sábado, 26 de octubre de 2024

El FMI ha arrojado la toalla con Ucrania.

 

El FMI no concede a Ucrania ninguna opción de ganar la guerra


El FMI ha arrojado la toalla. Le ha costado apearse del burro, pero se ha rendido a la evidencia después de casi tres años de guerra. Si el año pasado calculaba que guerra duraría hasta finales de 2025 en el escenario negativo, la nueva previsión ya no tiene más que ese escenario: la guerra acabará a mediados de 2026 con la victoria de Rusia.

También señala que la movilización militar ya han provocado una huida de una cuarta parte de la población: más diez millones de refugiados. La previsión demográfica de Ucrania para 2100 de la ONU es que el país sólo tendrá entre 12 y 27 millones de habitantes. Pero en 2100 sólo vivirán en Ucrania 15,3 millones de personas, menos de las que viven ahora en Moscú.

El país tiene “enormes problemas sociales y económicos”. El año que viene la proporción entre la deuda y el PIB podría superar el 100 por cien, y en 2029, en un escenario negativo, crecer hasta casi el 300 por cien.

El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), aún mantiene el cuento de la lechera. En sus previsiones para 2024 describe tres escenarios para Ucrania: malo, bueno y diabólico. Los escenarios bueno y optimista (recuperar territorios o mantener las fronteras) ya han fracasado. El escenario malo ya se está cumpliendo: pérdida de territorios y fracaso de las contramedidas, más “colapso inevitable, para evitar el cual tendremos que aceptar la paz en los términos de Rusia”.

El escenario diabólico es aquel en el que “ni siquiera los F-16 ayudarán, como tampoco han ayudado los misiles Javelin, los sistemas HIMARS y Patriot, ni los tanques M1 y Leopard”. Excepto ellos, cualquier observador se habrá dado cuenta de que eso no es un escenario previsible sino una realidad palpable.

El centro de pronósticos de Político también se había hecho ilusiones y ahora manifiesta frustración. La Unión Europea podría estrangular a Rusia con sanciones “realmente dolorosas” (petróleo, metal, nucleares, gas), pero hasta ahora sólo ha estrangulado sus propias economías, mientras que Rusia está “acostumbrada a una economía de guerra”.

Otra pandilla de inútiles con bola de cristal, el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, habla incluso una “contraofensiva” de Kiev en 2025, pero para ello este año debería haber sido un año decisivo. Da a Ucrania otros 2 ó 3 años, al igual que el RUSI (Real Instituto Unido de Estudios de Defensa). Las fuerzas rusas podrán “mantener un ritmo constante de ataques” este año y alcanzarán el éxito en 2026.

El FMI también revisó a la baja sus previsiones de crecimiento para Ucrania. Cree que el PIB aumentará un 3 por cien este año, frente al 3,2 por cien de su estimación en abril. Para 2025 la caída será estrepitosa: apuesta por un crecimiento del 2,5 por cien, mientras que en abril anticipaba un 6,5 por cien.

Pero en Ucrania no hay ni habrá tal crecimiento. El país depende del apoyo financiero de sus padrinos de la OTAN y el FMI para mantener su economía al ralenti, que será cada vez más escasa en el futuro.

Por cierto, la directora del FMI es Kristalina Gueorguieva, es una economista búlgara que se cambió el nombre de pila, ya que su padre la llamó “Stalina”. Eran otros tiempos: “Stalina” nació en 1953 pocas semanas después de la muerte de Stalin.

 https://mpr21.info/el-fmi-no-concede-a-ucrania-ninguna-opcion-de-ganar-la-guerra/?jetpack_skip_subscription_popup

 

miércoles, 23 de octubre de 2024

Periodismo y terrorismo en Inglaterra.

 

El periodismo también es un delito muy grave de terrorismo en Reino Unido

domingo, 20 de octubre de 2024

El macartismo al estilo francés .

 El macartismo al estilo francés o la política del miedo

               

De Juan Manuel Olarieta 

 20 de octubre de 2024

 

España es un modelo de represión política para los países europeos que, como Francia, van de cabeza hacia un fascismo sin máscara. En 2006 el gobierno francés creó el fantasma de la “apología del terrorismo”, lo introdujo en el Código Penal, en 2014 agravaron las penas y así acabaron con la libertad de expresión.

Ahora los juzgados se llenan de “apologías del terrorismo”, con penas que pueden llegar a los cinco años de prisión, e incluso siete si las opiniones se publican en línea.

Un viejo campeón de la “lucha antiterrorista” francesa, el juez Marc Trevidic, fue de los que alzaron la voz para imponer penas cada vez más severas a los que expresan su opinión. Trevidic fue miembro de sección especial “antiterrorista” de París durante nueve años. Ahora es presidente del Tribunal Penal de Versalles y se echa las manos a la cabeza por el fin de la libertad de expresión en Francia.

“Estamos viendo que llueven sentencias, a veces muy severas, que pueden llegar a varios años de prisión”, se lamenta el magistrado. “Estamos en un auténtico abuso, un uso totalmente indebido de la ley”, añade.

En octubre del año pasado el antiguo ministro de Justicia, Dupont-Moretti, ordenó a sus huestes que fueran intransigentes con los comentarios relacionados con la incursión palestina del 7 de octubre.

Durante el último año la ley se ha utilizado, principalmente, contra los manifestantes que se solidarizan con Palestina. Numerosas publicaciones han sido acusadas de apoyar a Hamás, catalogada como “organización terrorista” por arte de magia en la Unión Europea.

Han aumentado las detenciones policiales. Algunas personas son encarceladas antes de ser llevadas ante un juez, como un militante solidario con Palestina al que detuvieron en Niza recientemente.

Desde el inicio de la guerra en Gaza el año pasado, se han disparado las denuncias por “apología del terrorismo”. Entre el 7 de octubre del año pasado y el 23 de abril de este año, la fiscalía de París ha abierto 386  causas .

Las denuncias afectan a periodistas, investigadores, sindicalistas e incluso parlamentarios. Los denunciantes son asociaciones sionistas reconocidas que pretenden hablar en nombre a los judíos del mundo entero y cuyo objetivo es mantener incólume la imagen del Estado criminal de Israel.La “lucha antiterrorista” siempre encubre el terrorismo de Estado y quien mejor sabe esas cosas es un juez con amplia experiencia en la materia, como Trevidic.

La consigna de una manifestación, un artículo de prensa, una opinión, una crítica o una protesta se han reconvertido en Europa en peligrosos actos de “terrorismo” que pueden conducir a la cárcel a quien se atreve a levantar la voz más de lo debido.

Un sindicalista de la CGT ha sido condenado a un año de prisión por un folleto distribuido tras el 7 de octubre. Otro fue condenado a una multa de 20.000 euros y a tres años de inhabilitación.

En una columna escrita en abril, el periodista Edwy Plenel hablaba de “macartismo al estilo francés” o la imposición de una política del miedo en Europa. Todo para defender a un Estado típicamente asesino, como el israelí.

Pero el miedo es lo más contrario que puede haber a la libertad. Si un Estado, como el francés, lo ha impuesto como política general, es porque se ha metido de cabeza en la dictadura fascista más negra, al viejo estilo de Vichy.

—http://www.presos.org.es/index.php/2024/10/18/el-macartismo-al-estilo-frances-o-la-politica-del-miedo-articulo-de-juanma-olarieta /

jueves, 17 de octubre de 2024

Israel y la guerra permanente

Israel hace lo que hace porque siempre estuvo planeado así

Alastair Crooke

Todo lo que Israel está haciendo a los palestinos en Gaza, en Cisjordania y en El Líbano fue iniciado en Vietnam… El comportamiento amable no cambiará el paradigma. El fracaso sí

 Con el asesinato de Sayed Hassan Nasrallah y de varios altos dirigentes de Hizbulá en Beirut -expresamente sin previo aviso al Pentágono- Netanyahu dio el pistoletazo de salida a una ampliación implícita de la guerra por parte de Israel a los "tentáculos del pulpo", terminó israelí para referirse a Hizbulá en el Líbano, Yemen, Siria y las fuerzas iraquíes de Hash'ad A-Shaabi.

 Bueno, después del asesinato de Ismail Haniyeh y parte del liderazgo de Hizbulá (incluyendo un alto general iraní), Irán -demonizado como la "cabeza del pulpo"- entró en el conflicto con una andanada de misiles que apuntaron a aeródromos, bases militares y a el cuartel general del Mossad, pero no causaron muertes intencionalmente.

 Israel convirtió así a EEUU (y a la mayor parte de Europa) en socios o cómplices de una guerra que ahora se presenta definitivamente como una guerra neoimperialista contra todo el mundo no occidental. Los palestinos -los íconos globales de la lucha por la liberación nacional- debían ser aniquilados de su territorio: la Palestina histórica.

 El bombardeo de Beirut y la respuesta de Irán enfrentan ahora a Israel, respaldado y apoyado materialmente por EEUU, contra Irán, respaldado y apoyado materialmente por Rusia. Israel, advierte el corresponsal militar de Yedioth Ahronoth, "debe volverse loco y atacar a Irán, porque atacar a Irán 'pondrá fin a la guerra actual'" .

 Es evidente que se acaba el "juego limpio" (el de ir escalando de forma incremental, un paso calculado tras otro), como si se estuviera jugando al ajedrez con un oponente que calcula de forma similar. Ahora ambos amenazan con golpear el tablero con un martillo. "El ajedrez se terminó".

 Parece que Moscú también entiende que no se puede jugar al ajedrez cuando el oponente no es un adulto, sino un sociópata temerario dispuesto a arrasar con el tablero y a apostarlo todo en una efímera jugada de gran victoria.

 Si se mira desapasionadamente, o bien los israelíes están invitando a su propia desaparición al extenderse demasiado en siete frentes, o su esperanza reside en invocar la amenaza de su desaparición como medio para atraer a EEUU. Como en el caso de Zelensky en Ucrania, no hay ninguna esperanza a menos que EEUU sume su poder de fuego de manera decisiva, como suponen Netanyahu y Zelensky.

 Así, en Asia occidental, EEUU está apoyando nada menos que una guerra contra la humanidad en sí y contra el mundo. Es evidente que esto no puede ser en beneficio de los intereses estadounidenses. ¿Se dan cuenta sus poderosos "Panjandrums" [fallida bomba autopropulsada británica de 1943] de las posibles consecuencias que puede tener enfrentarse al mundo en un acto de crasa inmoralidad? Netanyahu está apostando su casa -y ahora la de Occidente- al resultado de una "apuesta" en la ruleta.

 ¿Existe entre los "panjandrums" la sensación de que EEUU está apostando por el caballo equivocado? Aunque parece que hay algunos opositores en puestos de alto nivel en el ejército estadounidense que tienen reservas -porque en cada "juego de guerra" EEUU pierde en Oriente Próximo-, sus voces son pocas. La clase política en general clama venganza contra Irán.

 El profesor Michael Hudson ha abordado y explicado porqué hay tan pocas voces de oposición en Washington. Hudson explica que las cosas no son tan sencillas; que falta contexto. La respuesta del profesor Hudson se parafrasea a continuación a partir de dos de sus comentarios:

 "Todo lo que sucede hoy fue planeado hace 50 años, en 1973 y 1974. En esos años trabajé en el Instituto Hudson durante unos cinco años. Asistí a reuniones con Uzi Arad, quien se convirtió en el principal asesor militar de Netanyahu después de dirigir el Mossad. Trabajé muy de cerca con Uzi ... Allí se elaboró toda la estrategia que llevó a los EEUU a no querer la paz, sino a aspirar a que Israel se apodere de todo el Cercano Oriente. Esta estrategia tomó forma gradualmente.

 En una ocasión llevé a mi mentor, Terrence McCarthy, al Instituto Hudson para hablar sobre la cosmovisión islámica y, cada dos frases, Uzi me interrumpía: "No, no, tenemos que matarlos a todos", afirmaba... Y otras personas, miembros del Instituto, también hablaban continuamente de matar árabes.

 La estrategia de utilizar a Israel como ariete regional para alcanzar los objetivos estadounidenses (imperiales) fue elaborada esencialmente en la década de 1960 por el senador Henry "Scoop" Jackson. Jackson era apodado "el senador de Boeing" por su apoyo al complejo militar-industrial. Y el complejo militar-industrial lo respaldó para convertirse en presidente del Comité Nacional Demócrata. También fue dos veces candidato fracasado a la nominación demócrata para las elecciones presidenciales de 1972 y 1976.

 Bueno, también fue respaldado por Herman Kahn, quien se convirtió en el estratega clave para la hegemonía estadounidense.

 En un principio, Israel no tenía un papel importante en el plan de EEUU; Jackson (de ascendencia noruega) odiaba al comunismo, odiaba a los rusos y contaba con un gran apoyo en el Partido Demócrata. Pero cuando se estaba preparando toda esta estrategia, el gran logro de Herman Khan fue convencer a los constructores del imperio estadounidense que la clave para lograr su control en Oriente Medio era confiar en Israel como su legión extranjera.

 Y ese acuerdo permitió a EEUU desempeñar el papel, dice Hudson, de "policía bueno", mientras que Israel se encargaba de desempeñar su papel de despiadado brazo armado. Y es por eso que el Departamento de Estado entregó la gestión de la diplomacia estadounidense a los sionistas: el objetivo era separar y distinguir la conducta israelí de la pretendida probidad del imperialismo estadounidense."

 El profesor Hudson aclara: Herman Khan no era judío, pero era un defensor del complejo militar y un firme oponente del sistema de control de armamentos que estaba en marcha.

 Jackson luchó contra el control de armamentos: "Tenemos que hacer la guerra", afirmaba... y procedió a atiborrar el Departamento de Estado y otras agencias estadounidenses de neoconservadores (Paul Wolfowitz, Richard Pearl, Douglas Fife, entre otros), quienes, desde el principio, planearon una guerra mundial permanente. La toma de control de la política gubernamental estuvo encabezada por los antiguos ayudantes de Jackson en el Senado.

 El análisis de Herman era un análisis de sistemas: primero hay que definir el objetivo general y luego trabajar a la inversa. "Bien, se puede ver cuál es la política israelí hoy en día. En primer lugar, se aísla a los palestinos en aldeas estratégicas. En eso se ha convertido Gaza durante los últimos 15 años".

 "El objetivo siempre ha sido matarlos. O, hacerles la vida tan desagradable que acaben emigrando. Ésa es la manera fácil. ¿Por qué querría alguien quedarse en Gaza con lo que le está sucediendo a los palestinos ? Se van a tener que ir. Pero si no se van, vas a tener que matarlos, idealmente mediante bombardeos porque eso minimiza las bajas en el ejército israelí", señala Hudson.

 "Y nadie parece haberse dado cuenta de que lo que está sucediendo ahora en Gaza y Cisjordania se basa en la idea de las 'aldeas estratégicas' de la guerra de Vietnam: el objetivo era que se pudiera dividir todo Vietnam en pequeñas partes, colocando guardias en todos los puntos de transición de una parte a otra. Todo lo que Israel está haciendo a los palestinos en Gaza y en otras partes de Israel fue iniciado en Vietnam".

 Si analizamos a estos neoconservadores, relata Hudson,

 "Eran una especie de religión. Conocí a muchos en el Instituto Hudson; algunos de ellos, o sus padres, eran trotskistas. Y retomaron la idea de Trotsky de la revolución permanente, es decir, una revolución que se desarrolla, mientras que Trotsky dijo que había comenzado en la Rusia soviética y que se extendería por todo el mundo. Los neoconservadores adaptaron esto y dijeron: 'No, la revolución permanente no. Es el imperio estadounidense, el que se va a expandir y expandir y nada podrá detenernos, por todo el mundo'".

 Los neoconservadores de Scoop Jackson fueron instalados en posiciones de poder, para hacer exactamente lo que están haciendo hoy: fortalecer a Israel como representante de EEUU , conquistar los países productores de petróleo y convertirlos en parte de un Israel más grande.

 "Y el objetivo de EEUU siempre fue el petróleo. Eso significaba que EEUU tenía que asegurar el Cercano Oriente y tenía a dos ejércitos aliados para hacerlo. Y esos dos ejércitos luchan juntos como aliados, hasta hoy. Por un lado, los yihadistas de Al Qaeda, por el otro, sus dirigentes, los israelíes, van de la mano".

 "Lo que estamos viendo es una farsa. Eso de que lo que está haciendo Israel es 'todo culpa de Netanyahu' no es exacto - Desde el principio los neo conservadores israelitas fueron promovidos, apoyados con enormes cantidades de dinero, les entregaron todas las bombas que necesitaban, todos los armamentos que necesitaban, toda la financiación que necesitaban... Todo eso se les dio precisamente para hacer exactamente lo que están haciendo hoy".

 "No, no puede haber una solución de dos Estados porque Netanyahu ha dicho: 'Odiamos a los habitantes de Gaza, odiamos a los palestinos, odiamos a los árabes; no puede haber una solución de dos Estados y aquí está mi mapa... aquí está Israel: no hay nadie que no sea judío en Israel; somos un Estado judío'; lo ha dicho directamente ante las Naciones Unidas".

 El profesor Hudson llega entonces al meollo del asunto y nos señala el factor decisivo: por qué a EEUU le resulta difícil cambiar su estrategia. La guerra de Vietnam había demostrado que cualquier intento de reclutamiento de la juventud por parte de las democracias occidentales no era viable. En 1968, Lyndon Johnson tuvo que retirar su candidatura a las elecciones precisamente porque dondequiera que iba había manifestaciones incesantes para detener la guerra.

 El fondo del asunto, subraya Hudson, es que las élites comprendieron que las "democracias" occidentales ya no pueden desplegar un ejército mediante el reclutamiento. "Y lo que eso significa es que las tácticas actuales se limitan a bombardear, pero no a ocupar países. Por lo tanto, Israel -cuyas fuerzas son limitadas- puede lanzar bombas sobre Gaza y Hezbolá, y tratar de destruir lugares, pero ni el ejército israelí ni ningún otro ejército sería realmente capaz de invadir y tratar de apoderarse de un país, o incluso solo el sur del Líbano -como lo hicieron los ejércitos en la II Guerra Mundial-, de modo que EEUU aprendió la lección y recurrió a intermediarios, a países proxies".

"Entonces, ¿qué le queda a EEUU? Bueno, creo que sólo hay una forma de guerra no atómica que las democracias pueden permitirse, y es el terrorismo [es decir, la búsqueda de enormes cantidades de muertes colaterales]. Y creo que se debería considerar a Ucrania e Israel como la alternativa terrorista a la guerra atómica", sugiere Hudson.

 En definitiva, señala, ¿qué pasará si Israel sigue insistiendo en involucrar a EEUU en su guerra regional? EEUU no va a enviar tropas. No puede hacerlo. Los cuadros gobernantes han intentado el terrorismo y el resultado del terrorismo es alinear al resto del mundo contra Occidente, horrorizado por las matanzas sin sentido y por la violación de todas las reglas de la guerra.

 Hudson concluye: "No veo que el Congreso sea razonable. Creo que el Departamento de Estado, la Agencia de Seguridad Nacional y la dirigencia del Partido Demócrata, con su base en el complejo militar-industrial, están absolutamente comprometidos con esta política".

 Parece que podrían decir: "Bueno, ¿quién quiere vivir en un mundo que no podemos controlar? ¿Quién quiere vivir en un mundo donde otros países son independientes, donde tienen su propia política? ¿Quién quiere vivir en un mundo donde no podemos desviar su excedente económico para nosotros? Si no podemos dominar el mundo, bueno, ¿quién quiere vivir en ese tipo de mundo?"

 Esa es la mentalidad con la que nos enfrentamos: "portarse bien" no cambiará ese paradigma. El fracaso sí lo hará.

 observatoriocrisis.com

 https://www.lahaine.org/mundo.php/israel-hace-lo-que-hace

martes, 15 de octubre de 2024

Como arruinan la industria europea .

 El sesgo ideológico de Ursula von der Leyen se impone sobre los intereses de la industria europea

 Por Pedro Barragán |

  08/10/2024  

El día 4 de octubre hemos asistido a una decisión de la Comisión Europea que pasará a la historia.

Esta decisión se ha producido tras un resultado de la votación de los 27 países miembros de la UE claramente insatisfactorio para la propuesta de la Comisión:

En contra: 5 países (incluidos Alemania y Hungría)

A favor: 10 países (incluidos Francia e Italia)

Abstención: 12 países (incluido España)

La Comisión Europea ha considerado este resultado, que solo muestra la falta de consenso entre los países miembros, como una aprobación por mayoría de su propuesta y se lanza a publicarla como ley.

Esta propuesta, que eleva los aranceles a los coches eléctricos chinos desde el 10 por ciento hasta un máximo del 45,3 por ciento, se argumenta como necesaria para defender a la industria automovilística europea, pero a ella se oponen todas las empresas del sector. Desde Mercedes a BMW, pasando por Volkswagen y Stellantis se han manifestado clara y expresamente contra estos aranceles y han advertido de los daños que provocaran sobre la industria europea. Suponen, además, declarar una guerra comercial contra uno de los mayores socios de nuestro comercio internacional.

Esta decisión supone también un retraso importante en el proceso de transformación económica de la UE y perjudica notablemente los esfuerzos necesarios para combatir el cambio climático.

No son las subvenciones del gobierno chino las que están detrás de esta ideologizada adopción de aranceles, como lo demuestra el hecho de que el 60 por ciento de los coches chinos importados en la Unión Europea son producidos en China por marcas europeas (Renault, BMW y otras) o norteamericanas (Tesla), sino la fuerte competencia del mercado automovilístico chino y su considerable innovación tecnológica.

La Comisión Europea se ha saltado las normas de la Organización Mundial del Comercio y ha alterado el orden comercial internacional. Y lo ha hecho sin contar con el consenso de la mayoría de países y con la oposición de la industria a la que dice tratar de defender.

Mercedes-Benz ha dicho, según noticias de prensa, que está convencida de que los aranceles compensatorios perjudican la competitividad de la industria a largo plazo, y que el libre comercio y la competencia leal garantizan la prosperidad, el crecimiento y la innovación. «Ahora más que nunca es crucial que la UE y China sigan dialogando y lleguen a una solución negociada que sea de interés mutuo. Estamos convencidos de que puede haber una solución así» (Comunicado de Mercedes-Benz).

Oliver Zipse, director ejecutivo del fabricante de automóviles alemán BMW, ha descrito según Reuters, la votación como «una señal fatal para la industria automotriz europea» y ha pedido «una solución rápida entre la CE y China para evitar un conflicto comercial del que nadie gana».

¿Qué hay entonces detrás de esta decisión?

La Unión Europea, bajo la dirección de Ursula von der Leyen, esta alineándose cada vez más con las políticas de Estados Unidos. Esta medida de la UE no es un caso aislado, sino parte de un patrón más amplio en el que Europa y Estados Unidos coordinan esfuerzos para frenar la influencia china en sectores estratégicos como la tecnología y la energía verde.

La agresión de Estados Unidos contra China ha sido clara durante los últimos años, con múltiples rondas de aranceles, bloqueos y sanciones destinadas a frenar el avance tecnológico y económico de China, especialmente en industrias como la de los vehículos eléctricos y las energías renovables. La supuesta investigación de la UE sobre los coches eléctricos chinos, realizada al margen de las normas de la Organización Mundial del Comercio, no es sino una extensión de esa misma estrategia, impulsada por la presión estadounidense sobre sus aliados europeos para que tomen medidas más duras contra el auge de China y para bloquear su crecimiento económico.

Es lamentable que la política de la UE está más orientada hacia los intereses estratégicos estadounidenses que hacia los suyos propios.

 https://rebelion.org/el-sesgo-ideologico-de-ursula-von-der-leyen-se-impone-sobre-los-intereses-de-la-industria-europea/

domingo, 13 de octubre de 2024

Los "liberadores" de Oriente Medio .

 

Los peligrosos «liberadores» de Oriente Medio

Alberto Negri

 

 13/10/2024

 De cuando en cuando, en el curso de la historia, aparece alguien que quiere cambiar Oriente Próximo y afirma querer «liberar» a los pueblos de la región. Hoy, mientras esperamos la respuesta de Israel contra la lluvia de cohetes de Teherán, Benyamin Netanyahu ha asumido ese papel. Después de que su gobierno bautizara el asesinato del líder de Hezbolá, Nasralá, y la ofensiva en curso en Líbano como «Operación Nuevo Orden», el primer ministro israelí hizo gala de un sorprendente descaro y fue incluso más allá.

 Dirigiéndose al pueblo de Irán (al que llamó «el pueblo persa»), declaró: «Cuando Irán sea finalmente libre -y ese momento llegará mucho antes de lo que la gente cree- será todo diferente. Nuestros dos pueblos ancestrales, el pueblo judío y el pueblo persa, estarán por fin en paz». Mientras tanto, los dos países se acercan peligrosamente a un enfrentamiento directo que amenaza con sumir a toda la región en una guerra que atraería también a las grandes potencias.

 Resulta ciertamente desconcertante oír a Netanyahu, cuya perspectiva mental e ideológica se define por la violencia y la guerra, prometer que liberará a los iraníes, después de haber decidido mantener a los palestinos bajo un régimen de apartheid y no estar dispuesto siquiera a considerar la posibilidad de un Estado palestino. Pero no hace falta remontarse a las particiones anglo-francesas para encontrar ejemplos similares de arrogancia: en años más recientes, ha habido otros que se han postulado como «libertadores».

 Sus estrepitosos fracasos se han convertido en emblema de las tragedias que han asolado Oriente Medio. Y si nos fijamos en cómo surgieron estas ideas y cómo se desarrollaron, esto nos va a indicar cómo es probable que acabe tal intento.

 En las últimas décadas, la persona que más esfuerzos intelectuales dedicó al proyecto de «rehacer» Oriente Medio fue Bernard Lewis, uno de los principales estudiosos del mundo sobre la región, profesor emérito de la Universidad de Princeton. En 1978, Lewis redactó un documento en el que recomendaba a los Estados Unidos que apoyaran a los movimientos islamistas radicales, el de los Hermanos Musulmanes y el de Jomeini, con la intención de promover la balcanización de Oriente Próximo siguiendo líneas tribales y religiosas. Lewis sostenía que Occidente debería alentar a aquellos grupos que buscan la independencia, como es el caso de los kurdos, los armenios, los maronitas libaneses, los coptos etíopes y los turcos de Azerbaiyán. Los disturbios darían lugar a lo que el profesor denominó un «arco de crisis», que en su opinión se extendería también a las repúblicas musulmanas de la Unión Soviética.

 Su noción de un «arco de crisis» acabó teniendo un éxito extraordinario. Por desgracia para la administración Carter, Irán resultó ser más un problema para Estados Unidos que para Moscú, pero la invasión de Afganistán por el Ejército Rojo en 1979 proporcionó un extraordinario impulso a la teoría de Lewis: los Estados Unidos, con el apoyo militar de Pakistán y el respaldo financiero de Arabia Saudí, armó a miles de muyahidines que inmovilizaron a los rusos en una «guerra santa» hasta su retirada en 1989. Cuando los norteamericanos invadieron Afganistán tras el 11-S, pensaron que tendrían más éxito que los soviéticos, pero todo acabó como sabemos, con la devolución del país a los talibán y una vergonzosa huida de Kabul.

 Pero la verdadera «obra maestra» de Lewis y los aspirantes a «liberadores» fue Irak. En 2002, convenció al presidente Bush Jr. y al vicepresidente Cheney para que atacaran a Sadam Husein, y escribió: «si logramos derrocar los regímenes de [Irán e Irak], las escenas de júbilo en sus ciudades superarían incluso a las que siguieron a la liberación de Kabul.» Pero poco se vio de las manifestaciones de júbilo imaginadas por el profesor, tanto en Bagdad como en Kabul.

 Irak, ocupado en 2003 tras la mentira de unas armas de destrucción masiva que nunca se encontraron, acabó engullido por nuevas guerras y el terrorismo de Al Qaeda, y luego despedazado por el Califato: cientos de miles de muertos y millones de desplazados, igual que ocurrió en Siria. Y parece que ya hemos olvidado que no fueron los Estados Unidos, sino los pasdarán iraníes y Hezbolá, dirigidos por el general Soleimani -muerto más tarde por los norteamericanos en enero de 2021-, quienes consiguieron detener al ISIS a sólo 40 kilómetros de Bagdad, después de que el ejército iraquí se hubiera desbandado por completo en ese punto.

 Tras los atentados del 11-S, el Pentágono había trazado planes para atacar siete países de Oriente Medio en cinco años después de Afganistán: Sudán, Somalia, Libia, Líbano, Siria, Irak e Irán. Todos sabemos cómo acabó aquello: un desastre continuo cuyas secuelas aún estamos sufriendo. Más tarde, la administración Obama se encaramó a la ola de las «primaveras árabes» de 2011, que supuestamente traerían la democracia, pero acabaron con regímenes autocráticos.

 Los teóricos de un «nuevo orden» en Oriente Próximo, pese a su altura académica y a análisis que suenan eruditos, tienen un historial muy decepcionante (por no decir otra cosa) cuando se ve sometido a la prueba de la realidad. El problema es que aparecen en los medios de comunicación hablando de temas que desconocen y de lugares que nunca han visto, y moldean la opinión pública occidental con sus posturas. En lugar de recurrir a grandes teorías conspirativas para explicar esta serie de fracasos -teorías que normalmente sólo se elaboran después de los hechos- deberíamos prestar más atención a la desinformación cotidiana.

 Hoy volvemos a hablar de un «nuevo orden» en Líbano, donde Israel ya fracasó en su intento de imponerlo en 2006. Por aquel entonces, la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, saludó también la guerra como inicio del nacimiento de «un nuevo Oriente Próximo». Lo cierto es que, en cada una de estas ocasiones, los nuevos «liberadores» dejaron tras de sí un caos aún peor que los anteriores. Pero esa parece ser la intención general: la desestabilización perpetua, no la paz.

 Alberto Negri  prestigioso periodista italiano, ha sido investigador del Istituto per gli Studi degli Affari Internazionali y, entre 1987 y 2017, enviado especial y corresponsal de guerra para el diario económico Il Sole 24 Ore en Oriente Medio, África, Asia Central y los Balcanes. En 2007 recibió el premio Maria Grazia Cutuli de periodismo internacional y en 2015 el premio Colombe per la Pace. Su último libro publicado es “Il musulmano errante. Storia degli alauiti e dei misteri” del Medio Oriente, galardonado con el Premio Capalbio.

Fuente:

il manifesto global, 6 de octubre de 2024

https://www.sinpermiso.info/textos/los-peligrosos-liberadores-de-oriente-medio