martes, 8 de julio de 2025

Entrevista a Najib Abu-Warda.

                                                                                         


Najib Abu-Warda: “La nación palestina sin Estado es mucho más fuerte que el Estado de Israel sin identidad nacional”

 Francesca Cicardi

7 de julio de 2025   

    El profesor de Relaciones Internacionales de origen gazatí, que ha desarrollado toda su carrera en España, acaba de publicar 'Palestina. Historia documentada de 100 años de guerra'

Najib Abu-Warda (Gaza, 1953) ha dedicado gran parte de su vida a estudiar, entender y explicar la política internacional y los medios de comunicación en el mundo árabe y el mundo islámico. Se licenció en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, donde fue profesor de Relaciones Internacionales entre 1989 y 2023. También fue profesor invitado en universidades de otros países como Egipto, Argelia y México.

 Cuando se jubiló, empezó a escribir un libro sobre geopolítica, pero el ataque que el grupo palestino Hamás lanzó contra Israel el 7 de octubre de 2023 y la posterior guerra de castigo israelí contra su Gaza natal desbarató sus planes. Empezó entonces una labor exhaustiva de documentación que ha quedado recogida en 'Palestina. Historia documentada de 100 años de guerra' (Ediciones Trea). En una entrevista con elDiario.es en Casa Árabe en Madrid desgranó los orígenes del conflicto en Oriente Medio y las perspectivas –nulas, en su opinión– de que haya una solución a corto o medio plazo.

 ¿Es el genocidio de Gaza uno de los motivos por los que consideró que era necesario contar la historia de Palestina?

 Sí, absolutamente sí. De hecho, antes del 7 de octubre, estaba escribiendo otro libro sobre geopolítica en Oriente Medio. Pero cuando estalló aquello pensé que era necesario empezar otro libro porque mucha gente me empezó a llamar, a preguntar, a hacerme entrevistas. Me dije a mí mismo: ¿Por qué todo lo que estoy diciendo no lo incluyo en un libro para que sea más fácil consultar?

 Como yo digo siempre, la causa palestina es tan justa que se defiende sola. Si se expone tal y como es, no necesita abogados. Lamentablemente tiene los peores abogados del mundo, la actitud de sus defensores a nivel palestino, a nivel regional, a nivel internacional realmente perjudica a la causa.

 Palestina es víctima de todo el mundo. Empezando a nivel local; a nivel regional, todo el mundo árabe ha instrumentalizado la cuestión palestina de distintas formas, porque a muchos de los regímenes árabes no les conviene resolver el conflicto palestino porque les sigue siendo útil [tener] el pretexto de que están en guerra con Israel. No están en guerra con Israel: son dictaduras que necesitan mantener un Estado de excepción para aplastar a sus pueblos, eliminando todo tipo de libertad y derechos. Y todos necesitan una excusa, que es la causa palestina.

 A nivel internacional, hay muchos intereses geopolíticos en Oriente Medio. Entonces era necesario sembrar allí al Estado de Israel para garantizar la inestabilidad durante mucho tiempo. Por lo tanto, la conclusión a la que llego [en el libro] es que lamentablemente no hay voluntad o voluntades de avanzar hacia una solución pacífica a este conflicto porque sigue siendo útil para todos.

 Gaza pone de manifiesto que no hay voluntad de buscar una solución pacífica...

 Yo creo que nunca hubo voluntad y hasta hoy no existe esa voluntad. Para que haya una solución o una transición política se deben dar varios componentes simultáneamente. En este conflicto hay actores locales, regionales e internacionales y hay una interrelación entre todos ellos. Para que haya un cambio que desemboque en una situación de paz deben coincidir los intereses hacia una salida pacífica, en la que los intereses de todos sean respetados de alguna forma y que todos vean en esa solución ningún perjuicio y mucho beneficio. En este momento, no se están dando esas condiciones y esas voluntades.

 Oriente Medio es una zona históricamente de conflictos internacionales. Si lo comparamos con todas las demás regiones del mundo, vemos que en una escala del 1 al 10, Oriente Medio ocupa el nivel 10 de conflictividad en toda la historia. Europa, en el segundo lugar, se sitúa en el 7. Hay una diferencia importante. Y el siguiente es África, que pasa al 5.

 La situación es de conflictividad casi permanente en Oriente Medio y Palestina es un elemento esencial para mantener, aumentar o bajar la intensidad [del conflicto]. ¿Por qué esta zona ha sido siempre de máximo nivel de conflictividad? Tenemos que analizar la política, la geografía como un factor esencial. ¿Dónde está situado Oriente Medio? En el cruce de comunicaciones entre el Cercano y el Lejano Oriente. Aparte del petróleo, la energía, hay muchos factores, también culturales, religiosos... Este conjunto de elementos puede explicar por qué Oriente Medio hasta hoy no ha tenido un tiempo largo de estabilidad.

 Históricamente las potencias europeas han tenido un papel fundamental en Oriente Medio y en Palestina. ¿Por qué no han contribuido a solucionar el conflicto?

 El mapa de Oriente Medio actual es el mapa del colonialismo europeo, o sea, el diseño del Acuerdo Sykes-Picot [de 1916]. Hasta la Primera Guerra Mundial, toda la zona era parte del Imperio Otomano y había demandas de crear una nación árabe unida. En aquel momento para Europa era un peligro: una nación árabe unida y con expectativas de transformar Oriente Medio en una potencia mundial. Una potencia mundial que, con la posición geopolítica que tiene, hubiera condicionado a las demás potencias Europeas.

 Entonces, era necesario buscar mecanismos para evitar a toda costa una nación árabe unida. ¿Cómo? Crear el Estado de Israel y crear el Estado de Jordania como protección del Estado de Israel, y crear la Liga de Naciones Árabes para dividir el mundo árabe. Una nación árabe unida es una línea roja desde hace cien años y sigue siéndolo porque Oriente Medio tiene todos los factores necesarios para ser una potencia mundial competitiva. Tiene las comunicaciones, el lugar geoestratégico, la energía, la demografía [con una población muy joven y que aumenta]...

 Pero para ello es necesaria una profunda transformación. Primero, derrocar a todos los regímenes, todas las dictaduras impuestas por el colonialismo. Hoy se llama neocolonialismo, pero vienen del antiguo colonialismo, y los regímenes actuales son peores que los anteriores, lo estamos viendo en Gaza. Todos participan en el bloqueo de Gaza. Los regímenes árabes son cómplices activos, no pasivos. Europa es cómplice activo y pasivo.

 El Occidente democrático no puede seguir manteniendo, armando y financiando a un Estado fascista como el Estado de Israel, a un gobierno fascista como el de Arabia Saudí o como otros gobiernos árabes. Son regímenes dictatoriales que aplastan a sus pueblos y compran armas [de Occidente] para utilizarlas contra su población.

 Donald Trump lleva como lema el de la libertad de América. Su primer viaje [al extranjero] fue a Arabia Saudí, a los países del Golfo Pérsico, para financiar su [industria de] defensa. Los Gobiernos del Golfo saben que sin el apoyo americano y occidental caerían.

 ¿Por qué todas las potencias occidentales apoyan a Israel y nadie le ha parado hasta ahora?

 El mundo está en silencio. Nadie critica lo que está haciendo Israel que, como dicen los tribunales internacionales de justicia, va mucho más allá de crímenes de guerra [en Gaza]. Pero no solamente es silencio, todos están aceptando lo que está haciendo, es decir, es complicidad activa.

 Netanyahu dice que esta es una “cuestión de existencia”. ¿Cómo puede Israel temer por su existencia como Estado si tiene todo el poder del mundo, si tiene las armas –¡armas nucleares!– y todo lo que le da Estados Unidos? Pero yo estoy de acuerdo con él, porque lo que está haciendo pone en peligro la existencia del Estado de Israel, porque esa gente, esos niños que están quedando heridos, mutilados, sin familia en Gaza, van a ser más radicales que el Hamás de ahora.

 Palestina es una nación desde hace miles de años. El Estado de Israel es un proyecto colonial sionista. Un proyecto colonial sionista puede caer en cualquier momento si le falla cualquier elemento aliado. Si Estados Unidos deja de ser Estados Unidos o hay un cambio político importante en Estados Unidos, la existencia de Israel sería cuestionada.

 Ahora mismo en Gaza o durante el ataque contra Irán [a mediados de junio], Israel duraría un mes sin el apoyo de Estados Unidos y de Alemania. ¡Si los egipcios van andando a Palestina, se acaba el Estado de Israel!

 Occidente lo sabe perfectamente. Por eso, cuando empezó la guerra contra Irán, Francia dijo que Israel tenía derecho a defenderse. A ver, ¿quién empezó a atacar a quién? ¿Por qué nadie dijo que Irán tenía derecho a defenderse? Pensaban que Irán iba a eliminar a Israel del mapa, se alarmaron.

 Si los actores que han establecido el sistema de Naciones Unidas no son capaces de respetar sus propias normas, significa que estamos en una situación muy crítica del sistema internacional. [Esta situación] debe desembocar en un nuevo orden internacional, creo que es necesario más que nunca.

 Entonces, ¿hasta que no haya un cambio en el orden mundial, no puede haber solución al conflicto?

En mi opinión, no. Israel quiere mantener el estatus de ni guerra ni paz porque le interesa, porque como he comentado antes, el Estado es frágil y necesita consolidarse como nación. Y para pasar de un Estado a una nación, necesita siglos, necesita generaciones. Toda su población tiene doble nacionalidad, por lo tanto cuando se ven en peligro, vuelven a sus países. Por esa fragilidad insiste en mantener la amenaza externa, para mantener unido al pueblo.

 La nación palestina sin Estado es mucho más fuerte que el Estado de Israel sin identidad nacional. Israel tiene la potencia nuclear, pero eso no resuelve nada, no cambia la historia. La historia de Palestina es la fuerza de Palestina, el derecho de la historia y la historia del derecho son los que van a seguir frente a cualquier narrativa ajustada a lo que está haciendo Israel.

 No va a haber solución al conflicto palestino hasta que haya cambios mundiales que tengan en cuenta y vean que la estabilidad de Palestina repercute en la estabilidad de Oriente Medio. No importa que Israel normalice sus relaciones con todos, pero establecer relaciones diplomáticas no es no normalizar al Estado de Israel en la zona. Egipto tiene relaciones [con Israel] desde 1979, pero el pueblo egipcio sigue viendo a Israel como agresor, como enemigo. Para que haya normalización, tiene que cambiar Israel para que los demás cambien su percepción de él.

 

La estabilidad en Oriente Medio exige necesariamente una solución justa al conflicto palestino israelí y para que los israelíes normalicen [sus relaciones] con todo el mundo árabe o musulmán deben normalizarlas antes con los palestinos. Si los palestinos le dicen a los demás que conviven en paz con Israel –no importa cómo, en un Estado binacional, dos Estados, un Estado federal, un Estado confederal, lo importante es que toda la población tenga los mismos derechos y que éstos no sean cuestionados por la otra parte–. Incluso los palestinos pueden jugar un papel fundamental [a nivel regional], porque nadie entiende a Israel mejor que los palestinos.

 Los cambios van a depender en gran medida de cambios importantes a nivel regional y a nivel internacional. A nivel regional, se debe democratizar Oriente Medio para que los pueblos de Oriente Medio vivan en libertad y con derechos. Están sometidos a dictaduras, no pueden ni hablar, no pueden manifestarse. El pueblo de Gaza casi tiene más libertad que el pueblo saudí, a pesar de todo lo que está pasando en Gaza.

 ¿No ve una solución a corto plazo, en concreto, en Gaza?

 A corto plazo, yo creo que a Trump le interesa calmar la situación, pero no resolver el conflicto. Son cosas distintas.

 https://www.eldiario.es/internacional/najib-abu-warda-nacion-palestina-fuerte-israel-identidad-nacional_128_12444786.html

 

 

 

 

 

miércoles, 2 de julio de 2025

Lucrarse con el genocidio .

                                                                                                                                                                                                             

 




 

Lucrarse con el genocidio

Chris Hedges    

El genocidio requiere de una vasta red y miles de millones de dólares para sostenerse. El régimen sionista no podría llevar a cabo su matanza masiva de palestinos sin este ecosistema

 

La guerra es un negocio. El genocidio también. El último informe presentado por Francesca Albanese, Relatora Especial sobre los Territorios Palestinos Ocupados, enumera 48 empresas e instituciones, entre las que se encuentran Palantir Technologies Inc., Lockheed Martin, Alphabet Inc., Amazon, International Business Machine Corporation (IBM), Caterpillar Inc., Microsoft Corporation, CAF, Sidenor y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), junto con bancos y empresas financieras como Blackrock, aseguradoras, empresas inmobiliarias y organizaciones benéficas, que, en violación del derecho internacional, están obteniendo miles de millones de dólares gracias a la ocupación y el genocidio de los palestinos.

 

El informe, que incluye una base de datos de más de 1.000 entidades corporativas que colaboran con Israel, exige a estas empresas e instituciones que rompan sus vínculos con el régimen de Netanyahu o que rindan cuentas por su complicidad en crímenes de guerra. Describe la «ocupación eterna» de Israel como «el campo de pruebas ideal para los fabricantes de armas y las grandes empresas tecnológicas, ya que proporciona una oferta y una demanda significativas, poca supervisión y cero responsabilidad, mientras que los inversores y las instituciones públicas y privadas se benefician libremente».

 

Los juicios a los industriales tras el Holocausto y la Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Sudáfrica sentaron las bases legales para reconocer la responsabilidad penal de las instituciones y empresas que participan en crímenes internacionales. Este nuevo informe deja claro que las decisiones de la Corte Internacional de Justicia obligan a las entidades a «no participar y/o retirarse total e incondicionalmente de cualquier acuerdo relacionado, y a garantizar que cualquier compromiso con los palestinos permita su autodeterminación».

 

«El genocidio en Gaza no ha cesado porque es lucrativo, porque es rentable para demasiadas personas», me dijo Albanese. «Es un negocio. Hay entidades corporativas, incluso de Estados amigos de Palestina, que durante décadas han hecho negocios y obtenido beneficios de la economía de la ocupación. Israel siempre ha explotado la tierra, los recursos y la vida de los palestinos. Los beneficios han continuado e incluso aumentado a medida que la economía de la ocupación se ha transformado en una economía de genocidio».

 

Además, dijo, los palestinos han proporcionado «campos de entrenamiento ilimitados para probar tecnologías, armas y técnicas de vigilancia que ahora se utilizan contra personas de todo el mundo, desde el Sur Global hasta el Norte Global».

 

El informe critica duramente a las empresas por «proporcionar a Israel las armas y la maquinaria necesarias para destruir hogares, escuelas, hospitales, lugares de ocio y culto, medios de vida y activos productivos, como olivares y huertos».

 

El territorio palestino, señala el informe, es un «mercado cautivo» debido a las restricciones impuestas por Israel al comercio y la inversión, la plantación de árboles, la pesca y el agua para las colonias. Las empresas se han beneficiado de este «mercado cautivo» al «explotar la mano de obra y los recursos palestinos, degradar y desviar los recursos naturales, construir y abastecer de energía a las colonias y vender y comercializar los bienes y servicios derivados en Israel, el territorio palestino ocupado y en todo el mundo».

 

«Israel se beneficia de esta explotación, mientras que a la economía palestina le cuesta al menos el 35 % de su PIB», señala el informe.

 

Los bancos, las empresas de gestión de activos, los fondos de pensiones y las aseguradoras han «canalizado financiación hacia la ocupación ilegal», denuncia el informe. Además, «las universidades, centros de crecimiento intelectual y poder, han sostenido la ideología política que sustenta la colonización de los territorios palestinos, han desarrollado armamento y han pasado por alto o incluso respaldado la violencia sistémica, mientras que las colaboraciones de investigación a nivel mundial han ocultado la desaparición de Palestina tras un velo de neutralidad académica».

 

Las tecnologías de vigilancia y encarcelamiento «han evolucionado hasta convertirse en herramientas para atacar indiscriminadamente a la población palestina», señala el informe. «La maquinaria pesada que antes se utilizaba para demoler casas, destruir infraestructuras y confiscar recursos en Cisjordania se ha reutilizado para arrasar el paisaje urbano de Gaza, impidiendo que las poblaciones desplazadas regresen y se reconstituyan como comunidad».

 

El asalto militar contra los palestinos también ha «proporcionado un campo de pruebas para capacidades militares de vanguardia: plataformas de defensa aérea, drones, herramientas de localización de objetivos impulsadas por inteligencia artificial e incluso el programa F-35 liderado por los Estados Unidos de América. Estas tecnologías se comercializan luego como 'probadas en combate'».

 

Desde 2020, Israel es el octavo mayor exportador de armas del mundo. Sus dos mayores empresas armamentísticas son Elbit Systems Ltd y la empresa estatal Israel Aerospace Industries Ltd (IAI). Cuenta con una serie de asociaciones internacionales con empresas armamentísticas extranjeras, entre ellas «la del avión de combate F-35, liderada por la empresa estadounidense Lockheed Martin».

 

«Los componentes y piezas fabricados a nivel mundial contribuyen a la flota israelí de F-35, que Israel personaliza y mantiene en colaboración con Lockheed Martin y empresas nacionales». Según el informe, desde octubre de 2023, los aviones F-35 y F-16 han sido «fundamentales para dotar a Israel de un poder aéreo sin precedentes para lanzar unas 85.000 toneladas de bombas, en su mayoría no guiadas, con las que han matado y herido a más de 179.411 palestinos y arrasado Gaza».

 

«Los drones, hexacópteros y cuadricópteros también han sido máquinas de matar omnipresentes en los cielos de Gaza», se lee en el informe. «Los drones, desarrollados y suministrados en gran medida por Elbit Systems e Israel Aerospace Industries, llevan mucho tiempo volando junto a los aviones de combate, vigilando a los palestinos y proporcionando información sobre los objetivos. En las últimas dos décadas, con el apoyo de estas empresas y la colaboración de instituciones como el Instituto Tecnológico de Massachusetts, los drones utilizados por Israel han adquirido sistemas de armas automatizados y la capacidad de volar en formación de enjambre».

 

Las empresas japonesas FANUC venden productos de automatización y «suministran maquinaria robótica para líneas de producción de armas, entre otras a IAI, Elbit Systems y Lockheed Martin».

 

«Empresas navieras como la danesa A.P. Moller-Maersk A/S transportan componentes, piezas, armas y materias primas, lo que mantiene un flujo constante de equipo militar suministrado por Estados Unidos desde octubre de 2023».

 

Hubo un «aumento del 65% en el gasto militar israelí entre 2023 y 2024, que ascendió a 46.500 millones de dólares, uno de los más altos per cápita del mundo». Esto «generó un fuerte aumento de sus beneficios anuales», mientras que «las empresas armamentísticas extranjeras, especialmente los fabricantes de municiones y artillería, también se beneficiaron».

 

Al mismo tiempo, las empresas tecnológicas se han beneficiado del genocidio «al proporcionar infraestructura de doble uso para integrar la recopilación y vigilancia masiva de datos, al tiempo que se benefician del singular campo de pruebas para la tecnología militar que ofrece el territorio palestino ocupado». Mejoran «los servicios carcelarios y de vigilancia, desde redes de televisión en circuito cerrado (CCTV), vigilancia biométrica, redes de puestos de control con tecnología avanzada, 'muros inteligentes´y vigilancia con drones, hasta la computación en la nube, la inteligencia artificial y el análisis de datos que dan apoyo al personal militar sobre el terreno».

 

«Las empresas tecnológicas israelíes suelen surgir de la infraestructura y la estrategia militar», se lee en el informe, «como lo hizo el Grupo NSO, fundado por exmiembros de la Unidad 8200. Su software espía Pegasus, diseñado para la vigilancia encubierta de teléfonos inteligentes, se ha utilizado contra activistas palestinos y se ha utilizado a nivel mundial para atacar a líderes, periodistas y defensores de los derechos humanos. Exportada en virtud de la Ley de Control de Exportaciones de Defensa, la tecnología de vigilancia del Grupo NSO permite la 'diplomacia del software espía' al tiempo que refuerza la impunidad del Estado».

 

IBM, cuya tecnología facilitó a la Alemania nazi la generación y tabulación de tarjetas perforadas para los datos del censo nacional, la logística militar, las estadísticas de los guetos, la gestión del tráfico ferroviario y la capacidad de los campos de concentración, vuelve a ser cómplice del genocidio actual.

 

Opera en Israel desde 1972. Imparte formación a las agencias militares y de inteligencia israelíes, especialmente a la Unidad 8200, responsable de operaciones clandestinas, la recopilación de inteligencia de señales y el descifrado de códigos, junto con la contrainteligencia, la guerra cibernética, la inteligencia militar y la vigilancia.

 

«Desde 2019, IBM Israel ha gestionado y actualizado la base de datos central de la Autoridad de Población e Inmigración, lo que ha permitido la recopilación, el almacenamiento y el uso gubernamental de datos biométricos sobre los palestinos, y ha respaldado el régimen discriminatorio de permisos de Israel», señala el informe.

 

Microsoft, presente en Israel desde 1989, está «integrada en los servicios penitenciarios, la policía, las universidades y las escuelas, incluidas las colonias. Microsoft lleva desde 2003 integrando sus sistemas y tecnología civil en el ejército israelí, al tiempo que adquiere empresas emergentes israelíes de ciberseguridad y vigilancia».

 

«A medida que los sistemas de apartheid, militares y de control de la población de Israel generan volúmenes cada vez mayores de datos, ha aumentado su dependencia del almacenamiento y la computación en la nube», se lee en el informe. «En 2021, Israel adjudicó a Alphabet Inc. (Google) y Amazon.com, Inc. un contrato de 1.200 millones de dólares (Proyecto Nimbus), financiado en gran parte con fondos del Ministerio de Defensa, para proporcionar infraestructura tecnológica básica».

 

Microsoft, Alphabet Inc. y Amazon «conceden acceso a prácticamente toda la administración pública israelí a sus tecnologías de nube e inteligencia artificial, mejorando el procesamiento de datos, la toma de decisiones y las capacidades de vigilancia y análisis».

 

El ejército israelí, señala el informe, «ha desarrollado sistemas de inteligencia artificial como 'Lavender', 'Gospel' y 'Where's Daddy?' para procesar datos y generar listas de objetivos, remodelando la guerra moderna e ilustrando la naturaleza de doble uso de la inteligencia artificial».

 

Según el informe, hay «motivos razonables» para creer que Palantir Technology Inc., que mantiene una larga relación con Israel, «ha proporcionado tecnología policial predictiva automática, infraestructura de defensa básica para la construcción y el despliegue rápido y a gran escala de software militar, y su plataforma de inteligencia artificial permite la integración de datos del campo de batalla en tiempo real para la toma de decisiones automatizada».

 

El director ejecutivo de Palantir respondió en abril de 2025 a las acusaciones de que Palantir mata palestinos en Gaza diciendo: «En su mayoría son terroristas, eso es así».

 

«Las tecnologías civiles han servido durante mucho tiempo como herramientas de doble uso para la ocupación colonial», se lee en el informe. «Las operaciones militares israelíes dependen en gran medida de equipos de los principales fabricantes mundiales para 'desalojar' a los palestinos de sus tierras, demoler viviendas, edificios públicos, tierras de cultivo, carreteras y otras infraestructuras vitales. Desde octubre de 2023, esta maquinaria ha sido fundamental para dañar y destruir el 70% de las estructuras y el 81% de las tierras de cultivo en Gaza».

 

Caterpillar Inc. lleva décadas proporcionando al ejército israelí equipos utilizados para demoler hogares, mezquitas y hospitales palestinos, así como para «enterrar vivos a palestinos heridos», y ha matado a activistas como Rachel Corrie.

 

«Israel ha convertido la excavadora D9 de Caterpillar en un arma básica automatizada y controlada a distancia del ejército israelí, desplegada en casi todas las actividades militares desde el 2.000, despejando líneas de incursión, 'neutralizando' el territorio y matando palestinos», se lee en el informe. Este año, Caterpillar «consiguió otro contrato multimillonario con Israel».

 

«La empresa coreana HD Hyundai y su filial parcialmente propiedad de Doosan, junto con el grupo sueco Volvo y otros importantes fabricantes de maquinaria pesada, llevan mucho tiempo vinculados a la destrucción de propiedades palestinas, ya que cada uno de ellos suministra equipos a través de distribuidores israelíes con licencia exclusiva», se lee en el informe.

 

«Las empresas han contribuido a la destrucción de la vida palestina en los territorios palestinos ocupados, pero también han ayudado a construir lo que la sustituye: colonias y su infraestructura, extrayendo y comercializando materiales, energía y productos agrícolas, y atrayendo visitantes a las colonias como si se tratara de un destino vacacional normal».

 

«Se han construido más de 371 colonias y asentamientos ilegales, que han sido abastecidos y comercializados por empresas que facilitan la sustitución por parte de Israel de la población indígena en los territorios palestinos ocupados», concluye el informe.

 

Estos proyectos de construcción han utilizado excavadoras y maquinaria pesada de Caterpillar, HD Hyundai y Volvo. Hanson Israel, una filial de la alemana Heidelberg Materials AG, «ha contribuido al saqueo de millones de toneladas de roca dolomítica de la cantera de Nahal Raba, en terrenos confiscados a pueblos palestinos de Cisjordania». La dolomita extraída se utiliza para construir colonias judías en Cisjordania.

 

Empresas extranjeras han «contribuido también al desarrollo de carreteras e infraestructuras de transporte público fundamentales para establecer y ampliar las colonias y conectarlas con Israel, al tiempo que excluyen y segregan a los palestinos».

 

Empresas inmobiliarias internacionales venden propiedades en asentamientos coloniales a compradores israelíes e internacionales. Entre estas empresas inmobiliarias se encuentra Keller Williams Realty LLC, que «ha tenido sucursales en los asentamientos» a través de su franquiciado israelí KW Israel. El año pasado, a través de otro franquiciado llamado Home in Israel, Keller Williams «organizó una gira inmobiliaria en Canadá y Estados Unidos, patrocinada conjuntamente con varias empresas que desarrollan y comercializan miles de apartamentos en los asentamientos».

 

Plataformas de alquiler, como Booking.com y Airbnb, incluyen en sus listados propiedades y habitaciones de hotel en colonias judías ilegales en Cisjordania.

 

La empresa china Bright Dairy & Food es propietaria mayoritaria de Tnuva, el mayor conglomerado alimentario de Israel, que utiliza tierras confiscadas a los palestinos en Cisjordania.

 

En el sector energético, «Chevron Corporation, en consorcio con la israelí NewMedEnergy (una filial del Grupo Delek, que figura en la base de datos de la OACDH), extrae gas natural de los yacimientos de Leviathan y Tamar; en 2023 pagó al Gobierno de Israel 453 millones de dólares en concepto de regalías e impuestos. El consorcio de Chevron suministra más del 70% del consumo energético de Israel. Chevron también se beneficia de su participación en el gasoducto del Mediterráneo Oriental, que atraviesa el territorio marítimo palestino, y de las ventas de gas a Egipto y Jordania».

 

BP y Chevron son también «los mayores contribuyentes a las importaciones israelíes de petróleo crudo, como principales propietarios del estratégico oleoducto Azeri Baku-Tbilisi-Ceyhan y del Consorcio del Oleoducto del Caspio de Kazajistán, respectivamente, y de sus yacimientos petrolíferos asociados. Cada conglomerado suministró efectivamente el 8% del crudo israelí entre octubre de 2023 y julio de 2024, complementado con envíos de crudo procedentes de los yacimientos petrolíferos brasileños, en los que Petrobras tiene la mayor participación, y combustible para aviones militares. El petróleo de estas empresas abastece a dos refinerías en Israel».

 

«Al suministrar carbón, gas, petróleo y combustible a Israel, las empresas están contribuyendo a las infraestructuras civiles que Israel utiliza para afianzar la anexión permanente y que ahora utiliza como arma para destruir la vida de los palestinos en Gaza», se lee en el informe. «Las mismas infraestructuras a las que estas empresas suministran recursos han prestado servicio al ejército israelí y a su destrucción de Gaza, impulsada por un uso intensivo de energía y tecnología».

 

Los bancos y las empresas financieras internacionales también han sostenido el genocidio mediante la compra de bonos del Tesoro israelíes.

 

«Como principal fuente de financiación del presupuesto del Estado israelí, los bonos del Tesoro han desempeñado un papel fundamental en la financiación del actual asalto a Gaza», se lee en el informe. «Entre 2022 y 2024, el presupuesto militar israelí pasó del 4,2% al 8,3% del PIB, lo que provocó un déficit del 6,8% en el presupuesto público. Israel financió este presupuesto cada vez mayor aumentando la emisión de bonos, incluidos 8.000 millones de dólares en marzo de 2024 y 5.000 millones de dólares en febrero de 2025, junto con emisiones en su mercado nacional del nuevo shekel».

 

El informe señala que algunos de los bancos más grandes del mundo, entre ellos BNP Paribas y Barclays, «intervinieron para reforzar la confianza del mercado suscribiendo estos bonos del Tesoro internacionales y nacionales, lo que permitió a Israel contener la prima de interés, a pesar de la rebaja de la calificación crediticia». Las empresas de gestión de activos -entre ellas Blackrock (68 millones de dólares), Vanguard (546 millones de dólares) y la filial de gestión de activos de Allianz, PIMCO (960 millones de dólares)- se encontraban entre los al menos 400 inversores de 36 países que los compraron».

 

Las organizaciones benéficas religiosas «también se han convertido en facilitadores financieros clave de proyectos ilegales, incluidos los del territorio palestino ocupado, y a menudo reciben deducciones fiscales en el extranjero a pesar de los estrictos marcos normativos que regulan dichas organizaciones», se lee en el informe.

 

«El Fondo Nacional Judío (KKL-JNF) y sus más de 20 filiales financian la expansión de los asentamientos y proyectos vinculados al ejército», se lee en el informe. «Desde octubre de 2023, plataformas como Israel Gives han permitido la financiación colectiva deducible de impuestos en 32 países para unidades militares y colonos israelíes. La organización estadounidense Christian Friends of Israeli Communities, Dutch Christians for Israel y sus filiales globales enviaron más de 12,25 millones de dólares en 2023 a diversos proyectos que apoyan a las colonias, incluidos algunos que entrenan a colonos extremistas».

 

El informe critica a las universidades que se asocian con universidades e instituciones israelíes. Señala que los laboratorios del MIT «llevan a cabo investigaciones sobre armas y vigilancia financiadas por el Ministerio de Defensa israelí». Estos proyectos incluyen «el control de enjambres de drones -una característica distintiva del ataque israelí a Gaza desde octubre de 2023-, algoritmos de persecución y vigilancia submarina».

 

El genocidio requiere de una vasta red y miles de millones de dólares para sostenerse. El régimen sionista no podría llevar a cabo su matanza masiva de palestinos sin este ecosistema. Estas entidades, que se benefician de la violencia a escala industrial contra los palestinos y del desplazamiento masivo, son tan culpables de genocidio como las unidades militares israelíes que están diezmando a la población de Gaza. También son criminales de guerra. También deben rendir cuentas.

 

The Chris Hedges Report

 

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Texto completo en: https://www.lahaine.org/mundo.php/lucrarse-con-el-genocidio

 

  y ver   

 https://www.eldiario.es/internacional/son-empresas-senaladas-informe-relatora-onu-colaborar-ocupacion-israel_1_12433414.html

  y  ver  

 https://www.eldiario.es/internacional/vende-exporta-armas-israel-masacres_1_11698072.html


  y ver  

https://insurgente.org/ee-uu-e-israel-exhiben-su-ira-por-lo-detallado-del-informe-de-una-experta-de-la-onu-que-denuncia-sus-negocios-con-el-genocidio-en-gaza/

martes, 1 de julio de 2025

La patética UE y el ataque de Trump contra Irán.

 La patética respuesta de la UE al ataque de Trump contra Irán

Eldar Mamedov

 

27/06/2025

 La respuesta de la Unión Europea a los ataques norteamericanas del sábado [21 de junio] contra Irán ha puesto de manifiesto algo más que hipocresía: ha revelado un vasallaje tan profundo que las capitales europeas ahora socavan voluntariamente tanto el Derecho internacional como sus propios intereses estratégicos.

 La declaración del E3, firmada por el canciller alemán Friedrich Merz, el primer ministro británico Keir Starmer y el presidente francés Emmanuel Macron, tras declaraciones similares de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y de su alta representante para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, resume perfectamente esta rendición.

 El trío europeo afirmó su apoyo a la seguridad de Israel…y sólo de Israel, como si otras naciones de Oriente Medio no tuvieran derecho a la seguridad. Repitieron la retórica de que Irán «no puede llegar a disponer jamás de un arma nuclear» y respaldaron los ataques de los Estados Unidos contra las instalaciones nucleares iraníes a pesar de las numerosas conclusiones tanto del OIEA y la comunidad de inteligencia (CI) de los Estados Unidos de que actualmente Irán, o al menos antes del ataque del sábado, no está trabajando en la militarización de su programa nuclear.

 De manera verdaderamente orwelliana, el E3 instó a Teherán a «entablar negociaciones que conduzcan a un acuerdo que aborde todas las preocupaciones relacionadas con su programa nuclear», a pesar de que Irán estaba literalmente participando en esas mismas negociaciones con los ministros de Asuntos Exteriores del E3 el viernes [20 de junio], el día antes del ataque norteamericano, mientras se preparaba para continuar las negociaciones con los Estados Unidos en Omán antes de que Israel lanzara el ataque contra Irán.

 El momento en que se produjeron los ataques norteamericanos -tras los esfuerzos diplomáticos del E3 e Irán- ridiculiza las afirmaciones del E3 de que es hoy Teherán quien tiene la responsabilidad de reanudar las conversaciones. Esto llevó al ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, a preguntarse: "¿Cómo puede Irán volver a algo que nunca abandonó, y mucho menos a algo que no ha reventado?

 Aún más condenatoria es la negativa de la UE a reconocer lo que el ex primer ministro sueco Carl Bildt declaró sin rodeos: el ataque norteamericano supuso una clara violación del derecho internacional. La Carta de las Naciones Unidas prohíbe el uso de la fuerza, salvo en legítima defensa ante un ataque inminente o con autorización del Consejo de Seguridad, ninguna de las cuales se aplicó en este caso. Sin embargo, los actuales dirigentes de la UE, que tanto condenan las violaciones de la soberanía ucraniana por parte de Rusia, permanecen llamativamente mudos cuando Washington o Jerusalén hacen lo mismo.

 Esta hipocresía hace algo más que dejar al descubierto la postura moral de la UE: erosiona activamente los cimientos del Derecho internacional y del tan cacareado «orden internacional basado en normas». Al legitimar el «derecho de los poderosos» a librar guerras preventivas, la UE socava fatalmente la causa de Ucrania y sienta un precedente que sus adversarios explotarán a buen seguro. Si los ataques preventivos son permisibles para Estados Unidos e Israel, ¿por qué no para Rusia, China o cualquier otra potencia que alegue ser una «amenaza»? ¿Por qué tendrían que respaldar las naciones del Sur Global las apelaciones de Kiev a la Carta de la ONU cuando la propia Europa excusa las flagrantes violaciones de las potencias occidentales?

 Peor aún, este vasallaje de Europa está demostrando ser estratégicamente inútil. Todavía no ha salido a la luz ninguna prueba de que la administración Trump se molestara siquiera en advertir a sus "aliados" europeos antes de su ataque a Irán, una indicación condenatoria, si se confirma, del desprecio que la administración Trump siente por sus principales aliados europeos de la OTAN, que luego se apresuran a defender a discreción las flagrantes violaciones del Derecho internacional por parte de Washington.

 El momento no podría ser más llamativo. Días antes de una cumbre de la OTAN crucial, este episodio confirma lo que los observadores sobrios ya sabían: el servilismo de Europa no logra ganarse ni el respeto ni la reciprocidad de Washington. El aparente fracaso de la administración Trump a la hora de consultar al E3 -a pesar de su actual compromiso diplomático con Irán- demuestra que los responsables políticos norteamericanos no ven a Europa como socios, sino como lacayos a los que ignorar a voluntad. Esta dinámica envenena el ambiente previo a la reunión de la OTAN, en la que los líderes europeos apelarán una vez más a la «unidad transatlántica» mientras aceptan su papel de subordinados menores de Washington.

 Pero la tragedia más profunda es que los líderes europeos han interiorizado su propia subordinación. Traicionan el Derecho internacional no para obtener beneficios tangibles, sino por obediencia reflexiva, un hábito que debilita la posición mundial de Europa al tiempo que envalentona los peores impulsos de Washington y Jerusalén. Esta es una de las grandes diferencias con el período previo a la última gran guerra por elección de los Estados Unidos. Por aquel entonces, los dirigentes de Francia y Alemania tuvieron la valentía y la previsión de oponerse a la invasión de Irak por parte de George W. Bush en 2003. Avance rápido hasta 2025, y el canciller neoconservador alemán Merz respalda con entusiasmo los ataques ilegales de Israel contra Irán como el «trabajo sucio» necesario realizado en nombre de «Occidente».

 La guerra en expansión en Oriente Próximo debería ser una llamada de atención: si se tiene en cuenta la proximidad geográfica de Europa con Oriente Próximo, están los efectos indirectos en términos de posibles nuevos flujos migratorios, amenazas terroristas y choques energéticos que serían masivamente desestabilizadores para Europa. Dado lo que está en juego, si Europa no hace hoy valer sus intereses, ¿Cuándo lo hará? ¿Cuándo la arrastren Washington y Jerusalén unilateralmente a otra guerra interminable en Oriente Medio? ¿Cuándo el próximo ataque ilegal afecte a un tercer país? El vasallaje no compensa, sólo degrada.

Eldar Mamedov

Experto en política exterior radicado en Bruselas, es licenciado por la Universidad de Letonia y la Escuela Diplomática de Madrid, ha trabajado para el Ministerio de Asuntos Exteriores de Letonia y como diplomático de su país en Washington y Madrid. Ha sido asesor del grupo socialdemócrata en el Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, encargándose de sus delegaciones en las relaciones interparlamentarias con Irán, Irak, la Península Arábiga y el Mashreq.

Fuente:

https://responsiblestatecraft.org/us-strikes-iran-europe/

 Traductor Lucas Antón

https://www.sinpermiso.info/textos/la-patetica-respuesta-de-la-ue-al-ataque-de-trump-contra-iran


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 Y VER    

Irán gana, Israel pierde, Occidente se suicida, Rusia se tambalea


Alberto Cruz

https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2988

 

domingo, 29 de junio de 2025

La guerra, el dólar y la deuda .

 

La guerra, el dólar y la deuda

 

 Domenico Moro

 

  28 junio, 2025

Existe una estrecha conexión entre la guerra, el dólar y la deuda estadounidense. La agresión de Israel contra Irán se produjo en una zona, Oriente Medio y el Golfo Pérsico, que alberga las mayores reservas de petróleo y gas del mundo. En particular, Irán posee la segunda mayor reserva de gas y la tercera mayor de petróleo del mundo. Además, el 30% del petróleo mundial pasa por el Estrecho de Ormuz, controlado por Irán, con destino a Asia Oriental y, en particular, a China, que, a pesar de las sanciones estadounidenses, compra el 90% del petróleo que exporta Irán.

 Pocos días después del inicio del ataque israelí, Il Sole 24 Ore publicó en portada un titular titulado “Comercio internacional, menos dólares y más euros” [i] . Según el prestigioso diario económico, el liderazgo del dólar estadounidense se ve cada vez más cuestionado en las transacciones comerciales internacionales. Una parte cada vez mayor del comercio mundial comienza a liquidarse en divisas distintas del dólar, como el euro, el yuan renminbi chino, el dólar canadiense y otras. Resulta significativo en este sentido lo que dijo el jefe de ventas de US Bancorp: “Muchos de nuestros clientes afirman que los proveedores extranjeros ya no quieren que se les pague en dólares. Antes era casi un dogma. Ahora dicen: «Dennos nuestra moneda, siempre que paguen»”.

 Esta tendencia a cambiar del dólar a otras monedas no solo se debe a la volatilidad del dólar, que subió un 7 % a finales de 2024 y cayó un 8 % en los primeros meses de 2025 debido a las políticas arancelarias vacilantes de Trump. También pesa el efecto de las sanciones que, por ejemplo, han llevado a China, Rusia e Irán a utilizar el yuan renminbi para sus transacciones.

 Pero, más allá de lo contingente, se trata de una tendencia histórica subyacente vinculada al declive del poder económico y militar de Estados Unidos. Según Sole24ore, se está definiendo una arquitectura monetaria global en la que las reservas mundiales de divisas ya no estarán dominadas por una moneda única, sino que se distribuirán entre tres grandes bloques: Estados Unidos, la UE y China.

 El control geopolítico de las reservas de petróleo y sus rutas de transporte por parte de Estados Unidos y su Armada es crucial, ya que, gracias a este control, las transacciones de petróleo (y otras materias primas clave) siempre se han realizado en dólares. Sin embargo, como se mencionó, esto ya no es así; por ejemplo, el petróleo iraní se vende a China en yuanes (renminbi). El hecho de que las materias primas más importantes se negocien en divisas distintas del dólar socava la posición del dólar como moneda de reserva mundial. Hasta ahora, el 58 % de las reservas monetarias mundiales estaban en dólares y el 20 % en euros.

 ¿Por qué es importante para Estados Unidos que su moneda, el dólar, sea la moneda de reserva mundial? Porque los bancos centrales y las instituciones financieras globales, al tener que acumular reservas en dólares, compran activos en dólares, empezando por los bonos del Tesoro estadounidense. Comprar estos últimos es esencial, ya que Estados Unidos necesita financiar una enorme deuda pública. Pero no se trata solo de deuda pública. Como declaró recientemente el exgobernador del Banco de Italia, Ignazio Visco, en una entrevista en Affari & Finanza: «En el mundo solo hay un gran deudor: Estados Unidos» [ii]. La posición neta de activos de Estados Unidos —la diferencia entre los activos financieros en el extranjero de residentes estadounidenses y los pasivos financieros con no residentes— es negativa en más de 26 billones, el 90 % del PIB estadounidense.

 Este pasivo se debe a tres factores. Primero, la acumulación a lo largo del tiempo de los déficits comerciales de Estados Unidos, que durante décadas ha importado más de lo que exporta. Segundo, la apreciación del dólar frente a otras monedas, que también resta competitividad a las exportaciones. Y tercero, el aumento excepcional, superior al 370%, en el precio de las acciones de empresas estadounidenses que pertenecen en una proporción significativa a otros países. Se trata, en particular, de las empresas tecnológicas estadounidenses, las llamadas «7 Magníficas», que por sí solas representan un tercio de la capitalización del mercado estadounidense.

 La situación de la deuda estadounidense se ha visto agravada por el intento de Trump de contrarrestar la deuda comercial mediante aranceles y la devaluación del dólar. Esto ha provocado una tendencia a la salida de una serie de activos estadounidenses, desde el dólar hasta los bonos y las acciones. En particular, el bajo atractivo de los bonos del Estado, que ha provocado una caída de sus precios y un aumento de sus rendimientos, ha llevado a Trump a una rápida retirada de los aranceles. En los últimos días, los precios de los swaps de incumplimiento crediticio (CDS) también se han disparado, lo que constituye un seguro de protección ante una posible quiebra de Estados Unidos, ante el temor a un crecimiento descontrolado de su deuda pública.

 La guerra entre Israel e Irán también debe analizarse en este contexto económico. La creciente deuda obliga a Estados Unidos a colocar sus bonos gubernamentales en el mercado, pero esto es difícil si el dólar pierde su estatus de moneda de reserva, que solo puede mantenerse si se mantiene como moneda de intercambio internacional. Para seguir siendo una moneda de intercambio internacional, el dólar debe utilizarse como medio de transacción para las materias primas más importantes, empezando por el petróleo y el gas. Esto implica el control político y militar por parte de Estados Unidos de las zonas donde se producen petróleo y gas y donde se encuentran la mayor parte de las reservas.

 Como se mencionó, la zona donde se concentran las mayores reservas de materias primas energéticas es el Golfo Pérsico, dominado por Arabia Saudita, Kuwait, Catar, Emiratos Árabes Unidos e Irán. Por lo tanto, el control del Golfo Pérsico es esencial para Estados Unidos tanto desde el punto de vista económico, por las razones expuestas anteriormente, como desde el punto de vista geopolítico, ya que, al controlar el Golfo Pérsico, también controla a países aliados, como Japón, y adversarios, como China, que dependen de esa zona para su abastecimiento de petróleo y otras materias primas estratégicas.

 Para controlar el Golfo y Oriente Medio, el imperialismo occidental se vio inmediatamente obligado, desde el siglo XIX, a controlar Irán, el país más importante de la zona en términos de población, historia y posición geográfica. Gran Bretaña fue la primera en ejercer este control, a la que posteriormente se unió Estados Unidos. Ambos países anglosajones apoyaron el golpe militar que, en 1953, derrocó al primer ministro iraní, Muhammad Mossadeq, gran responsable de haber nacionalizado la producción petrolera, arrebatándosela a Gran Bretaña. Posteriormente, Irán se convirtió en una colonia británica y estadounidense de facto, hasta el derrocamiento del sha, Reza Pahlavi, por la Revolución iraní de 1979.

 Así pues, desde 1979, Irán ha escapado en gran medida al control occidental, convirtiéndose en una piedra en el zapato para Estados Unidos y su política de hegemonía en Oriente Medio. Por ello, para Estados Unidos, el control total de esta zona pasa por la destrucción de Irán como Estado independiente. Por el contrario, Israel representa el brazo armado del imperialismo occidental y estadounidense en la zona. Por lo tanto, la guerra en curso se inscribe en este contexto y, desde esta perspectiva, representa el último episodio del enfrentamiento entre Irán y el imperialismo estadounidense.

 Notas

 [i] Vito Lops, “Comercio exterior, la demanda es menos dólares y más euros”, Il Sole24ore, 18 de junio de 2025.

 [ii] Walter Galbiati, “En el mundo hay un gran y único deudor: Estados Unidos”, Affari & Finanza, la Repubblica, 16 de junio de 2025.

 Fuente: Laboratorio-21

https://www.elviejotopo.com/topoexpress/la-guerra-el-dolar-y-la-deuda/

 

 

sábado, 28 de junio de 2025

La OTAN contra los BRICS y el Sur Global

 


 Cinco tesis sobre la guerra mundial y la cumbre de la OTAN

 

Por Sevim Dagdelen |

28/06/2025  

La autora argumenta que el ataque de Israel contra Irán representa el segundo frente en la estrategia global de guerra en tres frentes de Washington, en la que Alemania lidera la guerra por intermediación de Ucrania contra Rusia para que Estados Unidos pueda atacar a China.

 1. El 13 de junio de 2025 Israel lanzó un ataque contra Irán. Este acto ilegal según el derecho internacional sería inconcebible sin el firme apoyo de Estados Unidos, la OTAN y la Unuón Europea (UE). De hecho, Estados Unidos había estado negociando con Irán sobre su programa nuclear hasta el último momento, aparentemente para crear una falsa sensación de seguridad, aunque ya se había decidido el ataque militar.

 Parece que Washington ha optado por una guerra global en tres frentes para defender la hegemonía estadounidense contra los BRICS y el Sur Global. En Europa la guerra por intermediación de la OTAN contra Rusia, dirigida por Alemania, continúa en Ucrania con el objetivo de infligir una derrota estratégica y quebrar a Rusia como bloque de poder geopolítico. La jefa de la política exterior de la UE, Kaja Kallas, ha mencionado abiertamente que esto era un objetivo de guerra.

 En Oriente Medio Israel libra una guerra por intermediación contra Irán apoyada por EE.UU.

 La meta: neutralizar a Irán como aliado estratégico de Rusia y China, e interrumpir el suministro de petróleo a China, en lo que Irán juega un papel crucial. En el tercer frente de Asia Oriental Estados Unidos está concentrando sus fuerzas para desafiar a China. Como ocurre con Alemania y Ucrania en Europa, Estados y regiones como Japón, Filipinas y Taiwán se están convirtiendo en Estados de primera línea contra China.

 2. Librar una guerra en tres frentes requiere una enorme maquinaria militar. En la próxima cumbre de la OTAN en La Haya se espera que se adopte un nuevo objetivo de gasto en defensa del 5% del PIB, que duplica los gastos actuales hasta llegar a unos 3 billones de euros. Solo Alemania gastaría 225.000 millones de euros anuales en fines militares, casi la mitad de su presupuesto federal.

 A día de hoy los gastos militares combinados de los miembros europeos de la OTAN son más de cuatro veces superiores a los de Rusia. Este rearme no tiene que ver con la defensa, sino con permitir a la OTAN luchar simultáneamente una guerra mundial contra Rusia, China e Irán.

 3. La presión de la OTAN por globalizar y defender la hegemonía estadounidense, el control de los estrechos, las rutas comerciales marítimas y mares enteros juega un papel fundamental. Actualmente estamos siendo testigos de los intentos de convertir el mar Báltico en un Mare Nostrum para la OTAN, una masa de agua donde incluso las rutas marítimas internacionales, así como el acceso al Mar del Norte y al Atlántico, estén sometidos al control de la OTAN.

 Una de las herramienta utilizadas para ello han sido las sanciones de la UE a los petroleros rusos, aplicadas por miembros de la OTAN como Estonia en el mar Báltico. Aunque la OTAN se vio obligada a retroceder un poco debido a las escoltas navales rusas de buques comerciales, el objetivo estratégico sigue estando claro: cortar el acceso de Rusia al Báltico e invertir esencialmente una realidad geopolítica que existe desde los días de Pedro el Grande.

 La ilusión de poder arruinar económicamente a Rusia y fragmentarla en estados más pequeños sigue siendo una fuerza motora de esta estrategia.

 4. La OTAN ha estado construyendo una extensa infraestructura militar alrededor del Báltico, lo cual incluye el nuevo centro de mando en Rostock, que no está catalogado deliberadamente como un cuartel general de la OTAN; hacerlo constituiría una clara violación del tratado de reunificación alemana, que prohíbe estacionar tropas extranjeras en la antigua Alemania Oriental.

 La OTAN está presionando para expandir la zona de guerra contra Rusia al reavivar los conflictos congelados de la era de la Guerra Fría, como la cuestión del acceso marítimo de Rusia. En 1946 la URSS se retiró de la isla danesa de Bornholm con dos condiciones fundamentales: ausencia de presencia de tropas de la OTAN y acceso naval ruso sin restricciones al Atlántico. Ambas condiciones ahora parecen estar en peligro, lo que sienta las bases para una peligrosa escalada marítima de la guerra.

 5. El rearme de la OTAN para una guerra mundial en tres frentes va unido inevitablemente a una guerra social contra su propia población.

 Aunque los líderes políticos lo niegan rotundamente, la realidad es clara: si la mitad del presupuesto federal se destina a gastos militares, no puede cubrirlo únicamente la deuda, se necesitarán profundos recortes de las pensiones, la sanidad pública, la educación e infraestructuras.

 Alemania y otros países de la OTAN se están transformando en Estados militarizados en los que los recursos sociales básicos se canalizan hacia la preparación para la guerra. Los verdaderos ganadores de ello son las empresas de inversión estadounidenses como BlackRock, que tiene acciones significativas en fabricantes alemanes de armas como Rheinmetall. Para ellos, la guerra, y su preparación, es un negocio en auge en medio de un capitalismo plagado de crisis y un descenso de las tasas de ganancias.

 Es hora de luchar contra estos especuladores de la guerra. Lo que necesitamos es una poderosa alianza entre los trabajadores del Norte Global y los movimientos sociales del Sur Global.

 Sevim Dagdelen es exparlamentaria del Bundestag alemán.

 Texto original: https://morningstaronline.co.uk/article/five-theses-world-war-and-nato-summit

Traducido del inglés para Rebelión por Jesica Safa

https://rebelion.org/cinco-tesis-sobre-la-guerra-mundial-y-la-cumbre-de-la-otan/

jueves, 26 de junio de 2025

El mundo después de Gaza .

                              


El mundo después de Gaza 


 Pankaj Mishra

 Dice el autor  en su prólogo :

 " Mi conferencia en la que se basa en parte este libro fue cancelada por la institución que la  iba ofrecer en el Barbican Centre de Londres .También tuve que -dejar de escribir mi columna sobre asuntos de actualidad que llevaba una década en  Bloomberg  de ahí que sentí impulsado  a leer este libro para aliviar la perplejidad y desmoralización que  apoderaron de mi antes de un colapso moral absoluto  para invitar  a los lectores a emprender esa búsqueda de explicaciones   que se revela mucho mas urgente en tiempos oscuros" 
   

 Reseña  de Selma Dabbagh

"Me sentí casi obligado a escribir este libro", revela Pankaj Mishra en su prólogo, "para aliviar mi desmoralizadora perplejidad ante una extensa quiebra moral, y para invitar a los lectores en general a una búsqueda de clarificaciones que se sienten más apremiantes en un tiempo oscuro."  ( Es curioso que el párrafo  no lo cite completo y  que  el origen del libro fue la censura , de todos modos su reseña esta bien  )

 La claridad buscada lleva tiempo buscándose. Más adelante resume así las dos desconcertantes preguntas que se hizo antes de su primera visita a Israel y a los Territorios Palestinos Ocupados en 2008:

¿Cómo ha llegado Israel, un país construido para albergar a un pueblo perseguido y sin hogar, a ejercer un poder tan terrible de vida o muerte sobre otra población de refugiados (muchos de ellos refugiados en su propia tierra) y cómo puede la corriente política y periodística occidental ignorar, incluso justificar, sus crueldades e injusticias claramente sistemáticas?

El mundo después de Gaza no se parece a ninguna otra obra que haya leído sobre Palestina/Israel. El viaje de Mishra en torno al sionismo, la Shoah, el antisemitismo, el filosemitismo y "la línea de color" es personal, histórico, filosófico y revolucionario. Algunos escritores palestinos me han aconsejado que me mantenga alejado del Holocausto, porque no es nuestra historia, porque es un asunto europeo, no palestino. También es un terreno vigilado en lo que se refiere a la libertad de expresión, con disposiciones, por ejemplo en la definición de antisemitismo de la IHRA, que restringen el debate sobre aspectos del mismo. Mishra, sin embargo, aunque no se opone a estos mandatos sobre el debate intelectual, insiste en la centralidad de la Shoah en las últimas décadas. Entre otras cosas, "ha establecido el estándar de la maldad humana. La medida en que la gente lo identifica como tal y promete hacer todo lo que esté en su mano para combatir el antisemitismo sirve, en Occidente, como medida de su civilización". Mishra no sólo analiza sin complejos la ideología sionista, sino también el papel que desempeñaron los intelectuales y escritores del siglo XX en la lucha contra el antisemitismo.a y 21s cuyos horrores viscerales recorren el libro, recordando al lector hasta qué punto nuestras psiques han quedado marcadas por la violencia y la crueldad de los últimos dieciocho meses.

 

Mishra escribe sobre el padre que sostiene el cadáver sin cabeza de su hijo en Rafah, así como sobre la repulsión que sintió ante el "infoentretenimiento" tiktok de civiles y soldados israelíes que se burlan de la matanza y el sufrimiento que han llevado a cabo, o ante los que se ciegan deliberadamente. Incluso ver esto desde lejos, escribe, ha infligido un "calvario psíquico" a millones de personas que se han convertido en "testigos involuntarios" de actos de "maldad política". Enumera la denegación de acceso a alimentos y medicinas; los palos de metal caliente insertados en el recto de prisioneros desnudos; la destrucción de escuelas, universidades, museos, iglesias, mezquitas e incluso cementerios; la puerilidad del mal encarnada por soldados de las IDF que bailan con la lencería de mujeres palestinas muertas o que huyen.

A menudo he pensado que Mishra, como pensador y escritor, ha llenado parte del vacío intelectual que dejó la muerte de Edward Saïd en 2003. Ahí están la textura, la musculatura intelectual y el alcance de las conferencias Reith de Edward Saïd de 1993, publicadas bajo el título, Representaciones del intelectualen El mundo después de Gaza. Ambas contienen investigaciones que son a la vez públicas y privadas, y están impulsadas por la búsqueda de la libertad y la justicia en el mundo. Son meditaciones que se refieren al papel de políticos y dirigentes, pero prestan mayor atención a la escritura de filósofos y novelistas, en sus obras públicas, en sus cartas privadas, en sus marginalia y en sus asides.

Los lectores pueden estar familiarizados con versiones de algunos de los capítulos que han aparecido como ensayos largos en la London Review of Books. En febrero de 2024, el Barbican de Londres se negó a acoger la conferencia de Mishra, "La Shoah después de Gaza". El acto tuvo que trasladarse a la iglesia de St. James, en Clerkenwell. Cuando el diario GuardianMishra comentó que "los poderosos que han apoyado al régimen israelí están redoblando su insostenible posición. Eso genera una sensación generalizada de miedo y pánico que infecta incluso a las instituciones culturales". Conmocionado, pero no sorprendido, afirmó que "el objetivo de la cultura y las artes es acoger la diversidad, los diferentes puntos de vista y proteger la libertad imaginativa".

En El mundo después de Gaza Mishra intenta comprender su propia fascinación temprana por la figura militar del líder israelí Moshe Dayan, a quien había venerado mientras crecía en una familia de nacionalistas hindúes brahmanes en la India. Mishra nos lleva a través de la génesis del pensamiento sionista primitivo, el entrelazamiento de sus raíces con los impulsos etnonacionalistas europeos que en sí mismos dieron lugar al poderoso antisemitismo que propagó los anhelos sentimentales, las justificaciones ideológicas, por no mencionar el respaldo político y financiero que permitió que el sionismo se convirtiera en la fuerza política que se convirtió en Israel -ahora una nación que es, según no sólo Mishra, sino cualquiera que se preocupe de mirar, cometiendo "crímenes de guerra a diario". El apoyo de los pensadores sionistas a los movimientos nacionalistas con objetivos claramente antisemitas se traza desde Vladimir Jabotinsky (1880-1940), que "apoyó sin reservas el nacionalismo ucraniano a principios del siglo XX, incluso cuando se identificó con los pogromos antisemitas", hasta la actualidad, cuando los dirigentes israelíes se acercan a la extrema derecha de Europa del Este.

Las preguntas El mundo después de Gaza que Mishra se planteó en 2008, son mucho más que una descripción de la creciente apropiación de tierras palestinas para uso exclusivo de los judíos, o una documentación de guerras y liderazgos; sondean el marco intelectual de la empresa, los métodos de creación de una narrativa, la cooptación del sufrimiento masivo de la Shoah en una razón de ser autojustificativa para el Estado de Israel, así como la erradicación por la fuerza de cualquier oposición al mismo. El etnonacionalismo y el tipo de la "rectitud belicosa" han definido cada vez más al Estado israelí.

 A mediados del siglo XX, "la tecnología, la división racional del trabajo y la deferencia hacia la autoridad normativa", escribe Mishra, "habían permitido a la gente corriente contribuir a actos de exterminio masivo con la conciencia tranquila, incluso con visos de virtud". Es a esta "autoridad normativa" a la que Mishra presta mayor atención. ¿De qué manera fueron cómplices los escritores e intelectuales a la hora de establecer estas normas y dar la espalda al sufrimiento, en este caso de los palestinos, cuando se trataba de ver la evidencia de en qué se había convertido el proyecto sionista? ¿Qué papel desempeñaron estas mentes eruditas y bien informadas en la deshumanización de los palestinos y otros "pueblos de la periferia demasiado débiles y atrasados para ser consecuentes en la historia del mundo"?La lista de los escritores seducidos por el nuevo proyecto de construcción del Estado de Israel es larga y brillante. Las novelas de Saul Bellow coincidían funcionalmente con la propaganda estatal israelí. Martha Gellhorn se sentía en total libertad para desahogar su desprecio por los palestinos en concreto, y por los árabes en general. Mary McCarthy consideraba "odiosos" a los árabes de Libia, y la lista continúa. Se necesitarían muchos volúmenes para trazar y analizar a esos escritores que sin vacilar relegaron a un pueblo "sin Chagalls ni Freuds", como dijo Saïd, a un destino de desposesión, privación de derechos y genocidio. El análisis que hace Mishra de parte de esta literatura sobre el establecimiento de normas para realzar a un pueblo a expensas de otro, para sentir intensamente el sufrimiento de un pueblo y ser totalmente insensible, cuando no esperar o acoger con satisfacción, el dolor de otros pueblos, es sensible y desgarrador. Hay muchas vías para seguir investigando en El mundo después de Gaza y ésta es una de ellas.En tiempos tan oscuros como estos, para todos los que hemos tenido que soportar el "calvario psíquico" de presenciar el asalto a Gaza y, más aún, para los palestinos, en particular los de Gaza, el ansia de esperanza no sólo es deseable, sino la única opción responsable, o como me escribió un amigo de Gaza, lo único que les queda. Mishra proporciona inspiración desenterrando las poderosas voces de los disidentes, aquellos escritores que no dejaron de ver las conexiones entre el sufrimiento de los pueblos, sin importar cuánta melanina contuviera su piel o en qué herencia religiosa hubieran nacido. Hay muchos que yo personalmente desconocía, otros cuya obra conocía, pero no estaba familiarizado con su postura sobre Palestina/Israel. Aquí, Mishra les da un lugar en la historia: Boaz Evron, Natalia Ginzberg, Ahad Ha'am se unen a las filas de Simone Weil y Hannah Arendt al ser capaces de ver más allá de su herencia religiosa para hablar en contra del sufrimiento de todos los pueblos. También se agradece la mención del periodismo pionero de Dorothy Thompson (1893-1961), cuya trayectoria y memoria merecen ser resucitadas.Mishra trata a cada uno de estos pensadores con cuidado. Rara vez es una compulsión emocional o intelectual monolítica la que mueve a estos pensadores, sino una compulsión dolorosa y a menudo contradictoria. Las emociones del científico, escritor y superviviente de Auschwitz Primo Levi hacia Israel eran complejas y conflictivas. Se dice que se sintió orgulloso cuando la portada de uno de sus libros coincidía con la de la bandera israelí, pero en una carta a un amigo, nos cuenta Mishra, una vez se preguntó si "pertenecía al pueblo judío en absoluto". No fue el único escritor judío que después de 1948 se volvió cada vez más crítico con el Estado israelí tras la ocupación de Cisjordania y Gaza en 1967, las revelaciones de torturas a detenidos palestinos en cárceles israelíes y la invasión de Líbano en 1982, Jean Améry (1912-1978) fue otro escritor al que estos acontecimientos políticos le resultaban demasiado para conciliarlos con el sueño que le había seducido. Se negaron a cerrar los ojos. Ambos comprendían a dónde podía conducir todo aquello y lo que implicaba de violencia, dolor y sufrimiento. Ambos habían sobrevivido a los campos de concentración, Améry había luchado en la resistencia contra la Alemania nazi y había sido torturado.El mundo después de Gaza es un libro de magnitud y gracia. Las dotes de novelista de Mishra le permiten ofrecer vívidos retratos de hombres y mujeres que luchan (y a veces fracasan) por combatir las injusticias de su época. Al hacerlo, encontramos no sólo un lamento por lo que ha ido mal, una advertencia contra la complicidad a que puede dar lugar la comodidad y una elegía por el orden mundial que corremos el riesgo de perder, sino también una guía sobre lo que podemos ser, cada uno de nosotros, individualmente.

 https://themarkaz.org/es/the-world-after-gaza-a-review/