miércoles, 16 de agosto de 2017

El País y la tortura en Venezuela.

Análisis de nota “periodística” aparecida en El País (España)
“Las voces de la tortura en Venezuela”



El pasado 10 de agosto el Medio español El País tituló en su portada digital: “Las voces de la tortura en Venezuela” acompañada de una foto en la que se ve un joven con su rostro 2/3 de su cabeza vendada.Al título le acompañaba el subtítulo: “Cuatro víctimas relatan el trato cruel y los abusos de las fuerzas de seguridad mientras estaban detenidos por protestar.”
El trabajo “periodístico” está firmado por una joven venezolana: Maolis Castro.
Al ir hacia el desarrollo de la nota se podrá notar la permanencia del título junto a su subtítulo. Comenzando nota con un video titulado: Venezuela: “La ONU denuncia violaciones de derechos humanos.” Que no entraremos a analizar aquí, pero que comienza curiosamente con una frase muy particular: “entrevistas realizadas a distancia”. Como podrán notar, Título-Subtítulo+Video, se está utilizando una técnica de manipulación que podríamos definir como Asociación. Al asociar título-subtítulo (que insinúa Dictadura) junto al video (ONU, que reconoce actuar de lo que se insinúa).
Si bien la nota “periodística” no señala en ningún momento palabras claves como “Dictadura” o “Régimen”, en el fondo ya lo está dando a entender con su título, subtítulo y foto del supuesto “torturado”.
Si tuviéramos que ponerle un nombre a la técnica utilizada para comunicar, sería lo que en las técnicas visuales se denomina: Reticencia. Técnica definida por D. A. Dondis, en La Sintaxis de la Imagen: “es una aproximación de gran comedimiento que persigue una respuesta máxima del espectador ante elementos mínimos.”
La palabra “tortura”, lamentablemente nos transporta a las prácticas que fueron utilizadas por múltiples dictaduras instaladas en Latinoamérica el siglo pasado. Prácticas que incluso podrían ser inimaginables.
Por tanto, título y subtítulo ya sugieren la existencia de una “dictadura” o “régimen” cuando señalan palabras claves como “tortura” o frases como “trato cruel y los abusos de las fuerzas de seguridad”.
En el texto desarrollado se presentan 4 testimonios, protagonistas de la nota, supuestamente “torturados”, además de las voces de tres órganos supuestamente neutrales que “certifican” las violaciones a los Derechos Humanos por parte de las fuerzas de seguridad venezolanas, y sumado al hecho de la declaración de un órgano prestigioso, y supuestamente neutral, que también “certifica” las violaciones a los DD.HH. en el país.
El primer testimonio, de sexo femenino, estudiante, señala haber sido víctima de agresión verbal y física; y ser objeto de abuso y robo, llegando a ser liberada cuando “se hizo viral una foto en la que aparecía siendo arrestada”.
Párrafo 1.
[“¡Arrástrate como un gusano!”, gritaban soldados a Paula Colmenarez Boscán, una estudiante de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, tras ser detenida en el este de Caracas en una movilización contra Nicolás Maduro en julio. “Me arrestaron decenas de militares. Me manoseaban la entrepierna mientras me trasladaban en una motocicleta. Me cubrieron la cabeza, me golpearon y robaron el celular. Solo me liberaron cuando se hizo viral una foto en la que aparecía siendo arrestada”, dice.]
Acá los símbolos que aparecen es que es estudiante y es mujer. El símbolo más fuerte es que es mujer, que dentro de nuestra cultura machista sigue siendo símbolo de debilidad. “Decenas de militares” la “arrestaron”. Punto seguido señala: “Me manoseaban la entrepierna”. La imagen que podría proyectar es la de una docena de militares manoseando su entrepierna, sin embargo, los manoseos supuestamente fueron mientras la trasladaban en motocicleta. El dato curioso es que, según ella, fue liberada cuando “se hizo viral una foto” en la que ella aparecía siendo “arrestada” y en ningún momento señala el tiempo que duró su detención. ¿Horas? ¿Días? ¿Años?
Una fotografía de una persona siendo arrestada y que se “viraliza”, ¿puede dejar en libertad a una persona? ¿Está dando a entender que, al arrestarla, la arrestaron por nada?
La inmediata liberación de una persona, muy bien podría deberse a delitos menores. Pero ella presume que fue liberada porque se viraliza una foto. Leopoldo Lopez, un símbolo de la oposición venezolana, a pesar de toda la presión nacional o internacional nunca ha sido liberado por “presión”, pero una foto que se hace “viral” sí libera a una persona, ¿verdad?
El siguiente párrafo es la explicación de un hecho que está puesto como para validar el primer testimonio:
Párrafo 2.
[Su ejemplo ha alertado a instancias internacionales acerca de la creciente represión en Venezuela. El martes, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas señaló al Gobierno de Maduro por el uso “generalizado y sistemático” de “fuerza excesiva” contra miles de manifestantes. El comunicado denunciaba detenciones arbitrarias, tratos crueles y torturas a disidentes durante las protestas de la oposición, que han entrado ya en su quinto mes. Tarek William Saab, defensor del pueblo y fiscal general designado por la Asamblea Nacional Constituyente, no respondió a EL PAÍS sobre este informe.]
El párrafo, como podrán notar, comienza con un “Su ejemplo ha alertado”, no dice “Ejemplos como los de ella ha alertado”. Lo que podría dar a entender que el testimonio del primer párrafo “ha alertado a instancias internacionales”. Y punto y seguido, la periodista de El País expone el hecho del comunicado emitido por la ONU. Aquí la periodista señala: “El comunicado denunciaba detenciones arbitrarias, tratos crueles y torturas a disidentes durante las protestas de la oposición.” Pero lo más importante del Párrafo 2 es dar validez al encabezado. Recuerden: “Tortura” y “el trato cruel y los abusos”. Y si lo dice la ONU, como bien señala la periodista en el Párrafo 2, tendría que ser cierto el “ejemplo” del primer testimonio, ¿no?
El siguiente párrafo vendría a ser como un Puente, ya que amplía acusación con “dibujo” de Human Rights Watch y dar validez al próximo párrafo.
Párrafo 3.
[Tamara Taraciuk, de Human Rights Watch (HRW), dibuja un perfil de los torturados. “Son mayormente disidentes o críticos. No son solo aquellos líderes opositores conocidos, sino que se trata de ciudadanos de a pie que el Gobierno considera disidentes simplemente por participar en manifestaciones o por estar pasando cerca de una”, explica.]
Ahora cruzando el Puente, nos encontramos con el segundo testimonio, auxiliar de enfermería, detenida por la Policía Nacional Bolivariana (PNB) cuando “caminaba”.
Párrafo 4.
[En junio, Mileidy González, una joven auxiliar de enfermería, fue detenida por agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) cuando caminaba cerca de una protesta en Barquisimeto, capital del Estado de Lara (oeste). “En la comandancia policial me ataron por las muñecas, me colgaron y así comenzaron a golpearme una y otra vez. Amenazaron con violarme y sembrarme droga si denunciaba, me destrozaron”, dice.]
Notarán entonces que ya llevamos el testimonio de dos mujeres. El segundo testimonio, si pueden notar, fue detenida supuestamente por nada y atada-colgada-golpeada-amenazada-destrozada y "por nada". Y a continuación ponen su fotografía. Una joven mujer con mirada tierna, mirando por una ventana y sujetando con su mano izquierda las barras de fierro de la ventana. No. No está presa en la foto, si es que lo quisieran imaginar.
El siguiente párrafo, continuación del segundo testimonio, deja en claro de que nunca recibió algún informe médico que certificara su condición durante el arresto.
Párrafo 5.
[Sus evidencias son fotos, recuerdos, cicatrices en la piel y una lesión en el bazo. González estuvo hospitalizada ocho días después de ser salvajemente golpeada, pero nunca recibió un informe médico que certificara su condición durante el arresto. “Ningún doctor se atrevió a dármelo. Ni siquiera quisieron darme una constancia médica en un CDI [Centro de Diagnóstico Integral, red de ambulatorios creada por Hugo Chávez]”, explica. Sus agresores están en libertad, mientras ella debe presentarse cada mes ante un tribunal, imputada por daños violentos y resistencia a la autoridad. “Si eres policía o militar en Venezuela, lo puedes todo. Ellos te quitan tu libertad y violan tus derechos sin importar si eres inocente”, agrega.]
Aquí la periodista señala que sus únicas evidencias son “fotos, recuerdos, cicatrices en la piel y una lesión en el bazo.” Y que estuvo 8 días hospitalizada después de ser “salvajemente golpeada”. El párrafo da a entender que en los centros de salud existen un “control absoluto”. Remarcando que, ni siquiera le habían dado una constancia médica en un CDI, “creada por Hugo Chávez”.
Entonces cabe preguntarse, ¿en Venezuela no existen los centros de salud privados? ¿La joven no tuvo dinero para pagar dentro de un centro de salud privado? ¿Por qué la joven no pidió informe médico donde trabaja o hace su práctica? ¿La oposición MUD no está prestando ayuda a las supuestas víctimas de violaciones a los DD.HH. para sacar informes médicos?
En el siguiente párrafo se da a conocer el tercer testimonio, el cual da a conocer lo que supuestamente le sucedió tres años atrás. Se trata de un politólogo, militante de Voluntad Popular. Según su declaración los encerraron-golpearon-amenazaron e incluso les lanzaron dos bombas lacrimógenas: “Parecía una cámara de gas nazi.” Aquí volvemos nuevamente al uso de los símbolos: “cámara de gas nazi”. Como dando a entender que el gobierno bolivariano usara prácticas nazis.
Párrafo 6.
[Gaetano Costa, un politólogo de 42 años, ya había experimentado los excesos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) en 2014. En mayo de ese año fue detenido en una protesta. “No estaba solo. Varios manifestantes fueron detenidos ese día. Nos encerraron en una oficina en el interior de una comandancia de la GNB. Allí nos golpearon, amenazaron con desaparecernos, nos apuntaron con armas de fuego y hasta lanzaron dos bombas lacrimógenas. Parecía una cámara de gas nazi. Los militares decían que íbamos presos por guarimberos [opositores]”, recuerda Costa, militante de Voluntad Popular, el partido del preso político Leopoldo López, y regresó a las calles para protestar nuevamente contra Maduro este año. Fue detenido y golpeado, una vez más, en Lara.]
En el siguiente párrafo el “director” de una ONG “Funpaz” y padre de quien es el primer testimonio, certifica el “trato cruel contra los opositores”.
Párrafo 7.
[González opina que su testimonio puede ser útil para ventilar los atropellos de las fuerzas policiales en el exterior. Andrés Colmenarez, director de la ONG Funpaz, certifica este trato cruel contra los opositores. Paula, la estudiante pisoteada por militares, es la mayor de sus tres hijos. “Son casos excepcionales, por lo general la mayoría no se atreve a ser identificado. En las protestas de 2014 unas 80 personas denunciaron torturas en Lara, este año han sido 20. Eso no nos habla de una disminución de los casos, sino de los ciudadanos que se atrevieron a hacer públicos estos abusos”, expone.]
A falta de certificados médicos, están los “certificados” del director de una ONG. Según este “director”, en el estado de Lara en el año 2014 hubo 80 personas que denunciaron torturas, este año ya han sido 20 personas. Como dando a entender de que por miedo ya no lo hacen público.
He aquí entonces que pasamos al párrafo titulado en negritas: “Miedo a denunciar”. En el párrafo una abogada “confirma” el por qué víctimas no quieren denunciar: por “alta impunidad”. Según la abogada: “es impensable que se haga justicia en Venezuela porque el poder judicial es un apéndice del Ejecutivo”.
Párrafo 8.
[Miedo a denunciar]
La abogada Tamara Bechar, del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, confirma que la alta impunidad puede influir en que las víctimas no quieran denunciar. “He defendido a dos menores de edad, de 16 y 17 años, detenidos durante una protesta. Ellos comentaron en su audiencia de presentación sobre los maltratos físicos y hasta actos lascivos cometidos contra uno de ellos por fuerzas de seguridad del Estado. Todo eso está registrado en actas. No pasó nada contra sus agresores, unos militares”, explica. Para Taraciuk es elemental que se documenten estos casos. “Hoy en día es impensable que se haga justicia en Venezuela porque el poder judicial es un apéndice del Ejecutivo”.]
Abogada afirma entonces que en Venezuela “es impensable que se haga justicia” y es defensora de co-men-ta-rios.
En el último párrafo entra en escena el cuarto testimonio: “Spider-Man”, miembro de La Resistencia, movimiento de encapuchados.
Párrafo 9.
[Spider-Man, alias de un miembro del autoproclamado Movimiento de la Resistencia, no ha denunciado ante el ministerio público a los militares que, supuestamente, son culpables de la pérdida de su ojo izquierdo en una protesta durante la elección de la Asamblea Constituyente, el 30 de julio. “Antes me habían golpeado dentro de una comandancia de la policía de Lara, pero seguía protestando porque no tenía miedo”, indica. Clandestino y herido en Barquisimeto, este joven de 22 años asegura que sería un riesgo delatar a sus agresores. “Me meterían preso, ellos seguirían libres”, supone.]
“Spider-Man” culpa a militares de la pérdida de un ojo, pero que no denuncia porque ahora –se da a entender- tiene miedo a denunciar y porque está clandestino. Periodista señala a “Spider-Man” como “clandestino” y “herido”, omitiendo “con miedo”; además de no señalarlo como un encapuchado, ni preguntarle en ningún momento por qué protestaba en un día de elecciones donde votaron más de 8 millones de personas.
Conclusiones
Según la nota “periodística” de El País, los “torturados” en Venezuela “por nada” los detienen-golpean-amenazan y los “gasean” como los nazis. Los “torturados” en Venezuela ninguno, curiosamente, está encarcelado ni recibe certificados médicos. Los “torturados” en Venezuela según El País y los defensores de DD.HH., están libres y llenos de “miedo”. Según los defensores de los DD.HH. que avala El País, en Venezuela “no existe justicia” y las fuerzas de seguridad son “crueles-abusadores”.

 ...

  Nota del blog .-  No se trata  en este caso de tortura sí o no, ni de ninguna justificación si realmente fuese cierto,  sino de la manipulación que hace El País sobre ella.  Y por supuesto tampoco la ONU menciona  el asesinato de policías y de chavistas en las protestas.  Y la oposición menos todavía, ni lo condena, ni la anterior fiscalía general. En Venezuela  las gobernaciones en manos de la oposición tienen su propia policía. Y luego igual las policias municipales . Y asesinatos de policías por la delincuencia es tremenda  en algún gobernación  en lo que va de año 2017  llevan 20 policías asesinados y no es verdad que el gobierno no investigue y juzgue a su policía en los excesos y vayan a la cárcel. Solo hace falta ir al  El periódico el Carabobeño. Que no es ni chavista ni  de la oposición. Si uno entra y pica en sucesos se ve...

 



o esto ..

 
Y no es solo un caso, hubo 16  simpatizantes chavistas asesinados .

 o esto ..




 
Un mínimo periodismo  serio empezaría por distinguir las diversas policías y los casos, no solo de tortura  ,  sino de los asesinatos.  Y no cargárselos solo al gobierno.  Ya qué hay   policias igual en manos de la oposición en las gobernaciones y en los municipios .Y  además son  informaciones  a través de entrevistas por teléfono y lo de la ONU lo mismo. Como si tuvieran mucha prisa por el informe y no tuvieran tiempo. O no pudieran hacerlas personalmente  . La ONU  hizo lo mismo además  lo sacaron como preinforme   para llevarlo  al Consejo de Seguridad .Pero no hubo caso ni llego allí . Tenian prisa  para la reunión de Lima en minoria y apoyar a la oposición .Por eso sacaron todo al mismo tiempo .
 

lunes, 14 de agosto de 2017

La América del Sur invisible.


La América Latina invisible

Alfredo Serrano
Los trapos sucios que empañan las "democracias" de Brasil, Argentina, Colombia, México y Perú quedan absueltos por eso que llaman comunidad internacional
Temer sigue siendo presidente de Brasil sin un voto en las urnas. Macri, el de los Panama papers, tiene a Milagro Salas en una cárcel argentina como presa política. Santos está involucrado en el escándalo de Odebrecht, porque habría recibido un millón de dólares para su campaña presidencial en Colombia en 2014.
En lo que va de la gestión de Peña Nieto han sido asesinados 36 periodistas en México por realizar su labor informativa. El año pasado Kuczynski gobernó Perú con 112 decretos, evitando así tener que transitar por el Poder Legislativo.
Sin embargo, nada de esto importa. El único país que llama la atención es Venezuela. Los trapos sucios que empañan las democracias de Brasil, Argentina, Colombia, México y Perú quedan absueltos por eso que llaman comunidad internacional.
 El eje conservador está exento de tener que dar explicaciones ante la falta de elecciones, la persecución política, los escándalos de corrupción, la falta de libertad de prensa o la violación de la separación de poderes. Pueden hacer lo que quieran, porque nada será retransmitido a la luz pública. Todo queda absolutamente sepultado por los grandes medios y por muchos organismos internacionales autoproclamados como guardianes de lo ajeno. Y además, sin necesidad de estar sometidos a ninguna presión financiera internacional; más bien, todo lo contrario.
En estos países la democracia tiene demasiadas grietas para estar dando lecciones afuera. Una concepción de baja intensidad democrática les permite normalizar todas sus fallas, sin necesidad de dar muchas explicaciones. Y en la mayoría de las ocasiones esto viene acompañado por el aval y propaganda de determinados indicadores enigmáticos que no sabemos ni cómo se obtienen.
 Uno de los mejores ejemplos es el calculado por la prestigiosa Unidad de Inteligencia de The Economist, que obtiene su índice de democracia con base en respuestas correspondientes a las evaluaciones de expertos, sin que el propio informe brinde detalles ni precisiones acerca de ellos. Así la democracia se circunscribe a una caja negra en la que gana quien tenga más poder mediático.
Pero aún hay más: este bloque conservador tampoco está para presumir de democracia en el ámbito económico.
No puede haber democracia real en países que excluyen a tanta gente de la satisfacción de los derechos sociales básicos para gozar de una vida digna.
 Más de 8 millones de pobres en Colombia; más de 6.5 millones en Perú; más de 55 millones en México; más de 1.5 millones de nuevos pobres en la era Macri, y unos 3.5 millones de nuevos pobres en esta gestión Temer. Lo curioso del caso es que estos ajustes en contra de la ciudadanía tampoco les sirven para presentar modelos económicos eficaces. Todas estas economías están estancadas y sin atisbos de recuperación.
Esta América Latina invisibilizada no nos debe servir de excusa para no ocuparnos de los desafíos al interior de los procesos de cambio. No obstante, en esta época de gran pulso geopolítico debemos hacer que lo invisible no sea sinónimo de lo inexistente.
Esa otra América Latina fallida debe ser descubierta y problematizada.
No dejemos que nos impongan la agenda.
www.celag.org


sábado, 12 de agosto de 2017

Trump amenaza militarmente a Venezuela.






Trump amenaza a Venezuela con una "opción militar"








 Nota .- .Extraña dictadura ..Que admite que el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, visite al Jefe del Comando Sur de Estados Unidos rogándole que envíe tropas a Venezuela para restaurar el orden, regrese al país sin ser molestado, convoque a conferencias de prensa para denunciar al “dictador”, continúe con su investidura parlamentaria y su actividad política hasta el día de hoy y nadie lo haya denunciado por lo que en cualquier país sería un gravísimo delito de infame traición a la patria.

jueves, 10 de agosto de 2017

El paraperiodismo y Venezuela.


10-08-2017

Paraperiodistas españoles ante la Constituyente venezolana
Cómo no dar una noticia

forocontralaguerra.org


El 30 de julio tuvo lugar un acontecimiento político de gran trascendencia histórica: un pueblo asediado internacionalmente y sometido a la violencia paramilitar interna, ha salido a la calle para expresar su doble rechazo a la injerencia internacional y las aspiraciones de las élites locales de recuperar el poder.Hace menos de veinte años, en el siglo pasado, un acontecimiento de tal magnitud habría sido la noticia de portada de todos los informativos del mundo. Los medios masivos, públicos y privados, lo habrían destacado en sus titulares, sin duda manipuladores, pero éstos habrían hablado del desafío del pueblo venezolano a las amenazas imperiales. Habrían mostrado imágenes, no muchas, pero seguramente alguna de las infinitas colas de pueblo venezolano en los colegios electorales, como las del Poliedro de Caracas, o a la gente caminando por montes y cruzando ríos en Táchira, o de Mérida donde los colegios sitiados por guarimberos armados obligaron a la gente a desplazarse buscando centros de contingencia donde poder votar, muchos se quedaron sin poder hacerlo. Seguramente los pies de fotos habrían tergiversado las imágenes y propuesto una lectura acorde con el desespero de la oposición golpista incapaz de aceptar una derrota. Pero habría habido alguna imagen, algún comentario, alguna noticia chiquita que hablara de la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano contra todo pronóstico y contra todo cálculo racional.
Cualquier periodista digno de tal nombre hubiera querido registrar, analizar, verificar e incluso manipular este acontecimiento. Más aún en momentos donde las redes sociales hacen circular infinidad de imágenes que rellenan los vacíos gráficos de las noticias. Donde los medios masivos ocultan una imagen las redes ponen cientos. Sin embargo, el día 31 de julio la noticia sobre las elecciones venezolanas a la Asamblea Constituyente fue esquivada por los medios masivos españoles. Se dio otra noticia en su lugar.
La no noticia que suplantó el acontecimiento venezolano fue construida sobre la matriz ya existente (violencia y caos) y fue: nueva jornada de violencia en Venezuela. Todos los titulares se dirigieron, con más o menos adjetivación, a conformar una imagen que se correspondiera con la propaganda destilada durante los meses anteriores. Después fueron eclosionando las esporas diseminadas por la no noticia, que ya habían sido distribuidas por las agencias imperiales: autogolpe, fraude, menos votos de los que dice el gobierno, opositores nuevamente detenidos, aislamiento internacional…
El acontecimiento de una jornada electoral que movilizó a millones de venezolanos que fueron a votar a sus candidatos Constituyentes fue demasiado contundente como para ser silenciado; los ríos de pueblo venezolano encontraban infinidad de ventanas digitales por los que emerger. De modo que el sistema de propaganda de guerra de los medios masivos españoles, que se mantiene muy bien engrasado por las agencias de prensa estadounidenses, activó uno de sus resortes más sutiles. No enfrentó la noticia silenciándola, aunque también lo hizo; tampoco manipuló imágenes como sí lo hizo con el fraudulento plebiscito de la oposición el día 16 de julio (el diario El país tuvo que rectificar una imagen del ensayo electoral para la Constituyente a la que puso un pie de foto afirmando que eran colas para votar en el plebiscito de la oposición). En este caso, la técnica de propaganda mediática empleada de forma mayoritaria fue sustituir el acontecimiento noticiable por otro/os que atrajeran la atención de las audiencias.
Los titulares hablaron de violencia, dictadura y condena internacional: “En una jornada marcada por la tensión, manifestaciones, el rechazo internacional y la violencia, los venezolanos votaron para elegir a los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente” (CNN en español); “Maduro consuma un autogolpe en Venezuela en la jornada electoral más violenta” (El País); “Condena internacional al desproporcionado uso de la fuerza en Venezuela. Al menos 10 personas han muerto en las protestas durante las elecciones a la asamblea constituyente apoyada por Nicolás Maduro” (Televisión Española).
Ni una sola imagen de los más de 14.500 centros electorales donde más de 8 millones de venezolanos esperaban turno para votar. Fueron, después de las elecciones presidenciales del 2012 en las que se eligió a Hugo Chávez, las más concurridas y masivas. Sin embargo, cuando se consulta el archivo gráfico de las elecciones del diario El País, nos encontramos con un curioso fenómeno: de 30 imágenes seleccionadas por el periódico, 7 son de explosiones, barricadas y actos violentos, en 2 aparecen los opositores, otras 2 el presidente Maduro y el resto aparecen solitarios venezolanos votando con un primer plano de la urna, pequeños grupos mirando los listados o sentados esperando para votar; sólo hay una fotografía en la que se da una visión muy lejana de coches y personas con un pie de foto donde se habla de “filas” para votar. La misma falta de imágenes significativas se dio en Televisión Española. Es decir, en los medios masivos españoles, las imágenes, cuando aludían al acto de votar lanzaban un mensaje contrario a la realidad que circulaba por las redes sociales, las imágenes decían: pocos venezolanos fueron a votar. Fueron imágenes seleccionadas cuidadosamente para apoyar la versión de la oposición y para no dar la noticia del masivo apoyo del pueblo venezolano a la Constituyente.
En estos tiempos de redes sociales, donde los políticos no hacen declaraciones, twitean, la volatilidad de información digital prevalece sobre el papel y las televisiones replican las redes sociales, las formas de mentir y tergiversar se hacen cada vez más complejas. Más eficaz que ocultar una noticia es dar otra distinta que ocupe el lugar de la noticia real. Llamaremos a esto la “no noticia”.
Parece, según se deduce de las investigaciones del CIS (Centro de investigaciones Sociológicas), que esto es habitual en los medios españoles. Como antecedente tenemos el informe de junio de 2016 en el que se señalaba que aunque el paro seguía siendo la mayor preocupación de los españoles, Televisión española le dedicó la mitad del tiempo que empleó en hablar de la crisis política en Venezuela (Los telediarios de ese mes dedicaron 71 minutos a la situación de Venezuela frente a los 31 que dieron sobre el paro en nuestro país); o el 7 de abril de este año en el que todos los informativos del mundo abrían con el titular del desarme de ETA y sin embargo Televisión española hablaba antes de Venezuela que del desarme de ETA.
Esta técnica de propaganda de guerra usada por los informativos españoles forma parte de otras más tipificadas como son: El doble rasero, tomar la parte por el todo, las noticias tóxicas, la parcialidad de las fuentes, la ocultación o la inversión causa efecto.
Para el caso de la noticia sustituta, la no noticia, tiene que cumplir ciertas características. En primer lugar, tiene que ser creíble, es decir tiene que estar en la misma lógica de la matriz ya conformada; en el caso de las elecciones a la Asamblea Constituyente esta matriz es: Violencia, golpe de estado, caos, emergencia humanitaria.
Además, ha de tener como base un hecho cierto como la quema de algún colegio electoral, algunas barricadas incendiadas, algún incidente aislado. Este hecho, desde el punto de vista de la relevancia social es anecdótico o no puede ser generalizado tomando el conjunto de la evolución de las votaciones. Sin embargo, para no dar la noticia relevante – la que sí es generalizable cuantitativa y cualitativamente-, es fundamental contar con este hecho que en manos de la guerra mediática funciona como los atentados de falsa bandera o autoatentados (esos que se cometen para poder culpar al enemigo y justificar una intervención). Así, en la jornada electoral venezolana hubo incidentes provocados por la oposición, un atentado contra la Guardia Nacional Bolivariana, emboscadas armadas para disuadir a los votantes y quema de colegios electorales. Pero tomada la jornada en su conjunto lo relevante fue la actitud pacífica y la determinación de los votantes para cumplir con su derecho al voto.
En tercer lugar, la noticia sustituta tiene que tener rango de espectacularidad tanto como la noticia real con el fin de captar toda la atención. La violencia es siempre una noticia espectacular en sí misma, es capaz de atraer la atención y relegar cualquier otro hecho. Por eso, incluso cuando no se dispone de imágenes de violencia se necesita que el periodista aparezca con chaleco antibalas, máscara anti-gas y casco, para que nuestro cerebro de credibilidad a los actos violentos que nos narra el reportero.
En cuarto lugar tiene que ser capaz de concentrar la atención de los críticos con los medios masivos para que todo el potencial contrainformativo se dirija hacia la denuncia del “mensajero” (los medios de comunicación masiva). Los intelectuales y analistas nos centramos en denunciar la tergiversación de los medios y dejamos de lado la difusión de la noticia real; por ejemplo, nos hemos centrado en la denuncia del atentado a la guardia nacional bolivariana que los medios han convertido en la “represión de Maduro”, o en denunciar la violencia de los paramilitares de la oposición saboteando las elecciones, en vez de hablar de los venezolanos elegidos para reformar la Constitución, su extracción social, su compromiso con las bases, las propuestas iniciales para la reforma de la Constitución, los problemas de impunidad que pretende resolver la nueva carta magna… En teoría de la comunicación esto se explica como la Agenda Setting, es decir, son los medios masivos los que imponen de qué se hablará, qué es lo importante, qué no debe aparecer en ningún medio, cómo dar la información. La agenda de los medios masivos se convierte en la agenda de la opinión pública.
Otra no noticia de estos días ha sido el “aislamiento internacional de Venezuela”. En Naciones Unidas, Venezuela ha obtenido el apoyo contundente en el Consejo de Derechos Humanos por parte de 57 países que aprobaron una resolución de reconocimiento de la Constituyente venezolana y demandaron la no injerencia. Entre estos países estaban los más poblados del mundo y algunos de gran peso internacional como Rusia, China, Irán, India o Paquistán.
La no noticia que sustituyó a esta fue “EEUU y los principales países de América Latina condenan la Constituyente de Maduro” (El País) también aparecida en la mayoría de los medios españoles el día después de las elecciones.
Pero esa técnica no funciona bien si no se cuenta con el personal especializado capaz de, casi espontáneamente, elaborar las no noticias, capaz de mirar para otro lado, bien pertrechado con el disfraz de “reportero de guerra”. Estos son los paraperiodistas, y a la cabeza de la profesionalidad internacional, los españoles, tanto de los medios masivos privados como de los públicos.
El año pasado ya definí qué entiendo por paraperiodistas: “Si paramilitar dícese de aquella persona afiliada a una organización civil dotada de estructura o disciplina militar podemos decir de los paraperiodistas que son aquellos periodistas afiliados a medios masivos que siguen una disciplina militar arrojando bombas informativas sobre los objetivos definidos por sus empresas”. En el caso de los paraperiodistas españoles la plantilla está bien nutrida tanto en los medios masivos privados como en los públicos. Entre estos últimos encontramos a Marcos López y Nuria Ramos, corresponsales de Televisión Española, que sin duda merecen una mención especial por su mal hacer periodístico, siempre dispuestos a colocarse del lado de los que arrojan cócteles incendiarios a la guardia bolivariana, capaces de negar con soltura las imágenes que recogen sus cámaras, dispuestos a hacerse las víctimas –al igual que la oposición- de la “represión del gobierno bolivariano”.
La gran ofensiva contra el gobierno de Venezuela por parte de los medios masivos españoles forma parte de la guerra global contra cualquier proceso que no se discipline ante los intereses imperialistas. Nuestros paraperiodistas cumplen su papel como parte del ejército vasallo. Estos días hemos comprobado que la guerra mediática contra Venezuela es una de las más feroces que se conocen, quizá porque la escalada bélica hoy no tiene precedentes y en realidad no existen distintos tipos de guerra sino sólo una que cobra distintos aspectos. Si como dijera el Papa Francisco estamos ante una Tercera Guerra Mundial de la que sólo vemos pedacitos, Venezuela es hoy uno de los objetivos de guerra priorizados por el imperio. La dificultad estriba en que, contrariamente a lo que nos venden las películas de Hollywood, hoy en día la guerra no se nos presenta de la misma forma que en el siglo pasado, nos es más difícil reconocer cómo se desarrolla y quiénes son sus nuevos y viejos ejércitos.
Esta guerra contra Venezuela trata de combatir los dos pilares sobre los que se asienta la Revolución bolivariana: la soberanía nacional y la utopía socialista. Se dirige   a minar la imagen de Venezuela en el exterior para contrarrestar dos de los rasgos más característicos de la revolución bolivariana: la vía pacífica y democrática para transformar el país y la utilización de sus recursos naturales para mejorar las condiciones socio-económicas de la población. Es decir, minar la imagen de un país que construye una alternativa al Capitalismo. En este sentido, Venezuela ha tomado también el relevo de Cuba como referente de lucha para otros pueblos. Se ha convertido, lo mismo que Cuba, en un mal ejemplo.
De ahí que los misiles que son lanzados constantemente desde los medios masivos para evitar el apoyo a la revolución bolivariana sean: la violencia y el autoritarismo. Se trata de dos torpedos que tradicionalmente se han dirigido a la línea de flotación de cualquier utopía socialista.
Con este objetivo, los medios de comunicación y todo el sistema de propaganda contra Venezuela se dirige muy específicamente hacia el campo de las campañas electorales y a cuestionar su democracia. Hay que tener en cuenta que las elecciones son la condición de la democracia para las élites políticas pero, sí solo sí, se puede garantizar que la gente vota lo correcto, es decir, si mediante la guerra de los medios de comunicación se logra convencer a la población de quienes han de ser sus gobernantes.
Las guerras no son cosa de los gobiernos, ni de las corporaciones, ni de los medios de comunicación, ni de los pueblos. Las guerras son el resultado de todos y cada uno de estos elementos. Los gobiernos declaran la guerra, pero antes, los pueblos asumen que “era inevitable”, pero antes, las corporaciones echan sus cuentas y hacen el balance de costes/beneficios, pero antes, los medios de comunicación crean las condiciones para que no haya resistencia.
Pero no todo está perdido: según un informe elaborado por la Universidad de Oxford en 2015 y publicado por el Instituto Reuters para el estudio del periodismo, de los 11 países europeos estudiados, los medios de comunicación españoles son los menos creíbles. A nivel mundial, cuando se analizan los públicos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia, España, Italia, Irlanda, Dinamarca, Finlandia, Brasil, Japón y Australia, sólo los medios de comunicación estadounidenses tienen menos credibilidad que los españoles.

Ángeles Diez Rodríguez es Doctora en CC. Políticas y Sociología, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, España.
Fuente original: https://forocontralaguerra.org/2017/08/09/como-no-dar-una-noticia-paraperiodistas-espanoles-ante-la-constituyente-venezolana/




ver ..


 Son enlaces que puse  en el post anterior y explican bastante los problemas calve económicos claves .Presentes y futuros.

 y ver...

 Loa mecanismos de la deuda externa .