14 apuntes sobre lo que pasa en Venezuela
Juan Carlos Monedero
1. ¿Te acuerdas cuando te contaron lo de las armas de
destrucción masiva en Irak? ¿Y cuándo te dijeron que Gadafi iba a pasar a
cuchillo a toda una población, lo que justificó que pudiera bombardear la OTAN?
¿Recuerdas cuando te dijeron que Lula era un ladrón y que por ese lo metían en
la cárcel? ¿Recuerdas las decenas de
acusaciones contra Podemos en España? ¿Te acuerdas cuando Aznar dijo que los
atentados de Atocha eran cosa de ETA? Sabes hoy que todo eso era mentira. ¿Y no
será que te están mintiendo ahora sobre Venezuela?
2. EEUU y Europa están perdiendo la batalla geopolítica y
económica con el crecimiento y articulación de los BRICS, esa organización
crecientemente poderosa de Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Arabia Saudí
y otros países (adonde ha sido invitada Argentina, que ha renunciado, y
Venezuela, que ha aceptado). La respuesta del imperio decadente, como bestia
herida, es violenta: y ahí tenemos el auge de la extrema derecha, el acoso y
sanciones a países desobedientes o, directamente, la guerra. No son buenos
tiempos para la democracia. La derecha está renunciando al liberalismo. Basta
ver el lawfare convertido en un lugar cotidiano. Y por eso el auge del fascismo
en Europa, la guerra en Ucrania (que se podía haber parado hace dos años), el
genocidio en Gaza, las guerras olvidadas en África, Milei, Bolsonaro, Bukele y,
por supuesto, el ataque a Venezuela de la supuesta comunidad
internacional.
3. ¿Por qué Venezuela es un asunto en tantos países de
política interior y no de política exterior? La izquierda se ha dejado
acorralar con Venezuela. El papel militar en la revolución chavista, la condición
caribeña y la base eminentemente popular y plebeya molesta a una izquierda que
no siempre se quita el racismo y el clasismo. Pero es que, además, Venezuela ha
sido construida como el artefacto maldito al que execrar. Cada vez que las
izquierdas defienden en sus países la sanidad pública, la educación pública,
las empresas públicas, medicinas baratas, el pago de impuestos por parte de los
ricos o la soberanía nacional, le gritan ¡Bolivariano! Y se asustan. Hasta
Trump acusó a Biden de bolivariano. La derecha global necesita arrodillar a
Venezuela para lanzar una advertencia a la izquierda del mundo: si no
obedecéis, os quebramos. Igual que la iglesia construyó el mito del diablo para
que la gente obedeciera, hoy se ha construido el mito de Venezuela para que la
izquierda asuma el marco del hijo de Vargas Llosa, que diferenciaba entre
izquierda vegetariana e izquierda carnívora. La vegetariana, esto es, la
amable, adelante; a la carnívora, plomo.
Por cierto, conozco a muchos vegetarianos que, ellos y ellas solas,
luchan como todo un ejército.
4. El tema de las actas en Venezuela es todo un guion para
construir una mentira. Eso sí, bien construida. En primer lugar, sabotearon el
sistema informático del Consejo Nacional Electoral con un hackeo para intentar que
no hubiera resultado oficial. Así, la oposición podía presentar sus
"actas" y decir que ese era el resultado oficial. Claro que esas
actas podías ser falsas -hoy ya se ha demostrado que muchas de las que ha
presentado la oposición son burdas falsificaciones- y las que no, eran de zonas
donde realmente ganó la oposición. Muy burdo. Con los datos de la Moraleja o
del Barrio Salamanca no puedes proyectar el resultado de la derecha en España.
En un negocio, no haces transacciones con los que son mala paga. ¿Y no es ésta
la misma oposición que nombró Presidente a Guaidó sin siquiera actas? A Guaidó
no le pidieron votos y les bastó que se autonombrara en una plaza.
5. No es verdad que Maria Corina Machado tuviera, como dijo
al comienzo, el 40% de las actas (aunque cada portavoz daba una cifra).
Tuvieron siempre el 100%, porque a todos los testigos de mesa se les entregó
una copia en cada una de las 30.026 mesas. Hay que entender algo previo. ¿A qué
llamamos "actas"? Hay que entender el sistema electoral venezolano,
que lleva funcionando más de 20 años y ha cubierto 32 elecciones. En muchos países tenemos urnas físicas donde
se deposita el voto. Al final de la jornada se cuentan las papeletas y se hace
un acta, que firman los miembros de la mesa. En Venezuela no es así, porque en
la IV República el fraude era constante. Hay un dicho en Venezuela que dice
"acta Mata voto", es decir, el acta que falsificaban los dos
principales partidos, mataba el voto real que tenía la izquierda (algo que
siempre ha sido norma también en el México del PRI y el PAN). Por eso, hicieron
un sistema electrónico impenetrable donde entrar dentro del sistema solo se
puede lograr con claves electrónicas donde todos los partidos tienen un pedazo
de esas claves. Como en la activación de la bomba nuclear, o están todas las
llaves o no se abre. Las urnas de
nuestros países son sus máquinas: ahí está la verdad del resultado. En
Venezuela, el "acta" es lo que sale de las máquinas y que garantiza
el CNE, no lo que digan unos papeles que alguien puede haber hecho con
photoshop. Donde nosotros tenemos el acta que se hace al final de la jornada
electoral después de contar las papeletas, ellos tienen el resultado que dicta
la máquina. Máquina que se ha verificado antes, durante y después de las elecciones
y que todos los partidos han validado. Escúchese: ningún partido dijo antes de
las elecciones que las máquinas no valían. Porque saben que son absolutamente
fiables. De hecho, hay muchos gobernadores y alcaldes de la oposición en
Venezuela electos por ese sistema y nombrados por el Consejo Nacional
Electoral. Al votarse electrónicamente,
la máquina emite un resguardo con la información de la mesa y de la opción
elegida por el votante. Ese resguardo lo recoge quien ha emitido el voto y lo
deposita delante de la mesa electoral en una caja. Al finalizar la jornada, la
máquina hace el acta, que es la que vale, la que todos los partidos han
aceptado y que ha sido auditada por todos los partidos (de lo contrario, no
participarían). Ese acta que sale de la máquina la firman todos los miembros de
la mesa y los testigos. Es como un ticket largo con todos los resultados, la
información de la mesa y las marcas electrónicas que no se pueden inventar
previamente. Todos los miembros de la mesa y los testigos reciben su copia y
firman la que se va a mandar en un sobre al CNE. Por si fuera poco,
aleatoriamente se abren las cajas del 55% de las mesas, se cuentan los papeles
(que no son los votos, recordemos que los votos que se dan por válidos en el
país son los que dicta la máquina) y se hace otra acta que, una vez más, firman
todos los miembros de la mesa y se mete en el mismo sobre. En el que se añade
una tercera acta con las incidencias que puede haber habido en la votación.
¿Qué significa todo esto? Pues que todos los partidos no tienen el 40% de las
actas, como mintió María Corina Machado: tienen el 100%, tanto la de los votos
de las máquinas como las del 55% del recuento de los resguardos. La oposición
ha hecho trampa además porque ha enseñado actas que cuando no están
falsificadas, son solo de los sitios donde han ganado. ¿Y los sitios donde no
han ganado? Sería el sueño de todos los partidos: que solo se contabilizaran
los votos donde ganan. Pero no sería una democracia.
6. Creo que ha hecho bien el PSUV y los partidos del Gran
Polo Patriótico en no adelantarse a sacar sus actas. ¿Por qué? Porque entonces
empezaría una guerra de actas entre los partidos. Y si la oposición ha
falsificado las suyas -y recordemos que hoy ya se sabe que es así- empezaría
una rifirrafe que ocultaría que el único que verifica la verdad de las
elecciones son las actas -el resultado de las 30.000 máquinas- que diga el CNE.
Porque el intento de sabotaje del sistema electoral del CNE buscaba que no
hubiera datos oficiales y que la oposición dijera: nosotros sí tenemos datos.
Aquí están las actas. Y proclamarían a Edmundo González igual que proclamaron a
Juan Guaidó. El chavismo ha salvaguardado la institucionalidad, mientras que la
oposición, una vez más, ha buscado derribarla.
7. El artículo 155 de la Ley de procesos electorales da un
máximo de 30 días al CNE para que haga públicos los resultados de todas las
mesas. Siempre lo han hecho, y aunque han tenido retrasos por el hackeo, lo
harán (lo manda la ley). Es deseable que lo hagan pronto. Entonces tendremos
que, por ejemplo en una mesa X en Petare, están los resultados que publica el
CNE y las actas que tiene Maria Corina Machado, las que tiene el PSUV y el Polo
Patriótico, las de todos los demás partidos de la oposición más las que tienen
los miembros de la mesa. Y esas actas tienen que decir todas lo mismo, tener la
misma firma electrónica, el mismo número de votantes en la mesa, las firmas de
lo miembros han de ser idénticas. Entonces se verá sin duda que lo que ha dicho
el CNE es cierto. El viernes, a petición del TSJ, Edmundo González tuvo la
ocasión de presentar las firmas que tienen en su poder. No lo han hecho. Yo
personalmente he verificado que en una de las mesas, la página de Machado donde
dicen que tienen las actas, ha hecho votar a una persona muerta, hermana de un
conocido. El viernes, el responsable del comando de campaña, Jorge Rodríguez,
demostró las numerosísimas irregularidades de las actas presentadas por la
oposición.
8. El comunicado de López Obrador, Lula y Petro, esto es, de
México, Brasil y Colombia es sensato: que se sigan, como en todos los países,
los cauces legales y se respete la institucionalidad (lo que es un fuerte
regaño a la oposición), que se publique lo antes posible -sabotajes salvados
mediante- todos los resultados mesa a mesa y voto a voto, y que se intente un
diálogo con Edmundo González, el candidato, y no con la inhabilitada María
Corina Machado. La petición de la publicación del resultado mesa a mesa, que
intuitivamente es lo que mucha gente pide -muchos no lo han pedido nunca ni
siquiera en sus propios países, sospechosos de fraude- es lo que ha hecho
siempre el CNE y lo hará. Igual que, según el cronograma, harán esta semana las
auditorías ciudadanas, donde lo más importante es verificar con los técnicos de
los partidos, que todo está en orden en las máquinas. En la última fase, se
abren el 51% de las cajas para ver si los resguardos contenidos en las cajas
coinciden con lo que dice el voto de las máquinas. ¿Y qué
hace la oposición golpista? No va a la auditoría cuando pierden para
decir que ha habido fraude.
9. Por último, como Edmundo González -que, insisto, no es
toda la oposición, aunque sí la más importante- ha desconocido el resultado, el
Presidente Nicolás Maduro ha presentado un contencioso-administrativo ante la
autoridad competente, el Tribunal Supremo de Justicia, cuya sala electoral ha
dictado una cosa muy sencilla: pedir las actas que tiene la oposición, pedir
las actas que tiene el gobierno, pedir el resultado al CNE y cotejar, además de
informar sobre el supuesto hackeo que ha sufrido el CNE. Hoy sabemos que
Edmundo González no se presentó y no ha entregado las actas que decían tener
(lo que supongo que también es un delito). Si las presentaran y lo que dicen es
cierto -esto es, sus "actas" coinciden con los datos de las máquinas,
es decir, se corresponde con lo que han votado los venezolanos-, se debiera
proclamar a Edmundo González presidente de Venezuela. Pero si las presentan y son
falsas, estarán cometiendo un delito electoral, sumado al delito de pagar a
gente para intentar que la noche de las elecciones hubieran 100 o 200 muertos
en Venezuela. Porque esa era la segunda parte del plan: que el CNE no pudiera
presentar datos, presentar como oficiales los de la oposición, y generar una
situación de caos con muchos muertos. La inteligencia de Maduro fue decirle al
ejército, a la policía y al chavismo que salvaguardaran bienes y personas pero
que no reprimieran, que aunque estuvieran golpeando y matando a gente, quemando
escuelas, hospitales, autobuses, no respondieran violentamente. Porque lo que
necesitaba la oposición era que, además de que no funcionara el CNE, que
hubiera muertos en las calles. En las dos ha fallado.
10. Le queda a la oposición los medios de comunicación
internacionales, las deudas geopolíticas de muchos países y la ingenuidad de
algunos que les creen. También la maldad de los que quieren desconocer el
resultado. La OEA es la que validó el golpe en Bolivia contra Evo Morales, y el
Centro Cárter, sin Jimmie Carter, ha perdido toda su credibilidad (bien valdría
que observara las elecciones en EEUU). Los principales países de la UE han
hecho, sorprendentemente, un comunicado muy somero pidiendo la publicación de los
resultados y el respeto a las libertades civiles.
11. La conclusión es que la derecha global quiere ruido y le
da igual un baño de sangre, anular la democracia o invadir un país. Y lo digo
como europeo que tiene, después de 30 años, otra vez una guerra en Europa, que
está viendo a los jueces comportarse como los jueces del fascismo y que ve una
creciente violencia alentada por los políticos de la extrema derecha.
12. La derecha venezolana tiene que mandar al basurero de la
historia a los que siempre buscan ganar con trampas y violencia. María Corina
Machado está inhabilitada y su oportunidad solo puede emerger de una guerra
civil. Que es lo que siempre busca. La oposición tiene 5.326.104 votos (frente
a 6.408.444 de Nicolás Maduro). Ya va siendo hora de que busque otros cauces.
Votos tiene. Falta una nueva generación de políticos de derecha en Venezuela.
13. Brasil, Colombia, México van a ponerse del lado de los
BRICS y van a reconocer el resultado que establezca el CNE. Y van a poder
hacerlo con comodidad porque se publicarán los resultados mesa a mesa y se
harán todas las auditorías correspondientes, además de que el Tribunal Supremo
de Justicia emitirá su sentencia. A EEUU, aunque tengan elecciones en
noviembre, se le va a hacer difícil sostener como presidente a Edmundo González
sin pruebas y contra una parte enorme de la comunidad internacional. Que nadie
se engañe: EEUU se está quedando solo, como en Naciones Unidas defendiendo a
Israel. Si con Guaidó no pudo, con González menos. La Unión Europea ¿seguirá al
rebufo de los EEUU, perdiendo importancia internacional? En España, si somos
inteligentes, nos pondremos del lado de México, Colombia, Brasil y demás e
intentaremos enmendar los enormes errores de haber reconocido a Guaidó y haber
impuesto injustas sanciones a Venezuela (las que EEUU no ha dejado poner al
genocida Israel). El comunicado conjunto este sábado de España con Alemania,
Francia, Italia, Portugal, Países Bajos y Polonia puede ir en una buena nueva
dirección.
14. Y déjenme darle un consejo a todos los demócratas del
mundo: lo que pretenden hacer en Venezuela, si les sale bien, es lo que van a
hacer en todos los países del continente (es la enseñanza de Aimé Cesaire sobre
lo que hicieron los alemanes en Namibia y terminaron haciendo en suelo alemán y
con alemanes). Por eso la extrema derecha apoya a Netanyahu y a María Corina
Machado: quieren hacer lo mismo en nuestros países. Así que, por interés
propio, no crean las mentiras de estos mentirosos profesionales que solo buscan
confundirnos. Nuestra condición de demócratas se mide en los momentos de
desafío. Y hoy estamos viviendo uno de esos momentos. No dejemos que nos
derroten.
NOTA DEL BLOG .-La izquierda
venezolana inunda las calles en apoyo al gobierno (las imágenes prohibidas en
«nuestras democracias»)