lunes, 2 de mayo de 2016

Las noticias manipuladas de abril 2016 sobre Podemos .





Titular en prensa tras una noticia falsa.


El 27 de abril Antena3 (junto con otros medios) difundió la noticia errónea de que Podemos e Izquierda Unida habían invitado a Otegi al parlamento europeo. Entrevistado Pablo Iglesias en esa cadena, cuando fue preguntado por ese tema rectificó al presentador y le explicó por qué esa noticia no era cierta. 
Al día siguiente el titular en El Periódico fue “Trifulca de Pablo Iglesias en Antena 3”.




  ver está y otras


 Nota

 No olvidemos que habia la posible negociación CS-PSOE-PODEMOS. 

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 Y siguen .. presión para  la gran coalición






sábado, 30 de abril de 2016

Está el bisonte , global imperial, cabando con su pezuña.


 



El plan A,,

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Arma de doble filo: "Las sanciones de EE.UU. son un fracaso"

Publicado RT.
La política de sanciones que aplica EE.UU., por lo general, no alcanza los resultados que busca el país. Además, perjudica a la propia economía norteamericana y afecta seriamente a sus aliados, obligados a apoyar esas medidas.


Últimamente la política de sanciones que aplica EE.UU. perjudica más al propio país que a los Estados que supuestamente tienen que 'sufrir' esas restricciones, escriben los periodistas de David Francis y Lara Jakes en la revista 'Foreign Policy'.


La administración del presidente Barack Obama desde hace tiempo apuesta por las sanciones como un instrumento de contención, que utiliza contra rivales potenciales como Irán o Rusia. Sin embargo, explican los periodistas, el año pasado se demostró que esos métodos pueden resultar no solo ineficaces, sino dañinos para EE.UU. y sus aliados.

El efecto bumerán de las sanciones 

El secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, advirtió en marzo pasado al Congreso que las transacciones financieras pueden empezar a evadir a las instituciones norteamericanas, si las sanciones "transforman al sector de negocios en un campo más complicado e impredecible".
Los últimos estudios del Instituto Cato y los del Centro para Nueva Seguridad de EE.UU. (CNAS, por sus siglas en inglés) demuestran el efecto negativo de las sanciones y siembran ciertas dudas sobre su eficacia.
Por ejemplo, la investigadora Emma Ashton del Instituto Cato, calificó las sanciones antirrusas de "un fracaso absoluto" y precisó que contradicen los intereses económicos y geopolíticos del país.
Leer más

¿Quién pagará el precio de las sanciones?

La introducción de las sanciones estuvo acompañada de tensiones con buena parte de los aliados europeos de EE.UU., quienes ya sufrían problemas económicos.
El 28 de abril la Asamblea Nacional de Francia votó a favor de anular las sanciones contra Rusia. En febrero pasado la diputada italiana de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, Deborah Bergamini, declaró que Italia perdió unos 1.250 millones de euros a raíz de las sanciones. Opina, que "Europa paga un precio demasiado alto y ya llegó la hora de reconocerlo". "Las sanciones son un fracaso, e insisto en eso", añadió la parlamentaria.
"Las sanciones son un fracaso, e insisto en eso [...]. Europa paga un precio alto. Admitámoslo", dijo Bergamini.
El movimiento a favor de la anulación de las sanciones cobra fuerza, escribe 'Foreign Policy'. El ministro de Economía y Energía de Alemania, Sigmar Gabriel, instó a crear las condiciones en la Unión Europea para levantar las sanciones antirrusas para este verano.
Según las estimaciones de la Comisión Europea, por causa de las sanciones el PIB de la UE perdió un 0,3% el año pasado, y si las restricciones siguen en vigor unos años más, las pérdidas de la economía europea ascenderán a 92.000 millones de euros, escriben Francis y Jakes. Mientras tanto, el CNAS llega a la conclusión de que las sanciones no afectan seriamente al PIB de los países cuya economía sufre.



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Bloqueo parcial de los bancos libaneses a causa de una ley estadounidense

Red Voltaire







El gobernador del Banco Central del Líbano, Riad Salamé (ver foto), expuso el 28 de abril de 2016, a la televisión libanesa, las modalidades de aplicación de la Hezbollah International Financing Prevention Act estadounidense [1].
«La próxima semana se emitirá una nueva circular que (…) obligará los bancos libaneses a adaptarse a los decretos de aplicación de (la ley estadounidense). Creemos que no hay otra opción (…) ya que tenemos que proteger el sistema bancario, que subsiste gracias a los intercambios con los bancos corresponsales», declaró Riad Salamé.
Hace cuatro meses que el Líbano vive pendiente de las declaraciones, cada vez más contradictorias, sobre las consecuencias de una ley extranjera que aplica a la resistencia libanesa restricciones concebidas para las organizaciones terroristas y los cárteles de la droga.
Sin embargo, el gobernador del Banco Central del Líbano afirmó que no permitirá que los bancos vayan más allá de lo que exige la ley estadounidense. O sea, se autorizará el pago de los salarios a los diputados y ministros del Hezbollah, a condición de que no los utilicen para financiar acciones de su partido.
«Se han establecido criterios precisos sobre la aplicación de esa ley y en ellos se precisa que las cuentas que deben ser cerradas son las que pertenecen al Hezbollah, como institución, y las vinculadas a los nombres que figuran en la lista de la OFAC [2], ni más ni menos (…) La circular precisa también que los bancos están obligados, en caso de cierre (o de negativa de apertura) de una cuenta bancaria, a transmitir al BDL [Banco Central del Líbano] las razones que justifican esa (decisión) así como la identidad del titular de dicha cuenta», precisó el gobernador del Banco Central.
El funcionario desmintió, por otra parte, informaciones difundidas por el diario francés Le Monde, según el cual el Líbano será incluido próximamente en la lista negra de paraísos fiscales de la OCDE. Dijo que el secreto bancario se mantiene a condición de que no sea utilizado para la evasión fiscal sino únicamente para proteger la vida privada y que el Líbano se pliega a las obligaciones internacionales en materia de intercambio de información desde que su arsenal legislativo fue adaptado para ello, en noviembre de 2015.
El secretario adjunto del Tesoro estadounidense a cargo de los casos de financiamiento del terrorismo, Daniel Glazer, debe visitar próximamente el Líbano para verificar la aplicación de la ley estadounidense en ese país.
[1] “Hezbollah International Financing Prevention Act of 2015 (H.R.2297)”, Voltaire Network, 16 de diciembre de 2015. [2] La Office of Foreign Assets, oficina del gobierno federal de Estados Unidos a cargo del seguimiento de los fondos e inversiones extranjeros en el mundo entero.



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 El plan B .


 La defensa del euro y del dolar  y mantener el flujo financiero hacía USA y financiar la deuda occidental y americana  y la maquina de billetes ..y la crisis de los petrodólares,  ya lo decía Varoufakis en su Minotauro global..La misma estrategia que lo de los papeles de Panama , donde no salen americanos.

"La hipótesis de Varoufakis es que esta causa última, que él llama el Minotauro Global, es un sistema de flujos económicos internacionales según el cual los superávits del mundo entero financiaban la expansión insostenible de un doble déficit, público y comercial, sobre el que EE.UU. ha construido su hegemonía política y económica. La expansión permanente de un doble déficit es insostenible, cómo muy bien han aprendido los países del Sur de Europa con la crisis. Significa que un gobierno se endeuda con unas garantías de solvencia (capacidad de recaudar impuestos para devolverla) sobre una economía que gasta más de lo que produce, y por tanto también se endeuda con el exterior. Varoufakis ya ha desarrollado en otras ocasiones cómo una unión monetaria asimétrica no puede funcionar sin mecanismos de reciclaje de superávit, con los que los centros de los sistemas económicos financien el desarrollo de las periferias para un progreso económico compartido."

 http://www.elsalmoncontracorriente.es/?El-minotauro-global-de-Yannis

Y  ver ...
 http://www.lahaine.org/mundo.php/eurasia-como-eje-del-siglo

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Nota ..la imagen superior es de Josetxo Ezcurra en Rebelión




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martes, 26 de abril de 2016

Periodismo y crítica .

Periodismo e insolidaridad

Cuarto Poder


Habría que ser un gran antropólogo para entender el escándalo desatado por los medios de comunicación a raíz de las declaraciones de Pablo Iglesias en el acto de la Universidad Complutense. Lo que más me ha sorprendido es que los periodistas que no han parado de rasgarse las vestiduras parecen sinceros. Los escucho y creo de verdad que se creen lo que están diciendo. La capacidad del ser humano para creerse sus propias mentiras es, a veces, un misterio insondable. Yo no le encuentro explicación. ¿Qué dijo Pablo Iglesias? Dijo que los medios de comunicación tenían una línea editorial y que los periodistas que querían destacar en ellos no tenían más remedio que plegarse a ella. Y esta evidencia se considera un insulto intolerable al periodismo y un ataque contra la libertad de expresión. Lo que me ha extrañado, insisto, no es que se diga esto, sino que quienes lo dicen parece que se lo creen de verdad.
Hay que comenzar por decir que hay algo muy insolidario en los periodistas que han levantado el escándalo. Insolidario y desleal con sus propios compañeros periodistas. Los periodistas que están trabajando instalados en los medios de comunicación no son los únicos periodistas de este país. Hay millares y millares de periodistas sin trabajo, que no encuentran sitio en los medios precisamente porque no están dispuestos a plegarse a las exigencias de los medios que, al fin y al cabo, son empresas privadas que pueden despedir y contratar a su antojo, en virtud de sus propios intereses (o medios estatales intervenidos gubernamentalmente, lo que es igualmente innegable y tiene los mismos efectos). Cuando los periodistas con trabajo reaccionan como han reaccionado, como si ellos fueran los dueños de la profesión, están pisoteando y silenciando la voz de todos los periodistas en paro, muchos de ellos magníficos profesionales que han demostrado su valía en medios marginales y en las redes porque jamás se les ha ofrecido ni se les ofrecerá trabajar en ningún medio de comunicación privado o estatal. Hay que decirlo bien claro y bien alto: en este país padecemos la forma de censura más brutal y salvaje que se puede concebir. Aquí no hacen falta las tijeras franquistas. Hay un sistema de censura mucho más eficaz. Sencillamente, todos los periodistas a los que habría que censurar, están en paro. Hay algunas excepciones, algunos profesionales que han logrado mal que bien mantener su trabajo y su independencia, pero la norma es ésta. Y para los que están trabajando, el temor al despido o a arruinar su carrera periodística pesa sobre ellos como la forma más salvaje de censura que se puede imaginar.
Cuando escucho a los periodistas decir que ellos no han recibido jamás presiones para publicar una u otra noticia, claro que me lo creo. Si hubiera que presionarlos para decir lo que dicen simplemente haría mucho tiempo que estarían despedidos o jamás habrían encontrado trabajo (como les pasa a tantos y tantos periodistas compañeros suyos, para los que no sé si se advierte lo ofensivas que pueden resultar estas declaraciones). Se les contrató precisamente por su idoneidad para la línea editorial del oligopolio mediático para el que trabajan. ¿Pero es que van a negar que la prensa y las televisiones privadas contratan a quienes de antemano van a coincidir con su línea editorial o sus intereses empresariales? Es repugnante que los periodistas con trabajo se burlen así de los periodistas en paro que no han aceptado el chantaje de la censura empresarial. Es insolidario, ofensivo y desleal.
Si a la profesión de periodista se accediera por oposición y los periodistas, en consecuencia, tuvieran una libertad de cátedra al menos semejante a la que tienen los profesores de la enseñanza pública (muy dañada hoy en día, sin duda, pero todavía suficiente), la conmoción política sería inimaginable. Yo, en tanto que profesor titular de la UCM sí puedo decir que nadie me ha presionado jamás para que cuente una cosa u otra en clase. Pero si trabajara para una Universidad privada, sabría muy bien cuál es la ley de hierro: nadie te va a presionar, porque si hubiera que presionarte, jamás habrías sido contratado; y el día que haya que presionarte lo más mínimo, estás, sencillamente, despedido. No creo que pudiera llegar a ser tan insensato o estúpido para creerme eso de que como nadie me presiona es que gozo de independencia en el ejercicio de mi profesión. La enseñanza privada no ejerce su control ideológico con recortes a la libertad de expresión o con controles disciplinarios (aunque a veces, también se llega a eso). Esa práctica de la censura es propia de dictadores principiantes. Nuestra dictadura mediática es muchísimo más sutil y muchísimo más totalitaria: o tragas o te vas al paro.
Lo peor de este espectáculo que están montando los periodistas ofendidos es que están suplantando la voz de todos los profesionales que han tenido menos suerte (por llamarlo suerte) que ellos. Nunca he visto un colectivo más cruel y despectivo con sus propios compañeros. Nunca he visto un colectivo que reduzca a la inexistencia a sus parados. No digo que los profesores, en tanto que colectivo, no seamos abyectos desde muchos puntos de vista, no hay más que ver lo poco que hemos sabido defender nuestra profesión. Pero nunca hemos llegado a olvidar que, mientras algunos estamos instalados con una plaza en propiedad, gozando de nuestra libertad de cátedra, hay un ejército de interinos, contratados y becarios que tienen que plegarse a diario a vejaciones insólitas (para empezar por su sueldo a veces insultante) con tal de no perder su puesto de trabajo. La insolidaridad del cuerpo de los periodistas con sus compañeros en paro, me resulta, en cambio, impactante.
Y toda esta sacrosanta indignación resulta tanto más ofensiva e hiriente en un día como hoy, en el que se publica la noticia (pero no en primera página ni para abrir la portada de los telediarios) de que el diario El Mundo va a despedir a 91 de los 224 periodistas y trabajadores del ERE dictado por Unidad Editorial. Es difícil imaginar una hipocresía más abyecta que silenciar estos despidos, con clamores indignados por la libertad de prensa.
En este país, se llama libertad de expresión a la dictadura mediática de tres o cuatro oligopolios. Es lo que hay. Los periodistas son las primeras víctimas de ello y por esto merecen nuestro respeto y, muchas veces, nuestra más sincera admiración. Pero rasgarse las vestiduras porque haya quien denuncie esta situación es repulsivo.
Carlos Fernández Liria es profesor de Filosofía en la UCM. Su última obra publicada es En defensa del populismo (Catarata, 2016). Fuente: http://www.cuartopoder.es/tribuna/2016/04/23/periodismo-e-insolidaridad/8479

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 Nota ..  ¿Desde cuándo el periodista y el periodismo no puede ser sometido a crítica libre y abiertamente mientras ellos se permiten enjuiciar a los demás?




domingo, 24 de abril de 2016

El País , fin de ciclo del 78.


El nuevo 'El País'

  PR Noticias
 
 
'El País' continúa con su particular y cuestionada revolución digital. Los redactores han conocido con sorpresa, estupefacción y un punto de indignación, los cambios que se producirán en la redacción y que les afectan directamente a su manera de trabajar.
Todo cambia y por lo que nos han comentado, no será para mejor. El equipo directivo ha trasladado esta “revolucionaria” manera de hacer periodismo que pasa, entre otras cosas, porque los redactores pierden sus puestos fijos, se les asignan taquillas para que guarden sus objetos personales y se les entrega un portátil ['laptop'] para que publiquen noticias desde cualquier punto del mundo. Esta es la nueva manera de entender la redacción a la que se refería Antonio Caño en su polémica carta de hace un mes. Y que pasa básicamente por relativizarlo todo.
De la mano de la reforma en las instalaciones de la redacción, 'El País' ha emprendido una revolución que pasa por retirar todos los ordenadores de sobremesa y crear una mesa de redacción central donde una decena de editores recibirán todos los textos y les darán forma para publicarlos en diversas plataformas, siempre con Internet como prioridad. Pero los cambios no terminan aquí. Esta mesa central estará rodeada de otras mesas donde libremente se podrá sentar el resto de los redactores que, de paso, han perdido sus puestos fijos de trabajo. A todos se les asignará ahora un portátil para que puedan publicar desde cualquier parte del mundo –estar físicamente en la redacción ya no es una prioridad- y cuando estén en el diario se podrán sentar en cualquier sitio. Sus objetos personales se guardarán ahora en una taquilla que se les asignará previamente, como en el colegio.

Objetivo número uno de 'El País': ruido máximo en redes sociales

En esta revolución y nuevo periodismo de 'El País' solo interesa la web –que se ha rediseñado hace pocos días-, la prioridad para publicar noticias. Y en esta guerra digital solo existen los clicks que las noticias generen, por lo que han trasladado las cabezas pensantes de 'El País' a la redaccción: “a cualquier precio”. La orden explícita de la dirección de Antonio Caño es conseguir impactos y ruido en redes sociales, da igual que el tema no esté contrastado ni que se consulten a todas las fuentes. Basta una polémica generada en Twitter por cualquier usuario para convertirlo en la categoría de noticia.
En este punto los únicos temas que ahora interesan para el diario son los de consumo, denuncias sociales y broncas en general que generen mucho ruido y clicks en internet. Tensiones en redes, subidas de precios y organizaciones de consumo serán a partir de ahora los temas y las fuentes en cualquier sección. Y para reforzar esta idea ahora se valorará a los redactores en función del ruido que generen en redes y de los clicks que produzcan sus artículos.
¿Y los temas propios? Se harán desde casa y en los ratos libres. Una revolución con la que 'El País' se está cargando el periodismo, en palabras de sus propios redactores. La redacción está indignada con estos cambios y un tanto desorientados respecto del futuro. Ahora la duda es saber qué harán el resto de los periódicos después de ver estas revolucionarias técnicas de trabajo más propias de una multinacional tecnológica que de un periódico.
La revolución de 'El País' ya ha llegado a su mancheta: "'El País' se transforma para seguir siendo líder". Es la máxima del diario en su 40 aniversario. Una efeméride que se está celebrando en diferentes ámbitos y que, según su director, Antonio Caño, marca un punto de inflexión en la filosofía del diario, ahora 100% digital y elaborando una edición impresa “hasta que sea posible”.
Una carta abierta generó gran polémica y un amplio revuelo en redes sociales a comienzos de marzo. 'El País' certificó la defunción de su edición en papel, a pesar de que la mayoría de sus ingresos por publicidad siguen llegando por esta vía. En esta lógica además se realizó una importante reestructuración del equipo directivo para “apoyar” a Caño.
Texto completo en: http://www.lahaine.org/el-nuevo-el-pais

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Las encuestas de  Metroscopia del País ..en su propio espejo http://cort.as/eVxr

Crónica del “asalvajamiento” de la Unión Europea.

 
 Pancarta: Europa es el infierno siguiente después de la guerra de Oriente Medio
La planificación de una deportación en masa
Crónica del “asalvajamiento” de la Unión Europea

Investig'Action

Traducido del francés por Beatriz Morales Bastos.

En medio de un silencio mediático y político ensordecedor los primeros barcos que transportaban a varios cientos de refugiados empezaron a poner en práctica la mayor deportación en masa en Europa occidental desde la Segunda Guerra Mundial. Se trata ni más ni menos que de un nuevo crimen histórico de la Unión Europea (UE). Por supuesto, el hecho de que sea legal (en virtud del acuerdo firmado con Turquía) no cambia en absoluto su carácter violento y contrario a los derechos humanos. Estamos ante un nuevo estadio del “a salvajamiento ” de la Europa rica, por parafrasear a Aimé Césaire. A las puertas de Europa se multiplican y se multiplicarán los campos financiados por la UE y gestionados por el gran demócrata Erdogan.


El acuerdo con Ankara: regatear con los refugiados
El lunes 4 de abril 202 refugiados abandonan contra su voluntad las islas griegas de Lesbos y Chios y son desembarcados en el puerto turco de Dikili. La composición del grupo es un verdadero panorama de la miseria y de la actual injusticia mundial: Pakistán, Afganistán, Congo, Sri Lanka, Bangladesh, India, Iraq, Somalia, Costa de Marfil, Siria. Esta primera deportación anuncia muchas otras en virtud del acuerdo firmado entre Turquía y la UE el 18 de marzo de 2016. Pocas veces un acuerdo se ha puesto en práctica tan rápido: la frontera entre Turquía y Grecia está cerrada desde el 20 de marzo, es decir, a partir de ahora los nuevos refugiados pueden ser enviados directamente a Turquía, quince días después de que empezara la primera deportación. En cambio, es cierto que ha llevado tiempo cerrar el acuerdo debido al regateo sobre las vidas humanas que ha caracterizado las negociaciones.

Por parte de la UE el reto es subcontratar o externalizar la política de rechazo y de represión de las personas refugiadas. No es una práctica nueva. Es la parte principal de los acuerdos que la UE impone a los países africanos para convertirlos en gorilas fronterizos (i). Esta es la misión principal de la agencia FRONTEX, que consiste en “deslocalizar poco a poco las fronteras exteriores de la UE al sur y al este para «rechazar mejor a los emigrantes (ii)»”. Siguiendo con sus políticas de saqueo y de guerras la UE se redime así de las consecuencia de su política exterior imperialista.

Por parte turca el reto también es de envergadura. Las raras coberturas mediáticas del acuerdo insisten en la ayuda de 6.000 millones de euros concedidos a Turquía para que lleve a cabo este trabajo sucio. Ahora bien, esta ayuda no es sino el árbol que oculta el bosque. No es ni escandalosa ni desmesurada respecto a lo que significaría una acogida digna de esta “miseria del mundo” producida por los Estados ricos. Otras partes del acuerdo, en cambio, se han silenciado extrañamente. En primer lugar, Turquía consigue la etiqueta de “país seguro”, es decir, que responde a los criterios de protección de los refugiados vinculados al derecho al asilo. Esto es lo que opina Jean-François Dubost, un jurista de Amnistía Internacional:

Este acuerdo regatea con los refugiados […] Supone que Turquía es un país seguro para los refugiados. Sin embargo, no hemos dejado de demostrar, avalados por pruebas, que Turquía expulsa a los refugiados a Afganistán y Siria de manera bastante masiva […] Probablemente estas personas no se quedarán en Turquía porque ahí no se reúnen las condiciones de protección. Por consiguiente, van a buscar nuevas rutas, más peligrosas. Quizá vuelvan a salir desde Libia (iii)”.

En segundo lugar se da carta blanca a Turquía para la “gestión de la cuestión kurda”. La canciller Merkel lo reveló unos días antes de la firma del acuerdo poniendo de relieve que “por descontado, debemos destacar frente a Turquía nuestras convicciones sobre la protección de la libertad de prensa o el trato a los kurdos (iv)”. Pocas veces una hipocresía ha sido tan grande cuando se sabe que la instauración de un toque de queda en varias regiones kurdas del sudeste del país ya ha causado cientos de víctimas mayoritariamente civiles. Los dos vicepresidentes del Partido Demócrata de los Pueblos (HDP) resumen de la siguiente manera el significado del acuerdo de la deportación:

“Se trata de un regateo a costa de los refugiados. Europa cierra voluntariamente los ojos ante la violación de los derechos humanos en Turquía (v).”

Varias asociaciones humanitarias se han negado a acompañar un acuerdo que consideran contradictorio con las leyes internacionales del derecho de asilo. Médicos sin Fronteras ha decidido suspender sus actividades en las islas de Lesbos y de Samos en Grecia para no ser cómplice del acuerdo. Su consejera en cuestiones humanitarias Aurélie Ponthieu explica de la siguiente manera esta decisión:

Estos cálculos groseros reducen a los individuos a simples cifras, les niegan todo trato humano y el derecho de asilo. Estas personas no son cifras, son mujeres, niños, familias. Aproximadamente el 88% de las personas que emprenden este camino buscan seguridad en Europa y más de la mitad de ellas son mujeres y niños. Se les debería tratar humana y dignamente (vi).”

Marie Elisabeth Ingres, jefa de misión para Grecia de esta ONG es aún más explícita: “Nos negamos a participar en un sistema que pisotea las necesidades humanitarias de las personas que piden asilo” , precisa.   “[…] No dejaremos que nuestra ayuda se instrumentalice en favor de la deportación en masa (vii).

La misma versión mantienen International Rescue Committee y el Consejo Noruego para los Refugiados (viii). Incluso la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR) se niega a implicarse en lo que caracteriza como un “encarcelamiento de los refugiados”.

Los refugiados son conscientes de la suerte que les está reservada: el martes 22 de marzo, 4 días después de la firma del acuerdo, un refugiado desesperado se inmolaba con fuego en el campo de Indomeni en la frontera entre Grecia y Macedonia para protestar contra esta situación de encierro en la frontera en unas condiciones inhumanas.

¿Cómo se puede pensar simplemente que una Turquía que ya acoge a tres millones de refugiados puede acoger a decenas de miles más en unas condiciones dignas? Se impone la verdad cruda: la acogida será inevitablemente un encarcelamiento en masa en unos campos bajo vigilancia militar. Las víctimas de nuestras guerras y de nuestros saqueos se transforman así en culpables a los que hay que vigilar y encerrar. A partir de ahora los campos de la vergüenza forman parte del paisaje legal de gran Europa.
La construcción mediática de la indiferencia pública La foto del pequeño Aylan Kurdi, un niño sirio de tres años ahogado en playa de Bodrum, fue portada de todos los periódicos europeos el pasado 3 de septiembre. El titular de portada del periódico español El País era “La imagen que estremece la conciencia de Europa”. Muchas manifestaciones espontáneas en varios países de Europa parecían poner de relieve una toma de conciencia de la opinión pública que el periódico británico The Independent resumía de la siguiente manera: “Si las imágenes, increíblemente estremecedoras, del cuerpo del niño sirio ahogado un una playa no llevan a Europa a cambiar de actitud respecto a los refugiados, ¿qué podrá hacerlo? (ix).”

Apenas seis meses después se firmó el acuerdo de la vergüenza en medio de una indiferencia general en el mejor de los casos y con una aprobación llena de alivio en el peor. Mientras tanto, la cobertura mediática de este tema ha estado marcada por tres discursos significativos: el de la evasión, el de la infiltración terrorista y el de la violencia sexista.

La multiplicación de imágenes chocantes sin acompañar de explicaciones y con una mezcla alegre de lugares y circunstancias es la forma dominante de la cobertura mediática de la figura del refugiado: un tren tomado al asalto por miles de refugiados en Hungría, largas filas que se dirigen a la frontera serbia, campos sobrecargados en diferentes fronteras, etc. Todas estas imágenes acreditan la idea de una invasión masiva que amenaza a Europa. Una vez más el discurso mediático presenta unos resultados (concentraciones en las fronteras, intentos desesperados de franquear los alambres de espino) sin subrayar las causas: las políticas de cierre de las fronteras que provocan acumulaciones en los puntos de paso.

Esta cobertura mediática no es nueva, pero en estos últimos meses ha adquirido una dimensión ansiogénica debido a su cotidianeidad. Ya a finales de 2015 un informe de la Red de Periodismo Ético (Ethical Journalism Network) concerniente a 14 países europeos resume esta cobertura como una que se realiza con “un lenguaje indiferente y unos discursos sobre las invasiones”. El informe también pone de relieve que la recuperación sin deconstrucción de unas reacciones racistas de diferentes dirigentes y políticos europeos también ha contribuido a acreditar la idea de una invasión. Por último, menciona el uso inmoderado de las hipérboles que refuerza aún más el clima ansiogénico de la cobertura mediática (x).

Las cifras, por su parte, revelan una realidad completamente diferente. Si efectivamente cerca de cinco millones de sirios han sido obligados a huir de la guerra desde 2011, se han refugiado fundamentalmente en Turquía (2.7 millones) y Líbano (1 millón). Francia, por su parte, ha acogido “generosamente” a 10.000 sirios desde 2011, según las cifras de la Oficina Francesa de Protección de los Refugiados y Apátridas (OFPRA). Por lo que se refiere a la última llegada masiva de estos tres últimos meses, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (HCR) lo evalúan en 1.005.504 personas para el conjunto de Europa en el año 2015 (xi).

La situación no es sorprendente considerando los datos disponibles sobre el conjunto de los refugiados a nivel mundial. Se resumen de la siguiente manera: la casi totalidad de los refugiados son acogidos por países pobres. Argumentando la necesidad de un reparto más equitativo de los refugiados, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados Filippo Grandi utiliza la imagen siguiente: “Si Europa tuviera que acoger al mismo porcentaje de refugiados que Líbano en relación a su población, tendría que alojar a 100 millones de refugiados (xii) .”

No solo no hay ningún peligro de invasión sino que debido a sus políticas económicas y militares Europa es a la vez una de las principales causas de los exilios forzados y una de las regiones menos acogedoras del mundo. Contribuir fuertemente a producir la miseria del mundo negándose a acogerla después, esa es la realidad de la UE.

El discurso de la invasión se completa con el del peligro terrorista. Ha bastado con que uno de los autores de los atentados del 13 de noviembre hubiera pasado por la frontera griega y se presentara como refugiado sirio para que se desarrolle una campaña sobre el “peligro terrorista” que requiere un cierre aún más drástico de las fronteras a los refugiados. Esta amalgama es coherente con el análisis erróneo de que el terrorismo surge únicamente de un “virus exterior”. Oculta que la gran mayoría de los “terroristas” que actúan en Europa son europeos y producto de nuestras sociedades europeas, de sus desigualdades, de sus discriminaciones, de su islamofobia y de sus humillaciones. Eso es lo que reconoce el coordinador para la lucha contra el terrorismo [de la UE] desde 2007, Gilles de Kerchove:

El Daesh o al-Qaeda no necesitan enviar a sus miembros a la masa de las personas que solicitan asilo. En efecto, existe una cantera de personas que han nacido en Europa, que no tienen contactos con las organizaciones terroristas y no viajan, pero que se han radicalizado en internet. […] Desgraciadamente, cinco mil ciudadanos europeos se han encaminado a Siria e Iraq. Algunos de ellos no habían sido identificados por nuestros servicios de seguridad. Por consiguiente, si yo fuera un dirigente del Daesh, preferiría elegir a un combatiente extranjero francés, belga u holandés con papeles en regla y enviarlo a Europa tras haberlo adiestrado. ¿Por qué querría mezclar a mis hombres con las personas que solicitan asilo? (xiii).”

A pesar de esta evidencia lógica, todas las grandes cadenas de televisión y todas las radios importantes emitieron programas y debates en los que pseudoexpertos y otros especialistas acudieron a disertar sobre las relaciones entre la “crisis de los refugiados” y el “terrorismo”, sobre la “estrategia de infiltración de los refugiados del Daesh”, etc. El 23 de noviembre France Culture difunde un programa titulado “La crisis de los refugiados a la sombra del terrorismo”.

El 7 de diciembre el periodista Matin Buxant de BEL RTL plantea la siguiente pregunta significativa al secretario de Estado para el Asilo y la Migración belga Theo Francken: “De todos modos, hay una serie de indicaciones de tratan de demostrar que las redes terroristas utilizan las redes de refugiados para venir a Europa. ¿Qué se ha hecho al respecto?”.

¡Nada más ni nada menos que “una serie de indicaciones”! El 24 de febrero de 2016 le toca a Kamal Redouani declarar en TF1/LCI que la relación entre terrorismo y refugiados es una “realidad”, aunque añada que “no hay que meter a todo el mundo en el mismo saco”. Estamos en una lógica de difusión de amalgamas y de rumores independientes de los hechos reales (un solo caso realmente objetivo). Una vez más se han utilizado la emoción y la inquietud vinculadas a los atentados para aumentar la audiencia. Es lo que resume el periodista búlgaro Boyko Vassilev poniendo de relieve la tendencia cada vez mayor de los medios a olvidar “los hechos y la realidad”:

Con ayuda de las redes sociales nos hemos vuelto muy agresivos, estamos dispuestos a comentar todo olvidando los hechos y la realidad. Hay demasiadas emociones y no los suficientes sentido común y razón. No tengo nada en contra de la libertad de expresión, pero, ¿dónde están los reportajes, donde están las investigaciones, dónde están los hechos? Reaccionamos muy rápido y muy fácilmente, sacrificamos nuestro trabajo a las mediciones de la audiencia y a las tasas de audiencia, queremos que se nos quiera, pero el periodismo es otra cosa. El periodismo es desafiar los estereotipos, los clichés, alzarse contra la opinión general; es buscar los hechos, revelarlos y tratar de demostrar la propia tesis (xiv).”

Al discurso sobre la invasión y la amenaza terrorista se ha añadido un tercer elemento igual de ansiogénico: el de las agresiones sexuales. Con ocasión de las festividades del 31 de diciembre muchas mujeres padecieron violencia sexual. Varios policías declaran anónimamente a la prensa que se deben a los “refugiados” e inmediatamente toda la prensa europea difunde y comenta esta “información”.

Hanane Karimi señala que los análisis son masivamente culturalistas: “El trato mediático y político de los acontecimientos de Colonia demuestra la manera como las desviaciones de los no blancos se interpretan directamente en términos de cultura (xv)”. Estas agresiones se explicarían por la cultura machista y el patriarcado de los refugiados. Seis semanas después de los hechos el fiscal de Colonia hace públicos los resultados de la investigación: 3 agresores de 58 son refugiados. Poco importa, el mal está hecho y circula el rumor.

La construcción de un clima ansiogénico a propósito de los refugiados bajo la forma de una invasión, de la amenaza terrorista y de la agresión sexual en una sociedad atormentada por la inquietud respecto al futuro y la fragilización social debido a las políticas de austeridad solo puede tener como consecuencia el desarrollo del racismo en el peor de los casos y de la indiferencia en el mejor. El acuerdo de la vergüenza firmado entre la UE y Turquía se basa en esta indiferencia construida mediática y políticamente, cuya consecuencia lógica e inevitable es la banalización de las redadas y de los campos, es decir, un “asalvajamiento de Europa”.

Notas:

(i) “Echanges et partenariats, Frontex et l’externalisation des contrôles migratoires. L’exemple de la coopération avec les Etats africains”, http://emi-cfd.com/echanges-partena..., consultado el 6 de abril de 2016] a las 10:00.

(ii) Claire Rodier, “Des frontières et des hommes”, http://www.migreurop.org/article158..., consultado el 6 de abril de 2016] a las 10:45.

(iii) Jean-François Dubost, Amnesty International, France-Info, 4 de abril de 2006, http://www.franceinfo.fr/fil-info/a..., consultado el 6 de abril [de 2016] a las 11:15.

(iv) Cécile Ducourtieux, “L’accord de renvoi des réfugiés en Turquie toujours contesté”, Le Monde del 17 de marzo de 2016.

(v) Ragip Duran, “Migrants: l’opposition turque outrée par l’accord avec l’UE”, Libération del 18 de marzo de 2016.

(vi) Aurélie Ponthieu, “Accord UE-Turquie, réduire les vies des réfugiés à de simples chiffres”, http://www.msf.fr/actualite/article..., consultado el 6 de abril [de 2016] a las 12:30.

(vii) Chloé Dubois, “Les ONG ne seront pas « complices » de l’accord UE-Turquie”, http://www.politis.fr/articles/2016... , consultado el 6 de abril de 2016.

(vii) “Réfugiés: des ONG refusent de cautionner l’accord UE-Turquie”, L’Humanité del 23 de marzo de 2016.

(ix) The independent del 3 de septiembre de 2015.

(x) Ethical Journalism Network, Report on media and the global migration and refugee crisis, diciembre de 2015.

(xi) Le Monde del 22 de diciembre de 2015.

(xii) Filippo Grandi, “Il faut une répartition équitable des réfugiés”, http://www.24heures.ch/monde/Il-fau..., consultado a las 16:00.

(xiii) Gilles de Kerchove, “Daech ou Al-Qaïda n’ont pas besoin de faire passer des terroristes parmi les réfugiés”, https://www.euractiv.fr/section/jus..., consultado el 6 de abril de 2016] a las 17:30.

(xiv) Boyko Vassilev, “Médias et réfugiés: halte aux clichés et au prêt-à-parler!”, http://bnr.bg/fr/post/100676931/med..., consultado el 6 de abril de 2016] a las 19:00.

(xv) Hanane Karimi, “De la banalité du sexisme et du racisme, Retour sur les événements de Cologne et leur traitement médiatique”, http://lmsi.net/De-la-banalite-du-s..., consultado el 6 de abril de 2016] a las 20:00.

Fuente: http://www.investigaction.net/La-planification-d-une-deportation.html?lang=fr