viernes, 28 de octubre de 2016

Rajoy ya habla andalú.



  









Las 20 exigencias de Susana Díaz a Rajoy para Andalucía.


La baronesa socialista cuela en el debate de investidura sus avales como líder de la oposición al firmar este jueves con Ciudadanos el acuerdo sobre los Presupuestos andaluces de 2017 que le garantizan estabilidad política frente a la fragilidad del resto de administraciones. Rajoy lanza un guiño a la sevillana, anunciando dos medidas prioritarias para Díaz: la reforma urgente del modelo de financiación autonómica y la convocatoria de la Conferencia de Presidentes.


DANIEL CELA

 Público.es

SEVILLA.- En su sucinto discurso de investidura, Mariano Rajoy ha marcado tres prioridades inmediatas para el inicio de la legislatura: buscar el consenso de todos los partidos para lograr un pacto de Estado por la Educación en el plazo de seis meses; convocar la Conferencia de Presidentes Autonómicos en el Senado y abordar la reforma urgente del sistema de financiación autonómica, que lleva dos años de retraso. Ninguna de estas promesas aparecía como tal (y menos con tanta premura) en el discurso que Rajoy pronunció hace siete meses, tras las elecciones generales del 20 de diciembre. Pero más llamativo aún es que las dos últimas propuestas son las dos reivindicaciones prioritarias de Susana Díaz para Andalucía, las dos fueron reclamaciones explícitas que la líder del PSOE andaluz le hizo a Rajoy hace menos de una semana en el Parlamento autonómico, durante el Debate del Estado de la Comunidad.

Por si había caído en el olvido, en el último Consejo de Gobierno andaluz, este martes, un periodista le preguntó al portavoz de la Junta, Miguel Ángel Vázquez, cuáles serían las principales peticiones que el Ejecutivo andaluz trasladará al futuro Gobierno del PP. Y Vázquez insistió en la urgencia de reformar el modelo de financiación autonómica, cuya mala aplicación, advirtió, “hace perder a Andalucía mil millones de euros al año”. La otra petición va ligada a la primera, y es la convocatoria inminente de una Conferencia de Presidentes Autonómicos, que lleva sin reunirse desde 2012. Rajoy, consciente de la fragilidad de su Gobierno, ha concedido ambas demandas en los primeros 30 minutos de su discurso de investidura, después de haberlas ignorado durante más de cuatro años.


En el entorno de Susana Díaz no han recibido este hecho como algo casual: creen que el presidente busca desde el minuto uno la complicidad de la baronesa andaluza como referente más sólido dentro del PSOE. La paradoja es que Rajoy necesita que el principal partido de la oposición le aporte la estabilidad necesaria para culminar una legislatura de cuatro años, marcada previsiblemente por reformas estructurales y por los nuevos ajustes exigidos por Bruselas.

Para lograrlo necesita que el PSOE, un partido deshilachado y con un conflicto interno sin resolver, logre su propia estabilidad interna, y en ese sentido el presidente reconoce en la andaluza la máxima autoridad dentro de su formación, y por tanto su principal interlocutora. Díaz es la presidenta autonómica con más poder institucional, dirige la comunidad más poblada, con un presupuesto de 32.000 millones de euros, y gobierna, como Rajoy, gracias a un acuerdo de investidura con Ciudadanos. De hecho, este jueves lo programó todo para que su mayor aval para liderar el PSOE en el futuro -la estabilidad política y económica de su Gobierno- se solapara con el tormentoso debate de investidura.
Un presupuesto de 32.000 millones

Justo cuando Albert Rivera replicaba a Rajoy en el Congreso, en el Parlamento andaluz PSOE-A y Ciudadanos firmaban un acuerdo presupuestario sobre un volumen de 32.000 millones de euros que blinda la tranquilidad política para Díaz en 2017, y contrasta con la incertidumbre sobre las cuentas públicas en el resto de administraciones, incluido el propio Ejecutivo central. Para que quedase claro cuál es el mensaje que quiere trasladar la presidenta andaluza, su número dos en el partido, Juan Cornejo, enumeró una a una todas las comunidades autónomas y el estado de profesionalidad en el que se encuentran sus presupuestos para el año que viene.

El Consejo de Gobierno andaluz aprobará este viernes el anteproyecto de ley de los próximos Presupuestos Autonómicos, pero la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, ya ha avanzado algunas de las grandes cifras. La más importante, quizá, es que el presupuesto aumentará un 2,8% respecto al presente ejercicio, aupado en una previsión de crecimiento de la economía andaluza del 2,3% del PIB, lo que ha permitido a la Junta diseñar unas cuentas con una previsión de crear 65.000 empleos nuevos en solo un año.

Pese a todo, la titular de Hacienda admite que el presupuesto no es más que una proyección que depende de variables externas que ahora generan mucha incertidumbre, como el efecto del Brexit en la economía española, la incidencia para las comunidades del ajuste de 5.500 millones de euros que Bruselas le exige a España o la aprobación de los próximos Presupuestos Generales del Estado, de los que dependen las entregas a cuenta a las regiones por la recaudación tributaria.

Montero ha dejado claro que Andalucía necesitará que el Gobierno de Rajoy apruebe las cuentas pronto, pero el número dos del PSOE ha matizado en seguida que, tras escuchar al presidente en la investidura, su partido no le dará el apoyo que necesita. “La aprobación de los Presupuestos Generales dependerá de si Rajoy se ha enterado de todas las cosas que tiene que cambiar y de que ya no tiene 186 diputados. Si no cambia de la noche al día, ni presupuestos ni nada”, ha zanjado Cornejo.

El PSOE andaluz ha reconocido que las dos primeras promesas de Rajoy en su discurso son una concesión directa a la baronesa socialista, pero no se les escapa que ese guiño también coloca a Díaz en un serio aprieto frente a los partidos de la oposición situados más a la izquierda. “El PP va a querer matarnos a besos. Tenemos que marcar claramente las distancias desde el principio”, dice un miembro del Ejecutivo andaluz. Podemos e IU ya han definido su línea de ataque: sitúan a Rajoy y a Susana Díaz en el mismo bando y harán corresponsable a la presidenta andaluza de todas las decisiones que adopte el Gobierno central y vayan contra los intereses de esta región.

Para la formación morada, además, es la oportunidad de echar por tierra las constantes acusaciones que vierte sobre ella la presidenta andaluza cada vez que hay coincidencia de voto de PP y Podemos en el Parlamento. “Se le ha acabado el discurso de la pinza. ¿Con qué cara nos va a seguir acusando ahora de aliarnos con la derecha si ella acaba de promocionar a un Gobierno del PP?”, avisa el partido de Teresa Rodríguez.
Pulso en el Constitucional

Todo esto, claro, Susana Díaz ya lo había previsto, de modo que su plan para contraatacar ya estaba escrito y convenientemente argumentado. Para neutralizar las críticas de Podemos e IU (que no le llegarán únicamente desde Andalucía), la presidenta de la Junta no sólo no va a edulcorar lo más mínimo su estrategia de confrontación con el Ejecutivo central. Al contrario, pretende endurecerla, ejerciendo como principal portavoz de la oposición desde el palacio de gobierno en San Telmo.

Hasta ahora, la dinámica entre las dos administraciones era ésta: La Junta denunciaba el “agravio” del Gobierno con Andalucía, y Rajoy reprochaba al equipo de Díaz que alimente la “confrontación constante” con Madrid. La Junta cree que el presidente “ha maltratado a esta comunidad», que no le da lo que le corresponde; y el Gobierno replica que si hoy la Junta puede pagar a sus proveedores y la nómina de sus empleados, es gracias a su “ayuda financiera”. Como consecuencia de este pulso endiablado, el Ejecutivo andaluz mantiene a día de hoy 17 recursos vivos en el Tribunal Constitucional contra leyes de Rajoy.

Andalucía ha recurrido decretos leyes que regularon los ajustes urgentes en Educación, Sanidad, estabilidad presupuestaria o tasas judiciales. Además, consideró insconstitucionales las leyes de Educación (Lomce), la de reforma local o la modificación de la Ley de Costas. Rajoy respondió con el mismo movimiento, interponiendo recursos contra la Junta para paralizar las medidas de contención que ésta había articulado como alternativa a los recortes, como la subasta de medicamentos, las oposiciones de enseñanza Secundaria con una tasa de reposición del 100% o, quizá la más polémica, la llamada ley antidesahucios, aprobada por el Ejecutivo de coalición PSOE-IU en el anterior mandato.

Otros 20 litigios entre Gobierno y Junta fueron resueltos por el Constitucional durante el mandato anterior, de los cuales siete fueron favorables al Estado, cinco parcialmente a favor, una dio la razón a Andalucía en su totalidad y otras siete parcialmente. Entre los pendientes y los resueltos, al cifra alcanza los 37 pleitos andaluces contra el Gobierno.

Este intenso pulso judicial no hace sino evidenciar la confrontación de dos modelos políticos antitéticos. Susana Díaz lleva años defendiendo que su gestión al frente de la Junta de Andalucía es el “paradigma de que hay otra forma alternativa de gobernar”, demuestra que es posible lidiar con la crisis sin las políticas austeras, las privatizaciones, los despidos en el sector público y los recortes del Ejecutivo del PP.

La presidenta andaluza no va a variar esa dinámica y ya ha preparado una lista de demandas pendientes para recibir a Rajoy, medidas concretas que quiere introducir ya en los próximos Presupuestos Generales, y sin ellas, el PSOE podrá allanar su rechazo a apoyar las cuentas del Estado.
8.000 millones de deuda

Sin embargo, casi todas las tensiones territoriales tienen que ver con el dinero (con la falta de dinero), de ahí que la principal prioridad de Susana Díaz y en la que se enmarcan todas las demás es la reforma urgente del actual sistema de financiación autonómica, la forma en la que el Gobierno reparte los ingresos por tributos entre comunidades. El modelo actual, diseñado por José Luis Rodríguez Zapatero con el voto en contra del PP, hace que regiones tan dispares como Andalucía y Valencia coincidan en su crítica, porque ambas se sienten infrafinanciadas. Si se consolida la recuperación económica, uno de los mayores retos de esta legislatura será el diálogo multilateral entre partidos y comunidades para consensuar una nueva financiación autonómica.

En teoría, este asunto irá parejo al debate territorial y a la hipotética reforma de la Constitución, que conlleva clarificar las competencias de las comunidades, del Estado, de los ayuntamientos, y decidir cómo y quién financia cada servicio público. Díaz tiene intención de usar el peso de Andalucía como garante de que se mantenga la igualdad entre regiones y el principio de solidaridad –las mismas bases que el 28F, día de la autonomía andaluza–, y para impedir cualquier tentativa del Estado de ofrecer prebendas a Catalunya para desinflar la burbuja secesionista.

La líder del PSOE-A también ha puesto mucho empeño en abrir cuanto antes el melón de la financiación autonómica para convencer a los socialistas catalanes de que se suban a ese carro, de que peleen desde dentro y abandonen su lucha interna por el no a Rajoy. Díaz les ha dicho que ganarán más si se anticipan al resto de partidos de Cataluña en ese debate del reparto de fondos, que al final será la única forma de afrontar el problema territorial. Pero no parece que por ahora haya convencido al PSC, de momento inmóvil en su decisión de saltarse la disciplina de voto y negar la abstención al presidente del Gobierno.

A partir de este debate, la presidenta andaluza presentará a Rajoy la factura de la “deuda” del Gobierno con Andalucía que asciende a 8.000 millones de euros por varios conceptos financieros, una cifra que ya ha bautizado como “la segunda deuda histórica”, remitiendo a aquel término que tan buen resultado político dio hace dos décadas, cuando la Junta reclamaba al Gobierno central “una deuda histórica” por el déficit en inversiones estatales en Andalucía durante los años ochenta (en esos 8.000 millones se incluye una partida de 2.525 millones precisamente por las infraestructuras pendientes de realizar).

En un segundo nivel, la presidenta andaluza quiere comprometer a Rajoy a cofinanciar la Dependencia, como dice la ley, porque ahora mismo la Junta paga “a pulmón” el 80% del gasto para atención a dependientes. También exigirá mayor implicación del Estado en el proyecto estratégico de la línea ferroviaria Algeciras-Bobadilla y un plan extraordinario de empleo, similar al que el Gobierno financió en otras dos regiones azotadas por el paro: Extremadura y Canarias.





martes, 25 de octubre de 2016

La politica de austeridad en Italia.

Italia: La charada 'anti-austeridad' de Renzi y la verdad sobre el déficit



Thomas Fazi

 

El último proyecto de ley de presupuesto - aprobado hace tan sólo unos días - confirma lo que muchos críticos del gobierno han estado diciendo todo el tiempo : la retórica anti-austeridad de Matteo Renzi es eso: retórica. Desde su nombramiento como primer ministro, en febrero de 2014, Renzi ha sido un crítico sin tapujos de la austeridad. Entre los titulares recientes - a menudo acompañados de romances épicos sobre los enfrentamientos a puerta cerrada entre Roma y Bruselas (y / o Berlín) - figuran "La austeridad sólo es buena para Alemania, dice Renzi” , “Renzi hace trizas la austeridad de Merkel“ y  “Renzi ataca ‘la obstinación terapéutica’ de la UE con la austeridad". Tras el reciente terremoto en el centro de Italia, Renzi se comprometió a "tomar todas las medidas [de flexibilidad presupuestaria] necesarias 'para su plan de reconstrucción, en medio de expresiones de apoyo de varios líderes europeos, entre ellos Angela Merkel (que dijo que Renzi tendría una 'audiencia comprensiva' para su plan).
La solidaridad tras el terremoto fue de corta duración. Unas semanas más tarde, en la cumbre de crisis de la UE en Bratislava, Renzi no participó en la rueda de prensa final con sus homólogos de Alemania y Francia, debido a los desacuerdos sobre economía e inmigración. En los días previos a la publicación de la ley de presupuesto se hizo evidente que las razones de Renzi para una mayor flexibilidad habían caído en oídos sordos. Primero fue Jens Weidmann , presidente del infame Bundesbank, que acusó a Italia de 'abusar' de la cláusula de flexibilidad contenida en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) e instó a Renzi a centrarse en las reformas estructurales y la reducción de la deuda. Luego fue el turno de Pierre Moscovici , el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, que indicó que el PEC 'funciona bien' y descartó otorgar mayor flexibilidad a Italia (a pesar de que acababa de conceder a España y Portugal un aplazamiento de las normas presupuestarias de la UE para el funcionamiento de unos déficits mucho más altos que Italia - el doble en el caso de España). Por último, Mario Draghi cortó la discusión en seco al declarar que las normas de la UE ya prevén “mucha flexibilidad” y que "los países ... deberían pensar más en la composición que en el tamaño de sus presupuestos” (a pesar de sus numerosas llamadas en los últimos meses para un mayor apoyo fiscal de la flexibilización cuantitativa del BCE).
A la vista de las posiciones oficiales de ambas partes - por un lado, un primer ministro que ha denunciado repetidamente las reglas fiscales de la zona euro, y está al frente de un país que enfrenta la recesión más larga y profunda de su historia; por el otro, un establishment europeo que insiste en más austeridad - un observador no informado podría ser perdonado por creer que Renzi va a desafiar las normas de la UE y unilateralmente aumentar el déficit. Todos los demás en Europa parecen incumplir las normas: no sólo España, Portugal, Francia y Grecia, están muy por encima del límite del 3 por ciento de déficit del PEC, sino que incluso Alemania ha estado violando de manera agresiva las reglas sobre el superávit comercial de la UE desde hace años .
Sin embargo, nuestro observador imaginario se hubiera decepcionado: no sólo el reciente proyecto de ley de presupuesto no prevé un aumento del déficit fiscal de Italia en 2017, sino que en realidad prevé una reducción del 2,6 por ciento actual al 2,4 por ciento. Y no porque se espere que la economía comenzará a crecer mágicamente - la tasa de crecimiento del PIB estimada para 2017 es de un magro (y demasiado optimistas) 1 por ciento -, sino porque el gobierno vergonzosamente ha aceptado continuar con las medidas de austeridad, en forma de recortes presupuestarios adicionales (a pesar de que Italia ha reducido el gasto público más que cualquier otro estado miembro desde el inicio de la crisis).
Para entender las consecuencias desastrosas de esta decisión es importante comprender la diferencia entre el saldo presupuestario primario y el saldo presupuestario global. Es un error muy común que cuando hablamos de "déficits presupuestarios” de los que estemos hablando únicamente es de los ingresos menos los gastos del gobierno: es decir, los gobiernos gastan más de lo que recaudan en impuestos. Sin embargo, el saldo presupuestario global incluye los pagos de intereses de la deuda existente. El saldo primario, por el contrario, se refiere a cuánto ingresa un gobierno, menos lo que gasta, sin incluir los pagos de intereses de la deuda existente - por lo que lógicamente esta es la medida que debemos tener en cuenta al evaluar si un país está llevando a cabo una política fiscal expansiva o contractiva, y si estamos tratando con una nación "virtuosa" o "despilfarradora", en la jerga de nuestra época.
El saldo primario y el equilibrio global no siempre apuntan en la misma dirección, por supuesto: si un país tiene un alto gasto en intereses en relación con el PIB, se puede tener una situación en la que el saldo primario esté en superávit (es decir, el gobierno gane más de lo que gasta), pero el balance global sea deficitario, ya que el saldo primario no es suficiente para cubrir todos los pagos de intereses, lo que significa que el país tiene que emitir nueva deuda simplemente para pagar su deuda.
Este es el caso de Italia: a pesar de su reputación de derrochador irresponsable, es uno de los pocos países en Europa (y del mundo) que tiene un importante superávit primario - lo que significa que, en promedio, ha ingresado sistemáticamente más de lo que ha gastado, excluido el pago de intereses - desde principios de 1990.
Fuente: Ministerio italiano de Economía y Finanzas sobre la base de datos AMECO-Comisión Europea
Sin embargo, esto nunca ha sido suficiente para cubrir la alta tasa de gasto en intereses del país, con un promedio de alrededor del 5 por ciento del PIB desde el año 2000 (un legado de los altísimos tipos de interés de la década de 1980), por lo que el Estado ha tenido que asumir nuevas deudas cada año simplemente afrontar el servicio de su deuda antigua: de ahí el déficit global. Lo mismo ocurre con una serie de otros países: según datos de la Comisión Europea, entre 1992 y 2008, la zona euro registró un superávit primario constante. Incluso si nos fijamos en los 'derrochadores' PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España), vemos que antes de 2008, tres (Italia, Irlanda y España) tuvieron superávit presupuestario primario y uno (Portugal) tenía un presupuesto primario prácticamente equilibrado. Grecia fue el único país con un déficit presupuestario primario grave.
Esto no quiere decir que Italia y los otros estados-miembros deban ser elogiados por tales políticas presupuestarias. Por el contrario, hay pruebas convincentes de que este tipo de políticas presupuestarias restrictivas - aplicadas desde principios de la década de 1990 por todos los países de la UEM para cumplir con los criterios de convergencia de Maastricht -, son una de las principales causas de las tasas de crecimiento estancado de ese período. Ese es ciertamente el caso de Italia. Pero desmonta el vergonzoso mantra pos-crisis de la UE de que los países europeos necesitan "poner su casa fiscal en orden". También muestra que el propósito (o, al menos, uno de los propósitos) de las políticas de austeridad después de las crisis nunca fue ayudar a los países en problemas de la zona euro, sino simplemente restablecer su capacidad de servicio de la deuda. Los recortes y subidas de impuestos no hicieron a los gobiernos europeos más ricos, o sus finanzas públicas más sostenibles (sino todo lo contrario, de hecho, dado los efectos recesivos bien documentados de estas políticas); el dinero "salvado" mediante la reducción de servicios públicos cruciales fue directamente a los bolsillos de los acreedores. Por último, muestra hasta que punto es surrealista todo el debate europeo sobre la "flexibilidad": lo que está en juego no es si a los gobiernos se les debe permitir tener déficits primarios superiores, sino la rapidez con que deben aumentar su superávit primario.
Volviendo al último proyecto de ley presupuestario de Italia: su carácter contractivo se confirma por el aumento estimado en el superávit primario de 1,5 a 1,7 por ciento en 2017. Ello deprimirá aún más la economía italiana, loque el gobierno sabe perfectamente. Nada menos que el ministro de Finanzas del país, Pier Carlo Padoan, reconoció en una reciente entrevista con el diario Il Messaggero que "la reducción del gasto público en Italia ha llevado a tasas de crecimiento más bajas que en otros países". Lo que es peor, sin embargo, es el hecho de que este ajuste fiscal adicional se llevará a cabo a pesar de una reducción estimada en los pagos de intereses del país en este período de alrededor del 2 por ciento del PIB desde 2015 hasta 2017, gracias a las políticas de tasas de interés ultra-bajas del BCE. Hasta aquí llega el "espacio fiscal" que se suponía que la flexibilización cuantitativa iba a conceder a los gobiernos; en el mejor de los casos se podría argumentar que la austeridad habría sido aún mayor sin ella.
Fuente: OCDE
Pero esta última evoluciónn no debería ser una sorpresa. A pesar de la retórica grandilocuente contra la austeridad del primer ministro Renzi, la verdad es que desde que llegó al poder el saldo primario de Italia ha ido constantemente en aumento y el equilibrio global en constante disminución. Algo que los desastrosos resultados económicos de Italia en los últimos años muestran demasiado bien.
Italia: Balanza Presupuestaria Global (Barra Amarilla), El Saldo Primario (Barra Verde Oscuro) Y El Pago De Intereses (Luz Barra Verde)
Fuente: Ministerio italiano de Economía y Finanzas sobre la base de los datos ISTAT
Por lo tanto, sólo se puede concluir que: (a) Renzi nunca tuvo la intención de desafiar seriamente la austeridad, lo que le convierte en el mayor sacamuelas desde Berlusconi; o (b) su idea de cuestionar la austeridad consiste en denunciar constantemente las reglas a la vez que presume de ser el único gobierno en Europa en cumplirlas, posiblemente con la intención perversa de demostrar su inutilidad  haciéndose un harakiri económico. De cualquier manera, Italia avanza firmemente hacia una segunda década perdida como resultado de las políticas abismales de Renzi.

escritor, activista y cineasta galardonado. También ha traducido al italiano las obras de autores como Christopher Hitchens, George Soros y Robert Reich. Su libro, "La batalla de Europa: Cómo una élite secuestró un continente - y cómo podemos recuperarla" ha sido publicado por Pluto Press.
Fuente:
https://www.socialeurope.eu/2016/10/renzis-anti-austerity-charade-and-the-truth-about-italys-deficit/
Traducción:
G. Buster .
 
Sin Permiso.

domingo, 23 de octubre de 2016

¿ Qué es el CETA ?

Desentrañar el CETA

Mario Nuti

21/10/2016
El 15 de octubre hubo muchas manifestaciones en el Reino de España contra el CETA y el TTIP.  El lema era "Otoño en resistencia. Ni CETA ni TTIP", muchas organizaciones  exigieron la suspensión de dichos acuerdos. Una de las pancartas, en este caso de Madrid, decía: "Las personas y el planeta, por encima de las multinacionales. No a la pobreza. No a la desigualdad. No al CETA. No al TTIP". Más de medio centenar de ciudades del Reino de España realizaron actos contra el TTIP y el CETA en el que participaron muchos miles de personas. Estos actos de protesta se realizaban pocas horas después de que el gobierno en funciones del PP, que la gestora del PSOE se apresura a permitir que siga gobernando, autorizara la firma del CETA. Y solamente tres días después del llamado día de la Hispanidad, en el que se realizaron actos de resistencia como el que motivó que el juez imputara a seis ediles del ayuntamiento de la tercera ciudad más grande de Cataluña, Badalona, porque consideraron, como muchos otros ayuntamientos de la nación catalana, que este día no había nada que celebrar.
A continuación traducimos un artículo que aporta mucha información sobre el CETA. SP

Este artículo dedicado al CETA (el acuerdo comercial entre la UE y Canadá, cuya firma está prevista para finales de octubre) es una colaboración de Peter Rossman, director de campaña y comunicación de la UITA (Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines). Tras una lectura concienzuda del tratado, Rossman escribió este artículo, que fue publicado originalmente en el Global Labour Column y editado por la organización CSID (Estrategia Institucional y Desarrollo Industrial, de la Universidad de Witwatersrand, Johannesburgo). Estamos muy agradecidos al autor por habernos dado permiso para reproducirlo aquí. También se puede acceder de forma gratuita a la versión ampliada publicada con anterioridad sobre Acuerdos comerciales que amenazan la democracia. (DMN)

«Las partes establecen un área de libre comercio...» CETA Artículo 1.4.

«El comercio, al igual que la religión, es algo de lo que todo el mundo habla, pero muy pocos entienden: el propio término es ambiguo y en su acepción común no se explica con suficiencia». Daniel Defoe, Plan del comercio inglés (1728).
El acuerdo económico y comercial global (CETA, por sus siglas en inglés) entre la UE y Canadá, como otros tantos megatratados insidiosos, es un instrumento de amplio alcance cuyo objeto es expandir el horizonte de las inversiones transnacionales por medio del retroceso de las competencias de los gobiernos en la regulación del interés público. El ataque a la gobernabilidad democrática no se limita a los notables mecanismos de solución de diferencias entre los inversores y los estados (ISDS, por sus siglas en inglés), los cuales privilegian el capital transnacional mediante la creación de un ordenamiento jurídico paralelo exclusivo de los inversores transnacionales. Antes bien, las invasivas demandas de estos inversores impregnan el tratado de principio a fin.
El «libre comercio» y la expansión del universo del inversor
Canadá y la UE se sitúan ya entre las economías más abiertas del mundo. Los aranceles entre ellas han conocido en la actualidad su mínimo histórico. La misión principal del CETA consiste en eliminar las «barreras no arancelarias», es decir, las leyes y los reglamentos edificados durante decenios de lucha para limitar el poder corporativo y favorecer las políticas y los servicios necesarios en la defensa de los trabajadores, los ciudadanos y el medioambiente. El CETA es un tratado de inversión embutido en un proyecto global de «desregulación».
Este tratado propiciará que las normativas y políticas existentes en Canadá y la UE se vuelvan vulnerables frente a las recusaciones de los inversores, ya sea de forma directa a través de los mecanismos ISDS o indirectamente mediante los mecanismos de solución de litigios entre estados impulsados por las empresas. El tratado también se cuida de excluir la posibilidad de utilizar las herramientas políticas esenciales que los gobiernos progresistas van a necesitar para revertir la destrucción social que está alimentando la derecha autoritaria, nacionalista y xenófoba.
El CETA se construye sobre la base de una definición amplia de la inversión que prolonga su alcance más allá de los tratados existentes entre Canadá y la UE. Es prácticamente idéntico al proyecto de capítulo sobre inversión que se filtró de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés).
El texto oficial «jurídicamente depurado» del CETA dispone, tautológicamente, que «el término inversión abarca cualquier tipo de activo que un inversor tiene en propiedad y controla, de forma directa o indirecta, y que posee las características de una inversión». (CETA, 2014: 39). Entre estas características de la inversión incluye «la expectativa de ganancia o beneficio». Además de la inversión directa en una empresa, el término «inversión» comprende las acciones, títulos, bonos y demás instrumentos de deuda; las concesiones, «incluida la búsqueda, el fomento, la extracción o explotación de recursos naturales»; los derechos de propiedad intelectual y «otras propiedades mobiliarias, tangibles o intangibles, o propiedades inmobiliarias y sus respectivos derechos» y las «reclamaciones de dinero o de cumplimiento de un contrato» (CETA 2014: 39 y ss.). Una empresa no tiene más que demostrar que posee una «expectativa legítima» de beneficio para desafiar los obstáculos normativos y poder materializar de este modo dicha expectativa.
Las disposiciones sobre el acceso al mercado y el tratamiento nacional establecidas en el capítulo dedicado a la inversión son aplicables a los gobiernos de cualquier nivel e impiden cualquier restricción en nombre de la «no discriminación». El tratado prohíbe a los gobiernos gestionar las inversiones extranjeras para objetivos distintos y prohíbe cualquier restricción a la repatriación de beneficios.
«Expropiación indirecta»
El capítulo dedicado a la inversión «reafirma» el derecho de los gobiernos de regular en defensa del interés público, pero a los inversores les garantiza una ampliación del «trato justo y equitativo» y mayor protección frente a la «expropiación indirecta» de los beneficios previstos a través de la adopción de nuevas leyes y normativas. El órgano de solución de controversias determinará si se ha producido expropiación indirecta mediante un estudio basado en hechos que tenga en consideración, entre otros factores, «hasta qué punto la medida o serie de medidas interfiere con las expectativas inequívocas y razonables de la inversión» (CETA, 2014: 331; la cursiva es del autor). La «expropiación reglamentaria» o indirecta ha permitido el éxito de mano de los inversores de un creciente número de desafíos al derecho, las normativas y las decisiones judiciales de interés público gracias a las acciones judiciales entre inversores y Estados.
Los servicios públicos están exentos de los requisitos de acceso al mercado, de tratamiento nacional y de cumplimiento, y de las disposiciones de nación más favorecida previstas en el capítulo dedicado a las inversiones solo en la medida en que no se «lleven a cabo en condiciones comerciales o compitan con uno o más operadores económicos». Este es el fantasmal modelo de desinversión del sector público que ya se estableció en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Puesto que los bolsillos del comercio privado están presentes en la mayoría de los servicios públicos, pocos cumplen dichos criterios. Las partes deben reservar los servicios que deseen excluir —el método de la lista negativa— en función de la Clasificación Central de Productos de las Naciones Unidas de 1991, cuyos miles de entradas difuminan la distinción entre la fabricación y los servicios del ámbito público y los del ámbito privado. Las cláusulas de moratoria y las que establecen un posible aumento de competencias congelan los niveles actuales de privatización, dificultando y haciendo más costoso para los gobiernos el devolver los servicios privatizados al sector público.
El capítulo de regulación nacional del CETA no se limita a los servicios. Los gobiernos deben garantizar que cualquier restricción reglamentaria que observen o adopten «no complica o demora indebidamente la provisión de un servicio o el ejercicio de cualquier otra actividad económica» (CETA, 2014: 91; la cursiva es del autor). El artículo 2 del capítulo sobre obstáculos técnicos al comercio refuerza los límites a la regulación puesto que estipula que los reglamentos «no deben ser más restrictivos para el comercio de lo necesario para la persecución de un objetivo legítimo» [1].
El capítulo dedicado a la contratación pública facilita la introducción de las empresas en los gobiernos a cualquier nivel mediante la generalización del «tratamiento nacional» y la prohibición de «condiciones compensatorias especiales», definidas como «cualquier condición o compromiso que fomente el desarrollo local».

El capítulo dedicado a los servicios financieros prevé «medidas cautelares», definidas muy vagamente, pero amortigua las posibilidades de restringir el volumen o la cuota de mercado de las instituciones financieras, aun cuando dichas medidas «no discriminen» entre inversores extranjeros y nacionales. Los gobiernos que persigan limitar la introducción de nuevos «productos» financieros o el volumen de las sociedades financieras encontrarán que dichas sociedades se han blindado, por medio del CETA, contra el riesgo derivado de la regulación.

El capítulo dedicado a la cooperación reglamentaria obliga a los firmantes a «eliminar los obstáculos innecesarios al comercio y a la inversión» y «fomentar la competencia» por medio de un foro de cooperación reguladora que está exento de rendir cuentas y que institucionaliza el cabildeo corporativo. Dicho foro se encarga de disminuir los costes de cumplimiento, para lo cual explora «alternativas» a la reglamentación, y de fomentar el «reconocimiento de la equivalencia y la convergencia». Es decir, se trata de un instrumento poderoso cuyo fin es compensar la protección. Los gobiernos intercambiarán «información reservada» con sus contrapartes del foro antes de que esta se comparta con los legisladores o con el público — ¡y todo ello sin limitar la posibilidad de que cada parte lleve a cabo sus propias actividades reguladoras, legislativas y normativas! —.

Los enfoques reglamentarios deberán ser «tecnológicamente neutros», un requisito que contraviene la vaga promesa formulada en el capítulo dedicado al comercio y al medioambiente, en el que las partes «se comprometen a cooperar para adoptar medidas con las que fomentar la eficiencia y el desarrollo energético, y el uso de tecnologías hipocarbónicas junto con otras tecnologías inocuas para el clima».

¿Qué importancia reviste entonces la inversión (y su apoderado, el «comercio de servicios») respecto del comercio de mercancías en el CETA? Las disposiciones del tratado dejarán de ser aplicables transcurridos 180 días desde la fecha de notificación de la intención de ponerle fin. Sin embargo, el capítulo VIII (inversión) seguirá en pleno vigor durante veinte años (CETA 2014: Artículo 30.9).

¿Plan de trabajo?
Después del voto a favor del brexit, la Comisión Europea anunció que el CETA —cuya firma estaba prevista para la cumbre UE-Canadá a finales de octubre— se consideraría como un «acuerdo mixto», el cual requeriría la aprobación de los parlamentos nacionales de los Estados miembros de la UE, así como de las principales instituciones europeas. No obstante, la Comisión ha propuesto que el tratado entre en vigor provisional de forma inmediata tras la aprobación del Consejo de Europa y del Parlamento Europeo, lo cual significa que las disposiciones en materia de inversión serían aplicables varios años antes de la ratificación total, e incluso a despecho de que uno o más Estados miembros hayan votado en contra del tratado.

Los sindicatos y aliados de la sociedad civil exigen de forma unánime la supresión del mecanismo ISDS en el tratado. El renombramiento que ha hecho la Comisión Europea del ISDS como tribunal para inversiones no lo exime en ningún modo de su toxicidad esencial (ver, por ejemplo, Eberhart, 2016) y debe rechazarse por motivos idénticos.

Sin embargo, el mecanismo ISDS no es más que un elemento, si bien de suma importancia, en la toma generalizada de poder que las empresas están llevando a cabo amparadas por el CETA. Los inversores transnacionales pueden hacer valer sus intereses mediante mecanismos de solución de conflictos entre estados, tal y como demuestra el órgano de solución de controversias de la OMC. Las ambiciosas reivindicaciones de los inversores transnacionales se han ido incorporando sistemáticamente al tratado; la incautación corporativa de la gobernabilidad democrática es el nexo principal de los distintos capítulos. No les interesa que el mecanismo de ISDS se extirpe quirúrgicamente, pues podría dar pie a un texto que sirviera de algún modo como vehículo para un programa de comercio progresista. Tampoco que se «compense» la aplastante carta de reivindicaciones de los inversores mediante la inserción de disposiciones más estrictas que defiendan los derechos laborales o protejan el medioambiente. El CETA es esencialmente hostil a la democracia y al movimiento sindical. Hay que abolirlo, no «mejorarlo».

Detrás del CETA, como no podía ser de otro modo, se esconde la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (el TTIP). En caso de que el TTIP fracase, gran parte de sus aspiraciones podría materializarse con el CETA. La mayoría de las transnacionales estadounidenses posee filiales canadienses que operan y tienen «expectativas de beneficio o ganancia» en la UE. Estas pueden valerse de los mecanismos ISDS u otras disposiciones similares para apaciguar su creciente apetito. Las empresas de la UE pueden demandar al gobierno de Canadá, pero también utilizar sus filiales canadienses para atacar cualquier normativa europea que les resulte inconveniente, fomentando con ello la actual tendencia al abandono de la regulación.

Desde hace muchos decenios, el movimiento sindical ha librado batallas puramente defensivas contra el tratado neoliberal y el programa de inversiones, pero carece de una estrategia propia. El terreno perdido no se podrá recuperar en un territorio que es esencialmente hostil. La crisis, el estancamiento y el mayor ataque de los inversores de la historia reciente no podrán revertirse con estas renovadas dosis de neoliberalismo. Necesitamos programas concretos de inversión pública para abordar el desempleo masivo, la desigualdad, la desintegración de los servicios públicos y el cambio climático. El CETA y sus tratados complementarios están imposibilitando esta tarea de forma verdaderamente efectiva.
Nota:
[1] El proyecto de capítulo filtrado del TTIP sobre obstáculos técnicos al comercio se vale con gran creatividad de la cláusula de nación más favorecida para establecer que «cada una de las partes deberá permitir que las personas de la otra parte participen en el desarrollo de normas, reglamentos técnicos y procedimientos de evaluación de conformidad» y «cada una de las partes deberá permitir que las personas de la otra parte participen en el desarrollo de dichas medidas en términos que no sean menos favorables que los que garantiza a sus propias personas».
Referencias:
CETA (acuerdo económico y comercial global) 2014.

Eberhart, P. (2016) The Zombie ISDS, Bruselas: Corporate Europe Observatory.
economista. Edita https://dmarionuti.blogspot.com.es/
Fuente:
https://dmarionuti.blogspot.com.es/2016/10/unpacking-ceta.html
Traducción: Vicente Abell

sábado, 22 de octubre de 2016

Entrevista a la escritora y activista india Arundhati Roy.




22-10-2016

Entrevista a la escritora y activista india Arundhati Roy
"No estoy segura de que la humanidad quiera sobrevivir"

Mediapart


La novelista, activista y ensayista india Arundaty Roy, prosigue en su intento de "despertar nuestra imaginación" contra el chovinismo, el capitalismo y los procesos en apariencia inofensivos que les permiten prosperar. Arundhati Roy, autora de El dios de las pequeñas cosas acaba, veinte años después, una nueva novela que se publicará en inglés el año próximo y en francés a comienzos de 2018. Mientras tanto, publica dos obras que se inscriben en el combate contra los nacionalistas hindúes y el capitalismo voraz. El primero, Espectros del capitalismo (Capitán Swing), en realidad, es una recopilación de artículos centrada en las tensiones de Cachemira y la forma en las que las ONG, las fundaciones filantrópicas, las becas de estudio, los discursos tranquilizadores sobre la diversidad y el arte sirven de vehículo para el acaparamiento de tierras y la destrucción de los imaginarios en una India donde el desarrollo económico exponencial es compatible con el hecho de que "más del 80% de la población vive con menos de 50 céntimos al día". Frente a esto, Arundaty Roy da cuenta de las luchas que intentan resistir a estos rodillos financieros e ideológicos. Si el análisis es oscuro sobre la suerte que espera una humanidad que ha aniquilado las formas de pensar diferentes, suprimiendo unas formas de vida para imponer otras, Arundaty Roy sigue exigiendo el "derecho a soñar en un sistema que ha intentado transformar a todos los individuos en zombis hipnotizados hasta el punto de asimilar el consumismo irreflexivo con la felicidad y la plenitud". El segundo se titula "Que devons-nous aimer? (Gallimard). Firmado junto al actor y realizador John Cusak, es el resultado de un encuentro con Edward Snowden y también con Daniel Ellsberg, el antepasado de los "denunciantes", en el origen de la filtración de los "Papeles del Pentágono" durante la guerra de Vietnam. Fundamentalmente, consiste en una reflexión sobre el patriotismo, en nombre del cual dicen haber actuado Ellsberg y Snowden mientras que Arundaty Roy llama a redefinir nuestras prioridades: "un bosque virgen, una cadena de montañas o un valle fluvial son más importantes y sin duda, más dignos de amor que cualquier país jamás llegará a serlo. Podría llorar por un valle fluvial, y eso ya me ha sucedido. ¿Pero por un país?”
Entrevista
Escribe que la India es actualmente una superpotencia como las otras, "con bombas nucleares y una escandalosa desigualdad"… En 1988, en El fin de la imaginación, ya había declarado:"Si protestar contra la instalación de una bomba nuclear en mi cabeza es anti hindú y antipatriótico, entonces yo me separo. Por la presente me autoproclamo república itinerante independiente". Casi 20 años después, ¿cómo es su relación con la India?
En India, el discurso nacionalista se ha convertido en terrorífico y eso ha desembocado en ensayos nucleares. Quienes no han celebrado esto como una señal de una gran nación han sido acusados de traición. La diferencia es quienes estigmatizaban como anti-hindú a los pocos que no comulgaban con el culto de la gran potencia nuclear hoy están instalados en el poder y atrincherados detrás de sus convicciones de extrema derecha. Claro, la región está lejos de la situación siria o iraní, pero un gobierno con Modi a la cabeza, azuzando el conflicto en Cachemira y la tensión con Pakistán, ofrece razones para inquietarnos porque allá se habla de potencias que poseen bombas nucleares.
¿Está personalmente en el punto de mira de los nacionalistas hindúes?
El gobierno opera subcontratando su descontento frente a las voces divergentes a la gente. Así se había organizado una manifestación delante de mi domicilio organizada por el ala femenina del BJP, pidiendo mi detención. Y en el último abril, los estudiantes de la universidad Nerhu habían organizado una discusión durante el ahorcamiento del cachemir Afzal Guru, sobre el que escrito varios textos. Algunos grupos increparon a los estudiantes y un periodista de una cadena en continuo preguntó: ¿Quién está detrás de todo esto? ¿Por qué está aún en libertad? Los medios de comunicación propiedad de grandes empresas intiman a las voces independientes a callarse y el gobierno subcontrata la censura a la multitud encolerizada.
¿Cómo explicar que el crecimiento exponencial de la India haya desembocado en una situación en la que las cien personas más ricas del país detentan más de un cuarta parte del PIB? ¿Por que la teoría del "trickle don", según la cual el crecimiento permite a la riqueza "gotear" hacia las clases desfavorecidas, se ha revelado falsa y, al contrario, hemos asistido a un masivo "gushup"(literalmente, surgimiento), proceso por el cual la concentración de la riqueza opera en detrimento de las clases pobres?
Eso ocurre en todo el mundo; eso se llama capitalismo y no es necesario tener una diploma en economía para comprenderlo. Pero en la India, este fenómeno es doble porque, al contrario que el desarrollo chino permitido por la producción y exportación de bienes manufacturados, el crecimiento se basa enteramente en la extracción de recursos naturales y minerales. Históricamente, los británicos y los franceses han colonizado el mundo para extraer sus preciados recursos. Hoy, en la India, una élite está colonizando su propio país. Además, el capitalismo indio es especial en esto ya que las grandes empresas, como Tata por ejemplo, abarcan todos los campos de la vida, de la extracción minera a la educación o ¡los cosméticos! No son solo los pobres los que son rechazados por este sistema, sino también los pequeños comerciantes o los agricultores, entre los que los suicidios son frecuentes, mientras la India se ha convertido en un economía muy potente.
¿En qué sería el capitalismo, como escribe, una "historia de fantasmas?
Me refiero a una cita de Marx que juzgaba que el capitalismo "de unos medios de producción e intercambio tan potentes, parece un mago que no sabe dominar las fuerzas infernales que ha convocado". Las fábricas han cerrado, los empleos han desaparecido, los sindicatos se han evaporado. Se ha dirigido a las personas que integraban el proletariado las unas contra las otras: hindúes contra musulmanes, castas contra castas, regiones contra regiones…Pero el capitalismo se ha convertido en una religión sin ninguna lógica. Ha desencadenado una psicosis colectiva. Sabemos que seguir viviendo como lo hacemos acarreará el fin del mundo y de la humanidad. Sabemos eso. Pero saber no es suficiente para cambiar el curso de las cosas.
¿Por qué piensa que las viejas recetas que han permitido al capitalismo superar las crisis pasadas, por ejemplo, "la guerra y el mercado" sencillamente no van a funcionar?
La fuerza del capitalismo reside en su creatividad y su capacidad de adaptación… Sí, es creativo. Es suficiente para ver hasta qué punto que mientras el capitalismo supuestamente tiene por principio la competencia y el comunismo estaría basado en la unidad, los capitalistas están unidos mientras los comunistas están completamente divididos y son incapaces de ponerse de acuerdo. Pero estamos en una situación en la que la rapidez de circulación del dinero y del capital, altera los parámetros de la comprensión humana y hunde nuestra alma de tal manera que somos incapaces de entender. Estamos en un gran problema como especie.
Tiene palabras muy duras para las fundaciones filantrópicas y las ONG. ¿Por qué?
Sin duda, algunas ONG hacen un excelente trabajo pero la "onguización" de todo, permitida por la financiación "filantrópica" de algunas empresas, plantea problemas. Cuando los estados se retiran de la educación, de la salud, de la mayoría de los espacios que deben ser considerados como derechos inalienables, a partir de ese momento, hay que recurrir a la caridad de estos filántropos y a la acción de estas ONG. Es una quimera. Otro problema de las ONG se debe a que describen el mundo de una cierta manera. Toma a las ONG feministas, por ejemplo. Son importantes para luchar contra la mutilación sexual o los estereotipos de género. Pero la lucha de las mujeres de Chhattisgarh contra el acaparamiento de sus tierras o la de las mujeres de Orissa contra la construcción de una presa no son consideradas como combates feministas dignos de ser financiados como tales. La lucha de las mujeres contra la agenda imperialista y capitalista jamás ha sido considerada como una lucha feminista digna de apoyo. Lo que es financiado por las ONG no es malo pero es fundamental mirar qué es financiado en relación a lo que no lo es. Empresas como Rockefeller o Carnegie que tienen beneficios descomunales tuvieron la idea a comienzos del siglo XX, de reservar un pequeño porcentaje de sus beneficios para las obras filantrópicas y asegurarse de esta forma un control menos visible de la elaboración de políticas que les son útiles. Mire la manera en la que estas grandes fundaciones -Gates, Ford, Carnegie, Rockefeller-invirtieron en la industria de la educación y transformaron la idea misma de la pedagogía.
En Estados Unidos, existen excelentes universidades, con una verdadera diversidad de procedencia del alumnado que captan al conjunto de las élites del Tercer Mundo, esgrimiendo esta bandera. Pero en estos lugares, no se cuestiona en profundidad las desigualdades, el funcionamiento del capitalismo la lucha de clases. Es una forma de adoctrinamiento perfecta porque no se parece a un miembro de la KGB que viene a buscarte bajo la amenaza de un arma para enviarte a un campo de reeducación. Pero sigue siendo una reeducación suave. De las filas de grandes universidades británicas o americanas, han salido buenos investigadores y universitarios pero también los primeros ministros, ministros de economía, economistas y banqueros que han contribuido a abrir las economías de sus países a las corporaciones mundiales. Se ignora y se olvida a todas aquellas personas que plantean cuestiones molestas y se atemperan las formas de pensar. Se ha hecho desaparecer toda una parte de nuestra posibilidad de imaginar un mundo diferente. La manera como han sido destruida la gente que tenía imaginarios diferentes, como los pueblos de los valles de Chhattisgarh o de Orissa, es catastrófica. Pensando sin duda en desprenderse del pasado, en realidad, han destruido el futuro.
¿Hay ejemplos de la desactivación de protestas radicales debidas a la financiación de las fundaciones?
Esto se vio durante el movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos, cuando las fundaciones Ford y Rockefeller financiaron con becas, subvenciones o formación, organizaciones negras "moderadas". Más recientemente, en África del Sur, las fundaciones americanas, para contrarrestar la influencia de la URSS en la ANC, decidieron financiar esta organización permitiéndole eliminar organizaciones más radicales como el Black Consciousness Movement de Steve Biko. Y cuando Nelson Mandela se convirtió el primer ministro negro de África del Sur, se plegó completamente al consenso de Washington e hizo desaparecer cualquier rastro de socialismo del programa de la ANC. Incluso dio la más alta distinción honorífica de África del Sur al general indonesio Suharto que mató a centenares de miles de comunistas en Indonesia… Hoy, África del Sur está gobernada por antiguos militantes que circulan en Mercedes, pero esto es suficiente para mantener el mito de la liberación de los negros. En la India, al menos transcurrieron cincuenta años entre la descolonización y el neoliberalismo capitalista que es una forma de colonización de su propio país por las élites. En África del Sur, no hubo ninguna transición entre estas dos dominaciones. La revolución no puede ser financiada por las ONG o por empresas que tienen interés en el status quo y se acomodan fácilmente a una existencia domesticada y atemperada.
Igualmente, es severa con las políticas llevadas a cabo en nombre de los Derechos Humanos. ¿Por qué?
Es necesario matizar respecto a esta cuestión. No digo que los derechos humanos sean una mala política y muchos de mis mejores amigos son activistas de los derechos humanos. Pero digo que esto no es suficiente. Cuando debían constituir nuestros derechos mínimos, se han convertido en la única cosa que tenemos derecho a reclamar. El capitalismo ha reducido la idea de justicia únicamente a estos derechos mientras que el sueño de la igualdad se convertía en blasfemia. Sin embargo, los derechos humanos pueden ser un límite a nuestra imaginación política. El concentrarse estrechamente en esta cuestión permite también al interesarse únicamente en al violencia y las atrocidades, reprender de la misma forma a las dos partes de un conflicto así sean los maoístas y el gobierno indio o el ejército israelí y Hamas. En la India, en el estado de Cachemira, de Orissa o de Chhattisgarh, existen movimientos de resistencia que no son pacifistas sino armados porque no tiene otra opción para luchar contra el desposeimiento de sus recursos. Pero aunque sus reivindicaciones son justas, no obtienen el apoyo de la clase media porque practican una "violencia" pretendidamente incompatible con los derechos humanos…
¿Qué se puede hacer frente a esto?
No es como si nada se hubiera hecho. Se han llevado batallas. Los pobres ha logrado parar a poderosas compañías mineras. Ha habido victorias pero a menudo se quedan sin visibilidad y no son famosas...
¿Se definiría como comunista?
No. Pero pienso que las clases sociales son un dato esencial para comprender cómo funciona el mundo y analizarlo de forma justa. No pensar en términos de clase es como ser un cuerpo sin esqueleto ni estructura. Pero también creo que pensar solo en términos de clase, como lo hacen ciertos comunistas, es como ser un esqueleto sin cuerpo.
¿De qué puede estar formada esta "nueva imaginación" de la que escribe que necesitamos? ¿Se puede describir?
Sí, se puede pero no en cuatro frases. Es lo que he intentado hacer en la nueva novela que estoy terminando.
"Quizás sea el tiempo de retomar la noche" escribe. ¿Qué significa este proyecto?
Esta frase es una referencia al gigantesco edificio de Antilia, situado en Bombay que pertenece al hombre más rico de la India, Mukesh Ambani. Es la casa más cara jamás construida, con 27 pisos, tres helipuertos, seis pisos de parking, 600 empellados domésticos… Los vecinos se quejan de que este monstruo con todas sus luces les ha robado la noche. Pero reapropiarse de la noche es también una antigua reivindicación feminista y se inscribe en la necesaria recuperación de la naturaleza violentada sea el aire o el agua …
¿Su proposición de suprimir la herencia le parece realista?
La herencia es solo bienes financieros o materiales. Cuando se observa la imposición del sistema de castas en la India, se comprenderá hasta que punto la herencia es también una cuestión de posición, de estatus, de derechos. Si se quiere cambiar las cosas, me parece importante empezar a pensar una forma de no perpetuar los privilegios y los bienes adquiridos.
¿A qué llama las "guerras del modo de vida" en el libro consagrado al encuentro que tuvo con Edward Snowden en compañía de Daniel Ellsberg, otro lanzador de alertas, responsable de la filtración de los "Papeles del Pentágono" durante la guerra del Vietnam?
El modo de vida americano se ha convertido en el modo de vida europeo y el modo de vida de la élite india. Snowden y Ellsberg tuvieron razón al denunciar la crueldad de la guerra de Vietnam o la vigilancia de la NSA pero sigue siendo necesario comprender por qué Estados Unidos hace estas guerras, tanto ayer como hoy. La razón es, antes que nada, el control de los recursos y la voluntad de aprovecharlos lo más rápido posible. Para ello, hay que preconizar un determinado modo de vida particular basado en un apetito de consumo infinito y desenfrenado.
Es Edward Bernays, el sobrino de Freud, uno de los primeros en cambiar la forma de vender estos productos insistiendo no en la necesidad de poseer esto o aquello sino en conseguir hacer creer que tal o cual producto participaba de tu propia personalidad de tu necesaria realización. Es el imaginario de un consumo sin límites, esa idea de que la felicidad pasa por la posesión de más y más objetos, esa forma mediante la que creemos que la civilización y el capitalismo son una sola y misma cosa es lo que hay que volver a plantear si queremos tener una posibilidad de supervivencia. Pero no estoy segura de que la humanidad quiera sobrevivir…
En este encuentro que tuvo con Edward Snowden y Daniel Ellsberg, se percibe que sigue reticente a los motivos patrióticos de su acción. Dicen haber actuado en nombre de una cierta idea de América que la guerra de Vietnam o la vigilancia de NSA "traicionan". Rechaza desde hace tiempo el chovinismo pero, si este causa algunas guerras, ¿los hombres, sin embargo, no han alcanzado los estados nación para combatirse mutuamente?
Yo no digo que no tengan que existir países o naciones sino que no deberían estar provistos de semejante poder esotérico como en Francia o en India, donde mucha gente estima que sus países encarnan una superioridad cultural o civilizadora. No es ninguna tontería. Hay que relajarse. ¿Cómo explicar el fracaso de escritores y artistas que suministran un imaginario menos mortífero que el de la bandera? Es muy frecuente que artistas y escritores se plieguen a las demandas del mercado incluso teniendo el aire de experimentar porque se espera de ti que experimentes pero dentro de ciertos límites. Cuando escribí mi primera novela, El dios de las pequeñas cosas, fui bien acogida y sentí que se esperaba que yo publicara, dos años después, otra novela y así sucesivamente. Pero si yo hubiera querido satisfacer estas demandas, no hubiera podido participar en ninguna de las luchas en las que he participado, ni escribir los ensayos que he escrito. Cuando he publicado, en lugar de una nueva novela, El fin de la imaginación, quienes me habían alabado sintieron una rabia loca y me detestaron. El imaginario de consumo infinito ha penetrado en el mundo artístico y asistimos a formas de "cultural washing" lo mismo que vimos con el "green washing". El mayor festival de literatura mundial se encuentra hoy en la India, en Jaipur. Todo el mundo va allá, los editores, los escritores… Se habla de libertad de expresión, del arte, mientras que las personas que financian el festival destruyen los pueblos de los bosques, y apoyan un gobiernen en el que el simple hecho de no ser hindú y nacionalista es considerado un crimen. Las compañías mineras financian festivales de cine o de literatura con gentes maravillosas que hablan bajo vigilancia de libertad de expresión mientras que sus patrocinadores destruyen el mundo.
¿Qué debemos amar entonces para retomar el título de su libro?
Hay que reflexionar mucho, es por lo que he terminado de escribir una nueva novela sobre ese tema. Pero creo que debemos acabar con la idea de que la naturaleza debe ser sojuzgada y dominada por los seres humanos. Debemos acabar con la convicción de que el ser humano debe estar en el centro del mundo y todos los relatos que la atraviesa.
Fuente: https://www.mediapart.fr/journal/culture-idees/131016/arundhati-roy-je-ne-suis-pas-sure-que-l-humanite-veuille-survivre
Traducción: VIENTO SUR

viernes, 21 de octubre de 2016

Violencia y criminalización de la protesta.


Si pudieras oír, a cada sacudida, la sangre
fluyendo borboteante de espumosos pulmones corruptos,
obscena como cáncer, amarga como el bolo
de repugnantes, incurables úlceras en inocentes lenguas,
amigo mío, no dirías con tanto entusiasmo
a los niños apasionados por una gloria sin esperanza
la vieja mentira: Dulce et decorum est
Pro patria mori
 John Pilger


.

Violencia y criminalización de la protesta social
¿Estamos tontos?



No voy a hacer preámbulo explicativo de lo que sucedió y su validez, solo unos renglones dedicados a su interpretación.
¿Cómo? es posible que políticos de izquierdas, “progres de la cultura”, y como no, periodistas independientes y tertulianos varios, todavía sigan con sus engañosos cantos a la democracia y libertad de expresión para denostar la violencia de cualquier protesta.
Ya basta de desviar la atención con intención. Los violentos no son los que protestan en la UAM contra la invitación del rectorado a dar charlas magistrales a seres del tipo de González y Cebrián. Seres que no pueden aportar a la juventud –por lo menos, a la más sana, solidaria y humana- nada positivo, no egoísta, ya que representan –en la realidad y en la verdad- el envilecimiento, golpismo y terrorismo de Estado patrocinado por élites interesadas
Violencia no es una protesta de universitarios contra representantes de lo peor que cualquier oligarquía mantiene (mantener de pagar, en su seno), actores directos en representación de los poderes más brutales y reaccionarios.
Violencia es imponer gobiernos,
 Violencia es impedir por todos los medios que la gente se empodere del parlamento, de los barrios y calles,
 Violencia es el desalojo de sus casas de familias y particulares, reclamado por bancos, ejecutado por jueces y obligado por policías,
Violencia es que los UIPs te -cuando vas, o pasas junto/a una manifestación/concentración- exijan la documentación para imponerte una multa, ya que saben que golpes, o/y una noche, o cuatro en los calabozos, estas dispuesto a pasarlas, pero una multa de 300 € te hace pasar hambre,
Violencia es no dar a los parados un subsidio decente de paro, violencia es escuchar a una parlamentaria decir “!que se jodan!” y no se la expulse inmediatamente del hemiciclo,
 Violencia es haber rescatado a la banca privada (bankia también era privada), lo que nos cuesta con unas y otras cosas, 180.000.000.000. de euros, los mismos que quitaron de protecciones sociales,
 Violencia es no subir las pensiones porque han dilapidado el fondo, y sobre todo, porque no quieren poner impuestos a los más ricos,
 Violencia es que medios y periodistas criminalicen a los que se mueven por lo social,

Violencia es la pobreza que asola a la población –trabaje o no-, etc. En fin,
Violencia no es una protesta contra un par de personas que han hecho mucho daño a la mayor parte de la población del Estado España, violencia es criminalizar a la población, población sacrificada en aras de lo “políticamente correcto”.
Violencia es llamar violentos a unos estudiantes que solo tienen la protesta como expresión -ni ellos son libres, ni se pueden expresar libremente-, ya que están fuera de los círculos de poder que detentan y dirigen los medios e imponen la forma de informar,
 Violencia es lo que perpetran trabajadores de los mismos que criminalizan en aras al mantenimiento de lo que tiene que ser; el medrar e impunidad de las élites y su legitimación por todos los medios.
Ya no basta con no creerte lo que dicen, ya es hora de expresarse, de negar su mentira

jueves, 20 de octubre de 2016

El sectarismo del País.

 

El desvergonzado partidismo y sectarismo de ‘El País’

20 Oct 2016
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Vicenç Navarro

Público.es
Catedrático de Ciencias Políticas y Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra
Bajo la dirección de Antonio Caño, que fue en su día el corresponsal de El País en EEUU (ver mi artículo “El sesgo profundamente derechista de Antonio Caño, el nuevo director de El País”, Público, 24.02.14), el diario ha alcanzado unos niveles de partidismo derechista que no tienen nada que envidiar al partidismo exagerado que muestran rotativos como La Razón y el ABC, periódicos que representan muy bien la escasa calidad y manipulación que caracterizan a la derecha española (que en el espectro político actual en la Unión Europea correspondería a la ultraderecha). Ni que decir tiene que hay columnistas y colaboradores de gran valía en tal periódico, con orientación progresista. Pero, además de ser una pequeña minoría entre los colaboradores y articulistas de este medio, ahora guardan un silencio ensordecedor frente a dicho sectarismo, y falta de profesionalidad, lo que parece reflejar un temor a la disidencia en un ambiente profesional con escasísima diversidad intelectual donde se excluyen sistemáticamente posturas críticas con sensibilidad de izquierdas. El “anti-izquierdismo” de El País alcanza niveles semejantes al del Daily Telegraph en el Reino Unido, o al del Wall Street Journal en EEUU. Con su abusiva manipulación y vulgar estilo (generalizado en la cultura de mala leche que caracteriza a la derecha en este país), intenta destruir a aquel a quien El País considera que es su adversario (mejor dicho, y tal como lo proyecta tal rotativo, su enemigo). Permítanme varios ejemplos.
La excesiva utilización y manipulación de un inexistente antiamericanismo
El columnista Xavier Vidal-Folch, que escribe frecuentemente sobre temas económicos, firmó un artículo (“Última oportunidad”, El País, 26.09.16) a favor del Tratado de Libre Comercio entre EEUU y la UE en el que definió a los que se oponían a dicho tratado como “antiamericanos” (con lo cual quería decir antiestadounidenses, pues la mayoría de americanos viven en el sur y centro de las Américas, no en el norte), acompañando predeciblemente esta definición con toda una serie de insultos y sarcasmos que, por desgracia, son costumbre en este columnista (al cual, por cierto, solía leer en tiempos pasados, pero lo hago con menos frecuencia desde que su estilo y narrativa han cambiado bajo la nueva dirección del diario). Según tal definición de “antiamericanismo”, nos encontramos con que la mayoría del pueblo estadounidense, así como la mayoría de sindicatos de EEUU, además de los dos candidatos a la presidencia de EEUU, el Sr. Trump, candidato del Partido Republicano, y la Sra. Hillary Clinton, candidata del Partido Demócrata, son, todos ellos, “antiamericanos”, pues todos ellos están en contra de tal tratado (la Sra. Clinton pasó de apoyarlo cuando fue Secretaria de Estado -equivalente a Ministro de Asuntos Exteriores- del gobierno Obama, a distanciarse ahora durante la campaña electoral). Lo que este articulista está haciendo es lo que siempre han hecho las derechas de cualquier país, confundiendo al Estado con el país. De ahí que definan a los movimientos (por regla general de izquierdas) que se oponen a las políticas públicas promovidasy/o llevadas a cabo por el gobierno federal de EEUU como antiestadounidenses, aun cuando muchas de tales políticas públicas cuenten también con la oposición y desaprobación de la mayoría de la ciudadanía estadounidense.
En realidad, el desconocimiento de EEUU de tal columnista es sorprendente. En otro artículo reciente, “Nostalgia de Obama” (17.10.16), en alabanza del Presidente de EEUU indicaba que uno de sus méritos había sido poner fin “al militarismo imperial de Cuba” (cita directa del artículo), afirmación que se espera de los Eduardo Inda de este país, pero que considero lamentable leer en las páginas de El País. Cualquier observador, mínimamente objetivo, de la política exterior de Cuba, puede ver que su ayuda exterior no es en materia militar, sino en causas humanitarias (ayuda en las regiones del ébola en África, en el huracán en Haití, y en muchos otros lugares del mundo), ayuda que ha sido ejemplar, como es ampliamente reconocido, incluso por el propio Presidente Obama (cuyo Estado federal, por cierto, tiene bases militares por todo el mundo) y por el Secretario de Estado de EEUU, el Sr. Kerry. La cantidad y calidad de tal ayuda, con el compromiso ejemplar de los profesionales sanitarios que participan en ello, ha sido alabada extensamente, incluso por voces conservadoras capaces de ser objetivas.
La demonización de Pedro Sánchez (ahora) y de Pablo Iglesias (siempre)
Este tipo de comportamiento de sectarismo aparece también abusivamente en su cobertura del partido Podemos y de la coalición Unidos Podemos, y que ahora incluye también al hasta hace poco Secretario General del PSOE, el Sr. Pedro Sánchez. Sus reportajes tienen como objetivo no ya criticar, sino destruir a los dirigentes de partidos políticos que son considerados adversarios (perdón, enemigos). Uno de los últimos editoriales de El País sobre Pedro Sánchez (“Salvar al PSOE”, 29.09.16) alcanzaba unos niveles de insulto y sectarismo que se reproducen constantemente, en este rotativo y otros medios del Sr. Juan Luis Cebrián, en la cobertura del Secretario General de Podemos, el Sr. Pablo Iglesias. En aquel editorial se utilizan todo tipo de adjetivos insultantes, acusándole de no haber dimitido (antes de que lo hiciera), por haber sido, supuestamente, responsable de la caída de votos socialistas en Galicia y en el País Vasco. Esta personalización de responsabilidades, exigiendo la dimisión de Sánchez como consecuencia del descenso electoral del PSOE, contrasta con los editoriales que escriben a favor de la Sra. Susana Díaz, Presidenta del Gobierno Andaluz, bajo cuyo mandato el PSOE ha alcanzado el apoyo electoral (en porcentaje de votos) más bajo conocido en Andalucía.
En realidad, este retroceso del PSOE viene ya de muy lejos y se debe a su conversión al neoliberalismo, conversión que fue alentada y apoyada por el propio El País, uno de los rotativos españoles que ha promovido más intensamente esta ideología neoliberal, cuya aplicación por parte de sucesivos gobiernos españoles (gobierno Zapatero y gobierno Rajoy) ha sido sumamente perjudicial para el bienestar de las clases populares de este país. No es, pues, de extrañar que tales clases hayan ido abandonando su apoyo al PSOE. Las responsabilidades de tal retroceso electoral son muchas, incluyendo las del propio rotativo que sistemáticamente, en su campaña propagandística a favor de las políticas neoliberales promovidas por el establishment financiero-político y mediático europeo, excluye a economistas españoles de sus páginas de opinión que cuestionan la sabiduría convencional neoliberal que el diario promueve.
La mentira y manipulación como táctica del rotativo
Pero, por si el editorial citado anteriormente no fuera poco, el responsable de Opinión de El País, el Sr. José Ignacio Torreblanca (responsable de la exclusión de voces críticas en tal sección), escribió hace unos días un artículo en el que, de nuevo, insulta a aquellos que responsabilizan a los barones del PSOE, incluido Felipe González, de oponerse a la alianza PSOE-Podemos prefiriendo, en su lugar, la continuación del gobierno Rajoy. Torreblanca indica, como dicen los barones, que no hay alternativa posible a Rajoy, pues las izquierdas no suman ahora, ni sumaron en 2015, los escaños suficientes para permitir una alternativa de izquierdas. Concluye, pues, como también concluye el editorial de El País del mismo día, que Sánchez está llevando “al PSOE al abismo por la quimera de querer pactar con un Podemos que no quiere pactar con él (el subrayado es mío) (ver el artículo “Quimeras“, El País, 29.09.16).
Este personaje está mintiendo (y él lo sabe), pues es a todas luces visible y público que Podemos, tanto en 2015 como en 2016, expresó su deseo de pactar con el PSOE. Fueron los barones del PSOE y el propio El País los que no quisieron, y solo permitieron que se abriera esta posibilidad una vez el PSOE pactara primero con Ciudadanos, estableciendo una dinámica que sabían a priori que sería muy difícil para Podemos poder aceptarla. El frente PSOE- Ciudadanos representaba una alianza hostil a la plurinacionalidad de España, defendida por Podemos, cuya estructura casi federal incluye fuerzas claramente opuestas a la visión uninacional de dicho frente. Es más, el pacto entre el PSOE y Ciudadanos mantenía elementos claves del neoliberalismo imperante. Si el PSOE hubiera estado interesado en explorar alternativas, lo lógico es que se hubiera sentado para pactar con Podemos, y no con Ciudadanos; y luego, conjuntamente, explorar alianzas con otros partidos.
Y lo mismo está ocurriendo ahora, en 2016. La diferencia en este momento es que una vez vistas las intenciones reales de Ciudadanos (que siempre incluyó gobernar con el PP), Pedro Sánchez estaba dispuesto a pactar con Unidos Podemos -UP- (lo cual tenía que haber hecho ya en 2015). Y Unidos Podemos había invitado a Pedro Sánchez a explorar una alternativa al gobierno Rajoy liderada por una alianza PSOE-UP. El País y sus portavoces sabían de ello (pues era pública la invitación de Pablo Iglesias a Pedro Sánchez) y mienten a sabiendas. La alianza PSOE-Unidos Podemos podía haber conseguido el apoyo de los otros partidos que han indicado y expresado su deseo de que desplacen del gobierno al partido gobernante más corrupto de Europa. Pero El País jamás lo permitió. Con una actitud apostólica, digna de la mejor causa, mintió, manipuló, insultó e intentó destruir a los que el Sr. Cebrián considera sus enemigos (a los cuales, además, su diario define como anti España). Y a este comportamiento lo definen como democrático y defensor de la libertad de prensa, todo ello sumamente predecible.
Las manipuladoras encuestas de EL PAÍS
 Y semejante manipulación aparece también en las encuestas que periódicamente publica El País, haciendo siempre coincidir sus resultados con los deseados por la dirección del diario, confirmando sus tesis. En realidad, en el artículo que el director de la compañía que realiza las encuestas de El País (el Sr. Toharia) escribió acompañando la publicación de la última encuesta, este dejó cualquier atisbo de objetividad en su descripción de los resultados de la encuesta, saltando ya directamente a proponer los cambios políticos que también proponía la línea editorial, que coincide con la propuesta del aparato y barones (pero no de la militancia) del PSOE, representados, por cierto, por el Sr. Felipe González y el Sr. Rubalcaba, conocidos barones de este partido, que se sientan en el Consejo Editorial de El País (José Juan Toharia,Tocado, pero no hundido”, El País, 16.10.16).
La obsesión enfermiza contra Pablo Iglesias
El País, como la mayoría de medios de información y persuasión españoles, tiene una obsesión enfermiza contra el Secretario General de Podemos, el Sr. Pablo Iglesias, que alcanza dimensiones delirantes en editoriales como el titulado “Iglesias desatado” (18.10.16), en el que se presenta la supuesta batalla entre Errejón (sobre quien El País había mentido indicando que deseaba desbancar a Iglesias como Secretario General) y Pablo Iglesias como si la hubiera ganado este último, habiendo abandonando de forma oportunista la socialdemocracia para convertirse al allendismo. Tengo que admitir que tuve que leer este editorial dos veces, pues me era difícil aceptar que el que escribió tal editorial pudiera ser tan ignorante, pues, por lo visto, desconocía que el gobierno de Unidad Popular (presidido por Allende), al cual tuve el enorme privilegio de asesorar, era socialdemócrata, intentando desarrollar el socialismo a través de la vía democrática, proyecto que el aparato del PSOE (pero no su militancia) habían y continúan abandonando.
Última observación: ¿hasta cuándo este silencio ensordecedor?
Para los que habíamos colaborado hace ya tiempo con El País y teníamos esperanzas de que podría ser un rotativo que rompiera con el enorme conservadurismo de los medios en España, nos entristece que se haya convertido en uno de sus mayores puntales, presentando, editorial tras editorial, y encuesta tras encuesta, el anti-izquierdismo que tipifica a la gran mayoría de los medios, convirtiendo España en una dictadura mediática. Y mientras, nos debemos preguntar ¿Hasta cuándo las voces auténticamente democráticas dentro del rotativo permanecerán calladas? ¿Cuándo romperán su silencio ensordecedor? Ya va siendo hora de que, de la misma manera que hubo periodistas e intelectuales durante la dictadura que protestaron por la manipulación de la prensa y televisión durante aquel régimen, existan ahora voces semejantes que protesten frente a la dictadura mediática que este país está sufriendo.
Una última nota. Las voces críticas, por desgracia, no tienen acceso a los grandes medios. De ahí que tenga que hacer el ruego de que el lector comprometido con la libertad de expresión necesaria pero no existente en este país, distribuya extensamente este artículo. Gracias.

miércoles, 19 de octubre de 2016

Prietas las filas .

 

 http://kaosenlared.net/wp-content/uploads/2016/10/ppsoecs.jpgLa obediencia debida




Rafael Cid

A medida que la pugna en el seno del Partido Socialista se desliza hacía un vergonzante “prietas las filas”, como corresponde a un lobby ideológico convertido en agencia de colocación, parece necesario dejar de llamar partido político a lo que en la práctica supone una congregación de fieles. Porque esa es la característica principal que define a una organización que, como el PSOE dinástico, enarbola una fantasmagórica “disciplina de voto” como norma suprema. Solo las órdenes monásticas y las bandas fascistas piden a sus miembros parecida disciplina. Las primeras, exigiendo tomar los votos (de pobreza, castidad, obediencia, etc.) a su grey para ser admitida, y las segundas, ejerciendo la obediencia debida caiga quien caiga. En este último caso, ciertamente, hasta que los Juicios de Núremberg fallaron que esa fe ciega no eximia de responsabilidad a quienes habían jaleado los crímenes de los jerarcas nazis.
Desde que la ilustración secularizó la política, creíamos estar a salvo de algunos aquelarres más propios de los conjurados de la devotio ibérica que de quienes actúan como legítimos representantes de la ciudadanía. ¿Cómo puede confiarse en un partido que cercena la libertad de conciencia de sus integrantes para gobernar una sociedad democrática? ¿Con semejantes atributos despóticos, dónde queda el enunciado constitucional que prescribe a los partidos una estructura y funcionamiento democrático (art.6.C.E.)? ¿No supone ya una flagrante vulneración de esa Constitución que, en vez activar el artículo 36 de los Estatutos del PSOE para convocar un Congreso extraordinario que devuelva la decisión a las bases, se forme una gestora conculcando su propia normativa?
Agencia de colocación, obediencia debida, disciplina de voto, es el pautado del partido concebido como aparato de poder autorreferencial. Pero hay más y peor. Ocurre que, al considerarlos “un instrumento fundamental para la participación política” (art.6. C.E.), lo que hagan necesariamente nos afecta. Representantes y representados van encadenados como una cuerda de presos, y sus virtudes y sus vicios terminan siendo parte de su acervo común. Por capilaridad, ósmosis o simple mimetismo, todos están concernidos. Y eso se demuestra en el hecho absurdo y patético de que sus propias fechorías terminan siendo secundadas por parte sociedad a la que dicen servir. Se trata de la gota malaya por la que la corrupción obtiene recompensa en las urnas y se acepta sin demasiado reproche que la cúpula del primer partido de la oposición funcione con una cuadrilla de bribones.
Tantos años denunciando el modelo en que una minoría privilegiada somete a la mayoría social, para al final verlo reproducido en aquellos que lo criticaban. Ni siquiera los escasos 200.000 afiliados del PSOE serán los que con su abstención vayan a dar el gobierno sobre 46 millones de españoles al Partido Popular de la trama Gürtel. Esa pirueta la hará posible un grupo de notables interpretando a su favor la opinión de los más de 5 millones de votantes que creyeron en el programa socialista para echar al PP de la Moncloa. Y todo ello con trolas y falsedades que sonrojarían a cualquier persona con dos dedos de frente y un átomo de decencia. Sin importarles el grado de desfachatez e impostura. Se puede escuchar al número dos de Susana Díaz argumentar que el acta del diputado pertenece al partido, sin parar en que la Constitución prohíbe el mandato imperativo (art. 67, 2). O toparse con un titular a cuatro columnas de un diario de referencia afirmando que “los votantes del PSOE creen que al partido le conviene abstenerse” aunque la encuesta en que se basa diga todo lo contrario: que el 49 % de los votantes socialistas prefieren evitar un gobierno de Rajoy frente al 47% que piensan que lo óptimo es impedir nuevas elecciones” (El País, 15 de octubre, págs. 1 y 15).
Dudo mucho que, como acaba de escribir, el profesor Javier Pérez Royo, estemos en la antesala de la Tercera República. Precisamente porque actualmente no existe un bloque de centro izquierda capaz de un nuevo Pacto de San Sebastián que entierre a esta Segunda Restauración. Por más que desde el punto de vista de su adecuación a la realidad social hace tiempo que el régimen de la Transición es un cadáver exquisito. Lo que si puede afirmarse con toda seguridad es que desde este momento el PSOE ya forma parte del problema, junto a los sindicatos CCOO y UGT que han asistido al putsch de los barones desde la barrera. Todos a una porque “la indisoluble unidad de la Nación Española, patria común e indivisible de todos los españoles” (art.2 C.E.), puede verse comprometida por el derecho a decidir en Catalunya. Pienso más bien que nos encontramos en los prolegómenos de algo parecido a los que ocurrió en las Cortes de Cádiz (1808-1814), cuando los comisionados americanos defendieron para sus circunscripciones un nuevo estatus fundado en la igualdad, la autonomía y en el reconocimiento de su especificidad republicana.


 KAOSENLARED.