La patética respuesta de la UE al ataque de Trump contra
Irán
Eldar Mamedov
27/06/2025
La respuesta de la Unión Europea a los ataques
norteamericanas del sábado [21 de junio] contra Irán ha puesto de manifiesto
algo más que hipocresía: ha revelado un vasallaje tan profundo que las
capitales europeas ahora socavan voluntariamente tanto el Derecho internacional
como sus propios intereses estratégicos.
La declaración del E3, firmada por el canciller alemán
Friedrich Merz, el primer ministro británico Keir Starmer y el presidente
francés Emmanuel Macron, tras declaraciones similares de la presidenta de la
Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y de su alta representante para Asuntos
Exteriores, Kaja Kallas, resume perfectamente esta rendición.
El trío europeo afirmó su apoyo a la seguridad de Israel…y
sólo de Israel, como si otras naciones de Oriente Medio no tuvieran derecho a
la seguridad. Repitieron la retórica de que Irán «no puede llegar a disponer
jamás de un arma nuclear» y respaldaron los ataques de los Estados Unidos
contra las instalaciones nucleares iraníes a pesar de las numerosas
conclusiones tanto del OIEA y la comunidad de inteligencia (CI) de los Estados
Unidos de que actualmente Irán, o al menos antes del ataque del sábado, no está
trabajando en la militarización de su programa nuclear.
De manera verdaderamente orwelliana, el E3 instó a Teherán a
«entablar negociaciones que conduzcan a un acuerdo que aborde todas las
preocupaciones relacionadas con su programa nuclear», a pesar de que Irán
estaba literalmente participando en esas mismas negociaciones con los ministros
de Asuntos Exteriores del E3 el viernes [20 de junio], el día antes del ataque
norteamericano, mientras se preparaba para continuar las negociaciones con los
Estados Unidos en Omán antes de que Israel lanzara el ataque contra Irán.
El momento en que se produjeron los ataques norteamericanos
-tras los esfuerzos diplomáticos del E3 e Irán- ridiculiza las afirmaciones del
E3 de que es hoy Teherán quien tiene la responsabilidad de reanudar las
conversaciones. Esto llevó al ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas
Araghchi, a preguntarse: "¿Cómo puede Irán volver a algo que nunca
abandonó, y mucho menos a algo que no ha reventado?
Aún más condenatoria es la negativa de la UE a reconocer lo
que el ex primer ministro sueco Carl Bildt declaró sin rodeos: el ataque
norteamericano supuso una clara violación del derecho internacional. La Carta
de las Naciones Unidas prohíbe el uso de la fuerza, salvo en legítima defensa
ante un ataque inminente o con autorización del Consejo de Seguridad, ninguna
de las cuales se aplicó en este caso. Sin embargo, los actuales dirigentes de
la UE, que tanto condenan las violaciones de la soberanía ucraniana por parte
de Rusia, permanecen llamativamente mudos cuando Washington o Jerusalén hacen
lo mismo.
Esta hipocresía hace algo más que dejar al descubierto la
postura moral de la UE: erosiona activamente los cimientos del Derecho
internacional y del tan cacareado «orden internacional basado en normas». Al
legitimar el «derecho de los poderosos» a librar guerras preventivas, la UE
socava fatalmente la causa de Ucrania y sienta un precedente que sus
adversarios explotarán a buen seguro. Si los ataques preventivos son
permisibles para Estados Unidos e Israel, ¿por qué no para Rusia, China o
cualquier otra potencia que alegue ser una «amenaza»? ¿Por qué tendrían que
respaldar las naciones del Sur Global las apelaciones de Kiev a la Carta de la
ONU cuando la propia Europa excusa las flagrantes violaciones de las potencias
occidentales?
Peor aún, este vasallaje de Europa está demostrando ser
estratégicamente inútil. Todavía no ha salido a la luz ninguna prueba de que la
administración Trump se molestara siquiera en advertir a sus
"aliados" europeos antes de su ataque a Irán, una indicación
condenatoria, si se confirma, del desprecio que la administración Trump siente
por sus principales aliados europeos de la OTAN, que luego se apresuran a
defender a discreción las flagrantes violaciones del Derecho internacional por
parte de Washington.
El momento no podría ser más llamativo. Días antes de una
cumbre de la OTAN crucial, este episodio confirma lo que los observadores
sobrios ya sabían: el servilismo de Europa no logra ganarse ni el respeto ni la
reciprocidad de Washington. El aparente fracaso de la administración Trump a la
hora de consultar al E3 -a pesar de su actual compromiso diplomático con Irán-
demuestra que los responsables políticos norteamericanos no ven a Europa como
socios, sino como lacayos a los que ignorar a voluntad. Esta dinámica envenena
el ambiente previo a la reunión de la OTAN, en la que los líderes europeos
apelarán una vez más a la «unidad transatlántica» mientras aceptan su papel de
subordinados menores de Washington.
Pero la tragedia más profunda es que los líderes europeos
han interiorizado su propia subordinación. Traicionan el Derecho internacional
no para obtener beneficios tangibles, sino por obediencia reflexiva, un hábito
que debilita la posición mundial de Europa al tiempo que envalentona los peores
impulsos de Washington y Jerusalén. Esta es una de las grandes diferencias con
el período previo a la última gran guerra por elección de los Estados Unidos.
Por aquel entonces, los dirigentes de Francia y Alemania tuvieron la valentía y
la previsión de oponerse a la invasión de Irak por parte de George W. Bush en
2003. Avance rápido hasta 2025, y el canciller neoconservador alemán Merz
respalda con entusiasmo los ataques ilegales de Israel contra Irán como el
«trabajo sucio» necesario realizado en nombre de «Occidente».
La guerra en expansión en Oriente Próximo debería ser una
llamada de atención: si se tiene en cuenta la proximidad geográfica de Europa
con Oriente Próximo, están los efectos indirectos en términos de posibles
nuevos flujos migratorios, amenazas terroristas y choques energéticos que
serían masivamente desestabilizadores para Europa. Dado lo que está en juego,
si Europa no hace hoy valer sus intereses, ¿Cuándo lo hará? ¿Cuándo la
arrastren Washington y Jerusalén unilateralmente a otra guerra interminable en
Oriente Medio? ¿Cuándo el próximo ataque ilegal afecte a un tercer país? El
vasallaje no compensa, sólo degrada.
Eldar Mamedov
Experto en política exterior radicado en Bruselas, es
licenciado por la Universidad de Letonia y la Escuela Diplomática de Madrid, ha
trabajado para el Ministerio de Asuntos Exteriores de Letonia y como
diplomático de su país en Washington y Madrid. Ha sido asesor del grupo
socialdemócrata en el Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo,
encargándose de sus delegaciones en las relaciones interparlamentarias con
Irán, Irak, la Península Arábiga y el Mashreq.
Fuente:
https://responsiblestatecraft.org/us-strikes-iran-europe/
Traductor Lucas Antón
https://www.sinpermiso.info/textos/la-patetica-respuesta-de-la-ue-al-ataque-de-trump-contra-iran
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Y VER
Irán gana, Israel pierde, Occidente se suicida, Rusia se tambalea
Alberto Cruz
https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2988
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