Un documento del Comando Sur de Estados Unidos, titulado
“Venezuela Freedom 2”, reveló una estrategia de violencia que pretende generar
el final abrupto del gobierno de Nicolás Maduro. En su reemplazo asumiría un
gobierno de coalición.
Por
Diario Contexto -
Abr 29, 2016
Por Héctor Bernardo
Recientemente salió a la luz un documento del Comando Sur de
Estados Unidos titulado “Venezuela Freedom 2 – Operation”, en el que se
plantean doce pasos para desestabilizar y generar un final abrupto del gobierno
del presidente Nicolás Maduro.
El informe, que fue replicado en varios medios, está firmado
por el almirante y actual jefe del Comando Sur, Kurt Tidd. En el texto se
plantea generar, mediante acciones de violencia, condiciones para conseguir
remplazar al gobierno de Maduro por un gobierno de transición, una coalición
conformada por dirigentes de la oposición, líderes sindicales y las infaltables
ONG.
El texto, que fue hecho público por la organización
venezolana Misión Verdad, plantea doce pasos que darían las fuerzas especiales,
junto a la oposición nucleada en la Mesa de Unidad Democrática (MUD), para
derrocar a Maduro.
Cabe recordar que el programa estratégico del Pentágono
divide el planisferio en diez partes, y por cada una Estados Unidos tiene un
comando militar para controlar dicha área. Dentro de esa estrategia, al Comando
Sur le está asignado el control de América Latina y el Caribe.
El documento
firmado por Kelly habla de “inestabilidad económica, social y política
significativa debido a la rampante violencia, la delincuencia y la pobreza, la
inflación galopante, la grave escasez de alimentos, medicinas y electricidad”.
También hace referencia a la caída internacional del precio
del petróleo que, asegura, obligará al Gobierno de Maduro a suspender planes
sociales.
El periodista y analista político Carlos Aznarez opinó que
“este documento que se filtró ahora es, aparentemente, la segunda parte de uno
similar que lanzó el anterior jefe del Comando Sur, John Kelly”. Y apuntó: “En
este documento queda claro que parte de lo que allí se dice ya se está
ejecutando desde hace un tiempo en la estrategia de acoso y derrocamiento del
gobierno de Nicolás Maduro. Si uno ve los cinco puntos fundamentales, allí
aparece el empleo de una estrategia que pueda justificar el desarrollo de una
política hostil por parte de la oposición, el aislamiento internacional, la
descalificación como sistema democrático del gobierno venezolano y la
generación de un clima propicio para la aplicación de la Carta Democrática de
la OEA. Todo eso ya está en marcha y todo tiende, por lo menos en el documento,
a que la salida va a ser de características violentas”.
Aznarez remarcó que “el tema de la violencia está puesto por
encima de cualquier otra posibilidad de salida. Si bien la oposición está
planteando la posibilidad del referendo revocatorio y, además, impulsar la
aplicación de la Carta Democrática de la OEA, lo que no va a poder hacer porque
no están dadas las condiciones, ya se están generando en estos días ‘guarimbas’
como las que se produjeron hace dos años y que provocaron 43 muertos. Por eso
es muy importante tener en cuenta lo que plantea el presidente Nicolás Maduro,
la necesidad de la unidad del pueblo venezolano y la movilización permanente,
para dejarle claro a la oposición que el pueblo no está dispuesto a ceder”.
“En el documento del Comando Sur se habla de un gobierno de
transición conformado por dirigentes de la oposición, algunos dirigentes
sindicales y las famosas ONG, que siempre pululan por estos lugares. Están
preparando una salida con la misma idea del 2002, cuando hicieron el golpe de
Estado contra Chávez”, concluyó el analista.
En el texto, el
jefe del Comando Sur aseguró que “la derrota en las elecciones y la
descomposición interna del régimen populista y antinorteamericano recoge el
impacto exitoso de nuestras políticas impulsadas con fuerzas aliadas en la
región en la fase 1 de esta operación”.
Entre los puntos de esa primera fase estarían: “Poner en
evidencia el carácter ‘autoritario’ del gobierno de Maduro, generar aislamiento
internacional y descalificación como sistema democrático, generar un clima
propicio para la aplicación de la Carta Democrática de la OEA, colocar en la
agenda la premisa de la crisis humanitaria que permita una intervención con
apoyo de organismos multilaterales, incluyendo la ONU”.
El almirante Kelly asegura: “nuestra intervención oportuna
ha permitido delinear un camino para una salida rápida del régimen. Si bien se
está enarbolando el camino pacífico, legal y electoral, ha crecido la
convicción de que es necesario presionar con movilizaciones de calle, buscando
fijar y paralizar a importantes contingentes militares que tendrán que ser
dedicados a mantener el orden interno y seguridad del gobierno, situación que
se hará insostenible en la medida en que se desaten múltiples conflictos y
presiones de todo tipo. Inscrita en esa perspectiva, planteo examinar un
conjunto de recomendaciones para la segunda fase de la Operacion Venezuela
Freedom-2”.
Como desarrollo de la fase 2, el texto propone “un conjunto
de recomendaciones que permita una planeación efectiva de nuestra intervención
en Venezuela”. Esas recomendaciones serían:
1- Generar un escenario abrupto que puede combinar acciones
callejeras y el empleo dosificado de la violencia armada.
2- Bajo un enfoque de “cerco y asfixia”, utilizar la
Asamblea Nacional como tenaza para obstruir la gobernanza: convocar eventos y
movilizaciones, interpelar a los gobernantes, negar créditos, derogar leyes.
3- En el plano político interno, insistir en el gobierno de
transición y las medidas a tomar después de la caída del régimen, incluyendo la
conformación de un gabinete de emergencia, donde puedan incluirse sectores
empresariales, jerarquía eclesial, sindicatos, ONG, Universidades.
4- Para arribar a esta fase terminal, se contempla impulsar
un plan de acción de corto plazo (seis meses con un cierre de la 2 fase hacia
julio-agosto de 2016), aplicar las tenazas para asfixiar y paralizar,
impidiendo que las fuerzas chavistas se puedan recomponer y reagruparse.
5- Mantener la campaña ofensiva en el terreno
propagandístico, fomentando un clima de desconfianza, incitando temores,
haciendo ingobernable la situación.
6- Darle particular importancia a la explotación de los
temas como la escasez de agua, de alimentos y de electricidad.
7- Posicionar la matriz de que Venezuela entra en una etapa
de crisis humanitaria por falta de alimentos, agua y medicamentos. Hay que
continuar con el manejo del escenario donde Venezuela está “cerca del colapso y
de implosionar” demandando de la comunidad internacional una intervención
humanitaria para mantener la paz y salvar vidas.
8- Insistir en la aplicación de la Carta Democrática, tal
como se ha convenido con Luis Almagro Lemes, secretario general de la OEA y los
ex presidentes, encabezado por el ex secretario de la OEA, César Gaviria
Trujillo […] Aquí se hace relevante la coordinación entre organismos de la
Comunidad de Inteligencia (IC) y otras agencias como las organizaciones no
gubernamentales (ONG), corporaciones privadas de comunicación como la SIP y
diversos medios privados (TV, Prensa, Redes, circuitos radiales).
9- No se puede dejar a un lado el esfuerzo que hemos venido
haciendo para vincular al gobierno de Maduro en la corrupción y el lavado de
dinero […] En estas coordenadas, hay que desarrollar campañas mediáticas con
los testigos protegidos que colaboran con la aplicación del decreto del 9 de
marzo de 2015.
10- En otro ámbito, tenemos que prestarle atención a la
cuestión militar. Si bien hasta ahora ha resultado exitosa la campaña que hemos
impulsado para disuadir y ganar adeptos en sectores institucionalistas […] Por
eso, hay que sostener el trabajo de debilitar ese liderazgo y anular su
capacidad de mando.
11- Lectura similar es necesario hacer en relación al empleo
que va a hacer el gobierno de las llamadas milicias y colectivos armados. La
presencia de este personal combatiente y fanatizado en las ciudades priorizadas
en el plan se convierte en obstáculos para las movilizaciones de calle de
fuerzas aliadas y grupos opositores, siendo también un impedimento para el
control efectivo de instalaciones estratégicas. De allí la demanda de su
neutralización operativa en esta fase decisiva.
12- Los entrenamientos y aprestos operacionales de los
últimos meses, con la Fuerza de Tarea Conjunto Bravo en la base de Palmerola,
en Comayagua, Honduras, la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur – Jiatfs,
permite colocar tales componentes en condiciones de actuar rápidamente en un
arco geoestratégico apoyado en las bases militares de “control y monitoreo” en
las islas antillanas de Aruba (Reina Beatriz) y Curazao (Hato Rey); en Arauca,
Larandia, Tres Esquinas, Puerto Leguízamo, Florencia y Leticia en Colombia;
todo ello como Lugar de Operaciones de Avanzada (FOL, con proyecciones sobre la
región central de Venezuela, donde se concentra el poderío político-militar).
En este aspecto debemos mantener la vigilancia electrónica sobre esta zona de
influencia, sobre todo en la fachada atlántica, manteniendo las incursiones de
los RC-135 COMBAT equipados con sistemas electrónicos que han permitido
recientemente recolectar inteligencia, interceptar y bloquear comunicaciones,
tanto del gobierno como de contingentes militares (Ver informe confidencial
respectivo). También se debe poner OK el Primer Batallón 228 del Regimiento del
Aire con sus 18 aviones y los helicópteros UH-60 Blackhawk y CH-47,
aproximándolos al terreno, preferiblemente las instalaciones de Hato Rey en
Curazao. Ya hemos establecido las directivas y órdenes vinculantes.
y
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