viernes, 16 de diciembre de 2016

USA . Entre WikiLeaks y las Fake news. Dossier.







El equipo de campaña de Clinton creó noticias falsas que usó el canal "MSNBC" para desacreditar documentos de WikiLeaks

The Intercept

Traducido por Silvia Arana

Desde las elecciones hubo un boom en el uso de la frase “noticias falsas”, pero el término, al igual que otros rótulos políticos como “terrorismo” y “discurso de odio”, carece de una definición clara; es esencialmente inútil, excepto como instrumento de propaganda y censura.
Uno de los ejemplos más ofensivos fue un artículo reciente del Washington Post promocionando un nuevo grupo anónimo y su repulsiva “lista negra” de medios supuestamente pro-Rusia. Fue una nota infame, difundida por varios periodistas de esos a quienes les gusta gritar “noticias falsas” mientras propagan un artículo basado en noticias falsas. (El Post finalmente esta semana agregó una tibia nota del Editor reconociendo estas críticas; los editores del Post absurdamente dijeron que no quisieron “respaldar la validez” de la lista negra, incluso cuando los puntos centrales del artículo hacían exactamente eso.)
Ahora tenemos un ejemplo incluso más contundente. En octubre pasado, cuando WikiLeaks publicó los e-mails del archivo de John Podesta [1] , representantes oficiales del equipo de campaña de Clinton, incluido el encargado de medios, adoptaron la estrategia de mentirle al público de manera descarada, diciendo -sin aportar ninguna prueba- en que los e-mails habían sido fabricados y por tanto debían ser ignorados. Esa mentira descarada -y es exactamente lo que era: una denuncia hecha con el conocimiento de que era falsa y con total falta de respeto por la verdad- fue agresivamente amplificada por personalidades de la cadena televisiva MSNBC como Joy Ann Reid y Malcolm Nance, por David Frum de The Atlantic y Kurt Eichenwald de Newsweek.
Al decir que los e-mails del archivo de WikiLeaks eran falsos o manipulados, y que por lo tanto debían ser descartados, se fabricó una clásica “noticia falsa”, difundida no por adolescentes de Macedonia u operativos del Kremlin sino por medios de prensa convencionales como MSNBC, The Atlantic y Newsweek. Y, de manera previsible, esta noticia falsa se propagó como incendio en un bosque por todo el internet, y fue ansiosamente leída y compartida por decenas de miles de personas deseosas de creer que esto era verdad. Como resultado de esta campaña de desinformación deliberada, a cualquiera que intentara reportar sobre el contenido de los mensajes se le respondía que los documentos eran falsos.
El más perjudicial de estos argumentos provino de Malcolm Nance, analista del inteligencia de MSNBC. Este analista, como lo documenté el 11 de octubre, envió un tuit que tenía el extraño rótulo de “Alerta oficial”. Aseguraba: Se ha probado que los #PodestaEmails están llenos de falsificaciones obvias & #blackpropaganda no han sido ni siquiera profesionales” (“ #PodestaEmails are already proving to be riddled with obvious forgeries & #blackpropaganda not even professionally done”). Este tuit fue reenviado por más de cuatro mil personas. Fue respaldado con la credibilidad adicional de dos periodistas pro-Clinton, Reid y Frum (“expertos de seriedad”).
Todo esto, a su vez, fue el material en el que se basó un artículo publicado en algo llamado “The Daily News Bin” con el titular “Experto de inteligencia de MSNBC: WikiLeaks ha publicado e-mails falsos que no son de Hillary Clinton”. Esta clásica noticia falsa -citando a Nance y Reid entre otros- fue compartida más de 40.000 veces en Facebook.
Desde un principio fue obvio que el fraude no eran los documentos de WikiLeaks sino la acusación emitida por los defensores de Clinton, cuyo objetivo era desinformar al público. Respecto a la versión de que los correos de Podesta eran falsos, ahora sabemos que fue difundida por un fanático de Clinton.
Cuando Nance -el “analista de inteligencia” de MSNBC- emitió su “Alerta oficial” lo conectó a un tuit que decía: “Por favor sean escépticos de los supuestos #PodestaEmails. Los trumpistas están ensuciando documentos.” Ese tuit, a su vez, estaba conectado a otro tuit de una cuenta anónima “The Omnivore”, donde había una obviamente falsa transcripción de un supuesto discurso de Hillary Clinton ante Goldman Sachs. Aunque el falso documento nunca sido publicado por WikiLeaks, constituía la base de toda la denuncia originada en MSNBC de que los documentos de WikiLeaks eran adulterados.
Sin embargo la persona que había falsificado la transcripción del discurso ante Goldman Sachs era un devoto seguidor de Hillary Clinton, y no un “trumpista”. En el Daily Beast, la persona que usaba la cuenta “The Omnivore” se desenmascaró como “Marco Chacon”, un auto-proclamado creador de “noticias falsas virales”, cuyos blancos de ataque era los seguidores de Sanders y de Trump (se especializaba en fraudes anti-Clinton, que fueran ostensiblemente falsos con el objetivo de tenderles una trampa a los oponentes de la candidata, para que de esa manera quedaran mal parados). Cuando no posteaba noticias falsas inventadas con el fin de hacer quedar mal a los opositores de Clinton, su cuenta se parecía a cualquier otra cuenta pro-Clinton: numerosos artículos negativos contra Sanders, y luego, contra Trump; y enlaces a artículos favorables a Clinton.
En el artículo de Daily Beast publicado el 21 de noviembre, Chacon describe cómo fabricó el falso discurso de Clinton ante Goldman Sachs. Dice que lo hizo antes de saber que entre los correos electrónicos de Podesta se hallaban fragmentos de los discursos de Clinton ante los banqueros de Wall Street. Pero, una vez que se dio cuenta de que WikiLeaks había publicado las transcripciones, Chacon trató de persuadir a los críticos de Clinton de que creyeran que sus falsificaciones eran reales, para así poder demostrar que estos (los anti-Clinton) eran unos tontos crédulos.
Sin embargo, para desgracia de Chacon, la gente que terminó siendo engañada por sus noticias falsas fueron los más prominentes seguidores de Clinton en la nación, incluyendo supuestos expertos y periodistas de MSNBC que usaron las burdas falsificaciones de Chacon para convencer al mundo de que el archivo de WikiLeaks había sido adulterado y por tanto debía ser ignorado. Que fueran periodistas pro-Clinton los que hayan difundido las noticias falsas como reales ahora le resulta aterrador hasta al mismo Chacon:
“Los tuits se hicieron súper-virales. Casi llegaron a ser trending -y siguen hasta ahora- el hashtag #buckeoflosers. Un tuit que decía que eran una mala falsificación fue reenviado entre otros por Malcolm Nance, un analista de inteligencia de MSNBC, que tuiteó diciendo que había que desconfiar de las publicaciones de WikiLeaks…
Nance, quien tiene una sólida formación en inteligencia, debería haber distinguido rápidamente que esto era falso al ver ‘(chaos)’ escrito en el margen y ‘((makes air quotes))” escrito antes de ‘bucket of losers’ en la cómica supuesta transcripción, y nunca debería haberla usado como referencia diciendo que los documentos revelados por WikiLeaks de Podesta eran una falsificación…
Al final, ¿esto cambió algo? No lo sé. Creo que sin querer perjudiqué a WikiLeaks, no estoy orgulloso de ello, pero tampoco arrepentido. Sospecho que algunos se dieron cuenta que estaba creyendo en noticias falsas.”
La última oración -que como resultado del fraude de Chacon “algunos se dieron cuenta que estaba creyendo en noticias falsas”- no es cierta, al menos para gente como Eichenwald, Frum, Nance y Reid. Incluso cuando estaba en claro desde el principio para cualquier persona racional y honesta que no había ninguna prueba de que los documentos difundidos por WikiLeaks fueran adulterados, e incluso cuando (como lo dice el mismo Chacon) nadie mínimamente informado (mucho menos supuestos “expertos de inteligencia”) debería haber creído en esta noticia falsa tan evidente. Ninguno de los periodistas que le mintieron al público sobre los documentos de WikiLeaks lo reconocieron ni una sola vez.
No retiraron sus tuits de noticias falsas -alertándole a la gente que los documentos de WikiLeaks eran falsificados- ni se retractaron ni reconocieron las falsedades que habían diseminado. Esto incluye los segmentos de MSNBC que difundieron la acusación.
En efecto, no solo era muy obvio que los documentos publicados por Chacon no impugnaban los archivos de WikiLeaks, sino que una mínima investigación hubiera revelado que la persona que adulteró documentos no era ni un agente del Kremlin ni un seguidor de Trump, sino de Clinton. En efecto, esto le quedó muy en claro al periodista de Vice Michael Tracey, que reconoció de inmediato que el fabricante de la noticia falsa era pro- Clinton. Pero, como este hecho no era conveniente para la agenda política de MSNBC/Newsweek, fue ignorado y en cambio, los periodistas de estos medios eligieron creer la mentira de que el archivo de WikiLeaks había sido adulterado.
Me sorprendería enormemente si alguno de ellos lo admitiera incluso confrontados con la confesión de Chacon. Esto se debe a que MSNBC ha demostrado en repetidas oportunidades que acepta las noticias falsas y las mentiras descaradas de sus personalidades siempre y cuando estas mentiras estén al servicio del candidato correcto (cuando los demócratas difamaron a Jill Stein como una “títere del Kremlin”, en el programa de Reid se presentó la mentira de Nance de que Stein había tenido su propio programa en Russia Today: una total fabricación que MSNBC, hasta el día de hoy, no ha corregido y ni siquiera ha reconocido a pesar de los múltiples pedidos de FAIR ( http://fair.org/home/stoking-russia-panic-for-partisan-gain-will-have-a-long-term-price-for-peace/ )
MSNBC , literalmente a diario, presenta diversas personas que lamentan, con actitud de superioridad moral, la difusión de “noticias falsas”. Sin embargo, la misma cadena MSNBC no solo difunde noticias falsas sino que se niega a corregirse cuando se la descubre. ¿Pueden tener ni siquiera una pizca de credibilidad para denunciar noticias falsas? No, no la tienen.
El hecho de que los periodistas y “expertos” mintieran descaradamente al público para ayudar a su candidata favorita es obviamente peligroso. Esto fue señalado -irónicamente por Marty Baron, editor ejecutivo del Washington Post- quien en conversación con Jim Rutenberg del New York Times dijo: “Si en una sociedad la gente no puede ponerse de acuerdo en hechos básicos, ¿cómo podría haber una democracia que funcione?”
Exactamente: si tienes periodistas destacados que le dicen al público que crea en un grupo anónimo con una lista macartista [2] falsa, o que le dice que ignore documentos informativos argumentando que son falsos cuando no existe ninguna razón para creer que son falsos, esto es una amenaza directa contra la democracia. En el caso de los correos de Podesta, las mentiras fueron fabricadas por los mismos sectores que se autoproclaman a los gritos como víctimas de las noticias falsas.
Pero el problema va más allá de un mero asunto de hipocresía. Las quejas sobre las noticias falsas van típicamente acompañadas de “soluciones”, que involucran censura y supresión, ya sea por parte del gobierno o de las grandes corporaciones tecnológicas, como Facebook. Pero sin una definición clara de “noticias falsas”, y hasta que se reconozca que las noticias falsas son agresivamente propagadas por la misma gente que se queja de ellas, los peligros representados por las soluciones propuestas serán tan, o más, grandes que el problema.
Glenn Greenwald : Abogado y periodista investigativo es cofundador de The Intercept. Anteriormente trabajó en Salon (EE.UU.) y The Guardian (Gran Bretaña). Fue el primero en reportar las revelaciones realizadas por el denunciante de conciencia Edward Snowden sobre el sistema de vigilancia masivo implementado por la NSA (National Security Agency) en EE.UU. y en el extranjero. Recibió los más prestigiosos premios periodísticos, como el Pulitzer (2014) y el George Polk (2013).
https://theintercept.com/2016/12/09/a-clinton-fan-manufactured-fake-news-that-msnbc-personalities-spread-to-discredit-wikileaks-docs/


[1] Nota de la traductora: John Podesta fue el jefe de la campaña electoral de Hillary Clinton a la presidencia de EE.UU. El archivo de John Podesta publicado por WikiLeaks contenía cientos de miles de correos internos, al igual que numerosos e-mails intercambiados entre la campaña de Clinton y personalidades de los medios de prensa acordando cómo beneficiar a la candidata, en detrimento del socialista Sanders durante las primarias, y luego de Trump en la elección presidencial.
[2] Nota de la traductora: El término macartismo fue acuñado en la década de 1950, cuando el senador Joseph McCarthy se convirtió en la figura líder de la campaña anticomunista en Estados Unidos. Esta campaña era una cacería de brujas contra cualquier disidente político en todos los ámbitos, desde el cine hasta la administración pública. La acusación de "rojo", "comunista" o "agente de Rusia" se esgrimía sin aportar pruebas, con el propósito de eliminar a los oponentes políticos, encarcelándolos, echándolos de sus trabajos, convirtiéndolos en parias.


  ver ..


http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2016/12/12/ahi-vienen-los-rusos




 Ver..



 Y para más  ..


 

WikiLeaks
Rusia no está detrás de correos filtrados de Clinton

  http://www.telesurtv.net/news/WikiLeaks-Rusia-no-esta-detras-de-correos-filtrados-de-Clinton-20161215-0041.html




 y ver ...

http://cort.as/q3FD


 y ver : http://misionverdad.com/trama-global/las-falsas-noticias-del-new-york-times-como-armas-de-censura

 La fiscal general   admite que no tienen pruebas que fuera Rusia ..

. http://cort.as/q3LG
http://cort.as/q3LG


 Y más madera ..

El 12 de junio de 2016, la agencia de prensa oficial de Jordania publicó una entrevista del príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed Ben Salman, quien defendía la modernidad de su familia argumentando que la familia real saudita financió –ilegalmente– en un 20% la campaña electoral de Hillary Clinton… a pesar de tratarse de una mujer. Al día siguiente, la agencia anulaba el despacho que contenía esa información y afirmaba que su sitio web había sido pirateado.





miércoles, 14 de diciembre de 2016

Autopistas y pelotazos.

14-12-2016

Fomento añade más fondos al largo rescate de las autopistas radiales


Íñigo de la Serna afirma que ya están en negociaciones con los acreedores de los 3.500 millones de euros que acumulan de deuda. El rescate podría suponer también el pago de 5.500 millones de euros de responsabilidad patrimonial con las concesionarias, que son las principales constructoras del Estado español.

Ya lo intentó en 2014, pero no fructificó. Ahora, cuando está a punto de acabar 2016 y el Partido Popular ha renovado en el Gobierno, el nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha anunciado que su cartera se quedará con las ocho autopistas que siguen en quiebra, con una deuda que suma 3.400 millones de euros. Para ello, el ministro ya ha adelantado que está en conversaciones con los bancos acreedores y que se plantea una quita de la deuda del 50% y el sufragio del resto de la deuda mediante bonos a treinta años.
Pero, se llegue a un acuerdo o no con los acreedores, De la Serna da por hecho el rescate de estas vías. Algo que no ha sido una sorpresa, "Ana Pastor estuvo mareando la perdiz aunque era obvio que no iban a llegar a un acuerdo con los bancos", explica Paco Segura, coordinador de Ecologistas en Acción.
“Las autopistas revertirán al Estado y el Estado decidirá cómo gestionarlas”, afirmó el ministro en Los Desayunos de TVE. El objetivo, según De la Serna, que las autopistas “sigan operativas y los ciudadanos puedan utilizarlas”. El rescate de las autopistas podría suponer la aplicación de la Responsabilidad Patrimonial, una figura que contempla la legislación española para concesiones de infraestructuras por la cual el Estado compensa a la concesionaria la inversión y que, en este caso, podría suponer un desembolso de cerca de 5.500 millones de euros, según la patronal de las constructoras Seopán.
Pero no es el único desembolso que ha llevado a cabo el Estado para rescatar unas autovías que nunca han funcionado. El Ministerio ha inyectado los llamados créditos participativos, de entre 200 y 300 millones por radial, y unas cuentas de compensación, por las que el Estado "completa" el pago de los peajes en las autovías y que han llegado a suponer el abono del 80% de los ingresos estimados por las concesionarias, que nunca han sido alcanzados por la baja demanda de estas carreteras. De este modo, previamente y antes del rescate anunciado, los contribuyentes, indica Paco Segura, ya hemos pagado miles de millones por estas autovías.
Como señala Segura, la cantidad de 5.000 millones coincide con la cifra de recortes que la Comisión Europea exige al Gobierno para cumplir con el objetivo de déficit en los próximos presupuestos generales. Algo que no es una novedad, comenta Segura, "cuando Zapatero anunció en 2010 un recorte de 15.500 millones para dos años se estaba gastando esa misma cantidad en infraestructuras".
Pese a la ruina que han supuesto las siete autopistas rescatadas, el PP continúa sin darse por aludido. La presidenta autonómica Cristina Cifuentes sigue defendiendo la construcción de la R-1, que costaría 120 millones de euros y pasaría por el norte de Madrid. Está previsto que la información pública se divulgue en febrero de 2017.
Leer más: Autopistas: las constructoras siempre ganan
Unas vías innecesarias e infrautilizadas Las ocho autopistas ahora en quiebra fueron adjudicadas entre los años 1999 y 2004 a las principales empresas del sector de la construcción: Abertis, Sacyr, Ferrovial, Acciona, OHL, ACS, entre otras. Forman parte del boom de las autopistas, que acompañó al boom inmobiliario, cuando en España se estaban construyendo más viviendas que en Francia y Alemania juntas. El Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte 2005-2020 ya anunciaba la creación de 6.000 kilómetros más de autopistas que se unirían a los 9.000 que ya existían, convirtiendo al Estado español en el país europeo con mayor número de vías rápidas, sin haber realizado estudios serios sobre previsión de tráfico.
En septiembre, ACS, Abertis y Sacyr se aseguraron la buena voluntad del Gobierno al aceptar un periodo de gracia para evitar el cierre inmediato de las radiales R3, R5 y AP7. Un alivio que no solucionaba el problema principal: la presión de la gran banca, acreedora de las constructoras, que comenzó una venta masiva de sus participaciones.
El caso del Sabadell, que en septiembre vendió el 90% de sus participaciones al fondo buitre Taconic. Bancaja, Ibercaja y Caixabank han aprovechado el año para reducir su exposición y vender a estos fondos oportunistas, que ven cómo sus opciones de beneficio aumentan tras el paso dado por Fomento.
De la Serna y las empresas De la Serna ha llegado al Ministerio de Fomento después de pasar, como presidente, por la Federación Española de Municipios y Provincias. Antes fue alcalde de Santander durante cerca de una década, años en los que dejó tras de sí un Plan General de Ordenación Urbana anulado por el Tribunal Supremo y con el que pretendía derribar varios barrios humildes de la capital cántabra, y grandes obras urbanas caracterizadas por las bajas temerarias y los sobrecostes.
Leer más: Íñigo de la Serna: un Plan General anulado y fobia a la participación ciudadana
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/global/32550-fomento-anuncia-rescate-ocho-autopistas-quiebra.html

martes, 13 de diciembre de 2016

Santiago Alba Rico y Siria.

Santiago Alba Rico se lamenta de la expulsión de los terroristas de Alepo

  La República
 
 
Uno de los fundadores de Podemos y habitual columnista de la izquierda trotskista española, Santiago Alba Rico, ha vuelto a posicionarse públicamente del lado del imperialismo

Como ya hiciera en anteriores ocasiones.
En el día de hoy [por ayer] se conocía la noticia, de que el Ejército Árabe Sirio, con la ayuda de Rusia, tomaba gran parte de la zona este de Alepo, expulsando a los terroristas del Estado Islámico y sus diferentes facciones de su feudo sirio, y evacuando a los civiles que han vivido bajo el yugo de este grupo terrorista durante meses.
Sin embargo, Alba Rico ha lamentado en la red social twitter este acontecimiento: “En el hueco que dejó al huir nuestra conciencia cabe holgadamente Alepo. Qué digo: el agujero es tan grande que cabe toda Siria” ha asegurado Rico.
No es la primera vez que el “filósofo” de Podemos se posiciona políticamente del mismo modo. Recordemos que sobre la invasión a Libia llegó a asegurar: “La intervención de la OTAN en Libia salvó vidas”, “No es la OTAN quien está bombardeando a los libios sino Gaddafi”, o “No creo, sinceramente, que la OTAN vaya a invadir Libia”; justo dos semanas después de estas palabras, la OTAN ya estaba bombardeando Libia.
Sobre el golpe de estado neonazi en Kiev, Rico afirmaba: “En Ucrania no ha habido un golpe de estado ultraderechista; hubo una rebelión, un movimiento muy amplio y espontáneo de los ciudadanos indignados”, y calificó a los grupos de extrema derecha que asaltaron las instituciones y expulsaron a Yakunovich como “heroicos”.
En un artículo en rebelion.org, titulado “Podemos en Ucrania”, publicado el cuatro de marzo de 2014, llegó a afirmar que EEUU nunca ha intervenido tan poco, "lleva diez años sin intervenir militarmente en ningún sitio”.
Tampoco pasaron desapercibidas sus críticas hacia el Eurodiputado de Izquierda Unida Javier Couso: “Que Couso se reúna con el asesino gobierno sirio me parece tan repugnante como si se hubiese reunido con los asesinos de su hermano” aseguró. Estas palabras no estuvieron ausentes de crítica y fueron calificadas como “repugnantes” por el actor Willy Toledo.
“¿Puede haber un sinvergüenza mayor que Santiago Alba Rico?” dijo el Secretario General del PCPV Javier Parra; e incluso el propio ex Secretario General del PCE Paco Frutos, afirmó sobre Alba Rico que “está cada vez más claro que Santiago Alba Rico es ayudante de la CIA, dentro de unos años sabremos porqué y por cuánto, de momento sigue con su tarea de enfangar y destruir la conciencia de la izquierda”.



¡Alerta! Falsa iniciativa ciudadana convoca concentraciones en España contra la guerra en Siria

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Jaume Roures está tras la supuesta convocatoria "espontánea" contra la guerra en Siria  

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lunes, 12 de diciembre de 2016

Frantz Fanon y el imperialismo .

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Frantz Fanon en Africa y Asia

 Samir Amin
 
El contraste centros/periferias es inherente a la expansion mundial del ca­pitalismo realmente existente en todas las etapas de su despliegue desde sus orige­nes

Introducción de Samir Amin al libro de Frantz Fanon "Piel negra, máscaras blancas"



El imperialismo que es propio del capitalismo ha revestido diversas y sucesivas formas en relacion estrecha con las caracteristicas especificas de las sucesivas fases de la acumulacion capitalista: el mercantilismo (de 1500 a 1 800 ) , el capitalismo in­dustrial clasico (de 1 800 a 1 945 ) , la fase posterior a la Segunda Guerra Mundial (de 1945 a 1990) y la globalizacion en camino de construirse.
Leer texto completo [PDF]
Texto completo en: http://www.lahaine.org/frantz-fanon-en-africa-y


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domingo, 11 de diciembre de 2016

La dictadura mediática . Entre la "post-truth" y la "fake news" .

Caro pagué por dar voz a Fidel Castro

Por Ignacio Ramonet.

 La Jornada.



La muerte de Fidel Castro ha dado lugar –en algunos grandes medios occidentales– a la difusión de cantidad de infamias contra el comandante cubano. Eso me ha dolido. Sabido es que lo conocí bien. Y he decidido, por tanto, aportar mi testimonio personal. Un intelectual coherente debe denunciar las injusticias. Empezando por las de su propio país.
Cuando la uniformidad mediática aplasta toda diversidad, censura cualquier expresión divergente y sanciona a los autores disidentes, es natural, efectivamente, que hablemos de ‘‘represión’. ¿Cómo calificar de otro modo un sistema que amordaza la libertad de expresión y reprime las voces diferentes? Un sistema que no acepta la contradicción, por muy argumentada que sea. Un sistema que establece una ‘‘verdad oficial’’ y no tolera la transgresión. Semejante sistema tiene un nombre, se llama: ‘‘tiranía’’ o ‘‘dictadura’’. No hay discusión.
Como muchos otros, yo viví en carne propia los azotes de ese sistema… en España y en Francia. Es lo que quiero contar.
La represión contra mi persona empezó en 2006, cuando publiqué en España mi libro Fidel Castro: biografía a dos voces, o Cien horas con Fidel (Editorial Debate, Barcelona), fruto de cinco años de documentación y de trabajo, y de centenares de horas de conversaciones con el líder de la revolución cubana. Inmediatamente fui atacado. Y comenzó la represión. Por ejemplo, el diario El País (Madrid), en el que hasta entonces yo escribía regularmente en sus páginas de opinión, me sancionó. Cesó de publicarme. Sin ofrecerme explicación alguna. Y no sólo eso, sino que –en la mejor tradición estalinista– mi nombre desapareció de sus páginas. Borrado. No se volvió a reseñar un libro mío ni se hizo nunca más mención alguna de actividad intelectual mía. Nada. Suprimido. Censurado. Un historiador del futuro que buscase mi nombre en las columnas del diario El Paísdeduciría que fallecí hace una década…
Lo mismo en La Voz de Galicia, diario en el que yo escribía también, desde hacía años, una columna semanal titulada Res Pública. A raíz de la edición de mi libro sobre Fidel Castro, y sin tampoco la mínima excusa, me reprimieron. Dejaron de publicar mis crónicas. De la noche a la mañana: censura total. Al igual que en El País, ninguneo absoluto. Tratamiento de apestado. Jamás, a partir de entonces, la mínima alusión a cualquier actividad mía.
Como en toda dictadura ideológica, la mejor manera de ejecutar a un intelectual consiste en hacerle ‘‘desaparecer’’ del espacio mediático para ‘‘matarlo’’ simbólicamente. Hitler lo hizo. Stalin lo hizo. Franco lo hizo. Los diarios El País y La Voz de Galicia lo hicieron conmigo.
En Francia me ocurrió otro tanto. En cuanto las editoriales Fayard y Galilée editaron mi libro Fidel Castro: Biographie à deux voix en 2007, la represión se abatió de inmediato contra mí.
En la radio pública France Culture yo animaba un programa semanal, los sábados por la mañana, consagrado a la política internacional. Al publicarse mi libro sobre Fidel Castro y al comenzar los medios dominantes a atacarme violentamente, la directora de la emisora me convocó en su despacho y, sin demasiados rodeos, me dijo: ‘‘Es imposible que usted, amigo de un tirano, siga expresándose en nuestras ondas’’. Traté de argumentar. No hubo manera. Las puertas de los estudios se cerraron por siempre para mí. Ahí también se me amordazó. Se silenció una voz que desentonaba en el coro del unanimismo anticubano.
En la Universidad París-VII yo llevaba 35 años enseñando la teoría de la comunicación audiovisual. Cuando empezó a difundirse mi libro y la campaña mediática contra mí, un colega me advirtió: ‘‘¡Ojo! Algunos responsables andan diciendo que no se puede tolerar que ‘el amigo de un dictador’ dé clases en nuestra facultad…’’ Pronto empezaron a circular por los pasillos octavillas anónimas contra Fidel Castro y reclamando mi expulsión de la universidad. Al poco tiempo se me informó oficialmente que mi contrato no sería renovado… En nombre de la libertad de expresión se me negó el derecho de expresión.
Yo dirigía en aquel momento, en París, el mensual Le Monde diplomatique, perteneciente al mismo grupo editorial del conocido diario Le Monde. Y, por razones históricas, yo pertenecía a la Sociedad de Redactores de ese diario, aunque ya no escribía en sus columnas. Esta sociedad era entonces muy importante en el organigrama de la empresa por su condición de accionista principal, porque en su seno se elegía al director del diario y porque velaba por el respeto de la deontología profesional.
En virtud de esta responsabilidad precisamente, unos días después de la difusión de mi biografía de Fidel Castro en librerías, y después de que varios medios importantes (entre ellos el diario Libération) empezaron a atacarme, el presidente de la Sociedad de Redactores me llamó para transmitirme la ‘‘extrema emoción’’ que, según él, reinaba en el seno de la Sociedad de Redactores por la publicación del libro. ‘‘¿Lo has leído?’’, le pregunté. ‘‘No, pero no importa –me contestó–; es una cuestión de ética, de deontología. Un periodista del grupo Le Monde no puede entrevistar a un dictador.’’ Le cité de memoria una lista de una docena de auténticos autócratas de África y de otros continentes a los que el diario había concedido complaciente la palabra durante décadas.
“No es lo mismo –me dijo–, Precisamente te llamo por eso: los miembros de la Sociedad de Redactores quieren que vengas y nos des una explicación.” “¿Me queréis hacer un juicio? ¿Un ‘proceso de Moscú’? Una  purga por desviacionismo ideológico? Pues vais a tener que asumir vuestra función de inquisidores y de policías políticos, y llevarme a la fuerza ante vuestro tribunal”. No se atrevieron.
No me puedo quejar; no fui encarcelado, ni torturado, ni fusilado como les ocurrió a tantos periodistas e intelectuales en el nazismo, el estalinismo o el franquismo. Pero sufrí represiones simbólicas. Igual que en El País o en La Voz, me desaparecieron de las columnas del diario Le Monde. O sólo me citaban para lincharme.
Mi caso no es único. Conozco en Francia, en España, en otros países europeos, a muchos intelectuales y periodistas condenados al silencio, a la invisibilidad y a la marginalidad por no pensar como el coro feroz de los medios dominantes, por rechazar el dogmatismo anticastrista obligatorio. Durante decenios, el propio Noam Chomsky, en Estados Unidos, país de la caza de brujas, fue condenado al ostracismo por los grandes medios, que le prohibieron el acceso a las columnas de los diarios más influyentes y a las antenas de las principales emisoras de radio y televisión.
Esto no ocurrió hace 50 años en una lejana dictadura polvorienta. Está pasando ahora, en nuestras democracias mediáticas. Yo lo sigo padeciendo en este momento. Por haber hecho simplemente mi trabajo de periodista, y haberle dado la palabra a Fidel Castro. ¿No se le da acaso, en un juicio, la palabra al acusado? ¿Por qué no se acepta la versión del dirigente cubano, a quien los grandes medios dominantes juzgan y acusan en permanencia?
¿Acaso la tolerancia no es la base misma de la democracia? Voltaire definía la tolerancia de la siguiente manera: No estoy en absoluto de acuerdo con lo que usted afirma, pero lucharía hasta la muerte para que tenga usted el derecho de expresarse.  La dictadura mediática, en la era de la post-verdad, ignora este elemental principio.


  y ver  ...
Las famosas "fake news" son un intento de homologar toda expresión distinta a la versión corporativa de la información con una "campaña prorrusa"