¿Por qué los neonazis sí pueden desfilar por Madrid y las
feministas no?
Por Marta Nebot
Vaya por delante que he abogado desde hace meses porque este
marzo la movilización feminista, tan necesaria o más que nunca, fuera más
imaginativa que concurrida.
Lo más inteligente, dadas las circunstancias, es, sin duda,
reivindicar sin ponernos en peligro ni a nosotras ni a los nuestros. Sin
embargo, esto no está reñido con que crea que el ataque al 8M 2021 esté siendo
furibundo, desproporcionado, brutal y sintomático del momento reaccionario que
estamos viviendo.
¿Por qué una concentración controlada feminista les parece
más peligrosa que una manifestación de partidarios de la División Azul, del
toreo, de la hostelería, de la dimisión de Pedro Sánchez o incluso de
negacionistas?
Las protestas contra la detención de Pablo Hasél han hecho
regresar de nuevo la confrontación entre la policía y los manifestantes en
muchos puntos del Estado pero con especial intensidad en Catalunya. Los Mossos
d'Esquadra apuntan a "grupos anarquistas italianos", mientras que los
movimientos sociales hablan de heterogeneidad en la protesta.
María Rubio .
El encarcelamiento de Pablo Hasél desató en diversas
ciudades de Catalunya un nuevo ciclo de movilizaciones que con el paso de los
días ha persistido en Barcelona. La respuesta contra la represión del rapero se
vio tanto en la Universitat de Lleida, donde decenas de jóvenes rodearon a
Hasél para resistir ante su detención, hasta en Girona, Tarragona, Vic, donde
los concentrados destrozaron una comisaría de los Mossos d'Esquadra, o la
capital catalana, lugar en el que la policía catalana respondió con disparos de
balas de foam contra los manifestantes, mutilando el ojo de una chica de 19
años. De nuevo, Barcelona vive jornadas de disturbios, y las imágenes de las
barricadas ya han circulado todos los medios. Más complejo es entender qué hay
detrás del fuego, que cada vez está más presente en la protesta, y los motivos
que están llevando a la juventud a salir a la calle con tanta persistencia.
"Hay generaciones que no han vivido otra situación que
no sea la crisis. Son gente que no tiene nada que perder y mucho que
ganar", apunta el antropólogo José Mansilla. Opina que hay un marcado
componente generacional, ya que son los jóvenes los que "no han vivido
otro mundo", el de las crisis de 2008 y la pandemia: "Estamos viendo
un revival de lo que en el siglo diecinueve vivió la clase obrera, que no tenía
futuro y que no tenía tampoco nada que perder".
También comparte esta diagnosis la portavoz de Arran,
Adriana Roca, parte de la organización juvenil que ha dado apoyo abiertamente a
las protestas de estos días: "Con un paro juvenil del 40%, tan pocas
posibilidades para emanciparnos y encontrar una vivienda o con el malestar
emocional y el impacto en la salud mental de la pandemia en los jóvenes, no sé
qué sorprendente que los jóvenes estén en la calle".
El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Sàmper,
describía los manifestantes causantes de los disturbios como grupos de
anarquistas "violentos" y comunistas "combativos",
valoraciones que hizo después que un grupo de manifestantes hiciera arder una
furgoneta de la Guardia Urbana de Barcelona. Aunque lo cierto es que no hay un
grupo político o plataforma concreta convocante y la participación es muy
heterogénea: "Esto no es una novedad. También ocurrió durante el intento
de desalojo de Can Vies [centro social ocupado de la ciudad], donde se juntó
mucha gente distinta, o en las movilizaciones del 15-M". "Cuando hay
movilizaciones tan masivas no se puede buscar un perfil que responda a todo el
mundo. Habrá quien haya salido por pura rabia e indefensión, viendo las pocas
perspectivas de futuro, y habrá quien está organizada y cada día para
desahucios", analiza Roca, quien también apunta que Arran hace un llamado
a la organización.
En paralelo, los Mossos d'Esquadra persisten en señalar la
existencia de grupos anarquistas italianos implicados en las movilizaciones, y ya
han detenido varias personas que vivían ocupando en la periferia de la ciudad.
"Existen grupos autónomos y anarquistas que entienden que la combatividad
es su forma de hacer, de crear su nueva sociedad", añade Mansilla, quien
también cree que algunos independentistas participen de este modus operandi
teniendo en cuenta "los límites de la institucionalidad" que se han
visto durante el procés. "El independentismo canalizó el descontento de la
crisis, pero no ha llegado a ningún lado. Y el descontento sigue ahí",
dice.
Confrontación con la policía
Roca añade que esta confrontación entre los manifestantes y
la policía es mucho más común en el día a día de la ciudad, en movilizaciones
más pequeñas: "Hay desalojos con mucha confrontación y mucha brutalidad
policial, y también estamos viendo como la policía abusa de jóvenes
racializados. No es nada nuevo".
A pesar de ello, reconoce que los disturbios de Urquinaona
marcaron un antes y un después: "Es un precedente importante. Miles de
jóvenes perdieron el miedo a la policía". Si hay un denominador común en
las dos protestas, es la denuncia hacia la represión, un clamor que ha
conseguido sacar a la calle a grandes masas de gente en Catalunya: "Cuando
metes en prisión un rapero por cantar verdades sobre la monarquía, cuando metes
presa a gente por llevar a cabo un proceso de autodeterminación del pueblo…
Cuando hay un nivel de violencia tan alto por parte del Estado, no es
sorprendente que la calle se vuelva combativa", añade Roca.
Una perspectiva histórica
Si bien las movilizaciones de estos días no han sido
canalizadas por ninguna organización concreta, el antropólogo cree que sí que
beben de un poso histórico que caracteriza la ciudad, como ya se señaló durante
las protestas posteriores a la sentencia del procés. "Barcelona es el
único lugar del mundo donde triunfó una revolución anarquista durante el
‘verano anarquista’ de 1936".
Para Masilla, esto tiene una repercusión directa en las
movilizaciones contemporáneas: "Quizás no ha tenido una continuidad
orgánica, pero permanece en la memoria de la gente. Hay una forma de hacer, una
forma de comunicar y de organizarse. De forma más consciente o inconsciente,
hay una herencia de un movimiento anterior". Fuente ..https://www.publico.es/politica/pablo-hasel-hay-detras-disturbios.html
NOTADEL BLOG
LDM.
Fijar una explicación en la radicalización es una trampa
informativa y caer en la manipulación de los medios del sistema, las
manifestaciones en principio son pacíficas, luego es al final cuando termina
que hay vandalismo , como otras veces , pero eso lo hacen grupos minoritarios, que no reflejan la
protesta . Y peor, las protestas pacíficas terminan disueltas por la
policía .El Consejo de Europa difundió una alerta por los periodistas golpeados
durante las protestas por Hasel en Valencia Dos periodistas denunciaron que
habían sido golpeados con porras por la policía en una manifestación pacífica
.Al igual hubo una carga policial en A Coruña contra una manifestación
totalmente pacifica por la libertad de los presos . En Tarrasa siete personas
fueron detenidas y era manifestación pacífica . Al igual es sesgado centrarlo
en Cataluña y su tradición anarquista . Cuando hay una manifestación de extrema
derecha la policía la protege y ya no solo una vez si no varias les permite
manifestarse y en cambio van a prohibir el 8M . Toda esta explicación es intentar desviar la
atención de la protesta la libertad de expresión , la protesta es por lo que es
, lo dicen en sus carteles , la música y el punk es una forma de expresarse muy
actual y quemar contenedores no es de ahora ni tirar molotovs tampoco . No
expresan las manifestaciones , un pequeño grupo radical ni siquiera al
anarquismo . Es igual cuando un musulmán radical hace un atentado , no
representa a los musulmanes.
La policía catalana califica de «muy importantes» las
detenciones que se pudieron hacer el sábado y sostendrían, que se trataría de los principales
responsables de la organización y materialización de los graves incidentes que
se han registrado estos últimos días en la ciudad de Barcelona. Además de la
chica italiana, también habría sido detenida una chica francesa entre los
manifestantes de sábado. En total, de este grupo, claramente politizado y de
tendencia anarquista según los Mossos , hay ocho personas detenidas: seis de
nacionalidad italiana, una francesa y otra española. Los otros seis detenidos
del sábado han sido dejados en libertad. Están acusados de robos y pillajes y
la policía no los relaciona con el grupo anarquistas ..O sea quesolo los anarquistas extranjeros son
culpables , los otros son catalanes. Quedetuvieran a la anarquista que
culpande quemar el
coche de policial es una cosa. Aunque fue detenida posteriormente a los hechos por las fotos en la calle Córcega. No deja de sorprender la rapidez en ver las fotos y localizarla . ¿ Una cabeza de turco ?. Como otra cosa es detener a
unos ysoltar a otros y diferenciar un vandalismo de otro . Y encima buscarle algunos como en el articulo una perspectiva histórica a 8 personas porque sucede en Barcelona y no son catalanes ni españoles . Es como si se buscara la explicación de la protesta de los chalecos amarillos en Francia en la Revolución francesa . Seria eso importante saber si esas detenidas son del bloque negro ( Black Boc en inglés ) que no son solo anarquistas , sino antiglobalización o autonomistas y que son tanto pacifistas como violentos . Y declaraciones posteriores de que eran ese grupo detenido los que diriguían los disturbios , como si no hubiera disturbios en otros lugares.
Si se miran los videos que han mostrado es imposible identificarlos ya que van tapados. Como se ve que el chofer policial que estaba dentro salía perfectamente por la otra puerta Como es ridículo los registros posteriores mostrando sudaderas , cascos de moto y libros.
Y si el ataque hubiera sido a un coche no de la policía municipal sino de la policía nacional seguramente los veríamos enviados a la Audiencia Nacional y en este caso acusados de terrorismo . Tampoco otras veces las autoridades de Cataluña se anduvieron con matices , Recordemos como palizaron al 15M en Plaza Cataluña y a los que rodearon el Parlament fueron enviados a la Audiencia Nacional. Detenidos después del suceso entre activistas fichados por los Mossos. Puro montaje como otras veces . Y justificación de su inoperancia en estos casos.
Vargas llosa y su pretensión de legitimar el terrorismo de
estado en Colombia
Por Renán Vega Cantor
| 01/03/2021 | Colombia
Fuentes: Rebelión
“No se mencione a Chocano en una reunión de hombres y
mujeres decentes. No se puede ni se debe tocar ni con el verbo a un sujeto que
posee la inmunidad del excremento”. José María Vargas Vila, refiriéndose al
poeta peruano José Santos Chocano.
Es el escribidor de la extrema derecha mundial, apologista
de golpes de Estado, invasiones, asesinatos, caracterizado por su acendrado
racismo, cultor del libre mercado, adorador de los poderosos, con un rancio
título de marqués de la putrefacta monarquía española, defensor de la brutal
conquista y saqueo de lo que hoy se llama América, un blancuzco de estirpe
oligárquica que odia a los indígenas, a los negros, a los mestizos y a los
pobres, un defensor incondicional de la opresión, la explotación, la
desigualdad y la injusticia, un delincuente que evade impuestos en paraísos
fiscales y que aparece en Los papeles de Panamá. Ese individuo, cuyo nombre es
Mario Vargas Llosa, ha vuelto a poner su pluma de escribidor bien pago al
servicio del régimen criminal imperante en Colombia. En ese libelo que es El
País de España ha escrito un artículo con el título de El ejemplo colombiano.(1)
Esta vergonzosa apología amerita algunos comentarios, indispensables para
determinar el nivel de cinismo y capacidad de mentir que puede tener el
mencionado marqués, una de las mascotas de la pretendida nobleza de España
‒encarnada en los corruptos borbones‒ cuando habla del subpresidente Duque y de
su amo Uribe.
El “ejemplar” trato que en Colombia se les da a los migrantes venezolanos. Y de eso es lo que presume el régimen de Iván Duque. Fuente: https://caracol.com.co/emisora/2020/06/15/bucaramanga/1592177044_572830.html (2)
SIGUE ,,,
El marqués funge como escribidor y bufón del Duque y su
corte
Tras recopilar los mensajes del partido ‘trumpista’ español en sus discursos y redes sociales durante 2019 y 2020, se seleccionan y estudian las palabras más repetidas: unidad, España, progre, buenista, dictadura, libertad, comunista, censura…
“Es necesario un discurso valiente, sensato y sin grises como el de Vox para hablar claro sobre muchos temas sin miedo a lo que dicte la corrección política”. Vox, 19 de abril de 2019 (Facebook)
Uno no se levanta una mañana y decide asaltar el Capitolio de EE.UU. vestido de bisonte para defender a tu presidente injustamente depuesto. Para llegar hasta ahí, hacen falta años de inmersión en un mundo paralelo, donde un gesto semejante se entienda como un acto heroico y no ridículo. Ese mundo es, hoy por hoy, fundamentalmente digital, una esfera discursiva autónoma de acceso telefónico. Quizá todos vivimos un poco en realidades paralelas, seamos seguidores del Barça o de la Iglesia Católica, veganos o diplomáticos, gamers o hispanistas. Pero esto no siempre ha sido tan así: para bien y para mal, durante el pasado siglo había grandes zonas de la realidad compartidas sostenidas por instituciones diversas, más allá de las cuales se daban subculturas. Hoy, en el capitalismo global se ha extremado la generación de dichas subculturas, a través del consumo continuo de nichos e identidades. Los espacios de realidad que estas sostienen resultan progresivamente autónomos, en la medida en que la sociabilidad en ellos se vuelve digital primariamente. Y, en los últimos años, hemos contemplado cómo esta condición autónoma abre la puerta a mutaciones profundas de la comunicación política, basadas en la lógica de las multitudes conectadas y elreality.
Si a principios de la década pasada, las redes sociales emergían como el lugar donde era posible un nuevo periodismo ciudadano, capaz de contar en directo la protesta global tras la crisis financiera de 2008, hoy, en apariencia, las redes siguen trabajando por la contrainformación, pero esta vez al servicio de realidades completamente ficticias. Un ejemplo: que los Menores Extranjeros No Acompañados reciben una paga de 664 euros (¡ese 4!) por parte del estado para su subsistencia. Tal desconexión entre realidad y discurso ha transformado globalmente las campañas electorales tras la emergencia –sísmica– de las nuevas fuerzas de ultraderecha, gracias al apoyo de poderosas técnicas desinformativas. Es algo que viene sucediendo al menos desde 2016 y en múltiples países, en Brasil y en Filipinas, en Bolivia y en la India, en Ucrania y en Inglaterra. Y, obviamente, en España. Nuevos flujos desinformativos configuran públicos diversos vía Whatsapp, Instagram o Telegram, manipulando fantasmas colectivos, haciendo pasar temores por hechos que están ocurriendo realmente. La realidad, tal y como se comprendía, puede cancelarse a través de la revelación de verdades ocultas, ya sea el robo de las elecciones presidenciales, la planicie de la tierra o que nuestro amigo vikingo tenía parientes gallegos o alcarreños.
Teorías conspirativas, fake news y postverdad son fenómenos antiguos, que hoy adquieren una vida digital. Pero de lo que hablamos aquí no es exactamente de eso, sino de su puesta al servicio de un proceso más vertical de creación de lenguaje, articulado con claridad en torno a unos ejes, y que busca transformar el sentido de las palabras clave del vocabulario político cotidiano. En homenaje al gran estudioso del lenguaje del nazismo, Victor Klemperer, a esta esfera discursiva autónoma organizada desde presupuestos excluyentes la llamamos LEDP (Lengua de la Extrema Derecha Populista). Tiene antecedentes, pero ha sido en los años de gobierno de Trump cuando ha crecido por todo el mundo, adaptándose con ciertos matices a la situación de cada país. Sus rasgos básicos siguen siendo recurrentes y asimilables, y se organizan en cinco grandes líneas: nacionalismo (religioso), antifeminismo, anticomunismo, antiinmigración y doctrina TINA (There Is No Alternative) (lo que implica, por ejemplo, negacionismo climático). Es importante mencionar que una LEDP no aliena directamente a sus usuarios (al menos no más que un culto carismático), pero sí construye posibilidades políticas nuevas en la medida en que sus usuarios comienzan a experimentar la realidad a través de sus filtros. Y estos filtros sí que son objeto de un diseño.
Después de recopilar los mensajes emitidos por el partido trumpista español, Vox, en sus discursos y redes sociales durante 2019 y 2020, hemos seleccionado sus palabras más repetidas (unidad, España, amenaza, progre, buenista, dictadura, globalismo, libertad, comunista, constitución, fascista, democracia, censura) y hemos estudiado el significado que se le da en ese entorno. A continuación presentamos un glosario de las mismas, forzosamente expeditivo, pues hemos tratado de sintetizar aquí un trabajo más amplio. Hemos visto cómo estas palabras se activan, en los discursos de Vox, con un significado doble, según el público al que se dirija. Cuando Ortega Smith o Abascal se encuentran en debates o entrevistas de máxima audiencia, a veces se acercan al uso más corriente del término, buscando atraer a los no convencidos. Cuando hablan en mítines, charlas o redes sociales, refieren sin cesar el uso propio, específico, de la Lengua de la Extrema Derecha Populista, buscando de que sus seguidores lo interioricen y lo extiendan hasta hacerlo dominante. A veces conocemos quizá uno, pero no el otro de los dos significados. Echar un ojo a los dos quizá ayude a entender por qué se ha vuelto tan difícil entendernos con esos vecinos, familiares, amigos …que se han ido a vivir a otro planeta.
– Unidad (de España). Uso corriente: Apelación a todos los ciudadanos del Estado español frente a divisiones políticas o territoriales. Uso propio de la LEDP: Unidad de los afines ideológicos frente a los enemigos seculares de España, que en el presente se manifiestan bajo nuevas formas: los progres, la “horda podemita”, los “animalistos”, “ecolojetas”, “oenejetas”, “catanazis”, las “feminazis”, los “bilduetarras”, los “menas”, la “invasión islámica”, etc. Este uso de la palabra unidad es herencia de la vieja “unidad de opiniones y sentimientos” del intelectual decimonónico Menéndez Pelayo, según el cual España tiene un alma verdadera (el catolicismo) que necesita manifestarse. Para esta línea del pensamiento, España solo ha podido ser “una gran nación” cuando ha aplastado a los “heterodoxos” que han tratado de impedir el cumplimiento de su ser nacional en los diversos momentos de su historia: desde las herejías frente al catolicismo romano hasta los krausistas de finales del XIX. Enemigos de la nación habrán sido erasmistas, protestantes, judíos, mahometanos, ilustrados, liberales, republicanos, laicos, librepensadores, masones o socialistas, entre otros muchos. En palabras (prestadas) de Ortega Smith: “Los enemigos de la patria van cambiando de nombre y forma, pero son siempre los mismos”. Este concepto de unidad nacional alcanzó su apoteosis durante la primera mitad del siglo XX, a través de ideólogos como José Antonio (“unidad de destino”) o Adolf Hitler para el caso alemán (“unidad en el espíritu y la voluntad de la nación”). En resumen, la mención a la unidad de España habla de una “unidad de creencia” que debe movilizar a la nación contra los representantes de las ideas antiespañolas, con el objetivo de “hacer España grande otra vez”.
– España. Uso corriente: Territorio de la península Ibérica diferenciado por cierto clima y paisaje, en el que sus habitantes comparten ciertas tradiciones, costumbres, normas comunes o símbolos. Estado que gobierna ese territorio. Uso LEDP: Ente metafísico independiente de sus habitantes, dotado de un cuerpo, un alma y un destino. Su cuerpo es el territorio, que está siempre bajo amenaza de ser “violado” (en sus fronteras), “roto”, o “desmembrado” (por el independentismo). Es capaz de acciones humanas (“España ha hablado”). Su alma sigue albergando el catolicismo político (lucha contra el derecho al aborto y la eutanasia), pero Vox enfatiza más su destino histórico: reconstruir la guerra secular contra los enemigos y traidores a la nación (véase unidad). Esta segunda acepción permite compaginar un intenso amor por el ente imaginario llamado España, y a la vez un odio manifiesto contra la mayoría de sus habitantes. Según algunos, hasta contra 26 millones de los mismos.
– Amenaza.Uso corriente: Ser, objeto o situación manifiesta o potencialmente dañina. Cuando se refiere a un país, la idea de amenaza se relaciona con los intereses definidos como “nacionales”. En su uso LEDP, apela acualquier persona o colectivo que se perciba como contrario a la cultura tradicional española (migrantes, globalistas, catalanistas, euskaldunes), al modelo católico de familia y de mujer (feministas, LGTBQ), a la monarquía (republicanos), al modelo centralista de Estado (federalistas, independentistas), o a las ideas y prácticas de la gran patronal y el paradigma neoliberal de la economía (socialdemócratas, comunistas). Las amenazas que Vox detecta en casi todo lo que piense o sea percibido como diferente conectan con la lógica conspirativa que fue tan popular en occidente desde finales del siglo XIX hasta su auge en la Alemania de los años 30, el famoso “contubernio judeo-masónico comunista” de Franco, que ha vuelto a crecer durante la pandemia hasta lograr un nexo de unión entre el neofascismo y la cultura new age. Por ejemplo: los migrantes de otras etnias forman parte de un plan urdido en secreto entre los “países árabes”, las ONGs y las mafias para sustituir poco a poco a la población blanca de España, a través de los “vientres de sus mujeres”. Por supuesto, que las mujeres blancas aborten solo agrava esta amenaza. En última instancia, los “separatistas” catalanes también están en el ajo, planeando la “República Islámica Catalana”. De la misma manera, el “gobierno socialcomunista” de Pedro Sánchez, ilegítimo por aliarse con los “enemigos de España” es, al mismo tiempo, una marioneta del globalismo que patrocina George Soros para acabar con la idiosincrasia de la cultura española, la libertad de expresión y la democracia. La “plandemia”, fabricada gracias al “virus chino” era el truco final, pues el confinamiento no sería temporal, sino una maniobra para consolidar legalmente la dictadura “socialcomunista” en la que viviríamos desde enero de 2020.
– Progre. Uso popular: En la transición, partidario de avances hacia la democracia y el socialismo, antónimo de carca, facha o inmovilista franquista. Hoy (residual) se refiere al simpatizante de los valores de una izquierda moderada. Uso LEDP: Traidor a España. Aquél que tolera, e incluso se alía con las amenazas a España: separatistas, migrantes, feministas, comunistas, globalistas, debido a su buenismo. Al mismo tiempo, el progre es fascista, ya que colabora, consciente o inconscientemente, con la instauración de la dictadura progre. Cualquiera que no siga con exactitud el ideario de Vox puede ser llamado progre. Por ejemplo, la LEDP española toma de su variante estadounidense el considerar que casi todos los periodistas son progres, cuando no de extrema izquierda. Ejemplos de progres para Vox: Susanna Griso, Pablo Motos, Julia Otero, Letizia Ortiz.
– Buenista. Uso corriente: Término acuñado por los medios derechistas españoles en los años 2000, para referirse despreciativamente a aquél que piensa que hay problemas que pueden resolverse mediante el diálogo, tolerancia o la ayuda mutua. Uso LEDP: Persona que, por su ingenuidad, es incapaz de percibir las amenazas que “solo tienen como propósito destruir España”, o piensa que el debate o el diálogo tienen alguna utilidad frente a estos enemigos seculares. Sinónimos: “navideño”, “bambi”, “maricomplejines”, ”derechita cobarde”.
– Dictadura.Uso corriente: Régimen político en el que una sola persona gobierna con poder total y directo a través de la policía o el ejército, sin pluralidad de partidos ni elecciones libres, sin salvaguarda judicial para los derechos civiles, por lo que suelen abundar las confesiones obtenidas por tortura, el asesinato, encarcelamiento o exilio de enemigos políticos, así como los ascensos profesionales de aquellos afines al dictador o a su ideología. Uso LEDP: Dictadura progre. Régimen en el cual aquellos que insultan o atacan a la gente de otras etnias, condiciones sexuales o ideologías, son a su vez insultados o atacados en redes sociales o mítines políticos. También llamado fascismo o totalitarismo progre. Uso LEDP 2: Régimen propio de la ideología comunista y, por tanto, régimen vigente en España desde que gobierna la coalición entre PSOE y Podemos.
– Globalismo.Uso corriente: Globalización.Término que empieza a popularizarse en los años noventa para dar nombre a las ideas que defendían los acuerdos internacionales que suprimían aranceles y favorecían la circulación global de capital, mercancías, trabajadores y contenido cultural. Desde entonces y hasta 2015, fue contestado por el movimiento antiglobalización o altermundista, según el cual las reglas de comercio y de préstamo financiero que marcaban la OMC o el FMI favorecían la concentración de poder en grandes corporaciones y entidades financieras; los recortes en servicios públicos o la pérdida de autonomía de trabajadores y campesinos, junto con un aumento de la hegemonía cultural y política estadounidense. El término globalización se emparentaba con neoliberalismo o capitalismo avanzado. Uso LEDP: Desde la victoria de Trump en 2016, el término despectivo globalismo cogió fuerza, pero despojado de referencia alguna al sistema económico actual, ya solo centrado en la vieja teoría de la camarilla mundial, según la cual una pequeña élite de conspiradores domina secretamente el mundo. Una élite que no busca enriquecerse como un fin en sí mismo, sino que persigue metas políticas o culturales. Si en los años 30 la camarilla era judía y quería acabar con la raza aria, en la Guerra Fría se trataría del “ateísmo comunista internacional” que quería poner fin al cristianismo, mientras que hoy en día el globalismo es un aliado del Islam que busca acabar con las costumbres occidentales, a la vez controla los movimientos feminista o antirracista para lograr una dictadura de lo políticamente correcto, mientras maneja hábilmente una red de pedofilia internacional. Actualmente, el conspirador más mencionado por la LEDP global es George Soros, uno de tantos magnates con fundaciones, pero uno de los pocos que promueve (abierta y públicamente) proyectos en favor de la democracia y los derechos humanos.
– Libertad.Uso corriente: Capacidad humana de actuar según la propia voluntad. Uso LEDP: Facultad de una persona derechista para insultar, calumniar o ridiculizar a cualquier persona de izquierdas, migrante, feminista o nacionalista periférico sin que esta le conteste, porque en ese caso ya no existe libertad, sino censura o dictadura progre. Uso LEDP 2: Libertad de los empresarios y financieros para tomar cualquier decisión, pero no de sus trabajadores para cuestionarla, ni del estado para regularla. En ese caso, se trataría de comunismo. Uso LEDP 3: La vieja “libertad de obedecer” del fascismo joseantoniano, esto es, la libertad de hacer exactamente lo que te manden o atenerse a las consecuencias.
– Comunista.Uso corriente: Originalmente designaba a los defensores de una sociedad sin clases ni Estado, en la que los trabajadores tienen los medios de producción. Los partidos comunistas fueron mutando este uso hacia el más común actualmente, referido a quienes defienden la ideología marxista, la simbología soviética y un modelo económico en el que el Estado controle directamente la producción. Uso LEDP: Cualquier persona o colectivo que se oponga a las ideas de las asociaciones de grandes empresarios o al paradigma neoliberal de la economía, ya sea defendiendo los derechos laborales, las prestaciones sociales o “paguitas”, los servicios públicos o los impuestos que los hacen posibles.
– Constitución. Uso corriente: Ley suprema de un Estado que determina la articulación básica del sistema político, así como una serie de derechos fundamentales. Constitución Española de 1978. Uso LEDP: Ley fundamental aprobada gracias al rey Juan Carlos I en 1978 con un único artículo realmente importante: aquél que garantiza la unidad de España, heredado de la legislación franquista. El resto de artículos, especialmente los referentes a los derechos civiles o la separación de poderes, no heredados del Franquismo, deben obviarse o suprimirse si se percibe que la unidad de España pueda estar en peligro.
-Fascista.Uso corriente: Persona de ideología ultranacionalista, xenófoba y amante de la violencia, dispuesta a la persecución de opositores políticos y a la expulsión o exterminio de etnias o identidades percibidas como amenazas a su patria o a su forma de vida. Históricamente, un fascista tipo podría ser un promotor o un integrante de un fasci di combattimento que, en los años 20 y 30 italianos, se dedicara a castigar o asesinar líderes obreros y adversarios políticos. Uso LEDP: Persona que, en el siglo XXI, reprende o insulta a alguien que ha insultado o ridiculizado a una minoría racial, una mujer feminista o alguien de la comunidad queer. Un sentido similar tienen, para la LEDP, las palabras nazi o “feminazi”.
– Democracia. Uso corriente: Suele identificarse con democracia liberal o republicana, en la que varios partidos se transfieren pacíficamente el poder ejecutivo y legislativo a través de elecciones, existe igualdad ante la ley y los derechos civiles están garantizados por un poder judicial independiente. En España, a partir del movimiento 15M de 2011 se popularizaron también otros conceptos de democracia, que buscaban ampliar el marco liberal hacia una mayor participación ciudadana mediante iniciativas legislativas populares, presupuestos participativos, referéndums, e incluso asambleas y mecanismos de sorteo cívico. Uso LEDP: Sistema político gestionado en nombre de la unidad de España, en el que no tienen participación el comunismo ni el separatismo. En el momento en el que un partido pacta un gobierno con alguna de estas dos amenazas, se entra automáticamente en una dictadura, frente a la que es legítimo rebelarse u organizar un golpe de Estado en nombre de la Constitución. En el caso de la LEDP estadounidense, la amenaza está representada por el partido demócrata, cuyo gobierno también es ilegítimo, no solo por amparar el globalismo y la pederastia internacional, sino porque además manipuló el resultado de las elecciones para desbancar a Trump, gracias a un complot secreto entre Silicon Valley y los activistas de izquierdas.
– Censura.Uso corriente: Control del discurso que ejerce el Estado, típicamente a través de la revisión de contenidos publicados, el secuestro y cierre de medios de comunicación, así como la detención, multa, confinamiento, tortura o ejecución de quienes expresan opiniones contrarias a las del Gobierno. Restricción de libertad de opinión por razones políticas en medios de comunicación impuesta desde esos mismos medios al servicio de otros intereses políticos o económicos. En el siglo XXI, también las grandes corporaciones dueñas de redes sociales son capaces de revisar y suprimir contenidos publicados, como es el caso de Twitter o Facebook. Uso LEDP: Mostrar cualquier grado de oposición frente a los usos excluyentes de la LEDP. Por ejemplo, el hecho de señalar un comentario potencialmente racista como tal.
* * *
Vox se define mucho antes por su uso del lenguaje que por su programa, apenas un reflejo negativo de las ideas de sus adversarios. Al igual que eltrumpismo, se trata ante todo de una máquina de repetición industrial de LEDP, que el partido ofrece a España para que esta pueda defenderse de sus propios habitantes. A medida que se va extendiendo el uso LEDP de los términos aquí expuestos, logra que ciertas palabras clave para la discusión política cotidiana se disocien del universo de prácticas y valores al que antes remitían, y pasen a formar parte de una propaganda de partido. Los sentidos comunes existentes, sostenidos por comunidades de personas acostumbradas a convivir en contextos ideológicamente diversos, se ven trastocados. Y, con ellos, la propia posibilidad de diálogo, debate (e incluso convivencia) entre posiciones o identidades distintas.
Más allá del empobrecimiento mental que supone para una sociedad el no poder entenderse más que con sus afines ideológicos o identitarios, más allá el miedo y odio que la LEDP ha inoculado a una parte de la ciudadanía ante amenazas fabricadas (y sus consecuentes episodios de violencia), el efecto político más potente de este lenguaje se da si amplias capas de las autoridades del Estado pasan a adoptarla. Es decir: si jueces, policías o militares hablan y piensan en LEDP. El peligro para la democracia no está en los freaks que asaltaron el congreso de EE.UU., ni siquiera en las maniobras de un presidente megalómano herido en su ego. Un sistema constitucional está pensado para protegerse de ambas cosas. Pero no tanto de una fuerza cualificada de policías, militares o jueces que, en un momento clave, decidieran defender los conceptos LEDP de unidad, de constitución o de democracia extendidos por la LEDP, en una lucha moral contra el fascismo, la censura o la dictadura. Ya sea porque se comprometan con ese lenguaje o porque lo usen con fines estratégicos.
Jorge Gaupp es politólogo, doctor en Filosofía y Letras Hispánicas por la Universidad de Princeton. Germán Labrador es filólogo, catedrático de Estudios Culturales Hispánicos en la Universidad de Princeton.
Un agente de la Policía Nacional de España dispara balas de goma a manifestantes. / EFE (Archivo)
España, por pelotas
"El 40 aniversario del 23F ha servido (¡oh, sorpresa!)
para cerrar filas en torno a un momento del pasado que ayude a generar un
discurso único sobre nuestra historia"
"El modo único que España parece tener para solucionar
sus problemas vuelve: a hostias, a porrazos, pelotas de goma"
"¿Por qué los grandes medios hablan más de los
disturbios que de la debacle del PP en las elecciones catalanas y en pleno
juicio de Bárcenas?"
Sato Díaz
La última semana de febrero ha tenido como eje informativo
uno de esos hitos que tanto gustan en la corte mediática, un tema sobre los que
modular los debates y generar una suerte de gran consenso desde tribunas,
portadas y tertulias. Un discurso único de esos que, sin embargo, al españolito
de a pie (asustado e inquieto por las consecuencias de una nueva gran crisis de
consecuencias inciertas, pero oscuras) le suelen dar igual (ya saben, la enorme
distancia que se ensancha entre opinión pública y opinión publicada). Es decir,
un evento para generar horas y horas de televisión sin aportar (casi) nada
nuevo.
El 40 aniversario del golpe militar del 23F ha servido (¡oh,
sorpresa!) para cerrar filas en torno a un momento del pasado que ayude a
generar un discurso único sobre nuestra historia reciente y que, por tanto,
intenta explicar el presente. A Juan Carlos I, que sigue pasando su jubilación
en los Emiratos Árabes, lejos del pueblo y del mundanal ruido de las
investigaciones que le rodean, se le vuelve a señalar como adalid de la
democracia por su propio hijo y tres días después (¡oh, sorpresa!) abona más
cuatro millones de euros a Hacienda (¡cuatro millones de euros!) en una segunda
fase de regularización fiscal de rentas no declaradas. ¡Adalid de la
democracia! ¡Cuatro millones! ¿De dónde ha salido tanto dinero?
Al mismo tiempo, la ministra de Defensa, Margarita Robles,
se afana en asegurar que nada de nada de agilizar una nueva ley de secretos
oficiales que permita a la ciudadanía, a fin de cuentas, conocer con detalle lo
que verdaderamente ocurrió el 23F: quién estaba detrás y con qué objetivos, más
allá de cuentos de reyes y hadas. Desclasificar los documentos históricos,
permitir a los historiadores realizar su labor, ni de coña. ¿Qué papel jugó
Juan Carlos I en aquel episodio histórico? ¿Quién estuvo implicado en la preparación
de la astracanada y con qué fines? ¿Existe una verdad más allá del relato
oficial? ¿Cuánta gente se creyó Operación Palace de Salvados y por qué?
Los fastos por el emérito huido multimillonario se combinan
en la parrilla informativa con los detallados primeros planos de las protestas
que se viene celebrando en varias ciudades del Estado tras la encarcelación del
rapero Pablo Hasél. Jóvenes de diversas ciudades salen a la calle contra la
represión en un contexto especialmente duro hacia la juventud, segmento de
población en el reina la falta de expectativas laborales (la tasa de desempleo
crece hasta el 40,7% frente al 17,8% europeo) y personales. Además, tras un año
en el que buena parte de las tertulias han echado el resto culpabilizando a los
jóvenes de los contagios de la pandemia, existe un evidente azogue en estas
generaciones. Mientras tanto, ni mu a unas farmacéuticas que no liberan las
patentes para que todo el mundo esté vacunado cuanto antes. Por pelotas.
Operación Astrazeneca.
Y ante unas protestas que se repiten por las noches, que
dejan imágenes de contenedores quemados y algunos escaparates rotos, la corte
no se pregunta qué ocurre, cuáles son las causas de tal desafección, tanta
rabia, tanto cabreo. Todo lo contrario. El modo que España parece tener para
solucionar sus problemas vuelve: a hostias, a porrazos, pelotas de goma. Ni un
atisbo de diálogo, ni una mínima intención de sentarse a escuchar qué reclaman
aquellos que deberían estar trabajando (o empezando a trabajar) para sostener
un sistema social que se va al garete y que, sin embargo, no tienen la
oportunidad de hacerlo. "Nos enseñasteis que ser pacíficos no sirve de
nada", rezaba una pancarta en una de las movilizaciones barcelonesas, poco
antes de que empezaran las cargas policiales.
Los grandes adalides del análisis político y social,
sentados en corro en torno a una mesa de un plató, sorprenden al mundo con su
conocimiento de la realidad y sus propuestas. No son manifestantes, son
terroristas. No son jóvenes parados o estudiantes sin perspectivas de futuro,
son gamberros. No son artistas, son raperos (como si el rap no fuera una de las
más influyentes manifestaciones artísticas del momento). Y, de igual manera que
cierran filas en los pasillos del Congreso con la supuesta herencia del rey,
tras aquel 23F de tricornios y disparos al techo, la corte periodística lo hace
con las fuerzas policiales que, una vez más, ensayan fórmulas de actuación que
no pretenden dispersar una congregación de personas, sino golpearla. No
pretenden desinflar el conflicto, sino avivarlo. Y así ganar primeros planos y
minutos de tele. Y el PP recoge firmas de apoyo a los agentes... y se olvida de
proponer medidas sociales para la juventud. Así es la oposición, por pelotas. Y
el Gobierno.
Así es España, por pelotas. Por pelotas no se permite
conocer la verdad del 23F. Por pelotas, los perdedores pasan a ser humillados
(en la plaza, en el plató). La eterna venganza de un país que no se atreve a
afrontar el futuro planteando soluciones propias, sino a dejarse llevar por la
inercia, sin hacer ruido ni molestar, y borrando del pasado aquellos elementos
incómodos para intentar construir grandes consensos (en la opinión publicada,
no así en la pública, la verdad sale a la luz aunque tarde más de lo que
debiera) que la corte repite en sus tertulias y portadas como si no pasara (o
no hubiera pasado) nada. Por pelotas y a hostias (policiales y judiciales) se
resolverá el conflicto catalán, o eso piensan, porque solucionar... así no se
soluciona nada. Por pelotas de goma, balas de foam, que se siguen disparando
contra manifestantes y que ya han vaciado demasiadas cuencas de ojos.
Por pelotas, así se dirimirá la próxima batalla política,
quizás la más importante de cara al futuro que viene: el reparto de los Fondos
Europeos que han de reactivar la economía tras la crisis paralizada por la
pandemia. Las empresas del Ibex35 se frotan las manos. Ni el más mínimo debate
se ha abierto desde el Gobierno y los grandes medios en la sociedad sobre qué
modelo de sociedad queremos para el futuro, ni tiene visos de abrirse. Toda la
estrategia parece ser que los turistas estén vacunados en verano y que con su
cartilla-pasaporte de vacunación puedan venir a nuestros hoteles. Mientras
tanto, nada hace presagiar que los precios de los alquileres vayan a ser
regulados, a pocas semanas de que, si no se renueva la moratoria frente a
algunos desahucios, llegue una riada de ejecuciones que vengan a ensanchar el
caudal de gente sin casa y casas sin gentes. Esos jóvenes que protestan y cuya
única respuesta son las pelotas de antidisturbios seguirán teniendo jodido
emanciparse y poder pagar el alquiler.
Mientras, en el plano político estatal, otras batallas de
gran relevancia se jugarán en los próximos meses, si la parte socialista del
Gobierno tiene a bien, acaso, permitir su debate en el Consejo de Ministros. La
derogación de la reforma laboral del PP, alquileres, ley trans... El PNV
(necesario socio de la mayoría gubernamental en el Congreso y líder del
Gobierno vasco de coalición con los socialistas) ya pronuncia abiertamente la
opción de que la entente gubernamental entre PSOE y Unidas Podemos no funciona.
¿Acaso, ante los meses que llegan en los que se han de decidir políticas
cruciales para el devenir económico y social de mayorías populares, no sería
más cómodo un Gobierno sin Unidas Podemos?
Para ello (sacar a Unidas Podemos de la toma de decisiones),
tienen que dar los números. Para que den los números, el PSOE habría de volver
a entenderse con el PP en los asuntos “de Estado” (ya saben, la pasta y el
poder real), tal y como se está viendo en el reparto de los sillones del CGPJ,
se ha visto en el Consejo de RTVE, se verá en el Defensor del Pueblo... Ante
esto, habría que preguntarse: ¿por qué los grandes medios hablan más de los
disturbios que de la debacle del PP en las elecciones catalanas en pleno juicio
del caso Bárcenas? ¿Operación salvar al PP de la debacle para que den los
números si las cosas se ponen más feas todavía? ¿Que no haya resistencias para
que el reparto de los fondos europeos llegue “a quien tienen que llegar”? Así
es España, por pelotas..
Los periódicos son librillos de historia escritos sin tiempo
para pensar. O deberían. Si por La Razón fuera, dentro de unos siglos los
estudiantes de Historia de España se estarán devanando el cacumen para analizar
las razones por las que Pablo Iglesias exige capacidad de veto (sic) en la
conformación del Consejo General del Poder Judicial. Y dejando de lado un
acontecimiento secundario sobre no sé qué millones despistados de un tal Juan
Carlos I, ese rey del que usted me habla, pues solo alcanza rango de segunda
noticia en el diario que dirige desde las teles Francisco Marhuenda.
El Mundo también lo había planificado así, pues en su
primera edición la portada nos destacaba que "Casado rompe con Sánchez
para evitar las imposiciones de Iglesias", y solo en el faldón informaba
de que "Juan Carlos I regulariza solo cinco de 12 años de viajes en jet
privado". Se corrigió a tiempo Francisco Rosell en segunda edición, pues
aquí ya sí nuestro emérito alcanza el cartel de prima donna en las noticias del
día.
Están sufriendo mucho los viejos templarios del periodismo
patrio viendo cómo se les desmoronan las reliquias, las leyendas con las que
nos mantuvieron entretenidos durante más de 40 años. Me enternecí mucho
escuchando al querido Miguel Ángel Aguilar el otro día en la Ser farfullando
cuarteleras defensas descerebradas de la regularización del emérito, hasta el
punto de que los conductores de Hora 25 (creo que era) lo mandaron callar.
Tiene que ser tristísimo crear un mito y que el hombre que lo encarna no esté a
la altura de tu imaginación. Pero no es el caso. Si estos asombradizos
periodistas veteranos se rasgan las vestiduras, es pura pose. Cualquier persona
medianamente informada sabía de los negocios privados de Juan Carlos I incluso
antes de que Francisco Franco le regalara el máster regio que aun hoy detenta.
Con Juan Carlos I no cae solo la borbónica leyenda, sino la reputación de toda
una generación de periodistas que han sido tan pillados como él, pues ocultaron
durante décadas la verdad a los españoles en un paraíso deontológico tan
descontrolado como las Islas Caimán.
El daño reputacional que todas estas revelaciones están
haciendo a la prensa española es irreversible. Y no es que los periodistas
gozáramos de gran prestigio antes del borbonazo. Pero hoy ya podemos ser
tildados sin aspaviento de colectivo incapaz o mentiroso, a elección del
consumidor.
Poca credibilidad le queda al sector monárquico de la
profesión para convencernos ahora de la honestidad del heredero, un Felipe VI
que se encuentra en la misma tesitura que sus panegiristas. Si no sabía nada de
las andanzas peseteras de su papi, teniendo a sus pies uno de los más loados
servicios de inteligencia del planeta, poco margen le queda para convencernos
de que está capacitado para asumir la jefatura del Estado.
En la otra cara de la moneda opaca, no olvidemos que Felipe
VI era beneficiario de una de esas herencias turbias, al menos. La off shore
Lucum, cuya existencia, como sabéis, hubo de ser desvelada por un diario
británico, The Telegraph. Siempre la pérfida Albión.
Cuesta creer que tampoco supiera nada el nuevo monarca de
esas tarjetas black que sus hermanas y sobrinos manejaban con soltura por los
cortes ingleses de Madrid, a dos tiros de piedra de los espías de Zarzuela.
Sobre todo con los antecedentes familiares que ya había sufrido en carnes
propias. Desde que estallara el caso Urdangarin, nuestro rubio ex príncipe
tenía el deber de vivir con la mosca detrás de la oreja.
Se le han terminado las historias a Sherezade. Hemos nacido,
hemos crecido y moriremos en una monarquía parlamentaria corrupta. Y así
deberíamos hacerlo constar, incluso con orgullo, en nuestra sacrosanta e
inmarcesible Constitución. Y, si queréis estar informados, idos a vivir a
Inglaterra, que es lo que tiene que concluir un buen patriota en estos casos.
Las exportaciones de armas y la fortuna de Juan Carlos I
Tica Font y Pere Ortega
Las movilizaciones y denuncias efectuadas en diversos países europeos por las exportaciones de armas a Arabia Saudí, artífice de la guerra en Yemen, propiciaron que el Parlamento Europeo abriera un debate con posterior resolución que instaba (no prohibía) a los Gobiernos de la Unión Europea a no vender armamentos a este país. A resultas de la cual, países como Alemania, Holanda y Dinamarca optaron por no exportar armas a la monarquía saudí. España, gran amiga de esa petromonarquía a través del ex monarca Juan Carlos I, precisamente el promotor de las ventas de material militar a este país, no las impidió, aunque sí las redujo.
La guerra en Yemen la lleva a cabo una coalición internacional en la que participan la mayor parte de países de Oriente Medio liderados por Arabia Saudí y por Emiratos Árabes Unidos (EAU). Países que, como el resto de los países de esta región, son receptores de armas españolas. Por lo que reducir las ventas de armas de España a Arabia Saudí resulta un engaño si a la vez aumentan las exportaciones a EAU y a otros países de Oriente Medio que igualmente participan en esa guerra. En 2018 España vendió material de defensa a Arabia Saudí por valor de 393 millones de euros; en 2019, debido a la resolución del Parlamento europeo para impedirlas, las exportaciones de armas descendieron a 35,4 millones. Pero, en cambio, las ventas de España a EAU pasaron de 42,5 millones en 2018 a 179,2 en 2019. Si lo extrapolamos al conjunto de países de Oriente Medio, nos encontramos con una situación similar, pues aunque hubo un ligero descenso sobre el total de las ventas de armas, éste fue poco significativo, pasando de 670 millones en 2018 a 586 millones en 2019.
Por tanto, rebajar las ventas de armas a Arabia Saudí, para incrementarlas en EAU y otros países de la región significa, en la práctica, continuar ayudando a alimentar la guerra en Yemen. Una guerra que ha producido más de 110.000 muertos y cuatro millones de personas desplazadas y que ha provocado que las Naciones Unidas pidiera un alto al fuego alertando que la población (de 20 millones de habitantes) necesita ayuda alimentaria y médica urgente. A pesar de ello, España y otros países de la Unión Europea han continuado vendiendo armamentos a diversos de los países de Oriente Medio que forman la coalición internacional que participa en la guerra en Yemen.
Por otro lado, son bien conocidas las prácticas corruptas que rodean muchas de las transacciones comerciales de esas petromonarquías, por los múltiples escándalos en que se han visto envueltas en el cobro de comisiones, entre las cuales las relacionadas con las ventas de armamentos en esa región y que en su día salpicaron a la británica BAE Systems y a la italiana Leonardo, condenadas por los jueces de sus respectivos países. Investigaciones que también se deberían llevar a cabo en España, pues las ventas de armas en Oriente Medio de las españolas Airbus Defence and Space (aviones de transporte militar), Expal (explosivos), Navantia (corbetas de guerra), o Instalaza (municiones y proyectiles), entre otras, bien podrían estar sujetas a prácticas corruptas. Algo ya destapado por el caso Defex (hoy en manos del juez de la Audiencia Nacional De la Mata), una empresa dedicada exclusivamente a las exportaciones de armas de las industrias militares españolas, de la que el Estado, para mayor escarnio, controlaba el 51% de las acciones a través de la Sociedad Española de Participaciones Industriales (donde se cobraban y pagaban comisiones millonarias por las exportaciones de armas españolas).
Por otro lado, son bien conocidas las excelentes relaciones que ha mantenido la familia real española a través de su andadura con las monarquías de Oriente Medio, y de manera muy especial con la familia Saud de Arabia Saudí y con la de EAU. Es precisamente en EAU donde el rey emérito ha ido a refugiarse después de los escándalos surgidos a raíz de haber recibido millonarias remesas de petrodólares de Arabia Saudí por posibles comisiones en la construcción del tren de alta velocidad entre Medina y la Meca. Y ambos países son los dos principales compradores de material militar español en Oriente Medio. Durante la última década (2010-2019), Arabia Saudí ha recibido armas por valor de 1.943,4 millones de euros y EAU, en el mismo período, por valor de 996,2 millones. Operaciones por detrás de las cuales también podrían esconderse posibles comisiones.
Los pasados días 10 y 11 de noviembre la prensa española publicaba informaciones sobre la relación entre el ex-rey Juan Carlos I y el presidente Nazarbáyev de Kazajistán. En ellas se detallaban cacerías y regalos tanto monetarios como en especie al monarca español.
La lectura de esas informaciones obliga a formular dos preguntas. ¿A cambio de qué se produjeron esas donaciones al entonces Rey español? Difícilmente podía haber una relación altruista, pues no parece creíble que el presidente Nazarbáyev, según cuenta la prensa, regalara al rey cinco millones de dólares y otros objetos de valor simplemente por amistad. Es fácil imaginar que por en medio debía haber alguna contraprestación.
Hay que retrotraerse en el tiempo y recordar el papel que tuvo la familia real, y en concreto el rey Juan Carlos I, en el impulso de la industria militar española. El rey emérito fue, en el pasado, el principal agente comercial para las ventas de armas de España en Arabia Saudí y otros países de Oriente Medio, como EAU, Bahréin y Catar. De ahí surge una segunda pregunta: ¿el rey Juan Carlos facilitó a la industria española, y en concreto a su sector militar, la venta de material militar a Kazajistán?
Si se consultan las exportaciones españolas de armamento a ese país entre 2004 y 2019, se observa que los primeros años, hasta 2007, se exporta por muy poco valor y las ventas son sólo de municiones. Sin embargo, a partir de ese año las exportaciones aumentan: en 2007 el gobierno español autorizó ventas por valor de 18,93 millones de euros; en 2012 por valor de 66,1 millones; en 2013 por valor de 1,76 millones; en 2014 por valor de 83,3 millones; en 2016 por 60 millones; en 2017 por 85 millones; en 2019 por 45 millones.
La mayoría de las exportaciones son de material aeronáutico: aeronaves militares y vehículos aéreos o de equipos de imagen militar (Airbus Defence and Space).
Lo singular del tema no radica en que se exporte material militar a Kazajistán, lo más singular radica en que es el único país de Asia Central al que la industria militar española exporta. No se exportan armas a Kirguistán, Tayikistán, Turkimistán o Uzbekistán, solo a Kazajistán. No se encontraba una explicación a esta singularidad y estos días, gracias al periodismo de investigación, se ha encontrado por fin una respuesta plausible: la relación de rey emérito con el presidente de Kazajistán (un país que depende de los suministros militares de Rusia) habría abierto las puertas a la industria militar española. España, hoy, se ha convertido en el segundo suministrador de armas a Kazajistán, por detrás de Rusia y por delante de cualquier otro país europeo. Es evidente que la industria militar española mantiene una relación privilegiada con ese país.
Pudiera ser que el dinero que el presidente Nazarbáyev regaló al rey emérito no fuera tan altruista, sino que saliera de las arcas públicas de Kazajistán o de contratos sobrevalorados, y por tanto vinculados a comisiones de contratos con empresas españolas, ya por adquisición de armas, ya por negocios relacionados con el petróleo.
Se ignoran los orígenes de la fortuna de Juan Carlos I, pues cuando fue coronado en 1975 no la tenía. Pero hay indicios de que se fraguó a través de oscuros negocios que pergeñó el que fuera su administrador privado, Manuel Prado y Colón de Carvajal, quien mantenía por entonces importantes negocios petroleros con Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU). (Colón de Carvajal también estuvo implicado en el posterior escándalo de la descapitalización de la kuwaití KIO, en la que también apareció el nombre de otro corrupto personaje, Javier de la Rosa).