, pues saben que sin una acción internacional conjunta ningún cambio es posible. Sin embargo, a continuación surgen nuevos interrogantes que solamente el tiempo responderá: ¿Podrá mantener su discurso pese a la presión de las estructuras del establishment británico? ¿Se romperá el Partido Laborista? ¿Podrá ganar las próximas elecciones generales?
Fuente: http://www.lamarea.com/2015/09/13/las-cinco-claves-del-triunfo-de-jeremy-corbyn/


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¿Cuál es el programa de Jeremy Corbyn?
Nadia Khomami · · · · ·
http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=8326

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Reino Unido: ¿Miedo a que la opinión pública no respalde a Corbyn? Puede ganar, he aquí la prueba
David Edgar · · · · ·

Bueno, desde luego que perdió el Partido Laborista. Pero la percepción de la magnitud de la derrota quedó exagerada por la falsedad de los sondeos y el derrumbe del laborismo en Escocia. El partido consiguió por encima de un millón de votos más en Inglaterra. En conjunto, logró sólo 200.000 votos menos que en 2005, cuando alcanzó mayoría absoluta.De hecho, si se añaden los votos de los partidos contrarios a la austeridad a los laboristas, se bate a los conservadores por más de 800.000 votos. ..A diferencia de 1983, 6,6 millones de personas votaron  a partidos opuestos al statu quo de Westminster. Un electorado fragmentado había abandonado la zona más cómoda del centro mucho antes de que Corbyn echara su cuarto a espadas..... sigue ...




sábado, 12 de septiembre de 2015

Washington y Venezuela , más de lo mismo.










El experimento diplomático de EE.UU. con Venezuela se enfrenta con dificultades en Washington

The Huffington Post


En abril de este año, la Casa Blanca empezó a experimentar con un enfoque diplomático hacia Venezuela, después de haber recibido un rechazo regional contra las sanciones económicas que impuso al país el 9 de marzo. Como he mencionado en mis columnas anteriores, esto incluyó una reunión sin precedentes, en abril, entre el presidente Obama y el presidente Maduro durante la Cumbre de las Américas; el envío de un diplomático de alto rango (Thomas Shannon) para reunirse con autoridades venezolanas; y la renuncia a la retórica hostil en contra del gobierno de Venezuela, quizá por el periodo más largo en catorce años. Estas eran señales positivas, e indudablemente estaban relacionadas con el inicio de la normalización de relaciones con Cuba, el que culminó con la apertura de embajadas en la Habana y en Washington, el 20 de julio.

Sin embargo, últimamente existen preocupantes indicios de que la Casa Blanca no tome en serio la normalización de las relaciones con Venezuela, como sí lo hace con las de Cuba.

Uno de esos indicios ha sido las recientes declaraciones del secretario de Estado, John Kerry, y del portavoz del Departamento de Estado pidiendo "una observación electoral creíble y oportuna" para las elecciones venezolanas a la Asamblea Nacional en diciembre. Aunque el Departamento de Estado no ha explicado qué entiende por "creíble y oportuna", las declaraciones coinciden directamente con un gran trabajo de lobby por parte de la oposición venezolana para que la Organización de Estados Americanos (OEA) envíe a una misión de observadores. Como apunté meses atrás, en junio había señales provenientes de los círculos de política exterior de la línea más dura de la derecha en Washington de que esto iría a formar parte de un intento para deslegitimar las elecciones. Ahora Kerry parece estar preparado para adoptar esta postura; y si lo hace, toda la región lo verá como una jugada muy hostil, y con razón. Para entender esto, uno ha de saber el papel que la OEA ha jugado en las elecciones en países donde Washington ha promovido un cambio de régimen, o donde se ha decidido a favor o en contra de un candidato en particular.

En el 2000, los observadores de elecciones de la OEA aprobaron, en un inicio, los resultados de las elecciones presidenciales y parlamentarias de Haití. Luego, cambiaron su posición en respuesta a la presión proveniente de Estados Unidos. La prensa haitiana e internacional utilizó después este resultado para deslegitimar al gobierno democráticamente electo en Haití. Estados Unidos y sus aliados cortaron la ayuda al gobierno; y ya que Haití es extremadamente pobre, tanto los esfuerzos por destruir su economía, así cómo los de estabilización, lograron derrocar al gobierno en 2004. Miles de personas fueron asesinadas durante y después del golpe, mientras que hasta el día de hoy Haití sigue estando ocupado por las tropas de la ONU.

En 2011, y una vez más en Haití, la OEA colaboró con Estados Unidos en hacer algo que nunca antes se había hecho en la historia de la supervisión de elecciones: anuló de facto los resultados de la primera ronda de las elecciones presidenciales de Haití. Normalmente, si unas elecciones tienen deficiencias, hay un recuento de votos; si eso no es suficiente para determinar al ganador, las elecciones se vuelven a realizar. Las autoridades de monitoreo electoral jamás deciden simplemente revertir los resultados sin tener un recuento o sin alguna prueba estadística. Y, sin embargo, esto es lo que hizo la OEA, mientras que funcionarios estadounidenses amenazaron a Haití -todavía tambaleándose por la devastación del terrible terremoto de 2010- con cortarles la ayuda humanitaria si no aceptaban al candidato preferido de la OEA (es decir, de Washington). (Apenas el mes pasado, la OEA puso su sello de aprobación a la primera elección que se celebraba en Haití desde 2011, a pesar de que casi un cuarto de las papeletas de votación nunca se contaron).

Ahora es probable que usted piense que Washington puede hacer cualquier cosa en Haití porque Haití es pobre y negro, y el extendido racismo le da licencia para hacerlo. Y es cierto; pero otros países también son vulnerables. No olvidemos que Washington también ha logrado distorsionar enormemente la realidad de Venezuela, y en el momento del golpe de 2002, logró conseguir que la mayor parte de la prensa internacional le dijera al mundo que no fue un golpe de Estado en lo absoluto; y que Estados Unidos no tuvo nada que ver con ello. Este último mito persiste en los principales medios de comunicación, a pesar de las numerosas pruebas documentadas, incluyendo un informe del Inspector General del Departamento de Estado que demuestra que EE.UU. financió a grupos involucrados en el golpe de Estado, inclusive a través de la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés). Desde 2012, la NED ha aumentado su financiación en Venezuela en un 80 por ciento.

La posición de Kerry también es muy preocupante, porque no tiene ninguna razón legítima para exigir dicho monitoreo electoral. A diferencia de la elección presidencial del 2000 en Estados Unidos, o de la de México en 2006, nunca ha habido una elección en Venezuela en la que exista dudas sobre los resultados. En 2013, Estados Unidos se aisló al ser el único gobierno en el mundo que se negó a reconocer los resultados de las elecciones en Venezuela, exigiendo un "recuento total". Sin embargo, el recuento que se hizo fue tan grande, que la probabilidad estadística de obtener los resultados oficiales, si la elección hubiese sido robada, era menor a uno en 25.000 billones. (Eventualmente, Washington cedió a la presión del resto de la región y reconoció los resultados).

Teniendo en cuenta esta reciente historia y su contexto, las declaraciones de Kerry no son sólo un insulto, sino una suerte de amenaza.

El otro indicio inquietante de la Casa Blanca es el nombramiento, por parte del presidente Obama, de Marcos Feierstein para el cargo de director principal para Asuntos del Hemisferio Occidental en el Consejo de Seguridad Nacional. Feierstein tiene una larga historia de participación en las labores destinadas a cambiar regímenes en América Latina, que se remonta a los sandinistas en la era Reagan-Bush (George H.W.) en Nicaragua. Ha trabajado en contra del gobierno venezolano; y como un alto functionario de USAID, presidió una importante operación encubierta contra el gobierno cubano que causó una gran vergüenza cuando fue expuesta por Associated Press. Casi seguro, esta última maniobra fue ilegal, ya que la ley de Estados Unidos prohíbe que USAID participe en operaciones encubiertas. Nadie en Washington parece saber por qué el presidente Obama nombró a un político de línea dura como Feierstein para ser su principal asesor sobre América Latina, en un momento en el que está trabajando para normalizar las relaciones con Cuba.

Se ha tardado más de medio siglo para que Washington comience a reconocer la soberanía nacional de Cuba y de su pueblo, y para empezar a normalizar las relaciones. Esperemos que no se necesite tanto tiempo para iniciar este proceso con Venezuela.

Mark Weisbrot: Co-director, Center for Economic and Policy Research, Washington, D.C.
Seguir a Mark Weisbrot en Twitter: www.twitter.com/MarkWeisbrot


 



LEOPOLDO LOPEZ EN ACCIÓN PACIFISTA ..Y PRIMAVERAS UCRANIANAS .. http://cort.as/Wzct  

 








jueves, 10 de septiembre de 2015

La remu­nicipalización en España .


La difícil tarea de deshacer la privatización
Los Gobiernos municipales se enfrentan a un modelo privatizado
10/09/15 . Periódico Diagonal



Hasta 2014, las experiencias de remu­nicipalización en España se habían limitado a pequeñas ciudades y pueblos. Pero la llegada de las candidaturas de ‘unidad popular’ al gobierno de muchas de las principales ciudades cambió el escenario. La propuesta ha estado sobre la mesa en los programas electorales y, desde el 24 de mayo de 2015, en el centro del debate político. Aunque rara vez se escuchará a un cargo municipal de estas ciudades hablar de ‘remunicipalización’. Sí reconocerán estar “estudiando todas las posibilidades” o de estar “evaluando alternativas” a los servicios privatizados mientras negocian mejoras y el cumplimiento de los contratos blindados por los gobiernos anteriores.
Algunos de estos ayuntamientos, además de declaraciones, han dado los primeros pasos hacia la recuperación de varios servicios públicos. Uno de los primeros en hacerlo fue el Ayuntamiento de Zaragoza, el 25 de junio, cuando decidió por decreto paralizar el concurso del servicio de atención al ciudadano para estudiar su rescate. La empresa adjudicataria sólo aportaba los auriculares y el material fungible. Tanto las dependencias que ocupan como el material informático corren por parte del Ayuntamiento. Un mal negocio. En esos días, el alcalde Pedro Santiesteve, de Zaragoza en Común, defendió en una reunión con trabajadores de contratas del Ayuntamiento que su modelo era la remunicipalización, pero que cualquier paso se debía estudiar con “calma y sosiego”.
Santiesteve, alcalde de Zaragoza, defendió la remunicipalización pero que ésta debía aplicarse con “calma y sosiego” 
También en la ciudad de Oviedo, gobernada por el PSOE, Somos e IU, se ha dado el primer impulso para recuperar servicios privatizados, empezando por contratos que vencen en los siguientes meses. Entre ellos, el del cobro de impuestos, gestionado por una empresa que recibe siete millones de euros al año por el servicio. En la primera reunión de la Junta de Gobierno, el 26 de junio pasado, se decidió por unanimidad “denunciar” la prórroga de este contrato, que finaliza el próximo 31 de diciembre.

La ciudad secuestrada

En Madrid, junto con el inicio de la auditoría ciudadana de la deuda, el pasado agosto dejó numerosas declaraciones de altos cargos del Ayuntamiento apoyando la remunicipalización de los servicios públicos. Pablo Soto, concejal de Participación, anunció que los servicios informáticos del Ayuntamiento, que llevaban 15 años sin contratar nuevo personal, volverían a asumir proyectos tecnológicos que habían sido externalizados por los gobiernos del PP.
Pero han sido la limpieza y la recogida de basuras los servicios privatizados que han generado más polémica. Unos servicios que, durante más de dos décadas de Gobiernos del PP, quedaron en manos de cinco constructoras: FCC, ACS, Ferrovial, Sacyr y OHL. Unas concesiones atadas y más atadas aún después de que el Gobierno de Ana Botella les entregara en 2013 por ocho años servicios que van desde la limpieza, la jardinería o las infraestructuras. La firma de estos contratos estuvo rodeada de irregularidades: el 25 de enero de este año la Comisión Nacional del Mercado de Valores imponía una multa conjunta de 98,2 millones de euros a cuatro de estas compañías por compartir información sensible y llegar a todo tipo de acuerdos y pactos para repartirse el pastel.

El resultado de estos contratos salta a la vista. Tras la disminución de la plantilla dedicada a la limpieza de las calles antes de la entrada en vigor del convenio y el ERTE que afectó a más de 700 trabajadores –decidido poco después de la firma–, la falta de higiene de las calles de Madrid se convirtió en uno de los temas centrales de la pasada campaña electoral. Sólo en el mes de julio el Ayuntamiento de Madrid recibió 7.000 quejas por suciedad en las calles.
“Es un problema que tiene que ver con el mal servicio que se está prestando –explica Rita Maestre, portavoz del Ayuntamiento de Madrid–, un compromiso que se adquirió en unas condiciones que no eran beneficiosas para el Ayuntamiento ni para los ciudadanía y, según las empresas, tampoco para ellas. Un mal negocio desde cualquier punto de vista”.
 
Para Maestre, el principal problema reside en la letra firmada
No se trata sólo de que las empresas incumplan los términos del contrato. Para Maestre, el principal problema reside en la letra firmada. “En los contratos está establecido que hay calles que se limpian cada día y luego hay calles que se limpian cuando sea conveniente”, decía Maestre aDiagonal. Una arbitrariedad que ha llevado a que las calles del barrio de Orcasitas, de media, hayan sido limpiadas en 2015 cada 56 días y las de Guindalera cada dos días, según datos del Consistorio. “Son contratos que no garantizan que toda la ciudad de Madrid se limpie igual, de forma que institucionalizan una desigualdad entre unas calles de Madrid que merecen ser limpiadas y otras calles en las que viven otros ciudadanos de Madrid que, al parecer, son de segunda”, añade.
El fantasma de la remunicipalización ha estado presente durante las conversaciones entre las empresas y el Ayuntamiento de Madrid. El 24 de agosto, la alcaldesa Manuela Carmena advertía a las empresas que cumpliría con el programa electoral de Ahora Madrid si las empresas no “cambiaban de actitud”. Y el 7 de septiembre, la concejala de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, declaraba que los contratos de limpieza y basuras serían analizados en la auditoría de la deuda y que “no se descarta ninguna alternativa” para cumplir el objetivo del contrato, es decir, que Madrid esté limpio. “Las empresas tienen que garantizar un servicio en condiciones y esto tendrá que ser por acuerdo o tendrá que ser por de­sacuerdo, pero en todo caso tenemos que garantizar que la ciudad esté limpia y no dudéis que lo vamos a hacer”, afirmó Sabanés. Entre las exigencias, la concejala adelantó que las empresas deberán anular el ERTE y contratar al personal despedido.
Otro bloque de contratos, los de recogida de basuras, es un tema aparte. El 11 de agosto, cuando se cumplía el plazo de renovación del convenio, el Ayuntamiento anunció que prorrogaba por un año más la concesión ya que, ante la falta de tiempo para estudiar otras opciones, “no había más solución que prorrogar”. En 2016, el Ayuntamiento tiene otra oportunidad para tomar una decisión: si avanza en la hoja de ruta marcada en el programa electoral de Ahora Madrid o intenta renegociar mejores condiciones contractuales dentro del modelo heredado del PP.

Absurdos

“Nos hemos reunido con Carmena y nos planteó su compromiso con las promesas electorales. El no hacerlo sería un engaño"
Loreto Nebreda trabaja como jardinera para el Ayuntamiento de Madrid. Ha visto, desde que consiguió el puesto a finales de los 90, cómo el Ayuntamiento cancelaba todas las ofertas de empleo –la última fue en 2001– y cómo el mismo Gobierno municipal “saboteaba” los servicios públicos de jardinería con vistas a su privatización. Ahora, con un plantilla reducida a unos 200 trabajadores, denuncia que se ha privatizado el mantenimiento de parques donde continúa habiendo personal público, de forma que “se paga doblemente por un servicio, cuando había personal para hacerlo y lo único que hacía falta era dotarlo de medios y de presupuesto, y saldría más barato”.
Su experiencia directa le llevó a integrarse en la Plataforma por la Remunicipalización de los Servicios Públicos, donde participan empleados públicos, trabajadores de las contratas y asociaciones vecinales. “Nosotros apostamos por la gestión directa porque creemos que es la mejor opción para la ciudadanía, quitando los intermediarios. También para los trabajadores, con mejores condiciones laborales, y además para el Ayuntamiento ya que resulta mucho más barato”, dice Nebreda.

Perspectivas

El sindicato CGT, con una importante implantación en las contratas del Ayuntamiento, comparte esta visión. “Nos hemos reunido con Carmena y nos planteó su compromiso con las promesas electorales. El no hacerlo sería un engaño –dice a DiagonalEsteban Guijarro, secretario general de CGT Madrid–. Nos hemos ofrecido a participar en la remunicipalización, porque además estamos viendo que van a tener muchas pegas, desde la oposición política del Ayuntamiento, desde los propios empresarios hasta algunos sindicatos, que están diciendo que una remunicipalización no sería buena para los trabajadores”.
Los problemas no se quedan ahí, comenta a este periódico Luis Babiano, presidente de la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento. “Muchos ayuntamientos, a pesar de tener un deseo de poder volver a lo público, se encuentran con escasas posibilidades para hacerlo”, dice. Entre los obstáculos, Babiano menciona la escasez de personal cualificado para auditar a estas empresas, el primer paso en la hoja de ruta de la remunicipalización. “El intento de incrementar una plantilla municipal dedicada al control de esta serie de servicios también se imposibilita por el marco restrictivo impulsado por el Gobierno central, que te impide contratar personal dentro del Ayuntamiento”. Pero Babiano cree que muchos de estas trabas podrán superarse: “Creemos que en un corto tiempo encontraremos varias ciudades remunicipalizadas, porque es la tendencia que se está dando en todo el mundo”.



miércoles, 9 de septiembre de 2015

El sector ‘business friendly’ en la sanidad catalana .

La sanidad catalana se convierte en un sector ‘business friendly’

Mientras los escándalos de corrupción y de salarios astronómicos indignaban a las usuarias, los recortes se han traducido en privatizaciones sutiles.
 La aprobación del nuevo consorcio rector del Hospital Clínic es el último ejemplo.
16 julio 2015
11:54

La sanidad catalana se convierte en un sector ‘business friendly’
Manifestación en defensa de la sanidad pública celebrada el 17 de junio pasado en Barcelona. BRAIS G. ROUCO
MARC FONT, GEMMA GARCÍA // El Govern de la Generalitat de Catalunya acaba de dar el visto bueno a la nueva forma jurídica del Hospital Clínic de Barcelona, del cual es titular el gobierno catalán desde el año 2008. A partir de ahora, el centro hospitalario se articula alrededor de un consorcio del que forman parte el Servei Català de la Salut y la Universitat de Barcelona, pero que, según los nuevos estatutos, abre la puerta a la participación de otras instituciones y consorcios o entidades, sin indicar la titularidad de las mismas. Pese a que en un primer borrador de los nuevos estatutos se indicaba específicamente que la gestión estaba abierta a entidades “del sector público y privado”, un detalle que se ha eliminado del redactado final, igualmente la ambigüedad en la definición del nuevo consorcio ha puesto en alerta a las plataformas ciudadanas que se oponen a la privatización de la sanidad pública. El proyecto inicial de la dirección del Clínic era que el hospital estuviera regido por dos fundaciones privadas, una para controlar su patrimonio y la otra encargada de la gestión, pero la oposición parlamentaria forzó el replanteamiento del plan hacia un consorcio inicialmente público.
En mayo de este año, una plataforma formada por trabajadoras y usuarias del Hospital Clínic recogió más de 4.000 firmas en mesas situadas en las puertas del centro para apoyar el pliego de alegaciones que presentaron y que, en esencia, pretendía asegurar la titularidad cien por cien pública del futuro ente que rige el hospital. Además, recibieron el apoyo de formaciones como la CUP, Barcelona En Comú o Ciutadans. Pero, según las responsables de aquella campaña, el gobierno ha sacado adelante la aprobación del nuevo consorcio sin responder a sus alegaciones.

La legislatura de los consorcios sanitarios

El intento de crear consorcios sanitarios con financiación pública y privada ha sido uno de los proyectos estrella del gobierno catalán durante la legislatura actual. Defendidos insistentemente por la cúpula de Salud, con el conseller Boi Ruiz a la cabeza, con el mantra neoliberal de que servirían para “ganar eficiencia”, han generado un fuerte rechazo, tanto entre las profesionales del sector como entre las usuarias. Los dos grandes consorcios que se han intentado impulsar durante el actual mandato han sido el de Lleida y el del Hospital Clínic. El primero, al menos de momento, se ha logrado detener.
En el caso del de Lleida, el ente propuesto también ha generado un fuerte rechazo ciudadano, con la recogida de más de 4.000 firmas contrarias y alegaciones presentadas por plataformas como la Marea Blanca, Dempeus per la Salut Pública, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona o partidos como la CUP y Barcelona En Comú. Entre las razones esgrimidas, destaca que el consorcio supone una “privatización encubierta” y que los estatutos “permiten violar los principios de universalidad, equidad y gratuidad mediante diferentes vías de privatización: directa, mediante realización de actividad privada en los centros del consorcio (con el caso paradigmático de Barnaclínic); e indirecta, mediante la gestión privada y por los mecanismos del propio funcionamiento que puede regirse por el derecho privado”.
El 30 de abril pasado, el gobierno catalán frenó el proyecto de creación del consorcio sanitario de Lleida, que pretende unificar todos los dispositivos de la sanidad pública de la demarcación. La decisión se tomó después de que la oposición, por unanimidad, rechazara la creación de los nuevos entes. Uno de los motivos fue la presión ciudadana, que se había traducido en las casi 11.500 alegaciones y las 40.000 firmas que la Marea Blanca Lleida -que reúne a trabajadoras y usuarias- presentó contra el consorcio y en varias movilizaciones que reunieron a miles de personas en Lleida. La oposición expone que el consorcio facilitaría la entrada del negocio privado y añade que implicaría un sistema de gestión más opaco y difícil de controlar, regido por el derecho privado, que no estará sometido a los controles públicos del Institut Català de la Salut (ICS).

A la sombra del caso Innova

El martes 28 de abril se vivió lo que, de momento, es el último gran capítulo del caso Innova, que en los últimos años ha destapado la presunta corrupción y las múltiples irregularidades cometidas en este enorme holding sanitario de Reus (Tarragona). Más de una veintena de registros afectaron al hospital Sant Joan de la ciudad, los ayuntamientos de Reus, de Amposta y de Cambrils, tres centros médicos, empresas proveedoras y domicilios particulares. Las actuaciones terminaron con la detención de la entonces primera teniente de alcalde de Reus, la convergente Teresa Gomis, seis cargos sanitarios y dos empresarios. El caso acumula más de 50 imputaciones, entre las que destacan la del exalcalde socialista, Lluís Miquel Pérez, y -sobre todo- la de dos personajes clave en el llamado “modelo sanitario catalán”: Josep Prat -ex director del CatSalut y ex presidente del ICS – y Carles Manté, que estuvo al frente del CatSalut de 2004 a 2008.
El caso Innova es el escándalo más grave que ha afectado la sanidad catalana en los últimos años. Ha servido para mostrar la opacidad de un modelo sanitario diseñado en los años ochenta por la entonces abrumadora sociovergencia. El sistema estaba financiado con recursos públicos, pero incluía una enorme presencia de entidades sometidas al derecho privado -como consorcios o fundaciones-, que pueden esquivar los rigurosos controles del derecho público a la hora de contratar bienes, servicios o personal. El goteo de informaciones que han puesto en duda estos procedimientos ha sido constante y ha revelado los salarios astronómicos que percibían los cargos gestores.
Protestas contra el modelo que se intenta implantar desde el Departament de SalutLas protestas contra el modelo que se intenta implantar desde el Departament de Salut han llegado a las puertas de los centros privados y concertados financiados por la Generalitat. B. G. R.
La corrupción, sin embargo, sólo es una de las caras de un modelo que ha sido cuestionado por una parte de las profesionales del sector y usuarios y usuarias de la sanidad pública -agrupadas en plataformas como la Marea Blanca o Dempeus per la Salut Pública – o por la CUP e ICV-EUiA en el Parlament. Los otros elementos decisivos para el descrédito de los gestores sanitarios son la creciente preeminencia del interés privado en detrimento del bien común, que se ha traducido en recortes millonarios de recursos que han debilitado la sanidad pública mientras que el sector privado lucrativo ponía los dos pies en la Administración, y el goteo de consejos para contratar una mutua.
Desde 2010, el presupuesto del Departamento de Salud ha adelgazado más de 1.000 millones y ha pasado de un total de 9.548 millones a los 8.467 de este año, un 11,3% menos. Mientras tanto, se ha disparado el número de derivaciones de pacientes hacia centros privados -más de 16.000 sólo en 2014-, así como el negocio con fondos públicos de grupos con ánimo de lucro, con IDC Salud (la antigua Capio) como máximo exponente. El grupo ha pasado de ingresar menos de 56,5 millones en 2008 -a través de los convenios o contratos con el Servei Català de la Salut- a ingresar casi 82 en 2013, un 45% más. En época de recesión económica, también ha crecido el volumen de personas con seguros médicos privados. “La voluntad de los últimos años ha sido degradar el sistema público y restarle calidad. Es una estrategia intencionada, ya que la patronal quiere una parte del pastel público sanitario y esto se ha traducido en privatizaciones sutiles y progresivas, como los cierres de quirófanos que han provocado la derivación de pacientes a centros privados”, explica Josep Martí, médico jubilado, ex director asistencial del Hospital Universitario de la Vall d’Hebron y fundador del Centro de Análisis y Programas Sanitarios (CAPS).

Recortes públicos y negocio privado

El cúmulo de factores que han puesto la sanidad en el punto de mira explican el hecho de que -del 17 al 19 de junio y a instancias de la oposición- el Parlament celebrara el primer debate monográfico sobre gestión sanitaria en 30 años. CiU y ERC se aliaron para evitar la reprobación del conseller de Salud Boi Ruiz y para mantener el actual modelo sanitario. La cita sirvió para poner de manifiesto la poca transparencia con la que opera el departamento: “Hace tres años que pedimos convenios, contratos de adjudicación, subvenciones, conciertos… que nos expliquen qué transferencias de recursos públicos van a parar a la privada. Y no nos los dan porque eso les sirve para decir que nosotros mentimos, creamos alarmismo y hacemos demagogia”, espetó Isabel Vallet, diputada de la CUP, al gobierno autonómico. La Directa ha solicitado varios datos al respecto al Departament de Salut pero, a pesar de la insistencia, la petición ha sido ignorada.
¿Pero cómo funciona el sistema sanitario público? Este año, el Departament de Salut ha puesto8.200 millones en manos del CatSalut, que se encarga de financiar la red integrada dentro del Sistema Sanitario Integral de Utilización Pública de Cataluña (SISCAT). De esta cifra, 2.536 millones van a parar en el ICS (el 30,9%), formado por ocho hospitales y 280 centros de atención primaria (CAP) totalmente públicos. 3.790 millones (el 46,2% del total) terminan en lo que se conoce como sector concertado, donde hay consorcios y empresas municipales, centros privados sin ánimo de lucro -como fundaciones y centros religiosos- y centros privados que quieren obtener beneficios, como los centros gestionados del grupo IDC Salud integrados en el SISCAT (el Sagrat Cor, la Clínica del Vallès y el Hospital General de Catalunya). A diferencia de lo que ocurre con los recursos destinados al ICS, los responsables de los centros concertados pueden gestionar el dinero casi como quieren, sin necesidad de rendir cuentas al Parlamento.
El recorte en el presupuesto de Salud ha comportado el cierre de quirófanos y camas y la reducción de personal. En diciembre de 2010 trabajaban 41.729 personas, mientras que, el mismo mes de 2014, la cifra era de 36.070, lo que implica 5.659 personas menos (13,6%). Como consecuencia lógica del tijeretazo, las listas de espera para las operaciones quirúrgicas se dispararon y sólo se empezaron a reducir significativamente durante el año pasado, pero a cambio de aumentar el negocio sanitario privado. De las 16.253 pacientes derivadas a centros de titularidad privada (reconocidos por Salut en febrero de 2014), alrededor de la mitad fueron a parar al Sagrat Cor, la Clínica del Vallès y el Hospital General de Catalunya, propiedad de la multinacional IDC Salud. El grupo pertenece al fondo de capital riesgo CVC Capital Partners y su volumen de negocio con la administración catalana no ha dejado de crecer en los últimos años: acumula más de 355 millones sólo en el periodo 2010-2013.
En el Hospital de Mataró, las derivaciones de operaciones quirúrgicas hacia centros del IDC Salud -en este caso, el Hospital Sagrat Cor y el General de Catalunya- han crecido año tras año. En 2012 fueron 115; Al año siguiente, 271, y en 2014, 300 intervenciones de cataratas, septoplastia, prótesis de rodilla y de cadera. También se envían pacientes a otros centros privados, como la Clínica Plató y el Hospital Sant Rafael. Según datos de actividad del mismo CatSalut, por ejemplo, en 2014, de una lista de espera para prótesis de rodilla de 538 personas, se operaron 151 en el Hospital de Mataró y 75 en el Hospital General de Catalunya. Para el traumatólogo y delegado sindical de CATAC Xose López de Vega, toda la actividad se podría mantener en el centro público si volvieran a las condiciones de 2010: “Hasta entonces, los quirófanos abrían por la tarde y había personal para operar; redujimos listas de espera”. A pesar de los recortes en plantilla y sueldos, camas y quirófanos, los gerentes del centro han destacado por percibir remuneraciones que se situaban por encima de las de otros hospitales. El exgerente del Consorci Sanitari del Maresme, Joaquim Esperalba -que en 2013 estuvo imputado por el caso Sant Pau, acusado de malversación-, figuraba ese mismo año entre los siete directivos mejor pagados por la Generalitat, con 116.142 euros brutos.

Un proceso que viene de lejos

Recortar en el ámbito de la sanidad pública tiene como efecto indirecto un incremento del negocio de la privada, ya que hay más personas que optan por contratar una mutua a pesar de las dificultades económicas. En Cataluña, el número de personas con un seguro médico privado creció en casi 107.000 personas (un 5,7%) entre 2008 y 2013, al pasar de menos de 1,88 millones a más de 1,98, según las datos de la última Memoria de las entidades de seguro sanitario libre 2013. Paralelamente, los ingresos de las aseguradoras crecieron mucho más rápido, un 19,2%, de 1.218 millones de euros a 1.452. Segur Caixa Adeslas, participada por CaixaBank y Mutua Madrileña, con más de 300.000 personas aseguradas y unos ingresos de 312 millones, encabeza el ranking, seguida de Sanitas, que se acerca a los 200 millones de facturación y también supera las 300.000 mutualistas. Además, entre 2012 y 2013, el gasto sanitario per cápita en Cataluña bajó de los 1.157 a los 1.098 euros, mientras que la penetración de la privada aumentó del 26% al 29% de la población, muy por encima del 18% de la media estatal.
El diagnóstico de los recortes
El diagnóstico de los recortes / GERARD CASADEVALL
Sin embargo, la privatización de la sanidad pública catalana es un proceso que se ha cocinado a fuego lento. Ya en 2007, con el gobierno tripartito y una conselleria capitaneada por Marina Geli (PSC), el ICS pasó de entidad gestora de la Seguridad Social a empresa pública, lo que abrió la puerta a la privatización de la gestión de los centros y posibilitó la cohabitación de varios tipos de contratos laborales. El Instituto pasó a actuar como entidad sometida al ordenamiento jurídico privado, y la gestión y el control presupuestario dejó de estar en manos del Parlament para pasar a un consejo de administración. La reforma fue recibida con muchas críticas desde sindicatos como CCOO, CATAC, IAC y el Sindicato de Médicos de Cataluña, que consideraban que conllevaba un riesgo de privatización y favorecía la precarización laboral. Además, como respuesta a una enmienda de CiU, la reforma fue aprobada sin incluir la obligatoriedad de que el ICS fuera el “cliente preferente” del Sistema Català de Salut.
Asimismo, en el documento de Estrategia del CatSalut de la legislatura 2007-2010 figuraba la creación del Consorcio de Lleida. Precisamente, antes de finalizar el mandato y salir del gobierno, en 2010, el tripartito aun hizo efectiva una medida controvertida. Con la intención de unir el ICS y la XHUP en una sola red, constituyó el SISCAT, que en uno de sus apartados especificaba que también lo configurarían “centros de titularidad privada cuyos servicios sean necesarios para implementar las previsiones del Plan de Salud de Cataluña y así lo soliciten”. Hasta entonces, tal como explica Pep Puey de Médicos de Cataluña, no había centros con ánimo de lucro dentro de la red, sin embargo, a partir de entonces y con el cambio de gobierno, Capio -actualmente IDC Salud- engordó los contratos con el departamento. Aun así, el primer convenio de la multinacional con un centro hospitalario de la red sanitaria ya se había firmado en 2009, durante el gobierno Montilla. El Hospital Clínic de Barcelona cerraba un acuerdo marco con la empresa y, unos meses más tarde, lo concretaba, renovable cada año.

Voluntad de acabar con el actual ICS

El Institut Català de la Salut es la empresa pública más grande de Cataluña. Desde la llegada de Boi Ruiz a la conselleria, su reforma ha sido un objetivo prioritario para el Ejecutivo convergente. En 2011, con el ahora imputado José Prat como ideólogo, el Departament de Salut elaboró un documento que apostaba por el troceado del ente público en empresas más pequeñas y abiertas al capital privado, una propuesta defendida también en un informe del año siguiente elaborado por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC). Rechazada energéticamente por la oposición y por plataformas ciudadanas, el Colegio de Médicos de Barcelona, recientemente, ha intentado reactivar el intento de desmantelar el actual ICS con un documento en el que sugiere facilitar la apertura del ente a dinero privado a través de “alianzas estratégicas” con otros proveedores del sector y apostando porque “evolucione hacia una estructura de gestión más flexible”.
sanitat-4Miles de usuarias y profesionales han gritado en las calles  de varias ciudades que la sanidad pública no está en venta. B. G. R.
Boi Ruiz aprovechó el pleno monográfico del Parlament para demostrar que no ha abandonado la idea; afirmó que es necesario modificar la ley que regula el ICS e insistió en que hay que “hacer reformas profundas”. Según él, esto no supondría “trasladar todo al derecho privado, sino incluir formas del derecho privado en el derecho administrativo” para facilitar su gestión. En la práctica, implicaría adelgazar los estrictos mecanismos de control que actualmente regulan toda la actividad del ente. “El troceado del ICS es el mantra del modelo neoliberal, bajo la excusa de ganar una supuesta eficiencia y aprovechar sinergias, cuando esto se puede hacer directamente desde un control totalmente público”, afirma José Martí.
Fundador del CAPS y miembro de la Marea Blanca, plataforma que rechaza el proyecto y se opone a los consorcios sanitarios que se quieren crear, Martí remacha que “todos los casos de irregularidades o corrupción que han aparecido en los últimos años en la sanidad pública han estado en consorcios o fundaciones, mientras que no ha habido ninguno en el ICS. Sin la regulación del derecho público, los consorcios pueden hacer los concursos y las adjudicaciones con mucha más opacidad”. En este sentido, en abril se conoció un informe de la Sindicatura de Cuentas, elaborado a instancias del Parlament, que alertaba de “irregularidades recurrentes” en los consorcios sanitarios, como las adjudicaciones a dedo y las elevadas remuneraciones de los cargos directivos.
El consorcio del Hospital Clínic, en principio, entrará en vigor dentro de pocas semanas. Permitirá dar cobertura legal a Barnaclínic, un ejemplo flagrante de entrada del negocio privado en la sanidad pública. Barnaclínic comparte instalaciones y profesionales -más de 560 durante el 2013, que, trabajando, obtienen un segundo sueldo- con el centro público. La patronal de las clínicas privadas,ACES, ha denunciado esta práctica por considerarla competencia desleal, ya que utiliza “el prestigio y los recursos públicos” del Clínic para ofrecer su actividad lucrativa a un precio más bajo.
[Artículo publicado en La Directa]