El mundo debe poner fin a la guerra económica ilegal de los Estados Unidos
Information Clearing House
Traducido del inglés para Rebelión por J. M. |
El uso indiscriminado, ilegal e inmoral de las sanciones es un acto de guerra.
Estados
Unidos depende cada vez más de medidas coercitivas ilegales
unilaterales (también conocidas como sanciones económicas) en lugar de
la guerra o como parte de su preparación para la guerra. De hecho las
sanciones económicas son un acto de guerra que mata a decenas de miles
de personas cada año a través del estrangulamiento financiero. Un
bloqueo económico pone a un país bajo asedio.
Un ejemplo reciente
es el aumento de las medidas económicas impuestas contra Irán, que
muchos consideraron más aceptable que un ataque militar. En respuesta a
la represalia de Irán por el asesinato del general Qassem Soleimani y
otras siete personas, Irán utilizó misiles balísticos para atacar dos
bases en Irak que albergan tropas estadounidenses. El presidente Trump
respondió diciendo que impondría más sanciones a Irán. Luego terminó sus
comentarios instando a negociaciones de paz con Irán. Estados Unidos
necesita comprender que no habrá negociaciones con Irán mientras no
levante las sanciones que buscan destruir la economía iraní y poner a la
gente en contra de su Gobierno.
Las sanciones contra Irán han
estado vigentes desde la Revolución iraní de 1979, que independizó al
país de la tutela estadounidense. Irán no es el único país sancionado
por Estados Unidos. Samuel Moncada, el embajador venezolano ante las
Naciones Unidas, en la cumbre del Movimiento de Países No Alineados de
120 naciones el 26 de octubre de 2019, denunció la imposición de
sanciones por parte de los Estados Unidos, como "terrorismo económico
que
afecta a un tercio de la humanidad con más de 8.000 medidas en 39 países".
Es hora de poner fin a la guerra económica de Estados Unidos y derogar estas medidas coercitivas unilaterales que
violan el derecho internacional.
Las sanciones son un arma de guerra
Estados Unidos usa sanciones contra países que resisten la agenda de los Estados Unidos.
Las sanciones de los Estados Unidos están diseñadas para matar
al destruir una economía a través de la denegación de acceso a la
financiación, lo que provoca hiperinflación y escasez y bloquea las
necesidades básicas, como alimentos y medicamentos. Se espera, por
ejemplo, que las sanciones causen la muerte de
decenas de miles de iraníes al crear una
grave escasez de medicamentos esenciales y equipos médicos
en todo Irán.
Muhammad Sahimi
escribe que en una "carta publicada por
The Lancet,
la prestigiosa revista médica, tres médicos que trabajan en el Centro
de Tratamiento e Investigación del Cáncer Pediátrico MAHAK de Teherán
advirtieron de que
el 'restablecimiento de sanciones, escasez de medicamentos debido a la
renuencia de las compañías farmacéuticas para tratar con Irán, y un
tremendo aumento en los precios de los medicamentos oncológicos [debido
al desplome del valor del rial iraní en un 50-70%], inevitablemente
conducirá a una disminución en la supervivencia de los niños con
cáncer'”.
La diabetes, la esclerosis múltiple, el VIH/SIDA, el
Parkinson, el Alzheimer y el asma afectan a más de diez millones de
iraníes que encontrarán que los medicamentos esenciales son imposibles
de obtener o están disponibles solo a precios altos. Estados Unidos
afirma que los alimentos y las medicinas están excluidos de las
sanciones, pero en la práctica no lo son porque las compañías
farmacéuticas temen que se les apliquen sanciones por alguna violación
técnica e Irán no puede pagar los elementos esenciales cuando los bancos
no pueden hacer negocios con ellos. Las naciones europeas
no lograron persuadir a la Administración de Trump de garantizar que los iraníes tengan acceso a medicamentos y alimentos esenciales.
En Venezuela,
debido a las sanciones,
180.000 operaciones médicas han sido canceladas y 823.000 pacientes con
enfermedades crónicas esperan medicamentos. El Centro de Investigación
Económica y Política descubrió que
las sanciones han privado a Venezuela
de "miles de millones de dólares en divisas necesarias para pagar las
importaciones esenciales y que salvan vidas", lo que contribuye a 40.000
muertes totales en 2017 y 2018. Más de 300.000 venezolanos están en
riesgo debido a la falta de acceso a medicamentos o tratamientos. Los
economistas advierten de que
las sanciones estadounidenses podrían causar hambruna en Venezuela. Las sanciones
también causan
escasez de piezas y equipos necesarios para la generación de
electricidad, sistemas de agua y transporte, además de evitar la
participación en el mercado financiero mundial. Las sanciones, que son
ilegales bajo la ley de la ONU, la OEA y los Estados Unidos, han provocado protestas masivas en Venezuela contra los Estados Unidos.
Las
sanciones contra Irán y Venezuela podrían ser el preludio de un ataque
militar, es decir, que Estados Unidos debilite económicamente a una
nación antes de atacarla. Esto es
lo que sucedió en Irak. Bajo la presión de los Estados Unidos, el
2 de agosto de 1990,
el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó sanciones que requerían que
los países dejaran de comerciar o realizar transacciones financieras
con Irak. El presidente George HW Bush dijo que las sanciones de la ONU
no se levantarían "mientras Saddam Hussein esté en el poder". Estados Unidos continuó
presionando
a los miembros cada vez más escépticos del Consejo de Seguridad para
que las cumplieran aunque cientos de miles de niños estaban muriendo. En
1996 se preguntó a la entonces Embajadora de los Estados Unidos ante la
ONU, Madeleine Albright, sobre la muerte de hasta 500.000 niños debido a
la falta de medicamentos y el aumento de la
desnutrición
exacerbada por las sanciones y ella respondió brutalmente: "[El] precio
vale la pena". Las sanciones también se usaron contra Libia y Siria
antes de que Estados Unidos las atacara.
Esto es coherente con el "método de guerra" de los Estados Unidos descrito por Roxanne Dunbar-Ortiz en
An Indigenous Peoples’ History of the United States,
que describe la contrainsurgencia fronteriza basada en la aniquilación,
incluida la destrucción de alimentos, viviendas y recursos, así como el
militarismo despiadado. Estados Unidos ha librado una guerra económica a
largo plazo contra Cuba (sanciones vigentes desde 1960), Corea del
Norte (primeras sanciones en la década de 1950 endurecidas en la década
de 1980), Zimbabue (2003) e Irán (1979).
Las sanciones perjudican
a los civiles, especialmente a los más vulnerables (bebés, niños,
ancianos y enfermos crónicos), no a los gobiernos. Su intención es
reducir la economía y causar escasez crónica e hiperinflación al tiempo
que asegura la falta de acceso a la financiación para pagar lo esencial.
Luego Estados Unidos culpa al gobierno objetivo de la acción alegando
que la corrupción o el socialismo son el problema en un esfuerzo por
poner a la gente en contra de su gobierno. Esto a menudo fracasa cuando
la gente se moviliza alrededor del gobierno, silencia sus llamados a la
“democracia” y trabaja para
desarrollar una economía de resistencia.
El movimiento para poner fin a las sanciones
En
los últimos años se ha creado un movimiento para poner fin al uso de
medidas coercitivas económicas ilegales. El movimiento incluye gobiernos
que se unen en foros como el
Movimiento de Países No Alineados,
conformado por países que representan el 55 por ciento de la población
mundial, así como estados miembros de la ONU que piden que se respeten
el derecho internacional y la Carta de la ONU y que se organicen los
movimientos sociales para educar sobre el impacto de las sanciones y exigir el fin de su uso. Este junio el
Movimiento de Países No Alineados pidió el fin de las sanciones contra Venezuela.
Popular Resistance está trabajando con grupos de todo el mundo en
Global Appeal for Peace,
una iniciativa para crear una red mundial de personas y organizaciones
que trabajarán juntas para oponerse a las acciones ilegales de los
Estados Unidos y de cualquier país que actúe de manera similar. Una alta
prioridad es oponerse a la imposición de medidas económicas coercitivas
unilaterales que violen los estatutos de las Naciones Unidas. La ONU y
su Corte Internacional de Justicia han sido ineficaces en
responsabilizar a los Estados Unidos por sus acciones. Ningún país o
movimiento solo tiene el poder para responsabilizar a Estados Unidos,
pero juntos podemos hacer la diferencia.
Únete a esta campaña aquí.
Con
39 países afectados por sanciones y otros países afectados porque no
pueden comerciar con esos países, las naciones están desafiando la
dominación del dólar estadounidense. Los países están tratando de
realizar transacciones comerciales sin el dólar y ya no tratan al dólar
estadounidense como la moneda de reserva mundial, al tiempo que evitan
Wall Street. La
desdolarización de la economía mundial es un efecto
boomerang que se está acelerando debido al abuso de las sanciones y debilitará gravemente la economía de los Estados Unidos.
El ministro de Relaciones Exteriores
Zarif, quien describe las sanciones como "terrorismo económico",
advirtió de que "el uso extralimitado del poder económico por parte de
Estados Unidos y el uso excesivo del dólar como arma para el terrorismo
económico estadounidense contra otros países, será contraproducente". El
retroceso continúa creciendo, el impacto negativo en la economía de los
Estados Unidos puede obligar a los Estados Unidos a dejar de usar
sanciones. El fin de la dominación del dólar se sumará a la desaparición
del imperio estadounidense quebrado.
E
s hora de poner fin al uso de sanciones económicas ilegales
La
unión de países que actúan contra las sanciones de los Estados Unidos y
los movimientos populares que presionan al Gobierno de los Estados
Unidos tienen el potencial de poner fin al abuso de las sanciones. La UE
se ha movido para mitigar el impacto de las sanciones contra Irán al crear
una alternativa al sistema de comercio SWIFT controlado por Estados Unidos. Esto está
estimulando el fin del dólar como moneda de reserva. Algunos funcionarios de la UE han pedido
sanciones en represalia contra los EE. UU.
Trump
dejó una pequeña apertura para una posible diplomacia con Irán que
podría conducir al fin de las sanciones contra ese país. Trump se jactó
de que Estados Unidos es el principal productor de petróleo y gas, se
atribuyó el mérito por un delito climático de Obama y por lo tanto ya no
necesita gastar cientos de millones al año para tener tropas en el
Medio Oriente. Concluyó con un mensaje al "pueblo y líderes de Irán" de
que Estados Unidos estaba "listo para tener paz con todos aquellos que
la buscan". Dijo que quería que Irán tuviera un "gran y próspero futuro
con otros países del mundo".
Ese futuro solo es posible si
Estados Unidos se moviliza para poner fin a las sanciones contra Irán.
Los iraníes han aprendido que no se puede confiar en los Estados Unidos.
Irán cumplió los requisitos del acuerdo nuclear, el Plan de Acción
Integral Conjunto, pero Trump no lo hizo cuando
se retiró de él y
restableció las sanciones draconianas levantadas por Obama. Trump agregó incluso sanciones al movimiento. Esto también
enojó a los aliados europeos que habían negociado el acuerdo y
se vieron en la posición
de estar subordinados a los Estados Unidos o ir contra ellos. Para
recuperar la confianza de Irán Estados Unidos debe hacer un gesto de
buena fe para poner fin a las medidas económicas punitivas.
Corea
del Norte, que ha sido sancionada por los Estados Unidos por más tiempo
que cualquier otro país, tuvo una experiencia similar después de que
llegaron a un acuerdo con los Estados Unidos en 1994 bajo la
administración Clinton. La administración George W. Bush quería
establecer un sistema nacional de defensa antimisiles, pero el acuerdo
con Corea del Norte lo impedía.
John Bolton y Dick Cheney acusaron falsamente
a Corea del Norte de violar el acuerdo, aumentaron las sanciones contra
el país y alegaron que era parte del Eje del Mal, junto con Irán e
Irak. Corea del Norte, como Irán, aprendió que no se puede confiar en
los Estados Unidos.
Las sanciones están causando miles de muertes en Corea del Norte. Ahora
China y Rusia están aliadas con Corea del Norte y están pidiendo alivio de las sanciones de Estados Unidos. Rusia y
China también han ignorado las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela y continúan haciendo negocios con ese país.
El
17 de diciembre el Senado aprobó un proyecto de ley de sanciones que
estableció sanciones contra las corporaciones que trabajan con Rusia
para desarrollar gasoductos a Europa. La acción
deja al descubierto el imperialismo estadounidense que busca evitar
que Rusia sea el principal exportador de gas natural al mercado de la
UE y reemplazarlo con gas más caro producido en Estados Unidos, una
medida para salvar la industria del
fracking estadounidense bajo el agua. Rusia, Alemania y otros
han dicho –de manera desafiante- a Washington que la aplicación de sanciones económicas no detendrá la construcción del gasoducto.
El uso indiscriminado,
ilegal e inmoral de las sanciones
es un acto de guerra. A menos que estén autorizadas por las Naciones
Unidas, las medidas coercitivas unilaterales son ilegales. Un objetivo
crítico del movimiento de paz y justicia en los Estados Unidos, que
trabaja con aliados en todo el mundo, debe ser poner fin a esta guerra
económica terrorista. Actualmente la economía de los Estados Unidos
depende de la hegemonía financiera y la guerra. El colapso lento y
constante de la economía dolarizada significa que la década de 2020 será
la década en que la dominación de los Estados Unidos llegue a su fin.
Estados Unidos debe aprender a ser un miembro cooperativo de la
comunidad global o arriesgarse a este aislamiento y la represalia.
Kevin
Zeese es un activista político estadounidense que ha sido líder en la
reforma de la política de drogas y los movimientos de paz y en los
esfuerzos para garantizar un seguimiento de auditoría en papel
verificado por los votantes. Margaret Flowers, MD, es una pediatra de
Maryland que busca la nominación del Partido Verde para el Senado de los
Estados Unidos. Es codirectora de PopularResistance.org y asesora de la
Junta de Médicos para un Programa Nacional de Salud y forma parte del
Consejo de Liderazgo de la campaña Maryland Health Care Is a Human
Rights.
Este artículo fue publicado originalmente por "Popular Resistance"
Fuente:
http://www.informationclearinghouse.info/52860.htm
Nota del blog .-Países como China, Rusia, Irán, Venezuela y muchos otros,trabajan
intensamente para "independizarse comercialmente del dólar"-un propósito
que Lula da Silva fue el primero en formular y que según él mismo fue
el principal motivo de su encarcelamiento.También dan pasos para
"independizarse de la industria digital de telecomunicaciones americana"
que lleva incorporada la técnica de espionaje de la NSA, tal como nos
explicó Snowden. Esas son las dos grandes batallas actualmente en marcha
entre las potencias emergentes y el hegemonismo .
y ver ..