lunes, 23 de septiembre de 2019

Operacíón de criminalización preventiva en Cataluña.






Anaïs Franquesa: “No es la primera vez que las portadas hablan de terrorismo y luego no hay nada”


Entrevista con la abogada penalista y directora de litigios del Centre Irídia de Drets Humans

Justicia

Sato Díaz
 Cuarto Poder.

Miles de manifestantes se concentraron ayer en distintas localidades catalanas en protesta por las detenciones a activistas independentistas que se desarrollaron durante la mañana de ayer. En total, nueve personas fueron detenidas por la Guardia Civil ayer, cinco de ellas trasladadas a Madrid para pasar a disposición de la Audiencia Nacional, dos fueron interrogadas y puestas en libertad con cargos vinculados al terrorismo pendientes de volver a declarar y otros dos, por la noche, seguían presentes en los interrogatorios. En cuartopoder hablamos con Anaïs Franquesa (Villafranca del Penedès, 1983), abogada penalista y directora de litigios del Centro Iridia para la defensa de los Derechos Humanos

Los delitos que investiga la Fiscalía son terrorismo, rebelión y tenencia de explosivos. En las vagas explicaciones dadas ayer por la Guardia Civil, aseguraban que se habían encontrado "sustancias precursoras para la fabricación de explosivos", "anotaciones con los componentes de la Goma-2", pero no esta sustancia, y un plano de un cuartel de la Guardia Civil. La Fiscalía informó que estos integrantes de los CDR tendrían planificado atentar próximamente, cuando se celebrará el segundo aniversario del 1-O y se prevé que se hará pública la sentencia del procés del Tribunal Supremo.

Ayer por la mañana se producían las detenciones de nueve personas vinculadas a los CDR, acusadas de rebelión, terrorismo y tenencia de explosivos. ¿Cuál fue su primera impresión al conocer la noticia?

— Alarma y gravedad. Sobre todo en relación a la gravedad de las imputaciones. Estamos en una situación en la que, hasta el momento, no se ha dado ningún acto de rebelión ni de sedición. Sigo manteniendo que en Catalunya, todo lo que se ha dado hasta ahora han sido movilizaciones pacíficas. En ningún caso ha habido una toma de armas ni la violencia necesaria para considerar delitos de rebelión y sedición, por supuesto tampoco ningún acto de terrorismo por parte del independentismo.

Por ello, alarma y confirmación de lo que nos temíamos: a partir del proceso del Tribunal Supremo el delito de rebelión se pudiera banalizar aún más y utilizar en supuestos de persecución de la disidencia. En todo caso, y se desprende de la nota de Fiscalía y de las declaraciones de la delegada del Gobierno en Cataluya, Teresa Cunillera, estas detenciones se realizan de carácter preventivo de cara a las posibles movilizaciones que se estuvieran organizando tras la sentencia del Tribunal Supremo. Con las detenciones preventivas siempre hay que ir con muchísimo cuidado. Están diciendo que esto no ha sucedido, que se les detiene por algo que podría suceder. Habrá que ver cuáles son los indicios en los que se basan estas acusaciones y qué es lo que realmente han hecho, no lo que podrían pensar que iban a hacer.



— Los delitos de los que se les acusa son muy graves, efectivamente. La Guardia Civil afirma haber encontrado en los registros "precursores que podrían servir para la construcción de explosivos". ¿Qué opina?

— Los delitos que se les imputan son muy graves, los más graves recogidos en el Código Penal en el título contra la Constitución y contra el orden público. Ahí es donde deben extremarse más todas las cautelas y el sistema de garantías del Código Penal. Además, ha habido información muy confusa. Ha salido un vídeo en el que se veía una olla y un líquido que parecía que la Guardia Civil mezclaba con total tranquilidad. En un principio parecía que se hablaba de Goma-2 y luego de otro tipo de materiales que también se utilizan para la pirotecnia. Y en otros medios de comunicación hablaban de que las personas que vivían ahí eran de la comisión de fiestas de la ciudad y que por lo tanto pudiera haber material relacionado con las fiestas populares.

Yo desconozco qué material han incautado, pero me surgen suspicacias y desconfianzas que no son fruto de la nada o de la imaginación, sino de situaciones similares en las que se ha lanzado este mensaje en un primer momento en el que se había encontrado material y luego no era así, como el famoso caso del Comando Dixan, que se atribuyó a las personas pertenencia a banda terrorista islamista radical y luego el material era para hacer jabón, como lejía y otros productos así. En otros casos, como Piñata y Pandora se atribuía a un grupo terrorista, que no había realizado ningún acto terrorista, y luego, efectivamente, también se deshinchó.

Cautela máxima, por supuesto, está en secreto de sumario y desconozco qué material real han incautado. Pero este tipo de operaciones, además tan mediáticas, han acabado en muchas ocasiones en nada y el objetivo era conseguir miedo y desmovilización y se ha conseguido.

Se han relacionado estos registros y detenciones con la proximidad de la celebración del segundo aniversario del 1-O y de que se haga pública la sentencia del juicio en el Tribunal Supremo al procés. ¿Usted cree que están relacionados? ¿Qué consecuencias pueden tener estas detenciones para la sentencia o la reacción a la misma?

"Existe una relación directa con la posibilidad de una sentencia dura por parte del Supremo"

— Creo que existe una relación directa con la posibilidad de movilizaciones como consecuencia de una sentencia dura por parte del Tribunal Supremo. Pero es que esto lo afirma la propia Fiscalía en su nota de prensa, con lo cual, esta relación es muy directa. Uno de los efectos que esto genera es que a nueve personas se les esté imputando estos delitos a pocos días de las movilizaciones, y como atribuyendo que pudieran estar pensando en esta respuesta, pueda tener un efecto desmovilizador: que el resto de personas puedan pensar que por participar en algunos tipos de movilizaciones se les puedan atribuir delitos tan graves como estos. Esto se conoce como el "chilling effect", que precisamente trata de esto: determinadas actuaciones policiales, judiciales o legislativas que buscan un efecto desmovilizador que es contrario al derecho de la reunión o manifestación.

Además, no sería la primera vez tampoco, que ante determinados acontecimientos se lleven a cabo detenciones previas que generalmente tienen como consecuencia este efecto desmovilizador. Nos podemos remontar, incluso, a los Juegos Olímpicos del 92, cuando hubo detenciones preventivas, algo que acabó con una condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos al Estado español por no investigar suficientemente un posible delito de torturas. También se ha visto en huelgas generales o grandes manifestaciones, con detenciones en los días previos.

Dirigentes políticos y sociales independentistas coinciden en que las detenciones forman parte de la estrategia de criminalización del independentismo. ¿No es pronto para hacer esas valoraciones políticas?

— El hecho de imputar delitos de rebelión, sedición, terrorismo o tenencia de explosivos a nueve personas, cuando no hay delitos de terrorismo atribuibles a ningún grupo independentista actualmente en el Estado español y, además, con esta publicidad tiene, en sí mismo, un efecto criminalizador del movimiento y lanza el mensaje de que se pudieran estar preparando este tipo de actos de terrorismo de forma previa. El efecto criminalizador lo tiene de por sí, sobre todo habrá que ver qué indicios y si estos son sólidos en la investigación y en el transcurso de los acontecimientos.



Repito, no es la primera vez que sucede que hay varias portadas de periódicos en las que se habla de detenidos presuntos terroristas y después no ha habido nada. Es que no ha habido delitos de terrorismo hasta el momento, ni tampoco delitos de rebelión o sedición y ya se les está imputando este tipo de delitos. Esa relación yo también la veo.

Sin tener acceso a la causa y, por lo tanto, desconociendo la solidez o no de esos indicios, pero teniendo en cuenta la retrospectiva de otras ocasiones en las que ha sucedido algo similar, lo que vemos es un salto cualitativo muy importante. Por ejemplo, en Piñata y Pandora se atribuía pertenencia a organización criminal, pero jamás se habría planteado la posibilidad de atribuir rebelión y sedición. Parece que ahora en el marco del juicio del Supremo y de persecución al movimiento independentista cualquier cosa puede estar ya relacionada con delitos de rebelión y una imputación bastante a la ligera de delitos graves.

"Si a los Jordis se les condena por rebelión o sedición, la disidencia tiene que ponerse en alerta"

De momento, hay que recordar que la única condena por rebelión en el Estado español en época democrática es por el Golpe de Estado del 23F, esa es la gravedad del delito según está marcado hasta ahora. El hecho de que en la sentencia del Supremo pueda haber una condena por delito de rebelión o sedición a los Jordis, miembros de la sociedad civil que lo que han hecho es participar en movilizaciones masivas, pero pacíficas, y que la acusación se ha centrado en que han convocado, han hecho tuits, llamamientos a la calma...

Si esto puede ser considerado como rebelión o sedición debe poner en alerta no solo al movimiento independentista, sino a todo el Estado español, a los movimientos sociales y la disidencia en general. El hecho de que el marco interpretativo de lo que se considera tolerable o no en términos de disidencia sea mucho más grave en un contexto en el que se llega a hablar de delitos como rebelión o sedición. Es un aviso a navegantes, no solo para el movimiento independentista, sino para movimientos sociales de todo el Estado.

La sentencia del procés, se da por hecho que será dura y que condenatoria. ¿Qué espera de ella?

— El hecho de que se espere que haya condena y que será dura debería preocuparnos de por sí. Hay un clima pro condena y, por lo tanto, la libertad con la que los magistrados tomarán las decisiones debería ser puesta en duda. El clima social es de culpabilidad y no de inocencia, y debería preponderar la presunción de inocencia. Eso es algo que los observadores internacionales del juicio ponían de manifiesto y preguntaban sobre si el hecho de que los magistrados pudieran dictar una sentencia absolutoria sería entendido por la sociedad española. Si habría un clima de respeto en ese sentido a la decisión del Tribunal Supremo. Les preocupaba que el clima partía de la base de que la sentencia ha de ser condenatoria.

Entrando en la sentencia propiamente dicha, después de haber hecho una observación de todo el proceso del juicio, considero que no hay ninguna prueba de que haya delitos de rebelión o de sedición. No hay hechos que encajen dentro de estos tipos penales tan graves, por lo que la sentencia debería ser absolutoria. Si nos ponemos dentro de la óptica condenatoria, lo que si está claro es que si finalmente hay condena, sobre todo en el caso de los Jordis, por el hecho de haber convocado manifestaciones pacíficas, haber hecho llamamientos a la calma y haber hecho labores de mediación con la policía para calmar la situación, esto debería preocupar a todo el mundo. Es un aviso a los movimientos sociales y a la disidencia en general. Sería una criminalización de la disidencia que, considero, vulnera la libertad de expresión, el derecho a la reunión y a la manifestación. Afecta, por lo tanto, al cumplimiento de los derechos fundamentales. Más allá de esto, habrá que esperar a la sentencia en sí para poder hacer un análisis de lo que sucede.
 
https://www.cuartopoder.es/espana/justicia/2019/09/24/anais-franquesa-no-es-la-primera-vez-que-las-portadas-hablan-de-terrorismo-y-luego-no-hay-nada/


 Nota del blog  .. 


 El equipo de prensa de la Guardia Civil ha difundido un vídeo de uno de los registros realizados de madrugada en Sabadell, donde se ve una olla, botes y bolsas sobre una mesa de un almacén. Según ha informado la Directa, este local se habría utilizado para guardar material pirotécnico empleado en el correfoc de la Comisión de Fiestas Populares.



Para 'descubrir este material tan peligroso, el cuerpo militar español ha movilizado a un centenar de miembros equipados con material de guerra.



En la noticia reconocen durante la investigación no sabían que tenían materiales y que ha sido ahora cuando han encontrado cosas que ni siquiera saben si son materias "precursoras" para hacer bombas, o sea material casero, vamos. Con esto reconocen que les estaban investigando como terroristas únicamente por planear acciones como cortar carreteras, levantar barreras de peaje...protestar y manifestarse.

 Recordemos a Tamara, acusada de terrorismo por tener en su casa... alcohol, algodón, botellas, toallitas, etc, cosas normales en una casa, pero que en manos de esa policía política se convierten en materiales para fabricar bombas... en este caso lo mismo.



Lo que se ve en el video de la GC es un hornillo aceite de motor viejo para limpiar tornillos oxidados y arena para pulirlos. Lo de al lado un transformador una cubeta para electrolisis, de metales. Nada de explosivos. Eso si, a oscuras da mucho miedo.



El Guardia Civil que tras entrar en un supuesto almacén de explosivos junto a sus compañeros pertrechados con rifles y chalecos anti explosivos ve un supuesto explosivo y le da vueltas con una cuchara a ver si explota. El video no tiene precio.


Ver  video

https://youtu.be/4fIeGepHaYQ

 Nota posterior .-
Buf .. los planos  no saben ni de que cuartel eran de forma clara .   no se  .pero planos también están en  google maps  , pero además están  las declaraciones de jueces para democracia. .ven irregularidades   raras  ... En una entrevista en Antena 3, González Vega ha considerado que la Fiscalía utiliza una "contundencia" que no es propia de una fase preliminar como la actual sino que se trata de términos más propios de un juicio de acusación. También ha señalado su "sorpresa" por el hecho de que se haya hecho pública información "exhaustiva" cuando el caso está bajo secreto de sumario



Otra cosa que le llama la atención es el hecho de que estén investigados ,  por los delitos de terrorismo y de rebelión y ha recordado que en los casos de ETA nunca se investigaba por rebelión, sino únicamente por terrorismo. Y filtran el sumario .



 Es como si no tuvieran el relato y lo estuvieran aun elaborando, recordemos que este juez ya  cosecho un tongo otra vez , en un  caso  similar . o sea montaron un trampantojo .




Pedro Sánchez esperando a Rivera.

Esperando a Rivera







Pedro Sánchez espera a Rivera. Confía en que los resultados del 10 de noviembre cuadren para lograr un gobierno con el apoyo de Ciudadanos. Esta es la verdad que preside el actual escenario de la política española. Ya desde finales de abril, Sánchez lo tuvo claro y junto con sus asesores diseñó una estrategia con un doble objetivo: golpear a Podemos que es su auténtico enemigo y debilitar a Ciudadanos alejándolo de la hegemonía de las derechas para de este modo hacer más fácil su desplazamiento hacia un acuerdo con el PSOE. El vector de esta estrategia bien urdida era y son las elecciones de noviembre. El PSOE espera aumentar sus escaños, al tiempo que Podemos y Ciudadanos pierden y el PP toma aliento y se recupera en parte (volver al bipartidismo es el sueño de PSOE y PP). Este es el tablero en que Sánchez juega la partida y no otro. Todo lo demás, los amagos de negociación, las peticiones a unos y otros para que faciliten la formación de gobierno, todo eso no es otra cosa que electoralismo. Para Sánchez la campaña comenzó nada más conocerse el escrutinio del 28 de abril. Desde el primer minuto el pilar básico no ha sido otro que desacreditar a todos los demás partidos porque no le regalaban la presidencia. Con ello pretendía difuminar su propia responsabilidad, que es máxima habida cuenta que era el candidato designado por el Felipe VI.
Hasta el 10 de noviembre proseguirán las declaraciones sin mayor valor que lo puramente electoral, en una lucha de relatos y por hacerse con espacios rentables en las urnas. Así por ejemplo que ahora Rivera diga que no pactará con el PSOE no tiene ningún valor cuando la realidad es que se disputa con el PP los mismos caladeros de votos. Las verdaderas intenciones se conocerán a partir del 11 de noviembre.
Que el máximo responsable de estas nuevas elecciones es Sánchez es algo irrefutable. Él sabe que es así y se limita a repartir culpas en un intento de mitigar las suyas. Hay gente que me pregunta ¿cómo es posible que PSOE y Unidas Podemos (UP) no hayan llegado a un acuerdo? La respuesta es clara y contundente: el PSOE nunca ha querido un gobierno con UP, pues sería algo así como meter a la voz de su conciencia en el consejo de ministros. Esa voz sería insoportable para un partido que está haciendo un viaje hacia el social liberalismo y tiene ya poco que ver con la izquierda.
Juzguen si quieren: Sánchez prometió derogar o modificar la reforma laboral de 2012, pero no lo ha hecho; dijo que suprimiría la ley mordaza; prometió sacar a Franco del Valle de los Caídos en el verano; aseveró que no se harían devoluciones de migrantes en caliente, y lo está haciendo; se sumó a la idea de retirar las medallas a torturadores franquistas, pero no ha hecho nada; afirmó que publicaría la lista de amnistiados fiscales; aseguró que implementaría impuestos a la banca y a las grandes multinacionales tecnológicas que operan en España; reconoció que hay que reformar el sistema electoral para garantizar el voto rogado (de quienes viven en el extranjero), nada de nada… Si, es verdad que aumentó el salario mínimo, pero lo hizo por la presión de Unidas Podemos que es el partido que organizó la moción de censura para que Sánchez fuera el presidente en funciones.
No obstante, si tuviera que seleccionar un sólo argumento, uno sólo, para dar la espalda a este PSOE, sería su comportamiento ante la crisis del Open Armas. Alguien me dijo recientemente: “Yo, con un gobierno y un partido que han prohibido salvar vidas en el Mediterráneo, he roto para siempre”. Lo cierto es que los ataques al Open Arms vinieron primero de VOX, luego de las otras derechas y enseguida de la ministra Carmen Calvo quién amenazó al barco salvavidas con sanciones severas al más puro estilo Salvini. Para entonces el ministro José Luis Ábalos ya había dicho más de una barbaridad sobre la tragedia. La señora Calvo y el señor Ábalos son personajes oscuros, desconocen el significado de la palabra empatía.
Pero lo que realmente me tiene sobrecogido es la capacidad de mentir de dirigentes del PSOE encabezados por Sánchez. Debe ser algo compulsivo. Tratan de construir un relato imposible cuando lo cierto es que gran parte de sus propios votantes mueven la cabeza negativamente cuando oyen a Sánchez. Trata de ir de víctima cuando en realidad es un tipo peligroso por su capacidad de tergiversar la realidad y los hechos, es como si hablara de un país que no existe. Su intento de imputar a Unidas Podemos la responsabilidad de unas nuevas elecciones es propio de una personalidad sin escrúpulos, inmoral.
Me ocurre que cuando escucho decir que Sánchez y su partido son de izquierda me duelen los oídos. Siempre pregunto en qué se nota ese distintivo y, en general, pongo a mis interlocutores en un aprieto. Hay algo que no admite discusión: los socialistas se dicen a sí mismos ser de izquierdas lo que no deja de ser un elemento a tener en cuenta. Pero la sociedad está llena de personas y organizaciones que dicen ser lo que no son. Veamos, un candidato y su partido que rechazan gobernar con otro partido de izquierda y lo que buscan es pactar la gobernabilidad con las derechas, ¿en qué punto de la geometría política se encuentra? ¿y si ese mismo partido trata las muertes del Mediterráneo con semejante frivolidad y negligencia, qué tiene de izquierdas?
Es verdad que en lo que tiene que ver con derechos civiles es un partido progresista, pero sus política nunca tocan el modelo económico y a sus poderes fácticos. Ese es el grave problema de una corriente ideológica y política venida a menos y a la que le viene grande decirse socialdemócrata.
¿Qué tiene de izquierda un partido que en Europa vota habitualmente con el Partido Popular, decisiones muchas veces alentadas por la extrema derecha? ¿Saben cómo fue elegida Úrsula von der Leyen presidenta de la Comisión Europea? La ex ministra alemana, conservadora, fue votada por el PSOE, el Partido Popular Europeo, los liberales donde se encuadra Ciudadanos y los ultraconservadores polacos que representan a la extrema derecha europea. Al menos ocho delegaciones socialistas, entre ellas, Alemania, Holanda y Austria, rechazaron votar a la ex ministra de defensa alemana. C laro que el PSOE buscaba el nombramiento de Josep Borrell como Alto Representante de la Política Exterior. Ya lo tiene.
Sí, Sánchez quiere un aliado que guste a los círculos de empresarios, al IBEX 35, a los poderes fácticos y a los nacionalistas españoles. Quiere a Rivera que es un político de cartón, voluble y manipulable. Unidas Podemos haría bien en cerrar filas y machacar la verdad de que el candidato socialista sólo ha esperado y espera a Ciudadanos, un partido servil a los poderosos que odia la idea de plurinacionalidad y quiere cargarse las autonomías. Con semejante gobierno no dormiremos bien.

 Nota del blog  ..

UP ha cedido múltiples veces,

- En la moción de censura permitió un gobierno en solitario del PSOE.

- Renunció a los ministerios de "estado".

- Renunció a manifestarse sobre Cataluña una vez hubiera sentencia y prometió respetar las decisiones del gobierno para esa CCAA.

- Aceptó el veto de Sánchez ( ¿ Imaginamos  a Sánchez haciendo lo mismo?).

- Propuso un reparto de coalición claramente desfavorable y no proporcional a los escaños que aportaba.

- Propuso un gobierno de coalición desproporcional en periodo de prueba, donde si no salía bien se apartaba y mantenía la lealtad a Sánchez. 

 Y no hicieron  , lo único que debían hacer , dadas las circunstancias.

Si UP hubiese decidido votar la investidura y pasar a la oposición, con o sin acuerdo programático y sin aceptar ningún cargo, ni en Consejo de Ministros ni los intermedios que ofrecía el PSOE, ahora mismo tendríamos un gobierno en minoría de Pedro Sánchez al que se podrían arrancar por medio de la presión parlamentaria avances importantes para la clase trabajadora y a UP como portavoz de las aspiraciones populares en el Parlamento, y con tiempo además para reorganizarse y adquirir fuerza durante cuatro años. 
Empeñarse en un gobierno de coalición que se sabía imposible desde el primer día y luego culpar al empedrado del propio hundimiento carece de sentido.

Como ese discurso providencialista de la propia acción política según el cual un gobierno es de izquierdas sólo si estoy yo en él. No señor. Un gobierno es de izquierdas si:

1º Tiene un programa de izquierdas.

2º Existe un bloque social consciente, movilizado y con fuerza suficiente para obligar al poder a ejecutar el programa.

3º Hay estructuras democráticas dentro y fuera del Estado que garantizan la participación y control del poder por la ciudadanía.

Si estos elementos no se dan (y en la actual situación de desmovilización y además dentro de un gobierno conjunto con el PSOE del que se sería la parte más débil no se da) no hay gobierno de izquierdas por muy cojonudos que sean los ministros.

 Si ahora encima se presenta  Iñigo Errejón  la jugada les salió perfecta  , aunque PSOE y Cs no sumen ya tenemos otro tripartito y el Ibex 35  puede dormir tranquilo .

Pero   esto no paso sin truco  ,ni la presidenta  del Congreso ni el Rey  le  dicto a Pedro  que tenia presentarse otra vez como dice la Constitución .  El truco-tongo ya  es viejo ya paso con Rajoy.. 


domingo, 22 de septiembre de 2019

El esperpento del 78



Elecciones y crisis del régimen .

Miguel Salas

22/09/2019
En una conocida escena de Luces de Bohemia de Valle Inclán, exclama Max Estrella: “La tragedia nuestra no es tragedia”. “Pues algo será” -le responde Don Latino- “El esperpento” -sentencia Max. Un esperpento ha sido la vida política desde las elecciones del 28 de abril. Como en la obra de Valle Inclán, los espejos cóncavos o convexos (o las negociaciones que no eran negociaciones) se han utilizado para tapar las verdaderas intenciones del principal responsable del fracaso, Pedro Sánchez, que se decía de izquierdas, quería el apoyo de la derecha mientras ninguneaba y machacaba a su izquierda. Hasta en la Corte de los Milagros para que se produzca alguno se necesita cierta voluntad, sea divina o humana, y parece claro que el único y verdadero deseo era volver a convocar elecciones.
La frustración, desolación, enfado, cabreo e indignación de millones de electores con el esperpento de los dirigentes políticos tendrá que encontrar la manera de expresarse el próximo 10 N, pero, sobre todo, tendrá que analizar y sacar conclusiones de lo sucedido. Desde casi todos los ámbitos de opinión se lanza la explicación de que la responsabilidad es de los partidos, de sus dirigentes, de los egos de cada uno de ellos… es la manera de seguir tapando el problema de fondo de la crisis política y social que arrastramos desde hace años. No hay duda de que cada uno de ellos tiene su mayor o menor responsabilidad, pero lo importante es analizar las razones por las que no ha sido posible el acuerdo. 
A pesar de ese desbarajuste, hay que rechazar las reacciones antipolíticas. Por ejemplo, quienes atacan la repetición electoral por los 135 millones de euros que cuesta. Cierto que es una cantidad que podía haberse dedicado a otras necesidades más urgentes, pero esa cantidad es irrisoria si la comparamos con los 5.000 millones que costará salvar las autopistas que rodean Madrid, o los más de 60.000 millones que costó salvar a la banca, o los cerca de 2.000 millones que se tienen que pagar por el fracking realizado frente a las costas de Castellón. Protestemos por ese robo organizado por las componendas entre gobernantes y capitalistas y coloquemos cada cosa en su sitio. La democracia, incluso ésta tan imperfecta y limitada, es para ejercerla y de todas maneras es más barata que sostener a los parásitos del aparato del Estado o salvar muchos de los negocios de los capitalistas.
Frente al fracaso de los actuales dirigentes políticos, surge a veces la tentación de la consigna fácil “que se vayan todos”. Tuvo una cierta repercusión en alguna de las recurrentes crisis argentinas, pero el problema es quién representa la alternativa o cómo construir esa alternativa; porque se pueden ir todos, pero vendrán otros y el problema esencial, como se está viendo en el actual proceso, es el atraso en la conciencia y la organización para la construcción de una alternativa que represente los intereses y las necesidades de las clases trabajadoras. Sin esa alternativa, la fórmula “que se vayan todos” es también una expresión antipolítica, un totum revolutum en el que se mezclan o desaparecen las clases sociales, las derechas y las izquierdas, quien defiende lo privado o lo público, o quien defiende la vuelta a un neo franquismo.
Las verdaderas dificultades para formar un gobierno no se explicarían solo por la ineptitud o egoísmo de los dirigentes, sino que tienen su verdadero origen en la crisis del régimen monárquico actual. El régimen surgido del pacto de la Transición en 1978 se diseñó para que funcionara mediante una alternancia bipartidista, más o menos regular, y así lo ha hecho durante más de treinta años. En todas las elecciones un partido lograba una mayoría suficiente, fuera absoluta o no, que con ciertos apoyos puntuales le permitía una cierta estabilidad parlamentaria. Un diseño, con determinadas diferencias, copiado de la primera Restauración borbónica (1874-1923) en la que conservadores y liberales se repartían amigable y alternativamente el poder. Ese sistema, uno de los pilares del régimen del 78, ha fracasado, aunque tanto PSOE como PP quieran recuperarlo, al igual que la Monarquía y los capitostes del Ibex 35. Pero ya no existe y, hagan lo que hagan, su resurrección parece bastante difícil.  
Dos elementos están en la base de este fracaso. Por un lado, el agotamiento, la caducidad del propio régimen y la corrupción que penetró en prácticamente todas las estructuras del Estado. Por el otro, importantes movilizaciones de masas que sacudieron a este país. Del 15 M, de las plazas y de la movilización de la juventud, surgió un poderoso movimiento que aspiraba a cambiar las cosas de arriba abajo y puso en cuestión el régimen político y el bipartidismo, cuya expresión política son Podemos, los Comunes, las confluencias políticas y el movimiento de cambio municipalista. El movimiento soberanista e independentista catalán exigiendo el ejercicio del derecho de autodeterminación ha hecho temblar el régimen y ha puesto de actualidad la república, ya sea catalana, vasca, gallega o española. Además, la represión y la inmediata sentencia a los dirigentes políticos y sociales catalanes hace imposible uno de los elementos de gobernabilidad de los últimos treinta años: el apoyo del partido de la burguesía catalana, la antigua Convergencia, al bipartidismo.
La caducidad de un régimen político se expresa también cuando reiteradamente es incapaz de dar respuesta a los problemas más importantes de la sociedad. El crecimiento de la desigualdad, la falta de perspectiva para la juventud, el deterioro de los servicios públicos, la precariedad y los bajos salarios, el precio astronómico de la vivienda, el recorte de derechos y libertades, un poder judicial al margen y por encima de la sociedad, etc. Al mismo tiempo, los grandes capitalistas siguen acumulando y defendiendo sin pudor sus intereses y la sociedad comprueba que el sistema y las políticas de los partidos, por muy buenas que sean sus intenciones, chocan con el entramado de leyes, presiones, organizaciones de los poderosos que impiden hasta pequeñas concesiones que podrían mejorar las condiciones de vida de la mayoría. No es por casualidad que uno de los primeros en declarar públicamente la necesidad de repetir elecciones fuera el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. El 4 de julio declaró: “Si no hay capacidad de un acuerdo, si hay elecciones, las encuestas dicen que se aclararían más las cosas […] pues igual es mejor esperar a noviembre y tener un país más tranquilo que uno más inestable a corto plazo”. Quizás esa opinión, con el apoyo explícito de la patronal, haya pesado más que las negociaciones que no fueron negociaciones. A Pedro Sánchez le quita el sueño un supuesto gobierno con la presencia de Podemos, pero parece duerme bien con las imposiciones de Bruselas o manteniendo el legado de Rajoy, en la reforma laboral, en los recortes sociales o en la Ley Mordaza.

El espejo de la primera Restauración
La repetición de elecciones o largos periodos sin gobierno son una clara expresión de inestabilidad política, de que han dejado de funcionar los mecanismos que durante decenios aseguraban una cierta estabilidad. El ejemplo de Italia es característico y tiene su propia dinámica histórica. En Bélgica, estuvieron más de un año sin gobierno, incapaces las diferentes fuerzas políticas de ponerse de acuerdo. El Brexit ha colocado a Gran Bretaña en un largo periodo de inestabilidad. En el caso del Reino de España, hay que volver a los años 20 del siglo pasado para encontrar un periodo de inestabilidad política y social que anunciaba el final de lo que se llamó la primera Restauración borbónica.
Entre 1916 y 1923 se convocaron en España cinco elecciones generales (abril 1916, febrero 1918, junio 1919, diciembre 1920 y abril 1923) En ese periodo hubo trece crisis de gobierno y treinta crisis parciales (cambios de algunos ministros). La historia no se repite, pero su conocimiento es siempre muy útil. La crisis del régimen del Borbón Alfonso XIII tenía razones profundas: guerra mundial, grandes luchas de clases, conflicto con Cataluña, etc. y pretendieron afrontarla al estilo lampedusiano, cambiando algo para no cambiar nada. El historiador Miguel Martínez Cuadrado lo explica así en La burguesía conservadora: “Pero el deterioro del funcionamiento institucional sólo podía razonablemente resolverse mediante el procedimiento previsto en el interior del propio sistema: Reformar la Constitución”. ¡Parecen palabras escritas hoy mismo! “Las resistencias conservadoras -continúa- lo hicieron imposible. Precipitaron a la corona hacia la alianza con los sectores civiles y militares intransigentes […] en contra del parlamento, en contra de los partidos históricos que en verdad ya estaban desfasados, en contra de las nuevas fuerzas democráticas, en contra de la comprensión del ascenso de las masas populares […]. La solución más aparentemente elemental, reformar la Constitución de 1876 por unas Cortes cuasi-constituyentes nacidas desde dentro y no desde fuera del sistema, resultó en última instancia barrida”. La cita es larga pero instructiva. En la larga decadencia del reinado de Alfonso XIII hubo que pasar por lo que podríamos llamar las tres R. Primero se intentó la Regeneración, tras la pérdida de las últimas colonias en 1898; luego se habló de Renovación, que por la cita anterior hemos visto no llevó a nada, y finalmente tuvo que ser la República la que acabara con ese régimen. Aunque, lamentablemente, antes hubo que pasar por la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930).
Para la mayoría del arco parlamentario las propuestas de cambio se concentran en una supuesta reforma de la Constitución que saben que es prácticamente imposible, excepto, claro está, cuando se trata de pagar a los bancos antes que salvar a personas, o de aplicar el antidemocrático artículo 155. Porque la misma idea de reformar la Constitución pone patas arriba todo el entramado definido en el pacto de 1978 y escorado hacia la derecha en las sucesivas interpretaciones que el Tribunal Constitucional ha ido definiendo a lo largo de los años. Y porque es evidente que una reforma constitucional de profundidad implicaría abordar una salida al conflicto catalán y la sociedad podría plantearse el problema de para qué seguir manteniendo a la monarquía. Se puede hablar del tema, pero mejor no tocarlo.
Todo parece indicar que las elecciones del 10 N no cambiarán el panorama político y, si es así, no harán más que agravar la inestabilidad y la sensación de parálisis total. Por eso es más urgente plantear las alternativas posibles de cambio con perspectiva republicana y constituyente, la alianza política y social de las izquierdas y el soberanismo e independentismo para abordar cambios sociales y políticos, de mejora de las condiciones de vida de la mayoría y de cambios democráticos para resolver los problemas territoriales. Siempre se encuentra gente que con la excusa de la “correlación de fuerzas” expresa que no hay condiciones para tal perspectiva y se acaban adaptando a lo que hay, y por eso aún se hace más complejo construirla. En lo inmediato, habría una alternativa de gobierno que se expresó en la moción de censura contra Rajoy, una alianza entre las izquierdas y los independentistas y soberanistas catalanes, vascos y gallegos. Pero la principal fuerza, el PSOE, no quiere ni oírla. Esa sería una fórmula de estabilidad para afrontar los problemas; las otras, hasta ahora, no han ofrecido más que la inestabilidad que se expresa en esta nueva repetición electoral.
Miremos un poco más allá de las próximas semanas y de las campañas electorales para preguntarnos sobre las razones de esta crisis, como hace el escritor Isaac Rosa en su columna de El Diario de 18 de septiembre: “No sé, igual es que la crisis política española no es la crisis de estos o aquellos partidos, sino mucho más profunda, y por supuesto no se va a arreglar votando más veces ni creando más partidos. Después de una crisis económica y social que ha dejado tantos destrozos, desigualdad e incertidumbre, tampoco es tan raro que el país se vuelva tan ingobernable e inestable como las vidas de tantos ciudadanos”.

sindicalista y miembro del consejo de redacción de Sin Permiso
Fuente:
www.sinpermiso.info, 22-9-19

 Nota del blog .-  Con la entrada de MAS Madrid y Errejón  ,   es solo otro síntoma  de como el bipartidismo se descuartiza ..  por un lado PP-Cs-Vox  por otro  PSOE-UP-MAS quitará  votos al PSOE y a UP  pero solo en Madrid .

 
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sábado, 21 de septiembre de 2019

En favor de la antropología.

21-09-2019
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¿Para qué la antropología? ¿Para quién?



Lejos estamos los practicantes de la antropología y otras disciplinas afines de sustraernos a los imperativos éticos que como ciudadanos y científicos sociales nos determinan en un mundo que no avanza en la solución de los problemas seculares que asolan a la mayoría de los seres humanos. Por el contrario, la mundialización capitalista, militarizada y necropolítica, ha agravado a tal grado las condiciones de la vida en el planeta, que muchos analistas consideran que estamos al borde de un colapso civilizatorio que pone en riesgo la existencia misma de la especie humana. Esto es, vivimos una crisis integral, multidimensional, cuya duración, profundidad y alcances telúricos, el tiempo y la ciencia misma se encargarán de demostrar si es de mayor envergadura que las precedentes. A partir de ser conscientes –desde las clases subalternas– de este horizonte de colapso, la pregunta que hacemos los antropólogos es: ¿cómo enfrentar, con responsabilidad y coherencia éticas, los retos de una ciencia social comprometida con los desposeídos, la democracia participativa, la autodeterminación de pueblos y naciones dominados, las luchas contra el imperialismo, la explotación capitalista y contra toda forma de patriarcalismo, racismo y discriminación?
Estos desafíos de la ciencia social están relacionados con las transformaciones que por más de cuatro décadas ha provocado en el ámbito mundial la trasnacionalización neoliberal capitalista. Muchos de los procesos, sujetos y actores sociales de estudio de la antropología: la desigualdad y exclusión; los pueblos indígenas y sus autonomías; las dinámicas e identidades socioculturales; la relación entre lo local y lo global; la violencia, racismo y xenofobia contra los migrantes; la cuestión agraria-campesina, han sido marcados por esta mundialización, que también ha significado un cambio en la naturaleza del Estado-nación y una verdadera transformación geopolítica del mundo.
El desmantelamiento del Estado benefactor y su trasnacionalización, ante la crisis de acumulación de la década de los años 70, marca el inicio de las políticas neoliberales, junto a las transformaciones tecnológicas en la informática y las comunicaciones, así como la posterior apertura de los mercados del antiguo bloque socialista, incluyendo China y Vietnam, por lo que no debe extrañarnos que la globalización misma se convierta en objeto de investigación por estudiosos como Marc Abélès, Arjun Appadurai o Isidoro Moreno, quienes desarrollan temas como: Estado-nación, ciudadanía, sociedad civil, terrorismo, violencia etnocida, memoria colectiva, y, añadiría, militarización, contrainsurgencia y terrorismo global de Estado. Nuestros vecinos sociólogos refieren, incluso, a una mutación de las ciencias sociales.
Teniendo un sustrato económico que abre las fronteras nacionales al capital trasnacional, particularmente a su fracción financiera especulativa, para garantizar condiciones óptimas de rentabilidad, la recolonización capitalista neoliberal se manifiesta como una guerra contra la humanidad en los espacios políticos, ideológicos y culturales de nuestras sociedades por la intervención permanente y decisiva del Estado. Contrario a lo que afirman los ideólogos neoliberales, el actual Estado nacional de competencia, término introducido por Ana María Rivadeo, no se debilita; se fortalece en sus funciones y aparatos represivos para garantizar la estabilidad social a través del control autoritario y coercitivo de la fuerza de trabajo, y la criminalización de la protesta social. Tiene razón Atilio Borón en que la globalización neoliberal no ha hecho desaparecer los estados nacionales y en que seguimos viviendo en un mundo de ellos. Para los estudiosos de la cuestión nacional queda claro que, si bien la explotación y el despojo se mundializan, la dominación es mediada por estados nacionales. Esto es, el imperialismo, que Michael Hardt y Antonio Negri diluyen en su noción de imperio, pasa inexorablemente por estructuras nacional-estatales de mediación, no es un factor externo, sino que opera a través de una articulación entre la clase dominante en el ámbito global, la burguesía imperial, y las clases dominantes en la periferia del sistema, a las cuales dicta sus condiciones.
Hace cinco décadas, la antropóloga estadunidense Kathleen Gough expresó: “la ciencia social, como toda ciencia, deviene moral y socialmente sin sentido o dañina, si sus habilidades y conocimientos no son periódicamente referidos a la pregunta: ‘¿con qué propósito la ciencia y para quién?’ Si nosotros dejamos de lado este interrogante, abandonamos la búsqueda de sabiduría y renunciamos a ser intelectuales en el sentido significativo del término. Con la pérdida de responsabilidad para nuestro aprendizaje, dejamos también de ser sociales y por consiguiente humanos” (Theodore Roszak (Editor). The dissenting academy. Pantheon, 1967).
¡Esta interrogante está más vigente que nunca!

Fuente: http://www.jornada.com.mx/2019/09/20/opinion/022a2pol

viernes, 20 de septiembre de 2019

La profunda crisis existencial del Régimen del 78.

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¿Es reformable el régimen del 78?



Diario16




En los inicios de la transición Santiago Carrillo Solares clamó sin ningún resultado por un gobierno de concentración nacional; el establishment menospreció tal petición. Y es que a pesar de haber renunciado a la ruptura democrática, una cosa es que el poder te de un pequeño rincón en el reino y otra cosa ocupar uno de los tronos de ese reino. En Italia, la fuerza electoral y social del PCI, llevó a que sectores conservadores como el asesinado presidente Aldo Moro se planteasen el llamado “compromiso histórico”, la entrada de los comunistas al gobierno a cambio de que renunciasen a principios básicos de transformación social. Pero a pesar de que esas renuncias fueron patentes, se les siguió negando la entrada al gobierno, probando formulas como un pentapartido que acabó en el marasmo de la corrupción y besando a la mafia. Y es que en Italia o España, aquí con los herederos del Régimen del 39, los comunistas seguían siendo comunistas aunque se vistiesen con el traje de seda del eurocomunismo.
La actual situación de bloqueo político es consecuencia de la crisis de uno de los puntales del régimen, el sistema bipartidista canovas-sagastiano (PSOE-PP), el cual consistía básicamente en una alternancia gubernamental sin que nada cambiase en lo sustancial; elegir entre una España que muere y otra que bosteza, como dicen los versos de Machado. Ahora los números no dan y todo el mundo parece alarmado, como si viniese el apocalipsis. Las negociaciones PSOE-Podemos y otros posicionamientos tienen análisis para todos los gustos, pero escasean aquellas que sitúen el contexto político de fondo: la profunda crisis existencial de Régimen del 78.
Para empezar creo que las altas instancias del Estado español son un coto cerrado de poder donde mandan, desde fuera, las clases extractivas y desde dentro, unas élites endogámicas que se perpetúan desde hace tiempo. Es por ello que sienten como un allanamiento de morada cuando alguien que consideren ajeno, pretenda formar parte, aunque sea en puestos secundarios, del cuarto de mando. Lo primero que estuvo claro en las negociaciones es que los chicos y chicas podemitas, no podían acceder a los ministerios “estado”, cuestión no baladí. En esos ministerios están, entre otras cosas, las jugosas cloacas del estado, solo hay que ver la larga lista de secretos oficiales que tenemos, para deducir el miedo existente a que miradas vírgenes puedan detectar los vicios inconfesables en la maquinaria del poder. Y eso que esa maquinaria tiene mucha capacidad para hacer mudos hasta los más partidarios de la glasnost-transparencia.
Otro aspecto de las negociaciones es la cuestión social, al cual se ha agarrado Podemos, como es lógico por su base social y electoral, tanto en el programa, como en la gestión. En este terreno me parece que existe una gran confusión entre estado social y garantista, y estado paternalista. La dictadura franquista tuvo, y mucho, de estado paternalista, nada, de estado social. Aquí la cuestión se muestra meridianamente clara, el PSOE estaba dispuesto a ceder pequeñísimos avances y administración de cuestiones sociales, pero no que tocasen el poder y los intereses de las clases extractivas que antes citaba. Por otra parte no cabe hacerse ilusiones, pues como la señal de Dante ante las puertas del infierno, la gestión neoliberal impone sus criterios por encima de cualquier mandato y el anuncio de otra crisis (como si se hubiera ido la anterior), posibilita, como ocurriese con el gobierno de Zapatero, se termine cediendo a las imposiciones del poder económico. Basta mirar que todos los ministros económicos del PSOE, de Miguel Boyer a Nadia Calviño, han sido tecnócratas neoliberales que en poco se diferencian del que fuese presidente del FMI y ahora político preso.
Otra cuestión destacable es el tema de Cataluña. Para el Régimen del 78 (y el PSOE es el principal partido de ese régimen), la unidad de España es sagrada, no democrática y ahí está el artículo octavo de la constitución dando legitimidad a la violencia del ejército. Así se pedía a Podemos que fuese fiel en el tema y hasta Pedro Sánchez, como buen nacionalista español esencialista, se escandalizaba por el apoyo al derecho de autodeterminación de los morados. Debía recordar el imitador de Obama que cuando su partido era demócrata y socialista, apoyaba tal derecho. Aquí cabría lanzar una pregunta al aire: ¿Se está dispuesto a aceptar la represión del estado y la violación de Derechos Humanos con tal de ocupar unos sillones ministeriales?
Ignoro como acabará el culebrón, incluso si tendremos un segundo asalto tras unas nuevas elecciones generales, pero las tímidas propuestas reformistas chocan con un régimen en fase involutiva cuya reacción esta siendo volver a sus orígenes: el autoritarismo. Además, en el Régimen del 78 el estado es Dios y a la derecha de Dios padre solo se sientan los muy elegidos.
Fuente: http://diario16.com/es-reformable-el-regimen-del-78/


 y verhttps://elpais.com/ccaa/2019/09/20/catalunya/1569002378_807478.html  ...

jueves, 19 de septiembre de 2019

El rey se sitúa al margen de la Constitución.

El rey se sitúa al margen de la Constitución.

No se puede aceptar la decisión del rey, disolviendo de facto las Cortes Generales al afirmar que no propone, en contra del texto constitucional, a ningún candidato a la Presidencia del Gobierno

 





miércoles, 18 de septiembre de 2019

La ( presunta ) corrupción judicial sistémica en España.

Denuncian a España ante la UE por la corrupción judicial sistémica


En el documento presentado ante el Departamento de Justicia de la Comisión Europea se ponen como ejemplo de dicha corrupción las prebendas de los tribunales al Banco Santander o el poder del lobby de los grandes despachos de abogados que tienen poder de acceso inmediato a jueces y fiscales

España ha sido denunciada ante la Comisión Europea por corrupción judicial, y no será la última, puesto que la ciudadanía ya ha puesto el grito en el cielo por el funcionamiento de la Justicia, sobre todo en lo referido a la priorización de los intereses de las élites frente a los del pueblo. La denuncia ha sido presentada por un abogado que tiene que luchar día a día contra esas dictaduras privadas que tienen contralados los tribunales a través de terceros, por medio del lobby de los grandes bufetes.

La denuncia, a la que Diario16 ha tenido acceso, parte de los datos del Eurobarómetro que constatan el amplio descredito de la Justicia entre la ciudadanía, que cada año va en aumento y muestra de ello es que la mayoría «considera necesaria una reforma profunda y urgente de la Justicia por su corrupción sistémica», afirma la denuncia. Esa desconfianza en la Justicia tiene diferentes causas como las presiones políticas y las injerencias o presiones de intereses económicos.

Según los datos del Eurobarómetro realizado a las empresas españolas, éstas tienen una percepción muy negativa de la independencia de los jueces y los tribunales «por las presiones por intereses económicos de las entidades involucradas en las causas judiciales», indica el documento presentado a la Comisión Europea.


Además, la denuncia hace referencia a los datos del CIS del mes de julio en los que se «recoge la mala consideración que tienen los españoles sobre la Justicia y la corrupción de los jueces, que consideran en un 80% que es bastante o muy necesaria una reforma de la Administración de Justicia porque al 59% les inspira poca o ninguna confianza, puesto que el 51% considera que el grado de independencia de los jueces es bastante bajo o muy bajo por su politización y corrupción».


La denuncia, además, hace referencia a que dentro del propio poder judicial existen profesionales que, desde el anonimato, «han reconocido la existencia de presiones y sobornos para orientar la resolución de asuntos en una dirección determinada. Así se refleja en el resumen de los informes 2016‐2017 de la Red Europea de Consejos Judiciales12 sobre las encuestas sobre percepción de independencia realizadas entre jueces europeos».

Hay que recordar cómo el mal funcionamiento sistémico de la Justicia española y del Tribunal Supremo ha sido constatado por el Servicio de Compliance de la Unión que ha detectado más de sesenta casos en los que el Tribunal Supremo omitió su deber de instar cuestiones prejudiciales ante el TJUE, tal y como publicamos en Diario16.

La denuncia incide en el hecho de que el problema se encuentra en que, a pesar de las constantes denuncias de la ciudadanía y de los abogados, el Consejo General del Poder Judicial, el encargado de sancionar las conductas presuntamente corruptas de los jueces, archiva todas las quejas presentadas «en una clara muestra de su corporativismo, haciendo inútil cualquier tipo de denuncia de corrupción contra los jueces que sistemáticamente “caen en saco roto” y quedan impunes sin sanción. Tan grave es la situación de corrupción de los jueces y su órgano de gobierno, el CGPJ, que una asociación de ciudadanos se vio en la necesidad de denunciar al CGPJ “por corrupción sistemática y prevaricación permanente”», se afirma en el documento.

La denuncia incide en el hecho de que todas las quejas y los actos denunciados por parte de la ciudadanía o de la sociedad civil ponen de manifiesto que en España no es operativo formular denuncias por las actuaciones de los jueces ante el CGPJ porque son archivadas sin «siquiera incoar el correspondiente expediente para realizar una mínima investigación de los hechos, razón por la que nos vemos obligados a formular esta denuncia ante la Comisión Europea para que realmente se lleve a cabo una investigación para esclarecer la situación de corrupción judicial sistémica consentida por el Reino de España», se indica en el documento.

Como ejemplo muy claro de la situación de presunta corrupción judicial, la denuncia muestra el caso del trato que desde el Poder Judicial se le da al Banco Santander, pero eso es otro asunto que trataremos más adelante.