jueves, 21 de agosto de 2014

El Imperio o el caos, la farsa geopolítica.

 

Imágenes de la vieja geopolítica...y de la nueva en que no dejan de sorprender las portadas de The Economist.

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Estos dos comentarios que siguen ,contrapuestos son significativos , pero incluso más alucinante el primero por ser de la izquierda americana que reproduce la misma propaganda que crítica desde su prensa y de su gobierno para decir que si interviene Putin en Ucrania terminara como Gadafi , como si Libia y Rusia fueran lo mismo y en el segundo un comentario opuesto que por lo menos mira desde la periferia.

Rebelion. El dilema de Putin

www.rebelion.org/noticia.php?id=183926
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Red Voltaire

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Nota del blog...
El inglés Halford Mackinder (1), geopolítico y como tal determinista geográfico ,hace exactamente 110 años, dijo: “Quien domina la Europa oriental domina el Heartland o corazón terrestre; quien domina el Heartland domina el mundo-isla; quien domina el mundo-isla controla el mundo” ( por cierto muy a la imagen geoestrategica que tenia de Inglaterra).
Desde aquello hubo dos guerras mundiales, y da la impresión que quieren volver al principio pero como farsa. Solo hace falta ver a Robert Kaplan un neocon americano, en su libro, La venganza de la geografía, vendido como un bel seller, en el que se ve que como los americanos se quedaron sin enemigos , hay que inventárselos.
Y así a la OTAN le pasó lo mismo , el que incluso se pueda ser sustituirda por un ejercito europeo , con parte de los mismos actuales de los estados y incluso con menos costes ,nunca se dice , sino al revés , seria necesario acabar con el estado social europeo para financiarlo o sea un negoció de armas americanas claro , sino no hay cambio y a costa de lo social nada menos, así de un tiro matamos dos pájaros.
El delirio llega a tal grado en los medios, que en algún periodista conocido y avezado llego a decir que la OTAN , se creó como respuesta al Pacto de Varsovia, cuando este se creo después y por que no le dieron a Rusia entrada en ella y se disolvió en los años 90.
Después de la intervención en Irak y en Afganistán y ser un desastre como el mismo Kaplan reconoce a pesar de las operaciones terrestres o porque hubo que echar mano de ellas, entonces ahora el Imperio flojea y necesita justificaciones y territorios, y después de anunciar el fin de la historia y el conflicto de civilizaciones y su fracaso como el de las intervenciones humanitarias ,ahora vuelven a la segunda parte de lo mismo pero utilizando la vieja geopolítica como cobertura para plantear de algún modo lo de siempre, con una amenaza o ellos o el caos.
Eso que dice que no hace determinismo, sino probabilística .. .como Raymond Aron.
Y de ahí pasa a plantear las presentes obsesiones geopolíticas del Imperio , Irán , Turquía , China….Rusia , India..
E incluso en varios de sus calificativos se ve como le copian en los medios.. Como calificar a Rusia de autocracia y ponerla al mismo nivel de Arabia Saudita .
La autocracia era el término utilizado para la monarquía absoluta zarista . Nada que ver con la Rusia actual y el consenso de élites de Putin. Pero con elecciones .Cosa que no se logró en Ucrania .Por lo tanto tampoco es ejemplo para Rusia eso que lo dicen constantemente confundiendo realidades con deseos .
Eso si niega incluso que Rusia sea una economía de mercado (?) y dice que es un estado débil , pero como siempre , por eso en el pasado necesito varios imperios. Pero USA como es como una isla con los mares, no. Lo hacen por los demás y como si Rusia el ser la segunda potencia atómica no existiera , ni los misiles tampoco .Y de los tres imperios alemanes es como si nunca existieran ni su potencia económica actual. Se ve que todos fueron democráticos .Y de Francia lo mismo, ni el de Napoleon I aparece . Ni Napoleon III tampoco. La autocracia en la historia es una tradición rusa y oriental. Por su geografía .
De todos modos el tampoco es geógrafo por eso ni hace una sola referencia a los geógrafos políticos actuales que criticaron la vieja geopolítica incluido a los que cita. Por eso habla de la geopolítica como una ciencia,para darle credibilidad.
Y con China lo mismo ,mientras que de Israel se olvida.
Lenin lo decía como eslabón débil del imperialismo capitalista y ya sabemos como acabó. Pero ahora son capitalistas ,algo que constantemente olvidan incluso diciendo que quieren reproducir unas veces el imperio zarista otra el soviético. Poniendose unas veces en el siglo XIX y otras en 1945 a conveniencia de la explicación que se busca..eso si de la etapa de Yetsein ni palabra.
Cuando intervino en Chechenia no hubo problema . Y sí después y lo muestran como si la intervención fuera solo de Putín.
Si lo hubo cuando Putín intervinó en Osetia y fue Georgia la que atacó.
Con Crimea lo mismo. como si para salir de Crimea no tuvieran que pasar los estrechos de dos aliados de la Otan. Contradiciendo todos los principios del navalismo de los geopolíticos americanos . Habia que recordar entonces porque USA intervinó en Granada y Panamá.
Kaplan es no solo un neocon muy ligado a los militares americanos sino que fue militar del ejercito israelí y un periodista al preguntarle sobre la geopolítica americana en su expansión hacia el Oeste , el respondió que era un “espacio vació”, viejo término imperialista aplicado por el sionismo en Palestina.. Y hay que recordar que la geografía como "ciencia" surgió en los estados mayores militares.
Cuando habla de la geopolítica europea los imperios occidentales del siglo XX ni aparecen y se pasa de los portugueses y españoles a los americanos en el 98.
No sin ciertos tonos racistas.
Y ahora como si la globalización financiera no solo disolviera los estados sino los imperios , están obsesionados en creerse que un Imperio suplirá a otro como antes.
Y quien ocupe el centro citado por Mackinder , que precisamente coincide con la Rusia y la zona siberiana dominará el mundo.
La misma obsesión ya la había citado Zbigniew Brzezinski,, pero de forma clara , la Siberia los rusos no la sabían explotar y tenían que hacerlo los americanos .
Y por supuesto miran las riquezas de Siberia con ojos regalados.
Añadiendo aquello de que Rusia con Ucrania era un Imperio y sin ella nada.
Kaplan niega que Rusia sea un Imperio , e incluso que lo pretenda , pero no importa , los estrategas de la prensa unen a Brzezinski con Kaplan y ya tenemos la estrategia montada.
Un Kaplan obsesionado al igual con el viejo Herodoto dice que Grecia es el pivote de la geopolitica europea y de los persas pasa a la Rusia de la guerra fria , que si Rusia hubiera controlado Grecia tendría controlada Europa Occidental.
Y así desde el tiempo en que se conquistaba a caballo aunque para gobernar había que bajar de él , no ha cambiado nada. Como si estuvieramos aun en la época de Gengis Kan. Al cual varias veces menciona.
Eso si , al contrario de la prensa , los geopolíticos que cita, no son precisamente rusos , sino americanos y occidentales. Y no olvida que llevaron a Alemania al desastre . Y uno añadería a Europa Occidental tras ella. Y no una si no dos veces , la primera también se le olvida. No encontró geopolíticos de que hechar a mano.
Nota (1)..
Mackinder… Era un político del partido liberal inglés , que se paso a los conservadores ,por que eran proteccionistas , y decía que había que proteger la industria inglesa ante el auge de Alemania , la base de su estrategia era que Alemania no se uniera con Rusia contra Inglaterra, ya que una potencia continental era difícilmente controlable por una marítima como ella , y perdería la India, veía en eso que no solo peligra la hegemonía inglesa sino el navalismo también por los americanos, también decía que entre Rusia y Alemania se necesitaba un tapón , los estados del Este , eso se cumplió además en Versalles con la primera derrota Alemana , cuando Hitler se lanza contra el este Inglaterra le declara la guerra , cuando hay la victoria soviética Churchill desata la guerra fría . Pero además las ideas de Mackinter son las de los militares occidentales y en ese caso la OTAN y su expansión al Este, esta claro que no solo era un geoestratega sino un economista político con una visión holística y ahora sus discípulos , en las elites, con la globalización están divididos entre los que creen que un Imperio suplirá a otro y los que piensan que los imperios son obsoletos..
Entre los geopolíticos hay los llamados realistas y los idealistas , Kaplan es de los primeros , que son calificados de amorales , seguidores dicen de Maquiavelo y Clausewitz por eso en su libro empieza por cargarse a los primeros y su idea de extender la democracia , por eso la reduce ya a Occidente y el resto serán autocracias ..lo cual explica ciertos cambios en la logística del Imperio no porque el tenga influencia sino que respira lo que vive como neocon americano. De todos modos Kaplan no lo ha entendido al igual otros discípulos. Obvian los hechos históricos reales como los dichos.
La geografía no solo la cambia la técnica sino las ideas.


Satirical Maps of the World | Let's Get Lost, a travel blog

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Rito de paso sobre la tierra vacía..

 
Rito de paso sobre la tierra vacía.
Está repetición , no deja de ser una concepción muy pesimista de lo humano, incluso bien nacional barroca , ante el cual se actúa primero rápido y en secreto con miedo al pueblo , pero sobre todo frente al debate y la deliberación ,ante ello no hay democracia deliberativa , la monarquía es algo sagrado inviolable , inmune , que viene del principio de los tiempos y su cambio solo se puede hacer con un rito de paso como si fuera estacional y agro medieval ... El rey es el orden frente al caos, no es ningún demiurgo aunque lo presenten como tal, recuerda el ciclo artúrico como repetición, si hay rey , hay orden, sino es el caos, pero además precisa del rito de homenaje y vasallaje, se pide fidelidad y pleitesía ,como han hecho con alguno. Al que pide libertad de conciencia se le prohíbe como si fuera luterano o sea protestante…incluso el juramento de la Constitución por el rey no se menciona , no lo es, es una coronación , un entronamiento ,un ritual de elite tras su fracaso estrepitoso en la conducción del país y que terminaron vendiendo hasta su soberanía y no vendieron aun mas porque no había aun quien comprara , de ese pesimismo no se puede esperar nada, su futuro solo es fabulación, incluso los que se dicen intelectuales orgánicos que le dan legitimación cultivan la apelación emocional a la irracionalidad, pero el objeto final estriba siempre en mantener el orden, ahí están además las fotos muchas de ellas como militares y el propio futuro rey, como capital general , así estará en lo que llaman coronación que le dicen entronización con la casaca como si fuera una jura de bandera. Si el contenido y la forma deberían estar unidos como el cuerpo y el alma, aquí no, están como el cuerpo y el traje y las medallas .
Mientras en el país todo lo aprovechable es pasto de los fondos buitres como una tierra vacía cual infame turba de nocturnas aves, volando tristes y gimiendo graves. y donde Perceval busca el santo grial.


Yevgeni Zamyatin.- Nosotros.

 
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El "caso Zamyatin", una advertencia censurada

lunes, 18 de agosto de 2014

Entrevista Richard Falk sobre Gaza.

Gaza: “Hay elementos para alegar crímenes de guerra”. Entrevista
Richard Falk · · · · ·
 
17/08/14
 

Richard Falk es profesor emérito de Derecho Internacional en la Universidad de Princeton, EE. UU. Acaba de terminar un mandato de seis años como Relator Especial de Naciones Unidas para los derechos humanos de los palestinos. Fue nombrado para este cargo por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en 2008. Le entrevistó para la revista electrónica Counterpounch Ken Klippenstein.
Ken Klippenstein: ¿Podría describir la relación de Sisi [el nuevo presidente de Egipto] con Hamas?
Richard Falk: El gobierno [de Sisi] está decidido a destruir a los Hermanos Musulmanes y ve a Hamas como una extensión de la Hermandad. Por lo que de cierta manera está en el mismo lado que Israel en este enfrentamiento particular.
¿La campaña de bombardeos aéreos lanzada por Israel ha conseguido de alguna manera disminuir los ataques con cohetes contra Israel procedentes de Gaza?
No hay evidencia de que lo haya hecho. Sin duda, ha causado algunos daños y algunas muertes entre quienes participan en la construcción, almacenamiento y lanzamiento de los cohetes. Pero no hay ningún efecto discernible de que haya impedido a Hamas y otras milicias – porqué no solo Hamas tiene cohetes, también otras milicias palestinas, algunas de las cuales Hamas no controla- el lanzamiento de este tipo de cohetes. La única alternativa al uso de estos cohetes para personas indefensas como las que viven en Gaza es no hacer absolutamente nada, la pasividad total. No tienen la capacidad militar para resistir a Israel en tierra aire o mar. Así que es una guerra muy unilateral; y las guerras unilaterales son, en mi opinión, por su propia naturaleza, ilegales y constituyen crímenes de lesa humanidad.
Dado que Palestina carece de la condición de Estado, ¿carecen del recurso a la protección otorgada por el derecho internacional?
La Asamblea General de la ONU aprobó el 29 de noviembre 2012 una resolución que reconoce la condición de Estado de Palestina como un Estado no miembro observador de la ONU. Lo que ha sido interpretado como el reconocimiento de Palestina como estado en la sociedad internacional para la mayoría de los propósitos. Se ha integrado en la UNESCO, por ejemplo, como un Estado miembro, y se ha adherido a más de 15 tratados internacionales abiertos únicamente a estados. Está reconocida por, creo, 130 gobiernos como un estado. Podría en este momento pedir la protección del Tribunal Penal Internacional, un paso que Israel y Estados Unidos han declarado que sería muy provocativo desde su punto de vista y acarrearía consecuencias adversas.
De hecho, Estados Unidos e Israel están diciendo que no es aceptable el uso del derecho penal internacional para defender derechos legales.
¿Cuál ha sido el papel de Estados Unidos en la campaña de bombardeo aéreo?
Estados Unidos es sin duda cómplice y legalmente responsable, porque al menos en teoría se supone que este armamento no puede ser utilizado salvo de conformidad con el derecho internacional; y si toda la operación es una violación del derecho internacional, entonces los Estados Unidos son responsables, y debe diplomáticamente tratar de restringir y censurar a Israel en lugar de darle su apoyo.
Más allá está el principio de que el propio Congreso, de nuevo al menos en teoría, restringe la asistencia militar a aquellos países extranjeros de manera que sea compatible con el derecho internacional y la Carta de la ONU. Así que por las disposiciones recogidas en el sistema jurídico estadounidense en sí, se trata de una política ilegal e inaceptable la que el gobierno de Estados Unidos ha estado aplicando.
¿Podría hablarnos de la legalidad del bloqueo a Gaza?
El asedio de Gaza es claramente una forma de castigo colectivo que está prohibida por el artículo 33 de la Cuarta Convención de Ginebra, que prohíbe incondicionalmente todo recurso a los castigos colectivos. El bloqueo mantenido desde mediados de 2007 afecta a toda la población civil de Gaza. Incluye muchos elementos que son necesarios para la salud, la subsistencia, y los requisitos mínimos de una vida digna. Así que en mi opinión, Israel como potencia ocupante de Gaza según el derecho internacional, tiene la obligación de proteger a la población civil en lugar de someterla a un bloqueo punitivo del tipo que ha existido estos últimos siete años.
Israel a veces hace advertencias telefónicas antes de bombardear edificios. ¿Usted cree que esto constituye un esfuerzo serio para minimizar las muertes de civiles?
Hay que analizar cuidadosamente cada contexto. Mi impresión es que Gaza es un lugar donde no hay verdadera oportunidad para escapar de los ataques inminentes. Puede que se hayan salvado algunas vidas como resultado de esas advertencias. Mi impresión es que no se hacen siempre y de manera general; y además, que en el contexto más amplio de Gaza no hay forma de que las personas se convierten en refugiados o puedan desplazarse desde puntos de peligro a otros relativamente seguros. Es raro en una situación de guerra, donde casi siempre hay la opción de cruzar fronteras durante los combates y buscar algún tipo de refugio. Israel, de nuevo como la potencia ocupante, tiene la obligación de velar por que la población civil esté protegida. Israel ha impedido ejercer el derecho de salida a todos los palestino que viven en Gaza, excepto a los titulares de pasaportes extranjeros -existen unos 800 palestinos con doble nacionalidad – a quiénes se les ha permitido cruzar la frontera hacia Israel. 150 de ellos tienen la ciudadanía estadounidense y el consulado de Estados Unidos ha estado facilitando su salida si esas personas querían.
Pero, en general, a los 1,7 millones de habitantes de Gaza se les niega la opción de convertirse en refugiados o incluso de convertirse en desplazados internos. Y por lo tanto, no pueden escapar de la zona de fuego que Israel ha creado. E incluso aunque no sean víctimas directas, muertos o heridos, están viviendo bajo un terrorismo de estado día y noche durante este período, de manera que los psiquiatras, psicólogos y expertos en salud mental han denunciado que se están provocando traumas masivos al pueblo palestino, en particular a los niños.
Incluso antes de este ataque había un ambiente de gran ansiedad, porque los aviones israelíes sobrevuelan todo el tiempo y nunca se sabe cuándo van a hacer algo hostil. La gente de Gaza, como he estado diciendo, es totalmente vulnerable. No tienen manera de defenderse. Están a merced de los israelíes. Y los israelíes muestran muy poca misericordia.
¿Cual es la justificación legal de Israel para negar a los habitantes de Gaza la condición de personas desplazadas que mencionaba antes?
Por lo que yo sé, no han articulado ninguna justificación para esta política. Simplemente han cerrado las fronteras y la comunidad internacional en general ha estado escandalosamente callado y se ha mantenido así hasta este momento.
¿Cuál es el papel de Estados Unidos en el bloqueo de una resolución de la ONU que condena la violencia israelí en Gaza?
Por lo que sé, los EE.UU. han señalado que están dispuesto a vetar cualquier resolución que culpe a Israel, y no hubo apoyo para una resolución de este tipo por parte de la mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad. Lo que la ONU terminó haciendo fue la adopción de una declaración que pedía un alto el fuego, pero es una petición que no tiene ningún efecto jurídico vinculante y que de modo alguno censura a Israel por su papel.
¿Cree usted que el Consejo de Seguridad debe ser reformado, dada la propensión de EE.UU. "a vetar las resoluciones de otra manera unánimes del Consejo de Seguridad?
Creo que sería una medida útil desde la perspectiva de la justicia global y la aplicación del derecho internacional; pero en la situación actual es un paso muy poco práctico porque ninguna enmienda a la Carta de la ONU se puede hacer sin el consenso de los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad, cada uno de los cuales tiene derecho de veto. Los Estados Unidos y, probablemente, Rusia y quizá China vetarán cualquier intento de privarles de sus derechos de veto. Así que cualquier reforma en este sentido está descartada.
¿Apoyaría un llamamiento para un embargo de armas a Israel?
Sí, lo haría. Creo que sería una decisión apropiada en este momento. Israel ha desafiado constantemente el derecho internacional de muchas maneras diferentes. No muestra ningún signo de respetar los deseos de la comunidad internacional en este momento para alcanzar un alto el fuego inmediato. Así que creo que la única forma en que el mundo puede mostrar que se toma en serio la protección de los pueblos en peligro -en este caso los que están en peligro son los palestinos-sería imponer un embargo de armas.
Por supuesto, Israel tiene una industria armamentística muy grande. Es uno de los diez principales exportadores de armas. Y es por supuesto inconcebible que en esta etapa los EE.UU. y varios de los países de Europa Occidental respetasen tal embargo. Sin embargo, sería un paso simbólico importante en la dirección de deslegitimar el tipo de comportamiento que ha tenido Israel.
En el caso de los secuestros y asesinatos de palestinos en el territorio palestino por parte de Israel, ¿pueden los responsables ser acusados ante un tribunal palestino o deben los palestinos aceptar sin más la jurisdicción de los tribunales israelíes?
En este momento tendrían que aceptar la autoridad formal de los tribunales israelíes porque el delito se cometió en una zona bajo administración judicial israelí. Y los acusados se hallan en poder de los israelíes y por lo tanto tienen la autoridad bajo la ley internacional para juzgarlos.
Podría haber una responsabilidad -si no hay una evaluación seria del crimen denunciado- que podría ser considerada un incumplimiento de la obligación de perseguir y de declarar culpables para castigar a quienes cometen este tipo de crímenes. Teniendo en cuenta que, por lo que sabemos, fue una acción criminal puramente privada, no se puede demostrar que fue autorizado por el gobierno israelí, aunque el clima de tensión tras el secuestro de los 3 adolescentes israelíes, el 12 de junio, es parte de un contexto más amplio en el que se produjo este crimen.
¿Son las acusaciones contra Hamas de utilizar escudos humanos creíbles?
No ha habido, hasta donde yo sé, indicios graves de que esto haya ocurrido. De hecho, hay evidencia de que los israelíes utilizaron a los palestinos como escudos humanos cuando lanzaron la ofensiva terrestre en 2008-2009. E incluso si los palestinos lo hicieran, en ningún caso justificaría que los israelíes disparasen directamente a la población civil, a menos que hubiera algún tipo de argumento de una necesidad militar absoluta, que está bastante lejos de la situación que discutimos.
¿Usted cree que Israel ha cometido crímenes de guerra en Gaza?
Sí. Creo que sin duda hay elementos para alegar crímenes de guerra. Se requiere un juicio legal formal para llegar a la conclusión de que se han cometido crímenes de guerra. Existe la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario, que es importante mantener. Pero sin duda, las pruebas que conozco sugieren la comisión de graves delitos de lesa humanidad y crímenes de guerra en el curso de esta operación.
¿Podría usted hablar sobre el fondo de la crisis? Los relatos de los medios de comunicación occidentales por lo general comienzan con el secuestro y asesinato de los tres niños israelíes, omitiendo contextos importantes: el asedio de Gaza, por ejemplo.
La circunstancia temporal para estas justificaciones por parte de Israel es tendenciosa y no muy convincente. Por supuesto que hay un complejo patrón de interacción. Por otro lado, Israel es la potencia ocupante, tiene la responsabilidad internacional de proteger a la población civil. Y en el caso del secuestro del 12 de junio, tuvieron la oportunidad de limitar la respuesta a una acción punitiva llevada a cabo de manera razonable. En su lugar, lo utilizaron como pretexto para tratar de destruir a Hamás como actor político en Cisjordania y luego ampliaron esa política anti-Hamas con el ataque a Gaza. Así que fue claramente una forma de utilizar este acto criminal inicial como medio para perseguir una agenda política mucho más amplia, que se concreta en la ambición nacional de Israel de controlar Cisjordania, al menos la mayor parte de Cisjordania, donde están los asentamientos y eliminar de esa realidad a la única fuerza de oposición palestina real, porque la Autoridad Palestina que nominalmente tiene el control en nombre de los palestinos de Cisjordania, mantiene una relación semi-colaboracionista con Israel. De modo que el incentivo para deshacerse de Hamas como una influencia política en Cisjordania y en especial para castigarla severamente en Gaza, donde tiene el control del gobierno, es un crimen.
¿Por qué no aceptó Netanyahu la oferta de Abbas de cooperar en la investigación del secuestro y asesinato de los tres niños israelíes?
Creo que es parte actualmente de la escalada política de Netanyahu del enfoque israelí. Rechazaron las negociaciones directas -que no tenían mucho sentido en el primer lugar- pero las rechazaron como una forma de decir que se había acabado la diplomacia, que impondrían su propia solución al conflicto. Y esa solución implica consolidar el control sobre la totalidad de Jerusalén y toda Cisjordania, o al menos las partes más valiosas y anexarlas de hecho a Israel.
En virtud de la Ley de Control de Armas de 1976, se requiere que los gobiernos que reciben armas de los EE.UU. solo las utilicen para su legítima defensa. ¿la ayuda de EE.UU. a Israel viola esta ley?
Sí, sin duda. Por todo lo que he estado diciendo, no hay argumento jurídico, político o moral que apoye la afirmación de que Israel está actuando en legítima defensa. No ha habido ningún ataque armado de Hamas o de Gaza; en cualquier caso, Gaza desde el punto de vista del derecho internacional, no es un Estado extranjero sino un territorio ocupado. No es claro que se pueda ejercer la legítima defensa en relación con un territorio del que se es responsable de administrar de acuerdo con el derecho internacional humanitario.

Traducción para www.sinpermiso.info: Enrique García

El avión de Malasia en Ucrania desapareció como en un videojuego .

Punto de fuga…
Pepe Escobar
Asia Times Online
Primero el avión de pasajeros MH370 desapareció del Planeta Tierra. Después MH370 desapareció del ciclo de noticias. Primero, MH17 fue derribado por “el misil de Putin” – según dijeron al Planeta Tierra. Después MH17 desapareció del ciclo de noticias. ¿Dónde está Baudrillard cuando lo necesitamos? Si hubiera estado vivo, el derviche de simulacro ya habría deconstruido esos dos aviones malasios como reflejos: de desaparición total a máxima atención pública, para luego volver a desaparecer. También podrían haber sido secuestrados –y derribados– por extraterrestres. Ahora los ves, ahora no los ves.
Cajas negras, registradores de datos de vuelo – todo MH17 flota ahora en un vacío negro. Los británicos tardan eternamente en analizar los datos y si ya lo han hecho, no dicen nada. Es como si estuvieran cantando: Veo una caja negra / y la quiero pintada negra… vacío.
El Pentágono, con una visión total sobre Ucrania, sabe lo que pasó. La inteligencia rusa no solo sabe lo que pasó sino que ofreció una mirada atormentadora del hecho en una presentación oficial, descartada por “Occidente”. Los mejores análisis técnicos no apuntan al “misil de Putin” (un BUK) sino a una combinación de misil R-60 aire-aire y al cañón automático de un Su-25.
Un lector me llevó a esta justa evaluación del ex ingeniero de la Fuerza Aérea de EE.UU. e ingeniero de Boeing Raymond Blohm: “Con una vectorización adecuada, un Su-25 no necesita ser tan rápido como un Boeing 777 en crucero. Solo tiene que llegar a una posición de disparo de misiles. Ya que el 777 no estaba maniobrando, habría sido simple precalcular a un cierto punto en el cielo bajo el 777. De ahí, el misil es el que tiene la velocidad y la capacidad de ascender para acertar al 777 (el R-60 es un misil muy capaz). Después de que el misil destruya un motor, tanto la velocidad máxima y la altura máxima del 777 se encuentran suficientemente dentro de las capacidades de velocidad y altura del caza Su-25. Entonces, el Su-25 puede revelar el poder de su cañón.”Prestad atención a los restos del motor. Prestad atención a los restos de la cabina. Prestad atención al motivo. Ni siquiera se puede imaginar el choque de placas tectónicas si se pensara que el régimen en Kiev fue responsable. Sería el punto de fuga de toda la noción –retorcida– del “indispensable” excepcionalismo del Imperio del Caos.
Por lo tanto, tal como MH370 desapareció totalmente, la historia de MH17 también debe desaparecer totalmente. Los holandeses y los británicos podrían terminar por aparecer y realizar una conferencia de prensa de alto perfil en la que digan al mundo lo que La Voz de su Amo terminó por redactar. A pesar de todo, puede contar con una indignación certificada, residual, si no desconcierto, de una gran cantidad de familias holandesas en duelo. Y se puede contar con la indignación certificada por Malasia como Nación. Cómo en ¿Por qué nosotros? ¿Y no una vez sino dos?
,Después de deconstruir la “lógica” de la continua satanización de Rusia/Putin, Moscú sabe que todo lo que diga será invalidado por la Policía del Pensamiento orwelliana. Sin embargo, por mucho que La Voz de su Amo controle lo que los holandeses y los británicos puedan terminar por revelar, Rusia puede contragolpear filtrando el crucial guión a Malasia. Y Malasia hablará.
MH370 desapareció como en un videojuego. MH17 fue alcanzado como en un videojuego. Ahora se haciendo desaparecer sus respectivas narrativas. Es como si estuviésemos viviendo un pequeño ensayo de la hipótesis negra de la post-historia.
La estrella posmodernista Jean-François Lyotard y después el pensador flamenco Lieven De Cauter fueron de los pocos ponderados que tuvieron escarceos en el estudio de la hipótesis negra. La hipótesis negra es la máxima distopía que ocurre en el tiempo cosmológico de la muerte del sol, a unos 4.500 millones de años de distancia. Básicamente tiene que ver con la supervivencia de la tecno-ciencia después de la muerte del sol y la muerte de la humanidad en sí.
Por lo tanto MH370 podría haber desaparecido en una antecámara de la hipótesis negra. Pero MH17 es mucho más prosaico, podría haber sido una bandera falsa fracasada. Por lo tanto, bajo las reglas del Imperio del Caos también debe desaparecer. La pregunta es si la sociedad civil global lo aceptará o si ha llegado a su propio punto de fuga,
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

domingo, 17 de agosto de 2014

El bombardeo de USA en Irak no es “humanitario “.






 











Ni uno de los nueve motivos del bombardeo de Irak es “humanitario “
Escrito por  Nazanín Armanian







Barak Obama no pudo resistir la tentación (o a las presiones de sus adversarios) y se convirtió en el cuarto presidente de EEUU en bombardear Irak, utilizando los mismos pretextos “benévolos” para el mismo objetivo principal: mantener el control de EEUU sobre el hidrocarburo iraquí.

Lo revela la cronología de los acontecimientos, desde que un sector de los terroristas del Estado Islámico (EI) –llamados “rebeldes sirios”, a quienes arman Occidente, Turquía y Arabia Saudí-, entrara el diciembre pasado en Irak, sembrando pánico y muerte entre la población. Ya hay algunas respuestas a la pregunta de “¿por qué Obama no ha luchado en Irak contra Al Qaeda?” hasta la semana pasada.
Veamos cómo la inacción de EEUU, al igual que la actual agresión militar, han sido interesadas y bien calculadas:
-El día de Navidad del 2013,  los yihadistas atentan contra la iglesia Virgen María de Bagdad y matan a 35 cristianos. Washington no hace nada.
-Enero del 2014, asaltan Faluya y Ramadi, matando a cientos de personas. EEUU tampoco interviene.
-Entre el 10  y 29 de junio toman el control de varias zonas de las provincias de Kirkuk, Saladino, Tikrit,  Al Adhim, Tal Afar y de Mosul, y a pesar de que sus crímenes obligan a huir a unos 8.000 cristianos de ésta última urbe, los occidentales  no les socorren, mientras el nuevo hombre del saco de Pentágono, un tal Abu Bakr al Bagdadi, proclama un califato en los territorios conquistados en Irak y Siria.
-13 de junio, Obama dice que ayudaría a contener a los yihadistas a condición de que Nuri al Maliki abandone su política sectaria.
-Los días 2 y 3 de agosto EI ocupa las ciudades kurdas de Sinjar y Zumar, forzando a la huida de cientos de yazidíes, los adorares al ángel demonio, fieles del fascinante credo izadi.
- El día 7 EI  toma de la ciudad cristiana de Qaraqosh, y ahora sí, Obama declara su disposición a mandar sus drones para “proteger” a los civiles atrapados y a sus paisanos.
-El 8 de agosto, justo cuando las acciones de las petroleras occidentales empiezan a caer por segundo día, debido a las amenazas de los islamistas y la evacuación de una parte del personal de compañías Afren, Genel Energy y Chevron, las bombas vuelven a caer del cielo de Irak, al parecer para neutralizar a EI, matando a cientos de civiles. Los eternos daños colaterales de los infames intereses.
La “casus belli” de EEUU era falsa
El gobierno de EEUU anunció que iba a “rescatar” a los 40.000 yazidíes refugiados en la montaña Sinjar. La farsa se revela cuando días después afirma que había “muchos menos refugiados en la montaña Sinjar y es mucho menos probable la misión de rescate”.  En realidad, solo eran unos mil yazidíes los que se escondieron en el seno de esta montaña habitada por otros grupos humanos desde hace siglos. Obviamente lo sabían, y en caso de desconocerlo, entonces ¿por qué Obama afirma que la agresión militar durará meses? Sin duda, están exagerando el poderío de EI (en el caso de que no esté a las órdenes del Pentágono y opere por libre) como cuando  nos mienten para atacar a Afganistán unos 40 países comandados por EEUU para contener a unos talibanes que no tenían ni siquiera una avioneta.  Tampoco hay explicación “humanitaria”  para saber por qué los hombres piadosos de EEUU y la Unión Europea no mueven ni un dedo para ayudar a los palestinos, a los libios atrapados entre el fuego cruzado de grupos que armaron para destruir el Estado libio o  a miles de  personas que están muriéndose de hambre en Sudán del Sur, a pesar de que rompieron el país en dos para “salvar” a la población cristiana.
No hay manera de verificar si realmente EI ha robado los 420 millones dólares de los bancos de Mosul, ni que controlase siete campos petroleros y dos refinerías en el norte de Irak, como afirma la prensa occidental, justificando así la envergadura de la nueva misión bélica.
Otro misterio: ¿por qué unos islamistas tan poderosos no hicieron nada durante la masacre de gazatíes, por ejemplo?¿Por qué no abrir un frente contra Israel para restarle fuerza o lanzar una acción de venganza contra sus intereses en cualquier parte del mundo, como se les suele atribuir?
La macabra estrategia de Obama
La apuesta personal de Barak Obama para mantener la unidad de Irak y evitar su desintegración nunca les gustó ni Israel ni a los republicanos que optan por desmembrar los Estados fuertes y/o grandes y crear pequeñas colonias controlables: Yugoslavia y Sudan son el resultado y Siria e Irak están en proceso.
Obama, al formar su gobierno, asignó al vicepresidente Joe Biden la tarea de poner orden en Irak. Biden, que siendo senador había defendido una confederación de etnias y religiones en el país invadido, retiró luego su propuesta que hoy es respaldada incluso por sectores del Partido Demócrata. El último intento de Obama de evitar el fin oficial del Estado de Irak (porque no quiere que su país sea acusado de desmembrar los países del Sur) fue pedir al primer ministro Nuri Al Maliki formar un gobierno que incluyese a las minorías étnicas y religiosas. Obama es incapaz de entender que pedir tolerancia a la teocracia, que por naturaleza es reaccionaria, sectaria, injusta y corrupta, además en un país de larga tradición laica, era como pedir uvas al espino.
Por lo que elaboró otra estrategia: dejar que el EI arrasara el norte del país, matara a cientos de inocentes, llegara a pocos kilómetros de Bagdad para, entre otros objetivos, seguir manejando la política en Bagdad.
¿Por qué Erbil?
El mandatario estadounidense lo dejó claro: ordenó los ataques aéreos para detener el avance del EI en Erbil, la capital del GRK. La urbe de 8.000 años de historia, protegida por la diosa sumeria Ishtar (Esther y Estrella en castellano, Setaré en persa) que llegó a formar parte del Imperio Persa, y fue conquistada por Alejandro Magno, hoy vive una autentica fiebre de Oro. Oro Negro que mancha la actual decisión de Obama, quien persigue los siguientes objetivos:
  1. Proteger el statu quo del Kurdistán iraquí y su amplia autonomía. Dado el caos que reina en el resto del país, consolidando su poder en esta región, podrá convertirla en un trampolín para seguir adelante con su plan del Nuevo Oriente Próximo.
  2. Garantizar el dominio de sus petroleras sobre el crudo kurdo -el 0,5% de la oferta mundial-, y también sobre el 89% de las reservas de gas natural del Estado que se encuentra en el dominio del GRK, donde operan ExxonMobil y Chevron. EEUU considera suyo este crudo, ya que no era explotado antes de la invasión del 2003.
  3. Impedir el corte en la producción y en el suministro de petróleo, que afectaría a la recuperación económica de Occidente.
  1. Según los líderes kurdos, en las proximidades de Erbil se encuentra la novena reserva mundial del petróleo. Es más, el gas de Erbil podría sustituir al ruso para los europeos.
  2. Detener la subida del precio del petróleo y el pánico en los mercados.
  1. Sacar a Israel de ser el blanco de protestas a nivel mundial por sus carmines de guerra en Gaza, con la cortina de humo creada en Irak.
  2. Neutralizar las críticas sobre su política exterior y no solo las provenientes de Tea party:  Hilary Clinton le acusó públicamente de ser “extremadamente prudente”. Ya que no se ha atrevido a “dar una bofetada militar” a Rusia por Crimea y Ucrania, se desahoga con los iraquíes.
  3. Forzar cambios políticos en Bagdad: ha eliminado de la escena, y sin respetar los cauces legales, al hombre de Irán Nuri al Malikicon quien  trapicheó la permanencia de sus fuerzas en Irak. El estallido de una bomba cerca de su casa y los recuerdos de la terrible muerte de Saddam o Gaddafi fueron suficientes para que dejara su sillón a Haidar al Abadi, el nuevo administrador de la colonia. Así, Obama debilita a Irán desde sus “profundidades estratégicas” de Irak  y Siria.  Quizás Washington no esperaba una declaración de apoyo casi entusiasta de Teherán a su nuevo hombre en la capital iraquí.
  4. Dar una lección a los yihadistas, la palanca del Pentágono en la región, como lo hizo Bush a sus ex socios Al Qaeda, Muyahedines y Talibán afganos: que cumplan con lo que se les manda, y dejen de actuar por su cuenta sobre todo si se trata de pozos de petróleo.
Estos puntos se suman a las  23 observaciones sobre la nueva guerra líquida de EEUU en Irak. Los kurdos, principales beneficiaros de la nueva intervención occidental, retoman el control de varias ciudades, recibirán muchas armas, han quitado del medio a Maliki, y ven cómo Washington está cambiando de idea y puede permitir la creación de un Estado kurdo,  aunque sea bajo el nombre de “federalizar Irak”, considerándola una opción menos dañina para sus intereses.
Francia defiende su parte del botón
Otro país que, mientras evita la llegada de ayuda humanitaria –que no armas- de Rusia a los ucranianos asediados, pero envía armas a los kurdos perseguidos por los islamistas, es Francia, que no pierde ni una oportunidad para revivir sueños napoleónicos  en su época imperialista. Los Pishmargas (término persa-indoeuropeo compuesto por Pish “delant” y Marg “muerte”, relacionada con  “morgue” en castellano), serán la carne de cañón de los intereses de la compañía Total, que se venga de Bagdad por no concederle más que una pequeña participación en la explotación del yacimiento de Halfaya del sur. La petrolera francesa negocia con Exxon Mobil para que le ceda su licencia de los dos campos de Pulkhana y Taza, disputados por el gobierno central y el GRK. Makili había amenazado a Exxon que al hacerlo se arriesgaría a perder el  contrato del campo sureño de West Qurna-1. Tras la visita de la delegación del GRK a París, en diciembre pasado, Total aspira a ser la principal compañía petrolífera del Kurdistán iraquí.
Cierto, los amos del mundo no pueden arrebatar así la vida de miles de personas y llevarse sus riquezas, sin contar con sus agentes locales: los líderes árabes y kurdos de Irak, miserablemente al servicio de EEUU y la UE, nunca les ha temblado las manos sacrificar a  sus propias gentes, en nombre del poder personal, tribal, o de un nacionalismo reaccionario y ciego.
Este es el Irak democrático, el mismo modelo que trasportaron a Libia y el que quieren para  Siria e incluso para la Federación Rusa por sus inmensos recursos naturales.
¿Estáis, pregunto, dónde está la ONU?:  un equipo internacional de personalidades amantes de la paz y la justicia, representado en España por don Federico Mayor Zaragoza (http://www.federicomayor.blogspot.com.es), propone la refundación de la ONU, evitando las guerras que no paran de crecer, y acabar con el indescriptible dolor y sufrimiento que provocan en decenas de millones de personas.


http://www.nazanin.es/?p=11058

Estados Unidos y la guerra permanente .

 


Capitalismo vigilante

USOverseas


John Bellamy Foster, Robert W. McChesney







El capital monopólico-financiero, el complejo militar-industrial y la era digital

(Primera Parte: los orígenes del keynesianismo militar)
Los EEUU salieron de la II Guerra Mundial como la potencia hegemónica en la economía mundial. La guerra había sacado de la Gran Depresión a la economía estadounidense al suministrarle la demanda efectiva necesaria a través de un sinnúmero de pedidos de armas y tropas. El producto real creció un 65% entre 1940 y 1945, y la producción industrial se disparó un 90%.1 Inmediatamente después de la guerra, y a causa de la destrucción de las economías europeas y japonesa, los EEUU representaban más del 60% del producto manufacturado mundial. 2 Al terminar la guerra, se palpaba manifiestamente en la cúspide de la vida social el miedo a un regreso a la situación de preguerra, con una demanda interna insuficiente que, incapaz de absorber el enorme –y creciente— potencial de excedente económico generado por el sistema productivo, provocara una recaída en el estancamiento y aun en la depresión económica. El subsecretario de Estado Dan Acheson declaró en noviembre de 1944 ante el Comité Especial del Congreso para la Política y la Planificación Económica que si la economía regresaba al punto de partida prebélico, “es claro que nos enfrentaremos a una época muy mala en lo tocante a la posición económica y social del país. No podemos permitirnos otros diez años como la década de fines de los 20 y comienzos de los 30 [es decir, el crash de la bolsa y la Gran Depresión] sin arrostrar las peores y más drásticas consecuencias para nuestro sistema económico y social”. Acheson dejó claro que la economía no sufría de una falta de productividad; al contrario: era demasiado productiva. “Cuando observamos el problema, podemos decir que es un problema de mercados. No tienes un problema de producción. Los EEUU tienen una energía creativa ilimitada. Lo importante son los mercados.”3
Los planificadores de posguerra en la industria privada y en el sector público se movieron rápido para estabilizar el sistema mediante la promoción masiva de un esfuerzo de ventas que cobró la forma de una revolución granempresarial en el marketing (con cuartel general en la Avenida Madison) y mediante la creación de un estado bélico permanente orientado al control imperial de los mercados mundiales y al combate de la Guerra Fría (con cuartel general en el Pentágono). El esfuerzo de ventas y el complejo militar-industrial constituyeron los dos mecanismos principales de absorción del excedente (además del consumo y la inversión capitalistas) en la economía estadounidense durante el primer cuarto de siglo tras la conclusión de la II Guerra Mundial. Luego de la crisis de los 70, apareció un tercer mecanismo de absorción del excedente, la financiarización, revitalizando el sistema de acumulación cuando los efectos de los esfuerzos de ventas y del militarismo perdían capacidad de tracción. Por distintas vías, cada uno de estos tres mecanismos de absorción del excedente vino a impulsar la revolución de las comunicaciones ligada al desarrollo de computadores, tecnología digital e Internet. Porque cada uno de ellos precisaba de nuevas formas de vigilancia y control. El resultado fue una universalización de la vigilancia vinculada a las tres áreas: 1) militarismo/imperialismo/seguridad; 2) marketing granempresarial y el sistema de medios de comunicación; y 3) mundo de las finanzas.
El estado belicista
Casi inmediatamente después de la guerra, se formó en Washington un nuevo capitalismo del Pentágono. Un elemento crucial de la economía estadounidense de la Segunda Posguerra fue la creación de un estado belicista arraigado en un complejo militar-industrial. El 27 de abril de 1947 el general Dwight D. Eisenhower, jefe del Estado Mayor del Ejército, elaboró un “Memorándum para los directores y jefes de las divisiones y oficinas de personal general y especial del Departamento de Guerra y para los comandantes generales de los Mandos Principales”. Asunto: “Los recursos científicos y tecnológicos como activos militares”. Seymour Melman se refirió años después a ese memorándum como el documento fundacional de lo que el Presidente Eisenhower habría de llamar –en su discurso de despedida a la nación del 17 de enero de 1961— el “complejo militar-industrial”. El general Eisenhower subrayaba en su memorándum la necesidad de forjar una estrecha y continuada relación entre los militares y los científicos, tecnólogos, industriales y universitarios civiles. “El futuro de la seguridad de la nación”, escribía, “exige que todos aquellos recursos civiles que, debidamente reconvertidos o reorientados, constituyen nuestro principal sostén en tiempos de emergencia se vinculen estrechamente a las actividades del ejército en tiempos de paz”. Eso requería una enorme expansión del sistema de seguridad nacional, poniendo a la ciencia, a la industria y a los contratistas civiles bajo el poder del estado. “El empleo adecuado de este talento [civil] requiere que la entidad civil [en cuestión] se beneficie de nuestras estimaciones de futuros problemas militares y pueda trabajar en estrecho contacto con las autoridades de los Planes y Desarrollo de la Investigación. El procedimiento más efectivo es el de los contratos de ayuda en la planificación. El uso de ese procedimiento fortalecerá en gran medida la validez de nuestra planificación y asegurará programas de equipamiento estratégico más razonables”. Eisenhower insistía en que debería darse a los científicos la mayor libertad posible en el desarrollo de la investigación, aun si bajo condiciones cada vez más encuadradas en el marco de los “problemas fundamentales” de los militares.
Un aspecto crucial de ese plan, explicaba Eisenhower, era la capacidad del estado militar para absorber buena parte de la capacidad industrial y tecnológica de la nación en tiempos de emergencia nacional, de modo que se convirtiera en “parte orgánica de nuestra estructura militar… El grado de cooperación con la ciencia y con la industria logrado recientemente durante esta guerra no debería de ningún modo darse por concluido”; al contrario: debería aumentarse. “Es nuestro deber”, escribía, “sostener amplios programas de investigación en las instituciones educativas, en la industria y en cualquier campo que pudiera llegar a tener importancia para el Ejército. Una estricta integración de los recursos civiles y militares no sólo será directamente beneficiosa para el Ejército, sino que contribuirá indirectamente a la seguridad de la nación”. Por consiguiente, Eisenhower llamaba a “la mayor integración de los recursos civiles y militares… y a asegurar la dirección unificada más efectiva de nuestras actividades de investigación y desarrollo”: una integración, dijo, que ya había “sido consolidada en una sección separada al más alto nivel del Departamento de Guerra”. 4
El énfasis puesto por Eisenhower en 1946 en una integración orgánica del sector militar con la ciencia, la tecnología y la industria civiles en el marco de una reda interactiva más amplia no se presentaba en pugna con, sino como complementario de la visión de una economía de bienestar fundada en el keynesianismo militar nacido de la Administración Truman. La Ley de Empleo de 1946 creó el Consejo de Asesores Económicos, encargado de presentar un informe anual sobre la situación económica y de organizar la política de crecimiento económico de la Casa Blanca. El primer presidente del Consejo de Asesores Económicos fue Edwin Nourse, famoso por su papel en la publicación, en 1934, de un estudio de la Brookings Institution, America’s Capacity to Produce, que apuntaba al problema de la saturación de los mercados y al exceso de capacidad productiva en la economía de los EEUU. El vicepresidente era Leon Keyserling, que sería el más destacado propugnador del keynesianismo militar en los EEUU. En 1949, Nourse dimitió y le sucedió en el cargo Keyserling. Entretanto, se creó el Consejo de Seguridad Nacional mediante la aprobación de la Ley de Seguridad Nacional en 1947 (la ley que también creó la CIA). Juntos, el Consejo de Asesores Económicos y el Consejo de Seguridad Nacional, pusieron los cimientos del estado belicista estadounidense. Truman formó en 1952 la más que opaca Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) como un brazo militar encargado de llevar a cabo el control electrónico de las actividades potencialmente subversivas, exteriores e interiores.5
El informe NSC-68 de 1950 y la política económica de la Guerra Fría
En 1950, se ofreció a Paul H. Nitze –director de personal del Departamento de Estado para la Planificación Política bajo Acheson— un papel destacado en la confección del Informe del Consejo de Seguridad Nacional 68 (NSC-68), que esbozaba una gran estrategia geopolítica general para librar la Guerra Fría y promover el imperialismo a escala global. Significativamente, el NSC-68 contemplaba un gran incremento del gasto público como elemento crucial en la prevención del estancamiento económico: “Hay razones para predecir que los EEUU y otras naciones libres experimentarán en unos pocos años un declive de su actividad económica de graves proporciones, a menos que se desarrollen muchos más programas positivos públicos que los que ahora son posibles”. Eso suministraba una justificación adicional, más allá de las preocupaciones geopolíticas, para un rearme masivo fundado en los principios keynesiano-militares de “cañones y mantequilla”. El análisis económico del NSC-68 era el resultado de consultas con Nitze y Keyserling, que tuvieron una gran influencia en la redacción del informe.
El NSC-68 apuntaba a la posibilidad de una economía estadounidense enormemente expandida fundándose en la experiencia de la II Guerra Mundial, cuando el acrecido suministro militar y el consumo interno sostenido no sólo se veían como plenamente compatibles entre sí en el contexto de una economía de pleno empleo, sino que no se veían alcanzables de otro modo. Una economía así suministraría a la vez cañones y mantequilla. “Los Estados Unidos”, proseguía el informe, “podrían lograr un substancial incremento en términos absolutos de su producto, logrando así incrementar la asignación de recursos a la acumulación de fuerzas económicas y militares para sí mismos y para sus aliados sin sufrir un declive en su nivel real de vida”. En efecto, en una emergencia, los EEUU podrían dedicar el 50% de su PIB ”a gastos militares, asistencia exterior e inversión”: “es decir, entre cinco y seis veces más que ahora”. El informa subrayaba enfáticamente que el gigantesco programa de rearme por el que abogaba no entrañaba una ardua toma de decisiones, económicamente hablando: “porque no redundará en un decrecimiento real del nivel de vida”, y aun podría inducir a todo lo contrario.
“Los efectos económicos del programa podrían ser el incremento del Producto Interior Bruto por un monto mayor que el absorbido por los gastos militares y de asistencia exterior adicionales. Una de las lecciones más significativas de la II Guerra Mundial fue que la economía norteamericana, cuando opera a un nivel cercano a la plena eficiencia [plena capacidad], puede suministrar una enorme cantidad de recursos destinables a objetivos no civiles, suministrando, al propio tiempo, un elevado nivel de vida. Descontando los cambios de precios, los gastos en consumo personal crecieron un quinto entre 1939 y 1944, a pesar de que los recursos de la economía que fueron a parar al Estado montaban entre 60 y 65 mil millones de dólares (en precios de 1939).” 6
Se pidió a Keyserling que, en calidad de presidente del Consejo de Asesores Económicos, valorara económicamente el NSC-68, aun cuando él mismo había participado directamente en la redacción del informe. En un memorándum escrito el 8 de diciembre de 1950, dejó dicho que la planeada acumulación de gasto en seguridad nacional previsto para 1952 por el NSC-68 estaba harto por debajo de la capacidad de la economía. Sólo significaría el 25% del producto nacional en 1952, mientras que el gasto en seguridad había llegado a crecer hasta un 42% en 1944. Aunque probablemente significaría un recorte en el consumo interno, “los niveles generales de consumo civil posibilitados por los programas propuestos distarían mucho de ser severos”, mientras que “el producto total y el empleo en la economía se incrementarían”. 7
El NSC-68 llamaba a, cuando menos, triplicar el gasto militar. La estrategia de rearme por la que abogaba el informe se presentaba primordialmente en términos de Guerra Fría, como un medio de promover la llamada doctrina de la “Contención” anunciada por Truman en marzo de 1947, y sólo secundariamente en términos económicos.8 Pero ambos objetivos se consideraban congruentes. En abril de 1950, dos meses antes de que los EEUU entraran en la Guerra de Corea, Business Week manifestaba que los llamamientos al incremento del gasto, particularmente del gasto militar, resultaban “de una combinación de la inquietud por las tensas relaciones con Rusia y de un creciente temor a un aumento del nivel de desempleo aquí, en la nación”.”9 Eso reflejaba el carácter general de la política económica de la Guerra Fría. Según observó irónicamente Harry Magdoff al final de su libro La era del imperialismo [Age of Imperialism, 1969]: “Así como la lucha contra el comunismo ayuda a la búsqueda de beneficios, así también ayuda la búsqueda de beneficios a la lucha contra el comunismo. ¿Qué armonía más cumplida podría imaginarse?”.10
El plan del NSC-68 para el rearme no tardó en ponerse por obra y guiar la política económica de los EEUU con el constante incremento del gasto militar posibilitado por la Guerra de Corea. Cuando esa guerra llegó a su fin, se tenía un sistema militar de mucha mayor envergadura. Aun cuando Eisenhower es esforzó por recortar el gasto militar luego de esa guerra, el gasto militar se mantuvo en niveles “más de tres veces más altos que antes del informe NSC-68 y del conflicto de Corea”.11 En 1957, al comienzo del segundo mandato de Eisenhower, el gasto militar representaba el 10% del PIB de los EEUU.12 Lo que reflejaba el crecimiento del estado belicista, definido por Scott Nearing en 1964 (desde las páginas de la Monthly Review) como un estado “que se sirve de la guerra y de las amenazas de guerra como instrumento decisivo de su política exterior. En un estado belicista, el cuerpo político pone en la cúspide de su lista de actividades la planificación de la guerra, la preparación para la guerra y, cuando la ocasión se presenta, la declaración de la guerra”.13
Hacia el final de la Guerra de Corea, el nuevo estado belicista había echado ya profundas raíces. Como declararía al Congreso el primer secretario de Defensa de Eisenhower, Charles Erwin Wilson (también conocido a veces como “General Motors Wilson”, en su calidad de antiguo presidente de General Motors y para distinguirlo de Charles E. Wilson [véase más abajo]), el ascenso de lo militar, una vez producido, era irreversible:
“Una de las cosas más serias en lo tocante al asunto de la defensa es la generación de una red de intereses creados que involucra a tantos norteamericanos: propiedades inmobiliarias, negocios, puestos de trabajo, empleo, votos, oportunidades para la promoción y el ascenso social, mucho mayores remuneraciones para los científicos y todas esas cosas. Es un asunto inquietante… Si tratas de cambiar las cosas rápidamente, te metes en líos… Si ahora mismo se clausurara este negocio, pondríamos al estado de California en apuros, a causa del enorme porcentaje de industria aeronáutica radicada en California”.14 En efecto, lo que había logrado ponerse por obra ya en gran medida era aquello por lo que el presidente de General Electric y vicepresidente ejecutivo del Consejo de Producción de Guerra, Charles E. Wilson (a veces conocido como “General Electric Wilson”), había venido cabildeando incesantemente en 1944: el mantenimiento de una economía de guerra permanente, en la que se vincularan al estado y a las fuerzas armadas “una capacidad industrial para la guerra y una capacidad de investigación para la guerra”.15
A todo eso, el papel del gasto militar como medio para crear demanda efectiva resultaba suficientemente obvio, tanto para los economistas como para los hombres de negocios. El economista de Harvard Sumner Slicher observó en una convención de banqueros celebrada en 1949 que, dado el nivel de gasto de la Guerra Fría, un regreso a las condiciones de grave depresión resultaba “difícil de imaginar”. El gasto militar, explicó, “incrementa la demanda de bienes, ayuda a sostener un alto nivel de empleo, acelera el progreso tecnológico y contribuye a elevar el nivel de vida del país”. La visión que el mundo de los negocios tenía del disparado presupuesto militar era literalmente de éxtasis, como se puede comprobar leyendo los medios de comunicación que reflejaban sus estados de ánimo. Celebrando el desarrollo de la bomba de hidrógeno en 1954, U.S. News and World Report, por ejemplo, escribía: “Qué significa la Bomba H para los negocios. Un largo período… de grandes pedidos. En los años venideros, los efectos de la nueva bomba se mantendrán al alza. Como dice un analista: ¡La Bomba H ha tirado por la ventana todas las ideas depresivas”. 16
En la izquierda, la obra clásica de Paul A. Baran y Paul M. Sweezy El capital monopolista [Monopoly Capital, 1969] vio la motivación del imperialismo y el militarismo, por lo pronto y señaladamente, en las necesidades del imperio estadounidense, y, luego, en su papel de promotor (junto al esfuerzo de ventas, y más allá del consumo y la inversión capitalistas) de la absorción del creciente excedente económico generado por la economía. En el camino de cualquier otra opción de gasto público para estimular la economía se atravesaban insuperables obstáculos políticos levantados por poderosos intereses granempresariales. El gasto público civil como porcentaje del PIB (excluidos pagos de transferencias), sostenían Baran y Sweezy, había alcanzado su “límite máximo” a finales de los 30, cuando la inversión y el consumo civiles públicos crecieron hasta alcanzar el 14,5% en 1938-39. Una afirmación que sigue siendo verdadera: en 2013, el gasto público civil (consumo e inversión) representa el 14% del PIB. (Esto, sin embargo, exagera el papel del estado en el mantenimiento de un compromiso con el “bienestar social”, puesto que las políticas de prisiones y de interior han venido a externalizar una parte del gasto público “civil” en estas tres últimas décadas.) Por consiguiente, el gasto militar se veía como un gasto más variable que el gasto público civil, más pronto a ser flexiblemente gestionado por el sistema como un medio “impulsor y reactivador” de la economía.17
Sin embargo, el gasto militar –eso sostenían Baran y Sweezy— se enfrentaba a sus propias contradicciones, y “no era una variable perfectamente libre y manipulable a voluntad por parte de los dirigentes de la oligarquía, a fin de mantener el vapor de la máquina económica a la presión justa”. Las principales limitaciones eran, huelga decirlo, las dimanantes del carácter totalmente destructor de la guerra misma, lo que significaba que había que evitar una Tercera Guerra Mundial entre las principales potencias. La guerra abierta, por consiguiente, quedaba limitada a la periferia de la economía mundial imperialista, desempeñando los EEUU el papel de mantenedor de una “máquina militar global de control policial del imperio global”, incluidas más de mil bases militares en todo el mundo a mediados de los 60 como medio propulsor de las fuerzas estadounidenses a escala planetaria.
Esa realidad estaba destinada a generar una creciente resistencia –como ocurrió en el caso de Vietnam—, tanto en la periferia como entre la propia población estadounidense.18 Fue, en efecto, la abierta revuelta de las tropas norteamericanas radicadas en Vietnam a comienzos de los 70 (junto con las protestas en el interior) lo que obligó a los militares a abandonar el servicio militar obligatorio como una institución inútil para el tipo de invasiones y ocupaciones del tercer Mundo que se habían hecho habituales y regresar a unas fuerzas armadas profesionales.19 Las invasiones de las pasadas dos décadas habrían encontrado una resistencia popular mucho mayor, si hubieran precisado de reclutamientos obligatorios en las fuerzas armadas.
Inherentes a esas políticas de vigilancia policial del imperio mundial eran estos dos requisitos: Primero, una redoblada campaña propagandística tendente a hacer aparecer al imperio como benévolo, necesaria, esencialmente democrático e inherentemente “americano” (y por lo mismo, incuestionable en cualquier debate legítimo). Para un imperio, la otra cara de la propaganda es la ignorancia popular. La “mayor contribución” de la Guerra de Vietnam, de acuerdo a lo dicho por el secretario de Defensa Robert McNamara inmediatamente después de concluir ésta, habría sido la de enseñar al gobierno de los EEUU que, en el futuro, resultaba esencial “ir a la guerra sin despertar las iras públicas”. McNamara dijo que eso era “casi una necesidad en nuestra historia, porque probablemente tendremos que seguir librando ese tipo de guerras en los próximos cincuenta años”. 20 Aquí, los medios de comunicación cumplen con su trabajo legitimando el sistema imperial y obstruyendo una y otra vez la comprensión popular de lo ocurrido. En segundo lugar, está el garrote que acompaña a la zanahoria: masivas intervenciones encubiertas en la periferia y vigilancia y opresión en el interior. [Fin de la Primer Parte: continuará]

Notas [1] Richard B. DuBoff, Accumulation and Power (Armonk, NY: M.E. Sharpe, 1989), 91.
[2] William H. Branson, “Trends in United States International Trade and Investment Since World War II,” en Martin Feldstein, comp., The American Economy in Transition (Chicago: University of Chicago Press, 1980), 183.
[3] Dean Acheson, citado en William Appleman Williams, The Tragedy of American Diplomacy (New York: Dell, 1962), 235–36.
[4] General Dwight D. Eisenhower, “Memorandum for Directors and Chiefs of War Department General and Special Staff Divisions and Bureaus and the Commanding Generals of the Major Commands; Subject: Scientific and Technological Resources as Military Assets,” Abril 1946. Publicado como as Apéndice A en Seymour Melman, Pentagon Capitalism (New York: McGraw Hill, 1971), 231–34.
[5] “‘No Such Agency’ Spies on the Communications of the World,” Washington Post, June 6, 2013, http://washingtonpost.com .
[6] U.S. State Department, Foreign Relations of the United States, 1950. National Security Affairs; Foreign Economic Policy, vol. 1, http://digital.library.wisc.edu , 258–61, 284–86.
[7] S. Nelson Drew, ed., NSC-68: Forging the Strategy of Containment; With Analyses by Paul H. Nitze (Washington, DC: National Defense University, 1994), 117; “The Narcissism of NSC-68,” November 12, 2009, http://econospeak.blogspot.com .
[8] Dean Acheson, Present at the Creation (New York: W.W. Norton, 1987), 377; Thomas H. Etzold y John Lewis Gaddis, Containment: Documents on American Policy and Strategy, 1949–50 (New York: Columbia University Press, 1978), cap. 7; Institute for Economic Democracy, “NSC-68, Master Plan for the Cold War,” http://ied.info ; Fred Block, “Economic Instability and Military Strength: The Paradoxes of the Rearmament Decision,” Politics and Society 10, no. 35 (1980): 35–58.
[9] Business Week, April 15, 1950, 15, citado en Harold G. Vatter, The U.S. Economy in the 1950s (New York: W.W. Norton, 1963), 72.
[10] Harry Magdoff, The Age of Imperialism (New York: Monthly Review Press, 1969), 200–201.
[11] Lynn Turgeon, Bastard Keynesianism: The Evolution of Economic Thinking and Policymaking Since World War II (Westport, CT: Greenwood Press, 1996), 13; Noam Chomsky, Necessary Illusions (Boston: South End Press, 1989), 183.
[12] Paul A. Baran y Paul M. Sweezy, Monopoly Capital (New York: Monthly Review Press, 1966), 152.
[13] Scott Nearing, “World Events,” Monthly Review 16, no. 2 (Junio 1964): 122.
[14] Citado por Fred J. Cook, The Warfare State (New York: Macmillan, 1962):165–66.
[15] “WPB Aide Urges U.S. to Keep War Set-Up,” New York Times, January 20, 1944; Charles E. Wilson, “For the Common Defense,” Army Ordnance 26, no. 143 (March–April 1944): 285–88.
[16] Slichter y U.S. News and World Report, citado en Cook, The Warfare State, 171.
[17] Bureau of Economic Analysis, “National Income and Product Accounts,” Table 1.1.5 (Gross Domestic Product), y Table 3.9.5 (Government Consumption Expenditures and Gross Investment), http://bea.gov ; Baran y Sweezy, Monopoly Capital, 161, 207–13; John Bellamy Foster y Robert W. McChesney, “A New New Deal under Obama?” Monthly Review, 60, no. 9 (Febrero 2009): 1–11; Hannah Holleman, Robert W. McChesney, John Bellamy Foster y R. Jamil Jonna, “The Penal State in an Age of Crisis,” Monthly Review 61, no. 2 (June 2009): 1–17.
[18] Baran y Sweezy, Monopoly Capital, 191, 206, 213–17.
[19] Para una excelente discusión de este asunto, véase: Andrew J. Bacevich, Breach of Trust: How Americans Failed Their Soldiers and Their Country (New York: Metropolitan Books, 2013), 48–79.
[20] Barbara W. Tuchman, The March of Folly: From Troy to Vietnam (New York: Random House, 1984), 326.
Monthly Review, Julio-Agosto 2014. Traducción para sinpermiso.info: Miguel de Puñoenrostro