viernes, 28 de julio de 2017

Paro en España . -Radiografía de ocho años de la crisis económica .





Más allá del paro y la ocupación, la Encuesta de Población Activa revela muchos otros datos que sirven para matizar la situación del mercado laboral. Por ejemplo, que hoy hay más personas con empleo que en 2011, pero con menos horas trabajadas. O que más de la mitad de parados lo son de larga duración: llevan más de un año buscando un trabajo.
Por primera vez, la tasa de paro alcanza los mismo niveles que al inicio de la crisis. En este segundo trimestre de 2017 se ha registrado la misma tasa de paro (17%) que en el mismo trimestre de 2009. ¿Estamos igual que al principio de la recesión? Hacemos una radiografía del mercado laboral español con los datos de la EPA, comparando la situación actual con la que teníamos ocho años atrás.





  Hay menos población ocupada  , ver el 1 Trimestre del 2008 habia 20.620.000 y ahora 18.813.000

 





 

miércoles, 26 de julio de 2017

Macron , la dictadura del capital en marcha.



Macron en marcha (o la dictadura triunfante del capital)

PEDRO COSTA MORATA
  Cuartopoder .
    «Macron prometió hacer de Francia lo más parecido a una empresa donde las normas sean escasas y las decisiones las adopten con celeridad gente de los negocios».
    «Se trata de un privilegiado de nacimiento, educado en las mejores escuelas nacionales de burocracia político-administrativa y mimado por las élites financieras más prístinas».




Francia se apresta a vivir una más de las interesantes experiencias colectivas que en la historia han atraído sobre ella la atención del mundo, levantando como ahora sucede la mayor expectación entre sus vecinos europeos. Un inmenso y sincronizado orfeón turiferario político y, más aún, mediático, ha puesto a la cabeza del Estado a Emmanuel Macron, un joven tecnócrata rápida y concienzudamente seleccionado por los poderes más alerta de la coyuntura gala, los económico-financieros, después de amamantarlo con urgencia para cuando hiciera falta, que es justamente ahora.

Con su improvisada formación En Marcha, Macron ha conseguido el poder presidencial y el legislativo en poco tiempo y en una medida que le deja libertad para hacer casi lo que quiera en una democracia desvirtuada, y así se apresta a hacerlo. Con tanto poder, y más prisa de la que podría justificar no tiene intención de ajustarse a la mecánica parlamentaria, inevitablemente lenta pero que está a su entera disposición debido a la aplastante mayoría obtenida. Y ha optado por el gesto, sobrado y autoritario, de recurrir a una tramitación sin discusión, tipo decreto, y al referéndumopcional frente a las dificultades: pulsiones de tecnócrata de viejo cuño, reacio a leyes e instituciones.



Con estas medidas pretende cumplir lo que ha venido prometiendo, que es hacer de Francia lo más parecido a una empresa, innovadora y digitalizada, en la que las normas sean escasas, las decisiones puedan adoptarse con celeridad y los decisores sean, por supuesto, gente de los negocios: empresarios y financieros, tecnócratas de formación y burócratas de casta. Todo eso representa Macron, porque todo eso es él mismo, y por ello diseña en su discurso una Francia productivista de faz política pero de entrañas crematísticas y, por supuesto, ferozmente antisocial. Por eso ha empezado por redactar una reforma laboral que prevé dar el poder a las empresas y el oprobio a los sindicatos, a los que espera neutralizar con medidas ad hoc de distracción y disimulo. Y ya que ha instalado en el ejecutivo y el legislativo a hombres de empresa “productivos” en el más actualizado sentido sansimoniano, también considera necesario adelantarse a la corrupción, que habrá de florecer entre tanto portador de intereses –como ya le ha sucedido, con dimisiones entre sus primeros colaboradores–, con la eliminación de un tribunal especial que entiende de los delitos de los ministros.

Digamos, para resumir, que se trata de un privilegiado de nacimiento, educado en las mejores escuelas nacionales de burocracia político-administrativa y mimado por las élites financieras más prístinas (como la de los Rothschild) aunque debiendo su meteórica carrera política al socialista francés Hollande (que lo hizo ministro de Economía y le permitió la “Ley Macron”, provocativamente neoliberal). Su descripción debiera de retratar al villano amenazante, pero ha sido llevado a hombros hasta las más altas cumbres del poder por la mayoría de los franceses, sabiendo lo que les espera pero aturdidos por una campaña sin precedentes, sonora, acorde y, curiosamente, casi monotemática o, al menos, con un tema de referencia netamente destacado sobre los demás: el miedo a que ganase la ultraderecha de Le Pen.



Esta ha sido la más importante nota a destacar en el éxito de Macron: la prédica del “voto útil” y la imperiosa exigencia de “arrimar todos el hombro” para evitar que ganara Marine Le Pen (algo altamente improbable), para lo que lo más sensato era votar al brillante líder salido de la Francia de los negocios, prometedor de reformas decisivas, decidido a salvar a una Europa en crisis y –no podía faltar– capaz de devolver a Francia su grandeurcon más bombardeos y medidas securitarias ante el peligro yihadista (por cierto, ahora en provechosa sintonía con Trump) tras la sostenida decadencia de las últimas décadas, con la modernización, la competitividad y la recuperación del papel que le corresponde en la globalización imparable.

Aunque no es la primera vez desde que la formación ultra del Frente Nacional viene haciendo mella en el electorado francés, en el proceso electoral que ha encumbrado a Macron la llamada a rebato ante el peligro fascistoide llevaba esta vez implícita la laminación de la izquierda superviviente, que ya no era el Partido Socialista Francés (hundido y humillado) ni el Partido Comunista (residual) sino la formación Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon. Esta ha sido la gran victoria de una derecha, que podemos llamar macronista por novedosa (sincrética, tecnocrática, amarilla), a la que han contribuido agentes sociopolíticos en coalición y que incluyeron entre sus principales objetivos el arrinconamiento de estos insumisos, un movimiento de gran coherencia que inquieta y desequilibra dentro y fuera de Francia y que se muestra antieuropeo en tanto que izquierdista.

En el argumentario de descalificación de esta izquierda –que ha acertado definiéndose insumisa, conociendo bien la deriva francesa– se ha intentado desarrollar la perversa teoría de la “proximidad de los extremos”, atribuyendo el mismo papel político a ultraderechistas e izquierdistas (a Le Pen y Mélenchon, en definitiva) en razón de la grave coyuntura que vivía Francia. Perfidia que, en nuestros pagos, ha sido oportunamente cultivada para que el premeditado castigo a Francia Insumisa golpeara de paso a Podemos, formación a la que se considera poco menos que hermana de la francesa. (Ahí ha estado El País, exhibiendo su inquina enfermiza, con la artillería implacable de su escuadra antipodemos, aprovechando la ocasión de su decidido alineamiento macronista por aquello del orden, las reformas y el europeísmo.)

De las consecuencias estratégicas de la victoria de Macron en la política francesa lo más importante ha sido el hundimiento del Partido Socialista Francés (PSF), no tanto por su caída electoral cuanto por el proceso ignominioso en que ha incurrido durante décadas. Un tiempo en el que el PSF no ha dudado en practicar políticas de carácter liberal golpeando a las clases bajas y medias y favoreciendo sin rubor a las privilegiadas. En gran medida, este PSF encadenador de traiciones ha de anotare el avance del Frente Nacional, que ha ido absorbiendo el favor de las clases populares, incluyendo las obreras, huérfanas de asidero en el poder alternante socialista.



El derrumbe socialista ha sido anunciado y merecido tras la dinámica del hundimiento –seguida indefectiblemente por todos los partidos socialdemócratas europeos– y evoca la insistencia del PSF en hacer el juego sucio de la derecha, superándola en ocasiones, desde principios de los años 1980, al poco de ganar Mitterrand y por obra y gracia de este recordado líder.

La referencia a Manuel Valls, el ya exsocialista y exprimer ministro de Hollande, descalifica al PSF desde un caso pedagógico y en la persona de uno de sus más derechosas personalidades. Quiso competir, de cara a las presidenciales en ciernes, con un Macron ministro de su gabinete, pero tuvo que reconocer que los poderes fácticos preferían claramente a éste; y tras la debacle ha acabado retratándose como le pedía el cuerpo en el vistoso trance que vive Francia: abjurando de su partido y uniéndose al grupo y los ideales del vencedor (que hará bien, por cierto, en no fiarse del tránsfuga).

Con Macron y su poder neoliberal Francia parece configurarse como un peligro global, al haberse agotado como referencia política en valores y derechos.



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 Nota del blog .-  Efectivamente la Fundación San Simon  fue la lanzadora del proyecto Macron . http://elfalansteriodetheleme.blogspot.com.es/2017/04/francia-2016-la-operacion-emmanuel.html

domingo, 23 de julio de 2017

El 1-0 en Cataluña.

“El 1-O Cataluña puede estar sin gobierno”. Entrevista




Javier Pérez Royo

23/07/2017
 

Javier Pérez Royo (Sevilla, 1944) es catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla. Denunció la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010 sobre el Estatut como “un golpe de Estado”. En una entrevista con ARA, sostiene que para hablar del 2 de octubre, el día después del 1-O, hay que tener en cuenta que Cataluña puede estar con un gobierno suspendido y sin autonomía. He aquí los tramos esenciales del diálogo.

Veamos la situación de los dos campos. La Generalitat se refuerza para consumar el referéndum; el gobierno ha `externalizado´ en el Tribunal Constitucional la tarea de impedirlo.
En el campo del referéndum existía una heterogeneidad que dificultaba la dirección de las operaciones. Ahora hay un mando unificado. Van a por todas. Enfrente ¿qué ocurre? El Gobierno de Rajoy pensaba que tenía la situación controlada y que el proceso se descomponía y se da cuenta que no es así.  Hay un toro Mihura que ha salido a la plaza y el gobierno no quiere torear. No quiere torearlo. No le deja ninguna salida, regla elemental de la tauromaquia. Quiere que el Tribunal Constitucional lo toree por el.

El Gobierno de Rajoy no ve a ningún toro en la plaza…
El problema es que hay dos millones de votos, en números redondos, o el 50% del cuerpo electoral, de los que participan, que respaldan el proceso. Eso no ha cambiado. Pueden estar más movilizados o menos. Pero los dos millones del referéndum del 9-N ha servido para eso. Enfrente hay una cantidad similar pero desorganizada.

El referéndum se va a celebrar si no se impide. O dicho de otro modo: para que no tenga lugar aparte de prohibirlo, o suspenderlo, hay que impedirlo físicamente hablando.
El referéndum anunciado no se podrá hacer. El censo electoral no pueden tenerlo porque tiene que ser la Junta Electoral Central quien lo debe entregar. Hay formalidades jurídicas para celebrar el referéndum que dicen querer organizar que son imposibles sin la colaboración del Estado. Por tanto, habrá un 9-N con mayor grado de formalización, con una convocatoria expresa, pero referéndum como tal con todos los requisitos, eso no lo puede haber sin que el Estado colabore. Pero incluso ese 9-N el Gobierno tendrá que impedirlo. Porque el que se celebre algo ya será presentado como un éxito al vencer la resistencia del Estado. No permitirá una repetición del 9-N porque es su prestigio entero el que se juega. ¿Cómo lo harán? Tendrán que reprimirlo.

El Gobierno ha “externalizado” o “subcontratado”, por así decir, la aplicación de medidas equivalentes al artículo 155 de la Constitución, y ha delegado su articulación en el Tribunal Constitucional, que tiene ahora capacidad para suspender al gobierno de la Generalitat.
Sí. Medidas de suspensión. Que el TC suspenda e inhabilite. Pero a continuación alguien tendrá que dirigir la Generalitat. No descartaría, si la organización del referéndum se pone imposible, que la Generalitat delegue en la sociedad civil, la Asamblea Nacional de Cataluña u Omnium Cultural, por ejemplo, determinadas actuaciones.

El TC se vería abocado, conforme a la ley de reforma de 2015, a suspender al Gobierno de la Generalitat por incumplir sus resoluciones.
Si el TC aplica las medidas que le confiere la reforma de 2015 tiene que suspender al gobierno. Incluso puede actuar de oficio- Tiene que dejar sin gobierno a Cataluña. Bien. Se suspende. ¿Y qué pasa? ¿Cómo se dirige la autonomía? ¿Y quien puede descartar dimisiones en cascada en todos los niveles de la Comunidad Autónoma?

Pero esta cadena se rompe por el eslabón de los Mossos d´ Esquadra con el cambio de director general…
Los Mossos son una pieza clave en la gestión de la campaña electoral del referéndum y en el orden el día 1-O. Es decir: la garantía de las libertades públicas. La retirada de las urnas, por ejemplo. Si se prohíbe, son ellos quienes deben impedir que se abran los colegios. Este cambio en la jefatura de los Mossos muestra que la teoría del suflé, de que el independentismo acabará rindiéndose y una vez que se rinda seremos magnánimos con ellos, ha resultado falsa. Es lo que Rajoy presenta ahora como el modelo vasco, aunque fuera él, precisamente, quien se negó a considerar el pacto fiscal cuando lo propuso como ultimátum Artur Mas. Solo quieren hablar desde la derrota y rendición.
¿Qué tendremos el 1-O?
Jurídicamente no será un referéndum. Puede un 9-N. Fue materialmente un referéndum aunque jurídicamente no lo fuera. Pero materialmente, para el independentismo, fue contar los votos. Cuántos somos. Solo participaron los independentistas. Si se concreta ahora algo parecido, veremos si la participación se mantiene, sube o baja. Pero si el 9-N fue una fiesta ahora la situación es más dramática.
Los promotores en realidad estarían buscando una reedición del 9-N en escala mayor, aunque no se puede decir así de claro.  El exconseller Jordi Baiget hablaba de un 9-N con 4 millones. Es decir: lo importante es la participación.

Se puede pensar que es un 9-N pero no decir. En efecto, la expectativa está puesta en la participación porque si aumenta significativamente es un éxito. Porque esto es un pulso político, de dos opiniones públicas. El Gobierno de Rajoy cuenta con una opinión pública bastante favorable fuera de Cataluña y cree que es la opinión pública en el conjunto del Estado. Pero en Cataluña no es así. Allí el Gobierno está perdiendo la batalla de la opinión pública.

El objetivo es, por tanto, mostrar que, a pesar de la prohibición, los catalanes se pronuncian…
Los promotores quieren exponer que el gobierno de Rajoy no les deja hacer un referéndum como se debería y que, en consecuencia, el resultado, no siendo jurídicamente un referéndum porque el gobierno lo impide, sin embargo, materialmente, por el grado de participación, existían las condiciones para hacer el referéndum. Nosotros convocamos un referéndum, no se puede celebrar, y no nos vamos a bajar del burro. El plan es que la fuerte participación habría justificado ese referéndum.
Para eso tiene que haber algo.

Y eso es lo que el Gobierno tiene que impedir como sea. El Gobierno no puede permitir que haya un 9-N, que abran los colegios.

Para eso contaban con los Mossos dEsquadra y ahora eso ya está en duda.

Sí, si no es con los Mossos tendrá que ser con la Guardia Civil o la Policía Nacional. También podrían movilizar a organizaciones como Sociedad Civil Catalana o Abogados Catalanes por la Constitución contra aquellos que participen, con denuncias ante la Fiscalía y los tribunales. Son estas dos entidades las que han denunciado a Mas ante el Tribunal de Cuentas. Pero esto sería acrecentar un clima de discordia civil. Esto se ha ido de las manos. Lo dijo Miguel Roca en 2010 tras la sentencia del TC sobre el Estatut: España tiene un problema.

Y este clima va a ir  in crescendo en los primeros quince días de septiembre con la Diada en el medio.

Y quizá me equivoque pero no tendremos solamente la Diada. Estoy pensando en la resaca, por así decir, del Once de Septiembre, en los quince días de la campaña del referéndum. Y quizá para ese momento, Cataluña puede estar sin gobierno. El gobierno de Rajoy necesitaría unas dos o tres semanas como mínimo para aplicar el artículo 155 a través del Senado, pero no va por ahí; el TC sí puede suspender al presidente de la Generalitat y al gobierno en veinticuatro horas. Suspender al gobierno es suspender la autonomía. Eso es un estado de excepción. ¿Y como vuelven a la normalidad? Y la otra derivada: si suspendes al gobierno, no se puede disolver el Parlamento y convocar elecciones. Suspender es no volver porque inmediatamente se pone en marcha la querella para inhabilitar. Y si las cosas se ponen feas aquí puede haber penas privativas de libertad y hasta delito de sedición.

Gente de buena fe  cree que a partir del 2 octubre se abrirá una nueva fase…
Si el 2 de octubre no hay gobierno en Cataluña! Se ha suspendido la autonomía de facto vía las medidas del TC y no hay Gobierno, el parlamento no se podrá reunir. Y si intenta reunirse lo cerrarán. No hay posibilidad de convocar elecciones porque falta el órgano que las tiene que convocar. El 2-O, ¿qué se hace?¿quién dirige?

No hay salida…
No la hay sin que los catalanes se autogobiernen. El golpe de Estado contra el Estatut aprobado en referéndum ha tardado en desplegar sus efectos. Pero finalmente lo ha hecho. España no se puede gobernar democráticamente sin autonomía en Cataluña sin un Estatut querido por los catalanes, no con el Estatut del Partido Popular que se impuso a través del TC en 2010 a partir del recurso de inconstitucionalidad del PP. Creo que Rajoy está arrepentido de su recurso y la sentencia del TC que él promovió…Ojalá pudiera volver al Estatut pensará…Sabe que fue un error monumental.
es catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla.
Fuente:
http://www.ara.cat/es/Javier-Perez-Royo-Cataluna-gobierno_0_1837016496.htm


Nota del blog.

En esta situación que apunta el artículo anterior se supone que el que actuará ante el 1-0 será o debe ser , el Tribunal Constitucional por ser rápido y no el Senado que es más lento ,y no  aplicar el artículo de suspensión  de la Autonomía , aunque el PP tenga mayoría absoluta y más con el CS,   sería  una aplicación política y a lo mejor no les interesa , aunque electoralmente  si , en cambio el Constitucional suspendería solo al Gobierno  y podría disolver el Parlament y convocar elecciones  ya que aunque no hay ley sobre esa  situación  el Constitucional la crea ..y nombra un gobierno provisional  en funciones. Hasta las elecciones. De todos modos hasta el 8 de agosto , no se sabe aun si en realidad Puigdemont   convocará elecciones plebiscitarias otra vez el 1-0 .



sábado, 22 de julio de 2017

El gobierno español contra la democracia venezolana.

La guerra sucia del gobierno español contra la democracia venezolana.

Ángeles Diez*

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La política española se nos presenta siempre llena de paradojas, simulacros y sobreactuaciones. Muchas de ellas son puestas en escena para tratar de convencer a los súbditos españoles de que además de utilizar las administraciones para lucrarse se ejerce algo parecido a lo que en otros sitios se conoce como gestionar lo público y defender los intereses nacionales.
Pero cuando se analiza, incluso superficialmente, la política exterior en relación a Venezuela, nos encontramos con tal cantidad de incongruencias y sinsentidos que sólo cabe pensar que hay un guión previo escrito y/o encargado desde fuera, o lo que viene a ser lo mismo, que nuestra política exterior está subordinada a los intereses del imperio estadounidense ¿Cómo explicar si no que el ministro de Asuntos Exteriores dé validez a un plebiscito organizado por la oposición venezolana sin ningún tipo de garantías y sin respaldo del Consejo Nacional Electoral, sin censo electoral, con la quema posterior de los votos, con observadores que reconocen haber cobrado de los convocantes, etc. al mismo tiempo que el gobierno español declara ilegal la consulta catalana? ¿Cómo explicar que, estando el gobierno venezolano y su presidente reconocidos como legítimos por el Estado español, el Sr. Dastis, ministro de asuntos exteriores, declare que “no es una democracia”? ¿Cómo interpretar que tras la entrevista con su homólogo estadounidense, Rex Tillerson, afirme que “hay que seguir aumentando la presión para que Venezuela vuelva a ser una democracia”1?
Cualquier persona sensata podría aplicar un sencillo cuestionario que le ayudara a entender que en Venezuela se libra una de las batallas más importantes de una Guerra Mundo liderada por EEUU, y que el gobierno español no es sino un vasallo servil al servicio de la lógica imperialista. Sin duda, primero tendría que hacer un esfuerzo de desintoxicación informativa para que lo evidente no quedara neutralizado por la propaganda mediática que ingerimos diariamente. Pero en realidad bastaría con aplicar a los medios de comunicación masivos los mismos criterios y sospechas que tenemos sobre ellos cuando dan noticias sobre nuestro propio país. Veamos cuál sería este cuestionario:
1.- ¿A qué se debe que la potencia bélica más grande del mundo (800 bases militares distribuidas por todo el mundo, el presupuesto militar más alto del planeta, 200.000 soldados desplegados en 100 países)2 declare con un decreto ejecutivo que Venezuela es una “amenaza inusual y extraordinaria”, un país que no tiene bases militares fuera de su territorio y su ejército ocupa el puesto 62 en el ranking mundial?
2.-¿Qué recursos naturales y morales posee Venezuela que la convierten en una amenaza para el imperio y sus socios?
3.- Si Venezuela es una dictadura cómo es que desde que Chávez ganó la presidencia (1999) se hayan celebrado más 20 elecciones, el Centro estadounidense Carter, que actúa como observador en procesos electorales, haya reconocido su sistema electoral como uno de los más limpios y transparentes del mundo, que el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro ocupe un puesto destacado en las principales Comisiones de Naciones Unidas donde se necesita ser elegido por votación (Venezuela tiene el mandato simultáneo de siete Comisiones incluida la presidencia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU hasta el 2018).
4.- Sólo en enero de 2017 se registraron en México 1.938 homicidios3, de marzo de 2016 a marzo del 2017 fueron asesinados en Colombia un total de 156 líderes sociales y defensores de derechos humanos4; a qué se debe entonces que los medios masivos sólo hablen de la violencia en Venezuela y que el ministro de asuntos exteriores español diga que la situación en Venezuela es insostenible?
5.- Si la situación en Venezuela es tan insostenible cómo es que su tasa de emigrantes es la más baja de américa latina (0,4% frente al 11,8% de México por ejemplo), la tasa de desempleo esté en el 6% (en España es del 20,9%), que junto con Cuba Venezuela sea el país menos desigual del continente (España es el país más desigual de la OCDE), que no haya personas desnutridas (En España la población en riesgo de pobreza es del 28,3%), que la mortalidad infantil se encuentre por debajo de la media regional y que no haya periodistas asesinados ni desapariciones forzosas?5
Cuando intentamos responder a estas cinco preguntas la primera conclusión es que los ataques actuales del gobierno español a Venezuela tienen otras razones distintas a las esgrimidas públicamente y que dichas razones están lejos de cualquier interés por la paz o la mejora de las condiciones de vida del pueblo venezolano.
Hasta hace poco, el tema venezolano había formado parte de la política interna nacional. El show electoral español ha condicionado la agenda de todos los partidos políticos del espectro tanto de derechas como de izquierdas. Así, una vez consolidada la criminalización mediática, Venezuela ha sido un arma arrojadiza para acusar de populistas, radicales y autoritarios a Podemos, pero también para éstos ha sido un lastre incómodo del que tratar de zafarse continuamente en aras de una razón instrumental de dudoso calado moral. La mayoría de los partidos políticos de ámbito nacional con opciones electorales se han posicionado abierta o tímidamente, por activa o por pasiva, en la lógica de la guerra sucia contra el gobierno bolivariano.
El doble papel de servir a las campañas electorales al tiempo que se hacía el servicio a Estados Unidos irradiando la imagen negativa de Venezuela ha sido la tónica dominante en la política española.
Pero en estos momentos hay elementos que indican que el gobierno español ha asumido un papel mucho más activo en la guerra sucia contra Venezuela y especialmente, como ya hizo en su día con Cuba, para influir en los gobiernos europeos. Ha aumentado la frecuencia de los pronunciamientos contra el gobierno bolivariano, ha subido el tono y se ha convertido en el portavoz de las tesis golpistas de la oposición venezolana, los medios de comunicación españoles han radicalizado su campaña tóxica y, en general, unos y otros están reproduciendo punto por punto la propaganda estadounidense.
Todo apunta a que los principales actores políticos españoles están cumpliendo el encargo de crear las condiciones para que tanto la opinión pública española como la europea sean favorables a una intervención armada. Baste como ejemplo las declaraciones del dudosamente democrático expresidente Felipe González afirmando que no se debe celebrar una Asamblea Constituyente en Venezuela. Un exmandatario que no puede ocultar sus excelentes relaciones e intereses compartidos con la oligarquía venezolana y que no ha dudado en hacer causa común con el expresidente Aznar en contra del gobierno bolivariano6.
En el caso de Estados Unidos es evidente que en la actual escalada bélica, doblegar a Venezuela es un objetivo priorizado si se valora uno de los posibles escenarios previstos por los think tank: Una conflagración con otras potencias con equivalente potencia militar como Rusia. Para este escenario se presenta como necesario recuperar zonas de influencia y control de fuentes de energía y abastecimiento, a saber, el considerado por los políticos estadounidenses “patio trasero latinoamericano”.
Venezuela es una pieza clave desde esta perspectiva ya que la propia página oficial de la CIA señalaba, en el año 2015, que Venezuela era el país con más reservas de petróleo comprobadas en el mundo (18 % del total), y por supuesto con grandes reservas de gas, recursos hídricos y minerales raros.
Hay otro factor importante que nunca veremos reflejado en ningún análisis de los tanques pensantes y es que también en Venezuela se encuentran hoy en día importantes recursos morales: la defensa de su soberanía e independencia política, la integración regional basada en criterios de cooperación, el apoyo a las causas justas como la Palestina, un proyecto de igualdad y justicia social de carácter socialista… Podríamos decir que después de la resistencia heroica de Cuba, el testigo ha sido tomado por los venezolanos.
Todos los datos objetivos señalan que desde hace tiempo se ha puesto en marcha la guerra sucia contra Venezuela, que con el presidente estadounidense B. Obama apretó el acelerador y con Donald Trump continúa cumpliendo el plan trazado de la intervención. En abril de este año el almirante estadounidense jefe del Comando Sur, Kurt Tidd dijo ante el Comité de Servicios Militares del Senado de Estados Unidos que la situación en Venezuela estaba empeorando y que esto podría desencadenar una “crisis humanitaria que requeriría una intervención a nivel regional”, después tuvo que aclarar que no estaba hablando de una intervención militar pero no cabe duda de que sus palabras avalan lo que la oposición denomina Hora Cero para Venezuela.
La resistencia del pueblo venezolano defendiendo su democracia a pesar de la guerra económica, el no haber conseguido quebrar al ejército bolivariano, los repetidos intentos del gobierno de Nicolás Maduro por abrir cauces de diálogo y su propuesta de Asamblea Constituyente como estrategia para derrotar pacíficamente a la oposición golpista, han acelerado la hoja de ruta de la intervención que responde, con grandes similitudes a la que se dio en Chile previo al golpe de Pinochet, a las siguientes pautas : 1.-aumentar el nivel de violencia y provocación tanto de la Asamblea Nacional en desacato como de los grupos paramilitares que actúan en las calles, 2.-conformar un gobierno paralelo legitimado por organismos internacionales controlados por EEUU y por países afines, 3.- conseguir una masa crítica con el plebiscito fraudulento del 16 de julio, 4.- obstruir y sabotear la administración pública para colapsar la prestación de bienes y servicios, 5.- aumentar la presión económica y financiera hasta reventar definitivamente la economía, 6.- campañas sistemáticas de desinformación, post-verdad y fake news , 7.- preparar huelgas y paros en servicios, transporte y sector petrolero, 8.- boicotear la entrada en el país de alimentos y medicinas, paralizar las importaciones, 8.- incrementar las noticias sobre violación de DDHH, crisis humanitaria etc., 9.- crear un gobierno de transición con el reconocimiento de la OEA y algunos gobiernos europeos, especialmente el español.
No se trata de una nueva forma de Guerra sucia. Tanto la secuencia de los acontecimientos como el tipo de acciones ya se han aplicado repetidamente en el entorno latinoamericano: golpes de Estado, intervenciones militares, financiación de paramilitares, opositores y contrainsurgencia, guerra sicológica, golpes blandos, intervención humanitaria… El protocolo de aislar, demonizar e intervenir sigue cumpliéndose con distintos niveles de complejidad. La diferencia es que la resistencia del pueblo venezolano está obligando al imperialismo a complejizar y diversificar las formas de intervención.
Si en el caso de EEUU parece claro los intereses que están detrás y por qué se está priorizando la agresión a Venezuela ¿Qué mueve al gobierno español a sumarse tan activamente a este plan bélico? Basten algunos datos para argumentar que, dado que en estos momentos no hay elecciones a la vista, las razones hay que buscarlas en otro lado.
Tras la incorporación de España a la OTAN en 1982 se firmó el Convenio de Cooperación para la defensa (1988), con varias ratificaciones y enmiendas, que desembocaron en el impulso de la Nueva Agenda Trasatlántica (1995), el reforzamiento de las relaciones bilaterales a partir del 2001 cuando se firmó con la Secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, una Declaración Conjunta que supuso un salto cualitativo en las relaciones bilaterales profundizándose nuestra dependencia de EEUU no solo a nivel político, sino también en el ámbito de la defensa y la seguridad, en materia de cooperación económica y financiera, científica, industrial, tecnológica y cultural.
A partir de la presidencia de Obama y después de un pequeño enfriamiento por la retirada de las tropas españolas de Irak, las relaciones bilaterales con Estados Unidos se volvieron a intensificar. Se produce el encuentro de Rajoy y Obama en Washington (enero 2014), viajes continuos de distintos ministros, viaje oficial de los Reyes, visita del secretario de Estado John Kerry y el secretario de Defensa Ashton Carter a España, etc.
El propio Ministerio de Asuntos exteriores afirma en su página web que se trata de un aliado con el que “pocos países en el mundo tienen unos vínculos históricos, culturales y lingüísticos tan fuertes y con el que compartimos los mismos valores democráticos e intereses geoestratégicos”7. Cualquiera que sepa leer entre líneas verá que la relación entre un país como España sin recursos naturales significativos, con un endeudamiento exterior que sobrepasa el PIB, con una alta dependencia de recursos energéticos, etc. No puede ser una relación entre iguales sino una relación subordinada y dependiente.
Para Estados Unidos acabar con el gobierno venezolano tiene rango de política Estado, forma parte de la Guerra Mundo que la administración estadounidense explicita como “defender los intereses norteamericanos en cualquier parte del mundo” Un imperio por muy decadente que sea, o por muy disminuido que esté su poder, no puede hacer otra cosa que extender la guerra para mantener su hegemonía. Por otro lado, el imperialismo no es sino la forma que adopta la expansión capitalista y en estos momentos Venezuela constituye uno de sus más importantes obstáculos. La guerra que se libra contra Venezuela es pues una guerra que nos compete a todos ya que es sólo una de las partes más visibles de la Tercera guerra mundial que ya está en marcha.
En el caso del gobierno y el Estado español su posicionamiento activo y beligerante a favor de la hoja de ruta estadounidense forma parte del servilismo, la incapacidad y subordinación de nuestra clase política.
En esta guerra contra el pueblo venezolano y su gobierno no cabe la equidistancia, ni la neutralidad, ni las buenas intenciones. Sólo cabe desenmascarar y denunciar el papel de España, y apoyar los esfuerzos heroicos de un país por defender su independencia y soberanía que en estos momentos ha de ser la bandera que nos una a todos contra el imperialismo.
*Doctora en CC. Políticas y Sociología, profesora de la Universidad Complutense de Madrid, miembro del Foro Contra la Guerra imperialista y la OTAN. Julio 2017
3 El animal político, El 2017 tiene el arranque más violento del que haya registro, http://www.animalpolitico.com/2017/02/2017-aumento-de-homicidios/
4 El País.com.co, 156 líderes sociales fueron asesinados en 14 meses en Colombia: Defensoría, <http://www.elpais.com.co/colombia/registran-156-asesinatos-de-lideres-sociales-en-colombia-en-los-ultimos-14-meses.html>
5 Todos los datos, tanto para España como para Venezuela son del 2015 y de fuentes oficiales, del INE, de la OCDE en el caso de España y de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de Naciones Unidas para Venezuela.
6 El Mundo, Felipe González y Aznar, unidos para pedir la liberación de los presos políticos en Venezuela, 16/02/2017, <http://www.elmundo.es/internacional/2017/02/16/58a535e1e2704ef3418b45b0.html&gt;