El contenido de la conversación telefónica entre los Presidentes
Donald Trump y Vladímir Putin para poner fin a la guerra en Ucrania
cayó como rayo en un día despejado en la víspera de la reunión de
ministros de Defensa de la OTAN y la antevíspera de la Conferencia de
Seguridad de Múnich. Ambos coincidieron en que Ucrania tendría que
ceder territorio a Rusia y desistir de sus aspiraciones para ingresar a
la OTAN, acuerdo que fue transmitido al Presidente ucraniano por el
propio Trump. La Unión Europea y Ucrania protestaron por no haber
participado de dicho intercambio. No obstante, se ha iniciado el camino
hacia la paz.
Fijar posición
Lo conversado entre ambos Presidentes
fue expuesto por el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth,
en la reunión de la OTAN. Dijo que la incorporación de Ucrania a ese
organismo no es realista y que Estados Unidos ya no priorizará la
seguridad europea y ucraniana, dado que la administración Trump se
enfocará en asegurar las fronteras de Estados Unidos y disuadir la
guerra con China: “La dura realidad estratégica impide que Estados
Unidos se centre en la seguridad de Europa”. Asimismo, informó que no
habrá tropas estadounidenses desplegadas en Ucrania y que volver a las
fronteras de Ucrania anteriores a 2014 “es un objetivo poco realista”.
Durante la Conferencia de Seguridad
de Múnich, iniciada el viernes, el Vicepresidente estadounidense, J.D.
Vance, le dio un mazazo a la Unión Europea al señalar que la principal
amenaza para Europa no era Rusia ni China, sino “la amenaza desde
dentro, el retroceso de Europa de algunos de sus valores más
fundamentales, valores compartidos con Estados Unidos de América”.
También expresó su apoyo a los partidos de derecha a los que se les ha
prohibido unirse a los gobiernos de Europa, e inclusive a participar de
esa Conferencia. Al respecto, dijo: “La democracia se basa en el
principio sagrado de que la voz del pueblo importa. No hay lugar para
cortafuegos”.
Vance dijo que Bruselas había cerrado
redes sociales por contenidos que incitan al odio y criticó a Alemania
por lo que describió como redadas contra sus propios ciudadanos por
publicar comentarios antifeministas, a Suecia por condenar a un
activista cristiano, al Reino Unido por retroceder en materia de
derechos religiosos, y a Rumania por haber anulado las elecciones
presidenciales de primera vuelta porque no les agradó el candidato
elegido por el pueblo. El desconcierto era absoluto y el rostro
desencajado de Ursula von der Leyen reflejaba el golpe, pocos días
después de que Trump anunciara aranceles de 25% a las importaciones de
acero y de aluminio procedentes de Europa y de otras regiones.
El ministro de Defensa de Alemania,
Boris Pistorius, rechazó la caracterización que hizo Vance de las
políticas europeas y dijo que no era aceptable comparar las condiciones
en algunas partes de Europa con las de las regiones autoritarias. El
canciller alemán, Olaf Scholz, evitó un encuentro pactado con Vance por
“problemas de agenda”. A una semana de las elecciones en el país
anfitrión, queda claro el apoyo de Estados Unidos a Alternativa por
Alemania, partido vinculado al nazismo, y al movimiento Patriotas por
Europa, grupo de extrema derecha del Parlamento Europeo.
Enajenación
En la guerra de Ucrania, los europeos
no pudieron desprenderse del dogma de la denominada Doctrina Wolfowitz,
una guía de planificación de la defensa de Estados Unidos redactada en
1991 por quien fuera subsecretario del Departamento de Defensa de
Estados Unidos y décimo presidente del Banco Mundial. En ella se trazaba
una política exterior unipolar y de acción militar preventiva para
evitar que dictaduras ascendieran a la categoría de superpotencias, ya
fuese en el territorio de la antigua Unión Soviética o en cualquier otro
lugar. Ello explica las 800 bases militares expandidas por más de 100
países y el haber incorporado a países de Europa del Este a la OTAN,
incumpliendo los acuerdos con Rusia.
Un segundo objetivo consistía en
“reforzar y ampliar el sistema de acuerdos de seguridad entre las
naciones libres y democráticas y unirlas en la defensa común contra la
agresión y crear hábitos de cooperación”. Es decir, se buscaba una
respuesta colectiva en caso de amenazas. La ilegal invasión a Irak, de
la cual Wolfowitz fue uno de sus principales artífices mientras era el
número dos del Pentágono, así como la intervención en Afganistán, la más
disimulada intervención en Siria —en la que la CIA se alió con Al
Qaeda—, las primaveras árabes y otras intervenciones más sutiles y
pintadas de colores como la naranja en el Maidán, en Ucrania, en 2014,
se insertaron en esta lógica.
En efecto, las relaciones entre Rusia
y Ucrania se tensaron desde 2014, cuando la CIA y funcionarios del
gobierno estadounidense, en particular Victoria Nuland, entonces
portavoz del Departamento de Estado, participaron del golpe que derrocó
al ex Presidente de Ucrania, el pro-ruso Víktor Yanukóvich, que ocasionó
la muerte de más de 120 personas entre manifestantes y miembros de la
policía ucraniana.
En este escenario hubo alzamientos de
las fuerzas separatistas prorrusas de la República Popular de Donetsk
(RPD) y la República Popular de Lugansk (RPL) que se enfrentaron al
ejército ucraniano. Los Acuerdos de Minsk de 2014, firmados por
representantes de Ucrania, Rusia, la RPD y la RPL, y el de 2015, firmado
por los mismos protagonistas, con la intermediación y supervisión de
Francia y Alemania, tenían como objetivo principal el alto al fuego.
Pero, lejos de cumplirse con el objetivo durante los ocho años que
precedieron la intervención militar de Rusia en febrero de 2022, el
conflicto dejó 14.000 muertes y 30.000 heridos. La ex Canciller alemana
Angela Merkel ha señalado que el Acuerdo de Minsk II sirvió para ganar
tiempo para rearmar a Ucrania. Según un reportaje publicado por el New York Times,
la CIA creó una red de 12 bases secretas de espionaje en la frontera de
Ucrania y Rusia durante la última década. Además, se negociaba el
ingreso de Ucrania a la OTAN que había sido aprobado en 2008, durante su
cumbre en Bucarest.
Necedad
Dos años después de haberse iniciado
la invasión militar rusa en Ucrania, los gobernantes europeos liderados
por Olaf Scholz (Alemania), Emmanuel Macron (Francia) y Donald Tusk
(Polonia) se negaron a aceptar la derrota de Ucrania. El trío señalaba
que harían lo imposible para evitar que Rusia ganara la guerra, cuando
los ucranianos ya no podían con su alma. Los tres mandatarios decidieron
adquirir más armas, ampliar la producción de equipamiento militar y
avanzar en la fabricación de artillería de cohetes de largo alcance.
Inclusive el Papa Francisco exhortó
al bando perdedor del conflicto a dejar de arrastrar Ucrania “al
suicidio”, tener el valor de rendirse y aceptar las negociaciones, que
deberían llevarse a cabo “a tiempo”. Sus palabras dieron lugar a duras
respuestas de Ucrania y sus aliados, así como del secretario general de
la OTAN, Jens Stoltenberg. Este último señaló: “Si queremos una solución
negociada, pacífica y duradera, la manera de lograrlo es proporcionando
apoyo militar a Ucrania”, y agregó que “lo que sucede alrededor de una
mesa de negociaciones está indisolublemente ligado a la fuerza en el
campo de batalla”.
Ya entonces, el secretario de prensa
del Departamento de Defensa para Asuntos Públicos, John Kirby, se oponía
a enviar tropas a Ucrania, “pero Macron tiene derecho a emitir su
opinión, aunque no en nombre de la OTAN”. Otro aspecto que vale la pena
recordar es lo expresado por el senador republicano Mike Lee en la
revista The American Conservative,
donde señala que si países de la OTAN ingresan tropas en Ucrania,
Estados Unidos debe lisa y llanamente retirarse de la organización. “Si
somos serios y queremos mantener la hegemonía estadounidense, de ninguna
manera nuestra nación debe ser forzada por una Europa dependiente a
aceptar el riesgo de la escalada nuclear”. La venta de armamento con el
consiguiente enriquecimiento del complejo industrial militar era
suficiente.
La enajenación de Europa a la
doctrina Wolfowitz dio lugar a su suicidio económico al renunciar a la
energía barata que le suministraba Rusia, aun en tiempos de la Guerra
Fría. Varios gobiernos europeos son cómplices de los atentados al
gasoducto Nord Stream 2 que transportaba gas natural desde Rusia a
Alemania por el mar Báltico —que tanto costó por las sanciones impuestas
a empresas occidentales que participaban en su construcción en tiempos
de Donald Trump— para obligar a Europa a comprar gas licuado, extraído
con técnicas de fracking,
más caro y contaminante, a Estados Unidos. Su destrucción ha tenido un
impacto devastador en la economía alemana y europea en general. Mientras
tanto, Rusia vende su gas natural a Oriente.
Los desafíos
El inicio de las negociaciones de paz
entre Rusia y la OTAN en territorio ucraniano ya es un hecho, no exento
de dificultades. Volodímir Zelensky, una suerte de Juan Guaidó
ucraniano, ha dicho que no se sentará a la mesa de negociación con Rusia
si no tiene antes un acuerdo con Estados Unidos y la Unión Europea.
Hace apenas ocho meses, tuvo lugar una Cumbre de Paz para Ucrania, en
Suiza, a la cual Rusia no fue invitada. De los países participantes, 80
aceptaron firmar una declaración, mientras que 13 (los miembros de los
BRICS —Brasil, India, China y Sudáfrica— además de México, Armenia,
Bahréin, Indonesia, Eslovaquia, Libia, Arabia Saudí, Tailandia y
Emiratos Árabes Unidos) se abstuvieron.
El Presidente Zelensky sostuvo una
reunión con el Vicepresidente Vance, que calificó como positiva. Ha
dicho que su línea roja consiste en no reconocer los territorios
conquistados militarmente por Rusia porque así lo manda su Constitución.
También ha pedido a Trump que detenga “al loco de Putin”, pues
representa un peligro para el continente europeo, el cual pretende
invadir este año. Pero Zelensky ya no tiene poder de negociación.
Ucrania perdió la oportunidad de
lograr un acuerdo de paz con Rusia en Estambul en marzo de 2022, apenas
un mes después de iniciada la intervención militar, al dejarse presionar
por enviados del Reino Unido, Estados Unidos, entre otros, quienes le
garantizaron el suministro de armas y el ingreso seguro a la OTAN. Así,
utilizó la vida de decenas de miles de jóvenes ucranianos, y también
rusos, como moneda de cambio para continuar una guerra auspiciada y
promovida por la OTAN.
Hoy Rusia espera con calma y,
mientras tanto, avanza en la conquista de territorio ucraniano. Las
autoridades no han participado en la Conferencia de Seguridad de Múnich
porque no han sido invitadas. El portavoz del Kremlin, Dimitri Petkov,
ha dicho que no hay novedades de resolución del conflicto.
Mientras tanto, Trump sigue haciendo
cuentas y ha informado que Ucrania ha “acordado en principio”
proporcionar a Estados Unidos metales de tierras raras por valor de
500.000 millones de dólares como pago por la ayuda militar brindada por
Estados Unidos. Para hacer las cuentas enviará a Ucrania a Keith
Kellogg, encargado de elaborar la propuesta para poner fin a la guerra.
La guerra provocada por la OTAN contra Rusia, bajo el liderazgo de
Estados Unidos, en el territorio de Ucrania, ha sido un fracaso para la
Unión Europea y Ucrania, y un triunfo para Estados Unidos (que
encabezó la provocación) y para Rusia, que emerge como uno de los
pilares del mundo multipolar. Estados Unidos mudará sus cacharros
bélicos a Asia para combatir a su maligno rival.
Análisis de Jeffrey Sachs sobre el militarismo estadounidense
Jeffrey Sachs advierte que Netanyahu y Washington hunden a Israel en un abismo moral y político
En 1996, cuando Benjamin Netanyahu se convirtió en Primer Ministro
por primera vez, elaboró un plan con asesores políticos estadounidenses
al que se llamó Clean Break. “Era un plan para una guerra
perpetua de los Estados Unidos en el Medio Oriente, para derribar a
todos los gobiernos que apoyaban la causa palestina respaldando a
grupos como Hamas y Hezbolá”, informó Jeffrey Sachs [1].
Ante lo expuesto por Sachs ante el Cambride Students’ Union, Trump
retuiteó a sus palabras. Sachs señala que lo imputado por él al gobierno
de Estados Unidos “no es exactamente el discurso de campaña de Trump,
no es exactamente el núcleo de la política exterior estadounidense que
se puso tan imprudentemente y de manera despiadada en manos de los
extremistas israelíes”, comentó.
Al tiempo, el presidente de Asuntos Exteriores de la Cámara de
Representantes, congresista Brian Mast, lideró el camino para que esa
Cámara sacara adelante un proyecto de ley “que probablemente pasará por
el Senado y será firmado por el Presidente Trump con sanciones contra la
Corte Penal Internacional. En otras palabras, no contra Netanyahu, no
contra aquellos que cometen crímenes de guerra, sino contra la Corte por
señalar crímenes de lesa humanidad”.
Sachs cita una serie de hechos políticos entre Israel y Estados
Unidos que a su juicio “significan por supuesto que el gobierno de
Netanyahu está tratando de presionar a Trump para que lance ataques con
misiles contra Irán. Y Trump no parece estar muy entusiasmado en este
momento, a juzgar por algunas cosas que ha dicho, mientras Netanyahu
está usando la orden de la CPI como una razón para no ir a Washington”.
Sachs afirma que no hay dudas de que Netanyahu ha estado en pie de
guerra contra Irán durante esencialmente 30 años. “Esta no es una
historia nueva, y en medio de todas las guerras que ha provocado, Irán
es el último en caer. Y esto es muy interesante porque, como mencioné,
su entusiasmo por la guerra en Irak y su entusiasmo por la guerra en
Siria son absoluta y claramente parte de una agenda que incluía siete
guerras. Para avalar esto tenemos muchos testimonios, pero el más
importante es el del ex comandante de la OTAN de Estados Unidos, Wesley
Clark”.
Poco después del 11 de septiembre, un alto funcionario del Pentágono
le entregó a Clark un documento que incluso sorprendió al militar, dijo
Sachs. “Y el general Clark ha hablado extensamente sobre esto desde
entonces –puedes encontrar sus discusiones en línea–. Lo que decía ese
documento era que la política del gobierno de los Estados Unidos incluía
siete guerras en cinco años; esta era la lista de Netanyahu y las siete
guerras eran conflictos esencialmente en la región árabe más Irán. Así
que se extendían por el Medio Oriente y el Noreste de África e incluían
al Líbano, Irak, Siria, Irán, Libia, Somalia y Sudan”.
Fritz anticipó la política de las siete guerras.
Esta idea de las siete guerras era de hecho la política ya a finales
del 2000, según Dennis Fritz, “un informante muy importante” que en ese
momento era un alto comandante de la Fuerza Aérea y que más tarde fue
asignado a revisar documentos clasificados sobre la guerra de Irak en
nombre de uno de sus arquitectos, Douglas Feith. “Fritz nos ha dicho en
un libro llamado Deadly Betrayal que sí, que esta idea de guerras en serie una tras otra era la política a seguir. E Irak fue la primera de las siete guerras”.
“Eligieron Irak porque pensaron que tenían una excusa en una pieza de
legislación aprobada en 1998 durante la presidencia de (Bill) Clinton
–esto es mucho antes del 11 de septiembre– llamada la Ley de Liberación
de Irak. Es asombroso leerla; es una ley que dice que es intención del
gobierno de los Estados Unidos derrocar a Saddam Hussein. Tres años
después, “el 11 de septiembre se convirtió obviamente en la excusa, en
el momento para actuar. Y se decidió, bajo sionistas clave en el
gobierno de los Estados Unidos como Paul Wolfowitz y Douglas Feith, que
ahora iban a actuar. Y determinaron cuál sería el orden y el primero fue
Irak porque pensaron ‘aquí hay una justificación legal mínima que
podemos usar para justificar esta guerra’”.
“Pero no puedes ir a la guerra solo con una resolución del Congreso
de 1998, así que tuvieron que inventar la historia y en realidad tenían
un grupo de políticas dentro del Pentágono dirigido por un hombre
llamado Abe Shulsky [2]
para crear la narrativa de la guerra. Y Netanyahu desempeño el papel
principal en esa narrativa, hizo apariciones especiales en el Congreso
de los Estados Unidos diciendo que esto es lo mejor que se puede hacer.
“Ahora bien, lo que sucedió según Dennis Fritz, y es absolutamente
fascinante que así haya sido, fue que Estados Unidos se atascó en Irak.
Pensaron que era como disparar a peces en un barril, que era algo fácil,
que bastaba con eliminar a Saddam. Cosa que hicieron rápidamente, pero
luego hubo inestabilidad local y una insurrección (Estados Unidos tuvo
que mantener sus efectivos allí de marzo 2003 a diciembre 2011). Eso es
algo que el gobierno de los Estados Unidos nunca entiende, nunca
considera, porque no se trata de generales sino de política y sociedad,
de lo cual estos tontos no saben nada y siempre hacen todo mal, así que
se equivocaron”.
“Estados Unidos se atascó en Irak y las siete guerras en cinco años
tomaron más tiempo. Pero la agenda se mantuvo, y este es otro punto muy
importante sobre la política exterior estadounidense. Es un aspecto que
el Presidente Putin ha señalado en muchas ocasiones: los Presidentes van
y vienen, pero hay una profunda continuidad. Después de todo, fue bajo
Clinton que se firmó la Ley de Liberación de Irak, fue Bush hijo quien
lanzó la guerra en Irak, fue Bush hijo en su último año quien invitó a
Ucrania a unirse a la OTAN, pero fue Obama quien presidió el golpe que
derrocó al gobierno de Yanukóvich en 2014”.
“Y como dijo el Presidente Putin en su famosa entrevista en Le Figaro
en 2017, los Presidentes llegan al poder con ideas pero entonces
aparecen hombres con trajes oscuros y corbatas azules que les explican
la realidad, y ahí se terminan las ideas; nunca se vuelven a escuchar”.
“Simplemente quería decir que uno de los rasgos de las guerras en el
Medio Oriente es que siempre llevan de una a otra porque nunca alcanzan
ese punto de milagrosa estabilidad y éxito. Cómo podrían hacerlo, cómo
podrían, si están yendo en contra de verdades sociales, históricas y
políticas profundamente arraigadas. Por lo tanto, la idea de que Israel
va a ser el gran imperio del Medio Oriente y que va a imponer eso por la
fuerza y con el poder de los Estados Unidos en una región árabe
islámica de cientos de millones de personas es claramente absurda,
idiota, suicida. Pero esa es realmente la política de estas personas”.
“Ahora están hablando de guerra contra Turquía. De hecho ha habido un
informe del gobierno en Israel que dice eso: que necesitamos
prepararnos para una guerra con Turquía y que necesitamos empezar a
armarnos para luchar contra Turquía. Que por supuesto es un aliado de la
OTAN y tenemos a personas como Michael Rubin diciendo que debemos de
estar preparados para matar turcos. Así que nunca termina; es
simplemente una guerra perpetua. La gente habla de guerra sin fin, pero
es guerra sin final, eso es lo que es. Y es un desastre para Israel y su
pueblo porque siempre se encontrarán rodeados de amenazas, por lo que
habrá paranoia y radicalización dentro de Israel, alimentadas
constantemente”.
“Leí un artículo muy, muy perturbador por cierto de Seymour Hersh,
que creo que es cierto, donde describe la radicalización del ejército
israelí y las cosas que los soldados y oficiales israelíes están
haciendo sistemáticamente en Gaza. Ha habido una propuesta realmente
horrorosa, supuestamente proveniente de los generales, sobre cómo lidiar
con el problema en Gaza, quejándose de que Hamas no ha sido realmente
derrotado y que se está reorganizando. Y nuevamente la tesitura es no
negociar, simplemente escalar aún más, hacer cosas que agraven los
horrores que ya han ocurrido y que te lleven aún más hacia los crímenes
de guerra”.
“Tal como dije, esta no es una estrategia ganadora o exitosa, es un
abismo, es un abismo moral y político en el que Israel se hunde cada vez
más y arrastra a Estados Unidos con él y a cada Presidente que se
involucra en ello”.
“En cuanto a si Trump entiende eso, es difícil decirlo, porque la
sensación con Trump es que siempre está en un proceso de aprendizaje
pero nunca aprende completamente. Al menos esa es la impresión que
tengo. Parte del problema es que hay una visión tan dominante de la
opinión del círculo en Washington que inevitablemente contratas a
personas que continúan con las políticas de ese círculo”.
“Una de las realidades de Trump en su primer mandato y probablemente
otra vez ahora, es que independientemente de lo que él realmente crea,
muchos de los llamados lugartenientes realizan maniobras para evitar al
Presidente. Tenemos estas memorias de John Bolton, una de las figuras
más repulsivas de la política estadounidense, quien se jacta de cómo
engañó repetidamente al Presidente Trump cuando él era el asesor de
seguridad nacional. No le gustaba lo que el Presidente quería, así que
encontraba maneras de engañarlo. Esta es la realidad, y tal vez sea el modus operandi
que describe el Presidente Putin sobre las personas que vienen y
explican las cosas, y que tal vez no expliquen sino que simplemente
engañen al Presidente”.
“Cuando se trata del desastre de Israel, porque es un desastre para
Israel –y por supuesto un desastre mayor para los palestinos y para el
Medio Oriente que ha estado en llamas durante décadas debido a las
políticas Israel–, hay dos aspectos distintos en la historia de Israel
que se alimentan mutuamente pero que lo están llevando al desastre. Uno
es que la política está dictada abrumadoramente por lo militar y por la
seguridad. Esto se ve constantemente: si en los Estados Unidos los
políticos son hasta cierto punto una distracción, en Israel son el
Mossad y las fuerzas de defensa quienes llevan la batuta más que casi
cualquier otra parte de la sociedad. Es un Estado militarizado, un
régimen militar, un régimen de seguridad, y tiene todas las
características profundas de ser un régimen militarizado. Esto significa
que no existe tal cosa como la diplomacia, no hay impresión de que el
camino hacia la paz tenga una ruta diferente, que consiste en hablar con
la otra parte y encontrar una manera de llegar a una solución. Es un
país que durante décadas ha abandonado por completo cualquier diplomacia
con el mundo árabe, con el mundo islámico en general o con sus vecinos;
nada de diplomacia”.
“El otro hecho de Israel que es realmente asombroso y nuevamente
contra-intuitivo, a menos que te sumerjas profundamente en ello –y
cuando lo haces es tan desconcertante y diferente de cualquier cosa que
pienses– es que hay un fervor religioso extraordinario que también
alimenta esto, y no me refiero solo al fervor del nacionalismo y al
fervor por un Estado judío, etcétera. Me refiero al fervor con textos
literales del siglo VI a.C».
“Esto es algo absolutamente inusual: no existe casi en ningún otro
lugar del mundo, pero los rabinos extremistas, los colonos ilegales en
Cisjordania y las tropas de las FDA están leyendo textos del siglo VI
a.C., como el Libro de Josué en el Antiguo Testamento. Que es un libro
sobre genocidio, que dice que Dios dio esta tierra a los israelitas y
les instruyó que exterminaran a cada hombre, mujer y niño que vivía
allí. Uno de los aspectos interesantes de ese fervor es que el texto
dice que esta no era la tierra primigenia e indígena del pueblo judío;
era tierra conquistada. No solo conquistada, sino conquistada con una
serie de genocidios”.
“Bueno, es muy desafortunado si la política pública se moldea de una
manera tan absolutamente extraordinaria. Ahora bien, creo que lo que es
tan trágico y alarmante de esto desde mi propia perspectiva –no soy un
estudioso del Antiguo Medio Oriente ni de los 1.600 años de historia
judía bajo estos textos, pero les diré como observador político– es que
los fanáticos han perdido su Estado en repetidas ocasiones durante este
periodo. Los antiguos judíos tuvieron rebeliones contra adversarios
poderosos basadas en un fanatismo que terminó destruyéndolos. Uno de los
episodios más famosos es la rebelión contra el Imperio Romano del año
66 al 73 (primera de tres) que llevó a la destrucción del llamado
segundo templo en Jerusalén. El punto es que se rebelan contra el
Imperio Romano y piensan que es una buena estrategia de Estado. Bueno,
terminó con la pérdida del Estado y del templo para esos fanáticos y eso
fue seguido durante 1.800 años más; fue un desastre”.
“Ahora, si uno se aleja del fanatismo de las interpretaciones
literales de los textos sagrados antiguos y observa una región con 400
millones de personas; si se considera el derecho internacional, la
justicia simple, la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Consejo
de Seguridad, uno no querría perder al Estado de Israel haciendo
demandas que son tan contrarias a cada norma estándar y ley que tenemos
en la escena internacional. Pero ese es el camino que Israel está
siguiendo y que los Estados Unidos han alimentado ciegamente”.
“En la administración de Biden se alimentó un fracaso desesperanzador
e imprudente al seguir, apoyar, financiar, armar y proporcionar
inteligencia para este conjunto de acciones completamente destructivas,
crueles, imprudentes e ilegales de Israel. Y nuestro secretario de
Estado, en su entrevista de despedida, dice: ‘No, todo está
perfectamente bien’. Bueno, adiós señor Blinken, al menos con Donald
Trump regresando tenemos una posibilidad de algo diferente”.
Notas:
[1]Economista
y profesor estadounidense, destacado por su trabajo en el campo del
desarrollo sostenible, la macroeconomía global y la lucha contra la
pobreza. Fue director (2002-2016) del Instituto de la Tierra de la
Universidad de Columbia y asesor especial de las Naciones Unidas en
relación con los Objetivos del Milenio y los Objetivos de Desarrollo
Sostenible. En 2015 recibió el Premio Planeta Azul. Dos veces ha sido
incluido en la lista de las personas más influyentes del mundo,
elaborada por Time Magazine.
[2]
Abram Shulsky es un académico neoconservador que ha trabajado para el
gobierno de Estados Unidos, la Corporación RAND y el Instituto Hudson.
Shulsky fue director de la Oficina de Planes Especiales. En el período
previo a la invasión de Irak en 2003, Shulsky aprobó memorandos con
puntos de discusión sobre Irak y las armas de destrucción masiva y el
terrorismo. Shulsky es crítico del análisis de inteligencia tradicional,
que se basa en el método científico-social, y de las agencias de
inteligencia independientes. Shulsky está a favor de un modelo de
inteligencia militar que pueda utilizarse para apoyar la política ya
que, en sus palabras, “la verdad no es el objetivo” de las operaciones
de inteligencia, sino “la victoria”. También trabajó para la
administración de George W. Bush en la “Oficina de Planes Especiales”.
La guerra comercial contra todos se terminará volviendo
contra Estados Unidos, acelerando la inflación y la desindustrialización
que el país ya sufre, y aumentando el descontento popular entre la base
social del presidente
Donald Trump está diciendo muchas cosas:
sobre Groenlandia, la Riviera de Gaza, sobre el canal de Panamá, México y
Canadá o sobre la pacificación de Ucrania. Todo el mundo comenta y reacciona a
lo que Trump está diciendo. Pero ¿qué es eso? Jeffrey Sachs tiene razón cuando
afirma que es “ruido”, que es “Hollywood”, y que del ruido no se pueden extraer
conclusiones ni apenas reacciones. No vale la pena seguirle el juego al show de
este presidente, que además de criminal, como sus predecesores en el cargo, es
un imbécil y un malvado enfermizo. Dicho esto hay algo en esa verborrea que sí
parece claro. Se trata de la guerra comercial contra todos, adversarios y
aliados. Esa es una línea clara. Y esa línea se va a volver contra Estados
Unidos.
En busca del máximo beneficio para los
sectores más ricos, el capitalismo neoliberal dio en las últimas décadas pasos
decisivos hacia su suicidio. Deslocalizó la producción hacia lugares con
menores costes, externalizó gran parte de su industria, su I+D y dejó de
invertir en infraestructuras, concentrándose en el juego especulativo no
productivo con grandes retornos a corto plazo del sector financiero. La de
Estados Unidos es una economía mayormente desindustrializada. El capitalismo
financiero ha convertido al país en una “economía industrial fracasada”, dice
Michael Hudson.
En Rusia se sigue este proceso con gran
atención. Cada viernes por la tarde la tele rusa dedica un espacio fijo, de
entre cinco y diez minutos, a los accidentes ferroviarios de la semana en
Estados Unidos. Con mucha guasa se muestran imágenes de puentes hundidos,
trenes descarrilados, grandes accidentes por fallos de señalización… Son el
resultado de años de abandono, porque desde hace demasiado tiempo el objetivo
no ha sido la economía real sino las finanzas, los juegos de manos trileros.
Utilizar el dólar como arma política ha
provocado una huida considerable de la inversión en deuda pública
estadounidense en un montón de países. Rusia la primera. Entre febrero de 2022
y noviembre de 2023, Moscú se deshizo del 99% de esa inversión. China, y eso
son palabras mayores por la fortuna que tiene ahí metida, cedió casi el 25% en
el mismo periodo. Egipto lo hizo en un 72%, Indonesia en un 43% y hasta países
como Hungría, Suecia, Dinamarca, Kuwait e Israel, se deshicieron de alrededor
del 15% de su deuda estadounidense.
Entre 2014 y 2022 el incremento de la dependencia de China de la
cadena de producción estadounidense en sectores como la electrónica,
productos químicos, el transporte y la maquinaria ha sido
extraordinario. El 41% de los semiconductores utilizados por el complejo
militar-industrial americano proceden de China. El gráfico de la
dependencia de suministros de componentes chinos para navegación,
fuselajes, electrónica, etc., por parte de la propia industria
aeronáutica militar americana (empresas como Lockheed Martin, Northrop
Grumman, Boeing, Raytheon, General Dynamics, implicadas en sistemas de
misiles), dibuja una densa maraña de vínculos comerciales.
Suministradores chinos en la cadena productiva de armamento de aviación de Estados Unidos en 2023
Trump quiere tomar el control
estadounidense de la economía mundial dejando claro que todo el beneficio debe
ser para Estados Unidos. En cierta forma lo que está afirmando es un regreso a
las relaciones comerciales del siglo XIX basadas en la pura confrontación y el
‘todo para mí’, pero ¿cómo romper la dependencia e imbricación existente en la
economía del siglo XXI maltratando a tus socios y proveedores sin dispararse a
uno mismo en la pierna?
Lo más probable es que la guerra comercial
contra todos se vuelva contra la economía de Estados Unidos, acelerando la
inflación y la desindustrialización y aumentando el descontento popular entre
la base social popular de Trump. Por todo eso, la hipótesis de que la
presidencia de Donald Trump represente para Estados Unidos algo parecido al
desastre que la de Yeltsin representó para Rusia es lo más razonable que se
puede deducir de los ruidos que llegan de Washington. Queriendo “hacer América
grande de nuevo”, este presidente imbécil va a acelerar el declive de Estados
Unidos. Desde luego, hay que preguntarse qué oportunidades y qué nivel de
desastre irradiará al resto del mundo ese gran hundimiento.
Rafael Poch-de-Feliu (Barcelona) fue
corresponsal de La Vanguardia en Moscú, Pekín y Berlín. Autor de
varios libros; sobre el fin de la URSS, sobre la Rusia de Putin, sobre China, y
un ensayo colectivo sobre la Alemania de la eurocrisis.
Fuentes: Rebelión [Imagen: Amancio Ortega saluda al
príncipe heredero, Felipe de Borbón (acompañado por la princesa Letizia y
el presidente de la Xunta de Galicia, Emilio Pérez Touriño), a su
llegada a la fábrica de Inditex en Arteixo (A Coruña) el 2 de diciembre
de 2008. Créditos: Miguel Vidal, tomada de Faro de Vigo]
Fonsi Loaiza (San Fernando (Cádiz), 1990) es un periodista combativo
que se ha formado en las universidades públicas de Sevilla (licenciado
en Comunicación) y en la Pompeu Fabra (másters en Comunicación Social y
en Periodismo Deportivo) y en la Autónoma de Barcelona (doctorado en
Medios de Comunicación y Cultura). Entre sus publicaciones cabe citar: Siempre saltando vallas. Deporte femenino y medios de comunicación (2019), Florentino Pérez, el poder del palco (2022), Qatar: sangre, dinero y fútbol (2022) y Machismo, mafia y corrupción en el fútbol español (2023). Su último libro publicado, en la colección “A fondo” de Akal, dirigida por Pascual Serrano, lleva por título: Oligarcas. Los dueños de España. En él centramos nuestra conversación.
Salvador López Arnal.- ¿Qué es un oligarca? ¿Por qué usa este término?
Fonsi Loaiza.- En España es un término proscrito y
muy poco empleado en medios de comunicación salvo para hablar de los
multimillonarios rusos. La propia televisión privada está financiada por
ellos mismos. Pocos intelectuales lo utilizan para explicar esta gran
trama en el régimen español. Manuel Monereo sí ha escrito un ensayo en
ese sentido. Creo que en nuestro país existe una falta de señalamiento
de quiénes son y cómo actúan estos oligarcas españoles.
Salvador López Arnal.- En el subtítulo afirma que esos oligarcas son los dueños de España. ¿De cuánta España son dueños? ¿Cómo consiguen serlo?
Fonsi Loaiza.- En España existen 100 familias que
controlan todo el poder económico, judicial y político. Esta frase fue
dicha por la examante de Juan Carlos I, Corinna Larsen, a la que se le
pagaron sus gastos de mantenimiento. Mayoritariamente son familias
franquistas como los Abertos, los Del Pino, los March, los Daurella, los
Roig… Han seguido mandando los mismos en democracia. La clave de bóveda
de todo este gran entramado es la Casa Real. En la mayoría de los casos
de corrupción han tenido que pasar antes por una caja y es la de los
Borbones, que no olvidemos tenían hasta un contador de billetes para el
dinero de las mordidas y tarjetas blacks. Juan Carlos I fue el primer
comisionista de todos oligarcas como se vio con el AVE a la Meca y
Villar Mir. Al propio Juan Carlos I le montaron una cartera de
inversiones de las empresas del IBEX en Suiza como ACS de Florentino
para que se llevara los dividendos como accionista.
Salvador López Arnal.- ¿Estos oligarcas de
los que habla en su libro son todos españoles? ¿No hay oligarcas
extranjeros que también son dueños de España? Por ejemplo, ¿BlackRock
manda en España?
Fonsi Loaiza.- Estamos viviendo una situación de
que estos propios oligarcas están encantados de la entrada de estos
fondos buitres en nuestro país. Ellos acabaran siendo los socios y
gestores del imperialismo estadounidense con BlackRock. Ana Patricia
Botín ya no es la gran banquera propietaria de un banco. Ella es la
gestora del FMI y BlackRock, que controla todo tipo de empresas
estratégicas.
Salvador López Arnal.- ¿Hay alguna
diferencia entra la situación española que describe y lo que ocurre en
otros países capitalistas de nuestras proximidades? Por ejemplo, Italia,
Francia, Alemania, Países Bajos, Portugal.
Fonsi Loaiza.- Desde un punto de vista de los
grandes negocios son parecidos y en el apoyo al conglomerado de la
industria militar de Estados Unidos o el genocidio en Palestina. Los
grandes oligarcas actúan igual que en España. Pero en nuestro país
además no se rompió con un Estado fascista y además de la barbarie
derivada al capitalismo hay un claro déficit respecto a la democracia y a
la libertad de expresión. El primer libro crítico contra el monarca
Juan Carlos I tuvo que escribirse bajo un pseudónimo por la autora
Rebeca Quintans.
Salvador López Arnal.- En la lista de los oligarcas del mundo, ¿qué lugar ocupan los oligarcas españoles?
Fonsi Loaiza.- En España tenemos al gran oligarca
por antonomasia que es Amancio Ortega, uno de los grandes capitalistas
con más patrimonio en todo el mundo y la persona a título individual con
más propiedades como gran casero, hasta de las oficinas de BlackRock,
Amazon, Facebook…
Salvador López Arnal.- Le cito: “La
codicia de estos personajes millonarios se basa en un y una estructura
de poder capitalista en los que una dependienta de clase obrera de Zara
en un centro comercial de Galicia tendría que trabajar 4,5 millones de años
doblando ropa y ahorrando todo el dinero de su sueldo para acumular la
fortuna que tiene Amancio Ortega”. ¿No hay error en los millones de
años? ¿Tanta es la desigualdad?
Fonsi Loaiza.- Amancio Ortega ha acumulado un
patrimonio de 100.000 millones de euros. En un día en la bolsa y en el
IBEX ha llegado a ganar hasta 3.000 millones de euros. Mientras, los
grandes medios de comunicación alaban sus supuestas donaciones que no
son más que un gasto en publicidad para que no se hable de cómo Inditex
utiliza filiales en paraísos fiscales o cómo emplea mano de obra
esclavizada y cómo se aprovechó de las costureras gallegas para hacerse
millonario y llevarse después las fábricas externalizadas a Bangladesh o
Marruecos. Ya los definió perfectamente hace 150 años Engels: “Chupáis
sangre a proletarios y luego practicáis autocomplaciente filantropía,
presentándoos ante el mundo como benefactores de humanidad cuando dais a
las víctimas una centésima parte de lo que les pertenece”. Amancio
Ortega no es solo el gran patrono de la industria textil es el mayor
especulador con los inmuebles de vivienda. Su hija Marta Ortega es la
heredera como presidenta de Inditex y está también muy bien conectada
con el ámbito político de la derecha. Una de sus mejores amigas es la
mujer de Feijóo, Eva Cárdenas, que fue jefaza en Inditex, y su marido es
íntimo amigo de los Aznar Júnior, que son los grandes capos de fondos
de especulación (uno de ellos recibió en representación empresarial al
presidente ultraderechista Javier Milei en su aparición en España).
Salvador López Arnal.- Insisto en un punto: ¿los Borbones son también oligarcas?
Fonsi Loaiza.- Sin ellos no se entendería todo
este entramado oligárquico. Ellos son los más favorecidos y los que como
en la mafia pone de acuerdo a los distintos actores de los cárteles
como el de la construcción con el reparto de las obras públicas. Juan
Carlos I ha amasado una fortuna de 2.000 millones de euros, según los
medios internacionales. Ha sido el gran comisionista con los negocios de
los jeques árabes o incluso llegó a pedir la financiación ilegal para
la UCD de Adolfo Suárez a través del Sha de Persia.
Salvador López Arnal.- ¿Y las cosas siguen igual durante el reinado de Felipe VI?
Fonsi Loaiza.- Felipe VI mantiene todas las
estructuras de poder que creó su padre e incluso va mucho más allá, como
estamos viendo en la DANA. El abogado Juan Manuel Olarieta ha
denunciado que se trata de una especie de lavado de imagen, al modo de
estafa del 23-F en el que se dice que todos los políticos han estado mal
menos el Rey.
Uno
de los casos más paradigmáticos es el “compiyogui”, del cual se
dejó de hablar, cuando
los monarcas le enviaron mensajes de apoyo al empresario López
Madrid, yerno de Villar Mir. E incluso le pusieron a su hija Leonor
en honor a la madre de este gran amigo de la Casa Real.
Salvador López Arnal.- Algunas de las
familias oligárquicas de las que habla, así lo describe usted en el
libro y lo acaba de comentar hace un momento, tuvieron su origen en el
franquismo. La muerte de Franco, la transición, las elecciones, la
Constitución de 78, ¿no alteró su poder?
Fonsi Loaiza.- Para nada absolutamente. Estas
familias siguieron enriqueciéndose todavía más. Empezaron a hacerse
millonarias por ejemplo con las concesiones otorgadas por Franco con la
Coca-Cola de Estados Unidos y hasta hoy. El caso de los Roig exactamente
igual. El padre de los Roig de Mercadona ya recibía concesiones de
Franco para las Cárnicas Roig. En esos momentos ya era señalada incluso
por los Grapo, que en 1977, en Córdoba, repartieron 3.000 kilos de
embutidos expropiados de Cárnicas Roig.
Salvador López Arnal.- ¿Qué relaciones han
mantenido estas familias con los gobiernos democráticos de estos
últimos 47 años? ¿Se ha legislado en España en contra de su poder?
Fonsi Loaiza.- Por continuar con el caso de
Mercadona. Juan Roig aparecía en la caja b del PP y tuvo que declarar
por ello como testigo. Además ha financiado la fundación FAES de José
María Aznar y es un gran amigo de Felipe González. Su empresa Mercadona
en el año 1989 fue la más financiada por el gobierno del PSOE con los
fondos europeos. Luego son los que defienden el liberalismo. El propio
Roig ha atacado a los servidores públicos en la maratón que organiza en
Valencia diciendo que esa carrera es la sociedad que él defiende porque
lucha contra los que consiguen una plaza de funcionarios.
Salvador López Arnal.- ¿Y hay respuesta sindical a las tropelías del patrón con relaciones políticas de Mercadona?
Fonsi Loaiza.- En el libro entrevisto a los
dirigentes del SAT (Sindicato Andaluz de los Trabajadores) que entraron
en Mercadona para expropiar comida y repartirla entre los más
necesitados o hablo del caso de lucha de Gerardo Grande, presidente del
comité de empresa de Mercadona en Cantabria y toda la persecución a la
que se ha visto sometido.
Salvador López Arnal.- ¿Por qué es tan importante el Cartel de las Constructoras en España?
Fonsi Loaiza.- Son las constructoras que se han
repartido la obra pública en España y todas las adjudicaciones con
amaños de contratos. El caso de Florentino Pérez, los Entrecanales,
Villar Mir, los Albertos, las Koplowitz, Rafael del Pino, entre ellos se
reparten los grandes proyectos con fondos públicos del Estado. Esos
mismos que forman oligopolios y trucan la competencia son los que
incentivan el discurso de la meritocracia y lo liberal.
Salvador López Arnal.- ¿No hay en España oligarcas industriales?
Fonsi Loaiza.- Se ha desindustrializado el país y
se ha llevado a cabo una ola de privatizaciones y de rescate de los
negocios de empresas privadas para socializar sus pérdidas y privatizar
sus beneficios. Los oligarcas en España están metidos en la gran estafa
inmobiliaria y en el turismo de masas.
Salvador López Arnal.- Le cito de nuevo:
“El patrimonio de las cien familias españolas más ricas en 2023 ascendía
a los doscientos mil millones de euros, lo que supuso un
enriquecimiento del 37% respecto al año pasado (2022)? ¿Un 37% de
incremento patrimonial en un solo año? ¿Cómo es posible?
Fonsi Loaiza.- Mientras ellos se llenan los
bolsillos, en la clase trabajadora vemos cómo cada día perdemos poder
adquisitivo. Hacen negocio hasta de las desgracias como ocurrió con la
pandemia o ahora con la DANA en Valencia. Pura doctrina del shock que
explicó Naomi Klein. El día después de la DANA la empresa Clece de
limpieza de Florentino Pérez ya publicó que buscaba limpiadoras en
Valencia buscando contratos de privatización. Así funciona este sistema
criminal capitalista.
Salvador López Arnal.- ¿Tiene en mente otros ejemplos de comportamientos patronales en torno al desastre de la DANA valenciana?
Fonsi Loaiza.- Las trabajadoras de Inditex han
denunciado que no recibieron las alertas por la DANA porque no les
permiten usar teléfonos móviles y la propia empresa no les avisó. Sus
cinco tiendas siguieron abiertas en el centro comercial de Bonaire. Me
parece totalmente deshonesto que los principales sindicatos, CCOO y UGT,
se hayan prestado a lavar la imagen del monarca y de la patronal con 10
minutos de silencio pactados como protesta, cuando también ha salido
publicado que ese mismo día se reunieron con Mazón en plena alerta por
la DANA y antes de su comida con la periodista Maribel Vilaplana.
Salvador López Arnal.- Dedica un capítulo a
Rafael del Pino. “El caudillo de Ferrovial que trasladó la sede fiscal a
Países Bajos”. ¿Por qué usa el término caudillo?
Fonsi Loaiza.- Rafael del Pino Calvo Sotelo
proviene de una gran familia franquista que hizo todo tipo de negocios
en la dictadura con el ferrocarril. Su empresa Ferrovial va apareciendo
en todas las tramas de corrupción en España, su tío, Leopoldo Calvo
Sotelo, llegó a ser el presidente de gobierno. En cuanto ha tenido la
oportunidad se ha llevado la empresa a Países Bajos para pagar menos
impuestos cuando se ha lucrado del Estado español y antes incluso de
fundarse la empresa en la dictadura ya se estaba llevando adjudicaciones
a dedo por Franco.
Salvador López Arnal.- Hay un capítulo
dedicado a Florentino Pérez, a quien usted ha estudiado muy bien: “El
amo del Palco del Bernabéu y del Régimen”. ¿De qué régimen es amo
Florentino Pérez? ¿Es tan sólido y alargado el poder del presidente del
Real Madrid?
Fonsi Loaiza.- El corrupto de Jesús Gil decía que
en el palco del Bernabéu había que estar porque la democracia funcionaba
como las cacerías con Franco. Aquel delincuente populista a modo de
Trump fue conocedor del modus vivendi de la clase dominante en España.
Lo indultaron tanto Franco como Felipe González.
Florentino
Pérez utiliza otra imagen pública construida a base de propaganda y
mentiras de “Ser Superior”. Pero en realidad funciona de la misma
manera que Jesús Gil, al cual consideraba un “pionero”. En el
palco del Bernabéu se hacen todo tipo de negocios oscuros. Incluso
el último policía detenido que era jefe de antiblanqueo con 20
millones de euros en su casa utilizaba esos palcos VIP del Bernabéu.
Salvador López Arnal.- ¿El Real Madrid es el equipo de estas familias oligárquicas?
Fonsi Loaiza.- Los palcos de todos los grandes
equipos funcionan de la misma forma. Del FC Barcelona con la burguesía
catalana, incluso sacando en el palco la bandera de Israel con Laporta o
vetando las de Palestina en el Palau. Pero en el caso del Real Madrid
es donde se simboliza perfectamente el poder real del Estado con los
directores de grandes medios, los jueces, fiscales, abogados del Estado,
los expresidentes de otros países que acuden regularmente como Uribe, y
este año hasta siete ministros del PSOE en un partido, algo que no
había ocurrido ni en los tiempos de sus grandes amigos Aznar y Zaplana.
Salvador López Arnal.- ¿Es parte también el PSOE de este entramado oligárquico que denuncia?
Fonsi Loaiza.- El PSOE ha gobernado durante 27
años por los 13 años del PP. Es parte clave para entender este proceso
oligárquico. No entenderíamos la represión del Estado sin el terrorismo
de los GAL. No entenderíamos la estafa inmobiliaria sin el decreto Boyer
liberalizando los alquileres de vivienda para favorecer todo tipo de
pelotazos. Sus principios neoliberales siguen vigentes.
El
gran autor valenciano Rafael Chirbes dijo que sus libros fueron
escritos como respuesta a ese decreto.
Salvador López Arnal.- Hablaba antes de
ella. ¿Ana Botín sigue las huellas de su padre, de Emilio Botín? Se
refiere en el libro al gran saqueo de esta saga familiar de banqueros.
¿Por qué “gran saqueo”?
Fonsi Loaiza.- Toda la familia Botín aparecía en
la Lista Falciani. Fiscalía pidió archivar la causa contra el Banco
Santander. Veía indicios para acusar de blanqueo, pero consideraba que
el delito había prescrito. El 60% del capital oculto en la lista Falcini
de España pertenecía a la familia Botín. No olvidemos que se le crea
una doctrina a su padre Emilio Botín para que no pague por sus desmanes y
su tío Jaime Botín fue condenado a prisión y no entró al pagar una
fianza con el crédito de su propio banco, el Bankinter. El Banco
Santander controla las deudas de PP y PSOE que detallo en el libro. Así
funciona nuestra pseudocracia.
Salvador López Arnal.- ¿Y qué ocurre en el caso de un partido como VOX u otras formaciones extremísima derecha?
Fonsi Loaiza.- De hecho, El Corte Inglés ha
censurado mi libro y ha retirado y paralizado la distribución del mismo
en sus almacenes porque publico que financiaron la aparición de la
ultraderecha de VOX en España y han amañado contratos de los uniformes
de los cuerpos de la Policía Nacional y la Guardia Civil con entradas
del Real Madrid.
Salvador López Arnal.- Los partidos de
izquierda española (pienso en SUMAR, en Izquierda Unida, en Podemos),
¿tienen alguna relación con estos poderes oligárquicos?
Fonsi Loaiza.- Cuando escuchas a Yolanda Díaz
alabar el modelo textil de Amancio Ortega, a Manuela Carmena abrazada a
Florentino Pérez en el palco del Santiago Bernabéu, ves que no van a
cambiar nada de esa estructura de poder salvo medidas de maquillaje.
Salvador López Arnal.- Vuelvo a un punto
comentado. Habla de Juan Roig, el dueño de Mercadora, como capitalista
despiadado. ¿Por qué? Se suele comentar que las condiciones laborales de
los trabajadores de Mercadona son incluso mejores que las de otros
supermercados.
Fonsi Loaiza.- Es una de las grandes farsas que se
han montado porque financia a los grandes medios de comunicación.
Incluso Mercadona fue empresa accionista fundadora de Antena 3. Los
casos de explotación laboral que describo en el libro son brutales.
Salvador López Arnal.- ¿Nos puede dar un ejemplo?
Fonsi Loaiza.- Los medios de comunicación no
pararon de hacer propaganda de Mercadona con las piñas para ligar. Pero
han ocultado todas las condenas de esta empresa por no dejar a una
trabajadora cambiar el turno para cuidar de sus hijos. La empresa
vulneró la intimidad familiar y contrató un detective para vigilar al
marido.
No
solo lo tapa el poder mediático sino el político. Incarlopsa es el
proveedor de la carne de Mercadona con una facturación de más de
1.000M€. Su asesora es Fátima Báñez del PP.
Salvador López Arnal.- Por cierto, ¿qué es eso de la lejía en la comida a punto de caducar?
Fonsi Loaiza.- Pues en Mercadona ha habido
despidos hasta por no negarse a tirar lejía encima de la comida para que
no la pudieran comer las personas sin hogar en lo peor de la crisis
capitalista de 2008.
Salvador López Arnal.- ¿Hay oligarcas catalanes entre los oligarcas españoles? Por ejemplo, Isaak Andic, ¿es también un oligarca?
Fonsi Loaiza.- La alianza de la gran burguesía
catalana con la oligarquía española es más que evidente. El propio
monarca Felipe VI ha entregado su premio a mejor empresario este año a
Andic de Mango que es uno de los que más está escalando en la lista
Forbes.
Felipe VI entrega el Premio Reino de España a la Trayectoria
Empresarial a Isak Andic el 18 de marzo de 2024. Créditos: Casa de S.M.
el Rey
Salvador López Arnal.- Creo que hablan de él como la quinta fortuna española.
¿No
hay disidencias familiares, no hay garbanzos negros, no hay “gentes
con sensibilidades de izquierda” entre estas familias oligárquicas?
Fonsi Loaiza.- Aunque tengan esa sensibilidad,
saben que sus intereses van por delante. Y como decía Warren Buffet: “La
lucha de clases existe, pero vamos ganando”. Hablo del caso de la
exmujer fallecida y separada de Amancio Ortega, Rosalía Mera, que
defendió algunas causas justas y fue alabada por el gallego Beiras, y a
la cual no se la reconoce en la web de la empresa como fundadora.
Salvador López Arnal.- ¿Cómo manifiestan este grupo oligárquico sus posiciones políticas? Normalmete no suele hablarse de ellos en la prensa.
Fonsi Loaiza.- Son tan de derechas como sus
abuelos que propiciaron un Golpe de Estado con su dinero. Como por
ejemplo los March que financiaron a Franco. Hoy día están detrás del
negocio de las alarmas en España y tiene mucho que ver en la
financiación como primer anunciante de los medios de comunicación para
que hablen de la supuesta problemática de la ocupación en lugar del
problema de la vivienda.
Salvador López Arnal.- ¿Son PP, VOX (y sus
afines, Aliança Catalana incluida), PNV, Junts, Coalición Canaria, los
partidos que mejor representan sus intereses?
Fonsi Loaiza.- Lo estamos viviendo con la
eliminación de impuestos a las eléctricas. No en vano el propio líder de
Junts, Jaume Giró, proviene de ahí, de publicista de Repsol y de
Caixabank con Isidre Fainé.
Salvador López Arnal.- ¿Tienen relaciones con el poder judicial? ¿Incumplen las leyes?
Fonsi Loaiza.- Se hace incluso leyes a la carta.
Se creó una doctrina para Botín, una enmienda Florentino, una ley
Beckham o una ley Mbappé. A los verdaderos y grandes corruptores no les
pasa nada. El propio Florentino Pérez cuando el juez Eloy Velasco le
preguntó si le habían pedido dinero para financiar al PP le respondió
como si fuera el capo de la mafia siciliana diciéndole que si a él le
conocieran no se atreverían a hacerle esa pregunta. Cuando Florentino
Pérez pagó a la trama púnica del PP con el cabecilla Alejandro de Pedro
para que creara un medio de comunicación falso del Real Madrid para
contrarrestar información negativa y presionar a árbitros y a sus
propios empleados. Esa impunidad e inmunidad judicial, parte de los
Borbones y de una Constitución que los convierte en inviolables.
Salvador López Arnal.- En su opinión, ¿por qué aguantan tanto -tanta explotación, tanta desigualdad- las clases trabajadoras españolas?
Fonsi Loaiza.- Existe una gran represión contra la
clase trabajadora, que va incluso a más por parte del Estado como en
los casos de las seis sindicalistas de la Suiza o los seis antifascistas
de Zaragoza. Ahora el pueblo valenciano empieza a señalar a los
responsables de la DANA que pusieron en peligro la vida de sus
trabajadores. Es la primera vez que alguien le dice a la cara a Juan
Roig el tipo de cacique que es con los transportistas siendo rescatados y
pixelando la marca de Mercadona en los medios. En esta desgracia
también la Monarquía está actuando para lavar su imagen. No olvidemos el
11-M cuando hicieron lo mismo con una desgracia y también mintieron
como el gobierno de Aznar. Letizia y Felipe VI dijeron que no haría luna
de miel por respeto a las víctimas del atentado y acabaron en islas
paradisiacas pagadas con dinero negro por Josep Cusí, testaferro de Juan
Carlos I.
Salvador López Arnal.- Dedica el libro “A
la memoria de los trabajadores fallecidos por culpa de este sistema
capitalista criminal. A mis abuelos Ragüe, Lali, Pepe y Pepa, que lo
sufrieron. A Zhanet, que lo padece a diario”. ¿Cómo un sistema criminal,
como el capitalista, tiene tantos partidarios (incluso entre personas
trabajadoras)?
Fonsi Loaiza.- Hemos visto el terrorismo patronal
de forma más descarnada en Valencia. El capitalismo no da más de sí. Ha
habido despidos en directo de trabajadores sin contrato como un
inmigrante colombiano que denunció cómo lo han despedido en Valencia
después de perderlo absolutamente todo por no estar en el tajo a las 7
de la mañana. Trabajadores de Mercadona han denunciado que si no iban a
trabajar en esta situación les contabilizaría como días de vacaciones.
Marx se anticipó a lo que hoy está pasando, cuando dijo que “si se
ofrecía a los obreros el salario más mísero y no lo aceptaban, sus
perros guardianes lo borraban de la lista de subsidios. Tenían que
morirse de hambre o resignarse a trabajar por el precio más rentable
para el burgués”.
Salvador López Arnal.- Gracias por tu libro, por la entrevista y por sus denuncias.