domingo, 23 de octubre de 2016

¿ Qué es el CETA ?

Desentrañar el CETA

Mario Nuti

21/10/2016
El 15 de octubre hubo muchas manifestaciones en el Reino de España contra el CETA y el TTIP.  El lema era "Otoño en resistencia. Ni CETA ni TTIP", muchas organizaciones  exigieron la suspensión de dichos acuerdos. Una de las pancartas, en este caso de Madrid, decía: "Las personas y el planeta, por encima de las multinacionales. No a la pobreza. No a la desigualdad. No al CETA. No al TTIP". Más de medio centenar de ciudades del Reino de España realizaron actos contra el TTIP y el CETA en el que participaron muchos miles de personas. Estos actos de protesta se realizaban pocas horas después de que el gobierno en funciones del PP, que la gestora del PSOE se apresura a permitir que siga gobernando, autorizara la firma del CETA. Y solamente tres días después del llamado día de la Hispanidad, en el que se realizaron actos de resistencia como el que motivó que el juez imputara a seis ediles del ayuntamiento de la tercera ciudad más grande de Cataluña, Badalona, porque consideraron, como muchos otros ayuntamientos de la nación catalana, que este día no había nada que celebrar.
A continuación traducimos un artículo que aporta mucha información sobre el CETA. SP

Este artículo dedicado al CETA (el acuerdo comercial entre la UE y Canadá, cuya firma está prevista para finales de octubre) es una colaboración de Peter Rossman, director de campaña y comunicación de la UITA (Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines). Tras una lectura concienzuda del tratado, Rossman escribió este artículo, que fue publicado originalmente en el Global Labour Column y editado por la organización CSID (Estrategia Institucional y Desarrollo Industrial, de la Universidad de Witwatersrand, Johannesburgo). Estamos muy agradecidos al autor por habernos dado permiso para reproducirlo aquí. También se puede acceder de forma gratuita a la versión ampliada publicada con anterioridad sobre Acuerdos comerciales que amenazan la democracia. (DMN)

«Las partes establecen un área de libre comercio...» CETA Artículo 1.4.

«El comercio, al igual que la religión, es algo de lo que todo el mundo habla, pero muy pocos entienden: el propio término es ambiguo y en su acepción común no se explica con suficiencia». Daniel Defoe, Plan del comercio inglés (1728).
El acuerdo económico y comercial global (CETA, por sus siglas en inglés) entre la UE y Canadá, como otros tantos megatratados insidiosos, es un instrumento de amplio alcance cuyo objeto es expandir el horizonte de las inversiones transnacionales por medio del retroceso de las competencias de los gobiernos en la regulación del interés público. El ataque a la gobernabilidad democrática no se limita a los notables mecanismos de solución de diferencias entre los inversores y los estados (ISDS, por sus siglas en inglés), los cuales privilegian el capital transnacional mediante la creación de un ordenamiento jurídico paralelo exclusivo de los inversores transnacionales. Antes bien, las invasivas demandas de estos inversores impregnan el tratado de principio a fin.
El «libre comercio» y la expansión del universo del inversor
Canadá y la UE se sitúan ya entre las economías más abiertas del mundo. Los aranceles entre ellas han conocido en la actualidad su mínimo histórico. La misión principal del CETA consiste en eliminar las «barreras no arancelarias», es decir, las leyes y los reglamentos edificados durante decenios de lucha para limitar el poder corporativo y favorecer las políticas y los servicios necesarios en la defensa de los trabajadores, los ciudadanos y el medioambiente. El CETA es un tratado de inversión embutido en un proyecto global de «desregulación».
Este tratado propiciará que las normativas y políticas existentes en Canadá y la UE se vuelvan vulnerables frente a las recusaciones de los inversores, ya sea de forma directa a través de los mecanismos ISDS o indirectamente mediante los mecanismos de solución de litigios entre estados impulsados por las empresas. El tratado también se cuida de excluir la posibilidad de utilizar las herramientas políticas esenciales que los gobiernos progresistas van a necesitar para revertir la destrucción social que está alimentando la derecha autoritaria, nacionalista y xenófoba.
El CETA se construye sobre la base de una definición amplia de la inversión que prolonga su alcance más allá de los tratados existentes entre Canadá y la UE. Es prácticamente idéntico al proyecto de capítulo sobre inversión que se filtró de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés).
El texto oficial «jurídicamente depurado» del CETA dispone, tautológicamente, que «el término inversión abarca cualquier tipo de activo que un inversor tiene en propiedad y controla, de forma directa o indirecta, y que posee las características de una inversión». (CETA, 2014: 39). Entre estas características de la inversión incluye «la expectativa de ganancia o beneficio». Además de la inversión directa en una empresa, el término «inversión» comprende las acciones, títulos, bonos y demás instrumentos de deuda; las concesiones, «incluida la búsqueda, el fomento, la extracción o explotación de recursos naturales»; los derechos de propiedad intelectual y «otras propiedades mobiliarias, tangibles o intangibles, o propiedades inmobiliarias y sus respectivos derechos» y las «reclamaciones de dinero o de cumplimiento de un contrato» (CETA 2014: 39 y ss.). Una empresa no tiene más que demostrar que posee una «expectativa legítima» de beneficio para desafiar los obstáculos normativos y poder materializar de este modo dicha expectativa.
Las disposiciones sobre el acceso al mercado y el tratamiento nacional establecidas en el capítulo dedicado a la inversión son aplicables a los gobiernos de cualquier nivel e impiden cualquier restricción en nombre de la «no discriminación». El tratado prohíbe a los gobiernos gestionar las inversiones extranjeras para objetivos distintos y prohíbe cualquier restricción a la repatriación de beneficios.
«Expropiación indirecta»
El capítulo dedicado a la inversión «reafirma» el derecho de los gobiernos de regular en defensa del interés público, pero a los inversores les garantiza una ampliación del «trato justo y equitativo» y mayor protección frente a la «expropiación indirecta» de los beneficios previstos a través de la adopción de nuevas leyes y normativas. El órgano de solución de controversias determinará si se ha producido expropiación indirecta mediante un estudio basado en hechos que tenga en consideración, entre otros factores, «hasta qué punto la medida o serie de medidas interfiere con las expectativas inequívocas y razonables de la inversión» (CETA, 2014: 331; la cursiva es del autor). La «expropiación reglamentaria» o indirecta ha permitido el éxito de mano de los inversores de un creciente número de desafíos al derecho, las normativas y las decisiones judiciales de interés público gracias a las acciones judiciales entre inversores y Estados.
Los servicios públicos están exentos de los requisitos de acceso al mercado, de tratamiento nacional y de cumplimiento, y de las disposiciones de nación más favorecida previstas en el capítulo dedicado a las inversiones solo en la medida en que no se «lleven a cabo en condiciones comerciales o compitan con uno o más operadores económicos». Este es el fantasmal modelo de desinversión del sector público que ya se estableció en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Puesto que los bolsillos del comercio privado están presentes en la mayoría de los servicios públicos, pocos cumplen dichos criterios. Las partes deben reservar los servicios que deseen excluir —el método de la lista negativa— en función de la Clasificación Central de Productos de las Naciones Unidas de 1991, cuyos miles de entradas difuminan la distinción entre la fabricación y los servicios del ámbito público y los del ámbito privado. Las cláusulas de moratoria y las que establecen un posible aumento de competencias congelan los niveles actuales de privatización, dificultando y haciendo más costoso para los gobiernos el devolver los servicios privatizados al sector público.
El capítulo de regulación nacional del CETA no se limita a los servicios. Los gobiernos deben garantizar que cualquier restricción reglamentaria que observen o adopten «no complica o demora indebidamente la provisión de un servicio o el ejercicio de cualquier otra actividad económica» (CETA, 2014: 91; la cursiva es del autor). El artículo 2 del capítulo sobre obstáculos técnicos al comercio refuerza los límites a la regulación puesto que estipula que los reglamentos «no deben ser más restrictivos para el comercio de lo necesario para la persecución de un objetivo legítimo» [1].
El capítulo dedicado a la contratación pública facilita la introducción de las empresas en los gobiernos a cualquier nivel mediante la generalización del «tratamiento nacional» y la prohibición de «condiciones compensatorias especiales», definidas como «cualquier condición o compromiso que fomente el desarrollo local».

El capítulo dedicado a los servicios financieros prevé «medidas cautelares», definidas muy vagamente, pero amortigua las posibilidades de restringir el volumen o la cuota de mercado de las instituciones financieras, aun cuando dichas medidas «no discriminen» entre inversores extranjeros y nacionales. Los gobiernos que persigan limitar la introducción de nuevos «productos» financieros o el volumen de las sociedades financieras encontrarán que dichas sociedades se han blindado, por medio del CETA, contra el riesgo derivado de la regulación.

El capítulo dedicado a la cooperación reglamentaria obliga a los firmantes a «eliminar los obstáculos innecesarios al comercio y a la inversión» y «fomentar la competencia» por medio de un foro de cooperación reguladora que está exento de rendir cuentas y que institucionaliza el cabildeo corporativo. Dicho foro se encarga de disminuir los costes de cumplimiento, para lo cual explora «alternativas» a la reglamentación, y de fomentar el «reconocimiento de la equivalencia y la convergencia». Es decir, se trata de un instrumento poderoso cuyo fin es compensar la protección. Los gobiernos intercambiarán «información reservada» con sus contrapartes del foro antes de que esta se comparta con los legisladores o con el público — ¡y todo ello sin limitar la posibilidad de que cada parte lleve a cabo sus propias actividades reguladoras, legislativas y normativas! —.

Los enfoques reglamentarios deberán ser «tecnológicamente neutros», un requisito que contraviene la vaga promesa formulada en el capítulo dedicado al comercio y al medioambiente, en el que las partes «se comprometen a cooperar para adoptar medidas con las que fomentar la eficiencia y el desarrollo energético, y el uso de tecnologías hipocarbónicas junto con otras tecnologías inocuas para el clima».

¿Qué importancia reviste entonces la inversión (y su apoderado, el «comercio de servicios») respecto del comercio de mercancías en el CETA? Las disposiciones del tratado dejarán de ser aplicables transcurridos 180 días desde la fecha de notificación de la intención de ponerle fin. Sin embargo, el capítulo VIII (inversión) seguirá en pleno vigor durante veinte años (CETA 2014: Artículo 30.9).

¿Plan de trabajo?
Después del voto a favor del brexit, la Comisión Europea anunció que el CETA —cuya firma estaba prevista para la cumbre UE-Canadá a finales de octubre— se consideraría como un «acuerdo mixto», el cual requeriría la aprobación de los parlamentos nacionales de los Estados miembros de la UE, así como de las principales instituciones europeas. No obstante, la Comisión ha propuesto que el tratado entre en vigor provisional de forma inmediata tras la aprobación del Consejo de Europa y del Parlamento Europeo, lo cual significa que las disposiciones en materia de inversión serían aplicables varios años antes de la ratificación total, e incluso a despecho de que uno o más Estados miembros hayan votado en contra del tratado.

Los sindicatos y aliados de la sociedad civil exigen de forma unánime la supresión del mecanismo ISDS en el tratado. El renombramiento que ha hecho la Comisión Europea del ISDS como tribunal para inversiones no lo exime en ningún modo de su toxicidad esencial (ver, por ejemplo, Eberhart, 2016) y debe rechazarse por motivos idénticos.

Sin embargo, el mecanismo ISDS no es más que un elemento, si bien de suma importancia, en la toma generalizada de poder que las empresas están llevando a cabo amparadas por el CETA. Los inversores transnacionales pueden hacer valer sus intereses mediante mecanismos de solución de conflictos entre estados, tal y como demuestra el órgano de solución de controversias de la OMC. Las ambiciosas reivindicaciones de los inversores transnacionales se han ido incorporando sistemáticamente al tratado; la incautación corporativa de la gobernabilidad democrática es el nexo principal de los distintos capítulos. No les interesa que el mecanismo de ISDS se extirpe quirúrgicamente, pues podría dar pie a un texto que sirviera de algún modo como vehículo para un programa de comercio progresista. Tampoco que se «compense» la aplastante carta de reivindicaciones de los inversores mediante la inserción de disposiciones más estrictas que defiendan los derechos laborales o protejan el medioambiente. El CETA es esencialmente hostil a la democracia y al movimiento sindical. Hay que abolirlo, no «mejorarlo».

Detrás del CETA, como no podía ser de otro modo, se esconde la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (el TTIP). En caso de que el TTIP fracase, gran parte de sus aspiraciones podría materializarse con el CETA. La mayoría de las transnacionales estadounidenses posee filiales canadienses que operan y tienen «expectativas de beneficio o ganancia» en la UE. Estas pueden valerse de los mecanismos ISDS u otras disposiciones similares para apaciguar su creciente apetito. Las empresas de la UE pueden demandar al gobierno de Canadá, pero también utilizar sus filiales canadienses para atacar cualquier normativa europea que les resulte inconveniente, fomentando con ello la actual tendencia al abandono de la regulación.

Desde hace muchos decenios, el movimiento sindical ha librado batallas puramente defensivas contra el tratado neoliberal y el programa de inversiones, pero carece de una estrategia propia. El terreno perdido no se podrá recuperar en un territorio que es esencialmente hostil. La crisis, el estancamiento y el mayor ataque de los inversores de la historia reciente no podrán revertirse con estas renovadas dosis de neoliberalismo. Necesitamos programas concretos de inversión pública para abordar el desempleo masivo, la desigualdad, la desintegración de los servicios públicos y el cambio climático. El CETA y sus tratados complementarios están imposibilitando esta tarea de forma verdaderamente efectiva.
Nota:
[1] El proyecto de capítulo filtrado del TTIP sobre obstáculos técnicos al comercio se vale con gran creatividad de la cláusula de nación más favorecida para establecer que «cada una de las partes deberá permitir que las personas de la otra parte participen en el desarrollo de normas, reglamentos técnicos y procedimientos de evaluación de conformidad» y «cada una de las partes deberá permitir que las personas de la otra parte participen en el desarrollo de dichas medidas en términos que no sean menos favorables que los que garantiza a sus propias personas».
Referencias:
CETA (acuerdo económico y comercial global) 2014.

Eberhart, P. (2016) The Zombie ISDS, Bruselas: Corporate Europe Observatory.
economista. Edita https://dmarionuti.blogspot.com.es/
Fuente:
https://dmarionuti.blogspot.com.es/2016/10/unpacking-ceta.html
Traducción: Vicente Abell

sábado, 22 de octubre de 2016

Entrevista a la escritora y activista india Arundhati Roy.




22-10-2016

Entrevista a la escritora y activista india Arundhati Roy
"No estoy segura de que la humanidad quiera sobrevivir"

Mediapart


La novelista, activista y ensayista india Arundaty Roy, prosigue en su intento de "despertar nuestra imaginación" contra el chovinismo, el capitalismo y los procesos en apariencia inofensivos que les permiten prosperar. Arundhati Roy, autora de El dios de las pequeñas cosas acaba, veinte años después, una nueva novela que se publicará en inglés el año próximo y en francés a comienzos de 2018. Mientras tanto, publica dos obras que se inscriben en el combate contra los nacionalistas hindúes y el capitalismo voraz. El primero, Espectros del capitalismo (Capitán Swing), en realidad, es una recopilación de artículos centrada en las tensiones de Cachemira y la forma en las que las ONG, las fundaciones filantrópicas, las becas de estudio, los discursos tranquilizadores sobre la diversidad y el arte sirven de vehículo para el acaparamiento de tierras y la destrucción de los imaginarios en una India donde el desarrollo económico exponencial es compatible con el hecho de que "más del 80% de la población vive con menos de 50 céntimos al día". Frente a esto, Arundaty Roy da cuenta de las luchas que intentan resistir a estos rodillos financieros e ideológicos. Si el análisis es oscuro sobre la suerte que espera una humanidad que ha aniquilado las formas de pensar diferentes, suprimiendo unas formas de vida para imponer otras, Arundaty Roy sigue exigiendo el "derecho a soñar en un sistema que ha intentado transformar a todos los individuos en zombis hipnotizados hasta el punto de asimilar el consumismo irreflexivo con la felicidad y la plenitud". El segundo se titula "Que devons-nous aimer? (Gallimard). Firmado junto al actor y realizador John Cusak, es el resultado de un encuentro con Edward Snowden y también con Daniel Ellsberg, el antepasado de los "denunciantes", en el origen de la filtración de los "Papeles del Pentágono" durante la guerra de Vietnam. Fundamentalmente, consiste en una reflexión sobre el patriotismo, en nombre del cual dicen haber actuado Ellsberg y Snowden mientras que Arundaty Roy llama a redefinir nuestras prioridades: "un bosque virgen, una cadena de montañas o un valle fluvial son más importantes y sin duda, más dignos de amor que cualquier país jamás llegará a serlo. Podría llorar por un valle fluvial, y eso ya me ha sucedido. ¿Pero por un país?”
Entrevista
Escribe que la India es actualmente una superpotencia como las otras, "con bombas nucleares y una escandalosa desigualdad"… En 1988, en El fin de la imaginación, ya había declarado:"Si protestar contra la instalación de una bomba nuclear en mi cabeza es anti hindú y antipatriótico, entonces yo me separo. Por la presente me autoproclamo república itinerante independiente". Casi 20 años después, ¿cómo es su relación con la India?
En India, el discurso nacionalista se ha convertido en terrorífico y eso ha desembocado en ensayos nucleares. Quienes no han celebrado esto como una señal de una gran nación han sido acusados de traición. La diferencia es quienes estigmatizaban como anti-hindú a los pocos que no comulgaban con el culto de la gran potencia nuclear hoy están instalados en el poder y atrincherados detrás de sus convicciones de extrema derecha. Claro, la región está lejos de la situación siria o iraní, pero un gobierno con Modi a la cabeza, azuzando el conflicto en Cachemira y la tensión con Pakistán, ofrece razones para inquietarnos porque allá se habla de potencias que poseen bombas nucleares.
¿Está personalmente en el punto de mira de los nacionalistas hindúes?
El gobierno opera subcontratando su descontento frente a las voces divergentes a la gente. Así se había organizado una manifestación delante de mi domicilio organizada por el ala femenina del BJP, pidiendo mi detención. Y en el último abril, los estudiantes de la universidad Nerhu habían organizado una discusión durante el ahorcamiento del cachemir Afzal Guru, sobre el que escrito varios textos. Algunos grupos increparon a los estudiantes y un periodista de una cadena en continuo preguntó: ¿Quién está detrás de todo esto? ¿Por qué está aún en libertad? Los medios de comunicación propiedad de grandes empresas intiman a las voces independientes a callarse y el gobierno subcontrata la censura a la multitud encolerizada.
¿Cómo explicar que el crecimiento exponencial de la India haya desembocado en una situación en la que las cien personas más ricas del país detentan más de un cuarta parte del PIB? ¿Por que la teoría del "trickle don", según la cual el crecimiento permite a la riqueza "gotear" hacia las clases desfavorecidas, se ha revelado falsa y, al contrario, hemos asistido a un masivo "gushup"(literalmente, surgimiento), proceso por el cual la concentración de la riqueza opera en detrimento de las clases pobres?
Eso ocurre en todo el mundo; eso se llama capitalismo y no es necesario tener una diploma en economía para comprenderlo. Pero en la India, este fenómeno es doble porque, al contrario que el desarrollo chino permitido por la producción y exportación de bienes manufacturados, el crecimiento se basa enteramente en la extracción de recursos naturales y minerales. Históricamente, los británicos y los franceses han colonizado el mundo para extraer sus preciados recursos. Hoy, en la India, una élite está colonizando su propio país. Además, el capitalismo indio es especial en esto ya que las grandes empresas, como Tata por ejemplo, abarcan todos los campos de la vida, de la extracción minera a la educación o ¡los cosméticos! No son solo los pobres los que son rechazados por este sistema, sino también los pequeños comerciantes o los agricultores, entre los que los suicidios son frecuentes, mientras la India se ha convertido en un economía muy potente.
¿En qué sería el capitalismo, como escribe, una "historia de fantasmas?
Me refiero a una cita de Marx que juzgaba que el capitalismo "de unos medios de producción e intercambio tan potentes, parece un mago que no sabe dominar las fuerzas infernales que ha convocado". Las fábricas han cerrado, los empleos han desaparecido, los sindicatos se han evaporado. Se ha dirigido a las personas que integraban el proletariado las unas contra las otras: hindúes contra musulmanes, castas contra castas, regiones contra regiones…Pero el capitalismo se ha convertido en una religión sin ninguna lógica. Ha desencadenado una psicosis colectiva. Sabemos que seguir viviendo como lo hacemos acarreará el fin del mundo y de la humanidad. Sabemos eso. Pero saber no es suficiente para cambiar el curso de las cosas.
¿Por qué piensa que las viejas recetas que han permitido al capitalismo superar las crisis pasadas, por ejemplo, "la guerra y el mercado" sencillamente no van a funcionar?
La fuerza del capitalismo reside en su creatividad y su capacidad de adaptación… Sí, es creativo. Es suficiente para ver hasta qué punto que mientras el capitalismo supuestamente tiene por principio la competencia y el comunismo estaría basado en la unidad, los capitalistas están unidos mientras los comunistas están completamente divididos y son incapaces de ponerse de acuerdo. Pero estamos en una situación en la que la rapidez de circulación del dinero y del capital, altera los parámetros de la comprensión humana y hunde nuestra alma de tal manera que somos incapaces de entender. Estamos en un gran problema como especie.
Tiene palabras muy duras para las fundaciones filantrópicas y las ONG. ¿Por qué?
Sin duda, algunas ONG hacen un excelente trabajo pero la "onguización" de todo, permitida por la financiación "filantrópica" de algunas empresas, plantea problemas. Cuando los estados se retiran de la educación, de la salud, de la mayoría de los espacios que deben ser considerados como derechos inalienables, a partir de ese momento, hay que recurrir a la caridad de estos filántropos y a la acción de estas ONG. Es una quimera. Otro problema de las ONG se debe a que describen el mundo de una cierta manera. Toma a las ONG feministas, por ejemplo. Son importantes para luchar contra la mutilación sexual o los estereotipos de género. Pero la lucha de las mujeres de Chhattisgarh contra el acaparamiento de sus tierras o la de las mujeres de Orissa contra la construcción de una presa no son consideradas como combates feministas dignos de ser financiados como tales. La lucha de las mujeres contra la agenda imperialista y capitalista jamás ha sido considerada como una lucha feminista digna de apoyo. Lo que es financiado por las ONG no es malo pero es fundamental mirar qué es financiado en relación a lo que no lo es. Empresas como Rockefeller o Carnegie que tienen beneficios descomunales tuvieron la idea a comienzos del siglo XX, de reservar un pequeño porcentaje de sus beneficios para las obras filantrópicas y asegurarse de esta forma un control menos visible de la elaboración de políticas que les son útiles. Mire la manera en la que estas grandes fundaciones -Gates, Ford, Carnegie, Rockefeller-invirtieron en la industria de la educación y transformaron la idea misma de la pedagogía.
En Estados Unidos, existen excelentes universidades, con una verdadera diversidad de procedencia del alumnado que captan al conjunto de las élites del Tercer Mundo, esgrimiendo esta bandera. Pero en estos lugares, no se cuestiona en profundidad las desigualdades, el funcionamiento del capitalismo la lucha de clases. Es una forma de adoctrinamiento perfecta porque no se parece a un miembro de la KGB que viene a buscarte bajo la amenaza de un arma para enviarte a un campo de reeducación. Pero sigue siendo una reeducación suave. De las filas de grandes universidades británicas o americanas, han salido buenos investigadores y universitarios pero también los primeros ministros, ministros de economía, economistas y banqueros que han contribuido a abrir las economías de sus países a las corporaciones mundiales. Se ignora y se olvida a todas aquellas personas que plantean cuestiones molestas y se atemperan las formas de pensar. Se ha hecho desaparecer toda una parte de nuestra posibilidad de imaginar un mundo diferente. La manera como han sido destruida la gente que tenía imaginarios diferentes, como los pueblos de los valles de Chhattisgarh o de Orissa, es catastrófica. Pensando sin duda en desprenderse del pasado, en realidad, han destruido el futuro.
¿Hay ejemplos de la desactivación de protestas radicales debidas a la financiación de las fundaciones?
Esto se vio durante el movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos, cuando las fundaciones Ford y Rockefeller financiaron con becas, subvenciones o formación, organizaciones negras "moderadas". Más recientemente, en África del Sur, las fundaciones americanas, para contrarrestar la influencia de la URSS en la ANC, decidieron financiar esta organización permitiéndole eliminar organizaciones más radicales como el Black Consciousness Movement de Steve Biko. Y cuando Nelson Mandela se convirtió el primer ministro negro de África del Sur, se plegó completamente al consenso de Washington e hizo desaparecer cualquier rastro de socialismo del programa de la ANC. Incluso dio la más alta distinción honorífica de África del Sur al general indonesio Suharto que mató a centenares de miles de comunistas en Indonesia… Hoy, África del Sur está gobernada por antiguos militantes que circulan en Mercedes, pero esto es suficiente para mantener el mito de la liberación de los negros. En la India, al menos transcurrieron cincuenta años entre la descolonización y el neoliberalismo capitalista que es una forma de colonización de su propio país por las élites. En África del Sur, no hubo ninguna transición entre estas dos dominaciones. La revolución no puede ser financiada por las ONG o por empresas que tienen interés en el status quo y se acomodan fácilmente a una existencia domesticada y atemperada.
Igualmente, es severa con las políticas llevadas a cabo en nombre de los Derechos Humanos. ¿Por qué?
Es necesario matizar respecto a esta cuestión. No digo que los derechos humanos sean una mala política y muchos de mis mejores amigos son activistas de los derechos humanos. Pero digo que esto no es suficiente. Cuando debían constituir nuestros derechos mínimos, se han convertido en la única cosa que tenemos derecho a reclamar. El capitalismo ha reducido la idea de justicia únicamente a estos derechos mientras que el sueño de la igualdad se convertía en blasfemia. Sin embargo, los derechos humanos pueden ser un límite a nuestra imaginación política. El concentrarse estrechamente en esta cuestión permite también al interesarse únicamente en al violencia y las atrocidades, reprender de la misma forma a las dos partes de un conflicto así sean los maoístas y el gobierno indio o el ejército israelí y Hamas. En la India, en el estado de Cachemira, de Orissa o de Chhattisgarh, existen movimientos de resistencia que no son pacifistas sino armados porque no tiene otra opción para luchar contra el desposeimiento de sus recursos. Pero aunque sus reivindicaciones son justas, no obtienen el apoyo de la clase media porque practican una "violencia" pretendidamente incompatible con los derechos humanos…
¿Qué se puede hacer frente a esto?
No es como si nada se hubiera hecho. Se han llevado batallas. Los pobres ha logrado parar a poderosas compañías mineras. Ha habido victorias pero a menudo se quedan sin visibilidad y no son famosas...
¿Se definiría como comunista?
No. Pero pienso que las clases sociales son un dato esencial para comprender cómo funciona el mundo y analizarlo de forma justa. No pensar en términos de clase es como ser un cuerpo sin esqueleto ni estructura. Pero también creo que pensar solo en términos de clase, como lo hacen ciertos comunistas, es como ser un esqueleto sin cuerpo.
¿De qué puede estar formada esta "nueva imaginación" de la que escribe que necesitamos? ¿Se puede describir?
Sí, se puede pero no en cuatro frases. Es lo que he intentado hacer en la nueva novela que estoy terminando.
"Quizás sea el tiempo de retomar la noche" escribe. ¿Qué significa este proyecto?
Esta frase es una referencia al gigantesco edificio de Antilia, situado en Bombay que pertenece al hombre más rico de la India, Mukesh Ambani. Es la casa más cara jamás construida, con 27 pisos, tres helipuertos, seis pisos de parking, 600 empellados domésticos… Los vecinos se quejan de que este monstruo con todas sus luces les ha robado la noche. Pero reapropiarse de la noche es también una antigua reivindicación feminista y se inscribe en la necesaria recuperación de la naturaleza violentada sea el aire o el agua …
¿Su proposición de suprimir la herencia le parece realista?
La herencia es solo bienes financieros o materiales. Cuando se observa la imposición del sistema de castas en la India, se comprenderá hasta que punto la herencia es también una cuestión de posición, de estatus, de derechos. Si se quiere cambiar las cosas, me parece importante empezar a pensar una forma de no perpetuar los privilegios y los bienes adquiridos.
¿A qué llama las "guerras del modo de vida" en el libro consagrado al encuentro que tuvo con Edward Snowden en compañía de Daniel Ellsberg, otro lanzador de alertas, responsable de la filtración de los "Papeles del Pentágono" durante la guerra del Vietnam?
El modo de vida americano se ha convertido en el modo de vida europeo y el modo de vida de la élite india. Snowden y Ellsberg tuvieron razón al denunciar la crueldad de la guerra de Vietnam o la vigilancia de la NSA pero sigue siendo necesario comprender por qué Estados Unidos hace estas guerras, tanto ayer como hoy. La razón es, antes que nada, el control de los recursos y la voluntad de aprovecharlos lo más rápido posible. Para ello, hay que preconizar un determinado modo de vida particular basado en un apetito de consumo infinito y desenfrenado.
Es Edward Bernays, el sobrino de Freud, uno de los primeros en cambiar la forma de vender estos productos insistiendo no en la necesidad de poseer esto o aquello sino en conseguir hacer creer que tal o cual producto participaba de tu propia personalidad de tu necesaria realización. Es el imaginario de un consumo sin límites, esa idea de que la felicidad pasa por la posesión de más y más objetos, esa forma mediante la que creemos que la civilización y el capitalismo son una sola y misma cosa es lo que hay que volver a plantear si queremos tener una posibilidad de supervivencia. Pero no estoy segura de que la humanidad quiera sobrevivir…
En este encuentro que tuvo con Edward Snowden y Daniel Ellsberg, se percibe que sigue reticente a los motivos patrióticos de su acción. Dicen haber actuado en nombre de una cierta idea de América que la guerra de Vietnam o la vigilancia de NSA "traicionan". Rechaza desde hace tiempo el chovinismo pero, si este causa algunas guerras, ¿los hombres, sin embargo, no han alcanzado los estados nación para combatirse mutuamente?
Yo no digo que no tengan que existir países o naciones sino que no deberían estar provistos de semejante poder esotérico como en Francia o en India, donde mucha gente estima que sus países encarnan una superioridad cultural o civilizadora. No es ninguna tontería. Hay que relajarse. ¿Cómo explicar el fracaso de escritores y artistas que suministran un imaginario menos mortífero que el de la bandera? Es muy frecuente que artistas y escritores se plieguen a las demandas del mercado incluso teniendo el aire de experimentar porque se espera de ti que experimentes pero dentro de ciertos límites. Cuando escribí mi primera novela, El dios de las pequeñas cosas, fui bien acogida y sentí que se esperaba que yo publicara, dos años después, otra novela y así sucesivamente. Pero si yo hubiera querido satisfacer estas demandas, no hubiera podido participar en ninguna de las luchas en las que he participado, ni escribir los ensayos que he escrito. Cuando he publicado, en lugar de una nueva novela, El fin de la imaginación, quienes me habían alabado sintieron una rabia loca y me detestaron. El imaginario de consumo infinito ha penetrado en el mundo artístico y asistimos a formas de "cultural washing" lo mismo que vimos con el "green washing". El mayor festival de literatura mundial se encuentra hoy en la India, en Jaipur. Todo el mundo va allá, los editores, los escritores… Se habla de libertad de expresión, del arte, mientras que las personas que financian el festival destruyen los pueblos de los bosques, y apoyan un gobiernen en el que el simple hecho de no ser hindú y nacionalista es considerado un crimen. Las compañías mineras financian festivales de cine o de literatura con gentes maravillosas que hablan bajo vigilancia de libertad de expresión mientras que sus patrocinadores destruyen el mundo.
¿Qué debemos amar entonces para retomar el título de su libro?
Hay que reflexionar mucho, es por lo que he terminado de escribir una nueva novela sobre ese tema. Pero creo que debemos acabar con la idea de que la naturaleza debe ser sojuzgada y dominada por los seres humanos. Debemos acabar con la convicción de que el ser humano debe estar en el centro del mundo y todos los relatos que la atraviesa.
Fuente: https://www.mediapart.fr/journal/culture-idees/131016/arundhati-roy-je-ne-suis-pas-sure-que-l-humanite-veuille-survivre
Traducción: VIENTO SUR

viernes, 21 de octubre de 2016

Violencia y criminalización de la protesta.


Si pudieras oír, a cada sacudida, la sangre
fluyendo borboteante de espumosos pulmones corruptos,
obscena como cáncer, amarga como el bolo
de repugnantes, incurables úlceras en inocentes lenguas,
amigo mío, no dirías con tanto entusiasmo
a los niños apasionados por una gloria sin esperanza
la vieja mentira: Dulce et decorum est
Pro patria mori
 John Pilger


.

Violencia y criminalización de la protesta social
¿Estamos tontos?



No voy a hacer preámbulo explicativo de lo que sucedió y su validez, solo unos renglones dedicados a su interpretación.
¿Cómo? es posible que políticos de izquierdas, “progres de la cultura”, y como no, periodistas independientes y tertulianos varios, todavía sigan con sus engañosos cantos a la democracia y libertad de expresión para denostar la violencia de cualquier protesta.
Ya basta de desviar la atención con intención. Los violentos no son los que protestan en la UAM contra la invitación del rectorado a dar charlas magistrales a seres del tipo de González y Cebrián. Seres que no pueden aportar a la juventud –por lo menos, a la más sana, solidaria y humana- nada positivo, no egoísta, ya que representan –en la realidad y en la verdad- el envilecimiento, golpismo y terrorismo de Estado patrocinado por élites interesadas
Violencia no es una protesta de universitarios contra representantes de lo peor que cualquier oligarquía mantiene (mantener de pagar, en su seno), actores directos en representación de los poderes más brutales y reaccionarios.
Violencia es imponer gobiernos,
 Violencia es impedir por todos los medios que la gente se empodere del parlamento, de los barrios y calles,
 Violencia es el desalojo de sus casas de familias y particulares, reclamado por bancos, ejecutado por jueces y obligado por policías,
Violencia es que los UIPs te -cuando vas, o pasas junto/a una manifestación/concentración- exijan la documentación para imponerte una multa, ya que saben que golpes, o/y una noche, o cuatro en los calabozos, estas dispuesto a pasarlas, pero una multa de 300 € te hace pasar hambre,
Violencia es no dar a los parados un subsidio decente de paro, violencia es escuchar a una parlamentaria decir “!que se jodan!” y no se la expulse inmediatamente del hemiciclo,
 Violencia es haber rescatado a la banca privada (bankia también era privada), lo que nos cuesta con unas y otras cosas, 180.000.000.000. de euros, los mismos que quitaron de protecciones sociales,
 Violencia es no subir las pensiones porque han dilapidado el fondo, y sobre todo, porque no quieren poner impuestos a los más ricos,
 Violencia es que medios y periodistas criminalicen a los que se mueven por lo social,

Violencia es la pobreza que asola a la población –trabaje o no-, etc. En fin,
Violencia no es una protesta contra un par de personas que han hecho mucho daño a la mayor parte de la población del Estado España, violencia es criminalizar a la población, población sacrificada en aras de lo “políticamente correcto”.
Violencia es llamar violentos a unos estudiantes que solo tienen la protesta como expresión -ni ellos son libres, ni se pueden expresar libremente-, ya que están fuera de los círculos de poder que detentan y dirigen los medios e imponen la forma de informar,
 Violencia es lo que perpetran trabajadores de los mismos que criminalizan en aras al mantenimiento de lo que tiene que ser; el medrar e impunidad de las élites y su legitimación por todos los medios.
Ya no basta con no creerte lo que dicen, ya es hora de expresarse, de negar su mentira

jueves, 20 de octubre de 2016

El sectarismo del País.

 

El desvergonzado partidismo y sectarismo de ‘El País’

20 Oct 2016
Compartir: facebook twitter meneame
Vicenç Navarro

Público.es
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra
Bajo la dirección de Antonio Caño, que fue en su día el corresponsal de El País en EEUU (ver mi artículo “El sesgo profundamente derechista de Antonio Caño, el nuevo director de El País”, Público, 24.02.14), el diario ha alcanzado unos niveles de partidismo derechista que no tienen nada que envidiar al partidismo exagerado que muestran rotativos como La Razón y el ABC, periódicos que representan muy bien la escasa calidad y manipulación que caracterizan a la derecha española (que en el espectro político actual en la Unión Europea correspondería a la ultraderecha). Ni que decir tiene que hay columnistas y colaboradores de gran valía en tal periódico, con orientación progresista. Pero, además de ser una pequeña minoría entre los colaboradores y articulistas de este medio, ahora guardan un silencio ensordecedor frente a dicho sectarismo, y falta de profesionalidad, lo que parece reflejar un temor a la disidencia en un ambiente profesional con escasísima diversidad intelectual donde se excluyen sistemáticamente posturas críticas con sensibilidad de izquierdas. El “anti-izquierdismo” de El País alcanza niveles semejantes al del Daily Telegraph en el Reino Unido, o al del Wall Street Journal en EEUU. Con su abusiva manipulación y vulgar estilo (generalizado en la cultura de mala leche que caracteriza a la derecha en este país), intenta destruir a aquel a quien El País considera que es su adversario (mejor dicho, y tal como lo proyecta tal rotativo, su enemigo). Permítanme varios ejemplos.
La excesiva utilización y manipulación de un inexistente antiamericanismo
El columnista Xavier Vidal-Folch, que escribe frecuentemente sobre temas económicos, firmó un artículo (“Última oportunidad”, El País, 26.09.16) a favor del Tratado de Libre Comercio entre EEUU y la UE en el que definió a los que se oponían a dicho tratado como “antiamericanos” (con lo cual quería decir antiestadounidenses, pues la mayoría de americanos viven en el sur y centro de las Américas, no en el norte), acompañando predeciblemente esta definición con toda una serie de insultos y sarcasmos que, por desgracia, son costumbre en este columnista (al cual, por cierto, solía leer en tiempos pasados, pero lo hago con menos frecuencia desde que su estilo y narrativa han cambiado bajo la nueva dirección del diario). Según tal definición de “antiamericanismo”, nos encontramos con que la mayoría del pueblo estadounidense, así como la mayoría de sindicatos de EEUU, además de los dos candidatos a la presidencia de EEUU, el Sr. Trump, candidato del Partido Republicano, y la Sra. Hillary Clinton, candidata del Partido Demócrata, son, todos ellos, “antiamericanos”, pues todos ellos están en contra de tal tratado (la Sra. Clinton pasó de apoyarlo cuando fue Secretaria de Estado -equivalente a Ministro de Asuntos Exteriores- del gobierno Obama, a distanciarse ahora durante la campaña electoral). Lo que este articulista está haciendo es lo que siempre han hecho las derechas de cualquier país, confundiendo al Estado con el país. De ahí que definan a los movimientos (por regla general de izquierdas) que se oponen a las políticas públicas promovidasy/o llevadas a cabo por el gobierno federal de EEUU como antiestadounidenses, aun cuando muchas de tales políticas públicas cuenten también con la oposición y desaprobación de la mayoría de la ciudadanía estadounidense.
En realidad, el desconocimiento de EEUU de tal columnista es sorprendente. En otro artículo reciente, “Nostalgia de Obama” (17.10.16), en alabanza del Presidente de EEUU indicaba que uno de sus méritos había sido poner fin “al militarismo imperial de Cuba” (cita directa del artículo), afirmación que se espera de los Eduardo Inda de este país, pero que considero lamentable leer en las páginas de El País. Cualquier observador, mínimamente objetivo, de la política exterior de Cuba, puede ver que su ayuda exterior no es en materia militar, sino en causas humanitarias (ayuda en las regiones del ébola en África, en el huracán en Haití, y en muchos otros lugares del mundo), ayuda que ha sido ejemplar, como es ampliamente reconocido, incluso por el propio Presidente Obama (cuyo Estado federal, por cierto, tiene bases militares por todo el mundo) y por el Secretario de Estado de EEUU, el Sr. Kerry. La cantidad y calidad de tal ayuda, con el compromiso ejemplar de los profesionales sanitarios que participan en ello, ha sido alabada extensamente, incluso por voces conservadoras capaces de ser objetivas.
La demonización de Pedro Sánchez (ahora) y de Pablo Iglesias (siempre)
Este tipo de comportamiento de sectarismo aparece también abusivamente en su cobertura del partido Podemos y de la coalición Unidos Podemos, y que ahora incluye también al hasta hace poco Secretario General del PSOE, el Sr. Pedro Sánchez. Sus reportajes tienen como objetivo no ya criticar, sino destruir a los dirigentes de partidos políticos que son considerados adversarios (perdón, enemigos). Uno de los últimos editoriales de El País sobre Pedro Sánchez (“Salvar al PSOE”, 29.09.16) alcanzaba unos niveles de insulto y sectarismo que se reproducen constantemente, en este rotativo y otros medios del Sr. Juan Luis Cebrián, en la cobertura del Secretario General de Podemos, el Sr. Pablo Iglesias. En aquel editorial se utilizan todo tipo de adjetivos insultantes, acusándole de no haber dimitido (antes de que lo hiciera), por haber sido, supuestamente, responsable de la caída de votos socialistas en Galicia y en el País Vasco. Esta personalización de responsabilidades, exigiendo la dimisión de Sánchez como consecuencia del descenso electoral del PSOE, contrasta con los editoriales que escriben a favor de la Sra. Susana Díaz, Presidenta del Gobierno Andaluz, bajo cuyo mandato el PSOE ha alcanzado el apoyo electoral (en porcentaje de votos) más bajo conocido en Andalucía.
En realidad, este retroceso del PSOE viene ya de muy lejos y se debe a su conversión al neoliberalismo, conversión que fue alentada y apoyada por el propio El País, uno de los rotativos españoles que ha promovido más intensamente esta ideología neoliberal, cuya aplicación por parte de sucesivos gobiernos españoles (gobierno Zapatero y gobierno Rajoy) ha sido sumamente perjudicial para el bienestar de las clases populares de este país. No es, pues, de extrañar que tales clases hayan ido abandonando su apoyo al PSOE. Las responsabilidades de tal retroceso electoral son muchas, incluyendo las del propio rotativo que sistemáticamente, en su campaña propagandística a favor de las políticas neoliberales promovidas por el establishment financiero-político y mediático europeo, excluye a economistas españoles de sus páginas de opinión que cuestionan la sabiduría convencional neoliberal que el diario promueve.
La mentira y manipulación como táctica del rotativo
Pero, por si el editorial citado anteriormente no fuera poco, el responsable de Opinión de El País, el Sr. José Ignacio Torreblanca (responsable de la exclusión de voces críticas en tal sección), escribió hace unos días un artículo en el que, de nuevo, insulta a aquellos que responsabilizan a los barones del PSOE, incluido Felipe González, de oponerse a la alianza PSOE-Podemos prefiriendo, en su lugar, la continuación del gobierno Rajoy. Torreblanca indica, como dicen los barones, que no hay alternativa posible a Rajoy, pues las izquierdas no suman ahora, ni sumaron en 2015, los escaños suficientes para permitir una alternativa de izquierdas. Concluye, pues, como también concluye el editorial de El País del mismo día, que Sánchez está llevando “al PSOE al abismo por la quimera de querer pactar con un Podemos que no quiere pactar con él (el subrayado es mío) (ver el artículo “Quimeras“, El País, 29.09.16).
Este personaje está mintiendo (y él lo sabe), pues es a todas luces visible y público que Podemos, tanto en 2015 como en 2016, expresó su deseo de pactar con el PSOE. Fueron los barones del PSOE y el propio El País los que no quisieron, y solo permitieron que se abriera esta posibilidad una vez el PSOE pactara primero con Ciudadanos, estableciendo una dinámica que sabían a priori que sería muy difícil para Podemos poder aceptarla. El frente PSOE- Ciudadanos representaba una alianza hostil a la plurinacionalidad de España, defendida por Podemos, cuya estructura casi federal incluye fuerzas claramente opuestas a la visión uninacional de dicho frente. Es más, el pacto entre el PSOE y Ciudadanos mantenía elementos claves del neoliberalismo imperante. Si el PSOE hubiera estado interesado en explorar alternativas, lo lógico es que se hubiera sentado para pactar con Podemos, y no con Ciudadanos; y luego, conjuntamente, explorar alianzas con otros partidos.
Y lo mismo está ocurriendo ahora, en 2016. La diferencia en este momento es que una vez vistas las intenciones reales de Ciudadanos (que siempre incluyó gobernar con el PP), Pedro Sánchez estaba dispuesto a pactar con Unidos Podemos -UP- (lo cual tenía que haber hecho ya en 2015). Y Unidos Podemos había invitado a Pedro Sánchez a explorar una alternativa al gobierno Rajoy liderada por una alianza PSOE-UP. El País y sus portavoces sabían de ello (pues era pública la invitación de Pablo Iglesias a Pedro Sánchez) y mienten a sabiendas. La alianza PSOE-Unidos Podemos podía haber conseguido el apoyo de los otros partidos que han indicado y expresado su deseo de que desplacen del gobierno al partido gobernante más corrupto de Europa. Pero El País jamás lo permitió. Con una actitud apostólica, digna de la mejor causa, mintió, manipuló, insultó e intentó destruir a los que el Sr. Cebrián considera sus enemigos (a los cuales, además, su diario define como anti España). Y a este comportamiento lo definen como democrático y defensor de la libertad de prensa, todo ello sumamente predecible.
Las manipuladoras encuestas de EL PAÍS
 Y semejante manipulación aparece también en las encuestas que periódicamente publica El País, haciendo siempre coincidir sus resultados con los deseados por la dirección del diario, confirmando sus tesis. En realidad, en el artículo que el director de la compañía que realiza las encuestas de El País (el Sr. Toharia) escribió acompañando la publicación de la última encuesta, este dejó cualquier atisbo de objetividad en su descripción de los resultados de la encuesta, saltando ya directamente a proponer los cambios políticos que también proponía la línea editorial, que coincide con la propuesta del aparato y barones (pero no de la militancia) del PSOE, representados, por cierto, por el Sr. Felipe González y el Sr. Rubalcaba, conocidos barones de este partido, que se sientan en el Consejo Editorial de El País (José Juan Toharia,Tocado, pero no hundido”, El País, 16.10.16).
La obsesión enfermiza contra Pablo Iglesias
El País, como la mayoría de medios de información y persuasión españoles, tiene una obsesión enfermiza contra el Secretario General de Podemos, el Sr. Pablo Iglesias, que alcanza dimensiones delirantes en editoriales como el titulado “Iglesias desatado” (18.10.16), en el que se presenta la supuesta batalla entre Errejón (sobre quien El País había mentido indicando que deseaba desbancar a Iglesias como Secretario General) y Pablo Iglesias como si la hubiera ganado este último, habiendo abandonando de forma oportunista la socialdemocracia para convertirse al allendismo. Tengo que admitir que tuve que leer este editorial dos veces, pues me era difícil aceptar que el que escribió tal editorial pudiera ser tan ignorante, pues, por lo visto, desconocía que el gobierno de Unidad Popular (presidido por Allende), al cual tuve el enorme privilegio de asesorar, era socialdemócrata, intentando desarrollar el socialismo a través de la vía democrática, proyecto que el aparato del PSOE (pero no su militancia) habían y continúan abandonando.
Última observación: ¿hasta cuándo este silencio ensordecedor?
Para los que habíamos colaborado hace ya tiempo con El País y teníamos esperanzas de que podría ser un rotativo que rompiera con el enorme conservadurismo de los medios en España, nos entristece que se haya convertido en uno de sus mayores puntales, presentando, editorial tras editorial, y encuesta tras encuesta, el anti-izquierdismo que tipifica a la gran mayoría de los medios, convirtiendo España en una dictadura mediática. Y mientras, nos debemos preguntar ¿Hasta cuándo las voces auténticamente democráticas dentro del rotativo permanecerán calladas? ¿Cuándo romperán su silencio ensordecedor? Ya va siendo hora de que, de la misma manera que hubo periodistas e intelectuales durante la dictadura que protestaron por la manipulación de la prensa y televisión durante aquel régimen, existan ahora voces semejantes que protesten frente a la dictadura mediática que este país está sufriendo.
Una última nota. Las voces críticas, por desgracia, no tienen acceso a los grandes medios. De ahí que tenga que hacer el ruego de que el lector comprometido con la libertad de expresión necesaria pero no existente en este país, distribuya extensamente este artículo. Gracias.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Prietas las filas .

 

 http://kaosenlared.net/wp-content/uploads/2016/10/ppsoecs.jpgLa obediencia debida




Rafael Cid

A medida que la pugna en el seno del Partido Socialista se desliza hacía un vergonzante “prietas las filas”, como corresponde a un lobby ideológico convertido en agencia de colocación, parece necesario dejar de llamar partido político a lo que en la práctica supone una congregación de fieles. Porque esa es la característica principal que define a una organización que, como el PSOE dinástico, enarbola una fantasmagórica “disciplina de voto” como norma suprema. Solo las órdenes monásticas y las bandas fascistas piden a sus miembros parecida disciplina. Las primeras, exigiendo tomar los votos (de pobreza, castidad, obediencia, etc.) a su grey para ser admitida, y las segundas, ejerciendo la obediencia debida caiga quien caiga. En este último caso, ciertamente, hasta que los Juicios de Núremberg fallaron que esa fe ciega no eximia de responsabilidad a quienes habían jaleado los crímenes de los jerarcas nazis.
Desde que la ilustración secularizó la política, creíamos estar a salvo de algunos aquelarres más propios de los conjurados de la devotio ibérica que de quienes actúan como legítimos representantes de la ciudadanía. ¿Cómo puede confiarse en un partido que cercena la libertad de conciencia de sus integrantes para gobernar una sociedad democrática? ¿Con semejantes atributos despóticos, dónde queda el enunciado constitucional que prescribe a los partidos una estructura y funcionamiento democrático (art.6.C.E.)? ¿No supone ya una flagrante vulneración de esa Constitución que, en vez activar el artículo 36 de los Estatutos del PSOE para convocar un Congreso extraordinario que devuelva la decisión a las bases, se forme una gestora conculcando su propia normativa?
Agencia de colocación, obediencia debida, disciplina de voto, es el pautado del partido concebido como aparato de poder autorreferencial. Pero hay más y peor. Ocurre que, al considerarlos “un instrumento fundamental para la participación política” (art.6. C.E.), lo que hagan necesariamente nos afecta. Representantes y representados van encadenados como una cuerda de presos, y sus virtudes y sus vicios terminan siendo parte de su acervo común. Por capilaridad, ósmosis o simple mimetismo, todos están concernidos. Y eso se demuestra en el hecho absurdo y patético de que sus propias fechorías terminan siendo secundadas por parte sociedad a la que dicen servir. Se trata de la gota malaya por la que la corrupción obtiene recompensa en las urnas y se acepta sin demasiado reproche que la cúpula del primer partido de la oposición funcione con una cuadrilla de bribones.
Tantos años denunciando el modelo en que una minoría privilegiada somete a la mayoría social, para al final verlo reproducido en aquellos que lo criticaban. Ni siquiera los escasos 200.000 afiliados del PSOE serán los que con su abstención vayan a dar el gobierno sobre 46 millones de españoles al Partido Popular de la trama Gürtel. Esa pirueta la hará posible un grupo de notables interpretando a su favor la opinión de los más de 5 millones de votantes que creyeron en el programa socialista para echar al PP de la Moncloa. Y todo ello con trolas y falsedades que sonrojarían a cualquier persona con dos dedos de frente y un átomo de decencia. Sin importarles el grado de desfachatez e impostura. Se puede escuchar al número dos de Susana Díaz argumentar que el acta del diputado pertenece al partido, sin parar en que la Constitución prohíbe el mandato imperativo (art. 67, 2). O toparse con un titular a cuatro columnas de un diario de referencia afirmando que “los votantes del PSOE creen que al partido le conviene abstenerse” aunque la encuesta en que se basa diga todo lo contrario: que el 49 % de los votantes socialistas prefieren evitar un gobierno de Rajoy frente al 47% que piensan que lo óptimo es impedir nuevas elecciones” (El País, 15 de octubre, págs. 1 y 15).
Dudo mucho que, como acaba de escribir, el profesor Javier Pérez Royo, estemos en la antesala de la Tercera República. Precisamente porque actualmente no existe un bloque de centro izquierda capaz de un nuevo Pacto de San Sebastián que entierre a esta Segunda Restauración. Por más que desde el punto de vista de su adecuación a la realidad social hace tiempo que el régimen de la Transición es un cadáver exquisito. Lo que si puede afirmarse con toda seguridad es que desde este momento el PSOE ya forma parte del problema, junto a los sindicatos CCOO y UGT que han asistido al putsch de los barones desde la barrera. Todos a una porque “la indisoluble unidad de la Nación Española, patria común e indivisible de todos los españoles” (art.2 C.E.), puede verse comprometida por el derecho a decidir en Catalunya. Pienso más bien que nos encontramos en los prolegómenos de algo parecido a los que ocurrió en las Cortes de Cádiz (1808-1814), cuando los comisionados americanos defendieron para sus circunscripciones un nuevo estatus fundado en la igualdad, la autonomía y en el reconocimiento de su especificidad republicana.


 KAOSENLARED.

Hillary, la reina del caos

Una cuestión de vida o muerte
El "Eje del mal" de Hillary Clinton


Traducción del inglés para Rebelión de Carlos Riba García

Anticipando un resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos como una repetición del triunfo arrollador de Nixon en 1972, también Hillary puso en circulación –al mejor estilo George W. Bush– una nueva versión del eje del mal: Rusia, Irán y “el régimen de Al-Assad”. Esto es sin siquiera incluir a China que, con sus “agresiones” en el Mar Meridional de China, se ha ganado la condición de enemigo certificado de la Madre Fundadora del giro hacia Asia.
Y si todo esto no fuera bastante preocupante, Turquía parece estar transitando el camino para unirse al eje. Los presidentes Putin y Erdogan se han encontrado en Estambul. Moscú declara estar preparado para desarrollar con Ankara una cooperación militar y técnica a gran escala. En la que están incluidos, por supuesto, la planta nuclear de cuatro reactores situada en Akkuyu, que ha sido construida por Rosatom a un costo de 20.000 millones de dólares. Y el impulso para “acelerar los trabajos” en la planta de gas natural Turkish Stream, con lo que de hecho se reforzará más todavía la posición rusa en el mercado europeo del gas, evitando a Ucrania para siempre, al mismo tiempo que se blinda a Ankara como la encrucijada energética clave entre Oriente y Occidente. Además, tanto Moscú como Ankara respaldan la postura de Staffan de Mistura, enviado especial de Naciones Unidas para Siria, quien sostiene que los “rebeldes moderados” (según la terminología de los políticos de Washington) que mantienen rehenes en el este de Aleppo deben ser erradicados.
La jugada por el cambio geopolítico es obvia. Por mucho que Erdogan pueda estar girando y girando como un derviche de la política, es imposible entenderle y creerle, y que Putin sea un maestro en el juego de largo plazo, los intereses de Moscú y Ankara tienden a converger en el Nuevo Gran Juego; esto explica una integración más estrecha en el amanecer del "Siglo Eurasiano".
Todo un vaso de cicuta para Hillary Clinton, que ya ha comparado a Putin con Hitler. ¿Cambio de régimen o guerra abierta?
En el terrible espectáculo en que se ha convertido la segunda vuelta de la interminable pelea entre Trump y Clinton, una vez más Donald Trump se anotó un punto racional cuando expresó su deseo de normalizar las relaciones con Rusia. Pero esto es un absoluto anatema para el Partido de la Guerra, lo mismo que para la nebulosa neocon*/neoliberalcón del eje Washington-Wall Street.
Clinton, la máquina de hacer dinero controlada por los demócratas, condenó otra vez a Trump por ser funcional a Putin mientras muchos desconcertados republicanos castigaron a Trump por ir por libre e ignorar a “la corriente dominante del pensamiento republicano”.
He aquí lo que respondió Trump: “Al-Assad no me gusta en absoluto, pero él está matando al Daesh. Rusia está matando al Daesh e Irán está matando el Daesh”.
El punto de vista que tiene Trump sobre Oriente Medio es destruir el EI/ISIS/ISIL/Daesh. Eso es lo que el asesor y ex director de la Agencia de Inteligencia de la Defensa (DIA, por sus siglas en inglés), teniente general retirado Michael Flynn, ha infiltrado en el espacio notablemente limitado de la atención de Trump.
Flynn habría admitido oficialmente que el desarrollo del Daesh había sido una decisión deliberada de la administración Obama. Aun así en su deshilvanado libro Field of Fight (Campo de batalla), Flynn insiste en que “los rusos no han sido muy eficaces en su lucha contra el yihadismo en su propio territorio”, están “conchabados con los iraníes” y “la mayor parte de sus acciones apuntan hacia los oponentes del régimen de Al-Assad”. Este es un mantra neocon; no es sorprendente que el coautor del libro mencionado sea el neocon Michael Leden.
Tanto algunos poco fiables “expertos” de salón del Instituto Americano de Empresa (AEI, por sus siglas en inglés) y del Instituto de Política para Oriente Cercano de Washington (WINEP, por sus siglas en inglés) como algunos ex consejeros del departamento de Estado, están de acuerdo en que el ridículo punto de vista del remozado eje del mal –hoy en día totalmente adoptado por Hillary– no tiene utilidad contra los yihadistas; los buenos muchachos que están haciendo el trabajo difícil son los de la “coalición liderada por Estados Unidos”. Y la maldición caiga sobre quienes se atrevan a criticar a los “relativamente moderados” respaldados por la CIA.
Lo que dijo Trump es anatema no solo para los republicanos del establishment que desprecian a Obama por no oponerse al renovado eje del mal adoptado por Hillary. El verdadero pecado mortal es que “ignora” los supuestos sostenidos por los dos partidos que están en la esencia de la política exterior de Estados Unidos y que son tenidos por tan sagrados como la Biblia.
Así debe leerse el éxito del sabotaje del neocon Ash Carter contra el cese del fuego Kerry-Lavrov llevado adelante por el Pentágono, que habría implicado bombardeos aéreos coordinados tanto contra el Daesh como contra el Frente para la Conquista de Siria, antes conocido como Jabhat al-Nusra, esto es, al-Qaeda de Siria.
Los neocons y los republicanos de la corriente dominante culpan al equipo del ‘pato cojo’ Obama por la “nefasta dependencia” respecto de Rusia e Irán. Y en lo más alto del altar de la corrección reina la histeria, con el neocon que preside la NED*" haciendo un llamamiento al gobierno de Estados Unidos para pedirle que promueva un cambio de régimen en Rusia.
¿Preparados para la guerra nuclear? Hillary Clinton no se cansa de decir que Estados Unidos no está en guerra contra el islam. De hecho, Estados Unidos está en guerra en Afganistán, Irak, Siria, Yemen, Somalia, y zonas tribales de Pakistán; involucrado en una guerra encubierta en Irán; y ha destruido totalmente Libia. No es difícil hacer las cuentas.
Además, la frustrada conversación sobre que ahora Washington avanzaría un Plan C para Siria es algo absurdo. Nunca ha habido un Plan B; solo un Plan A, que pretendía meter a Rusia en otro Afganistán. No funcionó debido a la demolición controlada de Ucrania. Y no funcionará en Siria, mientras Moscú tenga la voluntad de proporcionar mucho apoyo aéreo y misilístico pero no de involucrar fuerzas importantes de infantería. Ese es un trabajo para el ejército árabe sirio (SAA, por sus siglas en inglés), Irán y sus milicias chiíes, y Hezbollah.
Ash Carter ha amenazado a Rusia con “consecuencias”. Después de hacer saltar por los aires el alto al fuego, el Pentágono –apoyado por la Jefatura de Estado Mayor Conjunta– está dando pábulo a la idea de “posibles ataques” contra la fuerza aérea siria para “castigar al régimen” por lo que en realidad hizo el Pentágono: torpedear el cese del fuego. Es imposible maquillar esto. Rápidamente, el general Igor Konashenkov, portavoz del ministerio de Defensa ruso, envió un mensaje a “nuestros colegas de Washington”: “si creéis que podéis conseguir algo lanzando una guerra abierta ‘en la sombra’ contra Rusia más vale que os lo penséis dos veces. Rusia tendrá en la mira a cualquier avión furtivo o no identificado que intente atacar blancos del gobierno sirio y lo derribará. Entonces, la única cuestión es si acaso un Pentágono fuera de control –mediante ataques con bandera falsa u otros– obligaría a que la fuerza aérea de Rusia derribara aviones de combate estadounidenses y si Moscú tiene el poder de fuego para realizar estas acciones”.
Por lo tanto en este lapso de tres meses de “agonía” de la era Obama, antes de la probable entronización de la Reina de la Guerra, la cuestión es si el Pentágono se arriesgará a lanzar la Tercera Guerra Mundial debido a que “la caída de Aleppo”.
En última instancia, las cosas están encaminadas a ir cada vez peor. El gobierno de Estados Unidos mantiene abierta la opción de ser el primero en atacar con armas nucleares contra Rusia. Hillary apoya con firmeza esta posibilidad, mientras que Trump ha dejado claro que él “no sería el primero en atacar”.
La posibilidad de que la profesional del ‘eje del mal’ Hillary Clinton tenga el dedo sobre el botón nuclear debe ser considerada como la cuestión primordial de vida o muerte en este circo global en el que vivimos.
*Neocon: Es la forma abreviada de neoconservador: la ideología política de personas que fueron liberales, del partido Demócrata o de sectores izquierdistas y que adoptaron posiciones conservadoras. En EE.UU. el movimiento neoconservador se consolidó en los 60; y el término neocon se popularizó en los 70. (N. de la E.).

** NED son las siglas de National Endowment for Democracy, una “fundación sin ánimo de lucro que se dedica al crecimiento y fortalecimiento de las instituciones democráticas en todo el mundo”, según declara en su propia página web: http://www.ned.org/. (N. del T.)
Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007), Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge and Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). Su libro más reciente es Empire of Chaos. El lector puede contactar con él escribiendo a [email protected]
(Artículo revisado por Silvia Arana)
Fuente: http://www.counterpunch.org/2016/10/13/hillary-clintons-axis-of-evil/

lunes, 17 de octubre de 2016

Del Aznarato al Rajoyato.- El nuevo bloque de poder y los titiriteros de la corrupción.


 


Blesa-Pérez S.A., el sueño capitalista de los Aznar (III)

Luis Grañena
24 de Febrero de 2016 ( la fecha es importante no es de ahora)

Esta semana Rus y Barberá; la semana anterior Rodrigo Rato, y todos nos preguntamos ¿quién vendrá a continuación? Atrás quedan los años en que España era una fiesta: Valencia era Fórmula1, Rita y Camps conduciendo un flamante Ferrari; era Madrid en manos de Gallardón, convertida en capital mundial del hormigón, túneles y edificios de altura para recibir a los JJOO; eran las fastas celebraciones en el mercado de Valencia, Demi Moore y Rita Barberá mezcladas, gambas e hidrógenos de El Bulli para despedir a veloces fragatas que partían rumbo a la Copa América; y, como último destello, Rato tocando la campana del éxito en la salida a Bolsa de Bankia. Dinero y política bailaban al ritmo de rock and roll. Hoy, la música ha cesado y la oscuridad ha sumido a los hijos del milagro económico, con una cantidad ingente de cargos –que entonces tenían la máxima responsabilidad en ayuntamientos, diputaciones o gobiernos– desfilando por los tribunales.

Hay un elemento concomitante en la mayoría de casos de corrupción recientes: una orden de arriba basada en alimentar y desarrollar una clase capitalista afín. Para ello, existía una estructura, una jerarquía y un aparato subordinado a la causa. En Alicante o Valencia se dio alas a Ortiz y Correa, en Madrid a Marjaliza. El PP se ponía así a disposición (por un módico precio, del 3% al 10%) de la noble causa de crear nuevos ricos, flamantes riquezas con yate que fueran la envidia de Europa, del mundo..

Se puede diferenciar entre dos tipos de ricos: aquellos en que la lealtad del grupo que lo conforma recae finalmente en el parentesco (como sucede con los Villar-Mir, los Calvo-Sotelo, los March y los Entrecanales, entre otros) y en menor medida en la afinidad personal (con el Rey, Aznar, Rajoy), y otros cuya unidad recae en pertenecer a una casa (en el sentido de Levi-Strauss), en la cual la sangre, el parentesco no actúa como elemento determinante de alianza entre los integrantes (como sí ocurre en el clan), sino que otros elementos cobran mayor importancia: la casa, una arquitectura “simbólica” que proyecta el fetiche de una alianza amplia, en este caso, un conjunto de personas aunadas por consejos de administración, conseguidores, medianas empresas y empresas del Ibex35 que quedan centralizadas por la estructura del partido y, simbólicamente, por Génova, 13.

La estrategia de erigir una casa capitalista con Génova como epicentro se remonta al proyecto quijotesco de un joven madrileño que soñaba con una España verdaderamente capitalista, con grandes empresarios capitalistas afines que desplazaran a la endogámica burguesía industrial y financiera vasca y catalana y evitara la existencia de un Estado fuerte (potencialmente socialista). Como dijera Aznar en 1979 en un artículo sobre las amenazas del nuevo régimen constitucional del 78 (publicado en el periódico La nueva Rioja): “No sabemos si nuestra economía va a ser de libre mercado o, por el contrario, va a deslizarse por peligrosas pendientes estatificadoras y socializantes“.

Eran tiempos en los que Reagan y Thatcher preconizaban el fin del comunismo, la URSS invadía Afganistán y, mientras tanto, en España, el régimen que murió en la cama se movía ligeramente para dar paso a nuevos actores, para temor de sus protegidos.

    El PP se puso a disposición de la noble causa de crear nuevos ricos, flamantes riquezas con yate que fueran la envidia de Europa, del mundo.

En aquellos momentos, algo similar –aunque antagónico en la forma– se gestaba en aguas del PSOE. En 1981, en el congreso XXIX, el ideólogo de la nueva política económica, Carlos Solchaga (hoy en Zeltia), presentó las líneas maestras de su política económica en una ponencia que causó revuelo generalizado. Años después, ya en el gobierno como ministro plenipotenciario –junto a acólitos como Guillermo de la Dehesa (hoy, en el Santander)–, pudo desarrollar su proyecto: la apertura al capital privado de las grandes empresas españolas tras una paulatina privatización que permitiría entrar en la partida del capitalismo global (en la fase de concentración global), pero con el capital y control del Estado (gracias a la “acción de oro”) y sus tecnócratas.

Era la llamada “cogestión” o “codeterminación paritaria”, y pretendía importar el modelo de François Mitterrand de privatizaciones y nacionalizaciones parciales (en 1982 nacionalizó SMH-Alcatel, cuyo presidente y director general fue su hermano Robert Mitterrand). Las empresas de capital estatal actuarán bajo la dirección de los “hombres de Solchaga”, primero desde Industria y luego desde Economía y Hacienda. Era la ‘casa Solchaga’, que no dependía de un partido, sino de un ministerio, y del liderazgo del entonces ministro.

Pero el proyecto de grandes empresarios y tecnócratas duró hasta 1996. Tras la victoria de Aznar en las elecciones de ese año, el proyecto del hombre que se fotografió disfrazado del Cid Campeador echó a andar.  Tras la conquista del Estado, se constituye la “casa Aznar”: con Miguel Blesa, su fiel escudero, y Rodrigo Rato como su mano derecha en el partido, más sus aliados en el Consejo de Ministros, y Francisco González, Juan Villalonga, Florentino Pérez  y otros en el sector privado.

El favor de los comunicadores del franquismo

La primera conquista tenía como objetivo superar las glorias de la saga Aznar, grandes figuras de la España victoriosa en 1936, en la que destacaron como juristas, diplomáticos, pero ante todo, como periodistas y directores de grupos de comunicación durante el franquismo (La Vanguardia, SER y RNE). Se trataba entonces de modernizar esa gloria, construyendo un imperio privado de medios de comunicación, al estilo de la cadena FOX de Rupert Murdoch (de cuya empresa matriz será consejero tras su salida del gobierno), que pudiera rivalizar con los ideologizados RTVE y El País.

Un primer indicador que apunta a esta tesis es el destino de Blesa, quien pasa de ser inspector de Hacienda a ser nombrado consejero en Antena 3 en 1996. Fue la primera incursión del clan en su intento de conseguir su propio holding afín: primero lo conseguiría, vía BOE, con RTVE y Telemadrid; después, pensando en el largo plazo, con el nombramiento de varios amigos en sectores estratégicos.

Un paso esencial para los objetivos de la ‘casa Aznar’ fue colocar al amigo de Aznar y Rato, a “Paco” González, como presidente de Argentaria antes de su privatización y convertirlo, tras la fusión con el BBV, en presidente de la resultante BBVA (desplazando un año después del cargo de copresidente a la saga de banqueros vascos, los Ybarra), la mayor entidad financiera española del momento. Con este movimiento, ya sólo le quedaba posicionar al que fuera compañero de aula en el colegio de El Pilar, Juan Villalonga, en la joya de la corona del Estado, Telefónica, la empresa española de mayor capitalización bursátil entonces. Con él compartía amistad y afición desde la época de colegio en El Pilar: “Los dos vivíamos para jugar al fútbol”, cuenta Aznar en sus memorias.

Ya totalmente privatizados, BBVA y Telefónica serán desde entonces compañeros inseparables (BBVA es, hasta ahora, accionista de referencia de Telefónica), de proyectos tan deficitarios como Terra. En 1997, la Telefónica de Villalonga cumplirá el objetivo de Aznar fundando Vía Digital, introduciéndose así en el mercado de la televisión para enfrentarse cuerpo a cuerpo al denostado capitalista socialista, Jesús de Polanco. Daños colaterales del “proyecto Villalonga” son las stock options (opciones sobre acciones) que se embolsó por varias operaciones: por la compra de Lycos, la salida de Terra a Bolsa, la utilización de información privilegiada previa a la alianza con MCI-WorldCOM,  o en la compra por 5.500 millones de Endemol, que llevó al juez Baltasar Garzón a abrir una investigación, casos que hoy siguen sin esclarecerse.

    Para cumplir los sueños de Aznar fue crucial Florentino Pérez: concejal de Madrid por UCD, alto cargo en Transporte, Turismo y Telecomunicaciones, y luego integrado en Alianza Popular

Aznar no sólo soñaba, cual Quijote, con conquistar los terrenos y riquezas de moros y herejes para repartirlos con su fiel escudero y sus acólitos. Era un proyecto de una nueva España, con un holding que pudiera sostener una cosmovisión a largo plazo, más allá de su presencia “física” en el gobierno (pues renunció tempranamente a una segunda reelección): fútbol y construcción, obras, vacaciones en la playa, la segunda casa. Era la ampliación del sueño franquista de Fraga. Una nueva sociedad sin política, que viera en el cemento y los triunfos nacionales de la selección a una nueva España, sin fisuras, superadora de la guerra civil y la dictadura.

Para ello fue crucial la figura de Florentino Pérez, el que fuera concejal en el Ayuntamiento de Madrid por UCD, alto cargo en el Ministerio de Transporte, Turismo y Telecomunicaciones, y promotor del PRD junto Miquel Roca i Junyent (hoy defensor de la infanta Cristina en el caso Noos y consejero de ACS), posteriormente integrado en Alianza Popular. Su imperio en la construcción comienza en 1983, con la compra por 5 millones de pesetas de Padrós S.A. reconvertido a partir de 1996 en el brazo industrial de la ‘casa Aznar’. Un recetario que recuerda mucho al de Villar Mir, con una empresa de construcción en quiebra, una lista de contactos y un padrino, en un caso el rey o Rajoy, en el otro Aznar (y Esperanza Aguirre como lugarteniente).

El imperio ACS es fruto, además, de la unión de Pérez con tres familias capitalistas, los Urquijo, los March y los Albertos. Los primeros cedieron OCISA por 1 peseta la acción a Padrós S.A, formando así OCP. Los segundos llegaron cuando Aznar estaba en la presidencia del Gobierno y Florentino Pérez era presidente de OCP. Los últimos aportaron los activos de su empresa Imex en 1997, entrando en su accionariado.

Florentino le debe mucho a Aznar, a Blesa y a Madrid. En las dos legislaturas de Aznar pasó de ser empleado de los March a principal accionista individual de ACS y presidente del Real Madrid.  Su dependencia de la “casa Aznar” viene por tres vías: Caja Madrid, Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, Gobierno nacional. A la rescatada entidad madrileña le tiene que agradecer ser su principal mecenas en su política de compras, desde la financiación de la compra de Dragados (450 millones) que catapultó a ACS a la cima, a la compra de un paquete accionarial de Iberdrola (1.100 millones) en 2003, ampliado en 2006 (2.058 millones), o para financiar la compra de jugadores del Real Madrid como Cristiano Ronaldo (76,5 millones).

Como contraparte, para sellar la alianza con Caja Madrid, Blesa entra en 2003 en el consejo de administración de ACS. Posteriormente, tras su salida de Caja Madrid a finales de 2009 --sustituido por Rato--, se renueva la alianza con la entrada de quien aprobaba los créditos y préstamos a ACS, el director de finanzas de Caja Madrid, José Carlos Contreras, en el consejo de ACS en 2011. Bankia, además, es una de las entidades que han financiado a Florentino Pérez las compras personales de acciones de ACS que le han convertido en el accionista principal. El constructor adeuda a varias entidades financieras 420 millones de euros (a través de su sociedad Inversiones Vesán).

El Estado en obras y el imperio de compras: la alianza Blesa-Pérez

En cuanto a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento, Pérez les tiene que estar agradecido por la adjudicación de un sinfín de obras de grandes infraestructuras, con sobrecostes incluidos: el mayor, el soterramiento de la M30 de Gallardón, adjudicado por 2.500 millones, y un coste final de 6.500 millones, más del doble, y  con un coste de mantenimiento anual de 125 millones de euros, abonados por el ayuntamiento a ACS y Ferrovial. La T4 del aeropuerto de Barajas, que finalmente costó 6.200 millones frente a los 541 por los que se adjudicó (estaría destinada a una aerolínea Iberia, participada por Caja Madrid, luego privatizada).

De la obra de Barajas diría Aznar que era “el plan más ambicioso puesto nunca en marcha en España”. A Esperanza Aguirre, lugarteniente de Aznar, Pérez le debe la adjudicación (bajo la fórmula público-privada) de las obras de los intercambiadores de Plaza de Castilla y Príncipe Pío (y la explotación del de Avenida de América), que supusieron una inversión de 199 millones, o la construcción del hospital de Majadahonda por 245 millones (al que se sumó, por orden de Madrid, el hospital de Son Dureta en Mallorca, una concesión de 31 años con una inversión de 778 millones).

El amor por el hormigón y el cemento unió a Esperanza y Florentino también en el terreno de la concesión de carreteras en Madrid, quedándose ACS con el dulce más preciado, la construcción de las carreteras radiales R3/R5 y M50 y la explotación de la R2, por lo que cobraría en total 1.073 millones. Hoy todas las autopistas radiales están en quiebra y pendientes del rescate por parte del gobierno.

La pugna entre Esperanza y Gallardón en el Ayuntamiento llevó a la casa Aznar a optar por un valor seguro para continuar con el imperio: colocar a Ana Botella como alcaldesa. Aunque no pudo entregar a Florentino el primer contrato integral de servicios de 1.700 millones, Botella dejó firmados en 2014 varios contratos: un segundo contrato integral por valor de 645 millones para el alumbrado público de la zona centro y oeste de la ciudad; y la recogida de basuras en la zona periférica de Madrid (72,6 millones). Con la entrada de Carmena y el PP en la oposición, quedó en vilo el contrato que pretendía unificar la recogida de basura en la zona centro y periferia, que se elevaría a 1.000 millones de euros. La jugada contemplaba que Florentino arrebataría a FCC la recogida en el centro. Hasta ahora, está pendiente de salida a concurso.

    El de Blesa fue el consejo de las preferentes, de la salida a Bolsa y del maquillaje de cuentas y folletos, hechos por los cuales Bankia tendrá que devolver 1.400 millones al Estado

Equiparable fue el ascenso de Blesa; en su caso, hacia la cúspide financiera. El amigo de correrías universitarias de Aznar, compañero de oposiciones y vecino en Logroño, consiguió desarrollar una carrera como oligarca. Antes, le había suplido por momentos Francisco González, pero pronto cedió el cetro a Blesa. Gracias al control de éste sobre el total del capital de Caja Madrid, entró en el capital de Iberia, luego en Mapfre, en Indra, en SOS. En total, en su punto álgido, en 2010, antes de su conversión en Bankia, Caja Madrid participaba como accionista en cinco sociedades del Ibex35 (Indra, BME, Mapfre, Iberia y Ebrofoods).

El imperio financiero de Blesa tuvo sus altibajos con su salida, pero finalmente se convirtió, en 2011, tras su conversión en Rato-Bankia, en refugio de la casa Aznar: en su consejo estaban Mercedes de la Merced (Concejal del PP de Madrid), José Manuel Fernández Nornella (Secretario Estado Hacienda con el PP), José Rafael García Foster (senador del PP), Ricardo Romero de Tejada (Alcalde del PP en Majadahonda), Estanislao Rodríguez-Ponga (secretario de Estado de Hacienda con el PP), Ángel Acebes (todopoderoso ministro del Interior, de Administraciones Públicas, de Justicia y secretario general del PP entre 2004 y 2008), José Luis Olivas (Presidente de la Generalitat Valenciana por el PP), Jesús Pedroche (presidente de la asamblea de Madrid y consejero de presidencia de la comunidad) y Rodrigo Rato (Ministro de Economía y Vicepresidente del gobierno).

Era el consejo de las preferentes, de la salida a Bolsa y del maquillaje de cuentas y folletos, hechos por los cuales Bankia, hoy en manos del Estado (FROB), tendrá que devolver 1.400 millones. Y fue el consejo que firmó unas cuentas que daban unos beneficios en 2010 de 195 millones, revisadas en 2011 y convertidas en pérdidas por valor de 2.979 millones.

Posteriormente, en 2012, el consejo de Aznar firmó las cuentas que revelaban las mayores pérdidas de una empresa española en la historia: 21.545 millones de euros, pérdidas que superaban las de AIG en 2007, la segunda entidad con mayores pérdidas de la crisis subprime, en un país con un PIB catorce veces mayor al de España. Otros daños colaterales del proyecto fueron las 1.700 personas prejubiladas en 2012, y un rescate que costó un ERE a 539 personas.  Detrás de estos números, está la mayor ofensiva de la casa Aznar para desafiar el statu quo de la banca española. Pero todo valía en su intento de ser los nuevos Rockefeller, y sustituir así a los tradicionales banqueros vascos y catalanes. El Estado estaba para respaldar ese plan.

Disyuntivas de un clan ya asentado

Aznar pudo cumplir su cometido, construir una clase capitalista propia, que sobreviviera más allá de su partida física del gobierno. Ni Zapatero ni Rajoy han podido modificar totalmente ese statu quo. El primero le abrió las puertas a Rato, permitiendo que escalara a la cúspide del sector bancario como banquero de una entidad privatizada, y el segundo los desbancó, cediendo la custodia del brazo financiero de los Aznar a sus grandes colaboradores, la casa de Rajoy, formado por fondos de inversión internacionales que antes representara Luis de Guindos (ex Lehman Brothers). Rajoy ha molestado a la casa de Aznar, levantando la mano para darle parte de ese imperio a sus socios coyunturales, al BBVA, Santander y los bancos-custodio que los poseen, tan habituados hoy a la geografía española.

Hoy la aznarización de España siente el aliento de los nuevos ayuntamientos y del próximo gobierno. No obstante, unos contratos muy bien atados y la posición monopólica de estas empresas son la garantía de supervivencia. Uno no puede enfrentarse a la empresa de infraestructuras más grande del mundo. De ahí que Manuela Carmena no haya tenido otra que adjudicar el servicio de ayuda a domicilio para personas dependientes a Florentino Pérez. Son sólo cinco millones de euros, pero también una muestra de la continuidad del poder alcanzado en el paisaje político y económico español por la casa (blanca) de Aznar, Blesa y Pérez.
Autor

    Rubén Juste de Ancos
    Doctor en Sociología. Amante del periodismo de Marx e Ida Tarbell. Esta decía que "no hay medicina más efectiva para llegar a los sentimientos de un público fervoroso que las figuras".

 -----------------------

 Nota del blog ..
 El "cantaor" Correa, al final declaró que el antiguo rey era el comisionario del AVE a la Meca y mencionó dos importantes cuentas suizas de las cuales no se puede hablar. Solo cito el intermediario imputado y desimputado antes y bien protegido ..Ya había sido mencionado por los bancos suizos , que había ciertas cuentas que si se publicaban traería consecuencias políticas. Cabe sospechar que en una está la monarquia anterior   pero la otra no se sabe. Pero si podemos preguntarnos . ¿La cuenta de  Bárcenas era solo de él?. Todo esto además no fue publicado por los grandes medios. Y hoy lunes el "cantaor" calló:

 Y VER  MÁS …