domingo, 12 de julio de 2015

Javier Krahe.- Cuervo ingenuo.



  De izquierda a derecha, Javier Krahe, Joaquín Sabina y Alberto Pérez ,   el grupo La Mandrágora .




Tú decir que si te votan, 
tú sacarnos de la OTAN, 
tú convencer mucha gente. 
Tú ganar gran elección, 
ahora tú mandar nación, 
ahora tú ser presidente. 

Y hoy decir que es alianza 
ser de toda confianza, 
incluso muy conveniente. 
Lo que antes ser muy mal 
permanecer todo igual 
y hoy resultar excelente: 

Hombre blanco hablar con lengua de serpiente 
Cuervo Ingenuo no fumar La pipa de la paz con tú, 
¡por Manitú! 

Tú no tener nada claro 
cómo acabar con el paro, 
tú ser en eso paciente, 
pero hacer reconversión 
y aunque haber grave tensión 
ahí actuar radicalmente. 

Tú detener por diez días 
en negras comisarías 
donde mal trato es frecuente: 
ahí tú no ser radical, 
no poner punto final, 
ahí tú también muy paciente: 

Hombre blanco hablar con lengua de serpiente 
Cuervo Ingenuo no fumar La pipa de la paz con tú, 
¡por Manitú! 

Tú tirar muchos millones 
en comprar tontos aviones 
al otro gran presidente, 
en lugar de recortar 
loco gasto militar. 
Tú ser su mejor cliente. 

Tú mucho partido, pero 
¿es socialista, es obrero, 
o es español solamente? 
Pues tampoco cien por cien 
si americano también, 
gringo ser muy absorbente. 

Hombre blanco hablar con lengua de serpiente 
Cuervo Ingenuo no fumar La pipa de la paz con tú, 
¡por Manitú!

sábado, 11 de julio de 2015

Grecia . Crónica y consecuencias del NO.













Después del OXI: cuando los fuertes ya no son capaces de hacer cuanto pueden y los débiles ya no quieren sufrir cuanto deben
Antoni Domènech, G. Buster, Daniel Raventós
 
07/07/15
 
La noche del pasado domingo entramos en una nueva época histórica en toda Europa. Y el viento sopla ahora de empopada: los fuertes ya no son capaces de hacer cuanto pueden y los débiles no están ya dispuestos a sufrir cuanto deben.   
El ejercicio de intromisión en la soberanía nacional griega que han llevado a cabo a plena luz los Juncker, Merkel, Schaüble, Dijsselbloem, Lagarde y Rajoy, y en la penumbra, Renzi y Draghi, tiene sin duda su precedente histórico –como casi todo en Europa— también en Grecia. Lo cuenta Tucídides en el famoso diálogo entre las autoridades de Milos y los delegados atenienses sobre la vacuidad de la democracia y la justicia cuando se trata de la soberanía en las relaciones entre potencias. Se resume en esta sentencia: "Los fuertes hacen cuanto pueden y los débiles sufren cuanto deben".

El desenlace es conocido. Tras rechazar la oferta de tributo de Milos, que quería ser "amigo de todos y enemigo de nadie", la isla y sus habitantes fueron colonizados y esclavizados por Atenas, con apoyo de Esparta, gracias a la traición interna de un sector de la oligarquía milense. No era otro el tenor de los mensajes cruzados estos días entre las instituciones europeas y el gobierno griego. Y si esta época nuestra produce un historiador como Tucídides, es probable que nuestros descendientes puedan leer en el futuro como un ejemplo de la "vieja política" los intercambios entre los ministros del Eurogrupo.

No será mucha exageración decir que la tradición republicano-democrática moderna nació casi dos milenios después, precisamente con este recordatorio de los Levellers plebeyos ingleses a la Cámara de los Comunes en 1646, en plena Revolución:
“Estamos convencidos de que no podéis olvidar que el propósito de vuestra elección como parlamentarios fue el de liberarnos de todo tipo de servidumbre y conservar la república en paz y felicidad. A tales efectos os otorgamos el poder que radica en nosotros para hacer eso mismo. Pues, precisamente, es lo que podríamos haber hecho nosotros mismos sin vosotros si por conveniente lo hubiéramos tenido: os hemos elegido –como personas que tenemos por aptamente calificadas, y fiables— para evitar algunos inconvenientes. Pero tenéis que recordar que con eso no hicimos sino conferiros un poder de confianza, el cual es siempre revocable, como no puede ser de otra manera, y no puede ser empleado para otro fin que el de nuestro propio bienestar. (…) Nosotros somos vuestros principales, y vosotros, nuestros agentes. Esa es una verdad que no podéis dejar de reconocer.” [1]
La democracia no pasa en el mundo por sus mejores momentos. No, desde luego, en Europa. Por eso resultó tan emocionante oír al ministro de finanzas griego, Varoufakis, justificar literalmente tres siglos y arreo después en esos mismos términos –en la rueda de prensa tras el Eurogrupo del pasado 27 de junio— la convocatoria de un referéndum para que, tras largos e infructuosos 5 meses de negociaciones del gobierno de Syriza con la Troika, el pueblo griego tomara directamente la palabra: “porque nosotros sólo somos los agentes, y el pueblo griego, el principal”.
Y entonces empezaron a proliferar las metáforas y las referencias bélicas. Elproverbialmente moderado europeísta Romano Prodi, viendo el impasse a que se había llegado, manifestaba su alarma hablando de un “momento Sarajevo” para la Europa del siglo XXI. Idéntica referencia en el analista financiero del Guardian,  Larry Elliot. Otros se refirieron ya a Grecia como “el Vietnam de Europa”. El influyente semanario liberal alemán Der Spiegel advierte a la Sra. Merkel de que podría pasar a la historia como la responsable de que Alemania provocara –por tercera vez en un siglo— una catástrofe europea. Y el propio Yanis Varoufakis, entrevistado el pasado sábado por el diario madrileño El Mundo denunció el “terrorismo” financiero que obligó a Grecia a cerrar las oficinas bancarias. 

Medios de comunicación en guerra, particularmente en el Reino de España: reporteros amedrentados, cuñaos, badulaques, matones de columna y dompereciendos varios
La guerra, pues. Y su primera víctima, como en todas las guerras, la verdad. La siempre inteligente periodista económica británica Frances Coppola ya venía advirtiendo desde hace meses de la falsaria capacidad intoxicadora de las apócrifamente habituales “fuentes de Bruselas” y de la  asombrosa credulidad, entre perezosa y ovejuna, del grueso de becarios-periodistas que ahora cubren la información económica europea.
Casi todos lo dijeron, pero no, no era verdad que Tsipras hubiera perdido el pasado abril la confianza en su ministro Yanis Varoufakis: ¿quién se acuerda ya ahora?
No, no era verdad tampoco que Tsipras se estuviera saltando estas últimas semanas las líneas rojas trazadas en la campaña electoral: no era verdad que el acuerdo estuviera a la vuelta de la esquina porque, como repitió hasta la náusea el propio Mariano Rajoy,  el gobierno griego hubiera capitulado allanándose a las propuestas del Eurogrupo.
Como tampoco fue verdad, luego –según repitieron gregariamente el grueso de reporteros de la prensa concertada española, quieras que no amedrentados por la línea editorial fijada con incompetente alarde de matonismo por sus respectivos jefes—, que Varoufakis se levantara inopinadamente de la mesa de negociaciones y Tsipras lanzara al día siguiente (27 de junio) a sus desolados socios europeos un ultimátum en forma de “irresponsable” consulta al pueblo griego.
Lo contrario era lo cierto. La convocatoria de referéndum fue la respuesta griega al destemplado ultimátum –“o lo tomas o lo dejas”— presentado por el triste burócrata “socialista” Dijselbloem al brillante científico metido a insólito político de convicciones, Varoufakis: y es que las fotos lo tienen más difícil para mentir.
Para mentir fotográficamente, hay que hacerlo descaradamente. Con manipulación a veces chapucera. Como en la La Vanguardia de ayer, que reproducía en portada una foto publicada más discretamente –¡todavía hay clases en la prensa concertada!— también en El País. Repárese en las estanterías por delante de un carrito rebosante de comida:

La degeneración del periodismo económico es un fenómeno más o menos internacional, y tiene sin duda que ver con la quiebra general del modelo de negocio y con la precarización y desprofesionalización de la profesión periodística en las últimas décadas. No sólo con las condiciones de trabajo de los reporteros, sino también con la preparación académica de los mismos. La macroeconomía científica va a contrapelo del “sentido común” dominante; no visita a domicilio, por así decirlo. Nadie que, pongamos por caso, diga que “las finanzas públicas de un Estado son como las privadas de una familia” aprobaría un curso de Macroeconomía básica seria. Pero (casi) todos lo repiten como badulaques.
Esa degeneración cobra en el Reino de España un relieve tan particularmente singular, que los medios de comunicación españoles acaban de ser distinguidos por el prestigioso Instituto Reuters de la Universidad de Oxford como los segundos menos fiables del mundo y, desde luego, como los menos fiables informativamente de Europa para su propia opinión pública.  Y a eso hay que añadir todavía el índice inequívoco de la degeneración en nuestro país del periodismo de opinión, el españolísimo fenómeno del “tertuliano”: esa pequeña colección de ubicuos y bien pagados ganapanes prêt-à-penserdispuestos a opinar tan energuménica como peregrinamente de todo en todo momento. Vieja tradición patria:
Todos con instrumentos en las manos
de estilos y librillos de memoria,
por bizarría y por ingenio ufanos,
codiciosos de hallarse en la victoria
que ya tenían por segura y cierta,
de las heces del mundo y de la escoria.

Que la opinión pública española no sólo no se fía nada de sus medios de información, sino que ha empezado a secretar espontáneamente sus propias defensas antitóxicas frente al periodismo de opinión, lo atestigua, por ejemplo, el simpático y viral neologismo introducido por los jóvenes en las redes: “cuñadismo”. Dícese del opinar enterquecida, arrebatada, superficial y desinformadamente de todo y sobre todo, y normalmente, con tanto donaire como desprecio  de los hechos más básicos.
Así, es cuñadistamente “obvio” que los griegos y los españoles “deberían hacer como los alemanes”:  “flexibilizar” su mercado de trabajo, por ejemplo. No importan los hechos (que, por otro lado, los periodistas económicos y los peritos académicos en legitimación jamás presentan a la opinión pública). No importa que esos hechos prueben concluyentemente que (parte d)el éxito económico alemán pasa por haber mantenido y aun robustecido la protección legal del trabajo asalariado, mientras que las clases dominantes mediterráneas –¡muy señaladamente en el Reino de España!— han aprovechado, en cambio, la crisis para destruir derechos sociales y convertir progresivamente los puestos de trabajo en verdaderos infiernos de arbitrariedad despótica:


Los griegos (y los españoles) serían también cuñadistamente “vagos”. Tampoco aquí –¡faltaría más!— importan mucho los hechos:


Cuñadistamente, Grecia es y no es como el Reino de España. Según convenga. Cuandono lo es, Grecia sería un país singularísimo, hasta “genéticamente”. El otro día pudo escucharse en TV3 a un tertuliano habitual –del género “historiador” ultracatalanista y ultrasionista— sosteniendo tan seriecito como información de la mayor relevancia que el “ADN de los griegos actuales” no es el de Aristóteles y Platón, ¡adónde va usted a parar!, sino  “turco” y “balcánico”. ¡Ah! ¡Misterio aclarado! ¡Pues Grexit, ya!
En ese mismo programa, otro tertuliano (éste, del género periodista-al-que-no-se-la-dan-con-queso) remachaba la ocurrencia con un rebencazo contra Stiglitz, el Premio Nobel de economía que ha pedido el No en el referéndum griego y que se habría atrevido a hablar de la “larga tradición democrática del pueblo griego”. ¡Pardillo! ¡Ignorante, este Stiglitz! “¿No sabe acaso que la democracia griega es como la española, de vida reciente?” Pues sí, claro que lo sabe, cuñaíto. Y como no sabe las cosas a medias, es decir, al modo “cuñao”, el Premio Nobel sabe también, por ejemplo, que la Resistencia democrática griega a la ocupación nazi-fascista pagó su lucha con más de medio millón de muertos entre 1940-45, para luego tener que sucumbir en una atroz guerra civil fomentada y militarmente apoyada por el imperialismo franco-británico: y es que la “tradición democrática” es eso, no las perogrulladas cuñadistas de cualquier Dompereciendo de la Transición.
También se pudo ver en ese programa de TV3 a un tercer contertulio (éste, del géneroeconomista-cuñao inescarmentable que se tragó todas las aldabas de la burbuja inmobiliaria española antes de 2008) crepitar de afectada indignación contra un sólidonotario más bien conservador que sensatamente se atrevió a recordar lo jurídicamente obvio, y es a saber, que una deuda impagable solo puede abordarse de tres maneras: con quita, con aplazamiento o con quita y aplazamiento. ¡Nada de eso! Schaüble –¡Schäuble!— llevaría “toda la razón”: las “deudas son sagradas”, y “si no se pagan, es el fin del orden europeo”. El Grexit, diga lo que quiera el editorialista alemán del Financial Times, sería, por comparación, un pequeño detalle sin importancia….
Para farisaico escándalo de la parasitaria pandilla tertuliana habitual,  una de las muchas cosas buenas que ha hecho ya la nueva alcaldesa Ada Colau en sus primeros días de gobierno ha sido empezar a eliminar de BTV –la televisión pública de la ciudad de Barcelona— los repetidos espacios consagrados a torneos de sesgados faramallones, anunciando una nueva programación con más reportajes de investigación e ilustración de fondo.

El significado del referéndum y la “estrategia Varoufakis”
Del referéndum convocado por el gobierno de Tsipras, politicastros y opinadores profesionales opinaron de todo: desde el célebre –y tan franquistamente sincero— “las urnas son peligrosas” de la ministra Tejerina, hasta el más habitual –y cínicamente postfranquista— “la confusa pregunta ni se entiende”. Lo cierto es que, cualquiera que fuera la formulación de la pregunta, todo el mundo entendía perfectamente el significado del referéndum griego. 
Por lo pronto, todo el mundo recuerda la estupefacción provocada en 2011 por la mera sugerencia del entonces primer ministro del PASOK, un apabullado Papandreu, de convocar un referéndum para pedir el Sí del pueblo griego a los recortes austericidas exigidos desde Bruselas. Y todo el mundo recuerda cómo acabó aquello: con Papandreu puesto groseramente en la picota por sus propios compañeros “socialistas” europeos (empezando por aquel infame Joaquín Almunia, entonces Comisario económico), para a continuación ser depuesto en una especie de indisimulado golpe colonial de la Troika y substituido por un banquero, Papadinos, afín a la burocracia europea y a la aristocracia del dinero. (Nosotros mismos escribimos entonces al respecto.)
Pues bien; ahora, el nuevo gobierno de la izquierda radical de Syriza no sólo no se limitaba a sugerir, sino que convocaba un referéndum, y encima, pedía el No. La sola convocatoria del referéndum era ya un desafío en toda regla a la cultura política crecientemente antidemocrática del gobierno de la Unión Europea. Y votar OXI (No) –todo el mundo lo entendía— era:
- votar No a una “construcción europea” crecientemente demofóbica,
- votar No a la Troika y defender la soberanía popular griega y de todos los pueblos de Europa (no solo los mediterráneos),
- votar No a la degeneración de la Europa de los valores democráticos y sociales,
- votar No al pésimo diseño institucional de la Eurozona monetaria,
- votar No a quienes vienen aprovechándose de ese mal diseño para saquear a todos los pueblos europeos, y por lo pronto, a los mediterráneos,
- votar No a los facilitadores políticos del saqueo,
- votar No, claro está, era también dar un voto de confianza al gobierno de Syriza, señaladamente a Tsipras y a su ministro de finanzas, Varoufakis, el negociador en Bruselas y máxima autoridad intelectual del gobierno,
- y en fin, pero no menos importante, porque los símbolos históricos, particularmente en lugares que como el Reino de España y Grecia han vivido durísimas guerras civiles, son decisivos en política, votar No era seguir en la tradición patriótica del Día del Gran “No” a Mussolini (el Επέτειος του «'Οχι», 28 Octubre de 1940), emblema donde los haya del Antifascismo y de la Resistencia democrática del pueblo griego: el OXI griego equivale más o menos exactamente al ¡No Pasarán! español.
Huelga decir que votar NAI (Sí) era lo contrario de todo eso. Significaba romper con la propia tradición antifascista y allanarse a unas autoridades europeas más y más aproadas al –dígase así— postantifascismo neoliberal.
Nadie dejó de entenderlo así. No había punto medio, ni valían las medias tintas. O con el OXI  o con el NAI, con todas y cada una de sus implicaciones, también simbólicas.
No dejó de entenderlo así el BCE, una institución pretendidamente no-política, y en cualquier caso no electa, de la que depende el suministro de liquidez de la economía griega. Su decisión –probablemente ilegal— de poner arbitrariamente techo al suministro de liquidez a través del ELA obligó al gobierno de Syriza a tener que cerrar las oficinas bancarias en prevención de fugas masivas de depósitos. La semana deliberativa de campaña del referéndum tendría que hacerse, pues, con una población aterrorizada por el “corralito”. Fue la decisiva contribución del BCE a la campaña de terror en favor del Sí. Que las autoridades políticas electas de la UE dejaran en manos de tecnócratas no electos el trabajo político más sucio, lo dice casi todo de la calidad democrática de las instituciones europeas actuales.
No dejó tampoco de entenderlo así el presidente del Parlamento europeo, el “socialista” alemán Martin Schultz, que intervino de la manera más groseramente impropia en la campaña por el Sí, declarando redondamente que si triunfaba el No, los griegos saldrían del euro y tendrían que volver a acuñar dracmas: varios eurodiputados verdes y del grupo de la izquierda –como Urtasun— han dicho ya que le exigirán la dimisión.
Ni el presidente del Eurogrupo, el también “socialista” holandés, Dijselbloem –desastroso ministro de finanzas de su país—, que  también salió con amenazas al No en su zafio estilo habitual. Menos jaques, los gobernantes “socialistas” Renzi (Italia) y Hollande (Francia) se limitaron a sugerir que el voto del Sí era el voto a Europa y a declarar paternalistamente que lo terrible del “muy respetable” referéndum era que, en el mejor de los casos, dividiría al pueblo griego en dos mitades: ganara el Sí o ganara el No, lo haría con resultado ajustadísimo…
Y no es necesario mencionar aquí las declaraciones de los gobernantes y políticos explícitamente conservadores. Baste decir que un Rajoy aterrorizado por la perspectiva de que un éxito, ya fuera mínimo, de Syriza significara un espaldarazo al espacio político del “sí se puede” en el Reino de España llegó tan lejos, que provocó una nota de protesta del gobierno de la República Helénica.

El significado del triunfo del NO
Pues bien; tal como había pronosticado casi en solitario el ministro Varoufakis –el más que probable inspirador de la audaz iniciativa dentro de un gobierno de Syriza que llegó a parecer por unas horas aturdido de su propia osadía—, el triunfo del No el pasado domingo fue rotundo y concluyente: 61% contra 38%. A saber qué dirán ahora los periodistillos que escribieron con jactanciosa obnubilación que la mera convocatoria del referéndum era el suicidio de Tsipras y de Syriza: “Acorralado, el viernes Tsipras se suicidó políticamente con la convocatoria de un referéndum que ha puesto en bandeja al resto de Gobiernos una victoria por KO”.
No hubo KO, sino todo lo contrario. El triunfo avasallador de Syriza, lejos de dividir al pueblo griego, lo ha unido, y como consecuencia de esa unión popular por abajo ejemplarmente expresada en el sereno desarrollo de la campaña del referéndum y en su apabullante resultado, hoy, lunes, hemos asistido a la escenificación de la unión del entero arco político democrático parlamentario detrás de Syriza.
La división ha cambiado de bando. La socialdemocracia europea ha salido profundamente divida de ese lance (y acaso, herida de muerte). El Eurogrupo está dividido. La Comisión Europea está dividida. La Troika, dividida también. Y tal vez asistamos en los próximos días a alguna escenificación de la división dentro del mismo gobierno alemán.
Toda la estrategia de Varoufakis estaba basada desde el comienzo en la idea de que una salida de Grecia del euro era una catástrofe, por supuesto, pero no sólo para Grecia, sino para toda la Eurozona (y para la economía mundial): la esencia de una unión monetaria es su irreversibilidad; rota ésta, la desintegración se pone inexorablemente en marcha. La inmensa mayoría de la población griega (ahora mismo, y con lo que ha llovido, ¡un 74%!) de ninguna manera quiere abandonar la moneda común. Syriza pasó de ser una izquierda parlamentaria marginal a ganar las elecciones en muy pocos meses, cuando abandonó el huero consignismo véteroizquierdista –o estrechamente nacionalista— y la huera palabrería de la izquierda académica intelectualmente degenerada de las últimas décadas, para aceptar básicamente la estrategia de negociación fundada en la célebre Modesta Proposición de Varoufakis, Galbraith y Stuart Holland. La salvación de Grecia, lejos de pasar por la ruptura con el euro, pasaba por convertir a la pequeña República helénica gobernada por la izquierda en punta de lanza de una reforma salvadora de toda la UE y estabilizadora de la Eurozona. Con ese mensaje ganó las elecciones en enero pasado. Con ese mensaje ganó autoridad internacional (Tsipras fue el candidato de toda la izquierda europea en las ultimas elecciones al Parlamento europeo). Y con ese mensaje acaba de obtener una victoria arrolladora en el referéndum del pasado domingo.
En cambio, toda la estrategia del sector más duro de las autoridades europeas estaba supuestamente basada en la hipótesis de que el Grexit ya no representaba una amenaza catastrófica para la UE y la Eurozona: “lo tomas o lo dejas”.
El referéndum ha dicho claro, alto y concluyentemente que “no lo toma”. Y ahora viene lo más difícil, lo que podríamos llamar el “momento Varoufakis”. El Grexit era básicamente un farol: no había más que ver a un circunspecto De Guindos esta mañana. Y de producirse un Greaccident en los próximos días, la destrucción mutua asegurada no destruiría ya a Syriza. Pero sí, y más temprano que tarde, a los políticos europeos del Sí. Los negociadores griegos pueden ahora decir que un Grexit sería ciertamente menos malo para ellos que para sus contrapartes negociadoras, y no sólo a medio o largo plazo. El equipo anti-OXI jugará en Europa (y en EEUU) dividido. Algunos, jugarán durísimo. Eso es seguro.
Estamos ahora exactamente en el escenario que Schäuble quería evitar. En el plano interno griego, la dureza inflexible de las autoridades europeas no haría otra cosa que reforzar ulteriormente a Syriza. Y en el plano internacional, el ala meliflua de las fuerzas políticas del anti-OXI corre el riesgo no ya sólo del descrédito total, sino de una desintegación mucho más rápida que la de la Eurozona tras un Greaccident.  La noche del pasado domingo entramos en una nueva época histórica en toda Europa. Y el viento sopla ahora de empopada: los fuertes ya no son capaces de hacer cuanto pueden y los débiles no están ya dispuestos a sufrir cuanto deben.    
NOTAS: [1] [[In 1646 while Lilburne was imprisoned for high treason, Overton wrote A Remonstrance of Many Thousand Citizens, and other Free-Born People of England, to their own House of Commons, urging that Lilburne be freed. The Remonstrance became a great Leveller manifesto.]
Antoni Domènech es el Editor general de SinPermisoGustavo Buster y Daniel Raventós son miembros del Comité de Redacción de SinPermiso

viernes, 10 de julio de 2015

La carta de Grecia al MEDE ...



La nueva propuesta que el país heleno pide a los líderes europeos «va en línea» con la presentada hace una semana, según ha desvelado    Daniel Munevar, asesor del exministro de Finanzas heleno Yanis Varoufakis, en declaraciones a RNE, e incluirá subida del IVA, reestructuración de la deuda y financiación vía MEDE . Las propuestas griegas enviadas al Mecanismo Europeo de Estabilidad prevén la financiación de la deuda del país por tres años, a partir del 1 de julio de 2015 hasta el 30 de junio de 2018, por valor de 53.500 millones de euros, así como un paquete de inversión para el desarrollo de la economía por valor de 35.000 millones de euros.( REUTERS)

 Pero hay medios que ocultan esa compensación , como la necesidad de una quita. De ese modo repiten que cedió en todo y no valió de nada el referéndum. Para poder justificarse .

 








La carta que ha enviado Grecia al Mecanismo Europeo de Estabilidad


 Y ...............


El FMI reconoce que la mayor parte del rescate a Grecia ha ido a parar a los bancos extranjeros
El economista jefe del Fondo publica una carta para responder a las críticas en la que asegura que las ayudas "no solo" beneficiaron a la banca griega." ..................."Partly as a result of this delay, an important fraction of the funds in the first program were used to pay short term creditors, and to replace private debt by official debt. The bail-out did not however only benefit foreign banks, but also Greek depositors and households, as one-third of the debt was held by Greek banks and other Greek financial institutions." 
Si no se sabe lo que  hay detrás no se entiende ya que intenta tapar ..en todas las justificaciones ..pero sí que dice "no sólo" en uno de esos cuatro puntos: "and to replace private debt by official debt. The bail-out did not however only benefit foreign banks, but also Greek depositors and households"; Es decir, que se convirtió deuda privada a deuda pública, y que el rescate no benefició únicamente a los bancos extranjeros, sino a los depositarios griegos también. Vamos, que sí benefició a los bancos extranjeros. Eso sí, este señor del FMI "olvida" mencionar que los depositarios griegos van a pagar igualmente a través de la deuda -que ahora es pública- a base de recortes. Y los bancos no. Luego se ha rescatado a los bancos, principalmente.



Esta confirmado por la auditoria.. " Mecanismo del sistema de deuda en Grecia revela los mecanismos ideados por los acuerdos que se implementaron desde mayo de 2010. Éstos crearon una gran cantidad de nueva deuda con los acreedores bilaterales y con el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), mientras generaban costes abusivos que profundizaron más en crisis. Los mecanismos revelan cómo la mayoría de los fondos prestados fueron transferidos directamente a las instituciones financieras. En lugar de beneficiar a Grecia, han acelerado el proceso de privatización, a través del uso de instrumentos financieros".

 Y ademas lo repetía ayer Borrell en Barcelona ...."El político ha recordado que el 95% de las ayudas que ha recibido el país “solo pasaron” por él, “los griegos no han visto un duro porque estas fueron a los bancos”.http://cort.as/Udzo

Ver también ..

John Taylor http://cort.as/Ue0- ;


De todos modos de esto nada se entiende sino se mira la auditoria....http://elfalansteriodetheleme.blogspot.com.es/2015/06/como-fue-inflada-la-deuda-griega.html



jueves, 9 de julio de 2015

Datos Grecia .

Como fallaron las previsiones de la troica. Las previsiones en mayo de 2010 tanto de la Comisión como del FMI eran que la crisis griega significaría una caída total del PIB real del 8,6% para el periodo 2009-2011 (ver página 12 http://cort.as/PuWp y página 9http://cort.as/UB_s ). El PIB real griego cayó entre 2009 y 2013 un 29,2%http://cort.as/UB_t Entre 2001 y 2008 el déficit por cuenta corriente en España llegó a ser del 10% del PIB (en Grecia del 16% y en Letonia, ese gran éxito neoliberal, del 26%). En Alemania, el superávit llegó a ser del 8%.http://cort.as/U7jA No olvidemos que en España, la deuda externa total fue en 2004 de 600.000 millones de euros. En 2008, ascendía ya a 1.700.000 millones de euros. http://cort.as/7Hn6
 Más información: http://cort.as/UDeihttp://cort.as/TqB1

 Datos del Eurostat . 07/07/2014 Marta Garijo y Raúl Sánchez en eldiario.es informan: ”Según los datos de Eurostat, el 32,4% que destina el Estado de Grecia a a la protección social (prestaciones por desempleo, las pensiones o las ayudas por enfermedad) se sitúa significativamente por debajo del 41% de media de los países del Euro. En lo relativo a sanidad y educación, el gasto público griego se encuentra también por debajo de la media de la los países del euro. En el caso de la sanidad, el porcentaje destinado a ella representa el 8,6% del total del gasto público mientras que la media de la zona euro asciende al 14,7%. En educación, Atenas se sitúa en el furgón de cola con un gasto del 7,6% del total frente al 9,7% de media de los países de la moneda única. El gasto en la partida de defensa se sitúa en el 3,6% del gasto público general, por encima del 2,5% que se destina a esta partida de media en la zona euro (Grecia tiene aviones de combate fabricados en Francia y EEUU y submarinos producidos en Alemania http://cort.as/UWXb )” Resto:http://cort.as/UWBg Más información: http://cort.as/TqB1

miércoles, 8 de julio de 2015

Roberto Rossellini .- Roma, Città Aperta (1945)


El nacimiento del neorrealismo italiano

Brecha

Se cumplen siete décadas del estreno de “Roma, Città Aperta” (1945), la película de Roberto Rossellini que motivó el bautismo internacional del cine italiano de posguerra como neorrealismo, y que a nivel de lenguaje cinematográfico, en palabras de Jacques Rivette, “abrió una brecha por la que el cine entero debe pasar bajo pena de muerte”.

En plena ocupación nazi de Italia un director de cine católico (Rossellini) y un escritor comunista (Sergio Amidei) se reunieron para poner en común la voluntad de ser cronistas de su tiempo. Amidei comenzó a escribir el guión en junio de 1944 basándose en la historia real del sacerdote Luigi Morosini, el cual fue torturado y asesinado por colaborar con el Comité de Liberación Nacional. Rossellini por su parte comenzó a realizar tomas documentales de Roma cuando la ciudad aún se encontraba ocupada. Federico Fellini entraría algo más tarde a colaborar junto a Amidei en la elaboración del guión.
Juntos retrataron en el celuloide las ruinas que la historia dejaba en la capital italiana junto a aquellas personas que lo sufrieron, empleando un lenguaje cinematográfico espontáneo y liberado en el que primaban más los sentimientos y la vivencia de lo mostrado que las reglas de composición y el acabado de las escenas. “Roma, ciudad abierta es el filme del miedo, del miedo de los demás, pero sobre todo del mío”, dijo su director. El escritor y crítico español José Luis Guarner advertía en su célebre biografía de Rossellini acerca de la paradoja que suponía que un cineasta despreocupado por las cuestiones formales fuese el principal detonante de la renovación del lenguaje cinematográfico de aquellos años. Su “trilogía de la guerra”, compuesta además por Paisà (1946) y Alemania, año cero (1948), logró incorporar la mirada documentalista y el espíritu de protesta al cine de ficción, cambiando para siempre la óptica del séptimo arte.
La informalidad que caracterizó la producción de este tipo de películas, y su compromiso con la veracidad de lo representado, hizo que fuese habitual la modificación del guión sobre la marcha del rodaje. Además era frecuente que los actores y figurantes se interpretasen de alguna forma a sí mismos, por tanto sus ideas y testimonios suponían un interesantísimo material para los directores y guionistas, los cuales les dejaban un amplio margen para la improvisación. Así la dictadura de las celebrities, propia del star system estadounidense, se abolía.
La realidad del Neorrealismo. El relato de Roma, ciudad abierta se estructura conforme a la historia de tres personajes protagonistas, cuya disparidad deja constancia de la heterogénea composición del Comité de Defensa Nacional que lideró la resistencia italiana: una viuda en el paro, cabeza de familia (Anna Magnani), un ingeniero comunista (Marcello Pagliero) y un cura antifascista (Aldo Fabrici). El resultado fue una crónica coral acerca del fin de la ocupación, compuesta por las diversas (sub)crónicas vitales entrelazadas de aquellos que participaron en su producción.
Irrumpían en la pantalla los nuevos personajes arquetípicos del movimiento, el niño y la mujer, encarnados en Pina (Anna Magnani) y su hijo Marcello (Vito Annicchiarico), un niño al que sus propias circunstancias vitales arrebataron la infancia de forma prematura, y que como tantos otros de su tiempo participó junto a sus compañeros activamente de la lucha antifascista. La carencia de medios del momento, así como de la voluntad de otorgar primacía a la realidad filmada sobre la propia narración, derivaron en un nuevo estilo de filmación que supuso una respuesta a los rígidos cánones de producción del cine clásico estadounidense, regido por las necesidades mercantiles de la industria y la propaganda. Así, contra la producción en serie de películas surgía la naturalidad prodigiosa neorrealista con directores que supieron mirar su entorno y valorar la vida misma. Una vida cruda y sin maquillajes, como el rostro de Anna Magnani, una nueva diva aguerrida, víctima de su tiempo, tanto por sus circunstancias de clase como por su género. En su rostro y gestualidad se pueden apreciar las huellas de su crianza en los suburbios romanos. No es una celebrity al uso de belleza decorativa, su encanto y hermosura superan los frívolos cánones estéticos del cuerpo femenino mercantilizado, siendo sin duda la que mejor encaja en la pantalla del nuevo cine. No por casualidad un visionario como Federico Fellini se refirió a ella en su Roma de 1972 como el emblema de la capital italiana.
Su personaje de Pina, en Roma, ciudad abierta, está inspirado en la mártir de la resistencia romana Teresa Gullace, una mujer embarazada, esposa de un partisano detenido por los fascistas que fue asesinada cuando acudió junto a otras mujeres a protestar ante el cuartel donde éste se encontraba retenido. Según se cuenta, Teresa se acercó a hablar con él a través de una ventana desatendiendo las órdenes de los guardias, los cuales dispararon contra ella en plena calle. Su marido en la realidad acabó siendo liberado tras su asesinato, pero no rescatado a los tiros por sus compañeros como se representa en el filme, sino debido a la presión popular que desencadenó la iniciativa que llevaron a cabo las camaradas de Teresa, las cuales instalaron una improvisada capilla ardiente de la difunta frente a dicho cuartel en forma de protesta. En pocas horas su ataúd se llenó de flores aportadas por los vecinos de la ciudad solidarizados con la causa, lo que sirvió para ocupar la calle alzando la voz contra la represión

nazi.
La película se rodó en varias viviendas particulares, entre ellas la del propio Sergio Amidei, frecuentada por varios líderes de la resistencia amigos suyos, como Giorgio Amendola y Celeste Negarville, en los que el escritor se inspiró para crear el personaje del ingeniero Giorgio Manfredi. Las escenas que transcurren en el interior de una iglesia fueron filmadas en una capilla situada en el Trastévere romano, cedida por el padre Papagallo, un sacerdote que desempeñó su activismo antifascista proporcionando documentos falsos a los partisanos, tal cual el personaje interpretado por Aldo Fabrici. Paradójicamente, la película no gustó a las posteriores autoridades democristianas a pesar de haber sido rodada por alguien que comulgaba con parte de sus planteamientos. Así, catalogaban este tipo de películas como incitadoras del odio, e instaban a sus realizadores a rodar con mayor optimismo acerca de la realidad patria. La hipocresía de estos dirigentes les hacía preocuparse más por la imagen de Italia que estas cintas trasmitían en el exterior que por la crudeza de la realidad que retrataban. Sin embargo, a nivel histórico el neorrealismo supuso un detonador de la revolución expresiva que llegaría a finales de la década siguiente con las “nuevas olas” que se propagaron a lo largo y ancho del globo al margen de Hollywood, liberando definitivamente el lenguaje cinematográfico en pro de soluciones expresivas determinantes para representar la compleja realidad psicológica, social y humana. Desde Godard hasta creadores más recientes, como Michael Haneke o Abbas Kiarostami, pasando por los innumerables maestros que se ubican entre ellos tanto a nivel temporal como geográfico, se encuentra la matriz creativa e inconformista que los neorrealistas trazaron en su momento, y que en Roma, ciudad abierta tuvo su primera difusión internacional.

martes, 7 de julio de 2015

El no griego , menuda bofetada .

La bifurcación griega

Contretemps



En este artículo Cédric Durand analiza en caliente la aplastante victoria del No en el referéndum celebrado ayer [domingo 5 de julio de 2015] en Grecia. Como explica, esta victoria vuelve a abrir el “capítulo de las bifurcaciones” (por retomar la hermosa fórmula de Blanqui), que las clases dominantes europeas habían puesto tanto empeño en cerrar e impone nuevos retos a Syriza.
¡Menuda bofetada! Durante toda la semana hemos visto a los eurócratas temblar de ira ante la audacia de Alexis Tsipras. ¿Apelar al pueblo en contra de las exigencias de los acreedores? Era más que inconveniente. Una traición para el presidente de la Comisión [Europea] Jean-Claude Juncker. Uno de tras otro Angela Merkel, François Hollande y Matteo Renzi conminaron a los electores griegos a decir sí a la Europa neoliberal. Afectado, el presidente socialdemócrata del Parlamento europeo Martin Schultz apela a la constitución de un gobierno tecnócrata. Desde Fráncfort los banqueros centrales, menos emotivos, organizaron la asfixia financiera obligando al gobierno a limitar las jubilaciones y a establecer un control de los capitales. Los medios de comunicación privados griegos, las federaciones patronales, el principal sindicato griego y la Confederación Europea de Sindicatos pusieron todo su peso en la balanza para anular la voluntad de resistencia del pueblo y hacer caer a Syriza. Para estas fuerzas es más que una derrota, es una humillación política, el fin de una mascarada sobre la irrevocabilidad del saber de las clases dominantes europeas.
El resultado es inapelable. Organizado en ocho días sin el menor percance (hay que reconocer la eficacia de los funcionarios griegos) el resultado del No es nítido: con un 61% de votos contra la austeridad, el país se ha unido mayoritariamente contra la Europa neoliberal. Este resultado, que supera con mucho todas las previsiones, es la base de la magnífica victoria de un pueblo que se niega a endeudar más tiempo su futuro, de un pueblo que supera el miedo y vuelve a abrir el ámbito de los posibles, para la él mismo y para el continente.
Los efectos de esta victoria van a resonar durante mucho tiempo en la historia europea. Por primera vez estalla en pedazos el juego ruin bruselense de la gran coalición permanente entre le centro-derecha y el centro-izquierda. Se han enfrentado dos legitimidades en estado puro: la de la democracia del pueblo soberano y la de las reglas burocráticas pacientemente sedimentadas por las fuerzas del capital transnacional y de las finanzas. Es un ejemplo para todos los europeos, la demostración viva de que, a poco valor que tengan sus dirigentes, pueden impulsar otras opciones.
Una consecuencia muy inmediata del resultado del domingo es acercar dramáticamente el horizonte de una salida del euro por parte de Grecia. El mandato dado a Alexis Tspiras carece de ambigüedad. No puede volver a Atenas con un deal [trato] que se resuma en aceptar un nuevo memorándum a cambio de una reestructuración de la deuda. La derecha del gobierno que se había opuesto a la idea del referéndum no está en posición de avanzar sus peones y, de todas formas, el gobierno no tendría mayoría en el Parlamento, ni en el país, para votar un nuevo diktat. Por parte de los acreedores las cosas no son mucho más abiertas. El método Merkel de gestión de la crisis europea desemboca en un callejón sin salida. No puede salvar la integridad del euro sin poner en tela de juicio el núcleo duro de su funcionamiento, esto es, la ausencia de transferencias financieras entre países y unos mecanismos de ajuste que se basan exclusivamente en los salarios y en los gastos públicos. No es fácil de imaginar semejante cambio radical. No más que no parece razonable pensar que François Hollande pueda derribar la mesa. En efecto, el gobierno estadounidense, espantado por la incuria de los dirigentes europeos va a hacer todo lo posible por imponer un compromiso, tendrán lugar últimos tratos, pero la mecánica que se ha puesto en marcha parece a partir de ahora casi ineluctable. Los bancos griegos solo tienen 24 horas de liquidez y si el Banco Central Europeo no abre el grifo (algo que formalmente no puede hacer sin un acuerdo financiero más amplio), se van a encontrar muy pronto en quiebra. Entonces el gobierno griego se vería obligado a intervenir creando de una forma u otra una nueva moneda.
El plebiscito griego está a punto de hacer bifurcarse al continente. Pero este No todavía no es más que una promesa que se debe actualizar. Si el gobierno de Syriza se niega a ceder a las últimas presiones de sus acreedores, va a tener que dotarse en los próximos días de unas herramientas que le permitan romper el eterno presente del neoliberalismo. A la vanguardia de los pueblos europeos los griegos se disponen a escribir una nueva página de la historia de la emancipación humana. Sus victorias serán nuestras victorias.
Cédric Durand es economista, profesor dela Universidad Paris-13 y miembro de Economistes attérés [Economistas Aterrorizados]. Es autor de Le capital fictif (2014) y director de la obra colectiva En finir avec l'Europe (La Fabrique, 2013). [Véase el Manifiesto de los Economistas Aterrorizados, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=113378]

Traducido del francés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos


¿Está el BCE dando un golpe de Estado?


¿Está el BCE dando un golpe de Estado? 5/07/2015 ERNEST URTASUN (economista): El BCE puede perfectamente levantar la restricción y que acabe el corralito. Hace unos días impuso un corralito que no tiene ninguna base legal porque el corralito sólo lo puedes poner en base a si los bancos son solventes o no lo son, no a que haya un programa de rescate. Por tanto si el BCE quiere esto termina hoy y ya no hay corralito. Si los bancos griegos no son solventes solo lo puede decir el Mecanismo Único de Supervisión, y de momento no lo ha hecho. Por lo tanto, cortar el ELA es ilegal.”http://cort.as/ULrh 06/07/2015 PAUL KRUGMAN: ”Antes del referéndum, el Banco Central Europeo cortó el acceso a los fondos adicionales, propiciando el pánico y obligando al Gobierno a cerrar los bancos e imponer controles de capitales. Ahora el BCE se enfrenta a una decisión peliaguda: en caso de reanudar la financiación normal estará admitiendo que la congelación previa era política; pero si no lo hace, a efectos prácticos estará obligando a Grecia a introducir una nueva moneda.” http://cort.as/ULbg http://cort.as/TqB1--


 NOTA - Seria preciso recordar que la crisis de 2008 , estalló , por que , quisieron castigar el holding bancario Lehman Brothers, para d ar un escarmiento y no pensaban que provocaría un efecto devastador que constó billones
Y al igual pensar de que si Grecia , volviera al dracma la deuda seria pagable , o es que no quieren cobrar o la dan por perdida. En el euro no es perdida , solo tienen que activar el MEDE y reestructurar pagos o hacerlos perpetuos. Como ya propusieron economistas bien ortodoxos .Ya se hizo en otros casos . No es el caso de una dolarización como Argentina , ellos tenían moneda y banco central .