El equipo de campaña de Clinton creó noticias falsas que usó el canal "MSNBC" para desacreditar documentos de WikiLeaks
Desde las
elecciones hubo un boom en el uso de la frase “noticias falsas”, pero el
término, al igual que otros rótulos políticos como “terrorismo” y
“discurso de odio”, carece de una definición clara; es esencialmente
inútil, excepto como instrumento de propaganda y censura.
Uno de los ejemplos más ofensivos fue un artículo reciente del
Washington Post
promocionando un nuevo grupo anónimo y su repulsiva “lista negra” de
medios supuestamente pro-Rusia. Fue una nota infame, difundida por
varios periodistas de esos a quienes les gusta gritar “noticias falsas”
mientras propagan un artículo basado en noticias falsas. (El
Post finalmente esta semana agregó una tibia nota del Editor reconociendo estas críticas; los editores del
Post
absurdamente dijeron que no quisieron “respaldar la validez” de la
lista negra, incluso cuando los puntos centrales del artículo hacían
exactamente eso.)
Ahora tenemos un ejemplo incluso más
contundente. En octubre pasado, cuando WikiLeaks publicó los e-mails del
archivo de John Podesta
[1] , representantes oficiales del
equipo de campaña de Clinton, incluido el encargado de medios, adoptaron
la estrategia de mentirle al público de manera descarada, diciendo -sin
aportar ninguna prueba- en que los e-mails habían sido fabricados y por
tanto debían ser ignorados. Esa mentira descarada -y es exactamente lo
que era: una denuncia hecha con el conocimiento de que era falsa y con
total falta de respeto por la verdad- fue agresivamente amplificada por
personalidades de la cadena televisiva
MSNBC como Joy Ann Reid y Malcolm Nance, por David Frum de
The Atlantic y Kurt Eichenwald de
Newsweek.
Al decir que los e-mails del archivo de WikiLeaks eran falsos o
manipulados, y que por lo tanto debían ser descartados, se fabricó una
clásica “noticia falsa”, difundida no por adolescentes de Macedonia u
operativos del Kremlin sino por medios de prensa convencionales como
MSNBC, The Atlantic y
Newsweek.
Y, de manera previsible, esta noticia falsa se propagó como incendio en
un bosque por todo el internet, y fue ansiosamente leída y compartida
por decenas de miles de personas deseosas de creer que esto era verdad.
Como resultado de esta campaña de desinformación deliberada, a
cualquiera que intentara reportar sobre el contenido de los mensajes se
le respondía que los documentos eran falsos.
El más perjudicial de estos argumentos provino de Malcolm Nance, analista del inteligencia de
MSNBC.
Este analista, como lo documenté el 11 de octubre, envió un tuit que
tenía el extraño rótulo de “Alerta oficial”. Aseguraba: Se ha probado
que los
#PodestaEmails están llenos de falsificaciones obvias &
#blackpropaganda no han sido ni siquiera profesionales” (“
#PodestaEmails are already proving to be riddled with obvious forgeries &
#blackpropaganda
not even professionally done”). Este tuit fue reenviado por más de
cuatro mil personas. Fue respaldado con la credibilidad adicional de dos
periodistas pro-Clinton, Reid y Frum (“expertos de seriedad”).
Todo esto, a su vez, fue el material en el que se basó un artículo publicado en algo llamado “
The Daily News Bin” con el titular “Experto de inteligencia de
MSNBC:
WikiLeaks ha publicado e-mails falsos que no son de Hillary Clinton”.
Esta clásica noticia falsa -citando a Nance y Reid entre otros- fue
compartida más de 40.000 veces en Facebook.
Desde un principio
fue obvio que el fraude no eran los documentos de WikiLeaks sino la
acusación emitida por los defensores de Clinton, cuyo objetivo era
desinformar al público. Respecto a la versión de que los correos de
Podesta eran falsos, ahora sabemos que fue difundida por un fanático de
Clinton.
Cuando Nance -el “analista de inteligencia” de
MSNBC-
emitió su “Alerta oficial” lo conectó a un tuit que decía: “Por favor
sean escépticos de los supuestos #PodestaEmails. Los trumpistas están
ensuciando documentos.” Ese tuit, a su vez, estaba conectado a otro tuit
de una cuenta anónima
“The Omnivore”, donde había una obviamente
falsa transcripción de un supuesto discurso de Hillary Clinton ante
Goldman Sachs. Aunque el falso documento nunca sido publicado por
WikiLeaks, constituía la base de toda la denuncia originada en
MSNBC de que los documentos de WikiLeaks eran adulterados.
Sin embargo la persona que había falsificado la transcripción del
discurso ante Goldman Sachs era un devoto seguidor de Hillary Clinton, y
no un “trumpista”. En el
Daily Beast, la persona que usaba la
cuenta “The Omnivore” se desenmascaró como “Marco Chacon”, un
auto-proclamado creador de “noticias falsas virales”, cuyos blancos de
ataque era los seguidores de Sanders y de Trump (se especializaba en
fraudes anti-Clinton, que fueran ostensiblemente falsos con el objetivo
de tenderles una trampa a los oponentes de la candidata, para que de esa
manera quedaran mal parados). Cuando no posteaba noticias falsas
inventadas con el fin de hacer quedar mal a los opositores de Clinton,
su cuenta se parecía a cualquier otra cuenta pro-Clinton: numerosos
artículos negativos contra Sanders, y luego, contra Trump; y enlaces a
artículos favorables a Clinton.
En el artículo de
Daily Beast
publicado el 21 de noviembre, Chacon describe cómo fabricó el falso
discurso de Clinton ante Goldman Sachs. Dice que lo hizo antes de saber
que entre los correos electrónicos de Podesta se hallaban fragmentos de
los discursos de Clinton ante los banqueros de Wall Street. Pero, una
vez que se dio cuenta de que WikiLeaks había publicado las
transcripciones, Chacon trató de persuadir a los críticos de Clinton de
que creyeran que sus falsificaciones eran reales, para así poder
demostrar que estos (los anti-Clinton) eran unos tontos crédulos.
Sin embargo, para desgracia de Chacon, la gente que terminó siendo
engañada por sus noticias falsas fueron los más prominentes seguidores
de Clinton en la nación, incluyendo supuestos expertos y periodistas de
MSNBC
que usaron las burdas falsificaciones de Chacon para convencer al mundo
de que el archivo de WikiLeaks había sido adulterado y por tanto debía
ser ignorado. Que fueran periodistas pro-Clinton los que hayan difundido
las noticias falsas como reales ahora le resulta aterrador hasta al
mismo Chacon:
“Los tuits se hicieron súper-virales. Casi llegaron a ser
trending -y siguen hasta ahora- el
hashtag
#buckeoflosers. Un tuit que decía que eran una mala falsificación fue
reenviado entre otros por Malcolm Nance, un analista de inteligencia de
MSNBC, que tuiteó diciendo que había que desconfiar de las publicaciones de WikiLeaks…
Nance, quien tiene una sólida formación en inteligencia, debería haber distinguido rápidamente que esto era falso al ver
‘(chaos)’ escrito en el margen y
‘((makes air quotes))”
escrito antes de ‘bucket of losers’ en la cómica supuesta
transcripción, y nunca debería haberla usado como referencia diciendo
que los documentos revelados por WikiLeaks de Podesta eran una
falsificación…
Al final, ¿esto cambió algo? No lo sé. Creo que
sin querer perjudiqué a WikiLeaks, no estoy orgulloso de ello, pero
tampoco arrepentido. Sospecho que algunos se dieron cuenta que estaba
creyendo en noticias falsas.”
La última oración -que como
resultado del fraude de Chacon “algunos se dieron cuenta que estaba
creyendo en noticias falsas”- no es cierta, al menos para gente como
Eichenwald, Frum, Nance y Reid. Incluso cuando estaba en claro desde el
principio para cualquier persona racional y honesta que no había ninguna
prueba de que los documentos difundidos por WikiLeaks fueran
adulterados, e incluso cuando (como lo dice el mismo Chacon) nadie
mínimamente informado (mucho menos supuestos “expertos de inteligencia”)
debería haber creído en esta noticia falsa tan evidente. Ninguno de los
periodistas que le mintieron al público sobre los documentos de
WikiLeaks lo reconocieron ni una sola vez.
No retiraron sus
tuits de noticias falsas -alertándole a la gente que los documentos de
WikiLeaks eran falsificados- ni se retractaron ni reconocieron las
falsedades que habían diseminado. Esto incluye los segmentos de
MSNBC que difundieron la acusación.
En efecto, no solo era muy obvio que los documentos publicados por
Chacon no impugnaban los archivos de WikiLeaks, sino que una mínima
investigación hubiera revelado que la persona que adulteró documentos no
era ni un agente del Kremlin ni un seguidor de Trump, sino de Clinton.
En efecto, esto le quedó muy en claro al periodista de
Vice
Michael Tracey, que reconoció de inmediato que el fabricante de la
noticia falsa era pro- Clinton. Pero, como este hecho no era conveniente
para la agenda política de
MSNBC/Newsweek, fue ignorado y en
cambio, los periodistas de estos medios eligieron creer la mentira de
que el archivo de WikiLeaks había sido adulterado.
Me
sorprendería enormemente si alguno de ellos lo admitiera incluso
confrontados con la confesión de Chacon. Esto se debe a que
MSNBC
ha demostrado en repetidas oportunidades que acepta las noticias falsas
y las mentiras descaradas de sus personalidades siempre y cuando estas
mentiras estén al servicio del candidato correcto (cuando los demócratas
difamaron a Jill Stein como una “títere del Kremlin”, en el programa de
Reid se presentó la mentira de Nance de que Stein había tenido su
propio programa en
Russia Today: una total fabricación que
MSNBC, hasta el día de hoy, no ha corregido y ni siquiera ha reconocido a pesar de los múltiples pedidos de FAIR (
http://fair.org/home/stoking-russia-panic-for-partisan-gain-will-have-a-long-term-price-for-peace/ )
MSNBC
, literalmente a diario, presenta diversas personas que lamentan, con
actitud de superioridad moral, la difusión de “noticias falsas”. Sin
embargo, la misma cadena
MSNBC no solo difunde noticias falsas
sino que se niega a corregirse cuando se la descubre. ¿Pueden tener ni
siquiera una pizca de credibilidad para denunciar noticias falsas? No,
no la tienen.
El hecho de que los periodistas y “expertos”
mintieran descaradamente al público para ayudar a su candidata favorita
es obviamente peligroso. Esto fue señalado -irónicamente por Marty
Baron, editor ejecutivo del
Washington
Post- quien en conversación con Jim Rutenberg
del New York Times
dijo: “Si en una sociedad la gente no puede ponerse de acuerdo en
hechos básicos, ¿cómo podría haber una democracia que funcione?”
Exactamente: si tienes periodistas destacados que le dicen al público que crea en un grupo anónimo con una lista macartista
[2]
falsa, o que le dice que ignore documentos informativos argumentando
que son falsos cuando no existe ninguna razón para creer que son falsos,
esto es una amenaza directa contra la democracia. En el caso de los
correos de Podesta, las mentiras fueron fabricadas por los mismos
sectores que se autoproclaman a los gritos como víctimas de las noticias
falsas.
Pero el problema va más allá de un mero asunto de
hipocresía. Las quejas sobre las noticias falsas van típicamente
acompañadas de “soluciones”, que involucran censura y supresión, ya sea
por parte del gobierno o de las grandes corporaciones tecnológicas, como
Facebook. Pero sin una definición clara de “noticias falsas”, y hasta
que se reconozca que las noticias falsas son agresivamente propagadas
por la misma gente que se queja de ellas, los peligros representados por
las soluciones propuestas serán tan, o más, grandes que el problema.
Glenn Greenwald : Abogado y periodista investigativo es cofundador de The Intercept. Anteriormente trabajó en
Salon (EE.UU.) y
The Guardian
(Gran Bretaña). Fue el primero en reportar las revelaciones realizadas
por el denunciante de conciencia Edward Snowden sobre el sistema de
vigilancia masivo implementado por la NSA (National Security Agency) en
EE.UU. y en el extranjero. Recibió los más prestigiosos premios
periodísticos, como el Pulitzer (2014) y el George Polk (2013).
https://theintercept.com/2016/12/09/a-clinton-fan-manufactured-fake-news-that-msnbc-personalities-spread-to-discredit-wikileaks-docs/
[1]
Nota de la traductora: John Podesta fue el jefe de la campaña electoral
de Hillary Clinton a la presidencia de EE.UU. El archivo de John Podesta
publicado por WikiLeaks contenía cientos de miles de correos internos,
al igual que numerosos e-mails intercambiados entre la campaña de
Clinton y personalidades de los medios de prensa acordando cómo
beneficiar a la candidata, en detrimento del socialista Sanders durante
las primarias, y luego de Trump en la elección presidencial.
[2] Nota de la traductora: El término
macartismo
fue acuñado en la década de 1950, cuando el senador Joseph McCarthy se
convirtió en la figura líder de la campaña anticomunista en Estados
Unidos. Esta campaña era una cacería de brujas contra cualquier
disidente político en todos los ámbitos, desde el cine hasta la
administración pública. La acusación de "rojo", "comunista" o "agente de
Rusia" se esgrimía sin aportar pruebas, con el propósito de eliminar a
los oponentes políticos, encarcelándolos, echándolos de sus trabajos,
convirtiéndolos en parias.
ver ..
http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/12/12/ahi-vienen-los-rusos
Ver..
Y para más ..
La fiscal general admite que no tienen pruebas que fuera Rusia ..
.
Y más madera ..
El 12 de junio de 2016, la agencia de prensa oficial de Jordania publicó
una entrevista del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed
Ben Salman, quien defendía la modernidad de su familia argumentando que
la familia real saudita financió –ilegalmente– en un 20% la campaña
electoral de Hillary Clinton… a pesar de tratarse de una mujer. Al día
siguiente, la agencia anulaba el despacho que contenía esa información y
afirmaba que su sitio web había sido pirateado.