viernes, 12 de junio de 2015

¿ Quién es Albert Rivera ? .

 

DOMINGO, 17 DE MAYO DE 2015


Albert Rivera, de Ciudadanos, un mago de la oratoria y algo más.


Hijo único de un barcelonés y de una malagueña, ambos comerciantes que regentaban una tienda de electrodomésticos en La Baceloneta, Albert Rivera nace en la Ciudad Condal hace 36 años. A los 16 años, es campeón de natación de Cataluña. Tras iniciar la carrera de Derecho, comienza a manifestar su interés por política y la oratoria, participando en una liga de equipos universitarios de debate por toda España; su equipo resulta vencedor. Una vez licenciado, en septiembre de 2002 comienza a trabajar en la Caja de Ahorros y Pensiones de Barcelona (“la Caixa”). En 2004 aprueba unas oposiciones internas del mismo centro y trabaja como Letrado en la Asesoría Jurídica de los Servicios Centrales de La Caixa, hasta el 2006, en que  solicita una excedencia voluntaria para preparar las elecciones autonómicas. Se trata del político catalán  (presidente del partido Ciudadanos–Partido de la Ciudadanía y diputado en el Parlamentel de Cataluña) más conocido y votado fuera del territorio catalán. Pero ¿cómo es él?


Merluceando, el blog de Merluzo, dice que Albert Rivera fue campeón de natación, lo que le hace tener un cuerpo fibrado y musculoso; que  juega muy bien al Padel; que es monárquico, católico y apostólico; que es el vecino que sueñas que llame a la puerta con la excusa de pedirte una poquita de sal y al final te invita a tomar café; que le compra flores a su suegra por su cumpleaños; que veranea en Sanxenxo y, en Invierno, esquía en Baqueira Verte; que nunca se ha fumado un porro; que no tiene canas, ni un ápice de alopecia, ni caspa, ni casta. Que va a hacer un capitalismo bonito, que quiere una España de gente bien, que dobla la ropa antes de acostarse con una mujer, que toma las rotondas por el carril exterior, que no se pone la corbata en la frente, en el convite de las bodas, que es el Rick Astley de la política española… Albert Rivera es un ganador silencioso, un ninja. No tienes motes. Ni Pantunflo, ni Coletas, ni nada porque no hay por dónde pillarle. Se afeita todas las mañanas. Y no tiene barba casual, ni perilla, ni ninguna de esas cosas porque su personalidad es tan abrumadora que no necesita de abalorios faciales. Que no dice palabrotas ni aunque se pille un huevo con el microondas. Que es más guapo que Pedro Sánchez. Y más alto. El es el primo que tomaba Zumosol. A él le gusta leer y escuchar música clásica en directo. Tiene los ojos tiernos y el rabo endemoniado. Tiene un monovolumen porque no tiene miedo a comprometerse. Que te haría un regalo por San Valentín, que no es necesario que una fiesta consumista se lo recuerde. Pero que, aun así, te daría un detallito. Sabe cocinar y además el delantal le queda muy mono. Cree en el matrimonio y no se emborracharía en la noche de bodas. Albert Rivera no quiere, pero, si quisiera sería el próximo 007 – Licencia para amar.


Ángel Sánchez de la Fuente, en “Albert Rivera, ciudadano bajo sospecha”, habla del desencanto político del electorado español por culpa de la corrupción generalizada, de la gestión económica y social de los gobernantes y de los partidos más importantes. Y coloca Albert Rivera, siendo un desconocido, hasta ahora, fuera de Cataluña, como el líder mejor valorado en diferentes sondeos. “Después de conseguir, en 2012, nueve escaños en el Parlament (triplicando los alcanzados en 2006 y 2010) y lograr dos eurodiputados, en 2014, Rivera decide jugar fuerte en toda España e intentar resarcirse del fracaso de 2011. Pero, ¿quién es él? ¿A qué dedica el tiempo libre?  A los 21 años se proclama campeón español de debates universitarios (siempre ha tenido un pico de oro). Rápidamente gana una difícil oposición al departamento de asesoría jurídica de La Caixa, notable empleo que deja en excedencia a los 27 años para dedicarse a la política. Cuenta Rivera que su madre fue quien le informó de que se estaba gestando un nuevo partido en Cataluña a raíz de un manifiesto firmado por intelectuales antinacionalistas tales como Albert Boadella, Félix de Azúa, Francesc de Carreras, Ivan Tubau, Arcadi Espada, etcétera. El motivo principal de saltar a la arena política no era otro que combatir lo que denominaban ‘asfixia nacionalista’. El joven Rivera vio el cielo abierto y se afilió a aquel invento que se autodefinía de centro izquierda no nacionalista. Como los Boadella y compañía no pretendían ocupar cargos de responsabilidad, tendrían que ser los desconocidos militantes quienes los ocupasen”. Aquel 9 de julio de 2006, Rivera se presenta en la asamblea de Ciutadans (C’s) como alguien que quería ser portavoz, pero sin ningún interés en dirigir el partido. Con su donaire habitual alude a que la única experiencia que había tenido como presidente ha sido la de los vecinos de su escalera. “En vez de jugárselo a los chinos, los miembros de C’s deciden que el presidente y el secretario general de la nueva formación serían elegidos por orden alfabético. Es decir, Albert Rivera y Antonio Robles, respectivamente. Cuatro años después de aquello, el citado Boadella escribe en la web de Els Joglars: ‘Si Rivera en vez de llamarse Albert se hubiera llamado Xavier, hoy no lo conocería nadie’”.

Así se da a conocer su partido.

¿Llegó Rivera virgen al matrimonio político con C’s? “No –contesta Ángel Sánchez–. Él se había empeñado en ocultarlo pero, en noviembre de 2006, los periodistas Pilar Santos y Jesús González Albalat revelan en  El Periódico de Catalunya que Rivera había estado afiliado al PP, entre septiembre de 2002 y abril de 2006. Concretamente, como joven de 23 años que era, ingresó en Nuevas Generaciones. El presidente de la rama juvenil en aquel momento era Eduardo Bolaños, quien, tiempo después, recordaba el día en que Rivera se alistó en el aznarismo: ‘Me pareció algo prepotente. Como si quisiera llegar a ministro un mes después de haberse afiliado’. Algo debió de ver poco claro para su promoción personal, porque Rivera sólo se volcó al principio y poco más. Nunca fue a recoger el carnet y no pagó ninguna cuota porque, entre otras cosas, los militantes de Nuevas Generaciones no pagan nada. No obstante, en las elecciones generales de 2004, figuró como apoderado del PP. Él ha repetido una y otra vez que, antes de C’s, no militó en ningún sitio más que en UGT. Eso sí, admite que en distintos comicios ha llegado a votar por el PSC, por el PP e incluso por CiU, porque, en este caso, conocía al candidato del pueblo donde votó en unas municipales. A eso se le llama transversalidad”. Quienes, a raíz del fracaso en las elecciones locales de 2007, pensaron que Rivera era hombre muerto y que C’s cambiaría fácilmente de líder, no sabían con quiénes se jugaban los cuartos. En el cartel de campaña de su partido aparece, por primera vez, en España, la imagen de un político enteramente desnudo, gracias a la cual consigue ser votado y ser diputado autonómico. De esta manea, quiso lucir palmito y llamar la atención de determinada población femenina (y masculina). Una de las grandes sandeces políticas de aquellos días salió de su boca: “Queremos dejar a Cataluña en pelotas”. Y completó la frase así: “Desde el punto de vista laico, de neutralidad; que los poderes públicos no tengan trampa ni cartón; que quepan todos: los que son nacionalistas, los que no lo son; los religiosos y los que no son religiosos”. Y para disipar dudas imposibles de disipar en cuanto al despelote, esto: “Me siento desnudo políticamente, sin ningún tipo de máscaras. Es cómo vamos a ir al Parlament”. El colega Juan Tapia  asegura que aquella campaña la costeó Miguel Rodríguez, del grupo Festina, un antiguo emigrante en tierras suizas y sindicalista de CCOO, que montó en cólera cuando la izquierda catalana pactó con la ERC de Josep Lluís Carod-Rovira.Su partido obtuvo tres diputados, convirtiéndose en la sexta fuerza política de Cataluña. 


En septiembre de 2007, Albert Rivera recibe en su domicilio particular amenazas de muerte para que, en un plazo de dos meses, abandone “su política contra el nacionalismo”. A las puertas de su domicilio hay un panel de una foto de Rivera con una bala clavada en su frente y alrededor sangre cayendo de la herida. Asimismo, junto al paquete, se encuentra una carta con amenazas de muerte. En enero de 2008, Albert Rivera anuncia su candidatura en las elecciones primarias de Ciudadano como cabeza de lista al Congreso de los Diputados en las elecciones generales del 9 de marzo de 2008 por la circunscripción de Barcelona, pero, no resulta elegido hasta las elecciones autonómicas de Cataluña de 2010, en un proceso de elecciones primarias dentro del partido a la presidencia de la Generalitat de Catalunya. Albert Rivera es uno de los diputados contrarios a la prohibición de las corridas de toros en Cataluña. Con motivo de este posicionamiento, junto al diputado del PP, Rafael Luna, y el torero Serafín Marín, Albert Rivera sale a hombros de la plaza de toros Monumental de Barcelona la tarde del 26 de septiembre de 2010. “Albert Rivera, ‘Riverita de Barcelona’ –titula Lucas León Simon el pasado 7 de abril– es un torero catalán al mismo tiempo ‘ciudadano’ y de ‘derechas’, que se inició como novillero en una tienda de electrodomésticos de la Barceloneta y en la escuela ‘taurina’ del ESADE (Opus). Dio sus primeros muletazos en la plaza preferida de la secta, la monumental de La Caixa, en la que adquirió notoriedad de la mano de un ‘espada’, Arcadi, actualmente en el ruedo del fascio militante. Debutó con picadores en la corrida benéfica al Parlament de Catalunya de octubre de 2006, lidiando en los carteles con un original traje de luces… sin luces… y sin nada. Algo que no debió gustar a sus mentores taurinas de ‘la Obra’ que descubrieron que había militado en las ‘juventudes’ de la escuela taurina de Don Manuel Fraga durante tres años y que incluso había llegado a ser apoderado de algún festejo electo-popular. A partir de ese momento ‘Riverita’, halagado en su toreo nacionalista hispano y al desnudo, se convirtió en la ‘mosca cojenera’ del catalanismo, abundando en los pases con la derecha, al gusto de los aficionados de sombra, rojigualdas, con corbata y cuenta corriente, al estilo Freixenet y Lara Bosch”.

Albert Rivera, en la Monumental, de Barcelona.

“El 9 de marzo de 2008 –continúa explicando Lucas León Simon–. a ‘Riverita’ le dieron los tres avisos en su intento de triunfar en la lidia del toro ‘Parlamento Nacional’, saliendo achuchado y sin acta, teniendo que coger el olivo de vuelta a La Barceloneta. En la propaganda de su festejo autonómico de 2010 apareció vestido, pero con toda su cuadrilla en el fondo difuso con el ‘traje de Adan’, torero primitivo de la escuela bíblica. ‘Riverita’ además de lidiador es un apasionado aficionado de la fiesta  y  fue uno de los ‘diestros’ contrarios a la prohibición de las corridas de toros en Cataluña.  Con motivo de este posicionamiento,  junto al diputado del PP, Rafael Luna, y el torero Serafín Marín, salió a hombros de la plaza de toros Monumental de Barcelona la tarde del 26 de septiembre de 2010. ‘No aspiro a ser un “torero’ (político) profesional, sino a ser un profesional dedicado temporalmente al toreo (política)’. Esto dicen que dijo ‘Riverita’ emulando a Rafael ‘El Gallo’, que está dispuesto a abaratar el precio de las entradas de sol del ruedo pepero nacional, con un toreo de salón que guste a los descontentos y que equivalga –con la mano derecha– al toreo ‘populista’ de Pablo Iglesias ‘El Coletas’, más del gusto de los aficionados desahuciados y de la solanera. Mariano Rajoy, ‘El Calambres’, está temblando porque los críticos taurinos que cobran el sobre mediático están creando artificialmente un  modelo de torero conservador enlatado,  que puede acabar con su escuela taurina, acomodada a los toros afeitados como ‘Financiación Ilícita’, ‘Donaciones’ y ‘Sobresueldos’. ‘Riverita’ está crecido ya que comprueba como los toros ‘populares’ se caen continuamente y ya no aguantan los tres puyazos reglamentarios y recientemente han puesto banderillas de fuego a su espada andaluz, Juan Manuel Moreno, ‘El Bienpeinao’.

Albert Rivera se aprovecha de todo, incluso del Naranjito.

Ángel Sánchez de la Fuente señala en “Albert Rivera, ciudadano bajo sospecha” que circula en la red un escrito de Francisco Caja, presidente de Convivencia Cívica Catalana, dirigido a Rivera, en el que se le pide colaboración para “noquear” el catalán y “devolverlo a las masías”. Además de echarle en cara de que no busque acuerdos con Alicia Sánchez-Camacho, Caja le augura que, llegado el momento político, entre todos retornarán el catalán “a la situación de 1978”¿Qué ha hecho o qué hace Rivera para librarse de semejantes amistades peligrosas?  La amarga paradoja que está viviendo Rivera al recorre las Españas es que tanto los del PP como la UPyD de Rosa Díez lo consideran catalán, líder de ‘Ciutatants’, según el pepero Carlos Floriano. Algo así como si ser catalán fuese una especie de lepra contagiosa en plan Molokai. Él, precisamente él, que predica que ‘en Cataluña, decir que eres catalán y también español es tabú”. O esto otro: ‘Para mí no es duro ser español. En Cataluña es duro manifestarlo. Ser español es una evidencia’. Otrosí: ‘Yo soy español, no tengo que reivindicarlo’. Más: ‘En TV-3 se debería hablar castellano con normalidad’. En agosto de 2013, bastante antes de ser el político más valorado en las encuestas, le confesó a la periodista Neus Tomàs‘Con mi mujer y mi hija hablo en catalán’. Que se enteren Floriano y compañía, a los que Rivera suele responder con una pregunta cuando resaltan el origen catalán de C’s: ‘¿Es que Cataluña no es España?’  C’s se ha corrido más hacia la derecha. Diríase que el proclamado centro izquierda progresista del principio se ha difuminado un tanto. Actualmente, C’s ya critica ‘la alta presión fiscal’; ya coincide con el PP en no evitar el cierre de escuelas públicas mientras se mantengan los conciertos educativos (centros concertados); ya considera el matrimonio homosexual menos matrimonio ‘para no generar tensiones innecesarias’; ya prevé que pueda haber algunas limitaciones a la atención sanitaria de los inmigrantes sin papeles ‘por razones económicas’; ya habla menos de la ley de plazos del aborto y más sobre el aborto como una ‘constatación de un fracaso’; ya no rechaza la prohibición del burka como antes, dado que el polémico tema resta votos al fondo a la derecha… En lo que Rivera no ha cedido un ápice es en proclamarse prestigioso médico cirujano a juzgar por sus palabras: ‘Estamos hartos de diagnósticos. España está enferma y C’s tiene el mejor equipo para curarla’. Algo así como si se tratase del catalán doctor Barraquer, solo que, en el caso de Rivera, las cataratas son políticas. ‘Vamos a formar la tercera vía en toda España’ es otra de sus sentencias, teniendo en cuenta que la primera vía es PP-PSOE (a los que junta como Franco juntó al Requeté y a la Falange) y la segunda, Podemos. Pero ojo al dato: ‘Podemos es venganza’; Ciudadanos representa justicia […] ‘Con el programa de Podemos volveríamos a la peseta.’Si Pablo Iglesias, es el de la Coleta, Rivera es el Naranjito, apodo difundido por Rafael Hernando, el Culebra””.

Tropiezos del C’s en Ciudad Real, en la presentación del candidato a la alcaldía, Pedro Fernández.

Vozpópuli critica la campaña de Ciudadanos, alterada por una serie de patinazos que hacen las delicias del PP. “Son errores menores que, sumados, transmiten una imagen de improvisación. Rajoy tachó de 'amateur' a este partido emergente que arrasa en las encuestas. Primero fue lo de apartar de la política a quienes tienen más de cuarenta años. La regeneración, dijo Rivera, sólo la pueden encarnar quienes han nacido en democracia. A las pocas horas, rectificación en Antena 3. No quería decir eso. Pero se le entendió todo. Un tic de 'efebocracia' mal disimulado, le espetaron. El supuesto patinazo eclipsó por unas horas la campaña de Ciudadanos, disparado en las encuestas y rival directo del PP en los caladeros del voto más conservador. Rivera, se cargaba de un plumazo la aportación a la causa de la regeneración de más de la mitad de su directiva, incluidos sus eurodiputados, Nart y Girauta. Pero evitaba, eso sí, que se siguiera indagando sobre la postura del partido ante el difícil compromiso de la investidura andaluza, donde también el presidente del Ciudadanos había dicho, en la mañana del lunes, una cosa y la contraria”. Del acuerdo inminente se pasa, en apenas unas horas, al pacto imposible. Otro asunto polémico es el de la habitabilidad de las viviendas. Un titular de El Mundo habla de un límite de dos personas por habitación. La propuesta del partido naranja pretendía, naturalmente, perseguir y atajar la proliferación de los 'pisos patera'. La redacción del texto, sin embargo, resulta tan deficiente que puede entenderse como una medida contra las familias numerosas no acomodadas. En la dirección del partido hay cierta contrariedad por el cúmulo de incidencias, que emergen con gran repercusión mediática en plena campaña. En cambio, el Partido Popular contempla estos patinazos con hilaridad. Al menos, dicen, algún motivo de satisfacción tenía que llegarnos desde Ciudadanos. Uno de los episodios más chuscos y publicitado en las redes es la presentación del candidato a la alcaldía de Ciudad Real, Pedro Fernández, quien, en su accidentada intervención, no logra alinear ni un sólo párrafo sobre las propuestas de su programa. Las alarmas se disparan en el equipo de Organización. Lo importante, comentan, es que estos errores no afecten demasiado al perfil del partido, que recibe una valoración superlativa en los estudios demoscópicos. Cierto grado de ejemplaridad virginal, con todo, se está desvaneciendo, según las mencionadas fuentes.

Carolina Punset, candidata de Ciudadanos por la Comunidad Valenciana.

El capítulo sobre la elaboración de programas resulta también accidentado. Surgen errores y disfunciones. Ciudadanos en Murcia, por ejemplo, es partidario del trasvase del Ebro en tanto que los valencianos optan por potenciar el ahorro del agua. Rivera, aquí, no tiene dudas sobre su apoyo al trasvase en cuestión. Su respaldo a las fiestas de los toros también provoca alguna polémica. Su candidata a la Comunidad Valenciana, Carolina Punset, hija del popular divulgador televisivo, se pronuncia con firmeza en contra de los festejos taurinos, en especial los bour al carrer, tan populares en su región. ¿Toros, sí? ¿toros, no? Hay días en los que a Ciudadanos les pilla el toro. No importa, Albert sabe hablar y convencer a los incrédulos. Por algo, en noviembre-diciembre de 2011, forma parte, junto a Mercedes Milá, del jurado de un concurso o 'talent show' de oratoria.








ElPlural.com recuerda que el pasado está pasando factura a Albert Rivera, quien en 2009 concurrió a las elecciones europeas en la plataforma Libertas, junto a ultraderechistas. “Militantes de esta línea ideológica en España deben haber encontrado en Ciudadanos su espacio dado el número de ellos en las listas de este partido a las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo. La polémica ha surgido ahora por el destape del número 11 de la formación en Gijón, un falangista confeso, admirador de Adolf Hitler. Pero no es el único”. El candidato de Ciudadanos en Gijón, Agustín Pérez Loriente, deja claro, en efecto, en cuenta de Twitter, su ideología con fotos en las que posa con veteranos que formaron parte de la División Azul y con su adhesión a páginas dedicadas a José Antonio Primo de Rivera, según adelanta el diario Las Provincias. De acuerdo con esta información, el número 11 de Ciudadanos en Gijón presume, en la red, de armas e insignias de un piloto de la fuerza aérea del ejército de Hitler y de las de un soldado falangista de la Guerra Civil o las de varios miembros de las Juventudes Hitlerianas, las SA (los ‘camisas pardas’ de la Alemania nazi) o la División Azul; también, de cruces de hierro y condecoraciones con esvásticas, yugos y flechas, aleccionados con el falangismo y nazismo. “Agustín Pérez Loriente –explica el periódico digital progresista– eligió hace año y medio una imagen de Snoopy desfilando con camisa azul portando la bandera de la Falange para felicitar la llegada de 2014, el 1 de enero. ‘Toda una vida con una jodida idea –decía–. Qué le vamos hacer. Ya viejo, no voy a cambiar’. No es el primer caso de ultraderechistas en Ciudadanos. En uno de los municipios más grandes de la Comunidad de Madrid, Getafe, exmiembros de Falange y del partido ultraderechista España 2000 controlaban la formación, al punto de que la dirección nacional tuvo que intervenir, nombrando una gestora. En otro municipio de esta comunidad, Valdemoro, ocurre algo similar con su número 10 al Ayuntamiento, Jesús Francisco Paniagua, quien concurrió en anteriores elecciones en varias candidaturas de Falange. En Murcia, el número 12 de la candidatura de Ciudadanos, el abogado Manuel Chacón, encabezó, en 2007, la lista de los falangistas a la Presidencia regional, según informes de La Verdad. En esta misma comunidad, en el municipio de Totana, el número dos de Ciudadanos, Juan Carlos Carrillo, ha levantado polémica en las redes sociales por sus comentarios en los que se define abiertamente como falangista. En Twitter, muchos se hacen eco de todos estos casos y algunos se preguntan por qué reconocidos ultraderechistas se sienten cómodos en Ciudadanos”.

Albert Rivera, en las declaraciones a los medios, en su visita a Cantabria.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, aclaraba el pasado jueves que el pacto anticorrupción elaborado por su partido incluye la convocatoria de primarias para elegir a los candidatos, y que sería condición “sine qua non” para cualquier acuerdo postelectoral. Albert Rivera aclaraba que esa reivindicación debería ser “de país y no de un partido” porque cree que evitar la corrupción y que los candidatos sean elegidos por primarias va a ser “un paso de gigante para que la gente vuelva a confiar en la política”.  El líder del C’s opina que quien se dedica a hablar o a criticar a su partido “va a tener que cambiar su actitud” tras las elecciones del 24 de mayo, porque estaba “convencido” que los ciudadanos van a votar “un cambio sensato” en toda España  Rivera paseó después por Santander, seguido de cientos de personas, que le llamaron en numerosas ocasiones presidente y le animaron a no apoyar a ningún otro partido y a ganar las elecciones. Rivera señaló que quiere “jugar el partido” antes de hablar de posibles pactos tras los comicios autonómicos y municipales. En el Partido Popular, las exigencias de Rivera no sentaron nada bien y las calificaron de chantaje. “No es cuestión de dar lecciones de democracia a un partido que lleva 20 años funcionando y gestionando –advirtió Pablo Casado, portavoz de campaña del PP–, que no nos vengan a dar lecciones quienes no han gestionado un euro en su vida”. Rafael Hernando, portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, calificó la propuesta como una “ocurrencia” y añadió que “ya está bien de dar lecciones”. Según el diputado del PP, “los primeros que deben darse por aludidos” son los candidatos de Ciudadanos, porque muchos de ellos “no han pasado por ningún proceso de primarias”. 

Antonio Casado, en el artículo “Rivera y el cuento de la lechera”, publicado en El Confidencia, recuerda: “Quiere sacar del mapa al PP. Lo ha denunciado la FAES de Aznar. No es tarea fácil acabar en tan poco tiempo con una experimentada maquinaria de 700.000 afiliados, lo cual no excluye una relevante presencia del nuevo partido en el arco parlamentario. Por tanto, si fracasa en su empeño de sobrepasar al PP, que es lo más probable, tendrá que compartir espacio en función de la aritmética electoral alumbrada en las urnas. Sin embargo, ninguno de los dos pilotos, ni Mariano Rajoy ni Albert Rivera, parecen dispuestos a modificar el de colisión’, denunciado por la derecha ilustrada. Es la lucha por el territorio. Un atavismo del reino animal que cursa con su peor diagnóstico en el despiadado mundo de la  política. Tan despiadado como imprevisible, si se trata de elegir compañeros de cama. En política se pasa con mucha facilidad del lanzamiento de cuchillos a los ritos de apareamiento. Estamos ante una nueva escaramuza. La desencadenó esta semana Rivera con su inesperada preocupación personal por la democracia interna del PP. Mientras tanto, en el PP, se esfuerzan no tanto por recuperar a los votantes ya seducidos por Ciudadanos, sino para evitar que siga seduciendo a otros, convencidos estos y aquéllos de que, al final, las dos fuerzas acabarán pactando. Ya hubo un episodio previo en esta curiosa lucha por el territorio entre el PP y Ciudadanos cuando, hace unos días, en Génova  se dedicaron a pintar de rojo su propia marca blanca... Eso quedó atrás. Ahora estamos ante una nueva escaramuza. La desencadenó esta semana Albert Rivera con su inesperada preocupación personal por la democracia interna del PP. Hasta el punto de advertirle que no cuente con Ciudadanos para completar mayorías en comunidades autónomas donde vuelva a ser primera fuerza, si antes no abraza el sistema de elecciones primarias en la designación de candidatos. Una forma como otra cualquiera, si bien algo retorcida y bastante impostada, de marcar distancias, incluso de confirmar ese ‘rumbo de colisión’ teorizado por Javier Zarzalejos. ¿Pero quién va a tomarse en serio la presunta desazón de Albert Rivera por las prácticas digitales en el PP? Sospecho que eso le trae sin cuidado. Pero lo que le importa es quitarse el sambenito de ‘marca blanca del PP’ antes de pasar a la fase del sorpasso y apropiación del terreno conquistado. Todo lo cual no deja de ser el cuento de la lechera, ¿qué? Pues que estamos ante un movimiento táctico del líder de Ciudadanos. Su advertencia es puramente instrumental. Ni le importa la democracia interna del PP ni tiene la menor intención de descartarse en eventuales pactos con partidos de afinidad ideológica o programática, como el de Rajoy, sin dejar de ofrecerse al PSOE, que sí practica el modelo de primarias. Vista a la derecha, vista a la izquierda. Se trata de no perderse la fiesta en cualquiera de los casos”.


Pep Santos, periodista y comentarista político y doctor en Comunicación, escribe en El Periscopi una carta abierta a Albert Rivera en la que dice: “Leía hace unos días (confieso que con bastante estupor y más pasmo) unas declaraciones suyas afirmando que ‘el líder de Ciudadanos, ha desautorizado a los políticos que nacieron durante la dictadura de poder protagonizar la regeneración democrática que la sociedad demanda’. Un mensaje lanzado por Rivera muy cerca de la postura de su rival directo para recoger el desencanto ciudadano, Podemos, que ha reclamado en más de una ocasión romper con el Régimen del 78.’. Si hace eso se equivoca, Sr. Rivera. Le cuento… El año en el que usted nació, Sr. Rivera, yo corría perseguido por los grises. Cursaba el segundo de los cursos de la licenciatura de derecho en la Universidad Central de Barcelona. Era perseguido por la policía de Martín Villa por pedir parte de los derechos que a usted, ahora, le permiten decir las estupideces que dice. Un año antes, había participado en la mayor manifestación que jamás se ha producido en Barcelona para una Diada. Pedíamos algo tan elemental como ser libres, que amnistiaran a los presos políticos del franquismo y un Estatuto de Autonomía para Catalunya. ¡Y lo conseguimos, Sr. Rivera, lo conseguimos!  Mientras usted se ocupaba de los primeros cursos de su enseñanza primaria, yo me ofrecía voluntario para cubrir como periodista la invasión soviética de Afganistán. Pasé mucho miedo Albert, pero aprendí mucho. Vi mujeres violadas y asesinadas y a niños morir, intentando robar para poder comer. Cuando usted era campeón de Catalunya de natación, yo estaba preso en la isla de Cuba, por defender la libertad de expresión, y acusado de contra-revolucionario por Fidel, por dar de comer con mi sueldo (llegaba de España) a más de 40 personas. Aún hoy tengo que volver con pasaporte diplomático si no quiero que me encierren.  Cuando usted, Sr. Rivera, se licenció en derecho por la Pompeu Fabra, yo me doctoré en comunicación por la Complutense, y me dediqué unos años a dar clases a jóvenes como usted. Cuando usted empezó a trabajar en La Caixa, yo estaba en Argentina, en Buenos Aíres, dirigiendo una cadena de televisión. Cuando usted, Sr. Rivera, aprobó la oposición interna para pertenecer al Cuerpo de Letrados de esa entidad bancaria, yo estaba en Moscú masticando la libertad en la Plaza Roja con los rusos, informando para varios medios de comunicación nacionales. Igual me leyó Sr. Rivera. Mientras usted decía las absurdas palabras de este lunes, a mí me daban de alta en la clínica Guttmann por ser tratado de un ictus que me dejó postrado el pasado octubre… Yo he olvidado ya cosas, Sr. Rivera, que usted ni siquiera ha aprendido y, vista su actitud, no creo que consiga aprender. No me siento más viejo que un río, Sr. Rivera. Tengo 55 años y el conocimiento enciclopédico y académico suficiente como para despreciar a las personas que dicen cosas como las que usted ha dicho el lunes. Ya soy Mos Maiorum, y no me he dado cuenta hasta que un político advenedizo y en campaña histriónica, e histriónico, ha considerado que mi generación ya no estaba capacitada para liderar el cambio social. Lo haremos, como siempre, Sr. Rivera, lo haremos, como lo hemos hecho siempre. A usted lo que le pasa es que tiene acné juvenil. Se cura con una mascarilla de pepino”. 

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Kabul 1970. Kabul 2014





 Kabul 1970








Kabul 2014

jueves, 11 de junio de 2015

El desarrollo desigual y desnivel demográfico en España.





La desigualdad demográfica en España

Por NNBES



Al final, la crisis económica capitalista, la mala inversión de los políticos en la creación del empleo, y la perdida demográfica de la población migrante, parecen ser el origen y la causa de este desigual desarrollo y el desnivel demográfico que sufre actualmente el país.

Para una profunda y seria reflexión deberían ser losdatos del último padrón municipal de 2014-2015 en España, que no hacen sino confirmar una tendencia socio-económica clara que viene dándose en los últimos años (y décadas) en este país.
Nuevamente, y siguiendo con la dinámica iniciada desde la época de la desindustrialización, y de las migraciones a la ciudad, las regiones que conforman Castilla, y de las zonas rurales del interior, siguen estando a la cabeza en la perdida de población. Así, las dos Castillas, Castilla y León (–24.049) y Castilla-La Mancha (–20.093) registran las mayores reducciones de población en términos absolutos, y relativos (–1,0%).
Tampoco parece que mejoren los datos en lo relativo al despoblamiento interior que, nuevamente, afectan a Castilla por encima del resto del estado, ya que las comunidades con mayor número de municipios con menos de 1.000 habitantes son Castilla y León (con 1.989 municipios), y Castilla – La Mancha (637).
Sin embargo, si atendemos a los datos proporcionados por el Ministerio de Hacienda para el 2014 en lo relativo a las inversiones  en euros por habitante en las diferentes comunidades autónomas del estado español, resulta que son precisamente estas comunidades, como Castilla León, y la Mancha (699, 275), Asturias (315), o Aragón (298) las que más dinero reciben en inversión por parte del gobierno central. La única excepción aquí sería la de Valencia (156 euros) que está por debajo de la media de inversión y pierde población.
Por lo tanto, esta contradicción (las comunidades que más inversión reciben del estado, son las que más población pierden), ¿cómo se puede explicar? ¿Por qué motivo se produce esta contradicción económico-demográfica en parte del estado español?
La explicación a estos factores, nos la ofrece el economista castellano Daniel Rodríguez Asensio, que ofrece algunos datos interesantes para el caso castellano-leonés, pero que, como veremos, es aplicable a las otras regiones españolas estancadas.
Al final, la crisis económica capitalista,  la mala inversión de los políticos en la creación del empleo,  y la perdida demográfica de la población migrante, parecen ser el origen y la causa de este desigual desarrollo y el desnivel demográfico que sufre actualmente el país.
Según Asensio, en comunidades como  Castilla y León, a nivel económico;
“Se observa una primacía del sector de las Administraciones Públicas e Industria, en detrimento de los servicios, construcción, y  sector primario. La comunidad ha sido incapaz de modernizar su economía a través de la migración de recursos (y, por tanto, puestos de trabajo de mayor productividad) hacia el sector terciario. Se ha quedado en unos niveles más propios de los años 80, momento en el cual las economías aún podían vivir de las rentas generadas en la revolución industrial.En el caso de Castilla y León, la mayoría de esa industria tiene nombre de empresas automovilísticas (y subcontratas, claro está), que mantienen sus fábricas en la región por las sustanciosas subvenciones que reciben. Mientras, la comunidad aumenta su presión fiscal a ciudadanos, familias y PyMEs, penalizando su capacidad de crecimiento y generación de empleo”.
En los recientes análisis no se menciona para Castilla-León el caso de la pérdida de población inmigrante, o migrante, aspecto que si sucede en otras comunidades en crisis, y es que, si bien se establece que para  el  año  2014 el  número  de  extranjeros  disminuye  en  todas  las  comunidades autónomas a nivel general, se registran  mayores reducciones de población extranjera en términos absolutos en comunidades en crisis poblacional, como la Comunitat Valenciana (–41.949), y relativos, en otras como Castilla-La Mancha (–9,2%).
Así pues, y en contradicción con el discurso de determinadas organizaciones políticas, la pérdida de población inmigrante en determinadas comunidades en crisis demográfica del estado español, motivado por la crisis y la caída del trabajo, ha supuesto y está, de hecho, suponiendo un varapalo importante para la demografía y la economía social de las regiones y comunidades españolas más deprimidas socio-económicamente hablando.
Lo cual evidencia hasta qué punto la estabilidad de la población inmigrante en España es un aspecto necesario, y positivo para nuestro equilibrio socio-económico, además de cultural, por el enriquecimiento que ello supone. Sin duda, y a tenor de las estadísticas del INE, en los últimos años de la presente década del siglo XXI, sin duda, la crisis económica ha generado un impacto negativo también en la población inmigrante en España.
Similares estadísticas se pueden adjudicar a comunidades como Aragón, que para el año 2014, según el Heraldo de Aragón, achacaba la drástica disminución de su población a la salida masiva de extranjeros (se presupone que por motivo de la crisis económica), con más de 9.000 de ellos que se marcharon de la Comunidad a lo largo del citado año, golpeando, por tanto, de una forma muy negativa a esta comunidad autónoma.
También, otra de las afectadas en esta tabla demográfica actual de España, como es Castilla-La Mancha, se ve afectada en su reducción demográfica por la mala gestión económica en la región, a pesar de, como vimos, el aumento de subvenciones estatales a la comunidad autónoma, que evidencia que la crisis y el no aprovechamiento efectivo de los recursos estatales, siguen haciendo una mella importante en la economía y la sociedad regional.
En este sentido, es muy contundente la interpretación de El Diario de Castilla-La Mancha, que achaca a esta región castellana una crisis demográfica orientada a la reducción de la fecundidad y natalidad por razones económicas, afirmando que esta bajada demográfica (fundamentada en el aumento de migrantes manchegos a otras regiones, y a la ausencia de inmigrantes nacionales o internacionales a la región) hay que vincularla con la situación de crisis económica y el alto nivel del desempleo en la región.
Así, claramente el agravamiento de la crisis y del desempleo no solo son causa para la merma demográfica local, sino que, según afirma el diario, podría, de no corregirse, arrojar a medio y largo plazo resultados aún más negativos para Castilla-La Mancha. ¿Cómo pueden las autoridades políticas y económicas de esta región justificar que, a pesar del cada vez mayor aumento de la inversión local en la región para mitigar la crisis, sin embargo, el desempleo siga por las nubes y que la economía siga estancada por la incapacidad, como ocurre con sus vecinos castellanos del norte, de fomentar un desarrollo económico regional estable?
Los datos son muy claros, y no solamente para este año, o para estos últimos años. El panorama de desigualdad inter-regional en el estado español, la desigualdad en el desarrollo económico y la crisis permanente que viven algunas regiones del estado español son elementos endémicos, que vienen de muy lejos, de la época, del momento y del modo en que se desarrolló el capitalismo industrial y financiero en este país durante la época franquista, que creó las condiciones para fomentar auténticos páramos y desiertos económico-demográficos en grandes regiones del país, a costa del desarrollo acelerado de otras, para cumplir con las normas que imponía el bloque capitalista occidental en la guerra fría.
El desarrollo desigual de las diferentes nacionalidades y regiones del estado español es algo que ya venía dándose desde finales del siglo XIX, con el inicio de una industrialización sistemática en los grandes focos industriales del norte (Euskadi) y del Noreste (Catalunya), a costa de un infra-desarrollo y de un fuerte abandono económico de gran parte del centro (Castilla), Oeste (Extremadura) y Sur (Andalucía) peninsular. La época republicana apenas tuvo tiempo para iniciar un desarrollo industrial y agrario (I.R.A.) equitativo para todo el estado español, que introdujera mejoras y avances más democráticos económicamente para todos.
Por lo tanto, con el establecimiento del franquismo es cuando se introduce una industrialización y desarrollo económico y demográfico desigual en el país. Es, fundamentalmente, a partir de los años 60 con los Planes de Estabilización y Desarrollo del régimen franquista cuando, para intentar distribuir la industria por el territorio, se crearon los Polos de Desarrollo, cuya localización no tuvo en cuenta motivos económicos y sí políticos, y que lo único que contribuyó fue a crear una completa desigualdad entre regiones más desarrolladas y concentradas industrialmente (Madrid, litoral valenciano, País Vasco…) frente a otras que empezaron a quedarse rezagadas (Galicia, Castilla, Aragón, Asturias, zonas rurales y del interior en general…) y que luego recibieron definitivamente el golpe de gracia con el gobierno socialista en los años 80 a través de las deslocalizaciones industriales.
De todo ello, el gran campeón fue definitivamente la especulación inmobiliaria, que fue la gran ganadora de todo este proceso de mal desarrollo. Un problema que padecemos hoy y que, como afirma el economista Vicenc Navarro, tiene su origen en el franquismo, donde se origina la gran dependencia que la economía actual tiene del sector bancario-inmobiliario, sector que juega un papel clave en la configuración del espacio económico del país, y que ha generado, como hemos visto, que en la actualidad, las regiones económicamente más desfavorecidas se vean afectadas por este modelo de desarrollo económico, que lo ha apostado todo a un determinado modelo de crecimiento económico especulativo, y que no ha puesto las bases, a pesar de las inversiones estatales, de un desarrollo más sostenible de la economía local.
En las zonas rurales del interior peninsular, la actual situación de distribución de las tierras y concentraciones en pocas manos, despoblamiento y crisis económico-social,  también tiene su origen en esta época.  El crecimiento de la producción industrial no fue acompañado del crecimiento de la producción agraria durante los primeros años del franquismo, a finales de los años 40 e inicios de los 50. Por ello se elaboraron los proyectos de la Ley de Concentración Parcelaria y la Ley de la Fincas Manifiestamente Mejorables entre 1952 y 1954, las cuales liquidan los pocos minifundios y tierras que quedaban en diversas manos y fomentaron la tremenda concentración parcelaria de grandes latifundios en manos de unos pocos terratenientes que pervive actualmente.
Sin embargo, estas leyes franquistas favorables al monopolio de los terratenientes, no tuvieron, como era de prever y aun hoy seguimos arrastrando, el éxito que el ministerio agrícola del falangista Rafael Cavestany preveía (o quizá sí), debido a que los problemas que se derivaron de la inadecuada distribución de tierras se vieron agravados por el régimen de explotación, ya que la tierras sufrían el problema del absentismo de sus propietarios, siendo explotadas por arrendatarios y aparceros.
Las inversiones del capital fueron pobres, originando un bajo índice de utilización de fertilizantes y una muy escasa mecanización, problemas que aun hoy en día arrastra el campo español, por culpa de las ineficaces leyes franquistas (y las de sus herederos a día de hoy) tendientes, también en el campo, a satisfacer a sus socios políticos de las clases privilegiadas.
La lectura que se puede hacer, a nivel sociológico y político de todos estos años de supuesto desarrollismo económico del estado español, desde 1975,  es que, una vez más, este desarrollo se está haciendo de una forma desigual, y a costa del despoblamiento de enormes regiones históricas del estado, que siguen sirviendo como mano de obra a las regiones más económicamente desarrolladas y avanzadas del estado, dejando a otras (la mayor parte de la Castilla histórica, Aragón, parte de Valencia…) abandonadas y desatendidas por las autoridades locales, autonómicas y estatales. Como hemos visto en el caso castellano-leonés o manchego, una mayor inversión estatal en esas regiones no es (como no lo era durante el franquismo) garantía de un desarrollo económico y social de la región.
Muy al contrario, si esas inversiones no se aplican en un verdadero desarrollo económico regional, que fomente la creación de empleo, y el desarrollo de la economía, y no de determinados sectores especulativos o politizados (administraciones locales), veremos que el despoblamiento, el empobrecimiento y el desarrollo desigual de la economía y de la sociedad española, se irán agravando cada vez más con el paso de los años, generando un estado español a diferentes ritmos cada vez más marcado.
No va a ser posible que unas pocas regiones o nacionalidades hiper-desarrolladas, con concertación de capitales y población (Madrid, Euskadi, Catalunya…) sostengan y tiren del resto de las regiones del estado, que están siendo abandonadas, y debido a ello, despobladas a la fuerza debido a la inacción de los dirigentes políticos.
Si no se hace un plan de choque para re-generar el trabajo y la economía en las zonas rurales y del interior, sin duda se corre el riesgo de generar grandes regiones de despoblamiento y deprimidas económicamente en una gran parte importante del estado, lo cual, desde luego, no afecta solo a esas regiones, sino a todo el estado español.
Fíjense en como, por ejemplo, afecta la existencia de diversos estados económicamente desiguales al desarrollo económico de la Unión Europea a nivel macro, y adaptémoslo al caso español y a sus desigualdades internas en el mismo sentido.
Si no vemos viable una Europa a diferentes niveles, mucho menos puede ser sostenible a largo plazo un estado español con unas desigualdades tan marcadas.



martes, 9 de junio de 2015

Ciudadanos donde dije digo, digo Diego.

MADRID.- 'Donde dije digo, digo Diego'. Esa es la política que últimamente están desarrollando los Ciudadanos de Albert Rivera. Los naranjas han ido cambiando su discurso y desvelando las trampas que contenían los mítines de campaña a medida que se han ido entregando a los pactos de Gobierno autonómicos.

El último ejemplo de ello tuvo lugar este martes, cuando Juan Marín se decidió a apoyar la investidura de Susana Díaz en Andalucía. Desde el pasado 22 de marzo, cuando se celebraron los comicios andaluces, Ciudadanos había exigido la cabeza de Manuel Chaves y José Antonio Griñán, imputados en el caso de los ERE.  Después de que éste último pusiera su escaño como senador a disposición de su jefa de filas, sólo quedaba Chaves como "punto rojo" en la negociación con Ciudadanos.

Tras dos meses enrocados en esta cuestión, ahora Marín ha cedido y ha aceptado "esperar" hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre la situación de Chaves para exigir su acta de diputado en el Congreso en caso de que se confirme su inculpación.

Todo para poder apoyar la estrategia que incluso desde las filas naranjas ya prevén: que las agrupaciones regionales del partido pacten con el PP en unos sitios y el PSOE en otros con el fin de seguir posicionándose en ese "centro" del que presume Rivera e intentar repetir el éxito de ese mensaje en las próximas elecciones generales. Pero por el camino están cayendo en graves contradicciones. Incluso en lo que respecta a la condición "irrenunciable" del partido: que sus posibles socios de Gobierno firmen su pacto anticorrupción.


El líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado. EFE
Además de en Andalucía, todo apunta al acercamiento entre Ciudadanos y PP en la Comunidad de Madrid. El líder regional de C's, Ignacio Aguado [en la imagen], ya empieza a recibir críticas por ello. Primero, por arrimarse al "partido de la Púnica" -como lo llaman algunos-, donde varios miembros de la lista de Cristina Cifuentes están en el punto de mira de la Justicia. En las filas naranjas, que se vanagloriaron de haber influido en las dimisiones de Lucía Figar y Salvador Victoria,  "temen" que pueda saltar algún caso más, pero no dejan de dar "primeros pasos" hacia la investidura de la conservadora como presidenta de la Comunidad.

De hecho, ya nadie habla del caso [Álvaro] Ballarín, el número siete del PP, que estuvo imputado y fue desimputado en cuestión de horas tras las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo, una situación que a Aguado le olía "mal" la semana pasada. Sin embargo, a día de hoy Ballarín sigue pendiente de que la Fiscalía se pronuncie sobre si va a recurrir o no su causa y, aunque el líder de Ciudadanos en Madrid sigue insistiendo en que no aceptará imputados en las listas de Cifuentes, el haber recibido la vicepresidencia de la Asamblea de Madrid parece haber aplacado los ataques de C's al PP en esta línea.

De ser así, los naranjas estarían incurriendo, además, en otra contradicción: prometieron no aceptar "sillitas" ni "carguitos" a cambio de su apoyo a los de uno u otro color. En este mismo punto han caído también los naranjas de Valencia, donde se daría una doble contradicción.

Por un lado, se saltarían la norma de no aceptar cargos a cambios de apoyos. Y es que los naranjas de Valencia capital -liderados por Fernando Giner [en la imagen inferior]- se han postulado para la Alcaldía con el objetivo claro de buscar el apoyo del PSPV. A cambio, los Ciudadanos de la Comunidad liderados por Elsa Punset se decantarían por apoyar al socialista Ximo Puig como presidente autonómico y ayudarle, así, a frenar las intenciones de Mónica Oltra (Compromís) de ocupar dicho puesto.
El líder de Ciudadanos en Valencia capital, Fernando Giner. Archivo EFE
El líder de Ciudadanos en Valencia capital, Fernando Giner. Archivo EFE
Por otro lado, de acceder a la Alcaldía y convertir a Giner en sustituto de Rita Barberá, los naranjas también se saltarían su norma de no entrar en gobiernos donde no C's no haya sido la lista más votada. ¿La excusa? "Dijimos que no entraríamos en ningún gobierno que no lideremos, pero si todos nos apoyan y podemos formar nuestro propio Ejecutivo con nuestra gente, es diferente", puntualizan fuentes del partido.

Otra de las medidas que los de C's han ido puntualizando a medida que avanzaban los pactos autonómicos tiene que ver con la limitación de mandatos. Los naranjas pretenden limitar los puestos de los cargos públicos a un máximo de ocho años (dos legislaturas), pero ahora han puntualizado que no tendrá "efecto retroactivo". Así, las negociaciones del  ya polémico Diego Ubis con Pedro Sanz -del PP y que lleva desde 1995 en el poder- en La Rioja van por buen camino, especialmente, después de que éste se haya firmado ya el "pacto contra la corrupción y por la regeneración" de los de Rivera. Además, hay quien entre sus rivales le recuerdan al líder nacional de Ciudadanos que él ya va a cumplir nueve años como diputado en el Parlament de Catalunya.



Otras cuestiones difíciles de entender sobre Ciudadanos tienen que ver, por ejemplo, con sus mensajes sobre no querer decirle a los demás partidos cómo tienen que organizarse internamente, aunque luego les pidan primarias y listas abiertas. O con querer ser "el cambio sensato" que regenere la democracia y obligue a todos a ser más transparentes, aunque luego Rivera se reúna por primera vez con Mariano Rajoy y Pedro Sánchez y el encuentro se resuma en un triste comunicado de tres párrafos en los que no se cuenta nada relevante.

Por último, el sector crítico de C's también ha arremetido en Twitter contra el partido, precisamente, con su propio lema. Y es que si se confirma el pacto con el PP en Madrid, después de haber pactado con el PSOE en Andalucía, ambas comunidades se quedarían con el color que ya tenían. Ciudadanos  mantendría su imagen de "centro del tablero" de cara a las generales, pero... ¿y la del "cambio"?.

http://www.publico.es/politica/ciudadanos-entrega-pactos-medio-graves.html


El cachondeo en la red..

Pactar con PSOE en Andalucía para que nada cambie y con PP en Madrid para que nada cambie era el cambio sensato .
Al final si resultó que Ciudadanos era la llave, para mantener los gobiernos más corruptos de España .
Ciudadanos pactará con Al Capone si se compromete a echar de su banda a los que vayan pillando.
 En C's somos el cambio… para que nada cambie: —Albert, llaman para pactar desdel el PP. —Diles que sí. —Y del PSOE. —También. —Y de la FIFA. —Sí a todo. —¿Y Podemos? —No, populistas, no.  

 A Ciudadanos le falta pactar con el PP de Valencia y ya se sale del mapa.


http://blogs.publico.es/tremending-topic/2015/06/09/



Sobre la moneda local y Podemos.

Economistas que pierden el norte atacando a Podemos

07 de junio de 2015

Publicado en Público.es el 6 de junio de 2015

Juan Torres López
Desde que nació Podemos y se vislumbró que se ponían seriamente en cuestión las políticas que provocaron la crisis y que han convertido a España en el país donde más crece la desigualdad, los ataques a quienes defendemos alternativas económicas han arreciado.
El común denominador de todos ellos es que una eventual victoria electoral de Podemos y sus aliados llevaría consigo todo tipo de males porque sus propuestas económicas son peligrosas y descabelladas.
Como es lógico, los economistas tienen un lugar privilegiado en esa batalla y los medios conceden un lugar destacado a los que están dispuestos o lanzar dardos contra Podemos.
Uno de los economistas que se presta con más ahínco a esa cruzada es José Carlos Díez. Le tengo simpatía personal y lo considero una persona inteligente y comprometida. Al menos, tiene la valentía de dar la cara y de defender sus ideas sin ningún tipo de tapujos. Pero, como me gusta decir la verdad, he de reconocer que me defrauda muy a menudo. Una vez reconoció en TV que para criticar mis libros no tenía que leerlos. Otra, se prestó a criticarme tras el plasma sin dar la cara frente a mí, lo que no fue muy valiente que digamos, y en varias ocasiones ha hecho observaciones por las que se suspendería a un alumno de segundo de Económicas.
Hace un par de días ha vuelto de nuevo a la carga en el diario El País con un artículo titulado Ley de Gresham en el que critica la propuesta de Barcelona en Común  y Compromís dirigida a crear una moneda local.
En la línea arriba mencionada de vincular cualquier tipo de propuesta alternativa con el caos, en su artículo afirma que la creación de esas monedas “tendría un impacto muy negativo en el exterior y nos afectaría a todos los españoles” y que “por el bien de los barceloneses, valencianos y españoles esperemos que estas monedas no entren en vigor”.
Los argumentos (si es que se pueden llamar así) que utiliza Díez para asustar con esa propuesta son tan malos y equivocados que creo que solo caben dos posibilidades: o escribe sin saber lo que dice o conscientemente manipula hechos y saberes para sembrar animadversión hacia la gente que defiende o vota lo que a él no le gusta.
Por un lado, Díez comete graves errores en relación con la naturaleza y puesta en marcha de estas monedas. Por ejemplo:
– Introduce en el mismo saco conceptos monetarios diferentes y que, por tanto, tienen experiencias y efectos muy distintos. No matiza las grandes diferencias que existen entre las monedas sociales respaldadas en moneda legal y las que se basan en el crédito mutuo. Confunde incluso la naturaleza material de la moneda de la que habla al calificarla como metálica. Y tampoco tiene en cuenta las diferencias que hay entre el dinero metálico (hoy prácticamente inexistente), el dinero convencional actual (bancario o financiero sin respaldo alguno), el dinero respaldado por bienes o el basado en sistemas que pueden ser muy diferentes como por ejemplo las criptomonedas. Sin saber exactamente de qué tipo sería la moneda barcelonesa, no se pueden sacar las conclusiones que saca Díez.
– Pasa por alto que hoy día funcionan en el mundo más de 4.000 experiencias de monedas o sistema monetarios alternativos al del dinero convencional en 30 o 40 países. Tampoco menciona Díez que hay experiencias (muy exitosas) de monedas locales, como las que podrían poner en marcha Barcelona en Común o Compromís, en ciudades como Bristol, Nantes, Toulouse, Nápoles e incluso la muy exitosa promovida por el Banco Palmas en Fortaleza (Brasil). Y al achacar la propuesta y sus males a Podemos muestra también un enorme desconocimiento, o mala fe, puesto que confunde a la gente al mezclar las monedas sociales con las monedas paralelas (Tax Anticipated Notes) que están siendo recomendadas a Grecia para que las utilice como hizo Arnold Schwarzenegger en 2010 en California, cuando era Gobernador del Partido Republicano).
– José Carlos Díez se refiere a la propuesta de Barcelona en Común y Compromís como si fuera una ocurrencia más de Podemos y así oculta o desconoce que este tipo de propuestas tienen su origen en la teoría del dinero libre de Silvio Gesell, un economista alemán a quien John Maynard Keynes dedicó tres páginas en su obra cumbre “Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero” y en la que dejó escrito que “el porvenir aprenderá más de Gesell que de Marx”, mencionando también su idea del dinero sellado (conocido también como oxidación del dinero), y que recibió la aprobación nada menos que del profesor Irvin Fisher”, uno de los más grandes economistas norteamericanos..
– En esa línea, Díez también parece desconocer, u ocultarle a sus lectores, que las propuestas de creación y puesta en marcha de nuevos tipos de sistemas monetarios y, en concreto, de emisión de monedas alternativas, tiene tras de sí docenas de obras teóricas escritas por académicos reconocidos en todo el mundo y que trabajan en muchas de las universidades y centros de investigación más importantes del planeta.
– También falsea Díez la realidad cuando afirma que estas propuestas son “experimentos monetarios que siempre han acabado en desastre”. Si de verdad fuese así, si esa afirmación tan tajante de Díez fuese cierta: ¿habría reconocido la Asamblea francesa la posibilidad de crear “monedas locales complementarias” en su reciente Ley de Economía Social y Solidaria (en su artículo 16 que puede leerse aquí: http://bit.ly/1Jt7kww)? Lamento decirlo así pero esa opinión de Díez es una falsedad impropia de una persona seria y rigurosa.
En el plano de la teoría económica que tiene que ver con la circulación de monedas complementarias, locales, sociales, etc. el artículo de José Carlos Díez también contiene o se basa en errores de bulto. Los más importantes son los siguientes:
– Las monedas alternativas (sea del tipo concreto que sean) como la que se propone emitir Barcelona en Común no se emiten con el propósito de monetizar el déficit. Y, en la mayoría de los casos, ni siquiera podrían monetizarlo al tener pleno respaldo en bienes o al basarse en crédito mutuo.
– Cuando se habla de este tipo de “monedas” (complementarias, locales, sociales…) no se hace referencia a las piezas metálicas y a los billetes (por extensión). Por tanto, su creación no implica una doble circulación metálica, como dice Díez.
– Lo interesante de estas monedas y lo que Díez no ha entendido en absoluto es que no es verdad que “compitan” con el euro, en nuestro caso (y que entonces nunca serían preferidas a este, en su opinión) sino que lo “complementan”. Es decir, que llegan a donde no llega el euro.
– Por las razones anteriores, a la circulación de este tipo de “monedas” no le es de aplicación la ley de Gresham. Es más, lo que indica la experiencia es que, precisamente porque llegan a donde no llega el euro (es decir al bolsillo donde no hay euros o donde hay euros insuficientes) lo que ocurre es que son especialmente bien deseadas, hasta el punto de que los comerciantes incluso hacen descuentos si se paga con ellas (justo porque gracias a ellas pueden tener un ingreso adicional que de otro modo no tendrían).
– Para colmo, Díez se equivoca cuando dice que según la Ley de Gresham “la moneda buena es preferida a la mala”. Es justo lo contrario. Lo que Sir Thomas Gresham dijo en el siglo XVI es que la moneda  de menor valor intrínseco tiende a desplazar a la de mayor mayor. Es al revés de lo que dice Díez: según Gresham, es la moneda mala la que desplaza a la buena.
– Díez cae en un error muy propio de los economistas que desconocen la naturaleza real del dinero y dice que la circulación de mayor cantidad de moneda crea inflación per se.
Como dicen Juan J. R. Calaza y Juan Güell (Para entender la europeseta electrónica. Qué es y, sobre todo, qué no es) al referirse a una moneda complementaria nacional pero con un criterio perfectamente extensivo a las locales, este tipo de moneda no es inflacionista “puesto que por definición es aquella que permite una transacción sin la cual no se realizaría”.
También es falso el juicio de Díez porque la creación de dinero no siempre crea inflación. En Estados Unidos, se creó en 2008 más dinero (817.904. millones de dólares) que el que se creó en los sesenta y tres años anteriores (desde 1945 a 2008, 821.585 millones de dólares) y de enero de 2008 a septiembre de 2014 se creó 3,91 veces más que desde 1945 a 2008. Si fuese cierta la tesis de Díez debería haberse provocado una inflación gigantesca.
No fue así porque para que un incremento de los medios de pago cree inflación a) deben llegar a la economía; b) deben gastarse en bienes y servicios y c) debe haber oferta insuficiente e imposibilidad de aumentarla.
La idea de las monedas complementarias es, precisamente, contribuir a que pueda realizarse oferta real y potencial que ahora no se realiza. Por tanto, no solo no crean inflación sino que, por el contrario, contribuyen a eliminar el paro y dinamizar los recursos infrautilizados.
También parece mentira que Díez desconozca que es materialmente imposible que medios de pago plenamente respaldados generan inflación. Sobre todo, cuando se trata, como en la mayoría de las llamadas monedas sociales, de sistemas basados en el crédito mutuo en donde los saldos negativos se compensan con los positivos.
Y más sorprendente aún es que Díez no se percate de que lo que realmente crea inflación es el dinero que los bancos crean ex nihilo, es decir, de la nada, como decía el Premio Nobel de Economía Maurice Allais, y los intereses que lleva consigo.
– Por último, José Carlos Díez parece no estar al tanto, u oculta que lo está, de propuestas más recientes de creación de monedas complementarias que se están haciendo en ámbitos tan poco sospechosos como el Banco Central Europeo o el Instituto Veblen y que son defendidas por economistas de todas las tendencias ideológicas. Incluso el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, ha reconocido que se plantea la creación de una moneda complementaria en Grecia. Es verdad que la casuística (como ya he dicho más arriba) es variada y que se trata de propuestas que comportan problemas importantes que hay que resolver (¿cuál no?) pero basta saber de ellas para deducir que propuestas como las de Barcelona en Común o Compromís no son, como dice Díez, una locura de extremistas peligrosos. Le recomiendo leer, por ejemplo, Parallel currencies for the eurozone. An outline and an attempt at systemisation, de Ludwig Schuster, con más de 40 referencias bibliográficas adicionales, o A parallel currency for Greece: Part I y Part II, de Biagio Bossone, Marco Cattaneo, o The economics of parallel currencies, de  Jérémie Cohen-Setton.
En definitiva, bien sea por error, por desconocimiento o por cualquier otra razón que no me atrevo a aventurar, lo cierto es que José Carlos Díez vuelve a confundir a sus lectores. Una cosa es que cada uno tengamos ideas diferentes y las expongamos para tratar de influir en la sociedad y otra lanzar cruzadas sin miramientos, como hace desde hace tiempo este economista, contra todos los que no piensan como él. Y, sobre todo, hacerlo con soberbia y descalificación a diestro y siniestro.
No hace falta que diga a los lectores de este artículo que las televisiones y demás medios que convocan a menudo a José Carlos Díez para que exponga ideas como las que he criticado no me van a llamar a mí para que pueda rebatírselas en directo y cara a cara. Por tanto, solicito que divulguen al máximo este artículo y todos los que le lleguen criticando las propuestas neoliberales.


lunes, 8 de junio de 2015

¿Puede una sociedad vivir sin himno?.





El Barça, sancionado en 1925.







La realidad es conservadora

La Vanguardia


¿Una sociedad puede vivir sin himno? Yo creo que sí. ¿Una sociedad puede regirse democráticamente sin bandera? Yo creo que también. Lo que es más difícil es funcionar sin Estado. ¡Vaya putada! Llevamos desde el siglo XIX dándole vueltas a la disolución de Estado, incluso personaje tan controvertido como Vladimir Ilich Lenin escribió su último gran libro haciendo un llamamiento a la disolución del Estado.
Las banderas ondean junto a las macetas, han sustituido a los geranios. Los himnos provocan llantos de emoción, y el Estado sigue incólume, aunque achacoso, pero muy lejano a cualquier pretensión de reducirle. Advierto, para evitar malentendidos: no tengo bandera -la que yo conocí, y se mantiene, me produce una sensación que por autocensura voy a excusarme de explicarla-. ¿Qué decir del himno? Ni me gusta su música ni su historia. Pero desde hace muchos años, quizá por vivir en mundos de raigambre religiosa muy acendrada he ido aprendiendo que para convivir lo mejor es no darle importancia a las formas.
¡A los hechos, Morán, a los hechos! A mí lo ocurrido en la Copa del Rey me parece la representación valleinclanesca más actualizada de los últimos años. En España cada año tenemos una escena de Valle-Inclán improvisada. Son retratos de época, imprescindibles para entender quizá nuestra singularidad histórica. En su discreta medida de acontecimiento con aspiraciones trascendentales lo de la Copa del Rey y el abucheo es parte de lo mismo. ¿Qué hubiera costado que se dieran los himnos de Catalunya, porque jugaba uno de sus equipos locales -discúlpenme los grandiosos, pero el Barça, como el Madrid o el Betis, son equipos de fútbol locales, y lo único que les une no son sus glorias sino sus mafias ligadas a los suculentos negocios que los siervos respetan como si se tratara de verdades de fe-? Luego el de Euskadi y por fin el que presidía, la Marcha Real o Himno del Reino de España. No les oculto que no hubiera variado mucho de lo que ocurrió, pero al menos hay una diferencia muy importante en política: el comportamiento de ciudadanos y el de cabreros.
Me sucede en Asturias donde se inventaron una bandera -ya hay historiadores que la sitúan antigua de siglos- con una cruz de la Victoria que yo tengo grabada en mi imaginario infantil sustentada a duras penas por el Caudillo Franco. Pero lo del himno lo llevo peor. Que Asturias, patria querida, hermosa canción para beodos melancólicos, se haya transformado en referente societario, que obliga a levantarse y poner la mano derecha sobre el corazón, a imitación de los EE.UU., me parece algo entre patético y ridículo. Pero para no ofender, lo evito.
Sin embargo, todo es política, todo afecta a la sociedad. La sonrisita del presidente Mas durante la pitada es un retrato, también valleinclanesco, de un tipo al que jamás compraría un coche usado. Los cobardes aviesos y con ambición me producen taquicardia. Almorcé con él hace años y su única obsesión estaba en denostar al president Pujol, que le había designado como heredero. Tenía ambición sobrada, talento corto.
Nuestra sociedad, la española en su conjunto y esa porción catalana en su modestia grandilocuencia, se está tensando. Sería más preciso decir que se están situando en posición de disparo, porque las sociedades propiamente dichas carecen de fuerza interior para luchar contra la evidencia. Y la evidencia es que la realidad es conservadora, y que partidos sanguijuela como Esquerra Republicana y su pastoso abad general, están haciendo un negocio suculento. Modestos en votos siempre, con una militancia vacuna y bien alimentada, puede lograr en los pactos lo que jamás ha logrado en las urnas. Repasen con una sencilla regla y un cartabón los espacios que les otorgan los plumillas en la prensa, en absoluta desproporción con otros partidos. Esquerra Republicana es la mala conciencia de la Catalunya servil que consigue ser bisagra y quedarse con la caja de herramientas. ¿Ustedes sabían que Carod-Rovira, eminente intelectual -me regaló dedicado su folleto a la memoria de Marcelino Domingo, un político de la II República, al que denomina Marcel·lí Domingo- ostenta una cátedra gracias a la concesión y pago de La Caixa? ¿Qué tendría que hacerle yo a una institución financiera para que me hiciera catedrático?, me lo he preguntado al saberlo. En Catalunya hay que evitar las obsesiones, con dos apuntes está todo dado si el entendedor supera la media.
Estamos afrontando algo que deberíamos reflexionar después de tantas ilusiones y ambiciones transformadoras. Pactamos o cambiamos. Porque el resultado electoral es llamativo pero diabólico. Hemos pasado de dos partidos corruptos hasta la médula, y me atrevo a decir que sin solución, y dos nuevos, uno con mayor capacidad de disfrazarse, Ciudadanos, y otro que hizo del cambio la razón de su existencia, Podemos. Pero con un detalle, Ciudadanos es un partido, con un líder astuto y ambicioso. De aquí a poco se transformará en un veterano del juego partidario. No le debe nada a nadie porque no daban por él ni un duro, y ahí le tienen repartiendo cartas en el casino y diciendo “rien ne va plus”. No tiene nada que perder, viene de la nada. Es un profesional, sensible pues a la ganancia y a la pérdida, porque los medios de comunicación le trataron como un paria, cuando no cosas peores. Primero porque era catalán y le detestaban los catalufos García, Fernández, González y demás concentrados de la raza autóctona. Ahora, porque es catalán con ambición de conquistar la meseta y eso no está bien, se le han lanzado los más radicales, en actitud que no acabo de entender. ¿Quién es más reaccionario Artur Mas o Albert Rivera? Explíquemelo.
El inefable Quico Homs, un talento político que me sorprende cada día con una estupidez mayor. Si fuéramos exactos, ni siquiera crueles, advertiríamos a los lectores las sutiles diferencias entre un líder convergente y otro del Partido Popular, excepción hecha de Alicia Sánchez-Camacho y la vieja familia Fernández Díaz, que parecen salidos de un casting de los Munsters. Es imposible tomárselos en serio. Cuando sonríen les ocurre como a Quico, es que van a decir una patochada en superlativo. No es que sean serviles, ejercen al modo de sicarios políticos, a los que alguien ha conminado: ¡A por aquel! Y no dudan en dentelladas pretendiendo dejarle hecho un pingajo, Y ellos tan flamantes, patrióticos, con la gratificación, imagino que numeraria, de haber servido a sus señores.
Dentro de nuestras deficiencias informativas y sobre la incompetencia del adversario ha quedado en el aire algo inconsútil, magnífico, evocador de otra época. Las monjas. Catalunya y no otro lugar de España ha incorporado las monjas, y con gran éxito de comentaristas beatos, y tigres y tigresas de la laicidad. Catalunya, señores y señoras, está en pleno proceso evocador del gran Jaime Balmes -les ruego que no pongan Jaume, por respeto histórico y atención a la verdad, que debería ser nuestra meta-. Hemos tenido dos monjas en campaña, una un poco golfa, dicho sea sin ofender, porque Tucumán es otro mundo y se trata de una “monja de silencio”, de clausura. No sé si le quitaron los votos o se fumó algo. ¡Amores con el president Mas y además correspondidos! El caso Caram recuerda la España de hace siglos, o el carlismo. Yo contemplaba el mitin de la monja Caram y no podía dar crédito. Seamos serios intelectualmente, entre un gol del Barça y una declaración de amor al president Mas de una monja de clausura, no hay color.
Y luego vino la otra, la Forcades, para dirigir el proceso hacia la independencia de Catalunya a partir de la izquierda. Es verdad que no hizo declaración alguna de amor hacia Oriol Junqueras; en el fondo no los veo como una pareja de hecho, aunque he conocido peores compuestos. El amor, y si tiene un toque divino, es inconmensurable, está fuera del alcance de los miserables votantes.
Pero disculpen la impertinencia. ¿Pactamos o cambiamos?
Fuente: http://www.caffereggio.net/2015/06/06/la-realidad-es-conservadora-y-2-de-gregorio-moran-en-la-vanguardia/


Nota ... No deja de sorprender que un partido de fútbol , por mucha Copa del Rey que sea ,se tenga que tocar el himno nacional ,cuando es un acto de lo más civil  ,al igual que ver el Rey con traje militar azul ante la aristocracia europea  y la reina entre ellos con corona de diamantes en estos tiempos. Ayer en el País un catedrático de derecho constitucional proponía que el Rey debía de dejar de ser jefe de la fuerzas armadas , ya que no es meramente simbólico y recuerda a su tatarabuelo el rey soldado que llevaría al ocaso a la monarquía en el año 1931. al igual que en el cambio de monarquía no dejo de aparecer ambos reyes vestidos de militares como si fuera una transición militar, muy remarcado en la prensa extranjera ,incluso en el acto de ascenso entre padre  e hijo ,el rey anterior como cuenta Bono en sus memorias intervenía en los nombramientos militares señalando ascensos . El tatarabuelo había ascendido a Franco personalmente como había sido padrino de su boda , ni había pasado por el estado mayor ni tenia laureada cosa que puso el mismo el primer día de celebrar la victoria . El himno nacional , el cambio de trajes militares era típico en Franco, es como si los símbolos se hubieran colgados del pasado. No eran precisamente democráticos. Claro que lo que no dice el autor del articulo del País es que nadie se imagina a Letícia de capitán general y menos a su hija cuando herede.